3.  HISTORIA DE LA JERARQUÍA.

 

Discutiremos aquí los sistemas jerárquicos de algunas sociedades históricas para ver la gran diversidad de formas que ha tomado la organización del control y su íntima relación con la desigualdad de información. Se espera que análisis como este sean útiles para entender los sistemas de control social. Este capítulo es un resumen actualizado de lo discutido en C.Domingo [1980].

 

3.1 Sumeria y Mesopotamia. Del “socialismo” teocrático al imperio militar.

 

En las ciudades del primer período dinástico con varias ciudades independientes (-2800 al -2500) aparece ya establecido este sistema que algunos autores han llamado socialismo teocrático pues “los instrumentos de producción están en poder y bajo el control del templo” (García Pelayo [1969], Cassin, Bottero, Vercouter [1972], G. Contenau [1958]) . Los esclavos, adquiridos por guerra o compra, eran muy pocos. El templo dirigía las obras de canalizaciones y regadío, esenciales en el clima árido, y recibía una parte del producto de la tierra (tal vez 25%). El templo poseía talleres, escuelas de escribas y artesanos y dirigía el comercio exterior. Lo sacerdotes conocían pues todas las técnicas productivas, administrativas y las relaciones con el exterior (otras ciudades y culturas) y esto era la base de su poder. Hay una coexistencia y transición entre el máximo sacerdote (el “en”) y una autoridad más laica (el “lugal” o “gran hombre” que se ha traducido como rey). Probablemente con el crecimiento de la población y las disputas por el agua y la tierra, las guerras se hicieron más frecuentes y dieron preeminencia al lugal que en el período posterior de unificación de las ciudades adquiere también funciones religiosas. Las técnicas administrativas consistían en escritura en tablas de arcilla, cálculos numéricos, contabilidad, sellos, calendario, moneda. El intento restaurador del sacerdote Urukagina de Lagash  (-2350) desplazado por el militar conquistador Lugalzzagisi, sugiere esa transición hacia el imperio Sumerio que se expande hasta el Mediterráneo. A este imperio le siguen, en la misma zona, el Akadio, el Asirio y el Babilonio. Ya tenemos aquí la organización jerárquica de un ejército profesional para defensa, conquista e imposición del orden. La estricta disciplina impuesta con castigos, la planificación de aprovisionamiento y movimientos, las obras de ingeniería (carreteras y puentes) la exacción de impuestos para las campañas, la subordinación completa al dirigente, la especialización militar, la organización piramidal del control, el secreto de las operaciones, posibilitan las grandes campañas militares de unificación y son un modelo para organizar zonas conquistadas y formar los imperios. Al llegar a la formación de imperios el rey-sacerdote de la ciudad estado se transforma en representante directo de la deidad misma que reúne el poder administrativo, militar y judicial (recordar el código de Hammurabi de Babilonia).

D. Ribeiro [1967] distingue varios tipos de imperio: los teocráticos de regadío (Sumerio-Acadio, Incaico, Chino, Maya) los esclavistas mercantiles (Asirio, Persa, Helenísticos, Cartago, Roma)  los mercantil-salvacionistas (el español en América y el de la Rusia Zarista)

 

3.2 Egipto. Endiosamiento y secreto

 

Los imperios que se desarrollan en Egipto están condicionados por la existencia del río Nilo que es el medio de riego, fertilización, comunicación y unificación. El conocimiento de su régimen de inundaciones periódicas (misteriosas, pues la zona de las lluvias que las originaban no eran conocidas) y el conocimiento para realizar las obras de diques, canalizaciones y drenajes para usarlas en la agricultura fueron la obra de un grupo que generó y, en sucesivas generaciones, monopolizó estos conocimientos. Egipto, se ha dicho (Herodoto [-444])  es un “don del Nilo” pero también lo es de este grupo que supo controlar el río. Cuando comienza la historia escrita el sistema aparece organizado en el Imperio Antiguo (-2700 a -2300) con su faraón y sus funcionarios encargados de las obras de riego y la acumulación de reservas de lo cosechado. El primer faraón Menes (posiblemente el Namer de la cronología egipcia) ya aparece como identificado con la dualidad divina Horus-Set, manteniendo el orden del mundo, unificador del Alto y Bajo Egipto, pacificador, creador del orden social (ver H.Frankfort [1976] para una brillante exposición del proceso). El faraón es identificado con un dios que mantiene el orden universal, físico y social. Este principio no debe considerarse (como tiende a hacerlo nuestro pensamiento realista maquiavélico) como una estratagema de los dirigentes para mantener el poder. El faraón y la casta sacerdotal han descubierto o heredado, entre otras cosas, el calendario sideral que, a diferencia del solar y el lunar, permite una predicción más exacta de las crecidas del Nilo y han instalado marcas de los niveles del río en troncos (nilómetros) para prever su alcance y tomar a tiempo las medidas necesarias (extensión de los sembrados, preparación de los diques, fecha de las siembras). El “orden universal” dado por la regularidad del río, no es útil sin todos estos conocimientos y previsiones y los autores o herederos de ese saber pueden llegar a sentir su propia divinidad, identificarse con ese orden que prevén y creen causar con ceremonias apropiadas y con esto justificar sus privilegios de poder y riqueza. La misma obediencia que imponen les confirma su carácter sagrado. Error que aún se ha visto en líderes de nuestra época. La divinidad de los conocimientos justifica otra de las características de todos los sistemas jerárquicos: el secreto, base del monopolio de la información por los coordinadores de la producción. Durante la gran crisis del Imperio Antiguo -2200 a –2050 lo que más lamenta el cronista de las “Admoniciones de Ipu-wer” es que “los secretos de los reyes del Alto y Bajo Egipto han sido develados”, “los escritos del augusto cercado han sido leídos, las oficinas públicas se han abierto y sus informes son leídos, las leyes secretas están ahora puestas afuera” (Pritchard [1955]). En estos primeros procesos de la civilización se refuerza la creencia en el poder del pensamiento abstracto y la palabra asociada a las ideas y dictados de la divinidad y los reyes. En el evangelio de San Juan, del siglo I d.C, se conserva, ya en forma teológica sofisticada, esta idea del poder creativo de la palabra.

 

La preparación de los funcionarios se hacía en las escuelas de escribas. Es notable un texto en que un escriba anima a su hijo a perseverar en los estudios describiendo lo desagradable de otras profesiones: agricultor: trabajo duro, cuyo producto le arrebata a golpes el cobrador de impuestos; embalsamador: que vive entre los muertos y horribles productos químicos; soldado: que arriesga su vida en expediciones lejanas. Sólo el escriba tiene una profesión digna.

Resumiendo, la civilización egipcia es un ejemplo claro de algunas de las características más importantes de la jerarquía: el considerar al jefe máximo como un ser sobrehumano, infalible, invencible y que sabe todo; la otra es el secreto de la información importante para la sociedad y de la manera en que se toman por unos pocos las decisiones que afectan a todos.

 

3.3 Persia. Descentralización y coordinación. Fundamentos éticos de la jerarquía.

 

Alrededor de –1600 pueblos medos de habla indoeuropea se habían establecido en la meseta del Irán. Los persas otro grupo semejante se establecieron más tarde en el SO de la zona y tal vez fueron tributarios de los medos bajo su rey Teispes, padre de Ciro.

Con las conquistas del rey persa Ciro (desde –550 al -530) se unifican las culturas del cercano Oriente (Media, Elam, Asiria, Babilonia, Palestina, Lidia, ciudades griegas de Asia Menor) y se forma el primer gran imperio multicultural de la historia (el Babilonio fue un precedente más restringido). Después de la conquista de Egipto por Cambises el sucesor de éste, Darío I, organiza el imperio en el -521. El sistema de control adoptado es una original combinación de coordinación de poder central y de descentralización. Se adoptó un idioma del imperio (el arameo) con caracteres fonéticos fenicios en vez de los complicados caracteres cuneiformes, respetando los idiomas locales para la administración de cada cultura. La religión de los persas era el Zoroastrismo (ver 4.5.1 más adelante) pero se respetaron los cultos locales y aún se facilitaron (recordar la restitución a sus tierras de los sacerdotes judíos prisioneros en Babilonia y la reconstrucción del templo expuestas en los libros de Esdras y Nehemías). Se construyeron carreteras, un “telégrafo de señales luminosas”, y se emitió una moneda de uso general lo que dio un gran impulso al comercio interno. Por otra parte se dividió el imperio en 23 regiones (satrapías) con un gobernador nombrado por el rey, controlado por un jefe militar dependiente del rey y por inspectores iotinerantes (llamados “ojos y oídos del rey”), pero se mantuvo la organización jerárquica original de las regiones. Se organizó una recaudación descentralizada de impuestos y se mantuvo un ejército persa en cada satrapía.

 

La religión de Zoroastro, que ve en la vida una lucha continua del bien contra el mal, fue una justificación ética de la jerarquía instalada. En la famosa inscripción en la roca de Bagiston, Darío declara: “Por la gracia de Ahura Mazda (el principio del bien) tal es mi naturaleza que soy amigo del derecho y no de lo malo”. Justificaciones de este tipo se repiten en las jerarquías de nuestra época. Como comenta Bengston [1975]: “Darío es un rey que tiene plena conciencia de su alta dignidad. Lo que ha creado descansa su fundamento firme: es la confianza en Ahura Mazda que ha tomado al Gran Rey bajo su protección”. La religión de Zoroastro con su división entre “buenos y malos” se propagó al Judaísmo y de allí al Cristianismo e Islamismo (D. Bradley [1967]) algunos de cuyos líderes se siguen satanizando mutuamente.

El sistema funcionó bien hasta agotar su posibilidad de expansión (el intento de conquistar Grecia terminó en un fracaso y Egipto conquistado por Cambises se independizó más tarde). Los sátrapas aumentaron su independencia del poder central. La expedición de Jenofonte (-400) y el ataque posterior de Alejandro en el –336  que destruyó el imperio, revelaron el grado de debilidad a que se había llegado. Después de los reinos helenísticos de los sucesores de Alejandro reino Seléucida y Bactria un pueblo iranio, los partos, controlaron la región irania (dinastía Arsácida: -247 al 224) y luego una nueva dinastía Sasánida(224 al 651) formó un fuerte imperio desde el Éufrates al Indo que impuso el zoroastrismo, resistió los ataques romanos y restauró la organización y el arte persas. El imperio fue destruido y conquistado por los musulmanes en el 652.

 

Es importante el imperio persa pues revela la eficiencia pero también los problemas de una gran organización con pueblos diferentes. El control se sofistica para manejar la diversidad (ver ley de Ashby en 4.2.9) pero se corre el peligro (que ya vimos en Egipto) del fortalecimiento de los poderes locales cuando la vigilancia del centro se hace más costosa ineficiente o corrupta.

 

3.4 China. La teoría del control social , la fabricación de funcionarios y la reacción anarquista.

 

Los sistemas de control social de China son de una enorme importancia para nuestro estudio. A diferencia de la filosofía occidental con su énfasis en la naturaleza del conocimiento y el universo, o la hindú con su preocupación en la divinidad y en la salvación personal, la filosofía china clásica, sin descuidar del todo esos problemas, intenta el alcance de la sabiduría para la construcción del sistema social correcto (para exposiciones de carácter general de la filosofía ver Fung-Yu-Lan [1948] y C. B. Day [1962])

La historia de China hasta la mitad del primer milenio antes de Cristo es, en cierta manera, semejante a la de Mesopotamia. De las aldeas se pasa a ciudades estado en la cuenca del Hwang-ho (Lo-Yang, Hsien-Yang, Han-Tan y otras) y por el proceso de unificación ya discutido se forman grandes estados que luchan por la hegemonía.

 La época de los "estados combatientes"  (Chan Kuo) se extiende desde el año -400  hasta la unificación de todos los 7 grandes estados y 5 pequeños estados centrales en un sistema prematuramente centralizado por Cheng, rey del estado Quin en el -221 a.C. que gobernó con el nombre de Shih-Huangti, luego en forma estable por Wu-Ti (-141 a -37 ). Durante el Chan Kuo lo admirable y único de China es la enorme cantidad de material teórico generado y la discusión consciente de la "teoría" del gobierno y el control social. Esto puede atribuirse en parte a la violencia del conflicto que afectó todos los aspectos de la vida.

Durante el Chan Kuo no había seguridad, no había moralidad en los maquiavélicos gobernantes, no había un código de valores cimentado en una religión como fue el Zoroastrismo para Ciro y Darío o el budismo para Asoka o las religiones de Egipto y Mesopotamia. Los nobles poseedores de tierra quedaban arruinados, los funcionarios de los estados (a veces familias enteras)  eran violentamente despedidos o perseguidos con cada golpe del timón político y se iba formando un enorme grupo de desplazados de mucha cultura que se plantearon con profundidad cual era la causa y la solución de tantas calamidades sociales sufridas en carne propia. Las soluciones fueron diversas e interesantes. Pero en general se basaron en un profundo estudio de la naturaleza humana.

 

Para Confucio o Kung-tsé (-510 a -479  a.C.)  que vivió en los conflictos previos al Chan Kuo, la situación social depende de lo que hagan los hombres. En principio la situación de un reino depende de la actitud de los gobernantes. Estos tienen "deberes" que cumplir:  "El que gobierna un reino de mil carros (tan grande como para reunir mil carros de guerra) ha de granjearse la confianza de su  pueblo mediante una total entrega y dedicación a los asuntos públicos, debe moderar sus gastos particulares, buscar tan sólo el bien común y utilizar los servicios de sus súbditos únicamente cuando resulten imprescindibles" (Confucio [cerca del -480] ). Esto nos parece hoy obvio. Pero lo original en esa época es que Confucio no cree en el origen divino ni sobrenatural del gobernante. Su única justificación es que gobierne bien. En principio, cualquiera con educación y honestidad puede ser gobernante. "Yung (un discípulo que no era de origen noble) es apto para ejercer las funciones del que se sienta de cara al mediodía, es decir las funciones del gobierno de un reino" (Analectas VI-1). Hay evidencias de que estas ideas eran consideradas por muchos cuanto menos peligrosas y extravagantes. Sin embargo Confucio no plantea la revuelta. No cree que los disturbios arreglen nada. Su idea es que los gobernantes "legítimos"  deben rodearse  de funcionarios sabios (como los de su escuela) seguir su  consejo y aceptar sus sinceras críticas. Si  no lo hacen caminan hacia el desastre, pierden su  legitimidad y son desplazados por otros.

Confucio creó una escuela, a veces ambulante, que se dedicaba a formar consejeros de

gobernantes, es decir futuros funcionarios. Lo notable es que aunque el maestro sólo consiguió un cargo menor y temporal, muchos de sus discípulos consiguieron puestos de importancia.

 

Quizá  su  contribución más importante para el tema que nos interesa es su énfasis en la educación. Futuros funcionarios, gobernantes, nobles, campesinos, artesanos, en general todos los seres, no son en sí buenos (como sostendrá Men-tse) ni malos (como dirá  Hsun-tse)  sino esencialmente educables mediante la persuasión y el ejemplo. El castigo no produce verdadera educación "si se gobernara a un pueblo según las leyes de la buena administración y se le mantiene en paz por el temor de los suplicios, los ciudadanos procurarán que no se descubran sus malas acciones pero no se avergonzarán de ellas. Si se gobierna a un pueblo con los principios de la virtud y se le mantiene en paz con las solas leyes de la convivencia social (que es la ley del Cielo)  los ciudadanos sentirán vergüenza por sus acciones malas y así avanzarán en el camino de la virtud" (Analectas II-3). Su  idea de educación no es dogmática, espera que el discípulo piense y estudie las cosas por sí mismo "señalo el camino al alumno que previamente lo ha buscado por sí  mismo y le hago encontrar sus propios ejemplos antes de darle uno". “enseño un cuarto y dejo al alumno que desarrolle por sí mismo los otros tres”. Sus principios son suficientemente generales como para permitir una gran variedad de ideas.

El "li"  o las normas de moralidad y cortesía consiste en un equilibrio entre lo intelectual y lo emocional, una moderación de espíritu  propia del sabio.

El "tao"  o camino que tiene como meta la felicidad en este mundo para toda la humanidad es una forma de actuar justa y bondadosa hacia todos los humanos. Era necesario ser fiel al tao antes que a los príncipes y poderosos.

 

Confucio no sólo piensa que la virtud de los buenos funcionarios se contagia al príncipe y a sus súbditos sino que los estados vecinos viendo la prosperidad y bienestar del estado virtuoso terminarán por convertirse a sus principios. Para los escépticos Confucio tiene su argumento final de que todo camino diferente de violencia o imposición lleva al conflicto y la ruina. Este principioque basa el progreso en la experiencia social es fundamental en el pensamiento chino y ha renacido en el occidental.

 

No es fácil explicarse la rápida difusión, no tanto de las ideas de Confucio, sino de su sistema de enseñanza que puede definirse un poco brutalmente como un "sistema basado en maestros privados para producir administradores". Tal vez el estado social del ChanKuo produjera muchos desplazados con cierta idea de los mecanismos de poder y con la voluntad de retornar al sistema de mando en forma de consejeros que orientaran al príncipe en su  perplejidad ante la caótica situación. De todos modos es la primera vez que se plantea en la historia la formación de funcionarios en un sistema paralelo al estatal con normas de acción derivadas de principios filosóficos basados en la "naturaleza humana" y con el propósito de la felicidad de todos en este mundo.

 

Con el siguiente maestro, Mo-tse (479-381 a.C.) se refuerza y toma primer plano la idea (ya presente en Confucio) de que el país había tenido en un pasado remoto emperadores sabios y justos:  "He decidido que lo mejor que puedo hacer es familiarizarme con el camino de  los reyes primitivos y tratar  de comprenderlo y analizar las declaraciones de los sabios y con estas persuadir a los gobernantes y al pueblo" ( Creel [1953]). Es decir, el maestro debe controlar a los gobernantes actuales basado en reglas de comportamiento que atribuye a gobernantes del pasado.

 

Es difícil saber si en un principio los maestros disponían de  documentos fidedignos sobre  tales gobernantes o si se fueron construyendo mitos mediante reinterpretaciones y rectificaciones de una tradición primitiva. Lo cierto es que la historia China anterior al 1000  a.C. pasó  a ser un tema no de estudio histórico, sino de interpretación de mitos que brindaban un marco para juicios de valor  sobre situaciones políticas sociales y morales actuales. Ver Franke Trauzettel [1973] y Loewe [1966]. Esto termina en la situación, observada por Balazs [1974]  de que "la historia la escriben funcionarios para funcionarios".

Mo-tse, apoyado en estas supuestas evidencias del pasado, predica el cese de las luchas, la paz y el orden y un amor universal como remedio a los males de su época. Si el gobernante abandona el camino de la virtud esto rompe el equilibrio natural, se suceden grandes desastres:  temblores, sequías o inundaciones. La filosofía tradicional china supone una conexión continua entre el mundo físico y el social. Tal gobernante debe ser depuesto. Otro aspecto notable de la escuela de Mo-tse es la discusión de los principios de la lógica, una necesidad surgida tal vez de las constantes discusiones y argumentaciones de las diversas escuelas. Esto impulsó la llamada “escuela de los nombres”, que pensaba que asignar los nombres correctos y las conclusiones claras eran un trabajo fundamental para las discusiones. Esto culminó en los trabajos de Kung Sun Lung sobre lógica que lo aproximan a los de la escuela megárica de los griegos.

 

El continuador principal de las tradiciones Confucianas es Mencio (Men-tse) en el cual el sistema se  organiza, se  delinean más claramente  las posibilidades reales de aplicación y la enseñanza adquiere un carácter dogmático.

Para Mencio es evidente que el soberano que no se ajusta a la virtud y el camino transmitido por los maestros pierde su legitimidad. Pero son los nobles los que deben destronarlo. Se distingue bien entre los que están hechos para mandar y los que deben obedecer: "Las ocupaciones de los hombres de calidad no son las de los hombres pobres. Hay quienes usan sus mentes y quienes usan sus músculos. Los primeros mandan los otros son mandados. Los que mandan son alimentados por los mandados"  Mencius [1970]. La división de funciones no puede ser más claramente expresada.

Por otra parte Mencio confía en una bondad de la naturaleza humana y, como Confucio, cree más en la educación que en la represión. Por último la línea originada en Confucio alcanza una sistematización práctica en Hsun-tse (300 a 230 a.C.), que predica la educación pero también la autoridad y el castigo como métodos de conducción. Para él la naturaleza humana es mala y debe ser encauzada mediante  convenciones sociales y leyes "A falta de "li"  los hombres son ingobernables, díscolos y turbulentos. Es cierto que todos "nacen iguales" pero deben ser cultivados por la enseñanza en el "li" creado por los sabios". Por supuesto Hsun-tse no nos explica como estas normas virtuosas pudieron surgir de los malvados humanos, dificultad lógica de todos los sistemas que parten de tales generalizaciones abstractas. Como se ve, Hsun- tse predica por primera vez un sistema de dominio de los que han sido educados con una doctrina. Esta idea reaparecerá   sistemáticamente en otros sistemas jerárquicos. En su tiempo representó un paso más en el establecimiento de una "fábrica de funcionarios"  que se consolidaría un siglo más tarde. Hsun-Tse, a diferencia de Confucio ocupó importantes cargos y formó dos célebres discípulos Han-Fei-Tsu (-280 al –234) y Li-Ssu  que sentaron las bases del legalismo, la doctrina totalitaria que aplicada por el estado Quin lo condujo al dominio total sobre todos los estados y a la formación del imperio.

 

Para los legalistas lo esencial es la autoridad del príncipe, cuyo fin esencial es el engrandecimiento del estado, principalmente en el aspecto militar y territorial. El gobierno debe ejercer un poder absoluto y castigar duramente toda trasgresión a las leyes fijas y rígidas que el propio gobierno debe establecer.

Los legalistas surgen en (o se trasladan a) los grandes estados periféricos y muchos de ellos pertenecen directamentea las clases gubernamentales, o son poderosos

funcionarios. Para influir sobre un estado vecino no es necesaria ni  suficiente la virtud como dijo Confucio. Es necesario conquistar el estado y para eso el conquistador debe organizar su  propio estado de modo que sea rico, disciplinado y militarizado.

Las reformas aconsejadas (principalmente por el legalista Shang-Yan del año 300 a.C.) fueron aplicadas en el estado Quin:  se redujo el poder de las familias aristocráticas, se suprimieron el bandidaje y las guerras privadas de las familias, se incentivó la agricultura y la industria textil y se unificaron las pesas y medidas.

 

Han-Fei-Tzu, el más lúcido de los legalistas, fue contratado también por el estado Quin y allí trabajó  catorce años como ministro del príncipe hasta ser desplazado por las intrigas de su  discípulo Li-Ssu. Para Han-Fei-Tzu [-240] la historia de la "edad de oro" afirmada por los confucianos es correcta pero con el aumento de población surgieron la pobreza, los conflictos y el caos, así que la represión se hizo una necesidad. Ahora ya no es la virtud el método de ser respetado. Por lo tanto los intelectuales inútiles que andan predicando semejantes tesis son provocadores de desorden que deben ser perseguidos y obligados a trabajar. "En el estado del príncipe inteligente no hay libros, sino que las leyes sirven como enseñanza. No hay máximas de reyes antiguos;  los funcionarios actúan como maestros", Creel [1953]. Es decir, el pensamiento y la educación libre de los subordinados son eliminados. Los funcionarios del estado asumen el papel de pensar y educar.

 

Sobre la naturaleza humana lo esencial es que es manipulable:  "El imperio sólo puede ser gobernado valiéndose de la naturaleza humana. Los hombres tienen preferencias y aversiones; de esta suerte se les puede controlar por medio de premios y castigos. El príncipe no tiene más que asir con firmeza estas palancas para mantener su supremacía" Creel [1953]. Los sistemas para gobernar son el Shih (poder) el Shu (métodos) y el Fa (ley). El poder y posición permiten mantenerse sin que sea necesaria la virtud. Los métodos son las técnicas de gobierno, administración y manejo de las personas, la ley permite otorgar recompensas y castigos en forma efectiva. La finalidad es el estado poderoso y guerrero. ¿Cómo lograr que el pueblo acepte la guerra? ya Shang-Yang había dado la receta "haced tan dura la vida ordinaria del pueblo que acoja la guerra como un alivio".

 

Bajo tal asesor y el menos brillante pero más despiadado Li-Ssu  el estado Quin por medio del soborno, el asesinato, el engaño y la acción militar llegó  a unificar China en el 221 a.C. Maquiavelo no hubiera podido instruir mejor a su  príncipe. Li-Ssu continuó  asesorando al emperador. Los métodos del estado Quin se extendieron a todo el imperio. Se hizo una división en provincias que no coincidía con la de los anteriores estados y se pusieron gobernadores nombrados por el estado central. Se unificaron pesas, medidas y moneda, se uniformó  la escritura, se construyeron nuevos caminos, usando mano de obra reclutada de condenados y sus familias a los que se trató duramente (Loewe [1966]), se echaron las bases de la gran muralla y se reglamentó hasta el ancho de los carros para adaptarlos a la red vial. Por último se persiguió a los confucianos, se quemaron los textos clásicos y se prohibió criticar al gobierno (Franke Trauzetbel, [1973]). A todo esto se  unieron exorbitantes impuestos, de un 50% según se ha estimado (Goodrich, [1950]).

 

Tal cúmulo de reformas realizadas en tan pocos años llevó  al desastre. Los damnificados, ex-gobernantes, terratenientes, filósofos, comerciantes y simples campesinos o artesanos abrumados por los impuestos y reclutamientos huían a las montañas y se  organizaban en grupos armados. Al morir el emperador Shih-Huangti cundió la rebelión y por fin en el 202  a.C. Kao Tsu  (Liu  Pang  según su  nombre primitivo) un campesino rebelde, tomó el poder y fundó la primera dinastía Han.

La política de los Han puede caracterizarse como un legalismo humanizado con las enseñanzas confucianas. Se mantuvo el gobierno centralizado bajo formas y apariencias más flexibles. Entre las creaciones de la dinastía Han se cuentan el método sistemático de  provisión de funcionarios. Aunque la selección de funcionarios entre gente letrada es, como vimos, anterior al imperio, sólo en la dinastía Han se organizó  la preparación oficial de funcionarios sobre una amplia base social de reclutamiento. Wu Ti (140 a 87a.C.)  un emperador guerrero y en el fondo legalista, fundó la universidad Imperial donde se prepara a personal seleccionado en el conocimiento de textos clásicos, recuperados del desastre de la dinastía Quin. De estos estudiosos se selecciona, por medio de exámenes, a los futuros funcionarios.

No es nada fácil darse cuenta quién gobierna a quién. De hecho la tradición confuciana es deformada con agregados y comentarios para justificar el régimen imperial. Los consejeros "legalistas" y el propio emperador tendrían tal vez un papel preponderante en la redacción y tal vez corrección de exámenes. Pero por otra parte los funcionarios letrados que van invadiendo la administración sólo tienen que esperar que un emperador de menos astucia o carácter que Wu-Ti les permita más y más control de las complejidades crecientes del imperio. Así, en un juicio general de Balazs [1974]:  "La clase de los funcionarios letrados (mandarines) -capa ínfima en cuanto a la cantidad pero omnipotente en cuanto a fuerza, influencia, posición y prestigio- es el único detentador de  poder, el propietario más importante;   clase que posee el monopolio de la educación. No se trata de la propiedad latifundista, sometida al azar y por lo tanto efímera, y tampoco de la herencia, a menudo agrietada, y tampoco de la instrucción, todo esto no confiere a la intelligentsia su incomparable prestigio. Esa elite improductiva obtiene su fuerza en función socialmente necesaria e indispensable, para coordinar, vigilar, dirigir y encuadrar el trabajo productivo de los demás y así lograr que funcione todo el organismo". Los funcionarios letrados  "Son a la vez arquitectos, ingenieros, instructores, administradores y directores de la sociedad. Tales "managers son sin embargo refractarios a cualquier especialización. Sólo conocen un oficio: el de gobernar".

 

Es notable comparar con la actual posición intelectual de los analistas planificadores. El único poder que en China puede rivalizar con ellos es el surgido de la propiedad de la tierra. A partir de la propiedad comunal originaria y en un largo proceso favorecido por las guerras (en que los campesinos buscan la protección de señores locales) y por las dádivas de tierra en usufructo que hace el príncipe a sus servidores, va creciendo la gran propiedad privada explotada por prestaciones personales. Así crece el poder local de los grandes terratenientes formándose una oligarquía rural como clase poderosa entre los campesinos y la burocracia. Pero nunca se consolidó  un régimen feudal como en Europa (Ver Eisenstadt, [1963]). El poder central siempre tuvo a raya a los invasores bárbaros. Cuando estos conquistaron China, como los mongoles (1264-1368) o los manchúes (1644-1911) se asimilaron a la cultura y la administración china.

Hubo conflictos esporádicos entre terratenientes y burócratas, reflejado en decretos de limitación de latifundios y repartos de tierras que no siempre se cumplen. Pero no todo son conflictos y muchas veces el funcionario consigue  propiedades debido a las prerrogativas de su cargo (Balazs [1974]).

 

En cuanto a otros competidores:   clero, ejército, comerciantes, industriales, es notable, o mejor dicho sospechosa, la debilidad de estos grupos en la China imperial si los comparamos con otros ejemplos (Roma, Cartago, Imperio Incaico y las naciones europeas). Una causa puede ser que, con su temprano afianzamiento, la burocracia haya cerrado sistemáticamente las posibilidades de crecimiento a estos eventuales competidores.

Otra de las razones es una fusión parcial de intereses al conseguir la burocracia posiciones en el comercio y las finanzas. Sobre conflictos acerca del control estatal de algunas industrias (sal y hierro)  frente a la comercialización privada, ver Turner [1974]. Los gobernantes acusan a los empresarios de ganar demasiado encareciendo los productos, mientras los empresarios dicen que el estado produce sal y hierro de baja calidad y en cantidad insuficiente.De todas formas en la relación entre poder y riqueza en la China Imperial en mayor medida aquél es el causante de ésta que lo contrario.

 

Por último el cuadro no estaría equilibrado sino nombramos a los disidentes:  La antítesis del burocratismo y el legalismo es el anarquismo. Este no podía faltar en la historia China. La escuela taoísta representa esa tendencia. Las primeras obras taoístas son los libros "Lao-tse" y "Chuang-tse", presumiblemente escritos por dos pensadores así llamados, aunque de la existencia histórica de Lao-Tse no haya mucha certeza. El libro de Lao-Tse se denomina también Tao-Te-King (regla del camino y la virtud). La tesis política central de esta escuela es que la desgracia básica de la sociedad son la vida artificiosa, la técnica, la intervención de los gobernantes en todo, las leyes y la guerra; todos aspectos de un modo de vivir contrario a la naturaleza y por lo tanto ruinoso. Se exalta la inacción política, la libertad individual y los placeres de  los sentidos, aunque muchas veces se insiste también en un "dejarse  llevar" y fundirse en la armonía del universo.

 

El movimiento taoísta es complejo y multifacético como corresponde a su   falta de disciplina, exaltándose ahora el sensualismo, ahora el misticismo, ahora las prácticas mágicas y la alquimia, ahora la inacción contemplativa. El taoísmo nunca murió   en China como no murió  el confucianismo de los burócratas y el legalismo de los justificadores del poder central. Es la reacción más primitiva (y negativa) ante el control social: deserción y resistencia pasiva.

La sociedad China sufrió muchas conmociones: la primera dinastía Han cayó ante una sublevación general de origen campesino (11  d.C.) y lo mismo la segunda dinastía (134 d.C.).

El renacimiento Sui (581-617) y Tang (618 a 906 d.C.) prosiguen la tradición de la selección de burócratas y, de un modo efímero, se intenta la formación de un clero con la religión importada del budismo. Se toman medidas de reparto de tierras. Es un proceso crónico en China, muchas dinastías comienzan con un reparto más igualitario de las tierras y cuando acaban los latifundios se han reconstruido. Los propietarios que adquieren más importancia por diferencias en productividad, capacidad de explotar arrendatarios, refuerzan su riqueza información, influencia en el gobierno y las leyes y, con todo eso,  en apropiación de tierras. La dinastía Tang, incapaz de manejar el poder de los nobles y los militares, se descompuso en una anarquía de reinos.

 

Las dinastía Sung (960-1279) se impuso por un golpe militar pero su jefe. Tai Tsu dominó algunos reinos próximos aunque no llegó a la extensión actual de China y organizó la burocracia con un modelo confuciano. Se estableció la enseñanza pública en todo el imperio, al parecer con el único objeto de ampliar la base de reclutamiento de los funcionarios. Hasta los hijos de los campesinos tenían chance de llegar a funcionarios, aunque esta posibilidad estaba reducida por las diferencias de cultura inicial con las clases más altas. Esta ampliación de la base de reclutamiento de funcionarios y colaboradores puede reforzar la jerarquía Ver 4.1.1. Una innovación de control fue nombrar personajes poderosos en cargos honoríficos que los halagaban, mientras las tareas importantes eran encomendadas a gente capacitada de rango menor. Otra fue defenderse de la falsificación de informes, usual en los sistemas centralizados, manteniendo múltiples vías de información. Se introdujo el papel moneda que se usó junto con el metálico. El comercio, la organización urbana, la arquitectura, la poesía, fueron protegidas y llegaron a un máximo de sofisticación. Por otra parte nunca pudieron eliminar los ataque de los reinos del norte, en especial de los mongoles, y en 1126 la capital fue trasladada a Lin An (actual Hang Chou). La brillante dinastía Sung del sur supervivió unos 160 años.

En 1280 los mongoles se apoderan de China tras una larga guerra (1215-1280) y China pasa a ser el centro de un vasto imperio mongol, que se extiende hasta Europa y Medio Oriente. La conservación de los militares mongoles como una casta separada hizo que la dinastía se afianzara, pero provocó un constante resentimiento de la población china. Aunque el imperio mongol se fracciona en pocas décadas su dominio en el territorio chino se mantiene y hace posible una comunicación con Europa y el Islam con un gran comercio e intercambio de información. De esta época son los viajes de Marco Polo e Ibn Batuta, que hacen que Europa y el Islam se informen sobre esta gran civilización. La dinastía de los mongoles llamada Yuan se extiende hasta 1368 cuando una rebelión nacionalista contra los mongoles los desaloja y funda la nueva dinastía Ming.

 

La dinastía Ming (1368-1634) vuelve a las tradiciones confucianas de formación de funcionarios.  Se difunde de la alfabetización y la aparecen de las novelas. Es notable la expansión del comercio y la navegación. Se construyeron enormes barcos capaces de transportar hasta 600 personas y con ellos los chinos llegaron hasta Zanzíbar, en la costa este de África. Estas expediciones, exploratorias y comerciales se hacen entre 1405 y 1430, unos 100 años antes de la expansión europea. Posiblemente la burocracia china sospechó las consecuencias peligrosas que suponía una riqueza, poder e información creciente de la clase comercial. Los viajes fueron descontinuados, los grandes barcos destruidos, su construcción prohibida y los que habían viajado se les prohibió salir del país. Quizá China eliminó su posibilidad de unificar el mundo y se sumió otra vez en el aislamiento. Como ya había sucedido con otras dinastías, emperadores mediocres rodeados de una corte creciente provocaron un fortalecimiento de las autoridades provinciales, mientras la población crecía más que la producción agraria. Esto dió origen a revueltas donde las facciones pidieron ayuda al reino manchú del norte que terminó tomando el poder.

 

La dinastía Ching (1644-1911), de  origen manchú,  mantiene el sistema de  los burócratas seleccionados por exámenes con una persistencia asombrosa hasta la caída del imperio en 1911.

Se destaca el emperador Kang Shi (1662-1722) que reforzó el dominio de los manchúes, desalojó a los holandeses de Formosa, extendió el protectorado a Mongolia y Tíbet, detuvo la expansión rusa, favoreció la entrada del cristianismo, que fue detenida por los Papas y consolidó el sistema de exámenes pero controló a los funcionarios.

El máximo poder y extensión de China se alcanzó bajo Chieng Lung (1735-1795) protector de las artes y el conocimiento clásico. Anexó el Turquestán. Es famoso por su altiva respuesta al enviado británico que solicitó entablar relaciones comerciales. El enviado inglés Macartney que viajó por China en 1794 y escribió un libro en que admira su riqueza, orden y administración llevó al emperador una serie de regalos y una propuesta de comercio e intercambio de embajadores. La respuesta del sabio Chieng Lung a Jorge III (que no estaba muy bien de la cabeza) es notable: “Respecto al requerimiento hecho en vuestro memorial, Oh Rey, de enviar uno de vuestros súbditos a la Corte Celestial con el objeto de cuidar el comercio de vuestro país con China, por no estar de acuerdo con el sistema estatal de nuestra dinastía es definitiva nuestra resolución de no permitirlo... La Corte Celestial ha pacificado y poseído el territorio rodeado por los cuatro mares. Su único objetivo es hacer su mayor esfuerzo para conseguir un buen gobierno y para dirigir los asuntos políticos y no da ningún valor a las joyas raras y los objetos preciosos. No carecemos de nada como vuestro enviado principal y los otros han podido observar por sí mismos. Nunca hemos dado importancia a los objetos extraños o ingeniosos ni necesitamos ninguna manufactura más de vuestro país”. En otro párrafo dice que aunque los enviados pudieran aprender los rudimentos de la civilización no cree que, vueltos a su país, pudieran transmitirlos a sus compatriotas. Pocas décadas después se vería el poder invencible de estos bárbaros con sus ingeniosos aparatos.

 

Por ésta época comienza la deterioración del sistema semejante a la de muchos sistemas absolutistas. . La población, comienza a crecer a un ritmo superior a los recursos producidos a pesar de la introducción de las papas y el maíz de América. La distribución desigual de la tierra frena la producción. Ministros como el adulador Yü Minchung y el corrupto general Ho Shen, no permitieron que el emperador conociera las realidades. Pueblos sometidos se rebelaban contra los abusos de la administración manchú.

El siglo XIX es de los ataques europeos y japoneses a China. En 1842, la importación del opio, realizada principalmente por barcos ingleses es prohibida por el gobierno chino que decomisa y destruye algunos cargamentos. Las razones eran la salud del pueblo, el déficit que introdujo en la balanza de pagos este comercio y la corrupción que producían los contrabandistas en los funcionarios aduaneros chinos. Los ingleses bombardean Cantón, Shanghai y los puertos del Yantsé, obligando al gobierno chino a abrir puertos al comercio internacional y a cederles el puerto de Hong-Kong. Poco después China concede extraterritorialidad a Inglaterra, Francia y EEUU, es decir, se les concedía a las personas de esas naciones el ser tratados no por las leyes chinas sino por las de sus países de origen. Estos derechos fueron extendidos a empresas e instituciones de esos países en China que pudieron competir ventajosamente con los chinos al no pagar impuestos ni tarifas aduaneras. Estos son los que fueron luego llamados “tratados desiguales” abolidos por las revoluciones del siglo XX en parte causadas por ellos.

En 1850 estalla en Kuangsi una rebelión dirigida por Hung Hsiuchüan, visionario con cierta educación cristiana que se decía hijo de Dios y hermano de Jesucristo. La rebelión abarcó un vasto territorio en el cual se fundó un estado independiente llamado reino celeste de la gran paz (Taiping). La decaída administración manchú parecía impotente para evitar este levantamiento que se transformó en guerra civil. Un programa altamente revolucionario proclamó la abolición de la propiedad privada, bajos impuestos, igualdad de derechos de hombres y mujeres, prohibición del opio, alcohol y tabaco. Los rebeldes tomaron Nanking en 1853 y llegaron a tener un millón de seguidores y mucha más gente esperanzada con sus reformas. El saqueo de bienes extranjeros hizo que los gobiernos de Inglaterra y Francia apoyaran al gobierno chino. Esto, sumado a la ayuda de las clases altas y terratenientes para formar ejércitos y a la desunión y errores de los jefes revolucionarios condujeron a la derrota del movimiento. La resistencia de ciertas regiones hizo que durara hasta 1864.  Se considera que hubo 20 millones de muertos. La burocracia, artífice de la represión salió favorecida frente al poder imperial, pero fue una victoria desdichada, estallaron rebeliones y conflictos y se facilitaron cada vez más concesiones a las potencias extranjeras. Esta rebelión es la más grande de las muchas rebeliones mesiánicas de la historia china (y tal vez del mundo) donde la explotación por la jerarquía imperial, burocrática y latifundista encuentra su contrapartida en el surgimiento de líderes carismáticos con utopías sociales.

 

En 1856 la policía china, buscando contrabandistas de opio, abordó una embarcación inglesa y arrió la bandera, por otra parte el gobernador de Hongkong (cedida a  los ingleses en 1842) quiso extender su influencia  a Cantón. Esto reabrió los conflictos con los ingleses y franceses que ya tenían tropas en el país para proteger a sus súbditos de la revolución Taiping. Se firma la paz con nuevas concesiones de puertos libres, libertad a las misiones protestantes y católicas, y pagos de indemnizaciones. EEUU y Rusia exigieron y lograron concesiones similares. El comercio del opio quedó definitivamente legalizado.

Aunque muchas de estas humillantes intervenciones favorecieron el comercio y la industria (se instalaron hilanderías tejedurías, fundiciones, imprentas), el carácter principalmente foráneo y el control de la burocracia impidieron el desarrollo de una burguesía nacional.

En 1894, culminando los conflictos en Corea, donde China tenía influencia tradicional y el nuevo imperialismo japonés pretendía arrebatársela, estalla la guerra en la cual triunfan los japoneses que ocupan Port Arthur y Dairen. China tuvo que reconocer la independencia de Corea, que quedó bajo la influencia de Japón, ávido de sus recursos naturales. Tuvo que ceder a China la isla de Formosa, abrir varios puertos al comercio japonés y pagar 200 millones de dólares. Esta derrota produjo numerosas reacciones en los funcionarios e intelectuales.

En 1898 el ilustrado emperador Kuang-Hsü después de un larga regencia de su tia Tz’u-hsi (que lo había adoptado como hijo) logró una cierta autonomía para esbozar su plan de reformas de la educación, el ejército, la técnica agrícola y los ferrocarriles, basado en recomendaciones de eruditos que habían estudiado la modernización japonesa. El intento duró unos 100 días. Las influencias que en la corte tenía “la emperatriz viuda” Tz’u-hsi, tradicionalista y xenófoba, acabaron con los proyectos. En 1900, haciéndose eco de la disconformidad  producida ruina de la artesanía por la industria extranjera, los latifundios, las sequías y la derrota ante Japón pagada con altos impuestos, una secta, que fueron llamados boxers por sus prácticas combativas inició una rebelión que pretendió restaurar el gran pasado de China con los métodos de combate tradicionales. La corte con la emperatriz decidieron apoyar el movimiento. Los sublevados entraron en Peking, saquearon mansiones de extranjeros y asesinaron al embajador alemán. El gobierno de China, en una locura sólo explicable por la creencia de que se movilizaba en su apoyo todo el pueblo chino, declaró la guerra a las potencias extranjeras. Una expedición de fuerzas de Inglaterra, Francia, Rusia, EEUU, Italia, Alemania y Japón, tomó Peking, hubo matanzas, vandalismo, saqueos y destrucciones.  La corte huyó y luego tuvo que aceptar una paz infame. Indemnización de 450 millones de dólares, prohibición de importar armas, prohibición de todo acto anti-extranjero y desmantelamiento de fortalezas. La corte reaccionaria siguió en el poder.

 

En 1905 Rusia y Japón entraron en guerra por su disputa sobre territorios de Manchuria. La flota rusa fue deshecha y Japón se quedó con Port Arthur, obtuvo otras ganancias territoriales y se les reconoció la hegemonía en Corea. Por primera vez en la era moderna una potencia asiática derrotaba a una europea. Esto causó gran impresión en la intelectualidad china que comenzó a ver a Japón como modelo de modernización. El gobierno encarga a Yuan Chekai, hábil general la reforma del ejército.

En 1908 murieron Kuang-Hsü (tal vez asesinado) y poco después Tz’u-hsi. Pu-yi de tres años fue nombrado emperador pero el príncipe Ch’un, regente tradicionalista, no pudo controlar el gobierno, expulsó a Yuan Chekai, reunió una Asamblea Constituyente que fue disuelta en 1811. Para entonces hay muchos movimientos renovadores entre los estudiantes, profesores y funcionarios menores. Se empieza a considerar la dinastía manchú como extranjera. En el sur, en Kuangtung, en 1811, Sun Yatsen, médico que ha visitado varios países, encabeza una rebelión republicana con tres principios: eliminar la dinastía, gobierno democrático (aunque provisoriamente autoritario) y reorganización económica y social. Extiende la rebelión a Szechuán en el este y Hupeh y Hunán en el centro. En octubre el ejercito de Hangkow se une a la rebelión y el virrey huye. Las ciudades de Nanking, Shanghai, Cantón y la provincia de Yunán se pliegan a la revolución. El gobierno, desesperado, llama a Yuan Chekai, para liquidar la rebelión, este pacta con los rebeldes, mientras la corte convoca otra vez la Asamblea y se prepara una constitución. Pero la rebelión anti-manchú en el sur sigue. Yuan Chekai destituye al emperador y se declara presidente de la república y el sur lo acepta. Pero en las elecciones de 1913 el nuevo partido del sur el Kuomingtang gana la mayoría. Yuan consigue un gran empréstito externo con el cual se atrae partidarios, en 1913 disuelve el parlamento, hace asesinar a Sung Chiaojen, líder del Kuomingtang, hace una nueva constitución organiza el gobierno y toma el poder total. En 1915 por un plebiscito se declara emperador (ver L. Bianco [1980]). Toda esta agitación constitucionalista no alcanzaba a las grandes masas de campesinos que sólo atinaban a subsistir y escapar a los desastres naturales y las depredaciones de los ejércitos.

 

A principios de 1915 Japón había dado un ultimátum al gobierno para aceptar  “veintiuna peticiones” que equivalían a una colonización. China no podía conceder ningún puerto sino a Japón. Se le transfería la concesión del ferrocarril alemán (Japón se había aliado nominalmente a los enemigos de Alemania en la guerra mundial). Para conceder derechos en minas, construcción de ferrocarriles y puertos China debía obtener permiso de Japón. Las fábricas de acero y minas de la cuenca del Yangtse las controlaría Japón. Lo mismo ferrocarriles y minas de Mongolia. Los consejeros técnicos del gobierno se elegirían preferiblemente japoneses. El gobierno de Yuan tuvo que aceptar las peticiones auque muchas no pudieron hacerse efectivas. Las concesiones  desataron una ola de protesta e indignación.  El llamado “movimiento del 4 de mayo” nacido en Peking y extendido a las principales ciudades, proclama el boicot a los productos japoneses que tenían a China como el principal mercado. Prosiguió hasta 1923 en que se levantó por el desastroso terremoto que destruyó varias ciudades de Japón. Más tarde se restauró esporádicamente.

Otra vez se rebelan Szechuán, Hunán, Kuangsí y Kuangtun. Japón temeroso del fortalecimiento de China apoya a los rebeldes. Vuelven los desterrados políticos (muchos de ellos de Japón) y proclaman la república con centro en Cantón. En 1916 muere Yuan Chekai después de un inútil intento de conciliación. Se inicia el período de fragmentación y gobiernos militares locales.

 

La nueva unificación parte del gobierno de Sun Yatsen en Cantón. Trató de conseguir un empréstito pero Japón y las potencias occidentales se negaron. La URSS envió dinero y técnicos que reorganizaron el ejército. Bajo la dirección de Chiank Kaichek, este ejército en 1926  toma Wuchang, luego Nankín y Shanghai. Hasta ese momento los comunistas colaboraban con Chiang. Pero éste viendo el aumento del poder de los comunistas dentro del Kuomintang entra en Hankow y hace una gran matanza de comunistas. Persigue a los que huyen a las montañas. Los asesores soviéticos abandonan China.

Chiang se vuelve hacia el norte donde encuentra poca resistencia y entra en Pekín en mayo de 1928. Excepto por los dispersos comunistas y algunos generales que no se pliegan al nuevo gobierno China está de nuevo unificada. Se van ahora aplicar los principios de Sun Yatsen (que había muerto en 1924 como presidente).

Se instaura un gobierno de partido único, el Kuomingtang y se redacta una nueva constitución. El gobierno es centralizado aunque se mantiene bastante autonomía de las hien (intendencias), lo cual es bien recibido por el pueblo chino aferrado a sus instituciones locales. El gobierno inició el movimiento “vida nueva” destinado a atraer a los jóvenes. Los estudiantes formados en el exterior despreciaban toda tradición china. Se les predicó el patriotismo, el respeto a las tradiciones chinas y confucianas a la par que se modernizaba el sistema de enseñanza y se enviaban estudiantes al exterior. Se construyeron carreteras, ferrocarriles y una línea aérea comercial. Se mantuvo un eficiente servicio de correo organizado por los franceses. Aunque el gobierno hacía más bien prédica anti-religiosa se proclamó libertad de cultos, bien recibida por minorías de musulmanes y cristianos. Se abolieron las aduanas internas. Se promovió el cooperativismo. Se apoyaron los movimientos feministas y se modernizó la legislación. Pero el poder de los grandes latifundistas no fue tocado y la situación de las grandes masas campesinas siguió siendo miserable: explotación, esclavitud, hambre y desigualdad legal. En 1931 la escritora y filántropa americana Perla Buck, publicó una novela: Madre Tierra que describe vívidamente esta situación. Quedó a cargo de los comunistas, expulsados de las ciudades después de la matanza de Hankow, promover la rebelión campesina.

 

Entretanto Japón prepara su intervención en China, comienza por el conflicto con Manchuria, nominalmente autónoma bajo control chino. En esa región, que los japoneses nunca consideraron china, había grandes riquezas minerales (carbón, cobre, hierro) , forestales, fuerza de trabajo barata y un potencial mercado para los productos japoneses. Después de una competencia en construcción de ferrocarriles para desviar recursos y de grandes migraciones chinas (promovidas por China) y coreanas (promovidas por Japón a la región), en 1931, con motivo de varios atentados, Japón ocupa Manchuria y establece un gobierno títere del Manchukuo, a cuya cabeza ponen al joven Fu-yi el ex-emperador niño de China.

El país fue pacificado, organizado desarrollado y explotado bajo la dirección del ejército japonés. Ahora Japón esperaba obtener su dominio sobre Mongolia y China del Norte. Nos parece actualmente extraña esta pretensión. Pero hay que recordar que Japón, para defenderse de Europa, EEUU y Rusia no sólo adoptó su tecnología, sino también su expansionismo comercial y político. Eran buenos alumnos, aunque algo retrasados, de sus maestros occidentales. Por otra parte falta de recursos naturales (carbón, hierro, petróleo) y los monopolios europeos del comercio chino, amenazaban todo el proyecto industrial japonés.

En 1937 se dio un ultimátum al gobierno de Nankín para que reconociera la independencia del gobierno títere del Manchukuo y la independencia de las provincias de Chahar en Mongolia y Hopeh. China no aceptó y comenzó la invasión japonesa (ver 3.12).

La evolución del comunismo chino se ha descrito en 1.2.1 al discutir los sistemas actuales.

El ejemplo de la burocracia china nos hace ver que debido a una serie circunstancias (luchas entre estados, formación de un grupo de ex-mandatarios arruinados, ruina de clases altas) se formó un ambiente de discusión de los métodos de gobierno, por un grupo que no abandonaba su  empeño en influir en la conducción y esta situación llevó a la articulación de una "clase" burocrática que determinó por siglos la estructura económico social. En su período creativo, este movimiento reveló mecanismos fundamentales de la sociedad jerárquica. Sin embargo nunca llegaron a la idea griega del poder de los ciudadanos y las decisiones por discusión pública. La idea occidental más próxima a la de los chinos es el despotismo ilustrado del siglo XVIII de los reyes asesorados por filósofos. Es, en muchos aspectos, un ejemplo de burocracia paralizante. Las innovaciones tecnológicas notables en China desde edad temprana estuvieron estrictamente controladas por el sistema (como el papel y la imprenta, herramientas básicas de la burocracia y la intelligentsia y varios otros inventos de uso práctico Zhuang Wei [1980]). Nadie  pudo usarlas para hacer industria, concentrar capital ni para deducir de la generación de innovaciones una filosofía del mundo que se opusiera a la de la jerarquía. Las notables expediciones comerciales de la dinastía Ming, realizadas de 1408 a 1433 y alcanzaron el Mar Rojo y la costa africana fueron suprimidas antes que pudieran abrir el camino (como sucedió en Japón y en Europa cien años después) a una burguesía comercial poderosa (Goodrich, [1950]). Los grandes barcos fueron destruidos y a los comerciantes que acompañaron las expediciones se les prohibió salir del país. Es muy posible que los mandarines vieran amenazada su posición ante la fama de los expedicionarios y el poder creciente de los comerciantes. Para el carácter de la tecnología China y su control por la burocracia ver Needham [1969].

 

Otra fuente de estabilidad es la gran base de reclutamiento de los funcionarios que rebasaba las familias gobernantes abarcando grandes sectores de las clases altas y aún medias y bajas mediante selección en las escuelas de las aldeas. Esto muestra que la promoción de clases más bajas por la educación no es siempre un instrumento de la libertad. Puede reforzar a la burocracia centralizada incorporando a ella individuos más capaces de pensamiento y acción y restándolos a las capas sociales deprimidas.

 

3.5 Perú. La transferencia tecnológica y la redistribución planeada de la producción social

 

El origen de la asombrosa organización del imperio incaico es, como sucede siempre con las estructuras sofisticadas, difícil de explicar. En este caso la comprensión es facilitada por lo reciente del proceso (1438 a 1532) y dificultada por la falta de registros escritos originales. Los observadores interesados en conocer la organización, aparte de los sesgos pro-incaicos de un Blas Valera o el inca Garcilaso o anti-incaicos como Sarmiento (ver J. Murra [1975])  llegaron al escenario como testigos directos cuando ya la parte superior de la estructura había sido destruida por los conquistadores que  poco repararon en las sutilezas del sistema de control. Se puede atisbar que el proceso de unificación de las diferentes etnias y culturas comenzó  con un período de guerras tal vez originadas por "el agua y la tierra". Esto como hemos visto desencadena un proceso de  amenazas-armamentismo-conquistas que, eventualmente, lleva a uno de los contendientes a unificar por la fuerza militar una porción grande de  territorio. No entraremos aquí en la historia interesante pero dudosa de los primeros incas (ver por ejemplo Felipe Cossio [1969]).

 

El proceso de expansión es increíblemente rápido y es muy posible que no se deba todo a la fuerza militar de los incas, que no parecen haber introducido innovaciones en este campo, sino tal vez a un sofisticado sistema de dominio que describimos a continuación.

En gran parte del territorio del altiplano los incas se hallaron frente a comunidades (ayllu) formadas por conjuntos de familias que cultivaban una tierra común, tenían rebaños (llamas y alpacas) comunes y emprendían en común obras de interés general y familiar (riego, terraplenes de cultivo y casas). Más tarde, los incas se atribuyeron a su invención e iniciativa este tipo de obras y aún la introducción de ciertos cultivos como el maíz en una falsificación histórica que fue, como en China, un instrumento de dominación.

El imperio alcanzó sus "límites naturales" (delimitando la zona donde sus métodos de producción funcionaban) alrededor del año 1500, abarcando desde el sur de Colombia al centro de Chile. La originalidad de la organización consiste en que la unidad económica básica (el ayllu) es respetada así  como los jefes naturales. Pero el proceso de integración de los diferentes pueblos en un sistema burocrático-militar plantea nuevas exigencias:

- mantenimiento del ejército

- mantenimiento de la burocracia dirigente y el sacerdocio

- control de rebeliones.

