Presentación      

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El tema de la opción no es fácil. La falta de disposiciones legislativas, la poca atención de los autores, así como la escasa y contradictoria jurisprudencia patria no ayudan a encontrar claridad. Sin embargo, es tema llamativo. No hay abogado en ejercicio que no se tropiece con la opción en su labor diaria, aunque muchos tienden a confundir la opción con el contrato preliminar, y otros —a veces a propósito— denominan opción a aquello que no lo es. El desarrollo de los estudios sobre la opción, que ha sido bastante lento, parte ya avanzado el presente siglo. Al princi­pio se le negó validez, luego se le restituyó, al menos en Ita­lia. Abandonar la idea de que la opción es un contrato sometido a condición potestativa llevó largo tiempo. También ha sido di­fícil comprender con claridad que la opción es un contrato que siempre genera la posibilidad de concluir un contrato ulterior. Más difícil aún ha sido entender que la opción es simplemente un contrato que tiene por objeto una oferta irrevocable. Igual gravedad ha presentado concebir que el punto de arranque de todo estudio sobre la opción debe ser el principio de la revocabilidad de la oferta, y así sucesivamente. La opción ha presentado, y sigue presentando, muchos problemas de no fácil solución. Pero, hecho el balance, al final, siempre termina positivo: se avanza, aunque a paso lento. Las páginas que siguen no agotan el tema. Simplemente se ha buscado aproximarse al fenómeno abordando los principios y ele­mentos fundamentales, con la finalidad de llegar a una comprensión básica. Nada más.

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