TalCual 26 de junio, 2009.

El preso

Willians O. Barreto A.

Hace algo más de 10 años Luis Acuña Cedeño, actual ministro para la Educación Superior, fue destituido como decano del Núcleo de Sucre de la Universidad de Oriente por defender la Autonomía Universitaria.

Entonces nos vimos en el deber solidario de repudiar y repeler la imposición de un decano interino hasta que se realizaran las elecciones decanales. El día de tales elecciones escribí un artículo para la prensa regional (diarioProvincia, 15 julio de 1998) que titulé "La presa" y dediqué a mi profesor y colega Luis Acuña Cedeño, porque en cierta forma él había representado la resistencia a la barbarie antiautonómica y era ejemplo de dignidad para quienes nos sentíamos, más que sus colegas, sus alumnos.

Hoy, escribo en esta tribuna nacional, de las poquísimas que nos van quedando, un mensaje público al amigo, devenido en mediocre y nefasto ministro, que además reniega de su otrora condición de físico, atenido por tal a la búsqueda del conocimiento y defensor de la libertad de investigación, y profesor universitario defensor de la autonomía.

Es lamentable el papel que representa y no reconozco en el Luis actual a quien fuera uno de mis mentores científicos y ejemplo a seguir por sus habilidosas manos de carpintero, mecánico y experimentalista mañoso. La maña ya no la usa para construir bombas de vacío a partir de chatarra, o cofres o carritos de madera para sus bazares en tiempos que añoramos o en los aciagos días de supervivencia. Ahora se está comiendo las maduras (rojas rojitas) después de los verdes tiempos. Pareciera verdad que así es la vida. Que a veces no tenemos prurito alguno para aprovecharnos de la miseria y angustia de los demás, pero no lo creo en tanto humano y universitario.

Me despojo hoy de mi condición de presidente de la Sociedad Venezolana de Física, única razón hasta ahora de mi silencio, para manifestar en pública voz alta que siento vergüenza al no poder reconocer a aquel profesor y mentor, sensible y agudo, de fino humor, Luis Acuña Cedeño, en ese ser que pretende quebrar a la Universidad venezolana por puro revanchismo, o simples ganas autodestructivas, propias de un chacumbelato.

Luis, la Universidad venezolana es lo mejor que tenemos y ella, en abstracto, los quebrará a ustedes. No es tiempo de pedir renuncias, siguen siendo tiempos aciagos y de supervivencia. Es tiempo de cambiar el curso de nuestras vidas por decisión propia. Esto no es lo que soñamos, ni siquiera imaginamos. Eres preso voluntario de una pesadilla mediática que amenaza con darnos a todos por igual un infierno en pleno siglo XXI. Allá tú y tu conciencia.