El principio de los incas, aplicado con flexibilidad según las condiciones, fue:

- Aumentar el área cultivable de los ayllu  mediante trabajos de riego, terrazas, fertilizantes y nuevos cultivos, introduciéndolos donde eran desconocidos y haciendo obras, mayores que las que podían hacer los ayllus, basados en la movilización de población ya conquistada.

- La tierra se repartía en tres categorías: tierra del ayllu, tierra del inca y tierra del sol. Debido a las obras citadas rara vez había que quitar tierra a los ayllus y a veces aún se le entregaba alguna de la tierra ganada por la nueva tecnología. A estas obras agregaron el traslado de tierra fértil a zonas desérticas, la generalización de fertilizantes (el guano de la costa fue llevado al interior) y aún la aclimatación de nuevos cultivos como la difusión del maíz a zonas más altas.

 

Mucha de esta "transferencia de tecnología" se hizo con traslados de contingentes más o menos grandes de población, que también fueron utilizados para controlar pueblos rebeldes.

- Los ayllu fueron obligados a cultivar las tierras del inca y del sol, para mantenimiento de la burocracia político-militar y el sacerdocio. El producto se depositaba en graneros especiales (tambos) cuidados, defendidos y estrictamente contabilizados. Parte del producto volvía al pueblo común pues el ejército (reclutado entre los ayllu), los campesinos movilizados como obreros para trabajos públicos y los empleados permanentes o "criados" del estado (yana) se alimentaban de los graneros del inca. Se ha sostenido que también estos graneros servían para el pueblo en casos de desastres en las cosechas.

 

Para mantener estos depósitos, aparte de las técnicas contables, se difundieron las técnicas antes conocidas de conservación de alimentos (chuñu o harina de la papa sometida a co0ngelamientos y descongelamientos, charqui o secado de la carne y del pescado). Otro servicio que exigía el estado era la elaboración de tejidos y ropas que también se almacenaban (los conquistadores hablan con asombro de su  cantidad, calidad y belleza) y que se utilizaban para uso de militares, burócratas y sacerdotes en climas donde el abrigo es tan esencial como el alimento. También eran usados por el inca para dádivas a funcionarios de poder local, trabajadores especiales o personas que hacían servicios destacados o cuya buena voluntad había que ganarse. A estas innovaciones agregaron recursos ya ensayados en otros imperios que favorecieron la administración: un sistema de correos del inca "chasquis" corredores a pie que por un sistema de postas llevaban en pocos días a Cuzco las noticias de Chile o Ecuador. L la implementación de un servicio militar universal, que, aparte de contribuir a la defensa ante los pueblos bárbaros acostumbraba al pueblo a la disciplina. Una escuela de funcionarios en Cuzco donde se adiestraba a los hijos de los jefes locales, se les enseñaba el lenguaje queshua, la religión del estado, el sistema mnemotécnico y contable (quipu) y la historia propagandística de los incas (Mason [1962]). Es decir, que el recurso de impresionar a miembros de la "elite" de los sometidos con las maravillas y enseñanzas de la metrópoli fue descubierto y utilizado por los incas mucho antes de que lo utilizaran los ingleses franceses y norteamericanos.

 

Otro rasgo de  control notable es la "organización decimal" del imperio. En la base de la pirámide estaba el trabajador manual "puric", diez "purics"  eran controlados por un amo (canchacamayoc) por cada diez amos había un capataz (pachaca - curaca) y por cada diez de estos había un jefe de aldea como el jefe principal de la tribu (homo - curaca) que se dice compuesta por diez mil trabajadores;  seguía el gobernador de la provincia y a éste el mandatario de uno de los cuatro cuartos del imperio inca hasta llegar finalmente al emperador, el Sapa Inca, colocado en la cúspide de la piramide". Von Hagen [1957].

Muchos autores dudan de esta perfección decimal más adecuada para adaptarse al "quipu" de un burócrata que a la realidad de una nación, Murra [1975]. Pero ese intento de decimalización mostraría por lo menos un ideal sofisticado de racionalidad administrativa llevado al ridículo como no es raro ver en sociedades actuales.

Aunque el sistema fue bruscamente suprimido por la conquista hispánica, J. Murra [1975]  advierte signos de crisis en el mismo:  hay concesiones de tierra como propiedad privada para las familias lo cual podría haber llevado, como en Egipto y Persia al afianzamiento de  autoridades locales y al fraccionamiento. Ya para la llegada de los españoles los intereses de la zona de Ecuador opuestos a los de Cuzco eran un ingrediente de la guerra civil existente entre dos candidatos a gobernante. Hay además síntomas de crecimiento de trabajadores asalariados del Estado lo cual podría llevar a una crisis de los ayllu  por exacción de mano de obra y servicios productivos.

 

Puede además observarse que el Imperio parece haber alcanzado sus "límites naturales" geográficos y su mecanismo de expansión basado en las transferencias de innovaciones y la redistribución no tardaría en agotarse y ser conocida por capas cada vez más amplias de la población. Con esto el estrato superior de la jerarquía podía ser cuestionado por nuevos centros de poder tal como ocurrió en otros sistemas jerárquicos.

En resumen los incas explotaron al máximo dos principios que producen dominio sin mucha violencia:

- la importación y difusión de tecnología, que lleva el bienestar material, hace más tolerable las restricciones de libertad y produce admiración respetuosa hacia los importadores.

- la organización deliberada y planificada de la redistribución de los excedentes (el comercio privado era casi estrictamente local, basado en el trueque) con fines políticos contribuía a mantener la lealtad de un aparato militar, que aplacaba rebeliones y mantenía los límites naturales, un aparato religioso que cumplía múltiples funciones de orden y mantenimiento de la jerarquía, una burocracia que transmitía las órdenes, llevaba estadísticas increíblemente organizadas y pasaba informes, unas autoridades naturales locales que se hacían sumisas al inca y por último beneficiaban a una parte del pueblo que prestaba servicios de interés estatal y de todo el pueblo.

 

El imperio inca es una notable realización si se tiene en cuenta la escasez de los medios usados: no tienen carro, rueda, animales de carga fuertes (la llama es relativamente débil), metales para uso técnico o bélico (el cobre y el oro se usaban principalmente con fines artísticos). Les falta también la escritura, aunque el quipu, estructura de información "en árbol" de cordeles de color que indican categorías lógicas con nudos que apuntan cantidades era notablemente apto para la estadística (ver Inca Garcilaso [1609]). A pesar de las limitaciones tecnológicas se crea una forma de  gobierno altamente  jerarquizada con mecanismos de organización y control social que nunca soñaron pueblos de mayor desarrollo técnico.

Esto es una prueba más de que las deficiencias tecnológicas pueden suplirse  perfectamente  por aparatos administrativos de dominio adecuados para lograr  tipos de organización social sumamente sofisticados. Es un lugar común decir que la rueda, el hierro, el carro de combate y el caballo fueron la base técnica de los grandes imperios. Nada de esto tenían los incas, pero su sistema de transferencia tecnológica, reparto de excedentes y captación de los poderes locales, les permitieron crear un imperio increíblemente centralizado y controlado.

Es notable también en el sistema incaico encontrar una técnica de construcción de grandes piedras ensambladas cuyo procedimiento exacto no se conoce bien pero que no parece corresponder al retraso de los incas en metalurgia y uso de la energía. Se ha dicho que estas construcciones tienen propiedades antisísmicas.

 

Estos hechos son también un llamado de atención para los que sostienen sin un análisis detallado que es necesario seguir adelante con el desarrollo tecnológico y productivo actual como requisito indispensable para cambiar la sociedad opresiva en otra más justa. Por la misma razón de que la técnica no "determina" la forma social es cierto también que la técnica no libera al ser humano.

Muchos autores (por ejemplo D. Ribeiro [1967] ) han creído ver en el desarrollo tecnológico una serie de etapas necesarias (no se puede desarrollar el computador sin desarrollar antes la electrónica). Sin embargo las técnicas son muy flexibles y sustituibles. El ejemplo Inca muestra que el transporte de productos puede  ser  en gran parte  sustituido por  una distribución de almacenamientos y un sistema central de contabilidad, y que un ejercito represivo con armas poderosas y costosas puede ser sustituido con un hábil sistema de captación y un control detallado de la información.

 

3.6 La ciudad griega. La democracia de los ciudadanos armados.

 

El sistema de control griego es bastante conocido, por lo menos en las dos ciudades más importantes: Esparta y Atenas.

La característica común es la existencia de un grupo grande pero minoritario de "ciudadanos"  que monopolizan el uso de las armas y las decisiones políticas económicas y jurídicas. Este grupo ha desarrollado métodos más o menos democráticos para resolver los conflictos entre sus miembros. Por otra parte existe un enorme grupo (la mitad o más)  de esclavos sin poder y con muy escasos derechos. Las mujeres no tienen participación en el control político. La clase esclava realiza gran parte del trabajo productivo (artesanía, minería, trabajo agrícola, tareas domésticas y algunos trabajos públicos menores). Su retribución es la manutención, pueden ser vendidos. Además existen personas libres (en el sentido de no ser vendibles) como las mujeres, comerciantes y artesanos que  por  ser extranjeros o por tradición histórica no tienen los derechos de los ciudadanos.

 

La clase directiva ocupa mucho de su tiempo a la actividad política, preparación militar, alguna actividad financiera, el ocio y las diversiones y algunos, como es bien sabido, a la discusión desinteresada, al saber y la especulación.

La organización espartana y la ateniense difieren notoriamente. El estado espartano se organiza cuando las bandas guerreras dorias irrumpen en el Peloponeso y someten a una población muy superior en número. La organización social de estos invasores es, como ha sucedido en muchos otros pueblos que emprenden este tipo de acción, una democracia militar. Las decisiones son tomadas por la "asamblea de jefes de familia" y eventualmente se elige a un rey para dirigir operaciones militares. Pero este rey no tiene poder absoluto ni es permanente. La Ilíada nos pinta una situación semejante. La idea del rey dios no existe en estos pueblos ni se usará como método de control. Cuando los dorios invaden el Peloponeso reducen a la población a una forma de servidumbre. Una rebelión de estos siervos provoca el "endurecimiento"  del sistema de control, primera guerra mesenia (-740 a -720) y segunda guerra mesenia (-660 a -640). Los espartanos se establecen en un sistema comunitario y viven "en pie de guerra". Sólo se dedican a mantener su  organización militar con exclusión (por ley) de cualquier otra actividad, sea artística, comercial o filosófica. Dentro de este grupo el mayor poder estaba en manos del consejo de ancianos, aunque la asamblea de ciudadanos (no mayor de 10000 ciudadanos) era quién en definitiva aprobaba o rechazaba las propuestas sin discutirlas.

Los esclavos (ilotas) eran propiedad del estado aunque se entregaban a las familias de ciudadanos para realizar todos los trabajos. Un grupo sin derechos políticos (periecos)  se dedicaban a las tareas de comercio y artesanía y debían pagar a los espartanos

un tributo generalmente en especie.

 

No hay ningún método de coerción basado en religión, endiosamiento, monopolización de técnicas excepto la monopolización del conocimiento militar y político. Es el dominio por la simple fuerza. Esta situación condujo a varias rebeliones que fueron suprimidas a duras penas y a un estancamiento económico, intelectual y técnico que terminó  por anular la propia potencia bélica. El poder militar de Esparta y la amenaza interna constante la llevó a enredarse en continuas guerras externas. Ya sea porque muchas ciudades intentaron agredirla apoyando a los oprimidos internos ya sea porque la buscaron como ayuda en las guerras que, por causas territoriales o comerciales, mantenían con otras ciudades. Esto fue llevando a la creación de una confederación bajo la dirección militar de Esparta en un proceso de unificación que tiene su paralelo en muchas otras civilizaciones.

 

En Atenas la situación de comienzo y la evolución es muy diferente. Hasta donde podemos saber partió  de un núcleo de clanes que fue evolucionando por división del trabajo en grandes terratenientes, pequeños agricultores y artesanos. Existían esclavos, quizá  en número minoritario y extranjeros que se habían establecido en la zona como comerciantes y artesanos. Los esclavos provenían tal vez   de prisioneros de guerra o de restos de una antigua población sometida por los griegos eolios a su llegada al Ática. Al no haber una población sometida importante no hay tampoco una casta militar como en Esparta. Los conflictos se centran alrededor de la posesión de la tierra:  campesinos ricos (eupátridas) contra pobres y arruinados. Los primeros conservaban, por una tradición anterior, el poder jurídico y religioso. Cuando el conflicto se hizo agudo y la amenaza de guerra social fue inminente, se acudió  a acuerdos expresados en leyes escritas accesibles a los interesados, lo cual constituye una novedad en el manejo de los conflictos sociales. Las primeras de estas leyes publicadas son las de Dracón (en 621 a.C.) y luego las de Solón (594 a.C.). Estas últimas son acompañadas de cambios sociales considerables: eliminación de las hipotecas, liberación de la esclavitud por deudas, reducción considerable de las deudas por desvaluación de la moneda.

 

Se estableció una constitución en la cual las prerrogativas judiciales de los nobles eupátridas fueron abolidas y sólo quedaron algunas religiosas. El poder, en esa constitución, está más distribuido y tiene como base la riqueza y no el nacimiento. La asamblea de todos los ciudadanos libres elegía al Consejo de los Cuatrocientos que tenía en sus manos las decisiones económicas y militares y al tribunal que decidía en juicios civiles o criminales. Pero para ser elegido se requería cierto grado de riqueza. Las reformas sociales no fueron suficientes para los pobres y para una serie de grupos:  los artesanos, comerciantes y marinos iban creciendo al

diversificarse la producción. Así que estos grupos apoyaron a Pisístrato que ejerció  un gobierno autocrático y de reformas en favor de ellos. Este tipo de gobierno llamado "tiranía" es común a muchas otras ciudades griegas en la etapa en que el comercio y la industria comienzan a ser más importantes que la economía campesina de subsistencia. Pisístrato dominó del 560  al 527 a.C. y completó la derrota de la aristocracia: puso un impuesto más progresivo, distribuyó   tierras de los nobles que  fueron expatriados o muertos por oponérsele. Además hizo muchas obras públicas y fundó con varias medidas el poderío marítimo de Atenas. Otra medida fue el apoyo al culto popular de Dionisos que terminó con el predominio religioso de la nobleza.

 

La creación institucional más importante en Atenas es la de Clístenes (506 a.C.). Comenzó por una redistribución de los distritos electorales que al introducir  en cada distrito elementos sociales heterogéneos hizo difícil a los ricos imponer sus candidatos . El principio básico de su  constitución es la participación rotativa en las funciones públicas a las que, teóricamente al menos, todos los ciudadanos libres tenían acceso directo. El consejo de los Quinientos (de los cuales 50 tenían el poder ejecutivo cada décima parte del año) es el órgano central de gobierno permanente. La asamblea de todos los ciudadanos que se reunía cada 10 días era el órgano

principal donde se discutían las grandes decisiones (leyes, relaciones exteriores, elección de funcionarios, destierros).

Se designaron funcionarios especiales para la dirección militar y los tribunales de justicia. Este sistema, tan admirado por los legalistas de la cultura occidental, contiene las formas de una democracia directa e igualitaria. En este sentido es una notable experiencia de participación de un grupo en la dirección de la comunidad. Pero hay grandes diferencias con los estados actuales de capitalismo democrático. El ciudadano griego se sentía miembro de la ciudad y no un individuo libre valioso por sí mismo. Además la igualdad de derechos (isonomía)  no era del todo real. Los trabajadores tenían poco tiempo para participar en los asuntos públicos que de hecho quedaban en manos de la clase ociosa y para poder ser elegido funcionario había exigencias adicionales difíciles de cumplir para los pobres. Por otra parte las mujeres estaban totalmente excluidas de la función pública. Por último más del 50%   de la población eran esclavos. La población esclava había venido creciendo con el aumento del comercio y la producción para exportación (vino, aceite y otros productos agrícolas especializados y artesanías) y la navegación. El mismo proceso económico que fue afianzando las reformas democráticas fue extendiendo la esclavitud. Estos esclavos pertenecían a las familias y hacían los trabajos domésticos y las faenas del campo, produciendo artículos de autoconsumo o excedente, o bien pertenecían a industriales que los hacían trabajar en sus fábricas (ergasterios)  en general no muy grandes por la dificultad del control. Allí se producían los artículos de consumo de Atenas y sobre todo los de artesanía de exportación con que los atenienses invadieron su extensa esfera de influencia comercial. El aristocrático Nicias tenía unos mil esclavos con que explotaba una mina de plata, el democrático orador Demóstenes tenía un ergasterio con treinta esclavos. Por último había esclavos del estado que desempeñaban tareas desde la limpieza pública hasta la vigilancia y funciones burocráticas menores.

 

No es fácil darse cuenta como los ciudadanos controlaban esta clase numerosa y a menudo maltratada. Los escritores e intelectuales occidentales parecen olvidarse de este lado oscuro de la democracia griega. Es de suponer que estos esclavos (en su mayoría extranjeros)  no se podían comunicar entre sí debido a la fragmentación en familias y fábricas pequeñas y a sus diferencias étnicas. Tal vez sus condiciones de vida eran también muy variadas, desde administrador de los bienes familiares de  un rico ateniense, funcionario público subalterno y otras posiciones privilegiadas hasta trabajador de un ergasterio, trabajador de las minas, prostituta y otros oficios tenidos por denigrantes. Una coalición de estos esclavos ante una ciudadanía que tenía el monopolio de las armas era realmente imposible. Según Saco [1974]: "Platón y Aristóteles aconsejaron que se aislase a los esclavos, no se les acostumbrase a las armas, que se tomasen de naciones, razas y lenguas diferentes y que se les diese buen trato". En su Política Aristóteles se ve en dificultades para justificar racionalmente la esclavitud, sobre todo la esclavitud de griegos obtenidos en las guerras. En Atenas no hubo levantamientos como entre los ilotas de Esparta que vivían más aislados y eran de la misma nación o los esclavos de las grandes empresas romanas. Sólo se registraron algunas deserciones masivas durante las conmociones bélicas (Ver Dekonsky, [1966]). Es notable la escasez de literatura elaborada sobre los mecanismos de coerción de la esclavitud. La literatura del mundo capitalista hace énfasis sobre la estructura democrática del estado ateniense dedicando en los textos más difundidos unas escasas líneas a los esclavos (ver por ejemplo Bengtson [1975]). La literatura comunista trae más información pero repite las ideas de los clásico del marxismo sobre el "modo de producción"  esclavista tomado como un caso particular de "propiedad privada sobre medios de producción"  (lo cual no es muy aplicable a Esparta), pero dice muy poco de los mecanismos concretos de dominio, control y coerción (ver por ejemplo Dekonsky [1966]).

 

Es conocida la expansión de la influencia ateniense después de las guerras médicas con la justificación de defensa ante el peligro persa. Esto llevó  a un "imperialismo ateniense" y el choque de esta confederación con la de Esparta-Corinto. Esto fue la guerra de Peloponeso que produjo la ruina a ambas confederaciones y facilitó el triunfo macedonio (338a.C.). La época de las ciudades terminaba y comenzaba el dominio de los grandes estados.

Un rasgo importante de la sociedad griega fue la existencia de ese grupo de ciudadanos cuya actividad central era la intervención en el gobierno de la ciudad donde las cosas se decidían por discusión. El desarrollo de las técnicas de discusión llevó  por un lado a la idea de que no hay "verdades indiscutibles" (actitud de los llamados sofistas) y por otro al perfeccionamiento de las técnicas de argumentación y discusión , realizado sobre todo por Sócrates y Platón, por el diálogo, en el cual los que discuten exponen aspectos contrapuestos del tema (en el estilo de los sofistas) pero las contradicciones se van superando y originan certezas cada vez más sólidas y aceptables para todos. Es lo que se llamó dialéctica. Por otra parte, el análisis de los métodos de deducción llevó a un desarrollo de la lógica muy superior al de las escuelas chinas y aún de las hindúes. Una derivación de esto fue el deseo de conocimiento por simple curiosidad o deseo de conocer. Una ciencia del ocio que produjo la asombrosa explosión filosófica de los siglos V y IV a.C. (ver por ejemplo R. Mondolfo [1942] ) y un desarrollo admirable de las artes plásticas y literarias. El ideal de lo físicamente bello como algo valioso por sí mismo, más aún, como el valor supremo domina en toda la cultura griega.

 

Por otra parte la herencia de las matemáticas Egipcia y Babilonia unida a esta separación de las necesidades inmediatas y al desarrollo de la lógica y la discusión llevó  a la elaboración de demostraciones y por fin del "método axiomático"  a través de los geniales hallazgos de Eudoxo (-380 ) culminando con la monumental obra de Euclides (-300) tratado formal de la Geometría y Aritmética que fue uno de los puntos de partida de la matemática europea y se usó como texto hasta el siglo XIX. También es notable el desarrollo de la Astronomía basado en las observaciones de los babilonios que los griegos unificaron en modelos geométricos: el geocéntrico de Hiparco y Ptolomeo y el heliocéntrico de Aristarco, Precursor de Copérnico. Aún en este conocimiento abstracto matemático y astronómico el genio griego expresa una idea de belleza que nos conmueve todavía.

La teoría del control social está fundamentalmente representada por Platón (-428 al -347) y Aristóteles (-384 al -322)

El tratado de “La República” [1952] es el primero que trata de imaginar una sociedad ideal. La exposición procede mediante un diálogo entre Sócrates, que expone las ideas y varios interlocutores. Aunque el diálogo no es tan participativo y multifacético como otros ejercicios dialécticos de Platón, da la oportunidad de un análisis de muchas opiniones que van superándose en la idea central. No podemos exponer aquí ese apasionante flujo de ideas, limitándonos a describir el sistema de control que resulta. La sociedad justa es definida como aquella, que asegura a cada ciudadano la función para la cual tiene las mejores aptitudes. Las instituciones de la sociedad, que para Platón es una ciudad estado, deben estar dirigidas a lograr esta distribución de tareas. La sociedad se divide en tres grupos de ciudadanos que se mantienen por herencia, aunque puede haber excepciones en que en un grupo aparezca alguien que deba ser trasladado a otro. El grupo de mandatarios, que son los filósofos, gobiernan la ciudad y educan a los futuros mandatarios, los guardianes, encargados del orden y la defensa de la ciudad y los productores: granjeros, artesanos y comerciantes (no se habla de los esclavos). Los filósofos tienen el monopolio del conocimiento filosófico, psicológico y social y los guardianes del militar. Los candidatos a mandatarios, que no realizan trabajos manuales, son educados en metafísica, literatura, música, matemáticas. El proceso educativo continúa hasta los 50 años. Esto les permite a los más calificados, que han experimentado la presencia del propio Dios, en una vivencia incomunicable, ordenar rectamente el estado. Mientras el pueblo de productores, que no puede acceder a ese tipo de sabiduría sería educado por mitos y alegorías. El control de la educación y el conocimiento para el manejo de la sociedad no puede ser más claro. Platón fue llamado a Siracusa (-367) para poner en práctica sus ideas, pero por las intrigas de poder y otras realidades el proyecto acabó desastrosamente. Ver Séptima Carta [1952].

 

En su posterior tratado de Las Leyes [1952] , Platón es más práctico y contemporizador con la realidad empírica, buscando un modelo de constitución para la sociedad griega. Las consideraciones metafísicas se centran en una Teología para fundamentar la moral. Se toma la familia tradicional como elemento fundamental. En lo político se trata de hacer un balance entre la libertad, controlada por la educación y la autoridad personal, asistida por un consejo supremo de ciudadanos entrenados, que asegura la calidad del gobierno. La ciudad se apoya en el trabajo agrícola de sus ciudadanos. La justicia implica una corte calificada y un sistema de apelaciones. El tratado es rico en detalles producto de madura reflexión. No se menciona el problema de la esclavitud.

El otro gran tratado de sistema de control social es la Política de Aristóteles [Ed.1952]. Este genio universal había estudiado las constituciones de las ciudades griegas y en especial la de Atenas. Parte de la consideración del ser humano como un “animal político” aunque su análisis psicológico de este aspecto es limitado. La formas de asociación son la familia que garantiza la reproducción, el pueblo, asociación de familias que permite la amistad y cierto grado de colaboración para satisfacer necesidades elementales y por último el estado que permite una vida mejor y la realización de los aspectos morales de la persona. De acuerdo con su orientación biológica, Aristóteles piensa en la ciudad como un organismo en que varios grupos e instituciones desempeñan las diferentes funciones de acuerdo a reglas plasmadas en una constitución. Distingue tres tipos de organización: monarquía (el poder de uno), oligarquía (el poder de unos pocos) y el gobierno constitucional (el poder de todos los ciudadanos).

La monarquía, que considera la mejor si se encuentra la persona adecuada, puede degenerar en tiranía. La oligarquía, adecuada mientras es el gobierno de los mejores (aristocracia) puede transformarse en el poder de un grupo cerrado y despótico, casi siempre de los ricos (plutocracia). Tiene en cuenta las relaciones del gobierno con la distribución de la riqueza. La pobreza de muchos genera la revolución y el crimen. Una clase media grande produce estabilidad. Su tendencia es conservadora, cree que sólo los que están en buena situación económica disponen del ocio suficiente como para ilustrarse en las artes del gobierno y ejercerlas. Cree en un sufragio limitado para los cargos electivos, con la exclusión de los artesanos y esclavos. Aristóteles discute el problema de la esclavitud, que justifica por las diferencias entre las personas. Los esclavos pueden entender y ejecutar órdenes, pero no actuar en forma racional por su iniciativa. El general los esclavos eran extranjeros de pueblos considerados inferiores. Reconoce que en algunos casos se ha esclavizado a griegos pero no da una solución para el dilema. Tiene muchas observaciones importantes. Cree que, cuando hay sistema electoral el que se postula para un cargo queda descalificado, pues la función pública debe ser un sacrificio que el ciudadano elegido tiene el deber de aceptar y no debe producir beneficios para el elegido. Observa que en un sistema constitucional, con gobernantes elegidos por el pueblo, si hay ricos y pobres el sistema degenera en plutocracia o democracia (llama así a la dictadura de los pobres) y ambas llevan a la tiranía.

 

El sistema griego entró en crisis en la guerra del Peloponeso entre la confederación de Atenas y la de Esparta [-431 a -404]. El sistema de ciudades decayó y muchas fueron conquistadas por el rey Filipo de Macedonia. Su hijo Alejandro (educado por Aristóteles) usó el poder de la unificación para conquistar Persia y Egipto, llegando hasta el río Indo. A su muerte a los 33 años (-323) sus generales se repartieron el imperio en reinados que esparcieron la cultura griega por el oriente medio Persia y Egipto. Se formó una cultura llamada Helenística que se extendía desde la India hasta el Mediterráneo compartiendo este mar con la cultura fenicia de Cartago que dominaba la parte occidental. Se formaron, junto a ligas de ciudades en continua guerra, poderosos estados con fuertes ejércitos y dinastías hereditarias donde el liderazgo provenía de la organización militar. Hubo una prosperidad basada en la producción esclavista, un intenso comercio y una actividad artística e intelectual. Recordar la famosa Biblioteca de Alejandría donde se reunieron, bajo la protección de la dinastía de los Ptolomeos, pensadores, científicos y artistas de todo el mundo helénico. La filosofía entró en un período de predominio de los problemas éticos y religiosos. Las luchas entre los estados terminaron cuando uno de ellos Roma de reciente formación se impuso sobre todos.

 

3.7 Roma. La hipertrofia de la ciudad estado, el boom esclavista y la organización de los negocios

 

En una expansión de unos 400 años Roma llega de una simple ciudad estado, semejante a la Atenas primitiva (aunque con influencias culturales diferentes, como la etrusca) a un estado universal que  abarca toda la zona del Mediterráneo y gran parte del Occidente Atlántico. El mecanismo de esta evolución es complejo en sus detalles pero no muy diferente al de la expansión china o incaica. Comienza por una lucha "entre ciudades" en las guerras latinas, las guerras samnitas (343  al 290 a.C.), la guerra con Tarento (-282 al -272 a.C.) hasta formar un pequeño estado y de ahí continúa con la guerra entre estados, ya establecida y en plena marcha en el mundo helenístico y cartaginés. Pero el temor ante ataques sufridos (galos, etruscos) entrenamiento en las pequeñas guerras, nuevas tácticas militares, una habilidad política maquiavélica y el agotamiento de sus rivales dan a este  recién llegado a la competencia un éxito imprevisto. Otra característica es su organización oligárquica y plutocrática que gobierna su tendencia a guerrear por el botín de riquezas y esclavos.

 

Entre el siglo -VI y - III Roma lucha externamente con sus vecinos y hay luchas internas entre ricos y pobres (patricios y plebeyos muchas veces criados y clientes de aquellos). Es famoso el episodio del retiro de los plebeyos al monte Aventino en una  ‘‘huelga’’ contra los abusos y discriminaciones legales de que eran objeto. Los patricios enviaron a un respetado orador Menenio Agripa, a convencerlos de que volvieran. Su argumento fue una fábula en que en el cuerpo humano los brazos se cansaron de trabajar y dejaron de enviar alimento al estómago que vivía disfrutando de los manjares en el centro del organismo, así continuó la huelga hasta que los brazos se extenuaron por falta de alimento (ver Tito Livio Libro II-XXXII). Mencionamos este anécdota pues la idea básica que maneja, la de una sociedad con una división de tares natural, armónica y permanente se repite sistemáticamente en las sociedades jerárquicas.

Roma destruye el poderío de Cartago en tres terribles guerras (264 al 146  a.C.), de Macedonia (148  a.C.) y lo que quedaba de las ciudades griegas libres, reduce a vasallos al Imperio Seléucida (188 a.C.) y Egipto (47  a.C.) y poco después se incorpora ambos estados. Esta unificación militar del mundo mediterráneo tiene dramáticas consecuencias en las cuales se adivina el futuro colapso:

- La formación de ejércitos poderosos que terminan siendo más fieles a sus generales que los llevan a la victoria y el saqueo que a las autoridades legales de Roma.

- La provisión de millares de esclavos que  son trasladados al territorio de la metrópoli, son adquiridos por los generales y los ricos acelerando la ruina de los artesanos y campesinos libres.

- La formación, por el saqueo, de enormes fortunas que permiten a ciudadanos romanos (generales y sus allegados) apoderarse de tierras en Italia y establecer grandes fundos trabajados por esclavos y realizar toda clase de empresas comerciales, financieras y de servicios a las campañas militares.

- Expansión inusitada del comercio, gracias a la unificación de los estados, a las carreteras militares y a la eliminación de los piratas del Mediterráneo por la flota romana.

- Formación en Roma, y luego en otras ciudades del imperio, de una masa de desplazados inactivos:  ex-soldados, campesinos y artesanos arruinados por la competencia esclavista y las importaciones baratas, esclavos liberados, inmigrantes que buscaban en Roma mejor fortuna que en sus estados arrasados por la guerra, ex clientes de nobles arruinados en las luchas políticas o que, al tener esclavos, no necesitaban clientes. Esta masa vivía miserablemente en edificios de varios pisos y barrios de chozas de madera en los valles de las colinas romanas. Fue manejada y acallada con represión policial, distribución gratuita de trigo (en tiempo de Augusto, en una Roma de casi un millón de habitantes se distribuían unas trescientas mil raciones, Diakov [1966]), espectáculos de circo, carreras de carros, teatro y otras diversiones. Los que tenían derecho de votar vendían su voto a los políticos que buscaban poder.

-Levantamientos de esclavos como los de Sicilia (136-132   a.C.) y el de Espartaco (73-71  a.C.)   que aterrorizaron a los ciudadanos y fueron reprimidos salvajemente.

Los romanos hicieron frente a la nueva situación que ellos fueron desencadenando con una hábil adaptación de las instituciones de la ciudad estado. En el fondo la situación real tenía analogías: una clase de ciudadanos libres diferenciados por su riqueza que vivían entre ellos en una paz tensa pero "llegan a arreglos"  en un sistema constitucional flexible. Esta clase tenía el poder militar concentrado en los ricos. Hay que recordar que una empresa militar, sobre todo hacia el final de la República, era un negocio. Los fondos requeridos eran provistos por el general o prestados por ricos que querían invertir el capital y todo se pagaba con el botín y los esclavos conseguidos. La obra de ficción de Brecht [1958] no está lejos de lo que debió ser la realidad de esa época. Bajo esta clase de ciudadanos había la multitud de esclavos y extranjeros sin derechos, oprimidos directamente por el sistema militar.

Pero las diferencias eran también obvias: se trataba ahora de controlar a millones de esclavos, a los pobres de cientos de ciudades, millones de campesinos y de llegar a un arreglo entre generales ambiciosos y enriquecidos al frente de cientos de miles de legionarios que presionan por salario, botín y tierras. El reparto de esta riqueza y la de los impuestos recolectados en las zonas conquistadas favoreció el enriquecimiento fácil y la corrupción generalizada.

 

El sistema republicano funcionó  mientras el "boom" de la expansión fue fácil. Cuando ésta declinó los generales pasaron a arrebatarse el poder unos a otros arrastrando a sus ejércitos a los pobres y desplazados. La república y gran parte de la clase noble se hundió  en medio de guerras civiles, proscripciones, que significaban la liquidación de sus fortunas y asesinatos.

Como era difícil liquidar las formas republicanas y las instituciones que hicieron a Roma dueña del mundo, el cambio hacia el estado imperial mantuvo esas formas cambiando el contenido. Julio Cesar el general exitoso de las guerras de Oriente y Galia (-49 a -44 ) acaparó los cargos claves y logró así  de derecho el poder absoluto que su ejército le había dado de hecho. Bajo Augusto (-27 a 14 d.C.) y sus sucesores se extingue la efectividad de las instituciones republicanas aunque se conservan muchas de sus formas y se organiza una estratificación social basada en la riqueza. Augusto y sobre todo Claudio (41-54) y los emperadores Flavios (69-96) van organizando el imperio con elementos básicos:

- Una extraordinaria red vial, hecha con fines militares pero que fue aprovechada por el comercio y el sistema de correos.

- Vigilancia (no siempre efectiva)  de las rutas terrestres y marítimas.

- Administración provincial ordenada y reducción de los abusos en el cobro de  impuestos (que en la época de la república eran escandalosos).

- Uniformidad de lenguaje, latín en occidente y griego en oriente.

- Uniformidad en las leyes y formación de un aparato legal confiable para negocios, propiedades, herencias.

Esto permitió a los ricos fundar las grandes empresas agrarias comerciales e  industriales y financieras, favorecidas por la baratura de la mano de obra esclava y la de los pobres, la baja tasa de interés (en el siglo I d.C., luego aumentó) debida a las riquezas obtenidas en las guerras, la transferencia de técnicas y cultivos y productos entre las diferentes partes del imperio. La clase rica vivió  en un lujo a veces llevado al absurdo, como lo describe Petronio. Las ventajas de los pobres en este reparto fueron muy inferiores pero no despreciables. Muchas ciudades tuvieron médicos públicos y una incipiente instrucción pública gratuita. Ya mencionamos el reparto de trigo y los entretenimientos. El factor esencial de control era el ejército que Augusto fijó en las fronteras formándose asentamientos agrario-militares, aparte  de la guardia personal del emperador. La extraordinaria movilidad de estos ejércitos, apoyada en una extensa red de caminos, impedía o sofocaba levantamientos y protestas. Para las clases medias como la de los caballeros se abrían posibilidades en la administración pública romana o provincial lo cual podía llevar a ascenso económico. Para otros se abrían perspectivas en el comercio y la contratación de obras y servicios públicos.

 

El sistema funcionó  sin grandes problemas visibles hasta el año 192  en que  Cómodo el extravagante hijo del emperador filósofo Marco Aurelio fue asesinado.

La paz romana, en especial durante el reinado de los Antoninos (96-192) se presentó, aún con todos los problemas señalados, como un sistema relativamente benéfico para los pueblos hartos de las guerras y violencias de la época helenística y de la formación de la república romana.

La vida en ese imperio de funcionarios, nobles y nuevos ricos, actores, retóricos aduladores, artistas de todas las calidades, graciosos escritores de comedias, libertos enriquecidos y ostentosos, sacerdotes de cientos de sectas y cofradías, escuelas de eruditos y filósofos, profesores ambulantes, comerciantes sirios, griegos y judíos, viajeros de todo el imperio, gladiadores y aurigas de carreras de carros idolatrados por los fanáticos, comercios llenos de productos exóticos de Oriente y China, circos con espectáculos inimaginables, baños públicos que eran centros sociales, festines en que los ricos hacían gala de su opulencia y generosidad, todo esto debe haber tenido su lado entretenido y variado. La misma condición de los esclavos fue mejorando, en las ciudades, las manumisiones aumentaron y se les concedieron bienes y algunos derechos. El culto al emperador-dios, que fue ganando terreno desde Augusto, debe haber sido sincero en algunos ciudadanos. Las clásicas obras de Petronio, Luciano, Juvenal, describen esa colorida sociedad.

 

El desgarramiento social de las guerras que llevan a la formación del Imperio (esclavización, saqueos, imposición de un gobierno centralizado, impuestos exagerados, culto obligatorio al Emperador-Dios) produjeron la crisis anímica que llevó a la proliferación de movimientos religiosos provenientes de Egipto y Oriente (cultos de Baco, Isis, Mitra, el Sol, La Gran Madre). Entre ellos se va destacando el cristianismo, restringido primero por la prédica del iluminado Cristo (33 ) a los judíos, organizado y generalizado luego por Pablo de Tarso (40) y, luego de ser perseguido por los emperadores, elevado a religión del estado por Constantino (312) y sus sucesores. La doctrina cristiana con la afirmación de que Cristo era hijo de Dios y su con su amor y sacrificio salvaba a los creyentes del “pecado original” con que nace todo ser humano, tuvo mucha aceptación. Presentaba un dios hombre, sufriente que podía ser accesible y sensible a las penalidades humanas, en oposición al Jehová insensible e inaccesible de los judíos (ver Job 9-23 y 9-32) y a los volubles y caprichosos dioses paganos.  El cristianismo, a pesar de las persecuciones,  ganó adeptos entre los judíos dispersados en todo el Imperio por las diásporas pacíficas o violentas como la del 135 y también entre los esclavos, pobres y discriminados sociales. Pero, una vez religión de estado, el cristianismo se fue convirtiendo en instrumento de dominación y control sobre todo en el consolidado Imperio Romano de Oriente, persiguiendo a los paganos. En el Imperio de Occidente que cayó disgregado por los bárbaros, el Papa de Roma sobrevivió al imperio, fueron convertidos los bárbaros a la religión centralizada y se mantuvo en los monasterios algo de la cultura romana.  La religión cristiana se convirtió así en guía de un nuevo desarrollo que daría origen a la Civilización Occidental Cristiana. Entretanto el cristianismo ortodoxo del Imperio de Oriente se propagaba a los pueblos eslavos de Rusia y los Balcanes.

 

En cuanto a la instrucción, durante el Imperio se fundaron escuelas públicas y proliferaron profesores privados como lo atestigua San Agustín en sus Confesiones. En el –22 por iniciativa del historiador Asinio Pollio se funda en Roma una biblioteca pública. Bajo el emperador Trajano (98 a 117) se establece la Biblioteca Ulpia que dura del 100 al 400.

Aunque los romanos fueron inferiores en creatividad científica y artística a sus maestros griegos produjeron grandes obras en teatro, filosofía, historia, administración, jurisprudencia y tecnología.

Las causas del colapso del sistema que comienza en la gran crisis de los años 195 al 285 donde cada ejército busca imponer su  emperador, los bárbaros azotan las fronteras y los bandidos y piratas causan estragos, es tema de discusión para los historiadores. La sociedad romana tenía tantas analogías en sus aspectos exteriores con la sociedad capitalista actual que el tema de su  caída siempre despertó   preocupación, inquietud y polémica. Desde Gibbon [1776]  hasta Rostovtzeff  [1953] y Walbank [1979] han sido muchos los que han buscado las causas del desastre. Se han propuesto numerosos culpables: la sequía, la falta de circulante, la baja de natalidad, el cristianismo, el resentimiento y la agresión de la población rural (que formaba los ejércitos) contra las ciudades explotadoras y parásitas, y la invasión de los bárbaros.

Quizá una explicación más profunda se halle en la naturaleza económica parasitaria del sistema de la cual las clases dirigentes, orientadas a obtener riqueza privada, no tenían mucha conciencia. Muchas de las causas mencionadas por otros autores son consecuencias de ésta o se conjugaron con ella para precipitar el desastre.

 

Al finalizar las últimas conquistas y el saqueo, el botín y la mano de obra esclava dejaron de fluir hacia las clases altas y el estado. El único país rico vecino era el Imperio de los Partos y su sucesor el Imperio Sasánida y estos se defendían bien y a veces atacaban. Las conquistas más allá del Rin se abandonaron después del desastre de Varo (-9) que mostraron que los “bárbaros” germanos del Rin y el Danubio, así como los escoceses y pictos se habían fortalecido militarmente con los ataques romanos. Al suceder esto se ve que el nivel de gastos (ejército, lujo de los ricos y subsistencia de los desocupados pobres) excedía a los ingresos. El gobierno para mantener los ejércitos y las dádivas debió subir los impuestos o, como hizo Cómodo (190) devaluar la moneda. Los esclavos se encarecieron al no haber guerras que los proporcionaran;  bajó  la producción agraria y de las minas, aumentaron los precios, disminuyó la capacidad de inversión, se abandonaron las empresas. Los grandes terratenientes, al bajar la demanda de las empobrecidas ciudades fueron dejando sus haciendas a los esclavos, exigiéndoles un pago en especie. Los esclavos se transformaron en “coloni”. Fue un antecedente del sistema feudal.

Como se ve son procesos que se refuerzan uno a otro.

Al cesar el ingreso fácil los grupos sociales dominantes intentaron mantener su nivel explotando más a los dominados. Estos reaccionaron en rebeliones, deserciones y apoyo a jefes militares locales que los ilusionaron con promesas de tierras, botín y dinero si los apoyaban en la lucha por hacerse emperadores. No era raro que los propios soldados obligaran al general a proclamarse emperador y marchar sobre Roma.

Cundieron el bandidaje, la peste y la miseria.  La crisis política ya en progreso desde el 196 estalla con toda intensidad en el 235. Se suceden vertiginosamente emperadores proclamados por  los ejércitos, rebeliones de esclavos, intentos de sucesión, invasiones de bárbaros, hambres y pestes. Ver por ejemplo Koliakov [1975]. Se dice que en esta crisis la población cayó de 70  a 50 millones por conflictos internos, miseria, peste y baja de la natalidad. Ver Turner [1974].

 

Las reformas de Diocleciano (284-305)  que consistieron en unificar la dirección militar, facilitar la administración dividiendo el imperio en cuatro sectores y reglamentando las sucesiones, racionalizar   los impuestos, fiscalizar   la productividad e ingresos de los gremios de las ciudades y colonos del campo (arrendatarios que sustituían a los esclavos), obligar a los ricos a contribuciones forzosas y aumentar la explotación en las empresas estatales, frenaron algo las consecuencias más graves de los conflictos sociales y prolongaron en un siglo la existencia del imperio. Este renacimiento (310 a 410) se hizo a costa de un enorme fortalecimiento del aparato estatal y una pesada carga impositiva que los más ricos terratenientes se ingeniaron en hacer recaer sobre las clases medias. Los gastos de la burocracia y el ejército y, desde Constantino, del clero cristiano se hicieron insostenibles. Todo esto llevó a la quiebra de las clases productivas y cerró la posibilidad de nuevos ingresos estatales. Ocurrió una nueva bancarrota, una debilidad del ejército y una nueva decadencia irrecuperable del sistema.

Cuando unos cientos de miles de bárbaros cuyas avanzadas ya se habían instalado dentro del ejército romano como mercenarios se volvieron contra el imperio de 60  millones de habitantes no encontraron ciudadanos romanos dispuestos a defenderlo. Más aún, hay evidencias de que los esclavos más explotados y los campesinos desposeídos colaboraron con los invasores. El estado comenzó  a desintegrarse y los bárbaros hallaron la oportunidad de saquear la parte occidental del imperio que desapareció como sistema político. Ver el notable trabajo de Bernardi [1965].

 

Desde el 378 en que el emperador Valente es muerto en la lucha que siguió a la defección de los mercenarios godos hasta el 476 en que el último emperador de Occidente es derrocado por los hérulos se desarrolló el proceso de desintegración, fin de la autoridad central, fragmentación del imperio Occidental en reinos bárbaros, caída vertical del comercio, despoblación de las ciudades, desaparición de la cultura. En realidad los romanos jamás pudieron organizar un sistema autosostenido pues su parasitismo lo impidió. El impulso del imperio se debió más bien a un aporte exterior de mano de obra y riqueza conquistadas en las guerras y el colapso, aunque de larga duración, es simultáneo con el cese de este aporte. Ver Perry Anderson [1974].

La idea del "sistema esclavista"  como un "estadio"  en el desarrollo de la humanidad es, a nuestro entender, un producto de dos falsos puntos de vista:

a)  El considerar a Europa como eje del desarrollo de la humanidad por su posterior acción de "unificación del planeta", no definida hasta el siglo XV.

b) el considerar el desarrollo de la propiedad privada y el capitalismo como vía universal a la "sociedad auténtica" (sin clases).

 

Aparte de que es muy difícil demostrar la conexión causal Roma-Europa y esclavismo-feudalismo-capitalismo es también muy discutible negar que la unificación del mundo no hubiera podido ser realizada por otros sistemas, por otra parte está aún por verse si el capitalismo a través de su crisis lleva a la sociedad sin clases.

Los romanos, a pesar de la grandeza de su obra política no hicieron muchos aportes originales a la teoría de los sistemas de control social. No tuvieron la habilidad china de formar funcionarios y vigilar la ideología, ni  la moderación y respeto persas, ni el talento planificador de la distribución social de los incas, ni el manejo religioso que se vio en Egipto y la India.

Sin embargo desarrollaron un mecanismo maravilloso de control de los conflictos personales y sociales: el derecho. Esto no es casualidad si  se recuerda que la existencia de cierto sistema legal es necesaria para regular los conflictos de propiedad entre los ciudadanos de las democracias esclavistas. En Roma como en Atenas o Esparta el conflicto entre ciudadanos libres debía ser resuelto sin extrema violencia para que el sistema esclavista pudiera mantenerse. Lo notable es que al expandirse Roma a un estado universal el derecho se expande con ella hasta formar el sistema de leyes universales, el "jus gentium", la ley natural que es "la justa razón de acuerdo con la Naturaleza" (Ciceron:  La República y las Leyes, en edición de Ebenstein, [1965]). En el 366 a.C. la justicia estaba a cargo del pretor de la ciudad que era elegido cada año y comenzaba sus funciones con un ‘‘edicto’’ en que formulaba las reglas generales de la administración de justicia y agregaba reformas y comentarios. Unos cien años después, con el ascenso de los plebeyos se eliminaron casi todas las funciones judiciales de los sacerdotes y se nombró  otro pretor  para juzgar los asuntos de  los extranjeros. Esto puso a los romanos en contacto con otros sistemas de leyes y les permitió  ver las diferencias y los principios comunes generales. Al crecer la república y los negocios creció la complejidad y alcance de los problemas legales así como el conocimiento de los juristas romanos. Ya para el 150  a.C. los juicios estaban organizados con demandas, réplica del acusado, elaboración de informes y consideración del juez ante el cual se leían los informes, declaraban testigos y abogados contratados por las partes.

 

Se fue formando un grupo de ciudadanos, los "prudentes"  estudiosos y conocedores de las leyes y precedentes que eran consultados por los pretores. Su opinión era muy respetada. El derecho fue incluido en la enseñanza de los jóvenes ciudadanos y aparecieron los primeros tratados de jurisprudencia el de Sexto Elio Peto y Scevola el Viejo (año 82 a.C.  maestro de Cicerón).

La institución republicana de los “prudentes” fue legalizada en el imperio dando algunos la licencia de "jurisconsultos" personas capaces de interpretar la ley y se  consideró   obligatorio aceptar sus interpretaciones.

La ley se fue complicando, quedó inaccesible al ciudadano común y proliferaron los abogados que obtenían su paga por asesorar y defender las causas de sus clientes. Fueron muchos los que se enriquecieron con este oficio. Es notable que en Roma el sistema legal mantiene cierta independencia frente  a los emperadores, lo cual se explica por la enorme extensión de la propiedad y los negocios privados que requerían de cierta seguridad y claridad sobre qué se podía y qué no se podía hacer en tales negocios.

En el 131 d.C. a instancias del emperador Adriano el jurista Salvio Juliano compiló un "edicto perpetuo"  que sustituyó a los edictos anuales de los pretores.

Conceptos hoy comunes en el derecho son de origen romano como por ejemplo: "en caso de duda debe favorecerse al acusado", "la ignorancia de la ley no es excusa de incumplimiento", "la prueba debe provenir del acusador” , “no se puede acusar a nadie por hacer lo que la ley no prohíbe ni por dejar de hacer lo que ésta no ordena", etc.

 

En el derecho civil se determinan los derechos de los hijos y la mujer a la participación en la fortuna familiar, los casos prohibidos de matrimonio, los derechos de hijos adoptados y reconocidos y sobre todo sus derechos de propiedad. Se definen grados de propiedad: derecho al uso y abuso, al usufructo y al uso limitado;  las formas de adquisición:  por venta ante testigos, transferencia o uso, hallazgo;  los derechos del acreedor y el deudor;  las formas de los contratos y derechos y obligaciones de los socios. No hay precedentes históricos de un sistema tan elaborado.

Es cierto que en su  aplicación el derecho siguió favoreciendo a los ricos, en primer lugar por su  más fácil acceso a la ley y a los abogados y en segundo lugar por la distinción que se hace entre hombre y "persona". El mismo hombre podía ser considerado como diferentes "personas"  (ciudadano, padre, funcionario, senador, etc) y por tanto dos hombres podían ser tratados por lo ley en forma diferente en casos iguales. No obstante, en muchos aspectos de encarar el derecho es claro que los romanos desarrollaron una forma importante  de  controlar  los conflictos individuales. Y aunque es producto de una sociedad jerárquica su consideración es fundamental para los principios de una sociedad flexible.

En la parte oriental del imperio con centro en Bizancio el imperio logró contener las invasiones e incluso contraatacó restaurando bajo Justiniano (527 a 565) el dominio del mediterráneo destruyendo el Reino Vándalo del norte de África y el Ostrogodo de Italia. Se apoyó en un sistema semejante al feudal que se fue imponiendo en Europa (ver 3.11). En una larga agonía fue atacado por los Partos y Sassanidas y luego por varios ataques del Islam y turcos islamizados seldyúcidas y otomanos que lo destruyeron apoderándose de Constantinopla en 1453. El clero de este imperio difundió el cristianismo llamado ortodoxo en los Balcanes y Rusia, lo cual dio origen a una nueva cultura cristiana.

 

3.8 El Islam. La dictadura religiosa, jurídica y militar de los divinamente inspirados.

 

El sistema de control que organizan Mahoma (570 a 632) y sus sucesores es sumamente  original. El profeta, conectado directamente con la divinidad, unificó un pueblo de pastores, agricultores y comerciantes (él mismo fue comerciante)  con una religión a la vez clara y elevada. Como la islámica es una de las culturas contemporáneas su estudio está facilitado por numerosos textos. Aquí hemos utilizado P.M.Holt (editor) [1979], Shaban [1973], G.E, Von Grunebaum, aparte de El Corán y numerosos textos especiales que se citan en lo que sigue.

Las tribus árabes del siglo VI no eran tal vez muy diferentes a sus antepasados de mil años atrás. Representaban un potencial militar muy grande pero se hallaban en continuas luchas internas. La genialidad de Mahoma, fue aplicar su inspiración religiosa a unificar y organizar este potencial como siglos atrás hizo Ciro y siglos después haría Gengis Khan, este último sin usar la religión. La repetición de este fenómeno es una prueba más de que no hace falta una revolución  tecnológica para producir una transformación social, política jurídica y religiosa de gran alcance. Esta puede ocurrir con el surgimiento de  un nuevo mecanismo de  control sobre  las comunidades. Mahoma, con su  prédica, tenacidad e inspiración unificó a los habitantes de Yathrib (Medina) a los cohershitas de La Meca y luego a todos los árabes bajo ideas y jefes comunes y aprovechó  el potencial militar de estos pueblos, Rodinson [1974].

Cincuenta años después de su muerte el Islam  llegaba desde el Indo al Atlántico. Cuando al seguir la prescripción de la "guerra al infiel" los árabes se apoderaron de territorios con modos de vivir muy diferentes, adoptaron la solución más viable: mantener el control de las decisiones económicas y militares y permitir a los infieles que siguieran en su  error pagando por ello impuestos a los conquistadores. Esto frenó  también el interés en forzar las conversiones y fue una de las bases de la tolerancia religiosa de los musulmanes.

Su  método recuerda en algunos puntos al de los persas y según algunos historiadores, Spengler [1915], la civilización arábica es una continuación de  la iránica. El problema que Mahoma dejó sin resolver es el de la "sucesión", de la conexión con la divinidad. De ahí que todos los conflictos entre la clase dirigente musulmana toman la forma de "quién es el verdadero sucesor"  o, de otra forma, "quién está inspirado por Dios". Esto facilitó la fragmentación de los reinos pero también fue una forma de permitir una renovación estimulante de las "elites" gobernantes, lo cual ha dado a la civilización musulmana una vitalidad sorprendente.

La historia del Islam  es increíblemente compleja y variada. El centro del poder está en los califas o "sucesores"  del profeta, que son los descendientes de sus parientes más allegados. El califato Omeya (661-750) abarca toda la zona desde el Atlántico al Indo, de y desde el Oaxartes en Asia Central al Sahara.

El califato se divide en el 750 y su  parte principal con centro en Bagdad es el Califato Abassida 750 a 940 donde se forma la cultura islámica oriental. El califa es nominalmente jefe de la religión, jefe militar y administrador de justicia. Pero esto, posible en las pequeñas tribus dirigidas por  Mahoma, se hace imposible cuando hay que administrar un gran imperio. Las actividades del califa en esta administración directa se  hacen esporádicas o rituales. El comando militar va quedando en manos de mercenarios casi  siempre extranjeros (turcos en el califato Abassida) y el derecho y la religión, que en el Islam tienden a confundirse, va quedando en manos de los doctores de la ley (ulamas). Se va elaborando trabajosamente un derecho bajo la idea básica de El Libro (Corán) inspirada directamente por Dios, matizada por las costumbres y leyes de pueblos conquistados, completadas por declaraciones del profeta transmitidas por la tradición y por interpretaciones y deducciones de los ulamas.

Esta conjunción de religión y derecho es un poderoso aparato de control. La fe, bien cimentada por una prédica desde la niñez (en algunos países se lee el Corán a los niños desde la cuna) y cinco oraciones diarias, es la base de la ética y el derecho y, en los períodos más brillantes se unifica con el poder del estado. Por otra parte se desarrollan en diferentes regiones escuelas e interpretaciones distintas.

 

En cuanto al ejército, un fenómeno del califato Abassida que es recurrente en muchos otros gobiernos, es que los jefes del ejército estatal (muchas veces reclutados entre extranjeros y esclavos) van tomando poder y el califa (o el sultán en los gobiernos posteriores)  llega a ser un títere de los jefes militares.

