La construcción del espacio
público está en las manos de quienes tienen el poder
político, administrativo y técnico para construirlo, en
la mayoría de los casos gobernantes y arquitectos. La
intervención y modificación de la ciudad en el mundo de
hoy da evidencia de un crecimiento notable a favor de dar mayor
participación de la sociedad en la creación de su
hábitat, con esto se están generando nuevos paradigmas en
la tradicional construcción del hábitat.
La
construcción de la ciudad, muchas de las veces, se realiza por
parte de pequeños grupos y se construye según su modo de
hacer de esa particular circunstancia, usualmente en forma no
consensuada con la ciudadanía y en el mejor de los casos no pasa
de un acuerdo entre los promotores y los diseñadores a lo cual
le suman algunas estrategias participativas y en otros casos de falsa
participación, todo ello ocurre gracias a un importante aporte
de los "métodos de recolección de datos". Esto no
debería suceder, así lo señalan muchos
investigadores y urbanistas, incluso el programa UN-HABITAT tiene
importantes recomendaciones sobre la participación ciudadana en
la planificación, la seguridad y la gobernanza, de entre otros.
En
nuestras ciudades podemos observar como persiste éste particular
modo de hacer el hábitat en el cual vivimos. Creemos
que es importante estudiar esta práctica y muy en especial en su
relación con el espacio público, ya que esa
poética personal del diseñador afecta al público
que habita los espacios y genera efectos sobre todos los ciudadanos.
Decidimos iniciar una investigación
realizando cortas entrevistas a nuestros profesores de Teorías
Urbanas, a fin de confirmar nuestras inquietudes.
Preguntamos:
¿Cual es la relación entre "capricho
arquitectónico" y espacio público?
Los resultados nos abren nuevas
expectativas a investigar. Desde ya estamos pensando un foro sobre el
tema, pronto estaremos invitándoles a participar.
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