Hacia el final del siglo XV se derrumba el último reino musulmán en España. El norte de África está fragmentado en varios reinos y surgen los dos grandes estados que perduran hasta nuestro siglo:  el imperio Turco y el reino de Persia. Estos corresponden a la principal división religiosa en el Islam: los suníes y los shiíes que data de divergencias acerca de la legitimidad de los primeros califas. El Islam se sigue expandiendo en todo el norte de África, Pakistán, India Malaisia e Indonesia sobre una población total actual de más de mil millones.

Lo notable de el sistema de control del Islam es una combinación estrecha del poder  militar, religioso y jurídico. Ser defensor de la justicia, tener la victoria militar y estar inspirado por Dios se presentan como aspectos de la misma justificación del poder. La riqueza es más una consecuencia de este poder que una causa del mismo.

 

Por otra parte hubo movimientos de renovación. Aparte de un renacimiento de la filosofía griega con la traducción de numerosas obras e intentos de conciliar la filosofía de Aristóteles con el Islam (Averroes (1126 a 1198) ), hubo un amplio movimiento místico, el sufismo nacido en el siglo VII como reacción frente a la mundanería de los Omeyas, pasó de actitud de pensadores ascéticos aislados a la organización en cofradías con practicas de concentración y acceso a estados mentales de iluminación pero también se popularizó en adoración de santos, mezcla de creencias anteriores al Islam y hechicería. En la India predicó la igualdad de todos los humanos contra el sistema de castas.

La educación se extendió en muchos países a una enseñanza primaria en escuelas populares (kuttabs) donde se leía el Corán y se enseñaba a escribir y aritmética elemental tomada de los hindúes. Se crearon universidades (madrasah) en El Cairo, Baghdad, Códoba y otras ciudades donde se enseñaba lógica, literatura, interpretación y comentarios del Corán y teología. Pero no había paso a ellas desde las escuelas elementales y no había crítica de los postulados religiosos del sistema. La información sobre otros países era notable debido a obras como la del gran historiador Ibn Jaldún (1032 a 1406) que escribió el Muquadimah (Introduction to History [Ed.1958]) y la del viajero Ibn Battuta (1307 a 1384) que en su asombroso Rihla (Traducción: A través del Islam [Ed.1981]) relata sus viajes desde África a China describiendo las costumbres, datos geográficos y socioeconómicos de los pueblos.

Hubo un importante desarrollo científico en Matemáticas, Astronomía, Química, Física y Medicina tomados de los griegos, hindúes y persas (ver, por ejemplo A.Mieli y D. Pap [1952])

 

El intenso comercio, basado en la unificación de regiones diferentes y la práctica religiosa de los viajes a La Meca crearon una clase de comerciantes y un desarrollo industrial que pudo haber producido algo semejante al capitalismo. El proceso se detuvo en el siglo XI con la invasión de los turcos selyucidas. Muchos territorios se fraccionaron en estados independientes y se instauró con fuerza la costumbre de que los gobernadores locales y sus ejércitos se mantuvieran de los impuestos e ingresos locales. Por otra parte se reforzaron las cofradías religiosas que en principio eran organizaciones de beneficencia pero luego se convirtieron en un poder parasitario que añadió cargas impositivas a los comerciantes y productores. Estos a diferencia de lo sucedido en la Europa del siglo XVI y XVII no lograron desarrollar una ideología y un poder contra el clero y los militares y el comercio entró en decadencia. Ver Holt y otros [1980]. La invasión de los Mongoles al Irán y la Mesopotamia en , donde destruyeron el sistema de riego dio un golpe fatal a una posible recuperación. Esta situación fue agravada por la división de Islam entre el Imperio Turco suní y el de la Persia shiita definida alrededor de 1515 por Shah Ismail. Aunque ambos imperios tuvieron sus momentos de auge la dictadura clerical militar impidió un desarrollo productivo con libertad intelectual y económica.

 

Actualmente los países islámicos, con tal sistema militar, religioso y jurídico y una economía basada en una sociedad agraria y comercial y una industria artesanal afrontan la penetración del industrialismo europeo, lo cual desde hace 50 años ha dado origen a complejos movimientos sociales: occidentalización forzada en Turquía, refuerzo de la tradición (wahabismo en Arabia Saudita), socialismo musulmán en Argel, Irak y Libia, gobierno con fuerte poder del clero fundamentalista shihíta en Irán. Algunos de estos países (Arabia Saudita, Libia, Argelia, Irak, Emiratos Árabes, Irán, Nigeria) , han tenido un renacimiento económico basado en la explotación petrolera que proporciona a sus gobiernos una enorme disponibilidad de recursos monetarios sin necesidad de mucho trabajo interno. Esto ha sido utilizado para elevar el nivel de vida de la población y acumular riquezas en los gobernantes en sistemas populistas rentistas (ver S.Mackey [1991)] para una descripción muy vívida de Arabia Saudita). Pero esta economía parasitaria de reparto no ha permitido una modernización auténtica del aparato productivo. Ver Gelb [1988], Auty [1990] y Karl [1997]. Por otro lado han emigrado musulmanes en busca de trabajo a los países europeos donde la discriminación y la prédica de religiosos venidos del Islam los ha llevado a adoptar ideas religiosas fundamentalistas Kepel [1999]. La creación del estado de Israel (1948) con la penetración de judíos en Palestina ha provocado un conflicto crónico de represión militar y terrorismo. Este último, con ayuda de varios países fundamentalistas petroleros, se ha propagado a todo el mundo dando lugar, sobre todo en Europa, EEUU, Rusia e India a una opinión muy negativa del Islam. Para una apreciación occidental más balanceada ver M.S.Gordon [1991].

 

Como en todas las culturas, el Islam señala modos de vivir pero también establece limitaciones. Piénsese en la restricción de los derechos de las mujeres, la limitación a una ortodoxia teológica única, la monopolización de la comunicación con la divinidad a lo establecido por la jerarquía religiosa, eliminación del teatro, la escultura y la pintura. Por lo tanto la diversidad humana se expresa por disidencias. Mencionamos de paso una de ellas: el sufismo (ver un resumen en J. Chevalier [1984]). Es un movimiento místico y poético que acepta el Corán pero lo reinterpreta y promueve una comunicación individual y directa con Dios. Son significativas las etimologías dadas a esta palabra:  suf ,lana, por vestir sus maestros un basto atuendo de lana, típico de los pobre; safua, pureza y sofía, sabiduría en griego. Abandono de riquezas materiales, purificación y conocimiento son un buen resumen del sufismo. Al faltar el puente humano con Dios como en el cristianismo es el ser humano el que debe elevarse a la visión (mushahadah) de la divinidad por una práctica ascética y una iluminación que llega por la oración y el amor a Dios, aunque es éste quien en definitiva concede o no esta gracia al que se ha purificado (a diferencia de las religiones de la India para las cuales el purificado llega necesariamente a Dios). Abú Dharr Ghifari, predicó los principios básicos criticó la codicia e hipocresía de los ricos y gobernantes. Rabí’a (721 a 801) mística y admirable poetisa, ex cortesana, es uno de los pocos casos de mujer importante en la cultura islámica. En Ibn Arabi (1165 a 1240) se unen la poesía, la metafísica y el misticismo. La poesía llega a su máximo con Rumi. Cada maestro sufista da interpretaciones del libro sagrado fuera de la ortodoxia. Muchos suponen un dios amoroso y la salvación universal (hasta Satán es perdonado).

 

Pero a diferencia con la cultura budista, los sufíes no tuvieron influencia sobre el gobierno y fueron perseguidos duramente por la ortodoxia clerical. Que hubo disidencias más fuertes nos lo muestra el gran matemático, poeta y filósofo materialista Omar Kayyam  (1048 a 1123) con sus famosos Rubaiyat.

 

3.9 India. El control por la religión

 

La India es una cultura viviente, más que un país es un continente con cientos de religiones e idiomas, con universidades altamente sofisticadas y modernas, cientos de millones de personas en pobreza extrema,  donde se reportan milagros hechos por gurúes, algunos de estos individuales y mendicantes, casi indistinguibles de pordioseros, otros creadores de organizaciones religiosas o benéficas (universidades, hospitales, refugios, hoteles) que manejan millones de dólares, un gobierno que desarrolla armas atómicas y grandes proyectos económicos, donde creencias como la reencarnación y el karma son compartidas por analfabetos, santos, profesores universitarios, científicos, técnicos avanzados y políticos. Con una tradición religiosa y filosófica inmensa, donde las ideas sociales más avanzadas y racionales coexisten con un increíble y absurdo sistema de castas justificado (pero también criticado) por una filosofía variada y profunda que ha ganado adeptos en todo el mundo y donde el peso y testimonio de una historia milenaria aparece en todas partes. Para tratar de captar la unidad cultural en esta enorme diversidad damos un resumen muy abreviado de su historia que el lector interesado puede completar y tal vez rectificar consultando la numerosa bibliografía.

 

Culturas del Indo. En 1921 se exploran ruinas de Harappa (cerca de Sahiwal, en el Panhab, Pakistán), unos 5Km de construcciones de ladrillo de  -3500. Restos de construcciones tal vez de trabajadores con muchas comodidades, cerca de ellas hay depósitos de grano. Una ciudadela junto al río Ravi era tal vez centro político y religioso. La orientación de las casas es N a S y su distribución es regular.

Mohenjo Daro explorada desde 1922, cerca de Larkana, Pakistán , junto al Indo tiene una edad y estructura semejante con barreras de protección contra inundaciones de las crecidas del Indo. Tenían trigo, cebada, guisantes, sésamo, algodón, tal vez arroz, búfalos y aves domésticos, herramientas de bronce. La escritura, conservada en sellos de arcilla (tal vez escribían sobre hojas de palma que se han perdido) no ha sido descifrada. Hay en sellos imágenes de una figura con astas, rodeado de animales (rinoceronte, búfalos tigre, elefante) posiblemente objeto de culto. Se suponen relaciones con Mesopotamia (se han hallado sellos del Indo en Ur y Tell Asmar) y hay objetos que indican comercio ultramarino.

Excavaciones en otros sitios revelan una extensión de esta cultura sobre 1600 Km desde Simla en el NE hasta Sutkagen Dor 480 Km al O de Karachi, lo cual sugiere una posible unificación imperial. En Mohenjo Daro hay signos de destrucción bélica. Pero es muy probable que esta cultura haya tenido gran influencia sobre los invasores posteriores.

Invasión de los Arios Védicos. Invasores nómades de lenguaje indoeuropeo aparecen  en 1400 desde el NO. Hay comunicaciones con los Hititas y Persas. No fundaban ciudades. De ellos sabemos por los himnos védicos, de transmisión oral, escritos en una época posterior. Conquistaron el Panhab (tierra de los 5 ríos que convergen en el Indo) ayudados de su superior capacidad bélica (arcos templados, armas de bronce , carros de combate arrastrados por caballos). Llaman a los sometidos dasa (luego significó esclavos). Se los llama “oscuros de piel” o “sin nariz” y “adoradores del falo”, habitantes de ciudades amuralladas. Probablemente son restos de la cultura del Indo en disolución. Al principal dios ario Indra se lo llama “destructor de ciudades”. Los arios de piel blanca se preocuparon de mantener su pureza racial. Se mantuvieron seminómadas y ganaderos. Con el tiempo hubo mezclas y elementos de las culturas y religiones prearias entraron a la cultura aria. Asimilaron de los conquistados los cultivos de la cebada y el arroz y establecieron ciudades. En los textos sobre la conquista (Mahabharata (Vyasa [-400])  y Ramayana  Valmiki [-300]), semejantes a los cantos homéricos) se distingue una aristocracia guerrera con un rey sacerdotes y varios jefes militares. Los arios eran guerreros, jugadores de dados (recordar el juego de Yudhishtira en el Mahabharata 2,11) e inclinados a los placeres de la vida. Los dioses tienen análogos en el panteón grecorromano y se reconocen esencias y fuerzas naturales.

La conquista se expande hacia el este hacia la cuenca del Ganges. Hay tradición, en el Mahabharata de la batalla decisiva, alrededor del 900, entre los Pandava que vienen del norte (tal vez una nueva ola centroasiática) y los Kaurava que son eliminados.

Es una época de inseguridad, conmociones y fuerte explotación de los campesinos por los guerreros y sacerdotes.

Se va afianzando el sistema clásico de las cuatro castas: brahmanes (sacerdotes); chatriyas (guerreros); vaisya (campesinos, comerciantes) y sudras (no arios, artesanos, trabajadores manuales). Los esclavos (dasa) nunca fueron numerosos y no desempeñaron un papel económico importante. El deber de los vaisya y sudra es mantener con su trabajo a las castas superiores. En la religión adquieren gran importancia los sacrificios y purificaciones, cuyo complicado ritual es monopolio de la casta brahmánica.

El Atharvaveda contiene prácticas mágicas procedentes en parte de tradiciones dravídicas pre-arias. Lo mismo pueden ser las ideas de la reencarnación y los métodos de conseguir el éxtasis con prácticas mentales y drogas. Los Upanishads (-700) tratados fundamentales de la filosofía hindú, contienen las doctrinas de las reencarnaciones y su superación en la unión del alma individual (atman) con la divinidad (Brahman). Se complementa con la doctrina del karma: lo que uno hace en la encarnación actual influye en su destino en la próxima. Si actúa bien y cumple los deberes de su casta puede subir de casta en la próxima reencarnación. La tesis del karma explica, y por ello justifica, todas las injusticias y desigualdades de la vida, que otras culturas atribuyen al azar, a las decisiones de los dioses o al uso de la fuerza. Si bien la tesis incita a los humanos a proceder bien para evitar futuras desdichas, la idea de que hay un plazo infinito para compensarlas atenúa la urgencia que exigen otras religiones para un comportamiento moral en esta vida. Socialmente la tesis de la reencarnación y el karma facilita una estabilidad social ante la desigualdad social y económica que ha durado hasta hoy. Se ha supuesto que es una idea de origen dravídico (T. Ling [1968])  En esencia los Upanishads prescriben la salvación por el conocimiento que se logra con el ascetismo, la enseñanza de los maestros maestros y lleva a la fusión con la divinidad.

Budismo y Jainismo. A las doctrinas de las castas se oponen la ideas de Sidarta Gautama Buda (-563 a -583) y de Mahavira (¿ a -447)

 

Esta reacción tuvo lugar en la zona del Ganges, aún lejos del dominio ario en los siglos –VI y –V  donde había varios reinos de familias nobles y donde se impusieron los estados absolutistas de Magadha y Kosala. En uno de los reinos el de los sakya nació el príncipe Gautama Budha. Es conocida su historia de como, al salir de su palacio y ver las desdichas humanas: miseria, enfermedad, muerte, vio la vanidad de la vida y decidió abandonar su palacio y su  familia para retirarse a meditar, como han hecho en la India muchos ascetas. A los siete años de meditación tuvo su iluminación en Benarés: la vida es sufrimiento. Nacimiento, vejez enfermedad, muerte, deseos insatisfechos, son sufrimientos. Su causa es la sed de vivir, los placeres momentáneos, deseo de éxito, de dominio, de destrucción que llevan a la reencarnación y la persistencia del sufrimiento. A esto se opone en camino de las ocho vías que nos enseña a no aferrarnos a las cosas: la opinión, el pensamiento, la palabra, la acción, la dádiva, el esfuerzo, la vigilancia y la acumulación deben ser justas, racionales y moderadas. No cree en un alma humana separada: la reencarnación es una transformación en animal, ser infernal o dios. La solución es aprovechar la vida humana para eliminar el deseo y alcanzar el nirvana (beatitud o dispersión) que pone fin a las sufrientes transformaciones. Budha rechaza la división en castas y otras muchas prescripciones brahmánicas. Tuvo muchos discípulos y Bimbisara, rey de Magadha se convirtió a su prédica. En el aspecto político el budismo se usó contra el poder de los brahmanes en especial por los chatriyas, pero no fue una liberación real para los oprimidos ya que el sufrimiento es  propio de la vida y no responsabilidad de los reyes. Sus discípulos esparcieron su doctrina por todo el continente indio. Aunque decayó después del siglo V, se propagó a Ceylán, sudeste de Asia, Tibet, China, Mongolia y Japón siendo objeto de muchas transformaciones. Actualmente se ha esparcido por todo el mundo, sea en su forma Zen,  de Nichiren Daishonin u otras formas. Su manera profunda de enfocar y tratar los problemas humanos personales le ha dado al budismo un valor universal que debe ser tenido en cuenta en todo mundo futuro. Ver Digha Nikaya traducción C. Dragonetti [1977].  Las actuales naciones o regiones de Shri Lanka (Ceylán), Thailandia, Laos, Cambodgia, Mongolia, Myanmar (Birmania), Vietnam, Tibet, tienen mayorías budistas y constituyen una de las culturas actuales.

 

El jainismo de Mahavira también predica la eliminación de deseos y la bondad en el trato con humanos y animales (ahimsa) para la liberación del ciclo de las reencarnaciones (samsara), pero admite un alma humana eterna que por ese camino llega a la bienaventuranza. No admite la existencia de un dios separado del alma humana. No se transformó en religión universal pero tuvo mucha influencia en otras religiones y filosofías.

 

Conquista de los Persas y de Alejandro. El imperio Maurya.

 

Los persas con la conquistas de Ciro II  (-559 a -529) llegaron hasta el Indo e influyeron en el comercio y la administración india. En la región de Magadha en el siglo –IV sólo tenemos datos fragmentarios de la fundación de Pataliputra y luego de la dinastía Nanda, datos todos provenientes de sus enemigos. Tal vez sus fundadores fueron de castas inferiores.

En el –327 Alejandro, después de conquistar el Imperio Persa, sale de Bactria con un ejército de 30000 sodados (griegos y aliados indios del rey de Taxila). Derrota al rey Poro, conservándolo en el poder como reino vasallo. Avanza hasta el río Bias y sueña con llegar al Ganges y al mar, del que tiene noticia y supone el límite del mundo. Sus soldados se niegan a seguirlo y debe volver a Babilonia en una agotadora marcha muriendo en el –323 en Babilonia.

En el norte de Magadha un rey, Chandragupta Maurya, expulsa la dinastía Nanda y establece su capital en Pataliputra (actual Patna) junto al Ganges. Es el origen del gran imperio Maurya. Se extendió desde el Mar de Arabia al Golfo de Bengala y desde el Himalaya a la cordillera Vindhya en el Sur (un millón de kilómetros cuadrados). Conocemos detalles por la visita del griego Megástenes, enviado de Seleuco. El rey es el dueño de la tierra y cobra arrendamientos.

 

En la formación de este imperio surgen los principios políticos y administrativos atribuidos a un ministro de Chandragupta, el famoso Chanakya o Kautiya, aunque se piensa que por lo menos una parte de ellos fueron escritos siglos después.

En estos principios (colectados en el Artha Sastra: manual del provecho) se establece que el rey recibe su poder de la divinidad (aunque el mismo no es un dios). Es deber esencial del monarca ampliar el estado mediante la guerra y aumentar la riqueza. La guerra, las alianzas, las traiciones oportunas y la astucia diplomática son los medios aconsejados. La paz interna se consigue con castigos ejemplares, "el gobierno es el arte del castigo" es uno de sus principios. Se establecen policías, espías secretos del gobierno y reglamentos para las profesiones. La prisión, mutilación y torturas son recursos usuales. La captación de resentidos sociales para realizar venganzas y eliminación de rivales, la insinuación de rebelión a ministros y gobernantes locales por enviados del rey para descubrir posibles conspiraciones, son prácticas recomendadas Se aconseja enviar espías a lugares públicos a hablar contra el gobierno, otros a  refutarlos y registrar la reacción de la gente. Los recursos económicos se extraen por los impuestos regulares (un 20% de la producción) las exacciones, las confiscaciones de bienes robados, la explotación de haciendas y talleres del monarca y hasta la organización de religiones nuevas para conseguir limosnas y donaciones. El conjunto de principios de Chanakya es maquiavélico (y esto es poco decir) y autoritario y recuerda a los legalistas chinos. Su gran valor social, como el de Maquiavelo, es que revela francamente las estafas y mentiras y crímenes a que puede acudir la sociedad jerárquica. Aparte de esto hay medidas de administración, redacción de documentos, urbanización, organización del ejército, contabilidad y creación de instituciones para socorrer a los pobres y dar trabajo a los desocupados.Es notable su enumeración de los salarios anuales pagados por el gobierno que revelan el aprecio relativo por los oficios, desde rey: 48000, sus familiares inmediatos, y descendiendo, desde recaudadores de impuestos, ministros, presidentes de gremios, inspectores de elefantes, de caballos, de carros de guerra, jueces, militares, soldados, actores, artesanos, vigilantes, hasta criados: 62. Los profesores y sabios tienen 500 a 1000. Entre los espías, los disfrazados de monjes o ascetas: 1000, los asesinos, envenenadores y monjas mendigas espías: 500. Asoka, nieto de Chandragupta (-268 al –230) extiende el imperio hasta cerca de la actual Banglore en el Sur y hasta Ghandara ( actual Pakistán) en el Oeste. Después de la sangrienta conquista del reino de Kalinga en la costa de Bengala al sur del río Godavari, Asoka se convierte al Budismo y predica la ley moral. Puede haber influido también el hecho de que los budistas se oponían a la poderosa casta brahmánica. Envía a su hermano a Ceylán donde establece el budismo. Se organizó la división en virreinatos, la recaudación de impuestos, la justicia y las inspecciones. Las excesivas donaciones a los budistas, obras caritativas y la gran burocracia opresiva agotaron el tesoro y provocaron la reacción de los brahmanes. Hubo sublevaciones y después de su muerte (-230) poco después de ser depuesto por su nieto y el ministro de finanzas, el imperio se desmembró. En la memoria de los hindúes se recuerda como una época de oro.

El reino se dividió entre sucesores con escaso poder, reinos independizados y usurpadores y cae en el –180.

Un general de los Maurya se impuso fundando una dinastía brahmánica, los Sunga, que duró 112 años. No logró reconstruir el imperio de Asoka y se vio atacado por los reyes del reino indogriego de Bactria (a sur de actual Afganistán y norte de Pakistán) que llegaron hasta Pataliputra. A su vez fueron conquistados por los Sakas en –75 y luego por los partos que habían destruido el poder griego en Irán y resucitado la cultura persa.

En el año 170 entraron los nómades Yüe Chi, expulsados de Asia Central por los nómades Hiung-Nu rechazados de China.  Fundaron el poderoso reino Kushan, estableciendo su capital en Taxila, antigua ciudad en el alto Indo cerca de Rawalpindi. Este reino abarcaba los actuales Afganistán, Kirgisistán,Tayikistán, centro y norte de Pakistán y el alto valle del Ganges, siendo clave en las rutas comerciales entre China, Partia y Roma. El gran rey Kaniska trasladó la capital a Purusapura (actual Peshawar)  donde florecieron la escultura y la arquitectura. El comercio, los viajes y la tolerancia religiosa permitieron el paso del budismo Mahayana a Tibet y China.

 

En el budismo Mahayana se abandona la idea original de la salvación estrictamente individual y se declara que un espíritu avanzados (bodhisattva) puede postergar su acceso al nirvana y aliviar de karma a los creyentes. Esto, además de introducir adoración a individuos superiores, se unió a una metafísica desarrollada, entre otros , por Nagarjuna (200) que niega la realidad del mundo visible como ilusión (Maya) negando el no ser y el ser y el pecado o el mérito asociados a ellos. Ambos deben ser superados por el conocimiento. Otro gran filósofo del Mahayana fue Asanta (s. IV) para el cual todas las apariencias subjetivas y fenómenos del mundo exterior proceden de una acumulación de apariencias recorridas en las reencarnaciones pasadas y no tienen base real. El Mahayana tuvo otros desarrollos filosóficos en China y Japón. En su aspecto popular el Mahayana se llenó de imágenes de budas y bodhisattvas adoradas en templos dando lugar a un arte original. Los Sasánidas de Persia se apoderaron de gran parte del reino Kushan a mediados del   siglo IV.

Un nuevo movimiento unificador desde Magadha (cuenca superior del Ganges)  funda la nueva dinastía Gupta (320 al 535) . El reino llegó a su esplendor bajo Samudragupta y su hijo Chandragupta II (380) extendiéndose desde el Indo a Bengala y del Himalaya al río Narmada. El gran poeta Kalidasha, autor de la famosa obra teatral Sakuntalá es de esta época. Hubo otros grandes poetas y se difundieron, tal vez modificados los antiguos libros de administración Artha Sastra y el libro sobre el amor: Kamasutra. La visita del budista chino Fa-hsien dejó muchos datos sobre este reino. El matemático Aryabata, que introduce el cero y el infinito y las operaciones, con esos símbolos considerados como números, da origen a la original e importante Matemática hindú que llegó a Europa en el siglo XIII a través de los árabes. Los negativos y sus operaciones son definidos por Brahmagupta en el 630.

El reino decayó desde el 470 con la invasión de los hunos Heptalitas que fueron expulsados en el 527.

La India del  norte vuelve a fragmentarse. En el 630  surge una nueva unificación con el el rey Harsa que estableció su capital en Kanauj en el curso medio del Ganges y que se pudo extender hasta el río Narmada en el sur y desde el golfo de Bengala a la península de Kathiyavar en el mar arábico. Harsa, favoreció las religiones, en especial al budismo y es famoso por sus obras caritativas. Es conocido por los escritos del peregrino budista chino Hsüan-tsang que llegó a la India para discutir y aclarar con los doctos las ideas del budismo. En el oeste se desarrolló el reino de Gurhara que luchó con los musulmanes que ocuparon el Sind (Pakistán sur) y tomó Kanauj en 712. Estas y otras luchas, en especial con los reinos de los clanes rajput, debilitaron los reinos del NO, lo cual facilitó la entrada de los musulmanes. En toda esta época (siglos VI a VIII) hay una reacción del brahmanismo y declinación del budismo que es paralela a la declinación de los grandes imperios que lo apoyaron.

Entretanto en el sur del río Narmada se conservó mucho más la herencia dravídica en tradiciones, lenguajes( tamil, telugu, kanada ) y religiones (budismo y cultos fervorosos y místicos de Shiva y Visnú). La zona se caracterizó por gran variedad religiosa y aparición de santos y gurúes (esto se mantiene hoy). Hubo además un intenso comercio marítimo con oriente y occidente. En el comercio con Roma exportaban especias, perfumes, maderas nobles piedras preciosas, azúcar, algodón. Se importaban instrumentos musicales, cristal, metales, y monedas de oro lo que indica una balanza comercial positiva.

Las dinastías de Andhra  en la costa de Bengala establecieron una universidad budista en que enseño Nagarjuna que desarrolló una filosofía del budismo Mahayana que hemos comentado.

Los reinos de Kalinga (s. X a XIV) y Chola (s. I a XIV) estaban en el golfo de Bengala, Rastrakuta (755 a 975) y Kerala en el Mar Arábico, Pandya en el extremo sur.

 

En Ceylán conocemos poco de la población primitiva. La isla fue ocupada alrededor del siglo –VI por un ejército del rey Vijaya de lengua indoaria. Asoka envió a un hermano Mahendra que introdujo el budismo más antiguo el Hinayana que se quedó hasta hoy. De esto procede el canón pali (ver Dragonetti [1977]) que contiene la versión más antigua de las doctrinas budistas. En éste se dan las reglas para alcanzar el nirvana. Se comenta la red de errores en las diferentes teorías de los Brahmanes y Samanes, provocados por el deseo, la sensación, el sufrimiento en que se sumen sus investigaciones. Luego pasa a examinar las actitudes requeridas en la vida cotidiana y las cuatro etapas de la meditación: desapego, alegría, indiferencia atenta, fin del sufrimiento. Esto lleva al conocimiento intuitivo y a los poderes mágicos y recuerdo de todas las vidas, aunque al parecer, estos logros no valen por sí mismos; se los alcanza para superarlos. Se declara luego la irrelevancia de las castas, que se superan en la valoración de cada individuo por la sabiduría y conducta moral que son virtudes inseparables (abandonando como no importante los otros dos valores brahmánicos: pureza de nacimiento y conocimiento de los vedas). Se rechazan los sacrificios de animales, práctica brahmánica usual.

En Kerala vivió, alrededor del 810, Sankara, uno de los máximos filósofos de la India de la escuela Advaita (negación de la dualidad). Sostuvo que lo que percibe no puede ser percibido (el ojo no se ve a sí mismo), y que lo falso o aparente no es existente (como se ve al descubrir que es apariencia) ni es no-existente, pues se percibe.  El mundo material que percibimos es falso o ilusión (maya) en este sentido. Lo verdadero es la identificación del yo individual con la verdad (Dios, en la representación de Shiva o Visnú). Para Ramanuja (s. IX) el mundo material existe es una manifestación de Dios.

 

Invasiones islámicas e imperio mongol.

 

Los ataques islámicos importantes comienzan con la instauración de los sultanes de Gazna (1000 a 1180) que atacaron y saquearon muchas veces el NO de India fundando un imperio en la zona del Indo que fue destruido por los turcos seyúcidas y una dinastía Ghur. En 1206 hay una nueva invasión islámica que funda el Sultanato de Delhi, un despotismo teocrático militar basado en impuestos a  los campesinos y al comercio con el Islam y el Mediterráneo a través de Egipto (textiles, vestidos, tapices) floreciente a pesar de impuestos de 50%. Se extendió a todo el norte de la India hasta el río Narmada en el sur donde el imperio hindú de Vihayanagar y un sultanato islámico de la costa de Bengala le opusieron resistencia. Las relaciones con los no islámicos fueron de exclusión y explotación aunque se toleró su culto a cambio de la jizya, impuesto a los no musulmanes y hacia los últimos años se organizó la sharia, sistema legal basado en el Corán. En 1398 Timur (Tamerlán) el poderoso y sanguinario jefe mongol convertido al islamismo atacó al sultanato que entró en decadencia con un postrer renacimiento en el reinado de Siskandar Lodi (1489 a 1517) cayendo en 1526 bajo el dominio mongol.

En 1498 los portugueses llegaron a Calicut en Kerala y se establecieron en Goa más al norte para expandir luego su comercio a Ceylán, Malaca y el SE de Asia.

En 1526 Babur descendiente de Gengis Khan y de Timur entró en la india desde Samarcanda y derrotó al Sultán de Delhi en Panipat y a los jefes rajput. Su hijo Humayun sometió al reino de Gujarat en el Mar de Arabia. El emperador de más fama fue Akbar (1556 a 1605). Tuvo una esposa hindú y admitió a los hindúes en cargos públicos. Permitió la entrada de jesuitas y parsis (fieles de la religión persa de Zoroastro perseguidos por los musulmanes en Irán). Protegió las artes e intentó realizar una religión de culto al Sol. Expandió su imperio hasta el río Godavari donde encontró la resistencia del impero hindú de Vijayanagar.

Un sucesor Sha Jahan expandió el imperio hacia el sur y es famoso por sus construcciones, entre ellas el Taj Mahal, una de las obras más apreciadas de la arquitectura mundial. Le desplazó y sucedió su hijo Aurangzeb (1658 a 1707), que trató de imponer el Islam, restauró la jizya, no permitió funcionarios hindúes y prohibió construir nuevos templos. Esto produjo resistencia y levantamientos de los Sikhs (secta hindú del siglo XV con elementos islámicos) y los insometibles rajputas. También persiguió a los musulmanes shiitas y sufíes. Aunque llegó a conquistar o someter a tributarios a todos los reinos de la India sus decretos impositivos no siempre se cumplían, hubo continuas rebeliones y su imperio decayó rápidamente después de su muerte. Declaró a uno de sus hijos poco antes de morir: “no sé nada acerca de mí ... El instante que pasé en el poder sólo ha dejado dolor tras de mí. No he sido el guardián ni el protector del imperio”.

 

Por otra parte el Islam rechazó el sistema de castas para los convertidos aunque la mayoría de la población hindú lo había transformado desde las 4 castas primitivas por sucesivas divisiones. Para fines del siglo XVIII había unas 200 castas divididas en cerca de 2000 subcastas jerarquizadas. Ver Mousnier [1969]. La gran cantidad de conversos al islamismo y apoyo al gobierno islámico puede haberse debido en parte a los disconformes con el sistema de castas.

Una reacción contra el islamismo fue la formación del reino hindú Marathi a partir de los pueblos montañeses al sur de la actual Bombay que se independizó de los mongoles en 1680 ocupando pronto una extensión desde el Sind al golfo de Bengala dividiendo así al imperio mongol. Hicieron tributarios a varios estados del sur y de muchos obtuvieron pagos ante amenazas de invasión.

La colonización

Entretanto, desde 1600 compañías comerciales inglesas y holandesas se establecían en la India en competencia con las árabes y portuguesas.

Surgieron además reinos musulmanes independientes en Hyderahad en el centro del Dekán, Oudh, en el Ganges superior, rajputs y sikhs, mientras en la decadente dinastía mongol, diversas facciones trataban de dominar al emperador y muchos reinos buscaban apoyo en la Compañia de las Indias Orientales inglesa que se había establecido en 1600 y reorganizado en 1707 como Compañía Unida de Mercaderes de Inglaterra Comerciantes con el Este. Franceses y holandeses establecieron compañías análogas.

Los conflictos entre los nawab (reyes) de Bengala y la Compañía se debieron a que aquellos no respetaban las concesiones que el emperador había hecho a los ingleses pues algunas como la exención de impuestos de peaje interno, perjudicaba a los reyes locales y comerciantes hindúes que sí debían pagar. El derecho de acuñar moneda dado a la Compañía le daba poder económico. Otro punto de roce eran los pleitos entre hindúes e ingleses que eran juzgados en formas contradictorias. La Compañía construyó fuertes, encarceló hindúes y contrató soldados europeos e hindúes. Pero no fue expulsada pues los funcionarios recibían sobornos y regalos de la Compañía. En 1757 el nawab de Bengala ocupó las factorías de la Compañía, en particular la de Calcuta. Fuerzas de la Compañía, al mando de Clive, que se había hecho famoso en su lucha contra la Compañía Francesa, tomaron Calcuta. Se nombró un nuevo nawab, obediente a la Compañía. Pero este no pudo gobernar a gusto de aquella y fue relevado. Pero el nuevo nawab volvió a ponerse contra los ingleses y buscó aliados pero fue derrotado en Baksar (1764) por un nuevo ejército de la Compañía. Esta obligó al emperador a entregarle el cobro de impuestos en Bengala. De 1757 a 1785 continuaron las medidas que aumentaron el poder de la Compañía y los beneficios y corrupción de sus empleados. En 1786 el nuevo gobernador de la Compañía puso todos los cargos de gobierno importantes en manos de ingleses y creó tribunales a la manera inglesa en las ciudades donde tenía concesiones. Comenzó la lucha con otros reinos: Marathi, Mysore, Carnático. En 1798 el gobernador de la Compañía, Lord Wellesley, declaró todo el territorio bajo la protección británica con la excusa de protegerla de los franceses con los cuales estaban en guerra en Europa. Tomaron militarmente la llanura del Ganges, el territorio de los Marathi, el Sind y el Panhab. En esta lucha utilizaron mayormente tropas hindúes y usaron principalmente la artillería, poco utilizada por los reinos indios.

En 1858, circuló la noticia que entre los soldados hindúes de la Compañía que las armas se lubricaban con grasa de vaca (animal sagrado para los hindúes) y de cerdo (abominación para los musulmanes que no debían ni tocarla). Por esta razón y, seguramente, por todas las humillaciones, discriminaciones y resentimientos acumulados, estalló y se propagó una gran rebelión entre las tropas hindúes y musulmanas (cipayos) que fue difícilmente vencida y sangrientamente reprimida. El gobierno inglés suspendió las actividades políticas y militares de la Compañía (fue disuelta en 1873) y constituyó un gobierno colonial que duraría hasta 1947.

 

Hasta ese momento la India, dividida en reinos y de casi imposible unificación, dividida internamente por el sistema de castas, y con la dominación religiosa (mas que militar o administrativa) no había desarrollado una conciencia nacional. Si los invasores se ponían intolerantes estallaban revoluciones con el mismo armamento que no podían ser sometidas. Pero ahora se vio que los ingleses, con un armamento muy suprior apoyado en su industria y una movilidad y comunicación garantizada por la escuadra más fuerte del mundo, no podían ser neutralizados. Se vio también que se apoyaban en una tecnología y ciencia que los hindúes no tenían y en su consideración mutua los invasores tenían costumbres sociales y legales de eficiencia e igualdad que, aunque no desconocidos teóricamente en la tradición india (educación universal, igualdad ante la ley, democracia representativa, servicios públicos) nunca se habían aplicado extensamente. Los hindúes y la minoría musulmana se vieron excluidos de su autogobierno por un sistema discriminatorio de una minoría que los despreciaba pero a la que había que reconocerle ciertos méritos. Los ingleses, una de cuyas justificaciones era que venían como civilizadores, y siguiendo las tesis de Macaulay, que proponía la completa anglificación del país, establecieron escuelas y universidades en las que pudieron entrar algunos hindúes esperando ser admitidos por los gobernantes. Allí comprobaron que eran totalmente capaces de captar las ideas de Smith y Mill y de llegar a la altura de sus profesores ingleses. Los graduados más brillantes comprobaron enseguida que no eran admitidos con los mismos derechos que los ingleses, lo cual, además de frustración les hizo ver la incongruencia de la doctrina liberal y la práctica imperialista. Banergea (1848-1929) se graduó en  Inglaterra pero no fué admitido en la administración de la India (1874). Publicó el periódico The Bengalee donde defendió la autonomía India dentro del Commonwealth. Fundó La Indian Asociation en 1883. Ranade brillante egresado de la Universidad de Bombay llegó a ser juez de la suprema corte de Bombay y luchó contra las discriminaciones sociales dentro del hinduismo buscando una ideología común en un hinduismo sin supersticiones (ver L. Bianco [1980]). Mientras tanto el gobierno inglés dejó en sus puestos a los príncipes, sin poder pero con derecho a una parte de los impuestos lo cual que les permitía vivir en la opulencia.

 

En 1885 se fundó el Partido del Congreso Nacional Indio, con la intención de lograr una movilización política de los hindúes y en 1906 la Liga Musulmana para defender los derechos de los mahometanos que temían quedar sin representación en un desarrollo político y una futura India independiente dominada por la mayoría hindú. En 1875 fundaron un College en Aligarh que en 1920 fue oficialmente reconocido como Universidad donde Sayyid Ahmad buscó integrar la ciencia moderna en el Islam.

En el sentido de la unidad religiosa predicó también el místico Ramakrishna (1897) uno de cuyos discípulos Vivekananda difundió en Occidente la filosofía Vedanta, una de las seis filosofías clásicas, basada en los Upanishads y el Baghavadgita. La advaita de Sankara es una de sus escuelas. Afirmó que, en el fondo, todas las religiones son verdaderas y buscan por diferentes caminos unir al individuo con Dios. En este mismo sentido predicó la Sociedad Teosófica, que intentó integrar todas las religiones del mundo con las ideas básicas de la India y fundó filiales en todos los países. La teósofa polaca Blavatsky fue la inspiradora. La inglesa Annie Besant, que llegó a ser presidenta del Partido del Congreso y abogó por la independencia de la India, y el americano Olkott escribieron libros, recorrieron el mundo dando conferencias y predicaron la pronta llegada de un gran maestro de la hermandad universal. Para eso prepararon al joven hindú Krishnamurti. Cuando llegó el momento de su iluminación en 1929 declaró que había que disolver la Sociedad y que cada individuo debería  buscar su verdad. De todos modos tuvo muchos seguidores. Todos estos movimientos dieron un gran prestigio al pensamiento indio en el mundo y aunque la Sociedad declinó mucho, numerosos grupos siguen hoy sus ideas fundamentales. El fracaso moral de la sociedad occidental en los totalitarismos y las guerras europeas ayudó la difusión de las ideas individualistas y espiritualistas orientales de India, China y Japón.

En el Congreso había un ala moderada representada por Gokhale (el gurú político de Gandhi) que colaboró con el Consejo Imperial y favoreció la modernización, una radical con Tilak que defendió muchas de las tradiciones sociales hindúes, como el matrimonio entre niños, que los ingleses trataban de erradicar. La partición de Bengala decretada en 1905 en dos provincias administrativas produjo gran descontento pues la conciencia regional y lingüistica era muy fuerte. Se recomendó el boycot a los productos ingleses y se difundió el término “svadesi” (de nuestro país) para aplicar a objetos, ideas, actitudes e instituciones. Aparecieron sociedades secretas y ocurrieron actos terroristas. Hubo una fuerte represión policial. El Congreso aprobó los boycot pero no el terrorismo y declaró que se lucharía legalmente por la autonomía dentro del Imperio. El gobierno inglés, ahora en manos de los liberales, dispuso unas reformas que daban más representación a los indios pero sin ningún poder. Los musulmanes pidieron y consiguieron figurar en listas separadas en las elecciones de los consejos para asegurarse representación. Este derecho fue exigido por los sikhs, los parias y comunidades religiosas, lo cual complicó todo y permitió al gobierno ingles hacer inefectivas las mejoras al favorecer las divisiones y eregirse en mediador.

 

En la primera guerra mundial la India apoyó a Inglaterra esperando más independencia por su colaboración. El gobierno promulgó en 1919 una nueva Constitución por 10 años. Pero otra vez las reformas fueron pobres, las decisiones de las asambleas elegidas por un electorado restringido podían ser vetadas por el virrey. Las atribuciones de las asambleas resultaron limitadas por los bajos presupuestos a la enseñanza y sanidad que quedaron en manos de los hindúes.

La lucha desde 1918 está dominada por un personaje extraordinario: Mohandas Gandhi, llamado luego Mahatma (alma grande).

Hijo de una familia de comerciantes y funcionarios de Porbandar (en Gujarat) estudió leyes en Bombay luego se graduó de abogado en Inglaterra. Allí, por sus norma de no comer carne, entró en contacto con los vegetarianos y humanitarios en cuya Sociedad estaban Annie Besant, y Bernard Shaw. En ese ambiente leyó el Bhagavatgita, y la Biblia uniendo las ideas evangélicas al ahimsa (no violencia con los seres vivos) de su educación Visnuísta y Jainista. Al regresar no consiguió trabajo y aceptó en 1893 un puesto de asesor jurídico en una empresa india en Sudáfrica. En un viaje en tren de Durban a Pretoria fue objeto de varias ofensas, discriminaciones raciales y golpes y descubrió que no se ponía agresivo pero que no podía aceptar las discriminaciones e injusticias ni renunciar a su dignidad humana. Comenzó una lucha contra la segregación racial, primero individual pero que se propagó en la comunidad de inmigrantes hindúes, fundó una sociedad de inmigrantes y denunció la discriminación en artículos que se publicaron en el Times de Londres y en Calcuta. Como abogado asistió legalmente a los hidúes. Viajó a la India a buscar su familia y al volver a Durban fue asaltado y casi linchado por una horda de blancos, pero a pesar de que el secretario de colonias Lord Chamberlain ordenó al gobierno de Durban a procesar a los agresores, Gandhi se negó a presentar acusaciones. En esa época leyó a Tolstoi, Thoreau y Ruskin reforzándose en su ideología y práctica de respeto a los derechos humanos y la acción política pacífica pero firme, que integró con sus ideas religiosas. También de esta época es el pequeño texto Hind Swaraj (Indian Home Rule) en que fija su política de rechazo a toda tecnología industrial que lleva al colonialismo. Propone que Oriente y Occidente vuelvan a una economía no industrial para que hubiera paz. También la habría si Oriente adoptara la civilización de Occidente, “pero en dicho caso sería sólo una tregua armada”. Compárese esto con la declaración actual de un general hindú: “EEUU sólo respeta a los países que tienen bombas atómicas”.

Aunque por un sentimiento de lealtad y contra la esclavitud apoyó a los ingleses en la guerra de los boers creando un grupo indio de ambulancia esto no mejoró en nada la situación. En 1906 dirigió una protesta contra una humillante ordenanza de registro de los indios en Sudáfrica que fue reprimida y de allí salió su lema de satyagraha (firmeza en la verdad) que con el ahimsa y brahmacaria (castidad) se constituyeron en normas de su conducta. En Durban fundó la cooperativa agraria “Tolstoi”. Después de siete años de dura lucha el gobierno inglés intervino ante el gobierno de Sudáfrica para mejorar la situación de los indios.

 

En 1914 volvió a la India y entró en el Partido del Congreso en el ala moderada de Gokhale que propugnaba la autonomía india dentro del Commonwealth inglés.. Hizo campañas de resistencia y propugnó sustituir las telas inglesas por las producidas manualmente. Él mismo se puso a trabajar en la rueca de hilar. Aunque apoyó a Inglaterra en la guerra europea, las reformas logradas por esta lealtad no mejoraron la situación y en 1919, ante la ley Rowlat que permitía a las autoridades detener a cualquier acusado de sedición sin juicio, estallaron disturbios y Gandhi llamó a una huelga general. La situación se fue de su control. En una gran concentración en la plaza de Amritsar en el Panhab el general Dyer, según declaró “para dar un escarmiento” ordenó disparar sobre la multitud y hubo cientos de muertos. Se puso la ley marcial y los detenidos fueron azotados y sometidos a humillaciones. El gobierno no hizo nada contra los autores de la masacre y en Inglaterra Dyer fue considerado un héroe. Gandhi consideró que había sido un gran error llamar a la huelga pero en vista de la actitud inglesa desconoció la Constitución y proclamó la no colaboración con el gobierno, boicott a las elecciones, escuelas y tribunales. Pero en la violencia desatada fueron asesinados 22 policías y Gandhi suspendió el movimiento. Fue condenado a seis años de prisión aunque a los dos años se lo liberó por enfermedad.

En el período 1922 a 1934 hubo divergencias dentro del Congreso por la acción de los hindúes que exigían la conversión de los musulmanes y sobre si se participaría en las elecciones. Gandhi se retiró algo del Congreso y dedicó mucho tiempo a la prédica y organización de los parias. Un nuevo líder Jawaharlal Nehru, admirador de Gandhi visitó la Union Soviética y, salvo en el aspecto religioso, difundió una apreciación positiva del comunismo. Apareció un pequeño pero organizado partido comunista. En 1929 se debía revisar la Constitución. En la comisión de reforma no había ningún hindú. El congreso y Gandhi la rechazaron. Ahora Nehru y Bose declararon que sólo aceptarían la independencia total. Gandhi lanzó su campaña en disminución de impuestos, reducción de gastos militares, protección a las industrias indias, y liberación de presos políticos. Recorrió el país concentrándose en la eliminación del impuesto a la sal. Millones de personas se reunieron para verlo y en todos los lados posibles se recogía sal ilegalmente. El gobierno detuvo a decenas de miles que eran rápidamente sustituidos por nuevos militantes. Se respetó la no violencia a pesar de los golpes de la policía. En marzo de 1931 el virrey, alarmado y desconcertado por esta acción no violenta pero firme e incorruptible, llamó a Gandhi para concertar una tregua. Winston Churchill lamentó que el representante del Imperio se hubiera rebajado a tratar con “ese intrigante faquir semidesnudo” . Luego fue invitado a una conferencia en Londres pero no fue posible llegar a ningún acuerdo.

 

En la India se reflejó la crisis económica mundial en 1929. Los campesinos se negaron a pagar impuestos. Gandhi fue detenido, se prohibió el Congreso y la prensa hindú en toda la India. El gobierno llamó a elecciones en 1932 con la condición de que se decidiera la cuota de parias, lo cual paralizó al Congreso en discusiones interminables. El doctor Ambedkar, líder de los parias pactó con Gandhi proponiendo elecciones conjuntas y puestos en el Congreso para representantes parias.

En 1935 el gobierno de Inglaterra preparó una constitución en que dividió gran parte del territorio entre 500 príncipes que hasta ese momento disfrutaban de gran riqueza protección de los ingleses y títulos honoríficos pero no tenían poder político. Inglaterra los vio como los últimos aliados del gobierno colonial frente a los agitadores de las ciudades. Ahora se les dio un poder absoluto en sus principados y se les aconsejó aliarse con las provincias directamente controladas por el gobierno. El poder no indio seguía controlando 80% del presupuesto. La maniobra no engaño al Congreso. Sin embargo participó en las elecciones ganando la mayoría mientras en el Panhab y mitad de Bengala triunfaban los musulmanes. El Congreso emprendió planes de educación y sanidad y muchas de las reformas defendidas por Gandhi, causando admiración a los ingleses por su orden y mesura. Sin embargo los líderes hindúes descuidaron la consideración a los musulmanes lo cual traería graves consecuencias.

Al estallar la segunda guerra mundial en 1939 el Congreso decidió apoyar a Inglaterra con la condición de la concesión inmediata de la independencia. Ya no confiaban en promesas. Los británicos propusieron, en 1942, dar el gobierno pero mantener el ejército, lo cual era explicable cuando los alemanes estaban en el Cáucaso y los japoneses en Birmania, pero los hindúes pensaban que con un poder sin ejército los ingleses iban a volver a sus maniobras. Los ingleses pusieron presos a todos los líderes del Congreso (Gandhi y Nehru entre ellos) y reprimieron los disturbios y protestas que siguieron hasta el fin de la guerra en 1945.

Al terminar la guerra el gobierno laborista reconoció inmediatamente la independencia de la India que se hizo efectiva en 1947 y que, para disgusto de Gandhi, quedó dividida entre el área musulmana Paquistán y parte de Bengala (actual Bangladesh) y el resto hindú. Gandhi siguió luchando por un entendimiento mediante ayunos que tuvieron algunos éxitos en evitar conflictos. Las complejas negociaciones de partición se hicieron con gran tensión en medio de disturbios y pleitos pero con la mejor voluntad posible. Gandhi se retiró cuando vio que el Congreso aceptaba la división. En enero de 1948, mientras iba a rezar a Delhi, un fanático hindú Godse se abrió paso entre la multitud que lo rodeaba y lo asesinó.

Aceptada la partición hubo grandes movimientos de millones de refugiados hindúes y musulmanes que se movían a sus áreas. Se estiman en seis o siete millones de cada lado. Hubo matanzas estimadas en 200000 muertos y luego conflictos por la posesión de Cachemira.

La India ha mantenido un sistema democrático mientras en Pakistán han habido muchos gobiernos militares. Nehru (primer ministro de 1948 a 1964) mantuvo una política independiente durante la guerra fría con buenas relaciones con la Unión Soviética pero tuvo conflictos con China y dos guerras con Pakistán. Tomó medidas económicas socialistas y nacionalistas de desarrollo y fundó con otros el movimiento internacional de Países no Alineados mientras Pakistán se apoyaba en EEUU. En 1965-66 hubo una guerra con Pakistán en la disputa por Cachemira que tiene gran población musulmana. Una segunda guerra ocurrió en 1971,cuando en la Bengala Oriental musulmana (parte de Pakistán) estallaron sublevaciones contra el gobierno. Pakistán envió tropas y millones de bengalíes huyeron a la India. El gobierno de India, dirigido por Indira Gandhi, hija de Nehru, envió tropas que desalojaron a los paquistaníes.  Bengala Oriental se declaraó independiente con el nombre de Bangladesh. En  1974 la India probó su primera bomba atómica y en 1998 hizo cinco ensayos más. Poco después Pakistán (con posible ayuda de China) probó su bomba atómica siendo el primer país musulmán con armas nucleares.

 

La India tiene actualmente más de 1000 millones de habitantes. A pesar de su avanzada industria y ciencia 65% viven en áreas rurales en gran pobreza y hay un 48% de analfabetos. Aunque las castas están fuera de la ley se mantienen como costumbre y la religiosidad con su gran diversidad y tolerancia ha persistido. Pakistán tiene 148 millones de habitantes, es un país agrario con poca industria y 62% de analfabetos. No hay castas, como corresponde al igualitarismo islámico, pero la religión es centralizada e intolerante.

La India es un ejemplo típico de control por la religión. A pesar de la diversidad de religiones la creencia en el karma y la reencarnación es universal, aún entre los ateos. La libertad individual se la limita el propio individuo que se cría en una casta. Se lo convence que durante toda la vida debe permanecer en ella y su única posibilidad de ascenso es cumplir con las funciones de su casta para reencarnar en una superior. Esto siempre es visto por los racionalistas occidentales e hindúes como un “enfermedad de la India”. No se ve que es la base de la convivencia de su cultura, la expresión cotidiana de su religión. Este método de estabilización le ha ahorrado a la India la burocracia opresora de los chinos, la sacralización de la jerarquía y militarismo de los japoneses, el fuerte aparato policial de Occidente y Rusia, el policial militar de los dictadores de Latinoamérica y el despotismo de los religiosos del Islam y los estados budistas. Los de otras culturas que critican las castas, deberían observar también los mecanismos de estabilización de sus culturas. Las castas son agobiantes para el individuo y justifican la desigualdad social. Es particularmente degradante la situación de los descastados o intocables (parias). Hasta su sombra puede contaminar a una persona con casta, la cual debe purificarse. Un brahmán tiene derecho a encargarles los trabajos más bajos sin remuneración y con ello les hace un favor pues la obediencia les descarga karma. El gobierno, muchas organizaciones cristianas y gurúes aislados luchan contra esta institución. El gran Gandhi, exitoso en su lucha por la independencia con su no violencia y excelencia moral, fracasó en sus duras campañas contra las castas, en especial por la igualdad y derechos de los parias. Se estrelló contra una tradición que es la base de la jerarquía. Su otra derrota fue en su lucha por la unidad de hindúes y musulmanes, donde chocó con las barreras de las culturas (ver 5.4.3). En su tozudez de la lucha por estos nobles principios atentó contra las bases mismas de su cultura y la del Islam mientras su santidad e integridad moral hacía que no se lo pudiera ignorar lo cual originó terribles tensiones. Como comenta Rau [1984] en su concisa biografía de Gandhi: “los disparos de Godse acabaron con el huracán de violencia que Gandhi no pudo dominar en vida”. Aunque Rau no parece dar en la verdadera razón.

Otra característica, derivada de la religión de salvación individualista, es la pobreza de las comunidades, que Gandhi siempre trató de organizar, y que, junto con el sistema de castas facilitó la explotación de los pobres y el dominio por jerarquías autóctonas y sobre todo extranjeras. Por último, es un ejemplo de como el esfuerzo por modificar la injusticia en una sociedad jerárquica desde arriba por acción de un líder, aún con cualidades sobrehumanas como él fue, es una tarea imposible.

 

3.10 España. Rey, clero, nobles y comerciantes crean un imperio burocrático.

 

España y Portugal crearon a partir del siglo XVI, sistemas coloniales que fueron el primer paso de la expansión europea y la unificación del mundo. No existía en estos estados ninguna particularidad tecnológica especial que los diferenciara de otros reinos europeos. Tal vez en Portugal había cierta superioridad de conocimientos náuticos y geográficos gracias al asiduo trabajo del príncipe Enrique (1394-1460). Pero la significación de esta ventaja no debe exagerarse. Los venecianos, que no hicieron luego empresas coloniales, tenían conocimientos semejantes y los castellanos, que fueron el eje de la expansión española, tenían muchos menos al comenzarla. Es significativo que los almirantes de la dinastía Ming en China emprendieron expediciones de largo alcance entre 1405 y 1433 y las interrumpieron por causas no bien definidas. Se supone que los funcionarios no veían bien tales empresas. De todos modos la técnica naval de España y Portugal no explica su expansión marítima.

Tal vez el factor esencial es el tipo de estado creado en la península por el largo período de guerras de reconquista (712-1492) sostenida por nobles terratenientes que tenían la doble función de proteger los territorios de las incursiones moriscas y de expandir sus dominios. Una realeza despótica coordinaba estas operaciones y mantenía una cierta disciplina de los levantiscos señores feudales. La nobleza era una clase ávida del prestigio originado en la lucha heroica contra el infiel, de posesión de tierra y vasallos y los honores conferidos por el rey. Todo otro trabajo era para ella despreciable. Los burgueses se componían de un patriciado de altos funcionarios y comerciantes poderosos que gobernaban subordinados a la corona, una clase media de comerciantes y una gran población de artesanos, jornaleros y menesterosos. Los reyes católicos (1474-1516) se apoyaron en esta clase burguesa para compensar el poder de la nobleza según el clásico proceso europeo que lleva al absolutismo. Pero en España este proceso quedó truncado por el desarrollo de los acontecimientos que enseguida explicamos.

Tenemos luego la clase que es el espíritu de la reconquista, la justificación de la obra del rey y los nobles y el vínculo ideológico más firme entre señores y vasallos. Es el clero. Era la clase docta y letrada a la cual reyes y nobles pedían consejo en asuntos difíciles. En especial los confesores de reyes y nobles tenían mucho poder. El clero había adquirido muchas riquezas y tierras y tenía cierto poder militar.

 

Es importante ver que cada una de estas clases: nobles, burgueses y clero tenía su   propio proletariado:  los hijosdalgo pobres y segundones (el hijo mayor  heredaba todas las tierras), los pequeños comerciantes y artesanos, los jornaleros y menesterosos de las ciudades, las paniaguados del clero y monjes indigentes.

Por  último tenemos la gran clase de los campesinos tal vez un 80% de la población (ver Vicens Vives [1972])  cuya enorme mayoría eran vasallos, criados, sirvientes y jornaleros de los grandes propietarios pues la concentración de la propiedad era muy fuerte. El 2 ó 3% de la población poseía el 97 ó 98% del suelo.

Todas estas clases vivían unidas ante la amenaza de los ataques moriscos o la empresa común de la reconquista. Esto constituía un interés material común. La seguridad, la toma de nuevas tierras y riquezas, la aventura de entrar en la lucha, la afirmación constante de la fe religiosa eran fuerzas efectivas de aglutinación y postergación del conflicto entre clases. Al terminar la reconquista con la toma de Granada en 1492 eran de esperar graves luchas entre nobles, realeza, burgueses, clero y campesinos, entre ellos y con sus sectores menos privilegiados.

Muchas de estas contradicciones se venían agudizando al apaciguarse el ritmo de la conquista en el siglo XIV. Conflictos entre el rey y los nobles, proliferación de los "señores malhechores" (ver S.Moreta [1978]) y entre éstos y las hermandades burguesas que hacían de policía, ya eran bastante frecuentes. El esfuerzo final de la reconquista apaciguó por un tiempo estos conflictos. Pero las perspectivas eran sombrías. La prosecución de la conquista en África resultó ser poco atractiva y militarmente impracticable como lo comprobaron Carlos V frente a Argel (1529) y el infortunado Sebastián de Portugal en Marruecos (1578).

Pero un hecho inesperado dio un nuevo curso a la situación. En 1492 Colón llega a las Antillas y en 1498 Vasco da Gama llega a la India. En 1519 a 1522, los españoles, en el viaje comenzado por Magallanes y terminado por El Cano, rodean la tierra por primera vez. Esto origina una fiebre de exploración y comercio en que pronto intervienen holandeses, ingleses y franceses.

Al explorarse  América en el siglo XVI, se abrieron, para casi  todos los grupos sociales de España, unas perspectivas de expansión como jamás se habían soñado. Ante la realeza se presentaron riquezas fabulosas en oro y plata provenientes del saqueo y luego la explotación de los imperios de México y Perú. Con esta riqueza se financió  en parte la balanza de pagos deficitarios que se hizo crónica en España por la falta de industrias, consecuencia de un desprecio general por estas actividades y de la expulsión de los árabes artesanos y judíos comerciantes. Además la realeza pudo financiar su política pro católica en Europa frente a la Reforma luterana y liquidar la oposición interna de la burguesía, cuyo financiamiento ya no necesitaba, al aplastar la revolución de los comuneros (1521). Para los nobles América significó un alivio de la presión interna de la baja nobleza y segundones desheredados. También se alivió a España de una población de pobres y delincuentes. Muchos se destacaron primero como exploradores, luego como fundadores de ciudades y por último como funcionarios y terratenientes. Un mundo de hechos heroicos, tierras, vasallos indios y honores se abría ante esta clase que hubiera sido peligrosa en la península. La institución económica esencial en los primeros años (1520 a 1700)  fue la encomienda o reparto de  los indios a los conquistadores y primeros pobladores, para su explotación. La encomienda fue abolida gradualmente por presiones de la realeza que desconfiaba del poder de los encomenderos tan lejos del alcance del poder central. La formación de un proletariado de indios, mestizos y blancos pobres y la importación masiva de esclavos africanos (ver 3.19)  permitió una continuación y crecimiento de la actividad económica.

 

Para el clero se abrió  la posibilidad de convertir a miles de almas, expandir el clero regular con monasterios que controlaban enormes extensiones de tierra e importantes recursos económicos y realizar la importante misión de mantener la fidelidad al rey (que lo era por derecho divino y era además el jefe del clero español) en esos distantes lugares. Por otra parte ayudó  a quebrar la resistencia de los indios mediante la sumisión y la destrucción de su tradición espiritual y cultural. La perspectiva abierta al clero fue tan extraordinaria que muchos creyeron que América era la gran oportunidad de realizar el "reino de Dios sobre la tierra"  dando lugar a los notables experimentos teocráticos del Obispo Vasco de Quiroga en Nueva España (México) y de los jesuitas en Paraguay. Ver Haring  [1947]. Es interesante notar que el sistema imperial permitió estos experimentos de utopía como "avanzadas"  en las regiones a conquistar. Cumplida esta misión fueron suprimidos y el clero secular burocrático desplazó al regular teocrático.

Los burgueses no tuvieron un beneficio tan amplio. El estrecho sistema monopólico de comercio benefició, en un comienzo, a un pequeño círculo de comerciantes de Sevilla. Más tarde legal o ilegalmente se fue ampliando a vizcaínos, catalanes y judíos conversos. Un tráfico de oro, plata, maderas preciosas, cuero, azúcar, cacao, tabaco y especias frente a los productos manufacturados de todo tipo (muchos de ellos producidos en Holanda, Alemania, Francia e Inglaterra) y esclavos de África, se fue abriendo paso a través del estrecho margen del comercio legal y el contrabando. Pero el oro, la plata y los productos tropicales no activaron la economía española pues la alta capacidad de importación permitió el ingreso de productos holandeses, ingleses y franceses más baratos y sólo se enriquecieron los comerciantes privilegiados.

El gobierno español a través de los organismos creados para tal fin, en especial el Consejo de Indias y las iniciativas de virreyes y audiencias fue adaptando las leyes castellanas de la reconquista a las de la conquista y colonización. Detrás de los aventureros conquistadores y del clero regular (especialmente jesuitas) que financiaban la empresa arriesgando sus fortunas y vidas fueron llegando los funcionarios de la corona y el clero secular. Los arranques de independencia de aquellos fueron individuales y esporádicos. Recordamos a Francisco Pizarro y Lope de Aguirre, sometidos por simples funcionarios, enviados del rey o abandonados por sus propios compañeros. Tan fuerte era el control ideológico de la fidelidad al rey y la religión. Los descendientes de los conquistadores y los nuevos inmigrantes se dedicaron, después de disipada la ilusión de El Dorado, a la agricultura de auto sustento y exportación de unos pocos productos agrícolas (azúcar, cacao, canela, café) y ganadería, en especial cueros. Se explotó la mano de obra indígena, muy disminuida por las guerras y las pestes, mediante esclavización ilegal o por trabajos obligados en un arreglo semejante al feudal, y se importaron millones de esclavos africanos, capturados por africanos, predominantemente islámicos, y vendidos a traficantes europeos: ingleses, españoles, holandeses y portugueses, que los transportaban en condiciones desastrosas (más del 10% morían en el viaje).

 

Se fue articulando desde fines del siglo XVI un refinado sistema burocrático. Su característica esencial era una escrupulosa reglamentación para impedir toda acción espontánea junto con una deliberada ambigüedad que mantenía a los diferentes poderes enfrentados unos a otros por minucias de jurisdicción y daba oportunidad a la lejana corona para mediar y recordar continuamente su carácter necesario y eminente. Este sistema basado en la desconfianza (ver Ots Capdequí, [1941]) es un rasgo de una dirección burocrática cuyo control reposa en bases casi  totalmente ideológicas para su  reacción inmediata y en que una coerción más directa requiere gastos extraordinarios (como ser enviar ejércitos a zonas muy alejadas) y es de efectividad problemática. La audiencia contra el Virrey, el clero contra los funcionarios, los cabildos contra los gobernadores, los visitadores reales contra los funcionarios, los criollos contra los peninsulares. Todas estas oposiciones y la necesaria colaboración frente a una población dominada pero numerosa de indios sometidos y negros esclavos que eran la base de la producción, hacen posible que exista en América una clase dominante poderosa y a la vez subordinada a la corona siempre que esta no interfiriera con sus negocios.

El sistema funcionó  en forma satisfactoria para los terratenientes hasta finales del siglo XVIII. Con el advenimiento de los borbones en España (1683-1810) se inicia un intento de modernización y de afianzamiento de la autoridad real y aumenta el envío y poder de los funcionarios reales. Estos funcionarios ya venían endeudados por los préstamos tomados para comprar los cargos al rey. Como su salario no era suficiente se dedicaban a cobrar sobornos y multas, lo cual se facilitaba por la complicación y ambigüedad del sistema legal y burocrático. El gobierno central se embarcó en una arriesgada maniobra de liberalización que a la vez intentaba mantener el control del imperio. Multiplicó los funcionarios españoles para controlar  las actividades y el contrabando pero reforzó la prosperidad económica y la ambición de poder de los productores locales (Ver Haring  [1947]) haciendo cada vez más intolerables las imposiciones de la corona. La contradicción política principal se centró en el dilema de si los cargos más importantes iban a ser de españoles o de criollos. La contradicción económica se centró sobre si la libertad de comerciar con los ingleses, holandeses y franceses sería total (o por lo menos controlada por los productores)  o si seguiría siendo por contrabando y administrada por cuentagotas mediante disposiciones y privilegios reales. Cuando la realeza se desprestigió en 1810 capitulando ante Napoleón, se alejó la amenaza de expediciones militares españolas, se desprestigiaron las instituciones que identificaban la religión y el gobierno debido a las revoluciones americana y francesa y se esbozaron amenazas por otros conquistadores (Inglaterra y Francia)  contra las cuales España no podía brindar protección, los criollos se lanzaron a la toma del poder. Pasadas las ilusiones revolucionarias libertarias el balance fue la transferencia del poder (mandatarios y funcionarios) a los terratenientes y comerciantes nacidos en América.

 

El sistema hispano-americano es de enorme interés para el estudio de los sistemas jerárquicos. Nos da una idea de como una estructura formada para afrontar una situación (la reconquista)  se puede adaptar y prolongar para una situación semejante pero no idéntica. Por otra parte nos da un ejemplo notable de  control ideológico y de explotación de la incomunicación como método de dominación. Su hipertrofia reglamentaria, avidez por el cargo público, explotación corrupta del cargo, carácter despótico y poder basado en la propiedad territorial y exportación de materias primas y agropecuarias, son elementos indispensables para comprender el desarrollo de la jerarquía, la burocracia y la corrupción en las repúblicas latinoamericanas. En el siglo XIX las repúblicas de Hispanoamérica y del Brasil fueron entrando a la órbita del capitalismo internacional principalmente como productores de materia primas (ver 1.1.2)

 

3.11 La Europa feudal: Defensa ante el colapso, control por monopolio del armamento

 

Las invasiones al Imperio Romano comenzaron en el 376. Los pueblos germánicos eran originalmente pastoriles y agrícolas con una organización en clanes. Se fueron transformando, por las agresiones romanas en bandas militares dirigidas por jefes, tal vez de los clanes primitivos, que se dedicaron primero a la defensa ante la expansión romana, luego, algunos a entrar como contratados en el ejército romano y por fin impulsados por otros invasores y por la perspectiva de botín a saquear y conquistar partes del imperio. Sajones, Francos, Alamanes, Burgundios, Quados, Vándalos, Visigodos, Gépidos y Ostrogodos, se habían establecido desplegados de Norte a Sur y Oeste a Este a lo largo de las fronteras desde el Rin, el Danubio y el NE del Mar Negro. Otros como los Alanos y Suevos y Lombardos están en su retaguardia. Los Hunos de la estepa de Asia Central (posiblemente descendientes de los Hsiung-nu expulsados de la frontera china muchos años antes) destruyeron en el 375 el reino Ostrogodo provocando un movimiento de los pueblos germánicos hacia el imperio. En el 376 los mercenarios Visigodos del ejército imperial se sublevaron y en 378 derrotaron y mataron al emperador Valente en Adrianópolis, lo cual produjo una enorme impresión en el imperio. Los 100 años que siguen son de complicados movimientos de esos pueblos que son invasiones, saqueos (como el de Roma en el 410), instalaciones pacíficas en busca de refugio, instalaciones autorizadas por el emperador y formación de reinos bárbaros. Los Hunos, entretanto,  devastan la península balcánica, son detenidos en Galia por una coalición de Romanos y Visigodos (451), se vuelven y arrasan el norte de Italia. A la muerte de su jefe Atila, se enredan en luchas internas y su vasto imperio de pueblos tributarios se deshace. En el 476 los Hérulos toman Roma y su jefe se proclama rey de Italia, dando fin al Imperio Romano de Occidente. La situación no se estabiliza, nuevas oleadas de pueblos de Asia Central: Magiares, Pechenegos, Ávaros, suceden a los germanos y las tribus Mauritanas del Sahara atacan las ciudades del norte de África. Los Escotos y Pictos invaden Bretaña, y algo más tarde los Musulmanes invaden el norte de África (650), España (711), entran temporalmente en Galia donde són frenados por los Francos (732), toman Sicilia y Calabria (900) y atacan al Imperio Bizantino. Hay nuevas invasiones de los eslavos en el 900.

 

Toda esta alteración terminó de arruinar la civilización Romana. Se despoblaron las ciudades, se abandonaron las carreteras, desapareció la cultura, se llenó el Mediterráneo de piratas y el campo de bandidos, casi desapareció el comercio entre regiones. Como unidades políticas quedan, aparte del Imperio de Oriente, llamado Bizantino, restaurado y expandido temporalmente por Justiniano (527 al 565)  algunos reinos bárbaros: el de los Francos, el imperio Romano Germánico, el de los Anglos, el de los Magiares (Húngaros) y el reino visigodo de España. En ellos se llegó a cierto orden y los reyes promulgaron códigos de justicia que establecían las reglas de relación de los bárbaros dominantes, transformados en la nobleza y a veces de religión arriana y los descendientes de la antigua población romana católica. Ver por ejemplo E.A. Thompson [1969] para el caso de los visigodos España. Entre el 800 y el 1050 los vikingos de Noruega y los daneses hacen ataques marítimos y saqueos a estos reinos, se instalan en Normandía, Sicilia, Calabria, Islandia, llegando en sus exploraciones hasta Groenlandia y América del Norte. Penetran en Rusia donde fundan un reino en Novgorod y en el 1066, a partir del reino que han conquistado en Francia (Normandía), invaden Inglaterra donde se instalan definitivamente como la alta nobleza apoderándose de muchas tierras.

En todos estos años de invasiones aparecen grupos dirigidos por jefes. Muchas veces el jefe

de la banda invasora distribuye el territorio conquistado entre sus jefes y familiares que formarán la futura nobleza, con autoridad central más grande como entre los vándalos o débil como en los burgundios (Ver P. Anderson[1974] .  Ciertas organizaciones jerárquicas de las jefaturas bárbaras como sirvientes y colaboradores militares, así como la subsistencia de organizaciones romanas como las de los coloni que sucedieron a los fundos esclavistas (ver 3.7) dieron origen a las instituciones feudales. Los bárbaros asentados defienden el territorio de los invasores, construyen fortalezas y castillos y los campesinos se acercan a ellos para protegerse, las ciudades o lo que queda de ellas, se rodean de murallas y se protegen bajo la dirección de reyes o líderes, muchas veces herederos de los primeros invasores que formarán la futura nobleza. En lugares protegidos o aislados los clérigos, que han convertido a los bárbaros al cristianismo, construyen conventos que se rodean de campesinos refugiados y conservan las técnicas agrícolas y algo de la cultura greco romana. Alrededor del 1050 terminan las invasiones aunque siguen luchas entre los reinos y regiones y los robos y saqueos por grupos armados. En la Europa occidental y central comienza a surgir un nuevo sistema de producción y control social. El arreglo se basa en el dominio de los señores que tienen el monopolio del armamento sobre campesinos y sirvientes que, a cambio de protección o por la fuerza de las armas, entregan bienes y servicios. Así una jerarquía religiosa y otra militar se instalan en colaboración y competencia.El sistema es diferente en diferentes regiones. Aquí describiremos la estructura más típica, como se desarrolló en muchas regiones de Inglaterra, Francia y el centro de Europa.

 

La unidad campesina de este sistema es el manor o señorío derivada tal vez de restos de ciudades romanas o de comunidades de los bárbaros o monasterios donde una familia de guerreros o una orden religiosa había establecido una zona defendible contra invasiones y robos. El manor típico reúne varias decenas de familias y podía tener tal vez una extensión de 200 a 1000 Ha. Se formaba junto a un río y rodeando al castillo del señor o del convento. Usualmente estaba rodeada de bosques de donde se extraía leña y madera. La iglesia era un centro de reunión social y festivo además de religioso. La tierra se dividía entre las familias y el señor, pero muchos trabajos como las cosechas, eran realizados por toda por la comunidad campesina. Los campesinos tenían la obligación de cultivar la tierra del señor y proporcionarle ciertos víveres de granja y productos de artesanía. Usaban el molino del señor, pagando en especie. El cultivo era rotativo debido a la falta de fertilizantes dejando descansar un tercio de la tierra. Buena parte de los enseres domésticos y el vestido eran producidos por los mismos pobladores, aunque en algunas zonas había mercados en los cuales se intercambiaban excedentes de producción y, al irse introduciendo la moneda, se podían adquirir bienes de otras regiones. En un mismo manor existían, aparte del señor, varios tipos de pobladores: los socmen o arrendatarios libres que tenían sus derechos y contribuciones fijados y defendibles ante tribunales. Usualmente participaban en el servicio militar del señor. Los villanos estaban ligados a la tierra que trabajaban y si esta era transferida también lo eran ellos, sus hijos heredaban esta condición y las posesiones personales (casa, herramientas, animales domésticos). Los peones esclavos, herencia del Imperio Romano, podían ser vendidos individualmente. Fueron desapareciendo en los siglos XI y XII.

Las invasiones declinan en los siglos XI y XII . La última y tardía fue la incursión de los mongoles en 1240 que después de impresionantes victorias se enteraron de la muerte de el gran Kan, Ogutai y volvieron a Mongolia a elegir su nuevo jefe. La protección con que se retribuían las contribuciones al señor comenzó a perder el sentido y el dominio se mantuvo por el monopolio del armamento, la técnica militar y la tradición. Es una típica transformación de minoría dirigente en minoría dominante.

 

El derecho era fundamentalmente consuetudinario y las relaciones entre grupos variaban mucho con la región y estaban llenas de detalles y costumbres particulares. Había muchas fiestas religiosas que rompían la monotonía del trabajo, el cual, en la cristiandad, fue siempre considerado una penalidad. Las hambrunas y pestes eran frecuentes. Los señores se dedicaban a la cacería que les proporcionaba alimento, a organizar festejos y torneos y a veces a guerrear entre ellos y con el rey por ocupación de tierra o defensa de privilegios. Los abusos de poder con la población explotada eran frecuentes y su castigo por tribunales del rey rara vez se llevaba a cabo. Los bandidos eran a veces protegidos por los señores feudales y estos mismos solían dedicarse al bandidaje contra otros señoríos y los comerciantes viajeros. Ver S. Moreta [1978]. El control por la religión que predicaba la sumisión a los señores, no era tan intenso como en la India pero era un componente esencial del sistema. Las innovaciones técnicas en la agricultura eran casi nulas y el incremento de la población era muy lento.

La unidad urbana es la ciudad o burgo, otro centro romano que en algunos casos resistió la destrucción general y sirvió de refugio a los desplazados por las invasiones y la ruina. El origen de muchas ciudades está en lo que quedó de las florecientes ciudades romanas: Roma, Londinum (Londres), Lutecia (Paris), Massilia (Marsella), Vindovona (Viena), Aquilea. Aunque también se originaron en aldeas de los pueblos germánicos (Magdeburgo) castillos de defensa contra invasiones (Hamburgo) y monasterios (Munich). Otras fueron formadas por refugiados que huían de las invasiones a zonas poco accesibles(Venecia) y otra crecieron en sitios comerciales en cruces de caminos o puentes (Brujas). Si bien su origen es múltiple su crecimiento se debió casi siempre al comercio. Las ciudades fueron el centro más dinámico de la economía medieval. Eran puntos de producción y consumo y puntos de origen, destino y tránsito del movimiento comercial que cobró impulso a partir del siglo XI. El deseo de enriquecimiento se instala así en las semillas de la civilización europea. Las ciudades grandes están controladas por el poder de los reyes y las menores por nobles que poseen el poder militar para defenderlas o por el clero con la coacción del poder espiritual. Estos nobles imponen tributos a los comerciantes y cobran peajes. Pero al aumentar la riqueza de los comerciantes y artesanos por el proceso de acumulación, estos comienzan a exigir poder político. Desde sus comienzos en las ciudades existían las comunas, constituidas por ciudadanos notables nombrados por los más variados procedimientos (por los nobles, el clero o los reyes, por elección de los ciudadanos o por sorteo). Las comunas solían tomar decisiones sobre defensa, seguridad, orden interno, administración de justicia e intereses económicos de la ciudad. Los habitantes fueron (en diferentes aspectos y épocas) obligados a jurar acatamiento a la autoridad de la comuna. Los comerciantes fueron adquiriendo, sobre todo a partir del siglo XI, cada vez más influencia en estos organismos políticos. La lucha contra el clero y la nobleza fue a veces violenta y en ella los burgueses se aliaron a veces con la baja nobleza o con los reyes que siempre tenían rivalidades con los grandes señores feudales y los dignatarios de la iglesia. La concesión de préstamos fue siempre un arma importante en estas alianzas.

Por otra parte los productores libres de la ciudad se organizaron en corporaciones (guildas) que monopolizaron ciertas profesiones (tejedores, carpinteros, herreros, joyeros, sastres, tejedores, talabarteros). El que deseaba aprender una profesión debía entrar como “aprendiz” en el gremio correspondiente, a veces viviendo en la misma casa del maestro y subía lentamente al grado de “compañero” y por fin de “maestro”, lo cual exigía realizar una “obra maestra” de su especialidad que debía ser aprobada por los maestros, pudiendo entonces establecerse por su cuenta. La corporación se hacía responsable de la calidad de los productos, pero la productividad era baja, la innovación casi nula y los precios eran moderados por el principio del “justo precio” que debía asegurar un nivel de vida aceptable a los trabajadores. La intención de maximizar el precio era considerada inmoral. Se opone así la moral guildista y cristiana a una incipiente moral burguesa comercial donde el precio de los productos, muchas veces productos de lujo importados en riesgosos viajes y realizada por personas ajenas a la comunidad, se determina con la idea de maximizar la ganancia.

 

El carácter humano y potencialmente creativo de las guildas ha inspirado (desde 1914 a 1924) el movimiento llamado Socialismo Guildista, en el cual organizaciones semejantes a las guildas tendrían a su cargo la producción, mientras que el gobierno aparte de sus funciones de asistencia y seguridad, mantendría la defensa de los consumidores, con un comité de resolución de divergencias entre ambos poderes. Esta proposición interesante aunque de productividad discutible ha sido poco desarrollada y sucumbió ante el éxito del capitalismo de los años de posguerra y los sistemas totalitarios.

La vida en las ciudades con sus ferias, iglesias, festividades, escuelas, universidades, variedad de productos, libertades, flujo de noticias e información, contrastaba con la monotonía, ignorancia, y restricciones de la vida campesina y, a pesar de los controles hubo siempre una presión de migración rural-urbana. A partir del siglo XII se fundaron universidades Bologna, Paris, Oxford, Praga, Heidelberg, Salamanca y muchas otras donde se enseñaba Teología, Medicina, Derecho, Arte, Filosofía. Más tarde se introdujo la Matemática y Filosofía Natural. La enseñanza tuvo al comienzo un carácter dogmático y religioso, pero a partir del siglo XIII con el conocimiento de las obras de Aristóteles (comentadas por los árabes, especialmente Averroes) se discutieron interpretaciones e intentos de incorporación de las ideas griegas a la religión cristiana.

Las guildas fueron decayendo desde el siglo XIII ante el comercio intensivo que se fue desarrollando desde las Cruzadas hasta la gran expansión europea de los siglos XVI al XVIII. La imposibilidad de satisfacer el gran incremento de la demanda llevó a los comerciantes a buscar otras formas de producción. Una de las formas fue contratar trabajo domiciliario en zonas campesinas o suburbanas. Se repartía por ejemplo lana para peinar e hilar entre muchas familias, el hilo se llevaba a otras que la tejían, otras fabricaban ropa, etc. Después se comenzó a reunir a los trabajadores aislados en un mismo recinto, lo cual facilitaba el control y evitaba transportes. Así nacieron las primeras manufacturas y luego al introducirse las máquinas, nació el sistema industrial.

 

El sistema feudal tiene análogos en ciertos períodos de otras culturas. Los seguidores de Marx y Engels [1884] lo tomaron como una etapa normal de la evolución humana y lo aplicaron indiscriminadamente a China, Japón, India, Rusia y el Islam en una época en que Europa conocía poco de estas culturas. Ciertos escritores como Witfogel reaccionaron y distinguieron un sistema de imperios de regadío. En  se descubren escritos de Marx sobre un “modo de producción asiático” que causa revuelo entre los marxistas ortodoxos.

La explotación del trabajo de los campesinos es un rasgo común a casi todas las sociedades jerárquicas ya que, como observa Mencio “los que mandan son alimentados por los mandados”. Pero la forma en que se realiza esta explotación es muy diferente. En el caso de Europa Feudal la jerarquía se impone por la necesidad de acabar con un estado social caótico que el poder central (si lo hay) no puede controlar y el orden local es obra de  minorías dirigentes (procesos ascendentes) y luego se afianza por acción de minorías dominantes que han adquirido el poder de las armas y organizan la sociedad para permanecer en el poder (procesos descendentes). El dominio de los nobles no fue tan completo en las ciudades y estas fueron el punto vulnerable del sistema feudal. El comercio y la oferta de bienes deseables en ciudades y ferias fue obligando a los nobles a cobrar sus impuestos con dinero, lo cual lanzaba a los campesinos al mercado para obtenerlo y muchas veces a los nobles a caer en manos de prestamistas que tuvieron así acceso a sus tierras. El clero, que fue indudablemente un sistema estabilizador no fue inmune a este deseo de dinero, lo cual llevó a su descomposición y desprestigio. La ambición de dinero del papado fue la causa inmediata de la Reforma que dividió para siempre la cristiandad occidental y favoreció formas de pensar propicias para el capitalismo (ver 1.1 1).

En otros casos el poder central otorga a sus servidores con carácter transitorio, tierras con trabajadores, pero los beneficiarios hacen de hecho su posesión permanente.

 

3.12 Japón. La jerarquía de los señoríos armados y la auto-imposición del 

        capitalismo autoritario

El sistema social japonés es un ejemplo de sistema jerárquico basado en el poder militar y representa una cultura que subsiste en la actualidad y se ha adaptado exitosamente al sistema de producción industrial capitalista, con su tecnología y ciencia. En su existencia desde el siglo IV ha desarrollado un arte exquisito autóctono y religiones originadas en fuentes chinas adaptadas a una idiosincrasia y tradición propia.

Las islas del Japón: Honshu, Shikoku, Kiushu y Hokkaido, fueron pobladas desde milenios por sucesivos inmigrantes paleolíticos y neolíticos (cultura Jomon) de los cuales queda evidencia arqueológica, en especial, junto con la hallada en África, de las primeras cerámicas que registra la prehistoria, 9000 años antes de nuestra era. De ellos descienden los ainos de la isla de Hokkaido. Una migración posterior, los Yayoi [-250 a 250] se establecen primeramente en Kiushu en el sur. De esta época queda una fina alfarería, los metales, tejidos y el cultivo de arroz en agua. Hay armas y otros productos chinos posiblemente venidos de Lo-lang, la colonia de los chinos de la dinastía Han en Corea y considerados más bien como joyas. Las enormes tumbas de algunos individuos, revelan una sociedad jerárquica.  Esta nueva población se mezcló lentamente con la anterior Jomon formando la base étnica notablemente uniforme del pueblo japonés.

Según los primeros escritos y las informaciones chinas (siglos V y VI dC) la sociedad ya aparece estratificada entre los clanes de familias dominantes (los uji exogámicos) sus criados, esclavos o sirvientes (yatsuko) y los vasallos campesinos y artesanos (be). El sistema recuerda al de la Europa feudal aunque hay muchas diferencias. Los patriarcas del uji, descendientes de una deidad primitiva, eran jefes del ritual religioso, cimentado por una tradición religiosa común (Shinto). Tenían el monopolio del armamento y la técnica militar que les permitía extraer de los vasallos impuestos en especie y en trabajo. Los uji más poderosos por su poder militar o por el rango de su deidad tutelar fueron gradualmente siendo reconocidos como de mayor autoridad, pero no destruyeron a los otros, de manera que se formó una estructura jerárquica de señoríos. Predomina la diosa solar, Amaterasu, y su descendiente Jimmu Tenno que es considerado el primer emperador. El imperio, que no destruyó el poder de los otros iju, se consolidó en el estado Yamato, en el centro de Honshu. El “hijo del Sol” era considerado preeminente en dignidad y pacificador entre los litigios de los otros uji. La tradición Shinto considera que existe una fuerza espiritual (kami) en los progenitores de los uji, en el arroz y en ciertos objetos (montañas, rocas, árboles sagrados) que son venerados, juntamente con los soberanos a los que se atribuyen poderes ocultos. El poder se transmitía a los sucesores de los emperadores con los símbolos del mismo: el espejo, símbolo de la luz del sol y cuerpo de Amaterasu, la espada, símbolo del poder militar y el collar que llegó a ser el símbolo principal. Se destacan en este estado los intentos de dominio total, sobre todo el del emperador Shotoku Taisi (593 al 622) que trató de imitar la administración imperial china Sui y Tang. Favoreció, como esta última, la entrada del budismo que, con una deidad única: el Budha,  amenazaba y compensaba en parte, la justificación del poder ancestral de los uji basado en la religión tradicional. Sus sucesores del siglo VII fueron separando a los jefes de los uji de sus regiones, fuente de su poder militar y económico, transformándolos en una nobleza cortesana con distinciones pero con menor poder militar. Procesos análogos en su forma se ven en el absolutismo europeo, donde fueron apoyados por la burguesía que no existía en Japón. Las construcciones de Nara, la nueva capital y los códigos Taiho, que, basados en el modelo Tang, reforzaron el poder y la continuidad imperial, marcan la nueva tendencia. Dividieron el país en provincias (kuni) gobernadas por un enviado imperial y distritos (gun) con funcionarios en ellos y en la ciudades. Los arrozales fueron declarados propiedad pública. Se estableció un servicio militar para el ejército imperial, se centralizó la recaudación de impuestos y se fundaron monasterios budistas. Es decir el poder central fue apoderándose lentamente del poder religioso, económico y militar. Hubo reacciones y luchas armadas que fueron sofocadas.

 

La jerarquía se apoyaba en relaciones de parentesco entre los uji principales. Los monasterios budistas, que proliferan en Nara se integran a la jerarquía como centros de poder de los sacerdotes, cuyas lecturas (sutra) protegían a la sociedad. Con la religión china entra la cultura: literatura, arte y la tecnología: construcción de puentes, riego, matemáticas, principios administrativos, de todo lo cual los japoneses se muestran aventajados discípulos, combinando en el arte los elementos chinos con su refinada tradición.

Incidentes con los jerarcas budistas, como la gran influencia sobre la emperatriz Koken, del sacerdote Dokyo el cual llega a pretender el título imperial, llevan a una reacción de limitar este poder. Se traslada la capital a Heian (futura Kyoto) y se apoyan sectas budistas independientes. En los siglos X y XI, la familia Fujiwara del uji dominante, va tomando poder. La corte se caracteriza por un alto grado de lujo y refinamiento. La simplificación del alfabeto chino facilita la lectura y hay un gran florecimiento literario, con obras de historia, poesías y novelas, siendo famosa la Historia de Gengi de la novelista Murasaki Shikibu [1014] que, junto con el diario de su vida, describe la sofisticación estética de la nobleza de la época.

Entretanto a lo largo de los siglos XII y XIII se desarrolla  lentamente un proceso de descentralización, semejante al ocurrido en otros imperios basados en la explotación de la tierra. La sociedad cortesana y su gasto creciente, descansaba en la explotación de los campesinos de las tierras de los cortesanos y las familias locales. El servicio militar imperial nunca fue muy efectivo y la explotación de los campesinos se apoyaba cada vez más en el poder de la aristocracia militar local (bushi). Se fue concediendo más autonomía a estos (concesión de tierras en propiedad hereditaria, participación en impuestos) mientras algunos cortesanos, para no perder el control de sus posesiones, se trasladaban a sus tierras y se militarizaban. Al mismo tiempo se formaban grupos adiestrados en las artes de la guerra (samurais) que ofrecían sus servicios a los señores. Hasta funcionarios civiles y monasterios desarrollaron o contrataron grupos militares. Estos grupos desarrollaron una cultura no escrita del valor, el honor militar, el deber y la fidelidad al jefe, aún por encima de la vida.  Esta ética del honor, valor y fidelidad, codificada más tarde en el bushido (proceder del guerrero) se extendió en los siglos sucesivos, con diferentes formas, a toda la cultura japonesa. Los términos harakiri y kamikaze se han incorporado al léxico mundial actual.

 

Este proceso produjo una sociedad con muchas analogías a la feudal europea. Se formó una red jerárquica de relaciones de lealtad y protección basada en la explotación de los campesinos y artesanos y asegurada por el monopolio de la técnica de combate. Los comerciantes, por su escaso poder debido a lo aislado del país nunca pudieron tomar un poder como los burgueses europeos frente al poder militar de los nobles.

Al mismo tiempo se fue perfilando una lucha por la hegemonía entre las familias más importantes Fujiwara, Minamoto y Taira. Se luchaba por control de tierras,  por puestos en la administración imperial y matrimonios con la familia imperial y en definitiva, conquista del poder imperial. Esta guerra, llamada Gempei 1180-85 terminó con el triunfo de los Minamoto, pero su general Yorimoto, en vez de apoderarse del trono imperial, se reservó el título de Shogún (literalmente: ‘‘triunfador sobre los bárbaros’’ por haberse dado este nombre a los que combatieron a los Ainos de la isla de Hokaido).  El Shogún mantuvo gran poder militar, económico y político como protector del emperador. Estableció su cuartel general en Kamakura donde organizó su administración (bakufu) , la justicia, la vigilancia, los impuestos y el registro de las tierras. Se reafirmaron y reglamentaron  las virtudes guerreras de los samurai y el budismo Zen, que reclamaba una dura disciplina mental. Esta institución de “protección al emperador” que en la práctica se convierte en poder efectivo del protector es el precedente del Shogunato de los siglos XVII a XIX. Este proceso ocurre en culturas donde el poder central tiene un carácter religioso o mítico muy fuerte pero no ha conservado poder militar. Los súbditos que lo poseen no tienen la autoridad tradicional para suplantar al sagrado poder central que mantiene la tradición, mientras el poder efectivo de cobro de impuestos y dominio de las tierras y administración queda en manos de los “protectores” militares. Esto ocurrió muchas veces con los califas del Islam (ver 3.8).

Yorimoto se apoyaba en la fidelidad de su propio grupo militar y dos mil familias militares de varias regiones. El dominio Kamakura rechazó, con ayuda de las tormentas que hicieron naufragar las flotas de los mongoles, dos invasiones navales de Kubilai  emperador mongol de China (1266 y 1274). Estas tormentas fueron llamadas luego “tormentas divinas” (kamikaze).

El período Kamakura con su arte y cultura especial duró hasta 1333. Cayó ante una rebelión pro imperial la cual terminó con el establecimiento de un nuevo shogunato, el Ashikaga con su cuartel general en la ciudad de Kyoto.

A  pesar de estos cambios políticos hubo en estos períodos un gran desarrollo cultural y de relación comercial con China que contribuyó a una influencia artística, técnica y religiosa.

Una guerra por el control del shogunato 1467-77 produjo la ruina del sistema y hasta 1568 hay un período de fragmentación y estados combatientes (Sengoku). Los daimyo que eran jefes militares que cobraban los impuestos para los dueños de la tierra, se transformaron, durante la guerra crónica en propietarios (Sengoku daimyo) y construyeron sus castillos. Tuvieron a sus campesinos como vasallos en un intercambio de protección (ante las continuas guerras) por impuestos en especie, semejante al feudalismo europeo.

 

En 1540 se inician los contactos con los primeros comerciantes y misioneros portugueses y más tarde con los comerciantes holandeses. Son recibidos con desconfianza pero con interés en ciertas mercancías: tejidos, relojes, lentes y por las armas de fuego, pues aunque los japoneses conocían la pólvora de los chinos y algunos de sus usos militares, no conocían las armas de fuego. Los jesuitas introdujeron la religión católica que fue prohibida y reprimida en 1612. De todo esto perduró sólo la misión comercial holandesa en Nagasaky.

En 1560 comienza la épica competencia de los tres grandes daimyo Oda Nobunaga, Toyotomu  Hideyoshi y Tokugawa Ieyasu por el control del poder central. No describiremos los detalles de esta guerra de 40 años que termina con el dominio de Ieyasu cuando sus contrincantes ya habían muerto. Entró en Osaka en noviembre del 1600 después de haber derrotado a una alianza de sus enemigos. Ieyasu se apoderó muchas de las tierras de los derrotados y dio una parte a sus aliados, pero mantuvo a muchos daimyo, aún a opositores, hasta que fue consolidando su poder. Fijó su cuartel general en Edo (actual Tokio) con su poderoso ejército y un formidable castillo. El emperador se mantuvo en Kyoto, siendo un “protegido” del Shogún con grandes honores y riqueza pero sin ningún poder militar, económico o administrativo. Comenzó entonces el largo shogunato Tokugawa que duraría hasta 1868. Es asombroso como sistema de control militar. Se impuso a la corte y a los daimyo subordinados un estricto control por enviados del Shogún. A los daimyo se les otorgaba su derecho de propiedad (que era revocable) en una ceremonia con juramento de lealtad al Shogún. Los daimyo debían tener residencias en Edo, donde debían residir durante ciertos períodos, dejando siempre en ellas familiares allegados. Estas visitas honoríficas eran en realidad rehenes. Los visitantes debían asistir a numerosas ceremonias y contribuían a la comunicación continua entre el Shogún y todo el país. Se exigían a los daimyo ciertas contribuciones regulares y a veces extraordinarias para grandes obras públicas, que se usaban también para impedir un enriquecimiento excesivo de algunos daimyo. El Shogún se reservaba toda relación con el exterior inclusive el control del comercio. El poder descansaba en última instancia en la clase samurai que detentaba los principales cargos y una privilegiada posición social. La disciplina militar del período de las luchas internas había sido adoptada para el largo período de paz que se vino. Varios consejos, como el Consejo de Ancianos, asesoraban al Shogún en sus tareas administrativas. La legislación se basaba en la división de la sociedad en cuatro estamentos: kuge (daimyo y samurais), los sacerdotes, los campesinos y los habitantes de las ciudades (artesanos y comerciantes)  fuera de estas clases estaban los parias (hinin y eta, menesterosos o con trabajos infamantes (carniceros, curtidores, verdugos, prostitutas) cuyos descendientes actuales son los despreciados y discriminados burakumin). Había leyes especiales para cada clase y se trataba de mantener la permanencia de los descendientes en la clase. Al lado de la protección y control del budismo y la conservación de ritos shintoistas se revivió el confucianismo cuyas ideas de orden moral y la racionalidad en la sociedad podían acomodarse perfectamente como base filosófica al ideal del shogunato. Profesores confucianos fueron encargados de adoctrinar a los samurais.

 

En 1635 comenzó la política aislacionista. El shogunato, por temor a perder el control del poder, restringió el comercio y la tecnología agraria e industrial, que hubiera producido nuevos grupos de poder. Se prohibieron las salidas y entradas al país y se persiguió a los cristianos. Una rebelión de estos y otros desconformes en Shimabara fue sangrientamente reprimida en  1638. El shogunato pudo mantener bastante paz con algunos problemas. Los principales fueron las contradicciones entre la agricultura y el comercio y entre la tierra y el dinero. Se imaginaba, según el ideal confuciano, una sociedad en la cual los samurais gobernaban, los campesinos y artesanos producían y los comerciantes distribuían. Pero la clase samurai creció mucho y se volvió parasitaria, los comerciantes y artesanos se enriquecieron cada vez más y, al igual que los campesinos,  soportaban cada vez menos la expoliación creciente y su bajo estatus social. La población, que llegó a 30 millones en 1720 se mantuvo estacionaria por la miseria en el campo y la práctica del infanticidio (mabiki). Se produjeron muchos levantamientos campesinos contra los impuestos con muertes y saqueos. A pesar de las prohibiciones la tierra comenzó a concentrarse en grandes propietarios prestamistas frente a un número creciente de insolventes reducidos a arrendatarios y jornaleros, y se produjo migración a las ciudades. Creció algo la industria y el transporte, pero también el desempleo urbano. Muchos samurais con salario fijo pasaban miseria por las devaluaciones del gobierno central y local cuyos gastos aumentaban. Todo estaba preparado para una  necesaria expansión industrial mercantil que la estructura del shogunato insistía en evitar. Entretanto hubo disturbios, saqueos, proliferación de sectas salvacionistas, críticas de los intelectuales y un intento de rebelión. El gobierno, aconsejado por el funcionario Mizumo Tadakuni, intentó, entre 1830 al 1844, una reforma conservadora de restricción del comercio, reforzamiento de las tradiciones guerreras, persecución al lujo, y otras medidas tradicionalistas que empeoraron la situación.

 

En 1853 el comodoro Perry, enviado por el presidente Fillmore de EEUU se presentó con dos fragatas en la bahía de Uraga con una carta para el “emperador”, en realidad para el Shogún, en que exigía apertura comercial para EEUU. La carta fue aceptada ante la amenaza de un bombardeo y Perry anunció que volvería en un año por la respuesta. El hecho produjo gran conmoción y reacciones diversas. El Consejo de Ancianos conocía perfectamente las agresiones de la guerra del opio en China y el poder superior de las armas occidentales. Su jefe Abe Masajiro consultó a los daimyo y jefes militares pero en sus repuestas no hubo consenso aunque predominaron las que aconsejaban resistencia. Por lo menos había que ganar tiempo.  Cuando en 1854 Perry se presentó otra vez, con una flota más fuerte, frente a Edo se firmó un tratado abriendo dos puertos y aceptando un cónsul americano. Estas concesiones fueron impopulares en el país, pero consideradas insuficientes y sólo provisorias por el gobierno americano. Hubo una ola de xenofobia por el honor nacional herido. Se trató de adquirir armas, barcos e instrucción de los holandeses.  El cónsul Harris presionó con toda clase de argumentos y logró imponer al nuevo jefe del Consejo, Hotta un tratado comercial que comprendía el intercambio de embajadores, apertura de algunos puertos, residencia de extranjeros y extraterritorialidad. Lo notable es que, ante la indecisión del Shogún, tanto el cónsul como otros daimyo se volvían al emperador para que decidiera. El Shogún murió en 1858 y se nombró Shogún a Io Nausuke  que aprobó el tratado con despidos, arrestos y ejecución de opositores lo cual calmó momentáneamente la agitación. En 1860 un grupo de samurais asesinó a Io. Siguieron una serie de acciones terroristas contra extranjeros. Una flota británica, como castigo por la muerte de un inglés, bombardeó e incendio Kagashima y se hicieron, junto con otros aliados, varias demostraciones de fuerza. El emperador firmó el tratado.

Pero en gran parte, el desprestigio por las humillaciones sufridas cayó sobre el Shogún y los daimyo que teniendo el poder militar del país no habían podido rechazar la prepotencia extranjera. En 1863 el Shogún , por exigencia imperial se trasladó a Kyoto. Los daimyo más importantes iniciaron movimientos contra el Shogún y en favor de una autoridad imperial. En 1866 una fuerza del daimyo de Choshu derrotó a las fuerzas del Shogún. En 1867 muere el emperador y le sucede su hijo Mitsuhito de catorce años. El nuevo Shogún Yoshinohu, asesorado por los franceses, intentó preservar el bukufu. pero en noviembre ante la presión de los daimyo aceptó ceder el poder al emperador conservando el cargo de primer ministro. Era tarde. Las fuerzas de Satsuma, Choshu y otros daimyo se apoderaron del palacio y expulsando a los Tokugawa, proclamaron la restauración “del poder imperial Jimmu”. El emperador Meiji Tenno (Mitsuhito) asumió el poder. Yoshinobu pasó a ser un daimyo común. Después de algunas resistencias se impuso el poder imperial sobre todo el país. Se proclamó una restauración de la legalidad y la unidad ante la grave amenaza exterior, abriendo grandes esperanzas.

 

¿Cómo fue posible esta restauración del militarmente débil poder imperial por los que siempre lo habían considerado un mero símbolo? Los principales dirigentes eran samurai con una alta formación cultural;  algunos conocían la civilización occidental y las bases de su poder, por lo tanto intuían qué reformas eran necesarias; tenían experiencia militar y mando en los ejércitos de los respectivos daimyo; su educación confuciana y moral samurai los llamaba a la lealtad a una dirección superior, pero tal vez no confiaban en una anarquía de los conflictivos daimyo y, por otra parte, para realizar los cambios requeridos, preferían una autoridad nueva que les debiera el poder a ellos. Como habían sido educados en la fidelidad a los valores de la patria japonesa, la lealtad al emperador milenario (¡se invocó en la restauración a Jimmu, descendiente del Sol y Amaterasu!) era la garantía de que la revolución no se extraviaría en adoptar una cultura extranjera. Es decir se impuso una revolución (palabra inconcebible en Japón) disfrazada de restauración legítima. Nunca se aplicó tan hábilmente la táctica de “cambiar para que lo esencial no cambie”. Rápidamente los jefes militares que habían captado esto se pusieron en comunicación y unificaron su programa de acción bajo el influjo de Okubo, Saigo, Kido, Ito, Inoue, Fukuoka, Yuri y otros samurais de los ejércitos de los daimyo. Los pasos de la reforma se hicieron cautelosamente, sin enfrentar simultáneamente a todos y siempre teniendo preparado, antes de cada paso, el poder militar del ejército imperial formado al comienzo por los regimientos de Satsuma y Choshu. Se convenció a los principales daimyo, a cambio de honores y pensiones y con la amenaza militar, que cedieran al emperador la administración de sus tierras. Luego se abolieron los han (dominios de los daimyo), rehaciendo las unidades territoriales al frente de gobernadores nombrados por el poder central. En 1871 se abolió la institución de los samurais, se proclamó la igualdad social y libertad de movimientos, preparando la apertura a una nueva sociedad. Nótese que los beneficiarios de la transformación social: artesanos, comerciantes, campesinos, no fueron los actores del proceso y una pequeña fracción de samurais acabó con el dominio de esa clase. Esta revolución “burguesa sin burguesía”, usando los términos europeos, determinó los éxitos y las limitaciones de la modernización japonesa.

 

El gobierno comenzó a enviar samurai a EEUU e Inglaterra, oficialmente y secretamente, se crearon escuelas militares y de idiomas. Con asesores extranjeros se crearon universidades y escuelas de medicina. Se desarrolló el correo, telégrafo y los ferrocarriles. Se desarrollo el sistema bancario y monetario. Se envió una gran cantidad de estudiantes al exterior. Hubo iconoclastas como Fukuzawa (1835 a 1901), hijo de un samurai pobre. Hizo su carrera en un colegio holandés y fue gran propagandista de la cultura occidental. Agredido durante la xenofobia de 1860-1870, fue quizá el autor más leído en los años sucesivos. Rechazó cargos públicos y creó una universidad independiente. Defendió una occidentalización a ultranza. El tema de hasta donde había que adoptar la cultura occidental y cuanto había que conservar tradiciones japonesas se discutía animadamente con extremistas en los bandos opuestos. El tema más discutido fue el de cuanto se debería occidentalizar la educación. En 1890 aparece el Edicto Imperial de Educación que une los principios éticos shintoistas y confucianos del servicio al Estado con el conocimiento científico y técnico occidental. En la organización política la discusión giraba alrededor de escoger entre el sistema liberal inglés o el autoritario prusiano de principios del  siglo XIX. La constitución de 1899 se parecía más a esta última. Una monarquía absoluta. El único rasgo de participación popular eran las dos asambleas nacionales y las locales, sin ningún poder, elegidas por un número de votantes muy restringido. La cámara baja podía discutir el presupuesto con muchas restricciones. De todos modos, como centro de debates,  fue el punto de partida para un ulterior desarrollo de la democracia.

Entretanto, con el apoyo del ministro Inoue, se desarrollaron los zaitbatsu, imperios financieros pertenecientes las grandes familias que controlaban diversas manufacturas y fueron la base del desarrollo capitalista japonés. La falta de recursos básicos, algodón, carbón, hierro y petróleo, fue una seria limitación para el proceso y  fue una de las causas de la política imperialista.

En 1876 los japoneses, impusieron a Corea su hegemonía comercial en sustitución de la china. Varios incidentes llevaron a una guerra con China en 1894 en la cual el superior armamento y marina japoneses les dieron una fácil victoria. Japón se anexó Formosa, estableció un gobierno títere en Corea, y obligó a China a reconocerlo. También se anexó la península de Liatung, pero tuvo que devolverla ante la presión de las potencias europeas que veían con recelo la expansión japonesa. Poco después Rusia ocupó la península y estableció su base de Port Arthur, lo cual causó indignación en Japón y la idea de que sólo se podía tratar con los occidentales basándose en la fuerza. Este y otros problemas llevaron a la guerra con Rusia (1905) con la victoria de Japón que causó gran impresión en el mundo occidental.  En 1914 Japón se unió a las potencias aliadas contra Alemania.

 

Hacia 1920 Japón alcanzó 55 millones de habitantes y la sociedad de aristócratas, militares, políticos, empresarios, burócratas, obreros, empleados, campesinos, intelectuales con sus intereses encontrados, se hizo cada vez más compleja. Los problemas eran de alimentos, materias primas, competencia en un mercado internacional muy disputado, migración rural-urbana y, al entrar las ideas burguesas, de democracia y libertades políticas. Surgió cierta oposición (partido Doshikai en 1913) y hubo graves disturbios por problemas alimenticios en 1918. En 1925 la oposición liderada por el partido Kenseikai ganó la mayoría, impuso el sufragio universal masculino y se redujo el presupuesto militar. Aparecieron movimientos socialistas y comunistas y hubo represiones policiales. Tal vez el estamento militar vio en la guerra una salida que unificaría al país ante la desilusión de los poderes tradicionales frente a un capitalismo liberal, los partidos políticos y el peligro comunista.

En 1931 un complot militar impulsa al gobierno a la invasión de Manchuria. Desde ese momento los militares controlan el gobierno y los partidos políticos populares son perseguidos. Japón es expulsado de la Sociedad de las Naciones en 1933. La elite gubernamental de Japón, irritada por el apoyo occidental a China y desilusionada por la crisis mundial originada en EEUU, comienza a considerar los sistemas fascistas europeos de Italia y Alemania como una reacción justificada contra las democracias occidentales, ricas en recursos, colonias y mercados, que impiden el desarrollo de las “potencias pobres”.

En 1937 Japón invade China. Los japoneses se apoderan de toda la región costera pero no pueden organizar la producción china en su provecho ni dominar el interior, defendido por el Kuomintang de Chiang Kaichek y la guerrilla comunista de Mao que se alían ante el invasor. Japón se asocia con la Italia fascista y la Alemania nazi. EEUU e Inglaterra declaran sanciones económicas a Japón.

 

Hacia 1941 la dirigencia militar japonesa se ve desprovista de petróleo y materias primas para continuar la guerra. Se temen reacciones políticas anti-militaristas dentro de Japón ante la perspectiva de retirarse de China. Los militares piensan en el petróleo de Indonesia. EEUU mantiene las sanciones y hace saber que no tolerará una invasión a Indochina. Los jefes militares japoneses conciben el plan de destruir la flota de EEUU en el Pacífico para luego apoderarse de Indonesia.  Lanzan un ataque a Pearl Harbor en diciembre de 1941, que destruye gran parte de la flota del Pacífico, con lo cual Japón y EEUU se agregan a la guerra mundial.

Después de rápidos éxitos que le llevan a conquistar Indochina, Birmania, Indonesia y Filipinas, estableciendo gobiernos títere, Japón comienza a perder territorio y en 1945 se rinde ante la destrucción de Hiroshima y Nagasaky por las bombas atómicas de EEUU que causan  unas 120.000 víctimas civiles que se agregan a las 700.000 de los bombardeos anteriores.

Japón es ocupado militarmente por EEUU.

La ocupación americana y la reacción japonesa ante ella es un episodio increíble. Los ocupantes foráneos completan la revolución burguesa imperfecta de los Meiji que había tenido un carácter aristocrático. Tal vez la idea de los americanos fue evitar que el pueblo japonés, arruinado y desesperado se volviera hacia el comunismo. No bastaba pues desarticular el aparato y la tradición militarista. Había que restaurar el capitalismo, pero dándole una forma democrática. En primer lugar se suprimió la enseñanza del Shinto, base del absolutismo militarista. El emperador debió reconocer públicamente que su origen no era divino. Pero se lo mantuvo para impedir una peligrosa destrucción total de las instituciones y se siguió admitiendo que era descendiente de los Jimmu. Los americanos comprendieron y utilizaron el respeto indestructible de los japoneses a su emperador. Se suprimió el ejército y se juzgó a militares que habían cometido crímenes de guerra (siete fueron ahorcados) y se sacaron de la administración los que habían sido más importantes en la expansión colonial japonesa. Se eliminó la ocupación de China, Corea y Formosa. Se redactó una constitución democrática con dos cámaras elegidas por voto universal (incluyendo las mujeres) y un sistema parlamentario. Se mantuvo al emperador como símbolo de la unidad del pueblo soberano. Se descentralizó la economía fraccionando los zaitbatsu mayores y promoviendo los sindicatos obreros. Se hizo una radical redistribución de la tierra, se eliminaron los propietarios absentistas,  no permitiendo parcelas mayores de 3 hectáreas. Esto produjo una rápida recuperación de la producción agraria. Se reorganizó la educación favoreciendo la participación de los padres en el manejo de las escuelas. Los estudios de la tradición Shinto se sustituyeron en las escuelas por los estudios sociales. Con estas reformas, tal vez más liberales que las de EEUU, el Japón de después de la ocupación (1951) libre de la opresión militar imperial, entró en un rápido desarrollo económico. En 1961 ya superaba a Inglaterra en producción industrial y poco después a Alemania en producción de automóviles y fue segundo en producción de radios y televisores. Poco después pasó a desarrollar programas de ayuda e inversión en la India y otros países como Taiwán y Corea del Sur que luego construyeron fuertes economías industriales. El mundo se llenó de turistas japoneses en grupo con sus cámaras fotográficas. Como en todo capitalismo hubo una gran diferencia de riqueza que mantiene en la práctica la desigualdad de poder, pero se estableció una democracia formal y declinó la importancia de la vieja aristocracia. Los grupos socialmente discriminados fueron, aparte de los extranjeros de varias naciones, los 3 millones de los citados burakumin. Se los discrimina en zonas de residencia, instituciones educativas, empleos y en relación matrimonial. Hay agencias que investigan los antecedentes de los futuros cónyuges para ver si tienen un antepasado reconocido como burakumin en cuyo caso la oposición familiar al matrimonio es, en general, decisiva. Todo esto es contrario a la Constitución y las leyes. Existe un movimiento de liberación que lucha contra tal discriminación.

 

Los americanos se asustaron del poderoso desarrollo económico de Japón y pensaron que había que ponerse a la defensiva. La idea de la ocupación era desactivar el “aparato infernal” que había construido la tecnología occidental insertada en un aparato jerárquico tradicional y militar (que ellos no entendían). El desarrollo industrial de Japón les hizo creer que lo habían logrado. Tomaron por revolución burguesa lo que posiblemente es sólo un repliegue momentáneo del honor nacional, como en la famosa historia que nos cuenta Borges [1974] la cual se materializó en la ofensa de Perry y la venganza de Pearl Harbor y que puede repetirse.

Desde 1970 el ritmo de desarrollo fue menor pero el país creó un sistema original de relaciones industriales basado en la lealtad de los empleados a la empresa y un estricto control de calidad que influyeron en todo el mundo. Las inversiones en EEUU fueron enormes. Es como si el país, después de su derrota y paralización militar, hubiera querido recuperar su honor y autoestima usando sus virtudes tradicionales para volverse una potencia económica mundial, combatiendo con éxito a sus ex enemigos.

El ejemplo de Japón nos muestra un sistema de control basado en el poder militar de un grupo amplio pero que, a pesar de su carácter jerárquico, no impidió el desarrollo de un fuerte sentido de comunidad que permaneció cuando la casta militar fue eliminada. La capacidad japonesa de llegar a acuerdos es superior a la occidental. Se ve como vale el principio general de la experiencia histórica de las minorías dominantes que observa Toynbee. La lealtad al uji se extiende al emperador y el sentido del honor samurai, al recibir una ofensa externa, se expande al honor nacional. En la expansión imperialista y los gobiernos títeres se usa la misma táctica de las centralizaciones sin destrucción de los siglos VII, XVII y XIX. Cuando entran decididamente al desarrollo capitalista aparecen en la empresa rasgos feudales de lealtad, protección, honor y sacrificio en su administración. Toda su eficiencia se basa en el respeto a la jerarquía, que se expresa en el grado de inclinación en el saludo, los giros del lenguaje al tratar con superiores, la obediencia y sentido del deber. Esto origina una disciplina en el trabajo que permite perfeccionar cualquier técnica. La dificultad de la subordinación del individuo a la jerarquía está en la creatividad. No hay inventores o intelectuales individualistas con irrespeto por las normas y verdades tradicionales, como abundan en la conflictiva civilización occidental, que quebró los respetos ancestrales en la Reforma, el Renacimiento y las revoluciones burguesas. En general los japoneses han aprendido de otros, pero superando muchas veces a sus maestros. Pero lo que es propio de su manera de vivir, el respeto a la jerarquía, la lealtad, el honor, la responsabilidad en el trabajo, si es comprendido y tal vez puesto en otros contextos, puede ser muy valioso para la sociedad futura pero muy peligroso si se lo ignora o se lo quiere sustituir por los rasgos más superficiales de la cultura occidental.

 

3.13 Europa y los Estados Unidos capitalistas. Los propietarios de los medios de

producción y sus sirvientes estatales

El origen de la producción capitalista ha sido objeto de profundas indagaciones. Desde mediados del siglo XIX se rastrean y salen a la luz los hechos esporádicos y aparentemente fortuitos que dieron origen a este peculiar modo de producción y organización del control social. La bibliografía del tema es abundante y hay resúmenes excelentes así que no entraremos aquí en detalles. Ver por ejemplo L. Bergeron, F.Furet, R.Kosellek [1976], G. Pallmade [1979].

La transformación de la sociedad feudal en capitalista fue impulsada por la clase de los comerciantes que, como dijimos se había librado de las ideas católicas de las restricciones a las ganancias. Su acción constante en el comercio nacional e internacional, que se había despertado en las cruzadas, con los grandes puertos del Mediterráneo (Venecia, Genova, Amalfi, Barcelona, Alejandría, Argel, al-Fustat , Túnez) se refuerza y se desplaza a América y Asia oriental con los grandes viajes y descubrimientos de los europeos en los siglos XVI y XVII. Esto originó una fuerte presión de demanda de artículos manufacturados ( a cambio del azúcar, cacao, oro, plata, esclavos, marfil, té) que no podía satisfacer la producción artesanal. En Inglaterra los comerciantes comenzaron a llevar trabajo a las familias campesinas, a las que proporcionaban materias primas (como la lana o el algodón) y pasaban luego a recoger las telas que llevaban a los confeccionadores de ropa. Tal sistema de trabajo familiar se produjo también en  productos del cuero, madera, cerámicas y metales. Una producción creciente se desarrolló paralelamente a las guildas de las ciudades. Luego los comerciantes encontraron más provechoso unir a los artesanos en un mismo local, lo cual dio origen a las manufacturas. Cuando la demanda y el creciente afán de negocios llevó a la mecanización, comenzada en hilados y telares,  y  a finales del siglo XVIII, al uso de maquinarias movidas por el agua y luego por las máquinas a vapor, los trabajadores perdieron totalmente el control sobre sus productos. De artesanos que vendían lo producido por sus familias a los comerciantes pasaron a ser trabajadores contratados que operaban las máquinas de los empresarios y transformaban las materias primas de éstos. El producto, por lo tanto, pertenecía al empresario que les “compraba” el trabajo a los obreros, les indicaba lo que debían hacer y ponía las máquinas y la materia prima. Todo se adquiría con el dinero de los empresarios o, como se los llamó acertadamente, capitalistas. El paso hacia el sistema capitalista se había dado. El proceso fue reforzado cuando los enriquecidos capitalistas comenzaron a comprar tierras a los nobles en ruina y a desalojar a los campesinos pequeños. Se cercaban las tierras de los campesinos y se obtenía fácilmente una autorización de las autoridades parlamentarias para desalojarlos (ver Barnes [1995]). Este cercado se extendió a los bosques. Los desalojados, sin sus casas, animales de corral, tierra para cultivar y bosques donde buscar leña para calentarse se transformaban en arrendatarios, eran a veces empleados como jornaleros agrarios o emigraban a  las ciudades donde buscaban trabajo en las nuevas fábricas, formando un proletariado rural que vivía miserablemente en suburbios de las ciudades manteniendo una reserva de mano de obra ociosa que mantenía deprimidos los salarios. Los nuevos terratenientes producían alimentos para las ciudades usando las nuevas técnicas agrícolas introducidas por Tull : la máquina sembradora y la limpieza de la tierra, y por Lord Townshend: nuevos cultivos, en especial gramíneas para enriquecer el suelo y luego el uso de fertilizantes (que permitieron prescindir del “descanso” de la tierra). Se creó así la nueva agricultura capitalista. Muchas de las tierras fueron dedicadas a la cría de ovejas para producir lana para las nuevas hilanderías, mientras que el algodón se importaba de la India, Egipto y del Sur de los Estados Unidos. Paralelamente se desarrollaba el sistema financiero desde los primitivos bancos medievales de las ferias en que se cambiaba moneda, hasta las instituciones en que los dueños del dinero guardaban su moneda, pagando al banquero por la custodia, y se hacían pagos de unos lugares a otros. Pronto algunos banqueros se atrevieron a prestar a interés parte de los dineros que custodiaban y como esto resultó muy lucrativo terminaron pagando parte de los  intereses a los que depositaban, lo cual atrajo más depositantes y más concesiones de créditos, dando lugar al moderno sistema bancario. El capitalista no tuvo que esperar la venta de sus productos para tener el dinero requerido por la futura producción, la mantenía continuamente mediante los préstamos. Como los bancos, al conceder un préstamo, abrían una cuenta al prestatario, esto, con el tiempo y la permanencia de un nivel de depósitos fue considerado un nuevo depósito y permitía al banco hacer más préstamos. Un proceso teóricamente infinito de producir dinero, que tuvo que ser limitado por la ley para evitar quiebras, pero que entre ciertos límites permitió al sistema bancario ajustar los créditos a la creciente demanda.

 

Se llegó así entre los siglos XVII y XIX al sistema capitalista de producción de mercancías en gran escala para el mercado. La unidad básica la constituye la fábrica cuya característica decisiva no es “el instrumento de producción, ni el género de proceso de trabajo, sino la apropiación del taller, de los instrumentos, fuentes de energía y materias primas en una misma mano, la del empresario” (Weber 1923). Tal unidad no puede compararse al ergasterio griego y romano donde el capital era exiguo y el obrero esclavo. Los empresarios buscaron al principio el favor del rey o los nobles locales para hacer valer sus nuevos derechos, manejando la promesa de impuestos y préstamos a reyes y nobles, riqueza para la nación y empleo para las inquietantes bandas de menesterosos. Pero muy pronto, al tomar conciencia de su poder, pusieron al estado como sirviente de sus negocios.

Inglaterra donde la migración a las ciudades de campesinos desplazados por los cercados  brinda mano de obra barata, donde el parlamento puede presionar sobre el rey para obtener leyes favorables, donde los nobles locales y los gremios son débiles, es el lugar ideal para el desarrollo espontáneo  del capitalismo (Marx [1867]). En el continente muchas fábricas fueron estimuladas o instaladas por los propios gobiernos absolutistas para lograr algunas de las ventajas mencionadas, y la posibilidad de exportar consiguiendo el oro de las transacciones  para sus gastos cortesanos y militares. Los grandes monarcas absolutos del siglo XVII y XVIII cimentaron su poder en esta política mercantilista que al principio favorecía a empresarios individuales por la concesión de privilegios y monopolios a cambio de préstamos al gobierno. Los primeros mercados estables fueron la corte, que demandaba artículos de lujo, y el ejército nacional que demandaba uniformes, armas y aprovisionamientos, mientras los nobles se arruinaban o vendían sus tierras para adquirir los lujosos artículos de manufacturas europeas y asiáticas. Y todo llevaba a más negocios para los capitalistas.

Ya desde el comienzo lucha por los elementos que son la esencia del rendimiento del capital fijo: mercado estable, un ejército de reclutamiento de mano de obra, eliminación de la intromisión abusiva de los nobles (“derecho calculable”) y libertad para todos los ciudadanos de instalar cualquier negocio.

Es este último punto el que define la política esencial del sistema. El capitalista no es, individualmente, defensor de esta libertad económica de todos. Le conviene tener el monopolio, los privilegios concedidos por el gobernante, las franquicias de todo tipo, el uso exclusivo de las innovaciones. Siempre busca estas ventajas para maximizar su ganancia y eliminar competidores.

¿Porqué llega entonces a imponerse esa libertad económica que le permite a cualquiera instalar cualquier tipo de negocio?. Este es un punto clave que no esta claro en la mayoría de exposiciones sobre el origen del capitalismo.

La explicación más plausible es que, como tantas reglas e instituciones, representa una solución a un caso de la paradoja de la colaboración (ver 2.1.2). Todos los capitalistas llegan a convencerse, por la experiencia del sistema mercantilista, basada en el absolutismo, que buscar ventajas particulares concedidas por el rey los enreda en una lucha entre capitalistas por conseguir los privilegios que otorga el soberano. Y esto beneficia, en última instancia, al soberano que se erige en árbitro y dispensador de favores con lo cual les impone su poder. Se abre paso la idea de establecer un sistema jurídico que, en nombre de una supuesta “ley natural” de igualdad de oportunidades, impida esos privilegios. Todo ciudadano tiene legalmente, derecho a instalar su empresa y competir. La práctica demuestra que si bien esto puede arruinar a algún capitalista individual la “ventaja inicial” de riqueza e información que tiene el empresario da una estabilidad al conjunto de los capitalistas y una seguridad que no se tiene en los sistemas absolutistas. En términos del dilema de la colaboración se ve que las tácticas de los capitalistas que compiten pueden ser: defender la libertad económica que los lleva a la competencia o buscar los favores del soberano, que le da ventaja sólo al que la obtiene y tal ventaja no depende de él sino de los caprichos del soberano, ante la cual el de la quiebra resulta un riesgo menor. Si todos buscan los privilegios el soberano que los concede tiene todo el poder e impone sus condiciones de impuestos, préstamos y cobros por dar los monopolios. Los capitalistas descubren que esta libertad económica, aún con sus riesgos de quiebra, es la mejor solución para todos.

 

La lucha por expandir el mercado hacia clases de menores ingresos determinó una búsqueda febril de inventos. En 1623 aparece en Inglaterra la primera ley de patentes que garantizaba al inventor el monopolio del invento por 14 años. Luego pasaba al dominio público.

Se ha discutido mucho por qué se desarrolló  el capitalismo en Europa y no en otros lados (China, India, Islam). Weber (1923-2)  refuta las teorías simplistas:  un afán desmedido de lucro, la afluencia de metales preciosos de América, un gran crecimiento de la población, dando contraejemplos de todas estas hipótesis. Su última explicación (quizá algo etnocéntrica) es un imperio de la “racionalidad” en todas las esferas. Tal vez como todo fenómeno social importante el capitalismo es resultado de una articulación de varios procesos. Los hechos más relevantes que produjeron la expansión de la economía mercantil y luego el auge de la producción industrial fueron:

a)         La expansión de las exploraciones, hecha por estados no industriales (España y Portugal) y por razones más político-sociales que comerciales (ver antes 3.10). A ellos les siguieron los comerciantes de Holanda, Inglaterra y Francia. Esto aumento la demanda de artículos manufacturados.

b)        El surgimiento de las fábricas, aunque débil, encontró  poca resistencia debido a una serie de factores políticos (conflicto del rey y los nobles, estancamiento de los gremios).

c)         La misma ley de cercados en Inglaterra y las guerras del siglo XVII que dejaron muchos desplazados que emigraron a los centros poblados.

d)        El derecho racional, herencia del grecorromano y la existencia de un sistema financiero que se fue organizando en la Edad Media por los judíos, venecianos, genoveses y holandeses.

e)         Falta de amenazas exteriores graves que pudieran unir a los diferentes grupos con gobernantes militares al frente. El Imperio Austrohúngaro que contuvo a los

turcos y el imperio Ruso que frenó a los tártaros cargaron con el peso de estas tareas y salvaron al resto de Europa de la necesidad de ellas, a costa de fortalecer una nobleza militar que retardó la llegada al poder de la burguesía.

f)Falta de una burocracia poderosa, como la que se desarrolló en China. Recordamos la supresión de los viajes comerciales en la dinastía Ming y el dificultoso proceso actual de una burocracia que desea aumentar la productividad y al mismo tiempo mantener su poder.

g)Falta de un sistema de gastos estatales desmesurados. Esto está relacionado con los dos puntos anteriores.

h) El oro de América que produjo una baja relativa de los precios de los artículos manufacturados lo cual estimuló la optimización de la producción fabril frente a la gremial. Weber (1923).

i)         Otro asunto importante es la instalación del elemento inicial:  la fábrica. Pero quizá se ha exagerado la discusión alrededor del tema de si  había o no elementos análogos en otras civilizaciones (Roma, Islam y China por ejemplo). Es casi seguro que existieron estos u otros muy parecidos. El problema es si encontraron un mecanismo de articulación adecuado para su  expansión. Tales elementos son en un principio esporádicos y débiles y basta una oposición en sus comienzos (como por ejemplo el poder burocrático de China o el control y los impuestos del Imperio Romano o la formación de burocracias militares y religiosas en el Islam) para liquidarlos antes de que puedan desarrollarse.

j) las libertades económicas, en especial el derecho de cada ciudadano de instalar cualquier negocio. Ya hemos explicado las causas de este sistema. Una consecuencia fue la enorme capacidad del sistema para adaptarse a cualquier oportunidad de la demanda transformable en negocio lucrativo.

 

Es fácil demostrar con contraejemplos históricos que ninguno de estos hechos aisladamente ni siquiera varios de ellos origina el capitalismo. Pero no creemos que se halle un contraejemplo histórico en que aparezcan todos.

A fines del siglo XVIII los capitalistas tienen un poder tal que, como tercer estado o burguesía, desplazan a los nobles y al clero de su  influencia sobre el estado o asaltan directamente el poder en las dos revoluciones inglesas (1642, 1688) la americana (1776) y la francesa (1789). A lo largo de todo el siglo XIX el movimiento gana su expansión, la producción industrial se generaliza y pasa a ser el eje de toda la vida económica social y política. Ver Marx [1848].

La idea central es que el gobierno debe pasar a ser un organismo que impida las trabas al desarrollo capitalista, mantenga un mercado libre de trabajo, promueva el comercio exterior y el orden interno reprimiendo conflictos sociales violentos. Todo esto con un mínimo de impuestos y sin parcializarse en favorecer a unos capitalistas más que a otros. Se siente la seguridad de que se ha descubierto “el”  sistema racional de funcionamiento de la sociedad. Cada capitalista sigue lo que es natural y racional:  su interés privado en obtener ganancias, y esto produce, afirman los teóricos, el bienestar general.

 

El sistema es abierto;  a nadie le está negado ser capitalista. Se logra la justicia: a cada uno se le da lo que corresponde a su riesgo, su esfuerzo y su espíritu ahorrativo y el servicio que presta a los consumidores. Y el que da los premios, el cliente, ni siquiera conoce a quien se los da, sólo busca su mayor satisfacción particular al menor costo. Se resuelve el gran problema del reparto en la producción social (ver 2.2.2). Ni reyes, ni dioses, ni dictadores, ni elites políticas son necesarias. Ni es necesario, como predicaron las religiones, volver buena y altruista a la gente. Es el sistema propio, por el mecanismo impersonal del mercado (de mercancías, trabajo y capital), quien lo resuelve. Y todo problema de información de los productores y consumidores desperdigados se resuelve con el dinero. Lo que contribuye cada productor al bienestar de todos se mide con el dinero que consigue y representa el bienestar que él mismo puede obtener. Los pensadores europeos del fin del siglo XVIII sentían que habían descubierto la solución al problema que ninguna cultura, religión o ideología anterior había resuelto.

En la competencia progresan las empresas más económicas en beneficio de los mejores

empresarios y de los clientes.

 

El sistema político correspondiente se basa en un poder y riqueza mínimos del Estado. Esto se logra por la división de poderes (legislativo, judicial y ejecutivo) cuyo teórico es Locke [1690]. Sostiene que, a partir del “estado natural” de los humanos en que los conflictos se resuelven por decisiones y acciones directas entre los involucrados, llega la conclusión de que debe haber autoridades separadas: unas que determinen las leyes, otras que decidan como se aplican y otras que se responsabilicen de su aplicación. Estas ideas las argumenta en Francia, C.L. Montesquieu [1750].  En su extenso tratado que discute en detalle los principios de los gobiernos democráticos, monárquicos y despóticos, basado en el ejemplo del gobierno inglés, sostiene que la separación de poderes es lo único que puede garantizar la libertad individual, ya que la unión de dos de esos poderes en una sola mano lleva a violación de esa libertad. Estos autores, además de las ideas igualitarias de J.J.Rousseau [1754] formaron las ideas políticas básicas de los revolucionarios democráticos de Francia y América.

Las ideas económicas están expuestas en el famoso tratado de A. Smith [1776] donde exponen las ventajas de la división del trabajo, la teoría de que el trabajo es el origen del valor de las mercancías, la naturaleza del dinero, la crítica al sistema mercantil, y la teoría de que la producción y los precios se ajustan automáticamente por la tendencia humana a maximizar la ganancia y conseguir el mayor provecho con el mínimo costo. Así que el principio de los gobiernos en la economía es no intervenir, pues cada empresario, trabajador o consumidor guiado por su propio interés producen un resultado global que los beneficia a todos. Para muchos Smith era el Newton de la ciencia social, había descubierto la ley básica del funcionamiento de la sociedad justa basada en el egoísmo natural de los humanos.

Otros expresaron sus dudas a lo largo de los siglos XIX y XX.

Las características del sistema de control social que  se impone con el capitalismo son, en efecto, paradójicas:

a)         en el interior de las unidades de producción rigen la disciplina y la jerarquía más estricta. El que vende su fuerza de trabajo vende por un tiempo fijo, la libertad de sus movimientos, pensamientos y actos. Puede decirse que es una venta no completa como en la esclavitud pero cuantitativamente puede llevar la mayor parte de la vida de un trabajador. Nada se deja a la espontaneidad. Las órdenes vienen de arriba. De abajo sólo puede venir información que va convergiendo hacia arriba ganando al subir en alcance y generalidad. El mando del dueño del capital sobre el trabajo es total.

b)        en contraposición con esto se trata de que la articulación de las empresas en la producción social para indicarle a cada una qué debe producir, se deje al mecanismo automático del mercado. La idea es que cada empresario buscando su provecho, compitiendo con los demás y supuesta una libertad y una actitud semejante en el consumidor, está, sin quererlo, trabajando por el bienestar general y el sistema óptimo de producción. Hay una “mano invisible”  que transforma, sin coerción, los efectos del egoísmo individual en beneficio colectivo. Por supuesto la acción de la mano invisible se limita a coordinar las libres iniciativas de los empresarios. Dentro de la empresa nadie piensa dejar la coordinación de los trabajos a cargo de la

“mano invisible”  que produciría la armonía de los procesos cuando cada trabajador siguiera sus propios impulsos egoístas. La intromisión del estado en la producción, circulación y consumo es siempre  dañina, debe minimizarse o anularse.

 

Desde luego el sistema nunca funcionó en esta “anarquía ideal”. Es cierto que muchos ajustes como el de precios, oferta y demanda de mercancías, capital y trabajo se producen hasta cierto punto en forma automática. Es cierto también que al buscar cada empresario un máximo provecho aumentó la productividad y el nivel tecnológico a niveles jamás soñados por la humanidad, expandiéndose además el consumo y la producción industrial a todos los confines de la tierra.

Pero ¿a que  precio?   ¿cuáles son las consecuencias negativas de tal expansión?  Aunque ya son conocidas y discutidas en las críticas socialistas del siglo XIX conviene recapitularlas, pues parece que algunos economistas las hubieran olvidado al final del XX.

a)         La concentración de una enorme riqueza en unas pocas manos con el gran poder que ello implica ante un estado débil y pobre al servicio de los ricos;  oligopolios de la información y la cultura, corrupción del sistema político y jurídico por el dinero que altera la igualdad de todos los ciudadanos proclamada por la burguesía.

b)        El despilfarro del potencial humano al someter a millones de seres humanos a un trabajo no creativo y mecanizado. El mercado, como lo establece F.Taylor [1912] premia al que mecaniza más el trabajo de sus obreros.

c)         La destrucción indiscriminada de culturas y sistemas sociales pre-capitalistas, que  alcanza dimensiones continentales en la época de expansión imperialista y produce toda clase de conflictos: masas desarraigadas, miseria en escala nacional, incongruencia cultural. Aparte de la conquista de América por España con al destrucción de importantes culturas (mexicana, Maya e Incaica) se llevó a cabo el sometimiento y a veces esclavización de cientos de etnias y la inglesa y francesa de América del Norte con liquidación de las etnias indígenas. Los holandeses se apoderaron de Indonesia y algunas islas del Caribe. La colonización inglesa se extendió a la India, Australia, Nueva Zelandia y muchas islas de pacífico y en el reparto de África se apoderó de Sudáfrica, Sudán, Nigeria, Kenia,  Costa de Oro, Sierra Leona, y luego de la guerra de 1914 se quedó con las posesiones alemanas Tangañika, África Sudoccidental (Namibia) y Camerún. Francia se apoderó de Argel, Marruecos, África Ecuatorial, Tunecia, Gabón, Madagascar y e Asia de Indochina. Bélgica, donde Leopoldo II instigó el reparto de África se instaló en el Congo. Italia se apoderó de Libia y Etiopía en 1935, único país (aparte de Liberia) que quedaba libre en África.  Hay que mencionar también la colonización rusa de Siberia y grandes territorios de Asia central. Aparte de esto los países Europeos impusieron su comercio por la fuerza a China y EEUU a Japón. En otros países Inglaterra impuso “protectorados” como en Egipto e Irak. Las razones fueron económicas, para extender el comercio, controlar materias primas y por la misma rivalidad de los países industriales Europeos.

d)        El desastre ecológico:  contaminación, destrucción de recursos renovables y extinción irracional de los no renovables. Aquí tampoco hay mano invisible: el que cuida el ambiente es arruinado por sus competidores.

e)         El caos urbano y la formación de suburbios donde se hacinan los pobres y desempleados en condiciones de existencia precarias. No es negocio tomar medidas que mejoren su nivel de vida. Eso queda a cargo del estado que, en principio, debe ser pobre.

f)         La inseguridad social agudizada por las fluctuaciones espontáneas del mercado  de trabajo y la disolución de la familia extendida rural que cumplía antiguamente las funciones de seguridad social y educación laboral y moral.

g)         El abandono, subdesarrollo o corrupción comercial de actividades no aptas de ser explotadas en forma empresarial:  la salud pública, la instrucción para todos, la investigación desinteresada, las actividades artísticas.

h)        Las ruinas, quiebras y paralización de empresas causadas por una competencia no siempre “legal”:  uso del dumping, el sabotaje, el soborno a funcionarios.

i)         El conflicto continuo entre obreros y patrones que adquirió a veces caracteres violentos.

j)         El “ajuste” de los salarios de los obreros a nivel de subsistencia, que sólo se ha evitado donde hay acción de los sindicatos y partidos obreros, ya que la única ley automática que puede subirlos temporalmente es, según los teóricos del capitalismo automático, la muerte por hambre de los trabajadores (ley de hierro de los salarios)

k)        El dinero que es un medio imperfecto de la información de la productividad, pues no da información de cómo se logró. Esto se ve en las grandes especulaciones financieras que pueden llevar a enormes ingresos personales sin generación de beneficios para la sociedad y aún con grandes pérdidas. Ver ejemplos en P. Krugman [1999].

l)         Para manejar las contradicciones más directas en el funcionamiento del sistema de coordinación entre empresas, como la falta de capital para reiniciar la producción antes de vendida la ya realizada y las diferencias en necesidades de capital entre los diferentes sectores en diferentes momentos, se desarrolla espontáneamente un gran conjunto de bancos que permite a unos capitalistas utilizar el dinero de otros ahorristas. Se forma así el sistema financiero que, al establecerse la movilidad mundial del capital, adquiere un enorme poder de control de las empresas productivas que necesitan del crédito, trasladando el capital a los países en que los trabajadores tienen poco poder, hay facilidades de exportar ganancias e impuestos bajos.

m)       Separación de la producción y el consumo. Por un lado hay muy poca comunicación directa entre el productor y el usuario. Este sólo puede comprar lo que se le ofrece o dejar de comprarlo.  Es decir, controla la producción pero de manera indirecta. No participa en la producción de lo que consume. Tampoco tiene facilidad directa de sugerir modificaciones y menos aún pedir nuevos artículos de acuerdo a sus necesidades. Debe esperar que un empresario “las descubra” y vea que son suficientemente generales y rentables para justificar su fabricación. Esta desconexión de productor y consumidor puede llevar a acumulación visible de productos no vendibles o acumulación invisible de necesidades no satisfechas. Cada vez los productos son más “sellados” al acceso del que los usa y las reparaciones se vuelven imposibles. El consumidor no tiene idea del proceso de producción y a veces el productor puede estar mal informado de cómo el consumidor usa el producto. Las ideas de productos desechables y la de obsolescencia consistente en desechar un equipo que funciona por uno nuevo que es mejor pueden llevar a excesos en consumo de recursos naturales y acumulación de residuos.

 

Las contradicciones y problemas antes citados son suficientes para hacer trizas a un sistema basado en el ajuste por libre competencia. Por eso tal sistema nunca llegó  a existir en el estado ideal que hemos expuesto. La viabilidad del sistema fue asegurada desde un comienzo por el mecanismo del estado que se fue articulando para impedir la agudización de las contradicciones y reprimir las reacciones contra las consecuencias más insoportables. Esto fue aceptado como un servicio que debía hacer el estado para mantener lo que se consideraba el sistema “racional y natural”  de producción. No se prestó atención a la paradoja de que el sistema “natural”  no se podía mantener “naturalmente”, sin la intervención y la compulsión estatal. En la exportación del capitalismo a países con otras culturas muchas veces no se han exportado estos “contravenenos” del sistema dando lugar al efecto “vino nuevo en odres viejos” descrito por Toynbee.

 

Las medidas compensatorias fueron múltiples según los países circunstancias y épocas. Mencionaremos: estado de derecho, reglamentación urbana, sanidad y medicina estatal, protección del medio ambiente, enseñanza pública gratuita, protección a la investigación científica, control o estatización de transportes, comunicaciones y otros servicios donde la competencia producía caos o no servía ciertas zonas por no ser rentables, leyes contra el acaparamiento, los monopolios, la propaganda falsa y la venta de productos dañinos a la salud, normas de calidad y sanidad en la producción, cierto control de la actividad económica mediante la regulación del crédito y las obras públicas, cierta planificación global para fomentar el desarrollo de algunos sectores económicos o zonas geográficas, leyes obreras limitando los horarios de trabajo, poniendo sueldos mínimos y prohibiendo la explotación de niños. Por otra parte, facilitando el control represivo de conflictos obreros o actitudes agresivas de arruinados, pobres y desempleados, la adaptación del individuo a través de medios de coerción, educación y cultura:  servicio militar obligatorio, patriotismo, religión, tradicionalismo y otros valores nacionalistas que contribuyen a desviar los conflictos de clases y unificar  la población, en fin internalización en el individuo de los valores burgueses de respeto a la propiedad, laboriosidad y puntualidad, competencia entre individuos, instrucción, riqueza. Además se fomentan medios de distracción:  actos públicos y deportivos, medios de comunicación masivos, regulados por autocensura y manipulación de la información. Estos y otros medios han sido ensayados en diferentes países según su cultura y desarrollo político. Todos estos mecanismos los implanta el estado con más o menos colaboración de las empresas y los ideólogos pagados, o a veces gratuitos, del sistema.

El estado sirve así  al mantenimiento del sistema, en que mucho poder está siempre en manos del gran capital pero con una serie de compensaciones y valores que lo hacen aceptable. Pero en pago de esta importante función el estado adquiere cierta cuota de poder propio detentado por los políticos y funcionarios que pueden, en nombre del interés capitalista general, oponerse  a capitalistas individuales y extraer, para los gastos del estado, una parte cada vez mayor de sus ganancias.

 

Esta situación es aceptada no con mucha resignación por los empresarios que siempre ven en el estado un parásito, sobre todo en los períodos de calma social.

Pero al crecer la magnitud de los negocios su diversificación y complejidad y aumentar  las interacciones aparecen más problemas y la función reguladora del estado se hace cada vez más necesaria. La fracción del producto representada por el gasto público va en aumento. En Gran Bretaña, crece de 10% del producto nacional en 1890 hasta 37% en 1955. Ver Peacock Wiseman [1961]. En Francia pasa de un 15%  en 1900 a un 36% en 1960. Ver Fontvielle [1976].

Por su parte crecen las empresas. Las pequeñas quiebran o se ven relegadas a trabajos marginales donde las grandes no pueden obtener mucho beneficio.

Cada crisis económica es un paso adelante en la concentración. La gran empresa se hace cada vez  más difícil de manejar con el criterio de un “patrón vigilante”. Surge  un ejército de empleados, administradores y ejecutivos asalariados que  se interponen entre los obreros y el dueño del capital.

Intervención estatal entre las empresas y gobierno de las empresas por gerentes asalariados son los puntos clave de la gran transformación que sufre el capitalismo en el siglo XX.

 

El capitalismo burgués como sistema de control es muy sutil. La situación no privilegiada del individuo no se atribuye a su  nacimiento, ni  a disposición divina, ni a su raza. Es causada por el propio individuo. Teóricamente todos tienen posibilidades de ascender, aún los nacidos en hogares pobres. Las leyes garantizan esta posibilidad. Todos tienen derecho a todos los productos de la sociedad, a todas las comodidades de la vida. Es necesario solamente tener espíritu de ahorro, aplicación a los negocios, actividad tenaz, constante, sistemática. El candidato a capitalista se encuentra con muchos otros candidatos.

La teoría de la selección natural es aplicada directamente y en su forma más burda a la sociedad: los aptos en la competencia subsistirán. Con esto la desigualdad es vista como una “ley natural”. El sistema de competencia aparece como la mano de la selección natural que actuando en la sociedad garantiza que los puestos de más riqueza poder y responsabilidad serán ocupados por los mejores, los más inteligentes, ahorrativos y hábiles en la producción. Y, esto para bien de los clientes, sin mencionar que muchos de ellos son los que se quedan sin ingresos.

Es la primera vez en la historia que una teoría semejante se toma como filosofía política de toda la sociedad. No es este el lugar para discutir en detalle tal teoría. Cualquiera que viva en un sistema capitalista sabe que en la práctica los hechos son muy diferentes, que no sólo es necesario ser ahorrativo e inteligente sino que hay que tener conocimientos y capital inicial, es decir estar en una clase de ingresos altos. Pero como el camino no está  cerrado legalmente ni siquiera a los pobres y alguno de estos logran excepcionalmente ascender. Estos raros ejemplos, por la vieja “falacia de composición” (si todos tenemos derecho a ir a la plaza en cualquier momento y lo hacemos ya, el derecho se vuelve ilusorio) se utilizan para mantener las ilusiones en el sistema. La observación obvia de que en un sistema basado en el trabajo de los obreros sólo una minoría pueden ser capitalistas no molesta a los teóricos de la oportunidad igual. Su solución es que los capitalistas son la flor y nata de la sociedad seleccionada por esta “copia de la naturaleza”  que es el sistema capitalista. Para detalles y discusión de esta falacia, remitimos al lector a su propia experiencia y observación de casos y al texto de Thurov [1975] sobre generación de desigualdad.

Cabe también observar que la lucha por la supervivencia individual como eje de la evolución ni siquiera es aceptada actualmente por los propios neodarwinistas. Estos consideran también importante las tendencias heredadas de colaboración de los individuos dentro de una especie como un factor esencial de la supervivencia. Ver por ejemplo M. Smith [1982] que basa su argumentación en las ideas de Axelrod sobre la evolución de la cooperación.

La habilidad de la educación burguesa está  en mantener la ilusión a la gente de que todos tienen el derecho y por lo tanto la posibilidad de llegar a ese cielo de riqueza y sólo a ellos mismos debe achacarse el fracaso en alcanzarlo.

 

Por otra parte el sistema democrático electoral produce ilusiones de poder en el ciudadano común que cree poder cambiar periódicamente la cabeza visible del poder. Ningún sistema social anterior ha explotado tanto las ilusiones terrenales de los controlados. En los países más desarrollados la evidencia social y la crítica socialista han destruido hace tiempo esas ilusiones dentro de grandes estratos de la población. Ya desde los comienzos la teoría fue descartada por muchos trabajadores y pensadores. Por eso, como hemos observado antes, se completó el sistema de control con medios más anticuados como la represión y el control ideológico. Como en todos los sistemas jerárquicos con grandes diferencias de riqueza y con pobreza, la represión es inevitable aunque a veces no la percibimos y nos olvidamos de ella. Sin represión sería imposible que un hambriento no le quitara su alimento a uno que lo tiene en abundancia.

Aparte de la declaración de igualdad legal, la burguesía construyó, basada en el derecho romano un sistema legal de protección de las libertades individuales, hechas en un comienzo para garantizar la libertad del capitalista frente a la realeza y la nobleza. Este sistema se extiende a todos los individuos por primera vez en la historia, cuando el estado capitalista se afianza y confía en sus organismos de persuasión, selección y represión. La libertad de expresión, la libertad de la acción privada, la libertad de la creación artística y científica y la libertad religiosa que resultan implícitas en esa declaración, así como la libertad de enseñanza y aprendizaje (por lo menos en su contenido) y la enseñanza gratuita y obligatoria, son realizadas en la práctica, en una escala sin precedentes en la historia, en los países capitalistas más desarrollados y con más o menos consecuencia en los países en desarrollo produciendo la increíble actividad creadora cultural de los siglos XVIII, XIX y XX. En este sentido no se puede negar su contribución a una futura sociedad flexible. Es cierto que la gente vive en gran parte de las ilusiones terrenales, pero es cierto también que por no ser extra-terrenales pueden mover a la sociedad a exigir su realización.

 

El capitalismo en el siglo XX se ha impuesto en Inglaterra, Holanda, Francia, EEUU, Alemania, Suecia, Suiza, Noruega, Dinamarca, y en forma no tan completa en Italia, España, Rusia, el Imperio Austro-Húngaro y penetró en Latinoamérica, y Asia.

La formación de mercados internos llevó a una definición de nuevas naciones como Italia y Alemania que fue realizada con violencia interna e intervenciones militares o diplomáticas de Francia, Inglaterra, Austria-Hungría y Rusia que buscaban aliados y esferas de influencia. En 1870 una guerra que declaró Francia a Prusia (por el temor de una alianza dinástica entre Prusia y España) terminó con la victoria de Prusia que se apoderó de Alsacia y Lorena y logro unificar la dividida Alemania formando el Imperio Alemán, lo cual provocó un resentimiento revanchista en Francia, mientras Italia se unificaba anexando los territorios del papado que habían sido protegidos por Francia.

Junto con la mencionada expansión colonial se produce una concentración del capital y se forman grandes empresas nacionales, crecimiento del capital financiero y rivalidades cada vez mayores por la conquista de mercados, materias primas y esferas de influencia. Los países van formando ejércitos y armadas cada vez mayores en una competencia alimentada por un temor mutuo creciente. Francia, derrotada por Alemania en 1870, busca una alianza con Rusia contra Alemania la cual se alía con Austria-Hungría que trata de mantener su imperio y se ve amenazada por Rusia, que busca expandirse en los Balcanes. Serbia está apoyada por Rusia y amenazada por Bulgaria y Turquía. El 28 de junio de 1914 el archiduque Francisco Fernando, heredero del trono de Austria-Hungría y su esposa son asesinados en Sarajevo (Serbia) por un estudiante vinculado a una organización secreta anti-autríaca. El gobierno de Viena da un ultimátum al gobierno serbio, exigiéndole que le deje intervenir en Serbia para aclarar la conspiración. El gobierno serbio (cuya inocencia en el atentado está probada) ordena movilización de su ejército y Rusia decide apoyar a Serbia mientras Alemania e Inglaterra intentan mediar en el conflicto. El 28 de Julio Austria declara la guerra a Serbia y movilización parcial. El 30 Rusia moviliza su ejercito. Mientras el canciller alemán busca mediar, los militares alemanes apresuran la movilización total, sin considerar la lentitud de la movilización rusa. Alemania envía un ultimátum de 12 horas a Rusia para que pare la movilización y uno de 18 horas a Francia para que declare su neutralidad en el conflicto. El zar no ve mal una guerra para eliminar el creciente movimiento socialista interior. El 1 de Agosto Alemania declara la guerra a Rusia. Francia no acepta el ultimátum y Alemania le declara la guerra. Vistas las fortificaciones de Francia en la frontera, Alemania pide a Bélgica permiso para pasar sus tropas hasta Francia. El gobierno belga se niega y Alemania invade Bélgica el 3 de Agosto. El día 4 el gobierno inglés envía un ultimátum a Alemania para que retire sus tropas y al no haber respuesta Inglaterra entra en la guerra.

Japón declara la guerra a Alemania para quedarse unas colonias alemanas en China, Italia entra contra Alemania casi un año después esperando recibir territorios reclamados a Austria y Turquía entra unos tres meses después cuando Rusia cañonea unos barcos de guerra alemanes que pertenecían desde hacía poco tiempo a la armada turca. Bulgaria, tradicional enemigo de Serbia entró en la guerra contra Rusia.

 

Es increíble que en tan pocos días los gobiernos tuvieron tal poder de armar este conflicto que produjo millones de muertos. Se nota el poder de la jerarquía cuando los pueblos se han alimentado por años con el patriotismo, una prédica constante de rivalidades, la obediencia ciega a los gobiernos y la costumbre del servicio militar que les permite ir sumisamente hacia el asesinato y la muerte. Los fuertes partidos socialistas, predicadores del internacionalismo proletario incitaron a los obreros a ir al matadero para defender a los gobiernos capitalistas. Hubo unas pocas excepciones personales, entre ellos Jean Jaurés en Francia (asesinado en 1914), Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht en Alemania (asesinados en 1919)  y Lenin en Rusia que al instalarse en el poder firmó una costosa paz con Alemania en marzo de 1918.

En 1917 EEUU, que había sufrido muchos ataques de submarinos alemanes a sus barcos mercantes declaró la guerra a Alemania.

Lo cierto es que todos en 1914 esperaban una rápida y fácil victoria. La guerra duró cuatro años y hubo 10 millones de muertos.

La derrota alemana fue acelerada por una revolución que derrocó al emperador.

A la Alemania derrotada se le consideró “unica culpable de la guerra” (lo cual era muy discutible) y se le impusieron severas condiciones: indemnización de 33000 millones de dólares,  devolución de Alsacia y Lorena a Francia, cesión de sus colonias, reducción de sus fuerzas armadas a 100000 hombres, eliminación del estado mayor, prohibición de construir aviones, tanques y barcos de guerra y submarinos, establecimiento de una zona desmilitarizada de 50 Km al oeste del Rin.

Estas imposiciones produjeron una terrible recesión económica, miseria, inflación millonaria en 1923, crisis aguda en 1930 al 1933 y un fuerte resentimiento. Mientras los sucesivos gobiernos democráticos que sucedieron al imperio trataron de llevar la crisis lo mejor que podían se alzó un líder carismático, Adolfo Hitler,  predicando el rechazó al tratado, el odio a los aliados, la afirmación de la superioridad racial de los “arios” alemanes y el odio a los comunistas y judíos a cuyas supuestas maniobras internacionales atribuía la derrota. Se ve claro la verdad de que cuando una sociedad sufre una situación grave y no puede alcanzar a los verdaderos culpables inventa un culpable indefenso para desahogar su frustración, Berelson y Steiner [1961]. El deseo de revancha y el temor al comunismo, cuyo poder había aumentado, le ganaron muchos adeptos. Su Partido Obrero Nacionalsocialista (Nazi) y su bandas de SA, promovieron disturbios y aterraron a los izquierdistas y judíos, pero muchos alemanes vieron en su líder a un salvador del país. Hasta intelectuales y gente instruida cayeron en la peligrosa trampa de que se podían tolerar algunas mentiras, trampas y hasta injusticias y abusos aislados por el bien del pueblo empobrecido y la dignidad nacional. En las elecciones de diputados de 1932 el partido nazi obtuvo la mayor votación, pero eran sólo 12 millones sobre un total de 35 millones de votantes, contra 7 de los socialistas y 6 de los comunistas que venían en ascenso (ver R. Palmer [1978]). Los partidos más democráticos no lograban un acuerdo político debatiéndose entre el temor a Hitler y al comunismo. En 1933 el presidente Hindenburg, viejo y glorioso general del ex ejército imperial nombró primer ministro a Hitler. Desde entonces éste se dedicó a la recuperación económica, el rearme y el poder absoluto. Un terrorista solitario, comunista holandés, incendió el Reichstat (Congreso) lo que motivó a Hitler a suspender las libertades y pedir poderes excepcionales. En las elecciones de marzo de 1933 obtuvo el 44% de los votos. El ejército siempre se opuso a los SA, por lo cual Hitler, para congraciarse con el ejército, los hizo asesinar por un grupo de la misma SA, los SS que desde entonces tomó la función de reclutar fanáticos y asesinos para las tareas más criminales del sistema: delaciones, guardias de campos de concentración, asesinatos de enemigos del régimen. La situación económica mejoró por la inversión pública y un agresivo comercio internacional facilitado por la creciente recuperación de la economía mundial. Se evitó la inflación controlando precios y salarios. Mientras tanto avanzaba la propaganda nazi y se imponían medidas contra los judíos. Fueron excluidos de los cargos públicos ( que se llenaron con adictos al nazismo), se le prohibió ejercer como profesionales, tener servicio doméstico ario, se les obligó a agregar a sus nombres el nombre Israel o Sarah, y a llevar en el brazo como insignia la estrella de David, se les prohibió usar servicios públicos de salud y educación y hasta 1941 se les incitó a emigrar. Luego se los fue enviando a campos de concentración y de trabajo en el Este, donde se los liquidaba por extenuación y se hicieron con ellos numerosos experimentos científicos. En 1943 ya durante la guerra, Hitler ordenó la “solución final” sin especificar claramente su significado hasta que sus subordinados entendieron (ver J. Toland [1976]) y comenzó la exterminación masiva. Hubo millones de asesinados. La juventud fue organizada y catequizada en las ideas nazis, el militarismo y el nacionalismo.

 

En 1938 la situación económica comenzó a declinar, sobre todo por el excesivo gasto militar y Hitler vio como salida la guerra a corto plazo. En 1938 Hitler ocupó la zona desmilitarizada, en 1939 se anexó Austria con la complicidad de su gobierno pro nazi. Poco después Checoeslovaquia. Francia e Inglaterra dejaban hacer pensando que Hitler atacaría la Unión Soviética pero Stalin firmó un tratado de no agresión con Alemania en octubre de 1939. Pocos días después Alemania invadió Polonia y la Unión Soviética ocupó la parte oriental del país. Francia e Inglaterra declararon la guerra a Alemania. No describiremos los detalles de este conflicto del cual hay amplia bibliografía. Alemania revelando un poder militar no imaginado, ocupó Dinamarca y Noruega, derrotó al ejército alemán y francés y tomó París (1940) ocupando la parte norte de Francia y estableciendo un gobierno títere en el sur. En 1941 atacó a la Unión Soviética y casi deshizo sus fuerzas armadas. El invierno y la resistencia rusa lo detuvieron ante Moscú y Leningrado. En otra ofensiva llegó al Cáucaso, pero los ejércitos alemanes no pudieron tomar Stalingrado (que Hitler insensatamente se empeño en conquistar). Allí su ejército sufrió la primera gran derrota en 1942. Entretanto, en diciembre de 1941 Japón  y EEUU entraron en la guerra (ver 3.12)  Los ingleses y americanos entraron en Italia y en 1944 desembarcaron en Francia. En mayo cayó Berlín en manos de los soviéticos y Hitler se suicidó. Poco después se rindió Japón al ser atacado con dos bombas atómicas de EEUU. El conflicto había dejado 58 millones de muertos, ciudades arrasadas y países en la miseria. Se descubrieron los crímenes del nazismo y hubo un famoso juicio a los culpables en Nuremberg. La brutalidad de los bombardeos aliados a la población civil de Alemania y el uso de las bombas atómicas contra Japón no fue condenado.

Después de unos meses de optimismo y creencias de buena voluntad en que comenzó la reconstrucción de Europa y Japón con ayuda de EEUU, comenzó la rivalidad de EEUU y la Unión Soviética con lucha por esferas de influencia. La Unión Soviética impuso gobiernos comunistas en Yugoeslavia, Rumania, Bulgaria, Polonia, Checoeslovaquia y Hungría. Alemania fue dividida en la parte oriental donde impuso un estado comunista (República Democrática Alemana) y la occidental (Republica Federal Alemana) controlada por los aliados (EEUU, Francia e Ingraterra), mientras que Berlín, rodeado por Alemania Oriental, era dividido igualmente en dos zonas de influencia. Corea y Vietnam fueron igualmente divididos.

Comenzó la acumulación de un arsenal de armas nucleares (varios miles de bombas en cada bando) que no cesó hasta 1982. Las razones de esa expansión fueron el temor de la Unión Soviética  de un ataque externo (tradicional en la historia rusa), la propensión de la burocracia política a controlar otros países, la creencia leninista en la imposición mundial del comunismo, el armamentismo de EEUU y su temor ante el crecimiento del comunismo.

 

Entretanto comenzó un proceso de descolonización, en algunos países con luchas fuertes como en Vietnam, Argelia e Indonesia y en otros más pacíficamente como en los otros países de África. En Mozambique y Angola, en los cuales los portugueses abandonaron la larga lucha con la guerrilla se establecieron gobiernos comunistas. En otros se establecieron gobiernos populistas que buscaron por un tiempo ayuda soviética: Argelia, Libia, Somalia, Guinea, Egipto, Indonesia.  Inglaterra que había desarrollado cierta autonomía en sus colonias, logró mantener relaciones con sus ex colonias dentro del Commonwealth. Éste tiene 53 naciones; las principales son Australia, Canadá, Jamaica, Nueva Zelandia, que reconocen a los reyes de Inglaterra y tienen un gobernador, aunque el poder efectivo es del parlamento y el primer ministro de cada una. Otras como Bangladesh, Botswana, Camerún, Guyana, India, Kenya, Malawi, Malaysia, Mozambique, Namibia, Pakistán, Singapur, Sudáfrica, Tanzania, Uganda, Zambia, Zimbawe y otros menores tienen sus propios jefes de estado. La vinculación del Commonwealth con Inglaterra se limita a reuniones periódicas de primeros ministros y un secretariado permanente que tratan asuntos de interés común y facilitan arreglos acerca de inversiones, inmigración y comercio.

La guerra fría continuó con conflictos como los de Corea 1950-51 que acabó indecisa con 3 millones de muertos y ambos países (corea del Sur y del Norte) arrasados y la dura guerra

entre Vietnam del Sur y del Norte (1955-1975) en la se impuso el norte comunista.

La guerra fría comenzó a declinar cuando científicos de EEUU, Inglaterra y la Unión Soviética llegaron a la convicción de que unas 200 de esas bombas (lanzadas por cualquiera) producirían a causa del humo y el polvo que interceptan los rayos solares, un invierno mundial capaz de destruir las economías del planeta. Se ha supuesto que el invierno nuclear puede durar uno o dos años, suficientes para matar millones de personas, destruir la economía agraria y grandes alteraciones ambientales. Cuando el polvo fuera eliminado por el agua, el  anhídrido carbónico producido por la descomposición de la vegetación muerta produciría un “verano nuclear” tal vez más destructivo que el invierno.

La caída del comunismo soviético en 1990 terminó con la guerra fría dejando a EEUU como la máxima potencia pero con pocas posibilidades de imponer un imperio mundial debido al fin del monopolio atómico, el surgimiento de otros poderes económicos y la poca popularidad que tiene en el pueblo americano la conquista de otras naciones.

De todas maneras el peligro nuclear no ha desaparecido. EEUU y Rusia tienen todavía un arsenal de bombas y, en menor escala China, Gran Bretaña, Francia, India y Pakistán. Pueden producir bombas a corto plazo Israel, Irán, Corea del Norte y Japón. El terrorismo nuclear parece una amenaza seria. La campaña de “no proliferación” de los que tienen bombas no tiene ninguna ética ni puede ser tomada en serio mientras no se comprometan a destruir su arsenal.

 

3.14   El nuevo estado industrial. Gerentes, políticos y funcionarios controlan la producción.

 

El desarrollo y la ampliación del capitalismo prometían, a fines del siglo pasado, llevar a un colapso de todo el sistema en los países industrializados de acuerdo con el proceso previsto por Marx, el cual contribuyó no poco a tal amenaza. Las contradicciones señaladas en el 3.13  se complementaban con el desarrollo de un proletariado industrial creciente en número, conciencia y voluntad de apropiarse los medios de producción. Además iba creciendo una masa de desocupados crónicos que el propio sistema necesitaba para tener un mercado de trabajo ventajoso y flexibilidad para las inevitables fluctuaciones en la inversión. Estas eran las fuerzas conscientes que según Marx iban a realizar el cambio. En 1848 año del Manifiesto Comunista hubo revoluciones liberales (contra la monarquía absoluta) y socialistas. En Francia los revolucionarios tomaron el poder pos casi un año, en Italia estallan rebeliones contra el rey en Sicilia y en el norte contra la dominación austríaca y por la unificación del país. En Alemania hay un levantamiento en Berlín y el gobierno prusiano acepta una constitución. En Austria hay rebeliones constitucionalistas que fracasan.

Partidos socialistas organizados explicaban a los obreros sus derechos a apropiarse de las fábricas en Inglaterra, Alemania y Francia (donde  tomaron transitoriamente el poder en París en 1870).

No es fácil decir porque no se produjo el colapso. Lo que es evidente es que el sistema sufrió una transformación profunda. No se puede pues decir estrictamente que se conservó. Pero la catástrofe no se produjo. Y menos aún la toma de las empresas y el estado por los obreros.

Las transformaciones ocurrieron tanto en las propias empresas como en la relación de estas con el estado. Comenzó a vislumbrarse a comienzos de siglo, se reforzó  entre las dos guerras mundiales y está actualmente en un punto de culminación con una perspectiva decreciente.

Veamos en que consisten estas transformaciones.

a) En el ámbito de las empresas se vio que las grandes fueron apoderándose de la parte principal del mercado y se formaron monopolios y oligopolios, proceso que fue facilitado al comienzo por el capital financiero,es decir por la acción de los bancos que manejaron el ahorro y el crédito. Ver Hilferding [1912], Lenin [1915].

Pero la gran empresa no puede ser dirigida por un patrón. Su producción debe planificarse

cuidadosamente en el estudio de mercado, la invención de artículos y de los métodos para fabricarlos, la racionalización de la operación de la fábrica, el manejo acertado del crédito. Todo esto requiere un cuerpo de expertos y el desarrollo de métodos para coordinar sus conocimientos. Ver Galbraith [1967] y la teoría del “principal” (dueño del capital) y el “agente” (director de operaciones de la empresa) en Berle & Means, [1932].

En un nivel más bajo se requiere un ejército de empleados instruidos que puedan ejecutar el complicado plan y pasar los informes correspondientes. Ya no es una multitud de obreros descontentos que afrontan un patrón soberbio y egoísta, sino que se arma una escala jerárquica donde no se ve “al culpable de la opresión” y en la que hay individuos que escuchan las quejas y buscan soluciones a los problemas planteados. La propia complejidad va alejando de los obreros la idea de que pueden y deben controlar la empresa. Los obreros pasan a ser vistos, y terminan ellos por verse, como uno de los grupos sociales que, junto a los empleados, gerentes profesionales y científicos, realizan la tarea común de la producción. Sus jefes son asalariados como ellos y su  posición económica aventajada parece deducirse de la dificultad y responsabilidad de sus funciones. Nadie los puede acusar de parásitos.

Los verdaderos “parásitos”, es decir los accionistas que no son a la vez trabajadores de la empresa, no están visibles, cada vez tienen menos poder de decisión y su control sobre la empresa se limita a una visita periódica ritual en la que los gerentes les muestran a los accionistas “su” empresa y en medio de los consabidos cocktails se aprueba sin discutir ni comprender, la política de los directivos.

El grupo gerencial comienza a adquirir un verdadero dominio sobre el capital. Por la necesidad de la planificación total del proceso requerida para la seguridad de la gran empresa sólo este grupo puede decidir qué producir, cuánto y con qué  medios. Sus decisiones no son caprichos individuales o intuiciones de empresario genial sino que se basan en estudios sistemáticos de comités de especialistas que se han dado sus propias reglas para discutir y decidir. El analista de sistemas y los “métodos científicos”  de tomar decisiones colectivas como el Delphi, ver Linstone Toroff [1975] se desarrollan ampliamente. La financiación por acciones o crédito va siendo sustituida en parte por la autofinanciación que independiza a los ejecutivos de la tiranía del accionista y del capital financiero. Otro factor que contribuyó al aumento de importancia de los organizadores del trabajo es la resistencia organizada de los obreros a aumentar la jornada de trabajo y su  intensidad. Como aclara minuciosamente Marx  la alternativa que se deja al empresario es un aumento de productividad y este es resultado de la actividad de los técnicos y gerentes. No es de extrañar que esta clase no se oponga y hasta en ocasiones sea receptiva a la organización de los obreros mientras por otra parte es contraria a toda injerencia obrera (como también estatal o de los propios dueños del capital) sobre la organización del proceso productivo que constituye su feudo, fuente de poder y razón de ser.

La empresa pasa a ser un conjunto de individuos que ligan su suerte al éxito y supervivencia de este “ser colectivo”. La obtención del máximo beneficio como objetivo prioritario va quedando como una reliquia de estudios académicos de la “teoría de la firma” y es sustituida por la finalidad más alta de lograr la estabilidad de la empresa, la seguridad de las operaciones y el crecimiento orgánico a un ritmo mesurado. En resumen:  poder. Esto unido a una mayor

productividad, causada por todo el proceso de racionalización, permite:

1. aumentar el número de personal directivo, técnico y de control.

2. mejorar los salarios

3. reducir hasta un valor aceptable el número de horas de trabajo.

El obrero o empleado rutinario pasa a ser parte del “funcionamiento normal” de la empresa, mientras que el gerente y el técnico monopolizan la dinámica estructural, los proyectos, las transformaciones de la producción y de las relaciones de la empresa con su  medio. Estos

cambios estructurales pueden producir cambios sustanciales en la productividad. Es natural que la gerencia trate de que el superbeneficio no vaya ni al dueño del capital ni a los obreros, sino que se use en dar ventajas a los ejecutivos. Esto no sólo mediante aumentos de sueldos sino mediante bonos por beneficios, gastos de representación, beneficios sociales, viajes, cursos, becas y sobre todo a expandir su propio estrato social y su poder económico, lo que implica la expansión de la empresa.

Sobre el punto de aumento de la productividad hay muchas discusiones y las estadísticas de EEUU parecen indicar que la productividad ha aumentado muy poco (3% en 1947-54 y 2% en 1954-60). Ver Bell (1973). Pero esto no es un índice del cambio en el poder de los métodos productivos. Si se sustituye un sistema de contabilidad manual por un computador es fácil que haya que cambiar a cinco contabilistas por  un analista, u  operador y dos programadores que ganan un salario bastante mayor. La “productividad”   del departamento de contabilidad quizá ha bajado pero la calidad y calificación del trabajo, la identificación de los nuevos empleados con la empresa por su  mejor salario y trabajo más agradable y la calidad del producto: detalle, sofisticación, completitud y exactitud de los reportes finales, y sobre todo el control y la información por parte de los directivos, todo esto ha crecido en una medida que el índice no llega a captar.

Nótese que la imagen con que los partidos socialistas presentaban al capitalismo:  una clase ociosa explotadora de asalariados que sólo pueden vender su  trabajo es sustituida por una jerarquía en que todos trabajan. Pero el trabajo en los niveles superiores es más libre, más agradable, más creativo, más racional, y mejor remunerado. En los rangos inferiores se concentran las tareas mecánicas, aburridas, estupidizantes y mal pagadas. El trabajador las acepta para no morir de hambre. Para muy pocos es posible ascender pues el trabajo inferior deja poco tiempo y dinero para estudiar y capacitarse. En los estados industriales más desarrollados donde se ha dado esta nueva tendencia de las empresas se ha impulsado la instrucción de una parte grande del pueblo para “puestos calificados”, los trabajos inferiores se cargan a minorías étnicas locales o importadas. En Alemania, Suiza, Suecia y Francia son los españoles, italianos, turcos, portugueses y argelinos. En Inglaterra la gente de color de las ex-colonias, en EEUU  los negros, mexicanos, puertorriqueños y otros latinoamericanos. El carácter incivilizado, extranjero, racialmente “inferior” en que se califica esta minoría hace muy difícil que los estratos, medios y superiores de la jerarquía se identifiquen con ellos. Su status legal precario:  indocumentación (millones de latinoamericanos en EEUU) necesidad de certificado de trabajo para tener visa, humillaciones y discriminaciones sociales así  como el ser minoría y la hostilidad de la población autóctona, hacen difícil todo movimiento de liberación. Los más emprendedores y capacitados ascienden en la jerarquía y no ayudan a sus ex compañeros que no han podido ascender. El interior de la empresa tiende pues a estabilizarse en una jerarquía aceptada de buen grado por los estratos superiores y medios y con resignación e impotencia por los inferiores que además, con el avance tecnológico y la desocupación, disminuyen en su número relativo.

b)  En el exterior de la empresa se busca la seguridad en acuerdos explícitos o tácitos con las otras para no “arruinarse mutuamente”. Se acaban las “guerras de precios” a lo Vanderblit o Ford. Los precios tienden a fijarse o variar muy lentamente. Por otra parte se trata de controlar y estabilizar la demanda mediante la manipulación de las necesidades por medio de créditos de venta y una propaganda que ha llevado a ser parte sustancial y admitida de la vida cotidiana. Sus técnicas refinadas y elaboradas han sido descritas por Packard [1958]. Su cuantificación e integración en un plan empresarial puede verse en Amstutz [1967].

Aunque se niegue la efectividad de una propaganda particular es innegable que el efecto

acumulado de la masa propagandística en periódicos, radio, T.V., cine y afiches, forma una cultura que es decisiva en mantener una necesidad de consumo tan febril que apenas nos deja tiempo para verificar por experiencia personal lo inútil muchos de los artículos ofrecidos.

Llegamos así a una de las características más notables de la forma de dominio actual:   el

consumismo. Se impone el consumo de mercancías en todos los planos de la vida. La propaganda llena el tiempo de los medios de comunicación y el espacio rural y urbano. Se inutiliza sistemáticamente a los individuos como productores y creadores en todas las ramas que no sean su oficio estricto, el cual es un fragmento casi siempre incomprensible de una totalidad que no se ve desde su posición en la jerarquía. La tecnología actual presenta los productos de manera que es prácticamente imposible reparar un aparato, preparar un remedio o comprender el funcionamiento de un equipo. El individuo es condenado a pasar su tiempo entre  su   trabajo especializado, cuya conexión con la sociedad no es comprensible y el uso no comprensible de productos del trabajo ajeno. En ambas actividades está bajo el control de la alta jerarquía tecnoburocrática. Si el trabajador medio del siglo pasado estaba enganchado a un brutal sistema de explotación debido a que era su única posibilidad de subsistir, el trabajador medio del sistema industrial actual en los países de más desarrollo está más bien enganchado por un deseo fomentado de adquirir más y más de los infinitos productos que le ofrecen un mercado y una propaganda organizados y por las deudas contraídas en tal adquisición.

Galbraith  (1967-2)  considera que el nivel de vida de EEUU de los años 30, que no era despreciable como promedio, se podría mantener hoy trabajando la mitad del tiempo. Sin embargo el tiempo medio de trabajo por persona no ha bajado y en las últimas décadas ha habido un cierto aumento. Esto significa que se ha convencido a la gente que debe hacer un esfuerzo de trabajo para tener más objetos que los que tenía antes. Es una forma totalmente original fabricada por el sistema industrial para mantener el mando sobre el trabajo. El hecho de que no haya sido impuesta maquiavélicamente y que corresponda a algunas tendencias psicológicas del individuo anteriores al sistema industrial no le resta ni su carácter manipulatorio ni su carácter de “evitable”. Los seres humanos tienen una infinidad de tendencias a veces contradictorias y una cultura selecciona cuales se estimulan y cuales se reprimen. La particularidad del capitalismo es estimular hasta el máximo las que producen más ganancia comercial a los empresarios, lo cual en principio no es malo. Lo grave es que esto se hace sin importar mucho las consecuencias para el futuro de la sociedad, la conservación de la diversidad ecológica, el desarrollo variado de las aptitudes creativas, las libertad individual y el espíritu de colaboración y justicia social.

c)  La relación de las empresas con el estado cambia también radicalmente. De la idea liberal de “estado sirviente” que cuida la libertad de empresa y de trabajo, los empresarios pasan a admitir el estado con otras funciones:

1..proporcionar un nivel educativo a grandes masas de la población para hacerlos más aptos para el consumo y el trabajo en la nueva jerarquía.

2..ayudar en la estabilización del crédito, los salarios y los precios.

3..mantener un nivel de demanda adecuada por una enorme expansión del gasto público. Sobre todo en gastos fácilmente expandibles y contraíbles como los gastos militares que compensan otras oscilaciones de la demanda.

4..mantener el orden interno para la actividad industrial.

Esto no impide a los ejecutivos protestar de vez en cuando en nombre de la “libre empresa”, contra la intervención estatal cuando ésta, con exigencias sanitarias, de salarios mínimos o de empleo amenaza la autonomía de la planificación interna, que es el feudo de la nueva clase gerencial.

Aunque lo anterior es una exposición muy sumaria se ve ya delineado el nuevo sistema de control social:  se tiene un conjunto de grandes empresas dirigidas por un aparato jerárquico interno donde de abajo hacia arriba crecen la remuneración, el carácter agradable del trabajo, la comprensión de la producción y administración de la empresa, el uso de la inteligencia, la creatividad y la libre iniciativa. La finalidad es el crecimiento la estabilidad y el poder de la empresa siendo la maximización de la ganancia un objetivo intermedio subordinado a los anteriores.

Para una gran parte de los empleados la empresa es “un lugar donde vivir”. Se trata de apoyarla, desarrollar en ella actividades sociales, convertirla en centro de servicios sociales para los que en ella trabajan y solucionar pacíficamente los conflictos internos. La empresa tiene por supuesto sus “marginales” en los empleos desagradables y mal remunerados. Pero estos como vimos, no están en condiciones de rebelarse. Su número tiende a disminuir. Los investigadores de la empresa consideran que han tenido un éxito cuando una innovación tecnológica sustituye a cincuenta obreros disconformes por un complejo de “hardware y software” y dos técnicos adictos a su cofradía. Por otra parte una revuelta es ilusoria ya que los marginales no están en condiciones de hacer funcionar el sistema. La ilusión de Marx (1867-2) de que el crecimiento de la concentración y racionalización de las empresas facilitaría su dirección por los obreros y la de Lenin (1917) de que con unos conocimientos “extraordinariamente simples”  los obreros armados controlarían a los administradores no se puede cumplir en la gran empresa racionalizada. En 1800 la empresa de tejidos de Arkwright tenía 1004 obreros, 4 derectivos y un patrón que controlaba directamente a sus obreros. Ver Braverman[1974]. Era evidente para los obreros que eran explotados y que se podían hacerse cargo de la empresa. El discurso que le presentaron los marxistas era obvio. Pero esto no es así en IBM, General Electric o Microsoft. Cuando por alguna revolución socializante los obreros se han hecho dueños de una gran empresa la han arruinado y sólo se ha podido recuperarla cuando del grupo obrero se han ido diferenciando o se han contratado de afuera técnicos más capaces administradores más eficiente después de cierto tiempo se ha restablecido la jerarquía interna. Es cierto que los asalariados han ido ganando la dirección de la empresa pero el “mando sobre el trabajo” y el dominio del trabajo intelectual sobre el físico se ha consolidado. La profecía de Marx no se ha cumplido. Peor aún, se ha cumplido de una manera retorcida e inesperada. Las fuerzas de la “socialización” han vencido en cierto modo o le han quitado por lo menos parte del poder a los dueños del capital como agentes de la apropiación privada, pero el resultado ha sido la sociedad tecnoburocrática, no la sociedad sin clases. Sobre este modelo de la empresa productiva se articula toda la sociedad. Todas las instituciones sea por estructuras heredadas, sea por copia de la nueva empresa se asemejan a esta. Universidades, hospitales, empresas estatales, escuelas, oficinas públicas, centros de investigación, proclaman su predilección de una dirección “gerencial”. Se van transformando en sistemas burocratizados interiormente, racionalizados en su trabajo, dirigidos como las empresas por personalidades experimentadas y descoloridas. Su finalidad esencial es la estabilidad y el crecimiento y sólo como medio está la preocupación productiva. El ambiente social puede ser estimulante en el período de organización como el de un nuevo instituto de astrofísica lleno de proyectos e idealismo, o el de un grupo de inventores llenos de entusiasmo como los pioneros de los microcomputadores de Silicon Valley (Hanson [1983]) o tan asfixiante en su período de burocratización como la vieja oficina descrita por Crozier [1963].  Pero la estructura es la misma y con el tiempo todo se rutiniza.

 

Weber  [1913]  que ha profundizado ese proceso, ha sido el más distinguido defensor de la “racionalidad burocrática””. Es por ello interesante citar su declaración hecha en un debate sobre el tema en los últimos años de su  vida en 1920 (Ver Beniss [1969]. “Es horrible pensar que el mundo podría un día estar lleno sólo de estos pequeños hombres insignificantes aferrados a sus pequeños puestos y luchando por puestos mejores una situación que se verá una vez más, como en la historia egipcia, jugando un rol cada vez más importante en el espíritu de nuestro sistema administrativo”.”es como si en la política nos transformáramos en hombres que sólo necesitan orden y nada más que orden, que nos alteráramos si tal orden vacila en un instante y nos sintiéramos desamparados al ser separados de él. Que el mundo no tendrá  más gente que esa, es tal la evolución en que estamos atrapados y la gran cuestión no es como la aceleraremos y promoveremos sino como podemos oponernos a este aparato para librar a una parte de la humanidad de este parcelamiento del alma, de este dominio completo del modo de vida burocrático”.

El problema con este capitalismo burocratizado es que la responsabilidad del manejo de la empresa no queda definida. Los gerentes tratan de mediar entre dueños del capital, empleados, clientes, gobierno, ambientalistas, opinión pública, etc. Pero como nadie los controla tienen una gran libertad de acción para tomar medidas en su provecho (ver P.Drucker [1994]). Hemos observado (1.1.1) que desde 1980 con la globalización y la decadencia del comunismo ha habido una fuerte reacción de los dueños del capital por imponer su poder, lo cual ha sido reforzado por la entrada en la fase de agotamiento del último ciclo tecnológico (ver 3.15). Pero la irrupción del capital financiero con su afán de ganancias a corto plazo ha originado los problemas descritos en 1.1.1.

 

Al lado de la burocracia empresarial se va formando una amplia burocracia estatal que ayuda al mantenimiento de las empresas con educación pública, control social, vigilancia, controles económicos globales, la organización de los gastos públicos de obras, servicios y defensa. Estos contratos por ser grandes, con precios fijos y altamente técnicos son ideales para la gran empresa racionalizada. El estado maneja además grandes empresas de servicios y de producción.

En los países llamados democráticos una parte del estrato superior de la burocracia gubernamental es electiva pero no hay ningún control de los electores sobre los directivos de las empresas que tienen tanto poder y tan importante rol social.

De todas formas, la perturbación que introduce la renovación periódica de aquel estrato ya ha sido bien controlada por el grupo dirigente. Las empresas financian campañas electorales y contratan a personas (lobbistas) relacionadas con los “representantes del pueblo”” para lograr apoyo a proyectos estatales que favorezcan sus negocios. Un sistema de partidos, usualmente dos, se alternan en esas funciones con actitudes y eficiencia semejantes. Las elecciones son para muchos un juego de apuestas, para otros una perspectiva que significa ascender o bajar

en la jerarquía. Aparte de satisfacer la tendencia humana de dividirse en dos bandos opuestos (ver Tajfel [1982] y más adelante 5.4.2) flexibiliza el apoyo del estado a las empresas impidiendo un favoritismo prolongado. Durante su alejamiento del “poder” visible los directivos pasan a puestos prominentes en instituciones jerárquicas privadas, viven de sus negocios o rentas o trabajan para su retorno en el aparato del partido. De esta forma se mantiene la democracia y la jerarquía.

En general los altos políticos son mediadores entre las presiones de diversas empresas e

instituciones. Otra de sus misiones es hacer aceptables a la masa de electores las decisiones que tienden a la estabilidad de toda la jerarquía. Por último son los negociadores visibles en las relaciones con otros estados.

 

Los conflictos entre grupos son controlados por los aparatos de represión policiales y militares

altamente tecnificados pero su éxito sólo es posible por una aceptación por lo menos pasiva de la mayoría de la población, del sistema jerárquico vigente. Es usual también acudir a la corrupción de los movimientos de protesta facilitando, en nombre de la selección de los más aptos, puestos en la jerarquía a la elite que dirige el conflicto como sucedió con el movimiento de derechos civiles en EEUU en la década del 70. Por último no se puede dejar de mencionar otro estrato de la nueva sociedad:   la clase de los científicos y educadores. Este grupo es el que más ha crecido en los últimos 30 años. Ver Bell [1973]. La necesidad de personas instruidas para preparar los reemplazantes de los integrantes de jerarquía sin alterar la estructura de esta y la educación para asegurar niveles superiores de consumo han sido las fuerzas impulsoras de la “explosión educativa”. La necesidad reconocida de cierta práctica de la investigación para esa función docente y la utilidad de los resultados científicos en la producción industrial para el consumo civil y militar han desarrollado el estrato de investigadores.

Esta clase es interesante. Presenta características contradictorias y aún no se ha identificado a sí  misma. Por un lado depende económicamente del estado y en parte de las grandes empresas privadas que requieren investigadores con la misión de reproducir el sistema y fomentar su expansión. Por el otro, aunque actualmente en un grado débil, se ve conducida por su oficio a un análisis crítico del sistema jerárquico o, por lo menos, a afrontar las contradicciones que se revelan al intentar justificarlo.

El educador enfrenta un dilema psicológico ante la alternativa de justificar su acción justificando el sistema, lo cual puede entrar en contradicción con su sentido crítico o bien denunciar el sistema con lo cual arriesga su puesto. En resumen, su trabajo de seleccionar a los más capacitados para los más altos puestos de la jerarquía y cortar su carrera a los menos dedicados o menos adaptables refuerza la organización jerárquica vigente. Cuando adopta una actitud contraria a ella lo hace casi siempre en el sentido revolucionario, es decir, propugna otro tipo de jerarquía.

El estrato superior de los investigadores científicos y humanísticos ha crecido también de manera increíble. Con ocasión del desarrollo de las armas atómicas un grupo de este estrato hizo algunos intentos de imponer un poder de veto sobre las aplicaciones del conocimiento creado por ellos. El intento, expresado en la revista Científicos Atómicos, fracasó por divisiones internas, ideas patrióticas, intimidación de los organismos represivos del estado y falta de apoyo de otros sectores de la población. Ver Jungk [1970].

Por otra parte a causa del control estatal y empresarial creciente en la comunidad científica ha

ido penetrando una burocratización cada vez mayor. El nuevo estrato de planificadores y administradores de la ciencia, controlando los fondos sociales para mantener a los investigadores y a sus proyectos hace valer cada vez más su poder. Un estilo de ciencia que

requiere enormes gastos se ha ido imponiendo aparentemente por necesidad objetiva de los proyectos pero que sospechosamente hace a los científicos cada vez  más dependientes de la administración. Se van imponiendo criterios de racionalidad, duración de los trabajos, temas prioritarios y estilo de presentación. No se ve muy claro donde irá a parar esta ciencia planificada que ya había previsto Bacon [1627]. Por lo pronto es notable que aunque hoy se gasta más en un año de investigación que en todo el siglo pasado, el número de creaciones científicas trascendentales que han revolucionado el concepto del universo (como la teoría de la evolución, la relatividad, la cuántica, la genética) se ha reducido prácticamente a cero en los últimos 70 años, aunque ha habido un desarrollo espectacular de modificaciones no esenciales y usos practicos de esas ideas centrales. Ver C. Domingo [1985]. Parece que la actual ciencia se dedicara cada vez  más a acumular resultados en un inmenso archivo que podría ser adecuadamente analizado por computadores para reunir en pocos segundos la información necesaria para las actividades empresariales o estatales. Las grandes síntesis teóricas que cambian el concepto del universo, tipo Newton, Maxwell, Mendel, Darwin, Einstein, Bohr parecen haberse detenido y por lo tanto no ocurren más las “revoluciones científicas” de que nos habla Kuhn (1961). Los investigadores asalariados siguen las orientaciones de los “grandes problemas” que plantean los analistas planificadores. La ciencia como medio de conocer el universo material y espiritual parece estar reduciéndose dentro del marco de la sociedad industrial, mientras una proliferación de sectas e ideas esotéricas llenan el vacío que deja este estancamiento.

 

Como se ve, en todos los planos la burocratización del sistema industrial con centro de poder en las empresas y coordinación estatal lleva a una paralización de las fuerzas creativas y espontáneas de la sociedad. Lleva a un sistema opresivo y asfixiante. Algunos autores como Von Misses [1944]  han defendido como remedio la vuelta al capitalismo liberal. Debido a los problemas y conflictos que este sistema presenta y que ya hemos discutido hay una gran probabilidad de que si se impusiera volvería a evolucionar -para evitar dichos problemas- en algún tipo de sistema tecnoburocrático. Von Misses atribuye la burocratización a la intromisión estatal. Galbraith [1967]  ha demostrado que más bien es la nueva tendencia a la planificación de la gran empresa la que ha estimulado la intervención estatal. Por otra parte la innovación tecnológica y el desarrollo de una ciencia normal sin cambio de paradigmas parece lejos de estar agotada.

Esta burocratización es por otra parte sacudida y en parte reducida periódicamente por las revoluciones tecnológicas que alteran el desarrollo pero no cambian la naturaleza básica del sistema. Al parecer, después de una crisis de ruptura de ciertas estructuras no básicas la burocratización reaparece de forma creciente. De todas maneras es importante mencionar las revoluciones tecnológicas pues ilustran la continua modificación dentro de una misma estructura, lo cual mantiene la vitalidad del sistema aunque no resuelve, mas bien agudiza, sus contradicciones básicas: desigualdad de riqueza y conocimiento, degradación ambiental, destrucción de culturas. 

 

3.15 Las revoluciones tecnológicas del capitalismo.

 

La gran virtud y el talón de Aquiles de la empresa capitalista es la continua innovación tecnológica. En primer lugar, como hemos discutido (ver 1.1) no puede ser evitada (el que no la adopta es eliminado del mercado) lo que da origen a acciones crecientes como la alteración ambiental, la desigualdad social y la mundialización forzada. En segundo lugar lleva a la formación de ciertos complejos de innovaciones que surgen muchas veces fuera de las empresas dominantes, lo cual da lugar a procesos oscilatorios. Discutimos a continuación la naturaleza de estos últimos. A pesar de sus departamentos de investigación las grandes revoluciones nacen casi siempre fuera de las grandes empresas burocratizadas. Aún si aparecen en sus centros de investigación la burocratización interna hace difícil su adopción. La novedad puede ser amenazante para la producción y el sistema jerárquico de la gran empresa.

Un caso reciente se ha producido en la computación. Si en 1968 se consultaba a los ejecutivos de las grandes empresas donde estaba el futuro que llevaría a la universalización de la computación la respuesta era clara. Yo la viví y la creí en mi estadía en el Massachussets Institute of  Technology en 1968-69. MIT era el centro de la computación mundial y había desarrollado un sistema de red extendido de la computación que abarcaba esa gran universidad con extensión a Harvard. Consistía en un enorme computador central que servía cíclicamente en forma sucesiva a muchos usuarios, dedicando unos pocos milisegundos a cada uno (time sharing system). La velocidad era tal que el usuario tenía la sensación de estar usando todo el gran computador para él sólo. Este sistema se iba a desarrollar ahora en gran escala en el proyecto MAC que iba a abarcar miles de usuarios. El “modelo” era el de la gran empresa eléctrica que hacía llegar el uso de la energía a los hogares (el símil es de Robert Fano, director del proyecto). El gran computador central sería proporcionado por General Electric, enorme empresa que entraba en el negocio de la computación a competir con IBM ( GE se retiró pocos años después). Recuerdo que en los seminarios, el director de la programación, profesor Seltzer, indicaba que más del 40% del tiempo se gastaría en “swaping” es decir, en quitar de la memoria el programa de un usuario e introducir el del siguiente. Como se ve esta “nueva” tecnología basada en el gran computador ya nacía con un rendimiento bajo. Dos años más tarde dos técnicos independientes, Noyce y Hoff que había formado una pequeña empresa (Intel) y venían trabajando desde hacía tiempo en circuitos integrados, construían el microchip que permitía tener lo esencial de un computador en unos pocos milímetros cuadrados ver D. Hanson [1983] para una vívida descripción de la formación de Silicon Valley. Lo que siguió es bien conocido: el computador personal basado en los microchips, llegó rápidamente a ser millones de veces más rápido, 5000 veces más barato y con almacenamientos millones de veces mayores que los del “gran computador central” propuesto en el proyecto anterior. Luego, en dos décadas se produjo la difusión universal de los microcomputadores, la explosión del software, la red y la Internet. Profesiones no manuales como dibujantes técnicos, mecanógrafas, calculistas, secretarias, empleados administrativos, contabilistas, archiveros, impresores, fotógrafos se modificaron profundamente volviéndose dependientes del computador, mientras los microchips introducidos en todo tipo de equipos robotizaban muchos trabajos manuales.  El capital financiero, que veía trabadas sus posibilidades en la tecnología vigente de bajo rendimiento entró a apoyar de lleno la nueva tecnología.

Es este el momento de dar una rápida descripción de las revoluciones tecnológicas de las cuales la del microchip es un ejemplo y nos ayudaran a comprender la esencia y poder del sistema.

La existencia de estos ciclos fue indicada por el economista soviético Kondratieff  [1928]. Una explicación de estas ondas ha sido dada por Schumpeter [1939] y más modernamente completada por C.Freeman y C.Pérez [1988] a esta última le debo haberme llamado la atención sobre este importante proceso. Las ondas duran unos 50 o 60 años y comenzaron, aproximadamente, en 1785. Se generan en los países industriales adelantados pero cada vez se propagan con mayor intensidad a todo el mundo. La onda comienza en una época de gran magnitud de los negocios pero de poca innovación y tasas reducidas de ganancias, pareciendo que el desarrollo está agotado con las tecnologías y el tipo de empresas y mercados existentes. Los capitales buscan desesperadamente nuevas áreas de expansión. Se buscan intensamente y aparecen nuevas tecnologías promisorias de más rendimiento pero no alcanzan para los inversionistas y ocurren inversiones equivocadas por exceso de entusiasmo, quiebras y movimientos impredecibles de capital que desestabilizan la economía global y las locales. Ver C. Pérez [2003]. El capital financiero especulativo es grande en relación con el productivo. Es una época de capitalismo salvaje, las instituciones, los entornos legales y la organización empresarial luchan por adaptarse a la nueva tecnología. En unos 10 o 20 años el crecimiento se estabiliza. El nuevo estilo tecnológico se expande a nuevas áreas y se integran los nuevos inventos y formas de producir que se refuerzan mutuamente y se unen con las viejas tecnologías que se mejoran por esta integración. Se entra en una época brillante de crecimiento sostenido de otros 10 o 20 años basado en el nuevo estilo de producción, y un nuevo capital productivo, estilo que se propaga a instituciones no empresariales y a nuevas formas de vivir.

Pero el crecimiento va siendo cada vez menor y en unos 20 años más se vuelve a una situación de rendimientos decrecientes y estancamiento y a la búsqueda de nuevas tecnologías y búsqueda de inversiones más rentables. Se inicia un nuevo ciclo tecnológico.

Cada onda se caracteriza, aparte de la nueva tecnología por una estructura particular de las empresas, nuevas relaciones del capital, los trabajadores y el gobierno, y el desarrollo de ciertas ramas de la ciencia.

Figura 3  Etapas de un ciclo tecnológico

 

Para ubicarnos en el capitalismo actual y convencernos de la realidad de los ciclos damos un breve panorama de los cuatro ciclos ocurridos hasta la fecha. Se indican, para cada ciclo, los componentes de la nueva tecnología, tipo de empresas, entorno político y ramas de desarrollo científico.  Las fechas son, por supuesto, aproximadas. Mucha de la información fue tomada de los citados textos de C. Pérez.

1785-1835: Maquinaria textil, potencia hidráulica, fundición de hierro, trabajo distribuido a domicilio. Transporte por canales. Va siendo sustituido por pequeñas fábricas. Crisis del absolutismo. Revoluciones democráticas en América y Europa. Mecánica.

1835-1885: Potencia del vapor, ferrocarriles y barcos a vapor, máquinas herramientas, gran comercio nacional e internacional. Luz de gas. Minería de carbón. Producción de ácido sulfúrico y carbonato de sodio. Empresas con unos pocos miles de trabajadores y unos pocos empleados. Revoluciones nacionales democráticas. Termodinámica. Teoría Atómica Clásica y Química Inorgánica. Teoría del Electromagnetismo y la Electroquímica.

1885-1935: Producción de acero, telégrafo y teléfono, iluminación eléctrica, máquinas eléctricas, producción sintética de anilinas y productos orgánicos. Impresión rotativa. Alfabetización masiva, periódicos, cinema, radio. Sindicatos obreros combativos. Socialdemocracia. Imperialismo. Algunos gobiernos totalitarios. Química Orgánica, Electromagnetismo. Relatividad. Teoría Atómica Cuántica.

1935-1975:  Producción masiva de bienes de consumo. Automóviles, aviones, carreteras, aeropuertos. Televisión. Auge de producción y uso de hidrocarburos y electricidad. Producción de alto consumo energético: cemento, plásticos, aluminio. Productos farmacéuticos, fertilizantes, pesticidas (revolución verde). Energía atómica. Comienzo de la computación y exploración espacial. Comienza la preocupación ecológica y de los límites del crecimiento con la tecnología vigente. Empresas gigantes y transnacionales manejadas por una jerarquía de gerentes (tecnoestructura). Políticas keynesianas de gran consumo público (armamento, servicios sociales, infraestructura) que estabilizan la demanda. Caída de sistemas totalitarios. Fin del colonialismo. Integración del comercio mundial y surgimiento de bloques económicos. Electrónica, Física nuclear y de Estado Sólido. Bioquímica. Genética. Ecología. Enfoque Sistémico. Técnicas de Simulación.

1975-? : Microcomputadores y redes informáticas. Sistemas de información. Comercio de bienes y servicios por la red. Teléfonos celulares. Comunicación interindividual por la red. Comunidades virtuales (grupos de gente con ciertos intereses o ideas comunes que se comunican regularmente mediante la red). Información masiva por la red (buscadores). Robotización y diversificación de la producción. Aplicación de microcomputadores al transporte, equipo doméstico, médico, comercial, industrial e institucional. Ingeniería genética. Nanotecnología.

 

Esta onda está en sus comienzos, superpuesta al agotamiento de las grandes empresas de producción masiva y gran consumo energético, que han entrado en crisis e incorporan todos los elementos posibles de la informática. Se perciben cientos de aplicaciones aún no desarrolladas. Se está pues en la parte del ciclo en que se producen errores de estimación, riesgos y quiebras con un frenético movimiento de capitales. Por otra parte la globalización y los problemas ecológicos y étnicos (desatados en parte por la difusión de información) agregan confusión al panorama. Si el patrón de los ciclos no cambia es de esperar en pocas décadas, una estabilización con un crecimiento ordenado. Teoría de sistemas variables.

En el comienzo de un ciclo se distingue dos modalidades del capital:

1.El capital productivo está en forma de medios de producción (máquinas, conocimientos), casi no cambia de sector o país, ligado a la vieja tecnología, con aversión al riesgo, optimizado, respetuoso de las profesiones, con empleo estable, conservador.

2.El capital financiero en forma de papeles, buscando nuevas tecnologías, arriesgado, con alta movilidad geográfica y sectorial, con empleo inestable, innovador.

Esta alternación le da al sistema una gran vitalidad, pero, como en toda oscilación, hay procesos que no oscilan: el despilfarro de trabajo humano y el deterioro ambiental van creciendo en medio de una conciencia también creciente de estos procesos. Tal vez ocurre lo mismo con la burocratización de las empresas.

 

3.16 El estado comunista soviético. Burocracia planificadora central, partido, funcionarios y técnicos controlan la sociedad

En algunos países en los cuales el capitalismo entró tardíamente el sistema tradicional, hubo un colapso. Esto ocurrió contra las previsiones de los socialistas que esperaban el derrumbe en los países capitalistas más avanzados.

Los brotes de industrialización capitalista en países como Rusia y China, que tenían otros sistemas de control o en países coloniales y semi-coloniales (Indochina, Corea, Cuba, Angola, Mozambique) revelaron ser factores de inestabilidad del sistema tradicional. No hubo tiempo de que se desarrollaran los aparatos de control adecuados que llevaron al sistema a un proceso de desarrollo estable de la sociedad industrial burguesa y de allí el aún más estable estado industrial. Rusia en 1905 y 1917, y China en 1912 se hundieron en un caos en que parecía imposible construir nada. El caso de Rusia es el más interesante y lo discutiremos aquí con más detalle. Es también muy importante por haber ocurrido -como en la revolución francesa- un intento declarado de acabar con la sociedad jerárquica. El sistema descrito corresponde a la época de su madurez en la década del 70.

 

El estado ruso se desarrolló a partir de la invasión de los eslavos en los siglos VI y VII y luego de los vikingos en el siglo IX. Los principados formados se mantenían por el monopolio de las armas y la servidumbre de los campesinos. La explotación era muy dura y muchos campesinos huían a los bosques y fundaban comunidades hasta que eran descubiertas y asociadas a los príncipes. Los mongoles invadieron el país en 1220 e hicieron tributarios a los principados rusos. Fueron expulsados en el siglo XV y XVI por el zar Juan III El Grande e Iván IV El Terrible que tomó Kazán y Astrakán. Durante sucesivos zares que fortalecieron una dirección autocrática, se produjo la expansión hacia el Asia Central y Siberia hasta el Pacífico y Alaska. Son de hacer notar los esfuerzos de Pedro el Grande y Catalina II por modernizar el país y fortalecer su ejército. El ataque de Napoleón en 1812 fue rechazado e hizo de Rusia uno de los defensores de las monarquías absolutas de Europa. La expansión hacia Europa los llevó a conquistar Finlandia, Polonia y los estados bálticos. En 1861 el zar Alejandro II decreta la abolición de la servidumbre de los 22 millones de campesinos atados a sus tierras. Los movimientos anarquistas, revolucionarios y nacionalistas crecen continuamente. Alejandro II muere en un atentado en 1881. El partido marxista socialdemócrata comienza a tomar fuerza. Aunque no podemos detallar aquí las vicisitudes que llevaron al poder a los bolcheviques

(Ver Sorlin (1964)) conviene destacar algunos rasgos de la situación del sistema ruso al comenzar el sigloXIX.

Socialdemócratas marxistas, narodnikis (populistas revolucionarios) anarquistas y nihilistas criticaban el sistema en libros periódicos clandestinos y panfletos proponiendo reformas, revoluciones y utopías. Hay una amplia literatura que expone las miserias del pueblo y alcanza dimensiones humanas impresionantes: Dostoievsky, Gogol, Gorki, Chejov, Tolstoi son las cumbres de esta pléyade de escritores. Los marxistas Plejanov y Lenin describen la estructura económica desde un punto de vista marxista.

El zarismo constituía un enorme imperio mercantil con base en la producción agraria y brotes

desorganizados pero importantes de sistema un industrial como las fábricas Putilov. Lo gobernaban una nobleza terrateniente, una alta burocracia con un gobernante muy poderoso y existía un control ideológico fuerte (religiosidad y fidelidad al “padrecito” zar). Un ejército de burócratas menores y de regular eficiencia completaban el sistema de gobierno. Una policía poco sofisticada e  insuficiente estaba desbordada por un movimiento subversivo bastante anárquico de intelectuales empobrecidos, obreros super-explotados y artesanos arruinados por un capitalismo incipiente, nacionalidades oprimidas (polacos, finlandeses, letones, mahometanos, mongoles, georgianos, armenios, caucásicos y muchos otros). El sistema de control social estaba en crisis desde que Alejandro II abolió  la servidumbre para activar el desarrollo mercantil-capitalista. Los ex siervos sin tierras debieron pagar ahora sus arriendos en dinero y esto los obligó a entrar en el mercado, donde fueron explotados por transportistas y comerciantes; otros emigraron a las ciudades a formar parte de un proletariado pobre. Los campesinos pequeños se arruinaron, muchos pasaron a ser asalariados agrícolas. Ver Lenin [1907].

 

En 1905 hay levantamientos contra el zarismo y una manifestación pacífica, dirigida por el cura Gapón, que iba a llevar peticiones de ayuda y reformas al zar es violentamente reprimida con cientos de muertos. La desilusión del pueblo con su padrecito zar que contestaba con la armas alos pedidos de su pueblo, es definitiva. La socialdemocracia crece y se divide en un ala radical (bolcheviques) y una moderada (mencheviques).

Al llegar el año 1917 el sistema se encontraba en una crisis aguda. El frente de guerra con Alemania estaba estabilizado y los aprovisionamientos del ejército eran pésimos. En las enormes masas de soldados, sobre todo en las reservas de retaguardia cundía la indisciplina y la deserción. En las ciudades había hambre pues el sistema de transporte se hallaba ocupado en la guerra. La burguesía y los obreros estaban desconformes y aún la aristocracia abandonó al Zar al que consideraba inepto. Los burgueses democráticos, liderados por Kerensky, tomaron el poder en febrero de 1917 sin mayores dificultades y proclamaron la república. Pero su empeño en continuar la guerra y reprimir a los obreros para obligarlos al mantenimiento del esfuerzo bélico, impidió que se consolidaran. No lograron tampoco un apoyo decidido de los altos oficiales del ejército los cuales a su  vez no confiaban demasiado en la obediencia de sus tropas.

 

En octubre los comités obreros, controlados en gran parte por los socialistas derribaron sin muchos problemas al régimen republicano. Su consigna eran la paz inmediata y el poder de los obreros y campesinos a los que se iba a entregar la tierra que cultivaban.  El ala más decidida, unida y organizada de los socialistas eran los bolcheviques y Lenin y Trotzky pasaron a ser los dirigentes más destacados. Tomada la sede del gobierno en Petrogrado (San Petersburgo) el grupo era totalmente incapaz de controlar y reorganizar el país sumido en el caos y la anarquía. Pero no había otro grupo con más cohesión. Sus primeros movimientos tenían el ánimo de instaurar el poder socialista: se entregaron las fábricas (excepto las muy pequeñas) a los comités obreros (soviets), se repartió tierra a los campesinos (en concesión, no propiedad) y se firmó  la paz  con Alemania.

Estos decretos les proporcionaron a los bolcheviques un gran apoyo político. En otros sentidos fueron desastrosos: la producción fabril cayó verticalmente, los campesinos comenzaron a producir para ellos mismos y no enviaron sus productos a la ciudad, de la cual no recibían los insumos requeridos para la producción. El ejército se deshizo y muchos soldados volvieron a sus lugares de origen a reclamar las tierras prometidas y otros vagaron en bandas o individualmente por todo el territorio contribuyendo a la anarquía. Por otra parte todos los afectados:  capitalistas, terratenientes, militares y ex-burócratas iniciaron la contrarrevolución armada con apoyo de los países capitalistas extranjeros, asustados por la propagación universal del espíritu subversivo de los izquierdistas. Ex soldados se incorporaron a ambos bandos de la lucha.

 

En este caos los bolcheviques eran la única fuerza disciplinada y con unidad ideológica. Varias causas se ensamblaron para ir reforzando su poder y su carácter autoritario:

1) Los errores de los consejos (soviets) de fábrica y su  incapacidad de coordinar y mantener la producción. En especial su menosprecio por los técnicos y administradores fue de graves consecuencias. Los bolcheviques no se daban cuenta que la capacidad empresarial organizativa es la menos abundante en los países no industrializados y no se la puede sustituir por el esfuerzo y las discusiones de los trabajadores.

2) La desmovilización y el paro obrero llevaron a mucha gente a entrar al partido formando una “base obediente” bajo los viejos militantes.

3) El debilitamiento del poder de los Soviets. Al fracaso económico ya mencionado se agregaron:  la deserción de sus miembros para entrar al ejército rojo que combatía la contra-revolución; la ruina general del sistema industrial por la paralización del comercio interno y externo y la caída del aprovisionamiento de productos agrarios. La ruina de las fábricas fue tal que muchos sindicatos obreros pidieron el control estatal.

4) La historia de centralización y disciplina de los bolcheviques que se remonta a los primeros trabajos de Lenin [1902]. Este desde la época de lucha contra el zarismo, concebía al partido no como un organismo de opinión que buscaría, para llegar al poder, el apoyo popular por la prédica de sus ideas y la participación política, sino como un ejército para la lucha armada con una disciplina militar bajo un estado mayor autoritario que tomaba decisiones en secreto, aunque responsable de sus acciones frente a la masa partidaria, elegido y revocable por ésta. Es claro que en los momentos más decisivos de la lucha era difícil cumplir estas últimas cláusulas democráticas. El relevo de jefatura se realizó casi siempre por lucha de camarillas y manipulación de congresos de delegados. Por otra parte, al tomar el poder, la militarización para combatir la contra-revolución agudizó  el carácter autoritario y secreto del aparato partidario.

5) Destrucción de la clase burocrática tradicional y de su base de reclutamiento:  la clase media y

los nobles de categoría inferior. Muchos de sus miembros se plegaron a la contra-revolución.

Todas estas circunstancias llevaron a un fortalecimiento del poder central y de los

bolcheviques, al carácter autoritario de la alta dirección, a la negación de toda democracia interna y a una ineficiencia crónica para implementar políticas. Mientras el país se derrumbaba el aparato partidario se reforzaba y organizaba. Cuando la situación tocó fondo no quedaba otra fuerza capaz de conducir la recuperación. Se  formó así el grupo de altos responsables del partido que monopolizaban a la vez el poder administrativo judicial y militar. Siguiendo a Modzelewsky [971] denominaremos a este estrato la “burocracia política central” o bien “alta jerarquía”.

Tal vez gran parte del pueblo se volvió a ellos como la única esperanza de salir del desorden y el hambre. La obra de reconstrucción la comenzaron los comunistas en 1921 y no la hicieron mal si se tienen en cuenta las desastrosas condiciones del país y la novedad de la transformación social pretendida.

Resumiendo el desarrollo hasta la época actual diremos que se ensayó sucesivamente:

1) La liberación del comercio, la artesanía y la producción privada agraria. Fue la “nueva política económica” (NEP) de Lenin (1921-1927). Esto llevó a un crecimiento de la burguesía que fue juzgado amenazante por una parte de la burocracia del partido. Las condiciones de vida de la población mejoraron notablemente.

2) La represión de los “nepistas”, obra de Stalin, consistió en la destrucción de las pequeñas empresas privadas, la eliminación de los terratenientes medios (kulaks) y la cooperativización forzada de las empresas agrarias (1928). La razón de estas medidas fue el temor de la burocracia central ante un proceso que se desarrollaba espontáneamente y se escapaba de control cuando los campesinos más prósperos se empezaron a organizar para presentar sus candidatos en las elecciones. La represión llevó  a una caída peligrosa de la producción agraria, a movimientos forzados de población, hambre y descontento. Se supone que hubo cientos de miles de muertos. En lo político comenzó un ambiente de represión, desconfianza y espionaje que ahogó toda protesta y toda opinión pública libre.

3) La instauración de la planificación global (planes quinquenales 1928-1938) que fue respuesta de la alta jerarquía para sustituir la NEP.

Se aprovechó el entusiasmo de los jóvenes y se crearon grandes expectativas. Pero el plan tropezó con serias dificultades. Aparte del bajo rendimiento general de la industria y la agricultura debido a la falta de técnicos capaces y métodos eficientes, el fracaso se puede atribuir a que la burocracia central exigió un ritmo acelerado y rígido de acumulación de

medios de producción. Ello implicaba bajos salarios reales, extracción obligatoria de casi todo el excedente de la producción agraria, poca atención a la construcción. Todo el excedente se lo gastaba la producción de capital para la industria pesada y la burocracia cada vez  más crecida para administrar el plan y reprimir el descontento. Los obreros y campesinos reaccionaron con la resistencia pasiva, el trabajo a desgano y el mercado negro de productos agrarios. Al fin del segundo plan había síntomas de desaliento que llevaron a graves luchas dentro del grupo dirigente y una nueva ola de asfixia de la opinión pública por el ya crecido aparato policial (1937-39). Según algunos autores esta represión fue una verdadera contra-revolución. Ver F.Brulé (1972).

 

La guerra (1941-1945) tuvo un impacto desastroso en la vida de la nación. Hubo 20 millones

de víctimas, ciudades arrasadas, industrias desmanteladas, muerte de ganado (tal vez se redujo a la mitad). Pero el sistema soportó la prueba y si bien el país salió del conflicto terriblemente debilitado, el partido y su líder máximo Stalin quedaron con un gran prestigio como los puntales básicos de la resistencia nacionalista y la victoria. La guerra fría que siguió, atemorizó  a todo el pueblo y lo impulsó a protegerse detrás de Stalin y el partido. Esto prolongó y agudizó el clima asfixiante de terror y desconfianza, frenó toda crítica e impidió todo intento de democratización.

Sólo después de la muerte de Stalin se relajó el clima de terror. La dirección burocrática pudo admitir débiles manifestaciones críticas sin llegar a la represión feroz. Llegaron así a la Unión Soviética con su  sistema de control basado en una burocracia política centralizada que planifica totalmente la economía y dispone de todos los medios de producción industrial y gran parte de los agrarios aunque  jurídicamente los medios de  producción pertenecen a la sociedad.

 

Tal sistema entró en crisis alrededor de 1980, tal como fue previsto por J. Marczewski [1973] que describe todos los ensayos para salvar la planificación central y sus fracasos. La burocracia política planificadora a pesar de sus esfuerzos y la creación de numerosos métodos no logró activar la agricultura y aumentar la eficiencia de la industria. Una consecuencia de la decadencia económica fue el auge de economía informal y la corrupción en las empresas estatales donde se robaba y se falsificaba la información. También floreció una producción popular de falsificación de productos americanos que tuvo un enorme éxito entre los jóvenes. Un detallado estudio de casos basados casi todos en la propia prensa soviética puede verse en P. Meney [1982]. En 1987 Gorbachov promovió una serie de medidas democráticas y garantizó la no intervención en los paises comunistas de Europa, que rápidamente hicieron elecciones y salieron del bloque comunista.

Este rápido panorama histórico muestra que el poder de la alta burocracia se origina esencialmente en su función de desarrollar la producción industrial en un país donde el esquema burgués tradicional se reveló incapaz de funcionar adecuadamente. A partir de los ideólogos socialistas se formó  una burocracia planificadora obsesionada con la acumulación, la industrialización forzada y la planificación y control de todo el sistema económico. Esta burocracia se siente amenazada si no puede hacer crecer la economía pero su ritmo forzado de industrialización la lleva a chocar con los intereses de los campesinos, obreros y técnicos. Esto la obliga a adoptar un carácter represivo y a reforzar su  control en todos los aspectos. Además, como todo sistema alternativo que funcione en otra parte es una amenaza, la burocracia lo combate con todos los medios posibles. De ahí su carácter expansivo.

 

No entraremos aquí en la discusión teórica de si esta burocracia central es una “clase social” o un “estrato”. De  hecho dispone de los medios de producción a través del plan y el control de salarios, precios, acumulación y distribución del producto social. Controla el aparato policial y el ejército y monopoliza -mediante los mecanismos que se explicarán enseguida- el poder legislativo y judicial. Aunque legalmente no es hereditaria tiene su mecanismo de reclutamiento mediante el partido tal como se explica a continuación.

Para cumplir esas tareas, planificar  la producción y mantener el orden interno se apoya en una capa más amplia de funcionarios administrativos, técnicos fabriles y agrarios y en una institución muy original: el partido comunista.

Tratemos de descubrir qué  son y cómo se articulan estos elementos del poder de la burocracia

central planificadora. La dificultad en entender sus relaciones está en que, aunque sus funciones son diferentes, los mismos individuos pueden estar en dos o en los tres grupos.

El partido es el organismo más original:

a)  En primer lugar el partido es el aparato de reclutamiento, casi el único, para ascender en la

jerarquía. El candidato a ingresar es observado, se ven sus antecedentes de capacidad dirigente y su fidelidad a la jerarquía. Cuando ingresa se lo tiene en un largo período de observación y puede ser expulsado en cualquier momento. Un estricto sistema jerárquico va desde la “célula” o pequeño grupo de miembros del partido en cada unidad productiva a través del comité  local y estatal a la dirección nacional. Capacidad, espíritu de trabajo y obediencia son las características para ascender. Con el partido la sociedad dispone de dirigentes potenciales en todos los niveles. En casi todos los países socialistas la rama juvenil del partido es la que se encarga del reclutamiento.

Aunque el partido estricto puede abarcar sólo un 5%  de la población, si agregamos el número de activistas que están haciendo méritos por entrar, simpatizantes y colaboradores este porcentaje puede fácilmente extenderse a 20% o más. Ver Shapiro [1967].

El deseo bastante generalizado de entrar en el partido se explica porque:

1) es prácticamente el único camino de progresar en la carrera del poder, la consideración social y en algunos de los países de lograr ciertas ventajas económicas y sociales:  puestos mejor remunerados, viajes en el país y al exterior, disfrute de beneficios sociales como vacaciones, becas, etc. (Ver Mathews, 1972).

2) su finalidad declarada “ser vanguardia de los trabajadores en la construcción del socialismo” coincide con el máximo valor social que el individuo ha sentido predicar desde la niñez, sobre todo en el sistema educativo. Se lo valora como la institución mas meritoria del país.

El partido es el acceso a los cargos administrativos, pero el mecanismo exacto de la

designación varía según el cargo y esta rodeado de un secreto que hace difícil su conocimiento.

El procedimiento de designación de altos cargos administrativos estatales lo hace el partido mediante una lista detallada de dichos cargos y una lista de las personas importantes del partido (la llamada “nomenklatura”, sistema heredado del zarismo).

El famoso economista soviético Eugenio Varga ex-director del instituto de Economía Mundial de Moscú, marginado en 1948 y rehabilitado después de la muerte de Stalin dice en su  testamento de 1965, según Garaudy:  “A comienzos de los años treinta nació en el seno del estrato dominante la necesidad de instituir un cierto secreto, lo que no es en realidad, más que

una línea de demarcación entre la dirección burocrática del partido y los demás estratos de la

población, que le asegura el aislamiento con respecto al exterior y la estabilidad interior, de suerte que este personal se encuentra protegido contra todo accidente, de toda fluctuación, de toda intromisión de elementos incontrolados o no seguros. Este status privilegiadodel estrato dominante encontró su expresión en el retorno al sistema zarista de la “nomenklatura”  es decir, en el establecimiento de listas de individuos privilegiados, investidos de la confianza suprema del partido a quienes se puede confiar un trabajo responsable en el seno del partido o del Estado”, (citado por García Pelayo (1974)).

 

Es cierto que un individuo que no pertenece al partido puede destacarse en las ciencias, las artes o los deportes que gozan de un gran prestigio social. En tales casos se trata de incorporarlo al partido en lo que parece ser una mezcla de distinción honorífica y medio de control y en definitiva una forma de dar prestigio al partido. Tales individuos están sometidos a una vigilancia ideológica cuidadosa ya que no llegan a su  posición a través de los peldaños de  la obediencia y la disciplina como el resto de los militantes. Muchos de los disidentes declarados y tal vez  muchísimos no declarados provienen de individuos que han ganado su prestigio en aquellas actividades.

b)  En segundo lugar el partido es el organismo de control. Es un sistema jerárquico paralelo al sistema administrativo. En cada unidad productiva existe, además de la estructura administrativa (directores, jefes de sección, capataces, etc)  la célula del partido que tiene elementos de todos los estratos. Una consigna o política que, proveniente del poder central, llega a la dirección administrativa, llega también, vía partido, a la célula correspondiente.

Una misión de esta célula es la “vigilancia revolucionaria”, es decir, el control del cumplimiento de la política ordenada por el partido. Legalmente la célula no tiene poder de decisión sobre la implementación de la política. De hecho, puede observar, pasar informes y hacer recomendaciones directas a los administradores que estos se cuidan muy bien de tener en cuenta. El secreto de este poder es que las funciones administrativas, y la dirigencia partidaria coinciden más y más al elevarse la jerarquía en ambas cadenas jerárquicas

Una observación crítica de los miembros de la célula al administrador elevada “vía partido”  no tardará en caer sobre el criticado “vía administración”.

Visto superficialmente y desde los niveles inferiores parece ser el control revolucionario de los

trabajadores sobre la administración preconizado por Lenin [1917] que significativamente hablaba de los “obreros armados”. En la práctica la situación es muy diferente. Los integrantes de las células de base, aparte de que no tienen armas, tienen el derecho teórico de criticar la línea del partido en todos los niveles (aunque no de desobedecerla). En la práctica las críticas originan diversas situaciones según su gravedad, desde el aislamiento y detención de cualquier ascenso hasta las sanciones y la expulsión. Esta última no puede realizarse legalmente si el afiliado no ha desobedecido la línea partidaria, pero esto no es fácil de probar. Si el individuo no está de acuerdo con una línea puede haber cometido deslices y negligencias en su implementación. De allí a la desobediencia el límite es difuso. Es fácil acusarlo de indisciplina. Las sanciones suelen aplicarse “en cadena”  por el afán de ver “grupos anti-partido”, así que los compañeros se alejan rápida y prudentemente del candidato a recibir sanciones para no poner en peligro su  carrera. Resulta de todo esto que la opinión disidente no tiene posibilidad de desarrollarse como una corriente de opinión elaborada y consistente, producto de amplia discusión. Casi siempre muere antes de nacer y es atribuida, según las circunstancias, desde una “rareza” e inadaptabilidad social del individuo hasta una evidencia de provocación y espionaje.

Así el partido es esencialmente una máquina de transmitir poder, control y órdenes de arriba hacia abajo y de pasar informes hacia arriba y sólo en medida muy débil puede hacer que los trabajadores del estrato inferior influyan en las grandes decisiones de los planes, las prioridades y el reparto social de la producción.

c)  En tercer lugar el partido es el órgano de dirección de la sociedad. Como dice Afanasiev [1975]: “El partido Comunista traza la línea política única para toda la vida del país y realiza la labor de organización y la labor ideológica para la aplicación de esa línea”. Esta labor se realiza a través de las organizaciones estatales y sociales y mediante la penetración de los elementos del partido en dichas organizaciones. En particular por la coincidencia de partido y administración en los altos niveles.

La administración en el sistema soviético (modelo de casi todos los países socialistas) es igualmente jerarquizada. Los cargos políticos y jurídicos son electivos pero las elecciones no tienen significación de elección entre corrientes de opinión y política sobre los asuntos más importantes. El elector debe elegir un candidato entre varios a escoger pero lo usual es que haya uno sólo y su  única posibilidad es votar por él o eliminarlo. Según Schapiro [1967] el propio acto electoral se realiza de una forma tal que los que controlan la elección saben si el elector modificó o no la boleta de candidatos.

Los órganos representativos así elegidos son los soviets locales de regiones y el Soviet Supremo.

La designación de candidatos la hacen las “organizaciones públicas y organizaciones de

trabajadores” (Constitución Soviética, art. 141). En todas ellas el partido tiene influencia prominente.

 

El Soviet Supremo está formado por el Consejo de la Unión (unos 800 representantes de toda la URSS) y el consejo de Nacionalidades (unos 700)   que representa las repúblicas y regiones autónomas. Este Soviet  Supremo es el organismo máximo legislativo. En la práctica es “declarativo y ratificador”. Como se reune una vez por año y sus sesiones duran pocos días se nombra un organismo de unos 30  miembros, el Presidium, que cumple las funciones durante el receso. Algunas de  sus decisiones deben ser (y usualmente son)  ratificadas por el Soviet Supremo, pero siempre entran en vigor inmediatamente. El presidium  incluye siempre altos

dignatarios del partido. El presidium abarca de hecho las decisiones legislativas y algunas ejecutivas honoríficas.

El poder ejecutivo reside en el Consejo de Ministros (artículo 64) y casi siempre el Presidente o

Primer Ministro es el primer Secretario del partido. Este es el organismo que coordina la planificación de la economía y el órgano más poderoso de la nación.

En el esquema de Jrushev el organismo central de planificación (Gosplan) basado en los lineamientos del Consejo de Ministros, el Partido y en Colaboración con el Consejo Supremo de Economía Nacional (organismo dependiente del consejo de Ministros y encargado de supervisar toda la economía) elabora los lineamientos generales del plan. Por otra parte las empresas y las administraciones de la producción agrícola proyectan sus propios planes que ascienden a las unidades regionales y repúblicas hacia el Gosplan central. Con esta base el Gosplan elabora el plan nacional. Toda esta acción está subordinada al Consejo Supremo de

Economía Nacional y este al Consejo de Ministros. Este reajuste del plan debe ser sin duda una

tarea gigantesca pues hay que coordinar cientos de miles de proyectos para regular la actividad y abastecimiento de 250 millones de personas. Allí debe concentrar el país su personal más calificado. Esto hace pensar también en lo ilusorio de la simplicidad del control obrero que imaginaban los revolucionarios de 1917.

A partir de 1965, se suprimió  el consejo Supremo de Economía Nacional y sus órganos regionales sin alterarse el control básico por el consejo de Ministros. A la vez comenzó a llevarse a la práctica una amplia tendencia de descentralización, que llegaba a nivel empresarial y cuya necesidad ya se había señalado en la época de Jrushev. Se dejó en parte a las empresas el proceder a regular la producción según sus estimaciones de la demanda. Este asomo de descentralización puede tal vez interpretarse como una concesión de la burocracia central a la tecnocracia para evitar la desconformidad de los técnicos y lograr que estos contribuyan al aumento de la producción. Ver Brulé [1978].

El estrato de administradores estatales, jefes de organizaciones y departamentos principales era, en 1959 de unos 400.000 y sus salarios de unos 500 rublos nuevos en promedio.

El estrato de los técnicos y ejecutivos es poco conocido. Sobre su nivel de ingresos hay datos de los sociólogos soviéticos citados por Mathews [1972]. Un director de fábrica puede ganar de 200 a 400  rubros nuevos. El de un obrero no especializado es de 40  a

60, el de un ingeniero medio es de 100  a 120. El número de  directores de empresas y jefes de

departamentos principales era en 1950  de cerca de 1.000.000.

En resumen, la burocracia administrativa es, en sus niveles superiores casi coincidente con la alta jerarquía del partido, siendo los métodos de designación realizados por el método citado de la “nomenklatura”. En los niveles más bajos es controlada por el partido en forma estrecha. La gran masa de población ajena a los altos puestos o a la militancia partidaria está  desprovista de poder y el sistema electoral está manipulado. La oposición o, como se la llama en la prensa, “desidencia” queda sólo posible aun estrecho círculo de científicos e intelectuales.

La desigualdad en la jerarquía suele expresarse en diferencias notables en el ingreso como puede constatarse en las propias fuentes soviéticas. Desde la época de Jrushev se ha publicado una gran cantidad de  material sociológico sobre distribución de ingreso, condiciones de vida, gasto familiar, conformidad con el trabajo, participación, etc. Una visión de conjunto puede verse en Mathews [1972].

Estos datos muestran una sociedad con una distribución de  ingresos desigual pero no tan

exageradamente desigual como en países capitalistas de ingreso medio semejante. Las oportunidades de educación son amplias por la gratuidad de la misma, pero distan de ser igualitarias y es muy raro que un jóven de familia obrera o campesina pueda entrar a las

universidades más prestigiosas. Jrushev intentó reservar cupos exclusivos para las clases más bajas pero su intento fue mal visto por los elitescos jefes de las universidades y al caer su gobierno el sistema de cupos fue abandonado.

No discutiremos los países socialistas más recientes que tienen un sistema de control semejante

pero con grandes diferencias socioeconómicas. Una reseña interesante de algunos de ellos puede verse en Martinet  [1971]  en Fetjo [1969] y en Modzelewsky [1971].

Según este último autor la tecnocracia ha llegado a tener un papel preponderante en Yugoslavia dando a este estado socialista un carácter especial en su aparato de control.

 

El gobierno comunista apoya, dentro de la tradición marxista, el desarrollo del conocimiento científico. En el caso soviético fueron notables los desarrollos en Matemáticas (una tradición rusa desde el siglo XIX) y Física Teórica. Pero en general el desarrollo científico tuvo dos grandes limitaciones: en primer lugar, debido a la resistencia a innovar del sistema de planificación no hubo una interconexión entre el desarrollo científico y la producción, la cual ha sido en general positiva en los países capitalistas. En el caso soviético ha habido esta colaboración en la producción con importancia bélica. En segundo lugar la ideología marxista particular de los líderes ha impedido la libertad de pensamiento y de la discusión libre que se requiere en la ciencia sobre todo para las grandes innovaciones que tienen repercusión filosófica. Es típico en los textos científicos soviéticos encontrar citas de Marx y Lenin para mostrar que el autor está dentro de la línea ortodoxa del marxismo. El caso más lamentable de politización de la ciencia es la negación de las ideas de la moderna genética por Lisenko y sus partidarios que con su fraseología marxista lograron el apoyo del partido y de Stalin, y persiguieron y destituyeron a los que no comulgaban con sus ideas. El gran botánico Nicolay Vavilov, que estudió el origen de miles de especies vegetales en todo el planeta, no estaba de acuerdo con Lisenko y murió en un campo de concentración en 1943 y el biólogo  Zhores Medvedev fue internado en un instituto de rehabilitación mental hasta que logró asilarse en Gran Bretaña donde continuó sus investigaciones, mientras que Dobzhansky, el gran especialista en evolución y genética, se quedó en EEUU donde pudo expresar libremente sus ideas. Esta imposición de ideas destruyó el desarrollo de la biología en la URSS (que era muy promisorio hasta 1930) y sus aplicaciones a la agricultura. Otro caso es el de Kondratieff, el gran economista, descubridor de los ciclos largos en la economía capitalista. A pesar de haber predicho correctamente la crisis mundial de 1929 y la recuperación del capitalismo, contra la opinión de otros economistas soviéticos, fue acusado de intervenir en una conspiración contra Stalin (muy posiblemente una patraña forjada por el gobierno) confinado y aislado en una en prisión en Siberia en 1930. Ver Soljenitzin [1974]. En 1938 fue fusilado. Otras persecuciones y producción forzada en el campo de armas atómicas pueden verse en Z. Medvedev [1978] que contiene una historia de la ciencia soviética. Son interesantes las actas del Congreso de Moscú de agosto de 1948, donde, bajo presión del Partido se condenó la teoría genética y se aprobaron con grandes ovaciones de los asistentes las tesis de Lisenko apoyadas por el Comité Central, con amenazas a los genetistas.

 

Por último es evidente que las burocracias socialistas poderosas como la Unión Soviética y China han desarrollado una política exterior de protección y, por razones internas y temor de un ataque exterior, mantienen un estado de preparación para la guerra y un arsenal nuclear.

Esto ha llevado a peligrosas tensiones y conflictos internacionales que conjugadas con las necesidades armamentistas de los otros estados industriales han tenido al mundo bajo la amenaza de una guerra total.

 

3.17   Zonas periféricas del capitalismo. El control por el monopolio de la articulación en el

mercado mundial

Entre  los siglos XVII  al XIX  los países capitalistas:  Holanda, Inglaterra, Francia, Alemania

extienden su  comercio por todo el mundo. Para protegerlo y ganar fuentes de materias primas organizan, basados en su  poder militar, vastos imperios coloniales y establecen zonas de influencia. El mundo entero entra en las redes del comercio capitalista. En una serie de regiones con las más diversas culturas y tipos de gobierno se insertan elementos de capitalismo comercial, factorías, plantaciones, explotaciones mineras, bases militares, gobiernos coloniales, protectorados y zonas de influencia comercial de los europeos. La evolución de todas estas regiones de Latinoamérica, África, Asia y Oceanía es desigual y complicada dependiendo de la base cultural original y del tipo de relación que los capitalistas traten de establecer según sus intereses comerciales. Sin embargo, pueden señalarse algunas características generales de las estructuras económico-sociales que se desarrollan en esas regiones:

a) Articulación en el mercado mundial mediante intercambio de materias primas o productos agrícolas producidos en esas zonas periféricas por artículos manufacturados de las metrópolis según el principio de la ventaja comparativa (ver 1.1.2). La invasión de artículos manufacturados arruina las artesanías locales y produce mano de obra excedente y barata para la nueva producción para exportar. Se forma así  una división internacional del trabajo a nivel mundial.

b) Formación de una clase propietaria de la tierra que controla el intercambio en las zonas periféricas y se apropia de una parte considerable de la renta. Esto produce cambios sustanciales en el aparato de control social. El que estaba antes de la irrupción capitalista se adapta o es destruido por la nueva clase de terratenientes y comerciantes. Este grupo que controla localmente la inserción de la región en el mercado mundial se constituye en clase dirigente.

c) La adaptación de una organización nacional, proceso impulsado por la nueva clase en su alianza económica con el capitalismo extranjero con el objeto de definir su territorio, asegurar un estado que guarde el orden para mantener la nueva producción y evite el caos social que pudiera surgir de la disolución del sistema de control tradicional. Este es el esquema usual en Latinoamérica. En África y parcialmente en Asia los países europeos, en especial después de la rebatiña por el reparto de África, establecen colonias con administración impuesta por las metrópolis.

d) La introducción de  mercancías, costumbres instituciones y cultura europeas en el marco de la sociedad periférica. Los europeos arrollan y desprecian la cultura original y convencen a sus

aliados nativos de su inferioridad. La nueva base económica basada en la articulación de terratenientes-gobierno local-capitalismo extranjero no se corresponde con las nuevas costumbres:  se consumen mercancías que el país no sabe producir, obras de arte que  nacen de otra cultura, instituciones que  corresponden a otra economía, ciencia que el país no utiliza. Esto da origen al sentimiento de subdesarrollo o sea de que el país debería ser algo que actualmente no es. Debería ser como la metrópoli y no es, por  lo tanto está atrasado y debe desarrollarse.

e) La formación lenta pero sostenida de un capitalismo nacional que puja por expandirse bajo la competencia ruinosa del exterior. Comienza con la producción de bienes que no pueden importarse, como la construcción, ciertos alimentos y los servicios personales. En cierto modo es un apéndice del exterior, desarrollando renglones en que aquel no se interesa. En los países donde la renta de la tierra es grande (Argentina hasta 1930, actuales países petroleros)  este capitalismo es en parte parasitario de dicha renta. Este capitalismo es la base del nacionalismo en los países periféricos y puntal de la tesis de la necesidad del “desarrollo”.

Por otra parte el beneficio de los países colonialistas no resultó tan grande como se esperaba. Aparte de productos naturales clave, desde fin de la segunda guerra mundial la producción agraria de los países desarrollados aumenta debido a nuevas tecnologías y excepto por algunos productos clave las colonias empiezan a ser más un problema que una ventaja. Al mismo tiempo se han ido formando elites de los nativos (muchas veces educados en las metrópolis) que organizan movimientos independentistas.

Después de la segunda guerra mundial se produce la crisis general del colonialismo político en Asia y África y surgen nuevas naciones “subdesarrolladas” en el marco de las antiguas colonias. Con esto “la periferia” empieza a adquirir un peso cada vez  mayor. En particular los países exportadores de petróleo organizan el primer gran cartel internacional para maximizar la renta obtenida en la venta de  su producto. (Ver Rivero [1979],  B. Mommer [2003]).

f) La formación de una gran masa de población marginal. La actividad económica productiva se reduce en lo esencial a un producto que tiene la ventaja comparativa mayor y no puede emplear a toda la población. El sistema educativo copiado de  la metrópoli  produce gente que sería útil allí. La propiedad de la tierra concentrada en la estrecha clase terrateniente, muchas veces monoproductora, origina migraciones a las ciudades donde la escasa industria no puede

absorberlas. La renta de la tierra proporciona la base de subsistencia y permite el control de esta población marginal pero es difícil que contribuya a un desarrollo económico que pueda absorberla productivamente. La desocupación y la pobreza se vuelven crónicas. La gente que nace en estas zonas encuentra grandes dificultades para instruirse, desde falta de incentivo proveniente de la familia hasta falta de alimentación adecuada y recursos para la educación. Se ve impulsada desde su niñez por su familia a hacer trabajos ocasionales o a pedir para la subsistencia diaria.  Muchas de estas actividades, como el servicio doméstico y trabajos en el centro de las ciudades y zonas ricas, además de la TV y los periódicos llevan a los marginales al contacto con el mundo del bienestar del cual están excluidos. Pocos son los que aceptan el desafío de esforzarse, tratar de estudiar, buscar un trabajo y abrirse camino hacia la clase media. Esta lucha puede ser frustrante y desalentadora. Al lado de estos se presenta el atajo de la delincuencia y el trabajo ilegal en la comercialización de la droga y la prostitución. En muchos países de Latinoamérica hasta un 30% de la población vive en estas condiciones.

g) El establecimiento de  sistemas políticos autoritarios o falsamente democráticos que son los

únicos que pueden controlar la población marginal, la disconformidad de los burgueses y la frustración de los intelectuales. Además las fluctuaciones incontrolables del mercado internacional de materias primas o los cambios tecnológicos en los estados industriales producen crisis que amenazan el sistema. El aparato autoritario es indispensable para mantener la división internacional del trabajo.

 

En síntesis, el sistema de control está  en manos del grupo social que se ensambla con las

naciones industrializadas. Los medios de control usuales son la represión política, la transferencia tecnológica y cultural. Cuando las avanzadas políticas  del capitalismo nacional ganan algunas posiciones se asiste a un renacimiento artificial de los valores culturales autóctonos cuya base social por otra parte, se extingue rápidamente.

Hay poca producción original en sistemas de control provenientes de los países marginales. La

historia de muchos de estos países es una monótona sustitución de grupos diferentes que controlan la inserción del país en el mercado capitalista mundial o, en los últimos tiempos, en el bloque socialista. Sin embargo, la crisis es permanente pues los cambios del centro capitalista no se hacen en base a las necesidades de la periferia. Esta recibe los golpes de los grandes cambios tecnológicos, de las crisis o de los cambios en relaciones de fuerza entre las potencias sin tener

influencia sobre ellos. Se va desarrollando la necesidad de  autonomía y crece el movimiento

nacionalista. Se ensayan formas diversas de producir el cambio. En muchos países han triunfado movimientos comunistas (Vietnam, Camboya, Cuba, Corea, Angola, Mozambique)   lo que permitió un cierto desarrollo interno con apoyo soviético o chino dentro de las políticas de expansión y defensa de las dos grandes burocracias socialistas. Excepto en Cuba y Corea del Norte la caída de la unión soviética produjo una apertura al capitalismo en esos países. En otros hay un esfuerzo por llegar a ser un país capitalista desarrollado. En Japón a partir de 1867 tiene lugar un intento exitoso (3.12). Actualmente en Brasil se intenta ese camino. En muchos países musulmanes (Argel, Libia, Siria, Irak, Irán)  se trata de desarrollar un nacionalismo con un dominio fuerte de la economía por el estado y un control religioso unificador de todo el pueblo pero no se rompe la dependencia que tienen esos países de su articulación en el mercado petrolero mundial. Es difícil ver las perspectivas de todos estos movimientos del  “tercer mundo”. Por ahora no han ocurrido desarrollos políticos originales que parezcan viables

3.18 África. El origen de la humanidad. Las comunidades naturales y su destrucción por el

comercio, Islam y Occidente

Es imposible dar un resumen de la historia de este continente, que según bastante evidencia fue la cuna del homo sapiens (R. Leakey [1994]).

Aparte de los textos de historia P. Bertaux[1974], Deschamps[1971]  hemos consultado el notable libro de síntesis de J. Reader [1997] y los esquemas evolutivos de M.Gluckman [1978]. Agradecemos a los investigadores del Instituto de estudios Africanos de la Universidad de los Andes por la información dada.

Desde hace unos 200 millones de años las placas continentales que constituían Pangea se vienen separando y cambiando de forma. El macizo africano se ha desplazado algo hacia el norte, pero relativamente poco respecto a las otras placas y ha conservado su forma. El continente es una meseta maciza con tres cuencas fluviales grandes Nilo, Níger, Congo y tres menores en el sur: Orange, Zambezi, Limpopo. Alrededor de estas cuencas se desarrollaron las culturas. Debido a su origen geológico predominan macizos rocosos antiguos con grandes riquezas minerales (sal, oro, diamantes, cobre, plomo, hierro y uranio que han tenido gran importancia en la historia africana reciente). En Argelia hay petróleo y gas. Una hendidura interna “el valle de la fractura”  (Rift Valley) que va desde el Mar Muerto en Palestina hasta el lago Malawi en Zambia rompe la continuidad con una variedad de lagos, cauces de ríos, volcanes, selvas, pantanos, valles y microclimas que han influido en hacer de esta zona el origen de la humanidad.

 

Los restos de primates más antiguos datan de 35 millones de años. El Aegiptopithecus de la zona de Fayum era un primate pequeño y arborícola. El Proconsul de hace 17 millones de años y el Kenyapithecus (15 millones) fueron antecesores de los homínidos. En los 10 millones de años que siguen hay desgraciadamente, un vacío de fósiles, pero en este importante lapso aparecieron los primates caminadores a los que se da el nombre general de homínidos. El Australopithecus Afarensis, hallado en Laetoli (Tanzania), de hace 3.7 millones de años suele considerarse el primer homínido conocido, hay huellas de estos caminantes. El andar en dos pies permitió a estos primates usar las manos en nuevas tareas y facilitó las migraciones, frecuentes en el inestable clima africano, al poder cargar las crías y transportar  alimentos. Los restos se han encontrado sobre todo a lo largo de la gran valle-grieta continental africana (Hadar en Etiopía, LagoTurkana en Kenia, y los lagos Tangañica y Malawi) y en la zona al sur del Zambeze. (R. Leakey [1997]). Restos semejantes en menor cantidad se han hallado en otras zonas de África: este, centro, y norte. Se denominaron Australopithecus,  Robustus, Australopithecus Africanus, Australopithecus Bosei, Homo Habilis, Homo Erectus (tal vez el primero que usó el fuego) y Homo Sapiens. Alrededor de 2.5 millones de años se nota una notable expansión de los cráneos y aparecen las primeras herramientas de piedra. No se sabe si alguna de estas especies usaba un lenguaje o tenían algún tipo de conciencia semejante a la nuestra.

Se supone que hubo migraciones de Homus Erectus a Asia hace alrededor de 1.9 millones de años. La opinión actual es que, aunque las hubo, la verdadera colonización humana de la cual descendemos partió de África muy posteriormente con el Homo Sapiens Sapiens parlante hace 70000 años (Ver 3.19) que sustituyó completamente a sus antecesores. Tampoco está claro en que líneas de evolución se ubican estos antecesores. Indicamos dos alternativas con fechas tentativas en millones de años atrás. Ver Leakey [1994].

Una hipótesis es una línea directa Australopithecus Afarensis (3.8-2.8), A. Africanus (2.7-2.4), Homo Habilis(2.3-1.8), Homo Erectus(1.9-0.3), Homo Sapiens (0.3), con dos desvíos laterales del  A. Africanus al A. Robustus (2.2-1.4) y otra del A. Afarensis al A. Bosei (2.4-1.0)

La otra supone que en el 3.8 había ya dos líneas, una con antecesores bípedos del 3.8 al Homo Hábilis que se une a la anterior hasta el Homo Sapiens y otra línea que sale del Afarensis y se divide en dos, una A. Africanus y A. Robustus y otra A. Bosei.

La transición a la posición erguida no admite pasos intermedios duraderos así que debe haberse producido por una presión de selección fuerte y posiblemente haya sido un proceso único y localizado. Un proceso actual, la migración estacional de rebaños de cebras y otros animales entre el parque Nacional Serengeti y Mara da un modelo de lo que puede haber pasado. Los migrantes son atacados por predadores y carroñeros sedentarios (leones, leopardos, hienas, chacales) que no pueden seguirlos fuera de sus territorios ni acompañarlos lejos pues no pueden abandonar sus crías que se mueven lentamente. Se puede ver que la mortalidad natural de los migrantes es grande pero no puede ser bien aprovechada por las hienas y chacales, mientras los cuervos que son abundantes no pueden romper los cráneos. Si hubiera habido humanos que pudieran moverse cargando sus crías podrían haber tenido, siguiendo a los migrantes, mucha comida sólo con las cabezas de los migrantes muertos que podrían romper con sus piedras. Hubiera habido una fuerte presión selectiva en favor de  los que marcharan más erguidos, con cargas, crías y posibilidad de manipular piedras para ahuyentar a otros carroñeros. (A. Sinclair, M. Leakey  M. Norton [1986]). Otras ventajas de la posición erguida que se han señalado son la posibilidad de ver más lejos y advertir peligros y la menor exposición al calentamiento por el sol. La pérdida de los pelos de la piel puede también haber sido causada por la necesidad de enfriamiento. Para la importancia de la regulación térmica ver Reader [1998] . De todas formas el bipedalismo de los homínidos sigue siendo un tema de intensa investigación.

 

Crecimiento del cerebro, posición erguida, instrumentos de piedra y madera, nomadismo y el aumento de tamaño de los grupos hasta un óptimo (ver 4.1), reforzándose mutuamente fueron los elementos básicos de la expansión de los homínidos. La construcción de instrumentos: piedras, hachas de mano, bordes filosos, palos con punta requieren un desarrollo mental en el cual el objeto a construir no se percibe y está en la imaginación, pero su “imagen” dirige el proceso de construcción. Esto supone una capacidad de trabajo basado en imágenes y modelos mentales y representa, junto con el lenguaje, la característica esencial del ser humano y que podemos suponer se desarrolla en ese largo período del 3.8 al 0.1 millones de años. Las ventajas selectivas de todas estas características deben haber permitido la supervivencia y expansión de las especies de homínidos que las poseían en mayor grado.

Según se cree hace unos 70000 años un pequeño grupo de humanos que habían alcanzado estos desarrollos salió de África a través del istmo de Suez y pobló el resto del mundo (Ver 3.19).

En África las migraciones internas y las variaciones de la población siguieron muy estrechamente los cambios climáticos.

Parece ser que la táctica poblacional de los humanos de África fue diferente a las de otras poblaciones animales. Debido a la inseguridad de los recursos alimenticios la táctica que se impuso como más exitosa no fue de maximizar la población en las épocas de abundancia, que sería desastrosa para el grupo social al llegar las sequías largas, sino de asegurar la continuidad de la existencia humana con la costumbre de impedir embarazos mediante largos períodos de lactancia, limitando así un crecimiento exagerado de la población. Esto aseguró largas permanencias de grupos de población permitiendo la acumulación cultural que fue siendo cada vez mayor en relación con el inflexible conocimiento instintivo.

Las glaciaciones mundiales aunque no afectaron a África directamente produjeron períodos de aridez, mientras que el retiro de los glaciares producía períodos de aumento de lluvias y humedad. En los tiempos de humedad hay un rápido crecimiento de la población que se alimenta de la caza, la pesca en los ríos y la recolección. Hay desarrollo de relaciones entre grupos y expresiones artísticas. Al declinar las lluvias con la llegada de las glaciaciones aparecen períodos de caída de la población pero también desarrollo de técnicas de cacería para obtener alimento de una población animal decreciente. En sequías de hace 90000 a 70000 años se hallan en Katanda (Valle de la Fractura cerca del Congo) restos de lanzas de piedra y arpones de huesos y la técnica de ahumado del pescado. 

Las condiciones mejoran con un máximo de humedad alrededor de hace 30000 y nuevo enfriamiento y sequía alrededor de hace 18000 años. Para esta época hay un desplazamiento de la población al este del valle del Nilo la cual, huyendo de la sequía, se establece cerca del Nilo que para esa época es de cauce bastante menor que el actual. La concentración de la población puede haber originado conflictos. En el  12000 aC hay las primeras evidencias en el mundo de uso de las armas para violencias entre seres humanos, verificadas por restos de esqueletos en Wadi Halfa en el norte de Sudán junto al Nilo.

Aunque hay evidencias de intentos de influir sobre la producción vegetal, como las quemas, posiblemente deliberadas, en la zona del río Klasies en Sudáfrica hace 70000 años, las primeras evidencias de la humanidad de producción organizada de alimentos aparecen alrededor del 13000 aC a lo largo del Nilo en la etapa de concentración de la anteúltima glaciación. En Wadi Kubbaniya en 17000 bC la población, aunque no hay evidencias de cría y siembra, explotaba sistemáticamente y conservaba semillas comestibles y tubérculos que aparecían sucesivamente en las crecidas y retiros del río, lo cual, junto con la pesca conservada por secado y ahumado y la cacería de aves del río, mantuvo una densa población. Este proceso fue súbitamente interrumpido por las grandes lluvias e inundaciones que afectaron toda África y  alrededor del 8000 aC que cambiaron el régimen del Nilo, inundaron el valle y llevaron a los sobrevivientes a un Sahara algo más húmedo en cuyas sabanas se inició, por creación propia o importación desde Asia Menor la cría de ganado: vacas, ovejas, cabras.

 

La vuelta hacia el Nilo con la sequía de la última glaciación del 5000 aC da origen a la civilización egipcia. Aquí la agricultura aprovecha los depósitos fertilizantes anuales del río y comienza el control de las aguas y la organización social discutida en 3.2.

Pero para nuestro propósito lo más interesante de África son sus organizaciones sociales. Con muchos siglos sin grandes invasiones externas pero fuertes incitaciones de cambios climáticos e innovaciones técnicas, surgieron muchos sistemas sociales que pudieron perfeccionarse y perdurar hasta fechas cercanas. Es claro que estos también ocurrieron en otras regiones del globo pero los casos africanos son muchos, recientes y se han extendido en regiones muy vastas. Es imposible enumerarlos todos. Hacemos aquí una enumeración en orden de complejidad de algunos casos que muestran la evolución de la jerarquía y los hemos escogido por las sugerencias que hacen para una sociedad no jerárquica..

No están en acuerdo los antropólogos en que factores pueden producir la evolución de la jerarquía y la organización. Se han señalado la búsqueda de prestigio (M. Gluckman), el invento o importación de maneras de manejar más energía no humana (L. White) o la división del trabajo (Marx [1845]). Muchos historiadores han distinguido tres grados de organización: anarquías, jefaturas y hegemonías.

Anarquías o sociedades sin jefes.

Son grupos de familias que forman sociedades igualitarias sin mando político central. Los conflictos en la comunidad son mínimos y se resuelven por apelación a la tradición. Los

conflictos intercomunales están mitigados por las relaciones exogámicas que hacen que cada persona tenga parientes en las otras comunidades. Pueden llevar a guerras rituales rápidamente pacificadas por terceros con poderes religiosos. Los castigos a los delitos van desde la reprobación social y la amenaza de desgracias hasta la exclusión del grupo. La creencia en los espíritus de los antepasados y en las potencias invisibles que producen castigos hacen innecesarios los policías y verdugos. Los efectos antisociales de la gran libertad individual (ausencia de aparato represor) se mitigan por la vida en común, la igualdad de las condiciones materiales, las creencias religiosas y la identificación del orden social con el orden del mundo. Hay mucha dificultad para formar defensas contra ataques externos, pero muchas instituciones de estas sociedades subsisten a las dominaciones.

En todas las sociedades el paso del individuo de la infancia, en que recibe órdenes de sus mayores a la independencia está señalado por ritos y ceremonias que marcan bien esa transición. Una gran variedad de ellos pueden verse en Fraser [1922].

Daremos algunos ejemplos de estas sociedades (ver H. Deschamps [1971])

Los ¡Kung del desierto de Kalahari.

Las bandas de cazadores y recolectores de menos de 200 miembros (ver 4.1) tienen un sistema sin jefes que podría ser semejante al de los !Kung o San de desierto de Kalahari mencionados en 2.2.1. No hay seguridad que los primeros cazadores fueran semejantes a los ¡Kung actuales, pero podría haber muchas semejanzas. Como además son muy interesantes por su organización social vale la pena dedicarles unas líneas.

Los ¡Kung  (el ¡ se pronuncia como un “click” como el producido con un despegue de lengua y dientes, su lenguaje tiene muchos de esos chasquidos) viven en grupos de unas 12 familias de 5 ó 6 personas en el desierto de Kalahari (actual  Botswana en el sur de África). Los hombres se dedican a la caza con flechas envenenadas. Las mujeres colectan frutos de los arbustos de la zona (especialmente las nutritivas nueces mongongo) y raíces comestibles; buscan agua en el pozo del grupo o la buscan cavando en ciertos lugares del desierto donde la evidencia de ciertas hojas les indica la existencia de raíces que almacenan agua. A veces los hombres ayudan en esas tareas. Los grupos cambian de lugar frecuentemente cuando agotan los recursos de sus proximidades pero se asientan en un área de cacería respetando las áreas de otros grupos. Lo ligero de su equipo y simplicidad de sus chozas facilitan estas migraciones. La población crece muy poco por la baja frecuencia de embarazos debida a los largos períodos de lactancia. Las mujeres hacen sus trabajos con sus niños cargados en un bolsa de cuero de modo que les permiten una alimentación continua. Sufren hambrunas cuando hay largas épocas de sequía durante las cuales migran o piden ayuda a otros grupos donde la sequía es menor. Lo que se recolecta o caza se comparte entre las familias del grupo. Todo síntoma de egoísmo o excesos de jactancia por logros en la cacería, es repudiado como incivilizado y objeto de burlas. El trato mutuo o con extraños es en general amable. Se distingue entre una relación respetuosa entre generaciones sucesivas (padres y tíos con hijos y sobrinos) y una familiaridad que permite hacer bromas entre generaciones alternas (abuelos y nietos directos o colaterales). Esta distinción está ligada a los nombres, como si nosotros llamáramos “padre” al tío y los primos de éste. Esto equivale a nuestras normas de trato basadas en la jerarquía, que en ellos no existe, y en la división del trabajo, que sólo existe entre hombres y mujeres. Los matrimonios se hacen usualmente entre personas de diferentes grupos y el hombre se incorpora al grupo de la mujer. Esto facilita que los conflictos entre grupos se resuelvan pacíficamente, pues todos tienen padres y madres en otros grupos. No hay jefes aunque un pequeño grupo de los más ancianos es el “dueño” simbólico del territorio y el pozo de agua, lo cual implica que los forasteros deben pedirles permiso por su uso. Si algún anciano se destaca por su buen juicio en resolver problemas comunes o litigios se lo consulta y respeta (a no ser que se ponga orgulloso o autoritario) pero esto no crea un “puesto” que deba ser ocupado a su muerte o heredado. Es decir se supone que la habilidad personal crea la función que se asigna  y no, como sucede muchas veces entre nosotros, en que la función asignada o apropiada, supone la habilidad para ejercerla. Los ¡Kung dedican mucho tiempo a las reuniones sociales visitas entre familias del mismo o distinto grupo, cantos, danzas y contar historias. El comercio es, como en otras sociedades semejantes, un cuidadoso y medido intercambio de regalos y favores.

Actualmente muchos de estos grupos se están disolviendo por el crecimiento de la agricultura y la minería cuyas empresas ocupan tierra y emplean miembros de la comunidad, sobre todo en tiempos de sequías prolongadas.

Dogon del Sur del Níger medio

Están en los acantilados de Bandiagra construyendo aldeas en las mesetas y en los acantilados donde desarrolla notables conjuntos verticales. Son actualmente unos 350000. La unidad básica es la familia. El más anciano es el jefe. Tiene prestigio religioso. “No puede mandar pero se le debe obedecer” lo cual puede querer decir que, como entre los Yanomamis de Venezuela y Brasil, el consejero predica con el ejemplo (cosa poco usual en nuestra época). Soluciona pleitos. El asesinato se castiga con expulsión.

El hogón es un anciano nombrado por los jefes de familia por una señal mística. Interroga a los querellantes bajo juramento, aboga por el perdón y aplacamiento. Los conflictos entre grupos se tratan por un enfrentamiento bélico ritual pacificado por aliados circunstanciales como los pescadores bozo del delta del Níger medio.

Lobi del Volta Negro

Habitan el NO de Burkina Faso N de Costa de Marfil. La unidad es la familia extendida que ocupa una gran casa de barro (sukala) en el centro de su tierra de cultivo (mijo y sorgo) Si dedican también a la cacería. Había guerras entre las sukalas y algunos mecanismos débiles de alianzas que mediaban en los conflictos armados. Un lobi cuando se aleja su sukala no se separa de su arco y flechas envenenadas.

Es un ejemplo de sociedad no jerárquica conflictiva. No basta resolver el problema jerárquico dentro de las comunidades. Los problemas entre comunidades son de otro orden y requieren instituciones de otro tipo (relaciones parentales, simbióticas, comerciales o árbitros) que se ven en otros grupos.

Tallensi del Norte de Ghana, junto al Volta Blanco.

La unidad es la familia patriarcal, lazos por parentesco materno, clanes, con jefe elegido por los patriarcas y alianzas de clanes con fiestas rituales. El jefe del clan tiene sólo poder provisional de conciliación. Estas instituciones evitan las guerras. Toda falta grave, como el asesinato, es una ofensa a la Tierra, que es la deidad esencial. El “guardián de la tierra” guarda también la tradición. El respetuoso culto a los antepasados es la continuación de la fuerte autoridad paternal.

Kabré del Norte de Togo.

Son unos 200000. La unidad básica es la familia. Éstas eligen anciano conciliador, prudente, con poderes mágicos y capacidad de entretener a sus visitantes. Este rasgo, que debería ser estudiado, recuerda una de las necesidades esenciales de la vida. Lo notable del caso es la unidad de sabio y entretenedor. Son hábiles cultivadores, usan abonos. La tierra pertenece a las familias pero son frecuentes los préstamos de tierra así como el regalo de excedentes producidos entre familias, muchas veces como pago a  futuros matrimonios. Aprecian el orden y la independencia.

 

Lamba del Actual Togo

Hay unas 30 etnias. Se adjudican un origen común. Viven en casas familiares con campos. En cada familia hay una autoridad ritual. Los grupos de edad (que han compartido los ritos de entrada en cambios de estado por edad) organizan competencias. Hay mercados. Cultivan sorgo, mijo, taro y maíz, con leguminosas para enriquecer la tierra. La colonización alemana y francesa introdujeron el cultivo del maní y establecieron jefes y jerarquías para unificar la nación. Es un caso de sociedad agrícola sin jefes con mercado y competencias rituales.

Jenn-jeno. Simbiosis sin jerarquía.

Un ejemplo interesante de comunidad simbiótica es la que se desarrolló en “delta interno” del río Níger, actual República Malí’. En Jenne-Jeno, cerca de Timbuctú  se hallan las ruinas de una ciudad de unos 27000 habitantes abarcando casi 70 Ha. Por los restos hallados la ciudad parecía estar dividida por profesiones( cultivadores, pescadores, metalurgista, ceramistas) pero no hay evidencias de palacios, edificios principales, ni construcciones monumentales, lo cual hace suponer una sociedad con división del trabajo por profesiones pero sin jerarquía. No hay huellas de destrucciones violentas. El Níger, nacido en rocas graníticas, arrastra pocos sedimentos con minerales (el Nilo, con afluentes nacidos en rocas volcánicas, arrastra 10 veces más) pero lleva restos vegetales y en las tierras que quedan después de las inundaciones anuales se puede desarrollar una agricultura en las más regadas y pastos para ganadería en las más secas, habiendo evidencias de ambos desarrollos. Lo más posible es que se haya desarrollado una sociedad simbiótica de profesiones que intercambiaban sus productos. La ciudad existió por unos 1600 años (tal vez desde el -400 al 1200). La declinación  puede haberse debido a cambios climáticos y también se ha atribuido a la epidemia de la Muerte Negra que en 1200 azotó el norte de África. El Islam con su comercio de oro, sal y esclavos llegó en el siglo XIII cuando ya Jenne-jeno había decaído.

 

Transcisión a jefaturas

“Cuando el número de miembros de una banda pasa de 200 la organización social tiende a ser mucho más compleja” Gluckman [1978]. Ver también 4.1. La transición de las sociedades sin jefes a las jefaturas es un proceso clave en la formación de la jerarquía.

En muchos casos los consejeros y mediadores se transformaron en hombres de prestigio. Otros adquieren prestigio por introducir innovaciones (a veces vienen de otras culturas) por supuestos poderes esotéricos o de hacer curaciones o por organizar trabajos comunitarios. Este ejercicio del poder, de decir a otros lo que tienen que hacer, los hacen objeto de respeto y de donaciones. Su función llega a sentirse necesaria y puede institucionalizarse. Pero entonces debe definirse la manera de llenar el “cargo”.  Herencia, elección designación por el saliente o selección por ciertas características extraordinarias. Pero ningún método garantiza la habilidad del nuevo designado ni la degradación del que detenta el cargo, lo cual puede ser peligroso para la comunidad. Por lo tanto se forman poderes, instituciones o reglas “compensatorias” de los poderes del jefe y también suele delimitarse su poder a ciertas áreas o también se les exige un plazo o un estado físico particular. Los poderes sobrenaturales son también atribuidos a algunos individuos por nacimiento herencia o aprendizaje como en el caso de los shamanes.

La brujería y hechicería se basa, según Pritchard, que la estudió en los Azande del Sudán Oriental, en la necesidad de explicar porqué suceden los hechos particulares, atribuyéndo a obras de brujos, almas de fallecidos, hechiceros o malos pensamientos de enemigos, lo que nosotros atribuimos al “azar o casualidad”. Nuestra cultura no está libre de esas creencias como lo muestra la proliferación, en sociedades industrializadas, de adivinos, astrólogos, hechiceros y creencias supersticiosas ante la incertidumbre. Los brujos y hechiceros son objeto de temor y a veces son perseguidos, pero en otros casos obtienen ventajas de poder o riqueza. No es posible refutar la hechicería. Si una prescripción contra un maleficio no resulta se argumenta que no fue bien hecha o que el hechizo que se quería eliminar era más fuerte. De ahí que algunos filósofos de la ciencia han sostenido que una teoría, para ser considerada científica, debe declarar ante que resultados observados sería abandonada. Por supuesto no declaran las condiciones para abandonar tal principio.

Una institución que aparece en ciertas jefaturas (en las bandas es poco frecuente) sobre todo en las pastorales o agrarias es el totemismo. Un grupo, familia o linaje, reconoce un parentesco con un animal o planta que es soporte de sus rasgos religiosos y organizacionales. La especie de tales animales o plantas es el tótem del grupo (la palabra es tomada de la tribu Objiwa de los Grandes Lagos; en otras etnias se lo llama diferente). En general está prohibido comer o dañar animales o plantas del tótem así como hacer matrimonios entre personas con el mismo tótem. A veces se le atribuyen poderes de protección de daños y capacidad de ocasionar castigos por transgresiones de las normas asociadas al tótem. En el grupo se cuentan historias de cómo se originó la unión del objeto al grupo: generación directa, cuidado o protección de los ancestros (recordar la loba romana). Existen también los tótem individuales, usualmente de jefes, shamanes, brujos. Los grupales se heredan, casi siempre por vía materna. No está claro la función que cumple pero se puede pensar en su utilidad en sociedades sin leyes o con pocos mecanismos formales de imponerlas. Estamos tan acostumbrados a respetar y contar con nuestro sistema judicial protector y represivo que nos cuesta imaginar los problemas de una sociedad que no los tenga. En algunas de tales sociedades la función de ente protector e impositor de la ley se concreta en el tótem, una representación viva pero no humana a la cual se asigna sabiduría y fuerza. En las naciones con leyes y aparato legal no hay totemismo aunque tal vez las mascotas, talismanes y el “angel de la guarda” son vestigios de esa institución. Los sustitutos del tótem, leyes y reglamentos creados e impuestos por humanos, aunque se los trata de rodear de un aura venerable y sobrehumana, tienen una serie de defectos y problemas. En una sociedad flexible se trataría de que las leyes sean concientemente creadas impuestas y rectificables por las propias comunidades que deben cumplirlas.

Veamos a continuación algunos ejemplos africanos de transiciones a jefaturas.

 

Gagú. Pigmeos de la selva de la Costa de Marfil.

Familias con jefes. Cada pueblo tiene un “jefe de tierra”, función que se hereda dentro de una familia de pueblo. Interpreta los deseos de la Tierra y hace respetar las costumbres. Recordar la “interpretación de los deseos de la divinidad” como “voces de los dioses” Jaynes[1976], pero también como una de las bases de la manipulación jerarquizante. De todos modos no tienen poder coercitivo sobre los individuos y si se encuentra un muerto sin que haya culpables el jefe debe indemnizar a la familia. El jefe de tierra media también en conflictos entre pueblos. Los conflictos personales se resuelven en un consejo de jefes e familia.

 

Ibo del Este del Níger

Habitan en la selva roturada y palmeral. Son más de cuatro millones. La unidad básica es la familia patriarcal, centrada en chozas dispersas en un poblado. El patriarca arbitra en disputas y representa al grupo en el exterior. Las clases de edad hacen de policía en los mercados, conservación de caminos, guerras. Hay clubs de ricos e influyentes. Estos y los patriarcas eligen al “sacerdote de la tierra” que puede aplicar sanciones en problemas familiares y religiosos. Las clases de edad (masculinas o femeninas) balancean el poder de esos jefes ancianos. Esta organización, aunque tiene aspectos jerárquicos permite gran libertad individual gracias a organismos compensatorios.  Por eso los Ibos han resultado adaptables al individualismo democrático de los colonizadores europeos.

Los tonga de Zambia

Viven fundamentalmente de la agricultura. Forman pequeñas aldeas de unas 22 chozas. Las familias de una aldea cultivan parcelas de terreno. No se sienten como los ¡Kung solidarios con los de otras familias, tal vez porque el trabajo ya no es obra del grupo aldeano sino de la labor paciente y dedicada de cada familia. Pero los parientes próximos viven juntos y se ayudan en la construcción de viviendas. Las parejas se forman usualmente con personas de diferentes aldeas lo cual facilita las relaciones y migraciones entre aldeas

Fang del Norte de Gabón. Llegaron en época reciente y recuerdan su historia de cultos y asociaciones colectivas. La familia extensa en cada poblado se dispersa en tres o cuatro generaciones. El anciano sugiere reparto y emplazamiento de cultivos y relaciones exteriores, sobre todo en adquisición de mujeres. Cuando varios linajes viven en un poblado el más antiguo tiene preeminencia.  En el consejo de ancianos la influencia depende de la inteligencia, la actividad y la riqueza. Nótense los problemas del crecimiento poblacional (recordar la polis griega que se dividía al pasar cierto límite) y el esbozo de desigualdad en los representantes ( aparte de las características  personales podría valer por el número de representados). La dispersión ha favorecido la adaptación a ambientes diferentes.

Nuer del Sudán meridional.

Habitan los pantanos del este de Bahr-al-Ghazal. Son pastores y pescadores pero también cultivan mijo. Durante las inundaciones se refugian en las islas. Familias y linajes (parientes con un antepasado reconocido) son las unidades básicas. En la estación seca se unen  linajes en tribus con nombre y territorio. El matrimonio se hace fuera del linaje. Las tribus han tenido guerras y alianzas contra atacantes externos (como los Dinka a los cuales sometieron). La autoridad moral de los ancianos es grande pero también tienen poder seis grupos de edad organizados. Algunos clanes tienen precedencia, como los “hombres con piel de pantera”  para tratar casos graves. Hay continuas divisiones de los grupos.

 

Jefaturas.

Son agrupamientos de linajes o familias con un jefe (el de la familia que llegó primero a la zona, un personaje religioso o un guerrero). Ya no cuenta tanto la sabiduría o la edad. La jefatura se hace una institución permanente y se logra por herencia, imposición o elección por un grupo de jefes de familias. Linajes y asociaciones compensan el poder del jefe. En un pueblo puede haber varias jefaturas independientes. Como se ha mencionado, al introducir un poder cuyo origen ya no depende de la habilidad individual aparece la necesidad de compensarlo con otras instituciones. En muchos casos la necesidad de defenderse de ataque externos o la oportunidad de apoderarse de bienes de otros pueblos lleva a asignar a los jefes la dirección de grupos armados. Se establece la costumbre de dar regalos al jefe, ya sea para influir en sus decisiones o para retribuir servicios que presta.

Malinké de Futa Dallon al Alto Niger

Abarcaba partes de  actual Guinea, Costa de  Marfil, Malí y Senegal. Desde el 1000 a 1500 formaron el  imperio Malí con gobierno, ejército e impuestos. Actualmente son jefaturas. El patriarca de la primera familia sella un pacto con la tierra y las divinidades locales. Su preeminencia es hereditaria. Se crean nuevos poblados derivados del linaje original o de inmigrantes. Forman la comarca. El jefe y consejo de ancianos de cada poblado rinde tributo al jefe de la comarca. Éste con un consejo de jefes de familia juzga casos importantes. La sociedad del Komo (varones adultos de la comarca) es de ayuda mutua, mantiene tradiciones y ritos  y compensa la autoridad del jefe. Hay agricultura y ganado que da prestigio y se entrega por las novias. Esto no debe considerarse una compra, como lo han interpretado muchos observadores de Europa o el Islam, sino una compensación a la familia de la novia a la que se le extrae un miembro educado y productivo

Mendé de Sierra Leona en límite con Liberia.

Son 600000. Familia patriarcal con jefes y jefe de comarca primogénito o pariente próximo de la familia fundadora. Hay 60 tribus independientes. La influencia del jefe dependía de su riqueza, número de esclavos, fuerza militar y de la aprobación y apoyo del pueblo, sobre todo del Poro que es una sociedad religiosa y educativa de los hombres. Tiene derecho a regalos, cuidado de su casa y cultivo de sus tierras. Un consejo de las familias elige un “orador” intermediario entre el jefe y el pueblo con derecho a críticas si aquel se aparta de la costumbre.

Yoruba del Sudeste de Nigeria y límite de Dahomey. Son más de 3 millones. Están divididos en comarcas con  jefes, la preeminencia de dos de estas (en Ife y Oyo) se disolvió en el siglo XVII. Actualmente la estructura es de familia, linaje y clan con respectivos jefes. Había esclavos. En las actuales ciudades persisten algunas de estas estructuras. La asociaciones recreativas, de asistencia, femeninas, son importantes. La Ogboni, controlada por una aristocracia, tenía gran influencia política. Diversos ritos intervenían en la elección de un nuevo jefe o Alafin, entre ellos (ahora abolido) el de comerse el corazón del predecesor. El Alafin tomaba decisiones con el control de un consejo de jefes de familia aristocrático. Cuando según el presidente del consejo el Alafin perdía el favor de las potencias celestes, debía suicidarse. Los poblados se administraban por sí mismos pero pagaban tributos al Alafín. Este y su consejo controlaban las relaciones exteriores y la guerra.

Bamileké del Oeste de Camerún.

Zona fría y fértil. Son unos 500000 con 90 jefaturas. Al llegar a la zona, el jefe lo era de un grupo de caza. Su poder se fue extendiendo a lo religioso y militar. Hay alianzas de jefaturas que invocan un antepasado común. Las mujeres se dedican a la agricultura. Las viviendas (de arcilla con techos de paja) se agrupan alrededor de las del jefe que están cercadas y alojan sus mujeres, consejeros y sociedades. El jefe es dueño de la tierra pero debe garantizar su derecho de uso a todos. Es juez en litigios graves entre personajes notables (los menores los juzgan los jefes de familia) y con extranjeros. Es sacerdote de los antepasados y de la tierra. Se identifica con los tótem. Tiene por ello el monopolio de las pieles de pantera, cuernos de búfalo y colmillos de elefante, símbolos de poder. Es dueño de los elementos, la lluvia, la comunicación con los muertos y es jefe de las asociaciones religiosas. Se le dan tributos en especie, dinero y trabajos en sus casas. El heredero es elegido por a sociedad Kamvé  ( 9 miembros que descienden de los fundadores del grupo). La madre del jefe dirige las sociedades de mujeres. Un gran número de sociedades lo apoyan y controlan.

Hay sociedades por clases de edad, para la guerra, los trabajos, los ritos agrarios y la beneficencia. Hay sociedades con fines maléficos (hombres  pantera) clubs de ricos e influyentes.

Vemos aquí los elementos que luego se desarrollan en el estado con sus atribuciones judiciales, identificación divina, control religioso y tributos.

 

Estados o hegemonías.

Los estados o naciones son llamados por algunos autores hegemonías pues no tienen la definición geográfica exacta ni el alcance uniforme del poder que tienen los estados europeos.

Muchos hechos, a veces independientes, contribuyeron a la formación de naciones a partir de la unión de jefaturas.  La estabilidad de estos estados fue, casi siempre precaria por la acción de otros estados o la rebelión de las jefaturas. La influencia del Islam desde el siglo VII, que se apoderan del norte mediterráneo de los bizantinos, contribuyó a formar muchos de ellos por su expansión de comercio hacia el Sur. El apoyo de algunos jefes locales a la introducción del Islam en sus jefaturas puede explicarse por que muchas veces las jefaturas, como hemos visto, estaban compensadas por una serie de instituciones basadas en creencias tradicionales. La nueva religión declaraba falsas todas esas creencias y podía ser usada para fortalecer el poder del jefe. Por eso la conversión de los jefes precedió casi siempre a la del resto de la población.

Los bantúes grupo que, desde su lugar original en el valle del Benué, afluente del Níger, gracias a su conocimiento del hierro (para hacer armas y azadas para el duro suelo africano),  su flexibilidad de organización y su diversidad de economía pastoril y agraria, con nuevos cultivos como el plátano, ñame y taro importados de Indonesia que permitían cultivar la selva, se fueron desplazando desde siglos antes de la era cristiana  hasta el siglo XIX. Impusieron su idioma hasta el Congo, Uganda, parte de Sudáfrica y Zambia. Esta expansión, a veces pacífica y otras veces bélica, facilitó el comercio, y permitió un gran crecimiento de la población. Se formaron estados por luchas entre jefaturas que se disputaron tierras o rutas comerciales. Esto llevó a la formación de ejércitos y al dominio de una jefatura sobre otras con imposición de tributos.

El reparto de África de 1885, que establecieron por su cuenta varias naciones europeas, fijó una división en colonias de acuerdo con componendas entre esas naciones, que se ha mantenido después de la descolonización de mediados del siglo XX. Veamos los ejemplos principales de naciones antes de tal división.

Etiopía.

Massawa, cerca del Mar Rojo era una puerta al intenso comercio de Oriente con Europa en la época romana y la Edad Media. Su clima es excesivamente cálido y seco. Pero unos 100 Km al SE se sube al altiplano etíope de temperatura agradable y lluvia abundante. Allí se formó la ciudad de Axum que en el 500 dC llegó a ser centro de un próspero imperio. Éste desarrolló una cultura propia con una floreciente agricultura (posiblemente muchas especies de cereales trigo, sorgo, cebada, mijo, lentejas, se originaron allí). De desarrolló una escritura (basada en la de los Sabeos de Arabia) y se estableció la religión cristiana monofisita, que llegó allí alrededor del 300 dC. Grandes monumentos y construcciones de piedra adornaban la ciudad. Desde el 750 las lluvias comenzaron a disminuir y la agricultura no alcanzaba para sostener la población incrementada por la bonanza climática desde el siglo I. La ciudad, que vivía de la producción rural se despobló en 50 años. El país permaneció pobre desde entonces pero mantuvo su independencia ante el ataque italiano de 1896. En 1935 fue conquistada por la Italia fascista y liberada en 1945.

Ghana

Este imperio comprendía la cuenca superior del Níger hasta Gao y todo el río Senegal hasta la costa atlántica de modo que ocupaba parte de los actuales estados de Senegal, Malí y Mauritania y dominaba la zona productora del oro en la región montañosa de la actual Guinea y Sierra Leona donde nace el Níger. Se supone que existía en el siglo IV dC pero no hay noticias de su formación y sus primeros mandatarios. En el año 800 hay testimonios árabes del poderoso imperio en la zona.  La introducción del camello permitió el transporte a través del desierto del oro y marfil hacia el norte y la sal (del centro del Sahara) y productos manufacturados y el cobre de España hacia el sur. Los impuestos al comercio y los tributos permitían mantener un palacio y una corte fastuosos. Ibn Haukal, viajero árabe que visitó la corte en el 977 describe al rey como “el más rico de la tierra”. La capital estaba en Kumbi en la zona al sur de la actual Mauritania que en esa época no era tan desértica. Un grupo de fanáticos musulmanes que había fundado un convento en una isla del Senegal ganaron adeptos y en el 1042 estos al -Morabetin

(los del convento) o almorávides se lanzan a la conquistas del mundo, conquistan Marruecos con matanzas saqueos y destrucción y en 1076 destruyen la capital de Ghana. Sus caballos y ganados acaban con los pozos de agua de una amplia zona que se vuelve desértica. En 1086 su jefe Abu Baker es asesinado. Ghana recobra algo de su autonomía pero en 1240 es nuevamente saqueada por Sundiata, rey de Malí.

Malí

El reino Kangaba se fundó alrededor del año 1000 dC en el alto Niger en la ruta del oro. En 1230 una rebelión de los Malinkes encabezada por Sundiata impuso una nueva dinastía que se consolidó en el imperio Malí.  Sundiata se convirtió al Islam según el famoso viajero árabe Ibn Battuta[1304-1368]. En su reinado se introdujo el cultivo de algodón.

En 1311 el emperador Abubakari II envío una flota de 200 piraguas a buscar las tierras del otro lado del océano Atlántico. Volvió una sola. De una nueva expedición de 2000 piraguas no volvió ninguna. Es posible que hayan llegado a América.

El reino se expandió a costa del decadente imperio de Ghana, hacia las regiones del oro. Bajo el emperador Musa (1313 al 1332) se anexó Timbuctú y las famosas minas de sal de Taghaza en la ruta hacia el norte de África, donde por siglos los esclavos trabajando en horribles condiciones explotaron la sal tan apreciada y necesaria en la calurosa zona ecuatorial.

Musa hizo una peregrinación a La Meca en 1323 en el cual prodigó regalos y tanto oro que en Egipto se devaluó la moneda. Trajo arquitectos que construyeron mezquitas y eruditos que difundieron el saber árabe.

Ibn Batutta [1354] que visitó el país en 1352 elogia la seguridad y el orden del imperio y el lujo del emperador, reporta la floreciente agricultura, el aceite de maní, las fiestas en la corte y el fabuloso comercio. El imperio que se mantenía por el oro y los impuestos al comercio, sobre todo del oro que exportaba y  del cobre y los enseres de lujo importados del norte y los tributos de los reinos vasallos.

La decadencia comenzó con la rebelión de los Tuaregs (pueblo pastoril y guerrero del norte del Sahara) y otros vasallos y en 1550 quedaba muy poco del imperio, aunque las ciudades Timbuctú y Djenne fueron siempre centros comerciales importantes (J. Suret-Canale [1961])

Shonghai o Gao

Un jefe de los Sonni, Ali Ber, contrario al clero musulmán,  conquistó entre 1468 y 1492 un vasto imperio. Tómo Timbuctú con matanzas e incendios, y Djeneé tras siete años de asedios. Se expandió al este donde fue detenido por los montañeses Dogón. En 1492 le sucede una dinastía musulmana, los Askias, donde el imperio Shongai llega a su máximo. Askia Mohamed (1493-1528) organiza el ejército y el imperio, acoge a los eruditos islámicos perseguidos por su antecesor, hace una peregrinación a La Meca, controla las minas de sal del desierto (Taghaza). A su muerte sus 100 hijos se disputan el imperio, pero la anarquía pasa y los sucesores se anexan  los yacimientos de oro del alto Senegal y la cuenca del Gambia. Comerciantes y hombres de letras pululan en Timbuctú donde los libros son la principal mercancía. Se escriben crónicas y los médicos operan pacientes de cataratas.

En 1590 el sultán de Marruecos, ansioso de encontrar las fuentes del oro, envió una expedicción comandada por un español renegado llamado Joder (por su exclamación favorita) que llevó armamento europeo. Los hispanomarroquíes tomaron Gao y Timbuctú pero allí les informaron que el origen del oro estaba mucho más lejos. Después de muchas viscisitudes, Joder, destituído por el sultán, consigue mucho oro y vuelve triunfalmente a Marruecos con su botín pero el reino Shongai queda deshecho y sus vasallos Tuaregs, Bambaras y Peules se desperdigan.

Mencionamos que estos, y otros semejantes son pueblos itinerantes ocasionalmente agricultures, ganaderos o guerreros a veces libres, otras tributarios, otras contratados por los príncipes y otras jefes de hegemonías pero con sus culturas particulares sumamente interesantes que a veces recuerdan a las de los de las anarquías.

Asante

Estos pueblos se hallan en el centro y sur de la actual Ghana y zonas adyacentes de Togo y Costa de Marfil. Son unos 500000. Los clanes son matrilineales y reconocen una antepasado femenino común. Los linajes familiares colaboran en construir casas y cultivar (casabe, ñame, plátano y actualmente cacao para exportación)  Había jefes familiares que formaban una pirámide de poder con un jefe máximo que residía en Kumasi y poseía un trono de oro. La madre o hermana del jefe soberano elegía los candidatos a jefe.

Los Asante fueron proveedores de esclavos de los traficantes europeos. Desde 1670 a 1888 hubo una serie de dinastías algunas de gran poder y riqueza basadas principalmente en ese tráfico. En 1888 con la política inglesa contra la esclavitud, un ejército inglés derrotó al ejército del rey y ocupó Kumasi por breve tiempo. En el reparto de África casi todo su territorio se asignó a Inglaterra que en 1902 lo declaró su colonia. Cuando se formó la república de Ghana en 1957 hubo un reconocimiento y conservación de las realizaciones de la cultura Asante.

Lozi del Zambeze

Los pueblos Lozi o Malozi o Berotse, del nombre de la tribu que unificó 25 grupos que habitan la cuenca superior del Zambeze al oeste de la actual Zambia en África Central. Es una zona que se inunda en su parte llana quedando las colinas como pequeñas islas. La población se desplaza a las zonas escarpadas con su ganado mientras que los cultivadores trabajan en zonas intermedias y se construyeron canales y represas para cultivos durante la sequía.. El rey se traslada a las zonas altas en una brillante ceremonia acompañado de cientos de piraguas. Aunque las condiciones geográficas son parecidas a las de  Jenn-Jeno antes mencionadas y hay agricultores ganaderos y pescadores no se llegó entre ellos a una simbiosis de pueblos libres sino que los pueblos fueron unificados militarmente dando tributo para el rey. Pueblos como este podrían haber tenido una evolución que recuerda a la egipcia pues podría haber tenido ventajas hacer grandes obras públicas de manejo del agua. Su evolución fue interrumpida por la intervención de los europeos. Estos, cuando no conquistaban militarmente firmaban pactos con los reyes astutamente confusos. En uno firmado con el rey Lewanika, este cedía 500000 Km2 de tierra y derechos por sus riquezas minerales en un pacto en que los ingleses se comprometían  a aportar educación, instalar industrias y pagar 2000 libras por año. La tierras fueron ocupadas pero la única retribución fue invitar a Lewanika a la coronación de Eduardo VII donde pudo conocer a todos los jefes de gobierno europeos.

La intervención europea

Los europeos, en su expansión mundial desde el siglo XVI en busca de mercados y materias primas para su insaciable industria, se interesaron en África principalmente para instalar bases para su comercio con la India, Indonesia y China, no para fundar colonias. Luego se interesaron por unos pocos productos tropicales pero fundamentalmente, por los esclavos para sus plantaciones de América. En el siglo XIX, decaída la esclavitud, por rivalidades y recelos las potencias europeas se ven arrastradas a repartirse el continente.

Portugueses. Tráfico de esclavos

Son los primeros en instalarse para su proyecto de llegar a la India. Después de muchas expediciones por la costa africana en 1488 Bartolomé Diaz llega a El Cabo y se convence que ha llegado al extremo sur de África. En 1492 Colón llega a América. Ante el peligro de un conflicto, el Papa Alejandro VI (Borgia) divide el mundo aún no explorado entre España (nuevo mundo) y Portugal (viejo mundo). En 1498 Vasco da Gama llega a Calicut en Kerala (India). Los portugueses no colonizan el este de África  pero para mantener el monopolio comercial entre Oriente y Europa, arrasan ciudades y puertos donde ven comercio musulmán  y destruyen las naves de esta refinada parte del Islam.

En la parte sur de la costa oeste, donde no hay musulmanes la relación es diferente. Los portugueses hacen contacto con Nzinga Nkuwu rey de Manicongo (unos 200000Km2) en la zona que rodea la desembocadura del río Congo. En 1490 el rey de Portugal le envía albañiles, carpinteros y misioneros. El rey de Manicongo se convierte al cristianismo, toma el nombre de Juan I. Se construyen iglesias y escuelas. El rey de Portugal ofrece la ciudadanía a los conversos.  Su sucesor Alfonso I llama San Salvador a su país.

Las relaciones se deterioran por el problema de la esclavitud. Esta existe en África desde hace mucho tiempo, pero, salvo en las minas de sal, es una esclavitud familiar, limitada  y humana. Los hijos de esclavos son libres. Los traficantes portugueses se llevan a los esclavos del país y exigen cantidades sin límites. El rey Alvaro II de San Salvador hizo un pedido al rey de Portugal para que prohibiera el tráfico esclavista. Se dice que el rey de Portugal comentó que el Congo “no tenía otra cosa que vender”. Esto arruinó el interesante ensayo de colonización pacífica. Nada expresa mejor la trampa en que había caído Europa entre su cristianismo y su avidez de riqueza.

 

Los portugueses comienzan un provechoso tráfico de esclavos a Brasil (donde se habían establecido desde 1531) aprovisionados por los Ashanti y otros pueblos musulmanes que hacen las cacerías. Los ingleses, franceses y holandeses entran en el negocio durante los siglos XVII y XVIII para proveer los cultivos tropicales: algodón en EEUU, azúcar en el Caribe, cacao en Venezuela, café y azúcar en Brasil.   Se estima que 11 millones de negros fueron sacados de África a América y que un 10% murieron en el viaje. Una proporción mayor moría después del desembarco por enfermedades y falta de adaptación a la nueva e inhumana situación. J.A.Sacco [1974].  Los pagos a los colectores africanos se hicieron cada vez más en armas, lo cual desequilibró el poder de los reinos dando ventaja a los esclavistas de la costa.

En 1807 Inglaterra declara prohibido el tráfico de esclavos y más adelante captura barcos que los transportan devolviéndolos a sus tierras o a la colonia inglesa de Sierra Leona. Los demás países europeos se fueron adhiriendo a la abolición aunque la trata ilegal siguió por varias décadas.

Holandeses

La Compañia Holandesa de las Indias Orientales estableció en 1652 una base al este del Cabo de Buena Esperanza como base para los barcos que comerciaban con Oriente. Se trajeron campesinos holandeses (Boers) para desarrollar la agricultura y la ganadería para aprovisionar los barcos. Aunque trataron de no enredarse en colonizar el interior, los Boers tuvieron que adoptar los métodos africanos de rotación de cultivos y movimiento de ganados buscando nuevos pastos y a veces, al encontrar mejores tierras emigran definitivamente al interior. Están acostumbrados, como minorías protestantes, a bastarse a sí mismos y no admitir más autoridad que Dios y su palabra. Leen la Biblia que el padre de la familia interpreta y explica. Vienen también en 1685 protestantes franceses perseguidos por los conflictos religiosos con Luis XIV. En 1775 ya hay Boers a 800Km de El Cabo.

Los Boers se siguieron expandiendo y estuvieron en guerra intermitente con pueblos indígenas desplazados hacia el sur por las sucesivas oleadas de bantúes. Se van acostumbrando a tener esclavos para ayudar en los trabajos del campo pero no intervienen en este tráfico.

Ingleses

Establecieron desde 1588 una base en Bathurst junto al río Gambia, y  en Sierra Leona, donde se liberaban esclavos capturados a los traficantes. Se apoderaron de la colonia holandesa de el Cabo en 1806. En 1882 debido a una matanza de cristianos en el Cairo por un movimiento nacionalista musulmán, Inglaterra interviene y Egipto queda bajo su control como protectorado. Un aventurero ingles, Gordon, se instala en Khartum para proteger a la población de la guerra santa del Madhi (el guiado pror Dios) Mohammed Ahmed, el cual toma Khartum y extermina a sus habitantes, incluido a Gordon. Lord Kitchener derrota al Mahdi (1888) y el Sudán queda como condominio anglo-egipcio.

En Sudáfrica los ingleses presionan sobre los Boers para que liberen a los esclavos. Los Boers se retiran más al norte y en 1842 establecen el Estado Libre de Orange, al norte del río Orange. Un grupo se desplaza más al norte fundando Transvaal, al norte del río Vaal. 

Ocurre aquí uno de los procesos más notables de la historia de la colonización: la explotación de diamantes en Sudáfrica. En 1867  un holandés de los Boers a la orilla del Vaal, cerca de la actual Kimberley vio las piedras con las que jugaba un niño, reconoció una como gema preciosa. Comenzó a indagar que era hasta que un experto en Grahamstown , más al sur, la reconoció como un diamante (de unos 24 quilates o sea unos 5 gramos). La noticia de otros hallazgos se fue propagando. En 1870 había 5000 buscadores excavando grandes pozos y lavando la tierra en un área de unos 250000 m2 y se creó la ciudad de Kimberley, que en 1871 llegó a los 50000 habitantes (más que Capetown) que vivían en tiendas o casetas de emergencia. Se pusieron reglas para repartir las concesiones de excavación. La mano de obra se contrató entre población nativa venida de zonas más bien alejadas donde iban a buscarlos los contratistas con tentadoras promesas de dinero y armas. Los campesinos próximos, Boers y negros, conocían la rudeza del trabajo y preferían comerciar con los excavadores y sus empleados. Los trabajadores, por la gran demanda, podían exigir altos salarios, trabajaban poco, desertaban mucho y robaban diamantes. Ante las amargas quejas de los mineros el gobierno de Capetown, que no podía legalizar la esclavitud, exigió que se hicieran contratos formales y se obligara a los contratados a cumplirlos, estableciendo serias penas para el abandono del trabajo y el robo;  se prohibió pagarles con armas. Se organizó la policía y se usó a los numerosos presos en trabajos forzados de excavación. Cuando la De Beers Consolidated Mines Limited por compra de concesiones logró, dirigida por Cecil Rodhes, el monopolio de la producción, el gobierno amplió, mediante fuerza militar, la zona sobre la que tenía jurisdicción para aumentar el reclutamiento de trabajadores. Contratistas blancos armados recorrieron vastas zonas prometiendo comida, protección y alojamiento en Kimberley. Traídos allí eran asignados a los interesados en un sistema que apenas se diferenciaba de la esclavitud que los ingleses habían prohibido hacía más de medio siglo. Para trabajar se requería estar en el Registro de Nativos del estado que manejaba los contratos. Si por necesidad, deudas o engaño el empleado seguía trabajando con el contrato expirado y eso se denunciaba podía ser arrestado, de modo que quedaba atrapado en  el trabajo en esa situación ilegal.

En 1885 se encontró oro en Witwatersrand, junto a Johannesburg. El desarrollo de la explotación siguió un patrón semejante al de los diamantes, agravada por las condiciones en las galerías de las minas. Una compañía de contratación monopolizó la provisión de mano de obra.

 

Condiciones de trabajo semejantes siguieron hasta el fin del “apartheid” en 1994. Sudáfrica sigue siendo uno de los principales exportadores de oro y diamantes.

En 1899 el Gobernador Kruger negó los derechos políticos a los Boers. Esta fue una causa inmediata de la guerra anglo-boer. Fue importante también el deseo de los ingleses de controlar las minas de oro que estaban en territorio Boer. Aunque los Boer tenían solo 80000 hombres y los ingleses 500000, la primera parte de la guerra fue un desastre para los ingleses. Estos trajeron a su hábil general lord Kitchener que con un fuerte ejército tomó Bloemfontein, la capital de los Boers. Estos contraatacaron con guerrillas y hábiles campañas controlando casi todo el territorio. Lord Kitchener volvió con una política de tierra arrasada quemando cosechas y granjas de Boers y africanos y encerrando a las familias en campos de concentración donde murieron más de 20000. A la larga la política destructiva tuvo su efecto y los Boers se rindieron incondicionalmente en 1902. El prestigio inglés en el “mundo civilizado” sufrió un rudo golpe. Pocos años después surgió el movimiento Afrikaner de los despojados Boers que logró un triunfo decisivo en 1941. El régimen racista del “apparheit” que impusieron fue en parte el resultado del duro trato que sufrieron.

Franceses

Los franceses se interesaron en colonias África antes que otros europeos. En 1633 establecieron por una concesión a una Compañia una base comercial en Senegal y más tarde en Guinea y Gabón, pactando con los jefes locales con los cuales desde temprano se introdujo el comercio de esclavos a cambio de productos manufacturados y armas. Con las guerras europeas pasan a veces a manos de los ingleses y a veces son devueltas.

La conquista de Argelia es un caso especial. En 1830 el sultán (súbdito del imperio turco) recibió unas quejas de comerciantes argelinos contra súbditos franceses que no habían pagado las deudas. La discusión con el embajador de Francia fue subiendo de tono y el sultán lo golpeó con un matamoscas. Pocos días después una flota francesa bloqueaba el puerto de Argel. Tuvo que retirarse, pero al año siguiente desembarcó un ejército de 37000 soldados que tomó la ciudad y comenzó a conquistar el país. Los reyes Carlos X y Luis Felipe no estaban de acuerdo con esa política de colonización pero los militares la impusieron. Se dijo a los argelinos que era para liberarlos del yugo turco y a los europeos que era para impedir la protección del gobierno a los piratas traficantes de esclavos blancos. En la realidad los franceses se hicieron cargos del gobierno y el tráfico de esclavos había desaparecido hacía años. Los franceses tenían  la esperanza de alcanzar, por las rutas del desierto, los enclaves franceses en las costas africanas más al sur. El intento de ferrocarril a través del desierto fue sangrientamente eliminado por los Tuareg. Francia dedicó muchos recursos a organizar su imperio africano consolidándose en Senegal Guinea y Gabón. Después de la segunda guerra mundial se ensayaron métodos para mantener funcionando un sistema de unión con las colonias. En Argelia hubo un fuerte movimiento independentista, con muertos, terrorismo, presos y gran resistencia de Francia, pues había mucha población francesa. De Gaulle se hizo cargo del gobierno de Francia y en 1962 aceptó la independencia de Argelia. Un millón de franceses, la mayoría nacidos en Argelia abandonaron el país. Muy poco después se independizaron todas las colonias francesas, aunque muchas siguen con estrechos lazos comerciales y culturales con Francia.

El reparto de 1884

Es un proceso insólito cuyas causas generales pueden ser la búsqueda de mercados, la rivalidad entre países capitalistas y la búsqueda de materias primas y productos tropicales. Pero podría haber tomado otros rumbos. La forma particular y brutal en que ocurre se debe sin duda a la ambición imperial del rey de Bélgica Leopold II (1835-1909) heredada de los sueños imperialistas que su padre nunca pudo realizar. Bélgica, monarquía constitucional desde su origen en 1830, tenía reducidos sus reyes a figuras reverenciadas sin autoridad y el parlamento nunca dio muestras de anhelos imperiales. Leopoldo II ( rey en 1865) manejaba la idea de poseer un imperio colonial para sí mismo. Fracasó en varios intentos como comprar Cuba o las Islas Filipinas a España.

En 1841, un inglés médico y religioso, David Livingstone, hizo una exploración misionera desde El Cabo al norte del desierto de Kalahari. En 1850 del oeste del Kalahari a Luanda (Angola) y de allí atravesó casi todo el continente hasta Quilimane en Mozambique. Publicó un libro y  varios informes sobre la geografía y el tráfico de esclavos en la zona. En otra expedición exploró el río Zambeze.  En otra expedición trató de llegar a las fuentes del Nilo, llegando al lago Tangañika. En un momento perdió contacto con Europa y desertores de su expedición anunciaron su muerte.  El New York Times financió al periodista Henry Stanley con la misión de buscarlo. Stanley partiendo de la costa del océano Índicoe increíblemente  encontró a Livingstone viviendo entre los nativos y lo auxilió con medicinas. Hicieron juntos algunas expediciones. Livingstone se quedó en la zona haciendo otras expediciones y murió pocos años más tarde, mientras tanto Stanley recorrió el río Congo hasta el Atlántico. Fue  recibido como un héroe en Inglaterra y dio conferencias tratando de mover a la opinión pública para una intervención inglesa en la zona para poner fin al tráfico de esclavos y abrir al mundo las riquezas de la extraordinaria región que había explorado. Pero no hubo nadie interesado en esa empresa. Un oficial inglés Vernet Cameron que había ido a auxiliar a Livingstone y se enteró de su muerte, realizó un viaje por todo el río Congo y escribió, al regresar a Inglaterra un entusiasta artículo sobre la región. Leopolo II lo leyó y pensó que esta era su oportunidad. Convocó una Conferencia Geográfica en Bruselas en 1876, donde expuso un ambicioso plan internacional para eliminar el tráfico de esclavos y abrir la zona del Congo al comercio resaltando las intenciones humanitarias, altruistas, civilizadoras y científicas del proyecto que incluía construir una red de estaciones a lo largo del río. Leopoldo creó la Asociación Internacional Africana que supervisaría el proyecto. Contrató al desilusionado Stanley y le costeó una expedición que en 1877 remontó el río desde el Atlántico e hizo pactos comerciales con los jefes locales. Mientras tanto los franceses, adivinando las intenciones de Leopoldo, enviaban desde Gabón, donde tenían una base, al oficial Pierre Brazza que exploró la rivera norte del río e hizo pactos con jefes locales, mientras Stanley avanzaba y establecía bases río arriba. Esta competencia alarmó a los ingleses y portugueses ya establecidos en Sudáfrica y Angola respectivamente. Portugal, en 1884 propuso una conferencia para arreglar pacíficamente las ambiciones europeas en Sudáfrica. Bismarck, que ya meses antes suponía la conferencia ordenó apresuradamente, expedicionarios a hacer estudios, proyectos y pactos con jefes locales a Namibia, Togo (donde su enviado llegó 5 días antes que el enviado inglés) , Camerún y Tangañica.

 

El Congreso de Berlín con representantes de Austria-Hungría, Bégica, Dinamarca, Inglaterra, Holanda, Italia, Noruega, Portugal, Rusia, España, Suecia, Turquía y EEUU (ninguno de África) se inauguró en noviembre de 1884 para decidir el destino del continente. El reparto, hecho a partir de los establecimientos costeros, exploraciones hechas y proyectos, diseñó unos límites parecidos a los actuales, sin respetar naciones, jefatura, etnias, relaciones comerciales y ni siquiera la geografía física, factores que por otra parte no eran muy cocidos.

Leopoldo II después de muchas maniobras intrigas y promesas obtuvo el Congo que trató de desarrollar con sus recursos personales prometiendo a todos acceso y libre comercio. Cuando la quiebra parecía inminente se descubrió el caucho cuya demanda aumentó desde 1990 y recuperó la economía de la colonia, compensando con creces los gastos. Con se ganó los elogios y admiración de Europa. No se sabía, hasta que un recolector lo denunció, el horrible sistema de recolección. A las aldeas se les exigía un impuesto que debían pagar, hombres, mujeres y niños, con bolas de caucho recogidas en la selva del latex de dos especies de árboles caucheros. Los recolectores de impuestos recorrían las zonas caucheras exigiendo con sus policías armados  cada vez más caucho de los encargados de recaudación de las aldeas, reclutados de la población negra de otras regiones. Estos encargados mutilaban o mataban a los que no llenaban la cuota, presentando a los recolectores, que tenían un censo exacto de las poblaciones, el caucho y las manos de los que no cumplían. El recurso fue sobreexplotado, cada vez los nativos debían ir más lejos y traían menos caucho. A esto de unió la competencia de Indochina que había contrabandeado las semillas del Brasil y el caucho artificial desarrollado en EEUU entre otros por Julius Nueuwland, nacido en Bélgica.

En Congo llegó a la independencia en 1962, sin ningún entrenamiento democrático bajo la colonia. Su historia reciente es una sucesión de golpes militares y dictaduras.

Otra colonia belga era Rwanda en la bella región montañosa entre los lagos Nyasa y Tangañica.

La zona estaba habitada por un pueblo de cultivadores, los Huttus, al tiempo llegaron los Tutsi, pueblo de pastores que tomaron el lenguaje bantú de los Huttus. Aunque los Tutsi eran el 15% de la población, el prestigio del ganado los hacía sentirse superiores. El reporte de los alemanes que se apoderaron de la zona exageró estas diferencias (muchos Huttus tenían también ganado) y tomaron a los Tutsi como ayudantes en su administración. Después de la primera guerra mundial el territorio pasó a los belgas que mantuvieron esta tendencia, acentuando las rivalidades entre los dos pueblos. El país dividido en Rwanda al norte y Burundi al sur logró la independencia en 1962. Tutsis que se habían exilado intentaron invadir el país en 1963. Hubo una matanza de Tutsis. Se estableció luego un sistema de dos partidos bajo Habyarimana. Este y el presidente de Burundi, también conciliador murieron en un sospechoso accidente aéreo. Se desencadenó una masacre en la cual fueron muertos 500000 Tutsis. Un ejército de Tutsis invadió Rwanda y 2 millones de personas huyeron al Congo donde murieron millares. Los tutsis aceptaron un gobierno Huttu de conciliación. La comisión de las Naciones Unidas que buscaba identificar los culpables de los crímenes no pudo llegar a ninguna conclusión. Era difícil encontrar a alguien que no estuviera comprometido en la matanza.

La descolonización

Para 1970 no quedaban colonias en África ni en el mundo sino en posessiones pequeñas y aisladas. La descolonización de África excepto en Argelia, Angola y Mozambique fue relativamente pacífica. El movimiento casi siempre provino de intelectuales educados en las metrópolis que en sus países encabezaron luchas políticas, a veces duramente reprimidas. Casi todos estos políticos, tal vez como crítica a la opresión y explotación comercial de sus pueblos, tenían ideas socialistas y creían que los gobiernos debían enderezar las deformadas economías africanas. Estas economías antes orientadas a la subsistencia habían sido desarrolladas por los colonizadores a una estrecha producción de productos agrícolas y mineros de exportación para obtener los productos importados que requería la elite blanca y a veces una burocracia nativa asociada. La resistencia de los nativos, la presión de la Organización de las Naciones Unidas y el temor a que el apoyo soviético a los movimientos de liberación inclinara a los nuevos estados al comunismo contribuyeron a que los países africanos se fueran independizando. Las prédicas de algunos sobre modificar fronteras para una división del territorio más acorde con las etnias y economías no tuvieron eco. Esto se debió a la ambición política de los nuevos líderes, la burocracia, administración y sistema de comunicaciones construidas sobre la división colonial y las ex-metrópolis que querían seguir con su comercio. En la mayoría de países la elite dirigente organizó el gobierno sobre un sistema de partido único de tendencia populista. No se pudo cambiar ni activar la economía y las expectativas de remediar la pobreza atribuida totalmente en el calor de la lucha política a las potencias coloniales, no se cumplieron. El gobierno aumentó el gasto público, hubo inflación desempleo, migración rural urbana y deuda externa. En la inestabilidad política el ejército, educado por los gobiernos coloniales, tenía armas y organización. Se sucedieron golpes militares, dictaduras y restauraciones electorales.

 

Pero excepto los países con recursos naturales abundantes y sin excesiva población como Argelia (petróleo y gas), Lybia y Gabón (petróleo), y hasta cierto punto Nigeria (petróleo) tiene una economía aceptable. La Unión Sudafricana con su riqueza de oro y diamantes cayó en manos del partido Afrikaner, cuyos dirigentes eran descendientes de los Boers y en 1948 legalizaron y pusieron más estrictas las costumbres de “apparheit”. Se fijaron residencias para cada raza : blancos, bantúes (negros), mestizos (coloured people) y asiáticos. Según Verwoert primer ministro desde 1958, asesinado en  1966, los blancos, únicos civilizados debían gobernar. Sólo los blancos podían votar y ser elegidos. Se apartaron buses, trenes, hoteles, cines, para uso exclusivo de los blancos y se prohibieron matrimonios y relaciones sexuales inter-raciales. Se prohibió a los no blancos estar más de 72 horas en las ciudades sin certificado de trabajo. La policía podía detener y mantener presos sin juicio.

Rebeliones y protestas fueron reprimidas con cientos de muertos. En 1986 varios países, entre ellos EEUU declararon sanciones económicas y rompieron relaciones con el país. En 1988 una huelga general de trabajadores negros obligó a renunciar a Botha.

En 1990 el nuevo primer ministro Klerk del Partido Nacional no viendo salida a la oposición creciente liberó de sus 27 años de prisión a Mandela líder de la oposición y convocó a elecciones generales con voto universal. El partido del Congreso Nacional Africano obtuvo 62% de los votos Mandela fue nombrado primer ministro y adoptó una política de paz y conciliación.

 

3.19 Las migraciones desde África. Diferenciación, lenguajes y tecnologías. Exploradores y     

       Jefes

La historia de los seres humanos que salieron de África y formaron los pueblos actuales no africanos presenta varios problemas: ¿cuántos fueron? ¿que desarrollo técnico tenían?  ¿que rutas siguieron? ¿como se diferenciaron? ¿como generaron y se transmitieron sus hallazgos técnicos?. Las respuestas que tenemos no son seguras y hay todavía mucha investigación pendiente. Expondremos brevemente las investigaciones multidisciplinarias del grupo de Cavalli-Sforza [1996] y otros y trataremos de imaginar como estos procesos pueden haber influido en la formación de las jerarquías.

Estas investigaciones se basan en datos arqueológicos, genéticos y lingüísticos. Es importante tener una idea de estos métodos.  La “distancia genética” entre dos pueblos ha sido estimada midiendo en una muestra de cada pueblo la proporción de la población que tiene cada una de las variantes (alelos) de algunos genes. Se han utilizado: el que corresponde a los grupos sanguíneos: alelos A, B y 0 en el cromosoma 9, que dan los posibles tipos 00, A0, B0, AB a los que se agrega el del factor Rh en el cromosoma 1 con alelos + y –; se han usado también genes del llamado sistema HLA, un grupo de genes relacionados con el sistema inmunológico.  Los individuos que tienen los mismos alelos de cada uno de estos genes están a distancia genética 0 y los que los tengan todos diferentes estarán a distancia máxima. Entre estos extremos hay una variedad de distancias intermedias. Para dos pueblos definidos de cualquier forma (ubicación geográfica, rasgos raciales observables, etc) puede calcularse la distancia genética promedio.

 

La composición genética se hereda, pero puede cambiar por mutaciones que ocurren al azar (deriva genética). El proceso aleatorio de la deriva puede ser alterado por selección, es decir por que los individuos portadores tengan cierta composición genética que al expresarse en características individuales aumenten la probabilidad de tener descendencia, de modo que aumentaría en la población la proporción de los individuos con esa composición. Si no hay selección sobre las características (como ocurre con los grupos sanguíneos  o con partes del cromosoma que no se expresan) se supone que la deriva aumenta con el tiempo. Dos grupos de supuesto origen común  aumentarían su distancia genética al pasar más tiempo desde su separación. Hay otros indicadores como los derivados de la repetición espontánea en un gene de secuencias cortas de elementos (microsatélites). Estas cadenas de secuencia pueden alargarse o acortarse con las generaciones sucesivas, lo cual proporciona otro método de medir el tiempo transcurrido desde un antepasado común. Las mutaciones acumuladas en los cromosomas Y o en el ADN de las mitocondrias no están sujetos a entrecruzamientos entre pares cromosomáticos y se transmiten idénticos a la descendencia, los genes del cromosoma Y de padres a hijos y los de las mitocondrias de madres a hijos e hijas, variando sólo por mutaciones. Esto ha dado origen a otras mediciones de tiempos entre separaciones que han demostrado ser sumamente confiables. En un grupo endógeno ciertas líneas de descendencias se pierden (como se pierden los apellidos paternos en una población)  y todos los descendientes terminan teniendo un antecesor común. Como las mutaciones se acumulan en el tiempo es posible estimar distancias en el tiempo de dos descendientes muy apartados en el tiempo. Si el grupo ha migrado dejando grupos de descendientes en su camino, estos grupos acumulan mutaciones diferentes en las diferentes zonas en que se han quedado. Con esto se puede identificar el camino y las fechas aproximadas en que se han quedado. Ver Watson [2003]

Otros método de datación para restos de origen vegetal o animal es el de radiocarbono. En el carbono del CO del aire predomina el C12 de peso atómico 12, pero hay una pequeña proporción del isótopo C14 que es radioactivo y se desintegra continuamente produciendo N14 y electrones. Sin embargo el C14 del aire no desaparece porque es continuamente renovado por la acción de los neutrones. Estos son producidos continuamente por los rayos cósmicos de alta energía. Los neutrones actúan sobre el nitrógeno según la reacción nuclear:

N14 + n C14 +  p+ + e

 

Esta producción continua y la desintegración proporcional a la cantidad presente mantienen una proporción constante de carbono C14 radioactivo en el aire. Las plantas absorben por la fotosíntesis el carbono del aire formando los carbohidratos (azúcares y celulosa) que forman su cuerpo, las cuales tendrán la misma proporción de C14 radioactivo respecto al C12 normal. Si se corta la planta ya no recibe más C del aire y por lo tanto su proporción de C14 comienza a bajar por su desintegración espontánea en una forma cuya ley se conoce (en 5730 años se reduciría a la mitad) de modo que el número de electrones emitidos baja en la misma proporción. Esto permite calcular la proporción de C14 radioactivo que queda y con ello cuantos años hace que se cortó la planta. Lo mismo se puede calcular por el carbono de los huesos cuanto tiempo hace que murió un animal. El método funciona para datar objetos entre 500 y 50000 años, más allá de esto el C14 se ha reducido hasta volverse indetectable.

Otro método de datación se basa en que, en metales o minerales cristalinos (presentes,  por ejemplo en cerámicas, ladrillos cocidos, porcelanas, hornos, lugares de cocina) ciertos electrones interiores del cristal son desplazados de su posición de mínima energía por la radiación cósmica. El calentamiento fuerte (cerca de 500 ºC ) los vuelve a su  posición de equilibrio emitiendo la energía acumulada en forma de radiación luminosa (termoluminescencia). La intensidad de esta luz se puede medir y es  proporcional al tiempo durante el cual el objeto estuvo recibiendo la radiación cósmica desde la última vez en que el cuerpo se formó o se  descargó de energía por calentamiento. El método tiene menos exactitud pero más rango de datación que el radiocarbono.

 

Todos estos métodos además de los tradicionales: depósitos anuales de polen, el espesor de los sedimentos de materiales transportados por el agua y el viento, los anillos anuales de los troncos de los árboles  y la radioactividad de ciertos minerales cuyos productos de desintegración se acumulan en las rocas,  permiten calcular las fechas en que sucedieron ciertos acontecimientos. La muerte de una planta o animal, corte de un árbol, erupción volcánica que origina rocas por solidificación del magma, corte de lana o de un vegetal para usarlo como fibra en un tejido, uso de un fogón, horneado de una pieza de cerámica, loza, peltre o porcelana, fusión de un metal, pueden ser datados por alguno o varios de los métodos descritos.

Estas técnicas han proporcionado poderosos métodos de datación a la antropología y a la historia.

Los individuos de la familia homo sapiens sapiens tienen un antepasado común africano de hace unos 150000 años.

La salida de los seres humanos parlantes (homo sapiens sapiens) de África se produjo posiblemente hace unos 100000 años. El tamaño de la población salida fue probablemente muy pequeño (tal vez unos pocos cientos o miles) de modo que su diversidad genética debía ser pequeña. La diversidad racial se produjo posteriormente tal vez principalmente por selección debida a los cambios climáticos. En Oriente Próximo hay evidencias de hombres Neanderthal especie anterior de hace unos 700000 años. Las últimas en esa zona datan de 70000 años y luego desaparecen, es probable que la primera salida no se hubiera propagado y hubo otra alrededor de esa fecha. Estos emigrantes tienen la tecnología avanzada de cacería, pesca,  uso del fuego y recolección, adquirida en África, pero no cultivos ni tejidos,  que, al parecer, aún no se habían desarrollado para esa fecha. Sin embargo es muy posible que conocieran la navegación y se movieran relativamente rápido a lo largo de la costa del Océano Índico pues hace 60000 años ya habían llegado a China y Australia, dejando grupos en el camino. Los que se fueron hacia el norte y se establecieron en China y Japón se transformaron por el clima, predominando por selección las mutaciones más resistentes al frío por perder menos calor (piel más clara, tamaño mayor, cabeza más redondeada, nariz más alargada). Lo mismo los que desde el Oriente Medio se movieron al norte y a Europa. Mientras los que se fueron hacia el sur y siguieron hacia nueva Guinea y Australia permanecieron más parecidos a los originales africanos. Hace unos 40000 años un grupo pasó a América por el territorio de Beringia, que existió hasta hace unos 15000 años entre Siberia Oriental y Alaska, desde donde se desplazaron por el norte a Groenlandia y hacia el sur hacia México y por los bordes del Pacífico y el Atlántico hasta Tierra del Fuego. Por el otro lado unos desde Siberia y otros por el centro de Europa y el Mediterráneo habrían llegado hace unos 40000 años al oeste de Europa. Ya hemos hablado de los que permanecieron en África y produjeron migraciones internas y tal vez externas menores. En estas migraciones los que se fueron asentando en puntos intermedios fueron descubriendo y transmitiendo los descubrimientos fundamentales del Neolítico que se fueron desarrollando durante la migración: cultivo del sorgo y el mijo en el Sahel (sur del Sahara) y China del norte, el trigo y cebada en medio Oriente y Europa, el arroz en India, Melanesia y sur de China, en América descubrieron el maíz en México y la papa en Perú y el uso del algodón. La cría de ganado se originó probablemente en la India y de allí pasó a Medio Oriente, África, Europa y Asia Central. Una mutación permitió el uso de la leche de ganado a las poblaciones adultas de Asia y Europa mientras que siguió siendo tóxica para la mayoría de los africanos adultos. La leche completó la necesidad de calcio y vitamina D para el desarrollo de los huesos, compensando la disminución de luz solar (que al incidir en la piel produce vitamina D) debida al latitud y al abrigo. La ganadería no pasó a América donde se Perú de amaestró la llama como bestia de carga. La cerámica aparece en Tibesti (Sahara) y Japón hace unos 10000 años. Estas hazañas del conocimiento pueden haberse repetido en diferentes sitios y posiblemente llevó mucho tiempo separar los procedimientos técnicos de agregados míticos, rituales y mágicos. Un inventario de estos puede verse en J.G. Fraser [1922].

Cavalli-Sforza y sus colaboradores unidos a lingüistas eminentes como Greenberg y Ruhlen han tratado de correlacionar los datos  de la genética y la arqueología con la pluralidad de idiomas que supuestamente se desarrollaron a partir de una evolución única. Está poco claro como se desarrolló el lenguaje. Aún se discute si el homo sapiens de Neanderthal lo tenía desarrollado como nosotros. Pero hay algunas evidencias importantes sobre el lenguaje. A pesar de los esfuerzos de enseñanza realizados, los monos antropoides no pueden aprender usar el lenguaje como medio de expresarse libremente, aunque pueden asociar su conocimiento de los objetos y situaciones a sonidos y dibujos. El lenguaje es social, un individuo no aprende a hablar sin enseñanza.  Por otra parte no se han encontrado lenguajes “primitivos”. Todos son equivalentes en riqueza de expresión o complejidad gramatical. Tampoco hay humanos de unas culturas incapaces de aprender los idiomas de otras. Recordamos los indígenas de Tierra del Fuego que se llevó Fitzroy a Inglaterra en 1830 y fueron devueltos a sus familias en el viaje del Beagle en 1832 (ver C. Darwin[1845]). Aprendieron sin mucha dificultad el inglés y Darwin cuenta que una muchacha aprendió además en poco tiempo bastante portugués y español. ¡Y obsérvese el desplazamiento de pueblos, luchas, descubrimientos, éxitos y sufrimientos que supone este encuentro de fueguinos e ingleses desde que sus antecesores comunes se separaron, tal vez en Siberia después de partir del África natal de ambos!.  Como curiosidad recordamos que una palabra de los indios fueguinos es quizá la más significativa que se ha encontrado: mamilaapinatapai significa “mirarse uno a otro esperando que el otro proponga hacer algo que ambos desean y  no se deciden a hacer”. Esta posibilidad de aprender cualquier lenguaje es un argumento en favor del origen único de los lenguajes y de la existencia de una “estructura profunda del pensamiento” común a los humanos (Chomsky [1966]). Y obsérvese la enorme variedad de expresar las mismas estructuras desde el inglés y el español que declinan sólo unos pocos pronombres y no declinan los nombres al griego con sus 5 casos hasta el tabassarán del  Cúcaso cuyos nombres se declinan en 48 casos. Todos los idiomas tienen seguramente sus ventajas en expresar ciertas cosas o situaciones mejor que otros.

 

Una correlación de palabras y estructuras gramaticales ha llevado a una definición de “distancias” entre lenguajes y a la clasificación de estos en 17 grupos lingüísticos. En estos estudios se comprueba una primera separación entre los lenguajes africanos y el resto. Estos últimos se separan luego en una superfamilia “nostrática” que abarca entre otros los indoeuropeos, dravídicos, uralo-álticos, chino-tibetanos y amerindios y la superfamilia “aústrica” con los lenguajes de Australia y Oceanía, Polinesia y Melanesia. Siguen separaciones más finas en cada grupo pero se ve una notable coincidencia de esta división con las grandes corrientes migratorias salidas de África hacia Europa central y sur y hacia China, Japón Siberia y América y las que fueron hacia India Indonesia y Australia, migraciones que fueron obtenidas por métodos arqueológicos y genéticos.

Esta ola de innovaciones y desplazamientos, casi increíble cuando se condensa en unas líneas lo sucedido en 50000 años, produjo indudablemente cambios en la organización social, cambios que sólo podemos conjeturar por falta de la escritura. Es plausible que los liderazgos circunstanciales, producidos durante movimientos de pueblos y descubrimientos o transmisiones de tecnologías deben haber sido mucho más frecuentes en estos pueblos que en los que permanecieron inmóviles o aislados, los cuales pudieron por otra parte perfeccionar sus sistemas y crear compensaciones sociales de las jerarquías. La transmisión oral de conocimientos debe haber dado gran importancia a los ancianos que recordaban episodios sociales pasados importantes y a individuos aislados que llegaban a las comunidades con nueva información y habilidades. La complejidad tecnológica puede haber aumentado la división del trabajo planteando los problemas del reparto del producto del trabajo. La propagación de las tecnologías de cultivo y cría junto con las de transporte y comunicación permitió liberar el crecimiento demográfico de las ataduras naturales y climáticas, lo cual fue un éxito pero también una fuente de nuevos problemas. Las concentraciones de población resultante produjeron comunidades cada vez mayores y divisiones del trabajo más complejas con necesidades de control social, con lo cual las reuniones de familias y comunidades con relaciones directas fueron derivando en jefaturas, grupos dominantes, gobiernos e  imperios como se ha explicado en los ejemplos de 3.1 a 3.18.

 

3.20   Conclusiones sobre el desarrollo histórico de los sistemas de control

Las conclusiones más generales que pueden extraerse del panorama histórico de los sistemas de

coordinación y control son las siguientes:

a) La división del trabajo impone las primeras desigualdades entre los seres humanos.

La más antigua división del trabajo es la división entre los sexos, impuesta biológicamente por el embarazo, la crianza y la lactancia. En los grupos de cazadores y recolectores se tiende a que la caza sea obra de los hombres que se alejan más de la casa y la recolección de las mujeres. En las sociedades agrarias el cultivo suelen hacerlo hombres y mujeres mientras que en las sociedades pastoriles que obligan al alejamiento de las residencias en búsqueda de pastos va quedando reservada a los hombres excepto en los animales de corral. Las tareas manuales (cerámica, cestería, tejido, carpintería, construcción de casas) se dividen diferentemente en diferentes culturas. En ellas se va formando además la división de tareas para producir un único objeto. Sobre una necesidad de la división del trabajo manual por selección debido al mayor rendimiento surge la tarea del coordinador del proceso productivo como rol especial que por su naturaleza deriva en monopolio de información, que está fraccionada entre los trabajadores,  y relaciones de dominio, pues el coordinador piensa y dice lo que hay que hacer, lo cual conduce a la apropiación de gran parte del excedente de la producción social.

b) Un caso especial de división del trabajo es la basada en desigualdades naturales (en fuerza, resistencia física, sabiduría, basada a veces en la edad, criterio en juzgar, sentido de la equidad y de proponer tareas comunes, supuestos poderes sobrenaturales) esto lleva a diferencias de prestigio y no necesariamente a poder sobre otros. Además esas ventajas y prestigios se acaban con el individuo prestigioso. La diferencia de poder puede aparecer, como se vio en los pueblos africanos, cuando las funciones de esos individuos se empiezan a sentir como necesarias para el grupo. Entonces, cuando el individuo muere o decae se siente la necesidad de reemplazarlo. Aquí como vimos hay una inversión social creativa: en vez de que un individuo fabrique con su habilidad personal un rol social se pasa a tener definido idealmente un rol social y hay que “fabricar” el individuo que lo llene. El ‘‘cargo’’ importa más que la persona y la persona se valoriza por el cargo. Vimos en varios ejemplos que se ha apelado a la herencia, la elección por todo el grupo o una parte, por ciertos signos observados en los prestigiosos anteriores. Vimos también, en los ejemplos de África, que no hay garantías de que el elegido tenga las cualidades esperadas (eso se ve en el desempeño, sobre todo en circunstancias excepcionales). Debe haber    entonces limitaciones a sus decisiones, por ejemplo no ser obligatorias tener asesores o críticos o tener varios prestigiosos para diferentes acciones sociales. Con todo, si el cargo tiene ventajas (respeto, autoridad, regalos) el que lo tiene trata de extenderlo, prolongarlo, conservarlo toda la vida y hacerlo hereditario. Es la ya citada transformación de minoría dirigente en minoría dominante que discute Toynbee.

c) Otro desarrollo peligroso es que un individuo engañe a los demás buscando ser considerado más importante o que oculte información para aumentar o mantener su posición o para librarse de las restricciones o hacer recaer poder en algún allegado o en buscar ayudantes a cambio de cuotas de importancia. La distinción se puede ir transformando en poder y la importancia individual puede resultar en un grupo o minoría dirigente.

El aparato de dominio así formado se articula en un sistema jerárquico y tiende a auto-mantenerse generando para ello una serie de mecanismos de estabilidad (religión, fuerza militar, educación, diferencias económicas y sociales, ideología, propaganda, legislación, regulación de información). El ejército, formado para mantener la jerarquía contra amenazas internas y externas, puede independizarse del poder que lo creó y usurpar o controlar el poder. El mando general y absoluto de la organización de los militares los hace ‘‘aptos’’ para mandar sobre todos los especialistas. Esto ha sucedido crónicamente en América Latina, China, Japón el Islam y los nuevos estados africanos.

d) El sistema de control adopta formas de lo más variadas. Aunque las formas guardan cierta relación con las técnicas de producción que deben ser coordinadas y controladas, no pueden ser ‘‘deducidas’’ de estas técnicas, como se supone en el marxismo (Marx [1859] ) sino que se forman por una conjunción de elementos como: transformación de métodos anteriores de dominio, invención de los coordinadores, imitación y adaptación creativa de métodos de control de otras sociedades como se vio en los ejemplos históricos.

e) La crítica del sistema de dominio y la idea de alternativas ha sido una característica permanente en las sociedades jerárquicas. Pero los ensayos de sistemas alternativos no basados en las relaciones de dominio han sido esporádicos y débiles. Más bien ha habido sustituciones de los individuos en el poder a veces con otras relaciones de dominio.

f) La contradicción esencial del sistema jerárquico (personas equivalentes desempeñando funciones de importancia social muy desigual) origina una tensión interna que  produce una continua lucha (explícita o encubierta)  entre los integrantes del sistema. Los conflictos abiertos pueden llevar a la sustitución revolucionaria de un sistema jerárquico por otro mejor adaptado.

g) Otra contradicción de los sistemas jerárquicos se observa en la de centralización y descentralización que hemos visto en Egipto, Persia, India y Japón. Un gobernante enérgico en momentos especiales logra unificar un gran territorio por procesos que se refuerzan mutuamente: anexarse más territorios, recaudar más impuestos y concentrarlos en gran poder de control militar y dádivas a funcionarios controladores e inspectores. Con el tiempo él o sus sucesores pierden poder: las conquistas se hacen más lejanas y difíciles, las dádivas se acaban o se exigen como obligatorias perdiendo su efecto de producir lealtad personal a quien las da., los recolectores de impuestos se quedan parte de estos y los jefes locales forman sus ejércitos mientras el gobernante se rodea de aduladores y funcionarios corruptos. El poder central se disuelve y se puede llegar a una fragmentación y anarquía de la cual puede ser que se salga con la llegada de un nuevo centralizador.

h) En su  última forma de sociedad industrial el sistema de control ha logrado algo sin precedentes: desarrollar un sistema que está obligado a una expansión continua de las fuerzas productivas y la producción. Esto ocurre especialmente en la forma capitalista. Tal “descubrimiento” lleva a una forma de dominación sumamente efectiva. En estas nuevas formas se integran muchos antiguos métodos de estabilización de la jerarquía con el nuevo método de la productividad (sólo esbozado en los sistemas chino, islámico e incaico). El control tiene como elementos una división profunda entre trabajo intelectual y el manual o rutinario, la esperanza de riqueza, y consumismo, teóricamente abiertos a todos.

i) En todos los sistemas jerárquicos el monopolio de información por el grupo dominante ha sido clave en el reforzamiento y mantenimiento del orden jerárquico: uso del armamento, de secretos tecnológicos, de conocimientos sobre la naturaleza del mundo físico, social o mental, de relaciones con otros grupos, de conocimientos sobrenaturales creídos por la gente, de acceso a riquezas que pueden repartirse como premio.

j) La discriminación contra ciertos grupos, preferiblemente indefensos tachados de infieles, satánicos, despreciables o causantes de daños, la polarización en bandos contrarios, la restauración de odios por ofensas históricas para las que se predican venganzas actuales, la evocación de pasados gloriosos, las promesas de triunfos y futuros dominantes, han sido utilizados para que poblaciones enteras acepten una jerarquía y a veces la defiendan arriesgando y perdiendo la vida.

 

3.21          La estabilidad y contradicciones del sistema  jerárquico.

Como se ha dicho en 2.1 e)  la contradicción básica de un sistema jerárquico reside en que es una organización de seres potencialmente iguales en un sistema en que estos seres tienen un poder, riqueza e información enormemente desigual. Aún si se admiten ciertas diferencias cuantitativas en los seres humanos normales las diferencias principales son fundamentalmente cualitativas y las cuantitativas no siempre están proporcionadas con las diferencias de poder y riqueza que establece la jerarquía. Se plantean por tanto tensiones, contradicciones, amenazas y conflictos que el sistema debe manejar. En lo que sigue resumimos cuales son los mecanismos de estabilidad desarrollados para ese manejo.

En cada caso haremos énfasis de la importancia de ese mecanismo en la actualidad.

 

a)Temor al desorden. El aparato jerárquico mantiene el sistema funcionando. Todo ataque a la organización jerárquica puede ser presentado como causa posible de un colapso general de la producción, el orden y las relaciones humanas pacíficas. La jerarquía aparece así como el guardián de la seguridad de todo el pueblo, aún de aquellos que viven en la opresión y miseria. Tal tesis, fue magníficamente desarrollada por Hobbes [1651] que supone que tal miedo al desorden ha sido la causa de que los súbditos acepten tener gobierno. La jerarquía siempre se ha justificado por este argumento para mantener su  dominio. Más compleja y grande es la comunidad, mayor es el posible caos y mayor el poder reclamado por la alta jerarquía. No es de extrañar que el gigantismo de la comunidad haya sido siempre un ideal de reyes, repúblicas y burocracias de todo tipo. Hace más necesarios y justifica a los dirigentes de toda la sociedad. Otras veces el poderoso basa su poder en ser mediador, la sociedad está dividida en bandos irreconciliables y él es el único que puede evitar que el conflicto latente se haga efectivo. Por supuesto está interesado en mantener tal conflicto latente.

b)Control de la información. La diferencia básica entre la alta jerarquía y los subordinados es la información a que tienen acceso. La información es más fácil de ocultar, acumular y conservar que las riquezas materiales. La memoria humana y los documentos expresados en símbolos inteligibles sólo para una elite (desde los jeroglíficos egipcios y los quipus incaicos hasta los textos escritos antes de la alfabetización general) son inseparables de la dominación jerárquica. En el panorama histórico el secreto de la información aparece en todos los casos vistos. En un sistema jerárquico la información asciende por las ramificaciones de la jerarquía y en cada etapa de ascenso se hace más sintética, general y poderosa. Cada vez que sube un peldaño abarca más y vale para tomar decisiones más importantes.

Aparte del secreto deliberado en que se la mantiene, la simbolización, impuesta en parte por el carácter abreviado y general, la hace cada vez menos inteligible a los de la jerarquía inferior. Actualmente son muy pocas las personas que saben en sus detalles concretos como y porqué se toman las grandes decisiones económicas, políticas y técnicas que los afectan.

Por otra parte los gobiernos de muchos países poseen archivos con los antecedentes policiales de todos los ciudadanos que pueden ser consultados en pocos segundos aún desde la radiopatrulla callejera que detiene a un sospechoso. Los sistemas bancarios pueden adquirir información sobre el estado económico de los ciudadanos. Todo está organizado para que uno vaya regando a lo largo de su vida datos importantes de su comportamiento político, económico, social y profesional. Aún no se ha unificado completamente esta información pero ya están los medios y la decisión para hacerlo. Las fuerzas que se oponen son débiles. Todo se hace en bien de la “seguridad de todos’’ para prevenir delitos o actos terroristas pero permite a los gobiernos un control que puede utilizar la jerarquía para mantener su poder. En los países comunistas se tiende a formar un expediente único que registra los datos políticos, profesionales, familiares y las características psicológicas de todos o una parte de los individuos durante toda su vida. Esto se facilita porque la enseñanza, las empresas los servicios y las organizaciones recreacionales están bajo el control estatal. Actualmente en EEUU uno de los países en que los ciudadanos han sido siempre más celosos de su privacidad, el terrorismo ha llevado a una intromisión cada vez mayor del estado en la vida privada de los ciudadanos.

Se puede argüir que también los ciudadanos están cada vez más informados por los periódicos y la TV. Esto es cierto y es una tendencia creciente en cuanto a datos de hechos públicos que ocurren en elmundo. Pero observemos un periódico o un programa de TV. ¿Qué  porcentaje contienen  información relevante para entender  los procedimientos del sistema?   ¿Qué proporción hay de deportes, muñequitos, horóscopos, propagandas, pornografía, novelas intrascendentes, noticias curiosas, entretenimientos y crónicas y policiales sensacionalistas?  Sólo esporádicamente se revela algún método de manipulación e injusticia y se considera un escándalo para el cual, por otra parte, no se presenta ningún remedio posible. A veces la TV nos ofrece la disputa entre dos políticos que se sacan los trapos al aire (siempre los exhibibles) y nos dejan sin saber quien dice la verdad. En otras ocasiones se destapa un crimen del gobierno, de los políticos o de las “altas esferas”. Hasta que desaparece del papel o la pantalla ante la corriente de nuevos crímenes o información irrelevante.

 

La avalancha de información contradictoria y de valor desigual es un estímulo permanente que paraliza el juicio y embota la memoria. Mientras en algunos países comunistas el pueblo está totalmente desinformado por “falta de mensajes” que quedan en el filtro de la jerarquía, en los países “capitalistas” se lo desinforma en buena parte por la confusión, distorsión y exceso de mensajes. El resultado puede ser parecido: el desinterés y la apatía por el contenido de la información. La red informática ha mejorado la información permitiendo una comunicación horizontal entre individuos. Pero está por verse si será controlada por los gobiernos (algunos ya lo han hecho) o invadida por información irrelevante o sesgada. Ver Mounier[2002].

c) La dispersión del antagonismo directo. En una estructura jerárquica evolucionada la contradicción directa ocurre entre miembros próximos de la jerarquía: entre el jefe y el subordinado inmediato. El ejemplo de la China imperial ya nos muestra la estabilidad de una jerarquía con muchos escalones. Cada uno tiene un poco de conflicto con el de arriba y el de abajo. La diferencia de poder, riqueza o información y el conflicto potencial entre un máximo dirigente y el último subordinado es enorme pero falta la comunicación y enfrentamiento directos que puedan desarrollar esa contradicción. Mi jefe inmediato puede ser reemplazado, inclusive puedo ser yo el reemplazante y por el momento la contradicción se alivia. Si en un punto hay demasiado desequilibrio y puede estallar el conflicto la jerarquía entera se siente amenazada y debe acudir a reprimirlo o remediarlo. La solución más pacífica es cambiar algunos personajes de la cadena o intercalar nuevos eslabones. Además, si llega una orden o disposición desagradable el que me la da contesta como el funcionario de El Castillo de Kafka: “yo soy sólo un empleado subalterno”. El responsable no es accesible, esta muy ocupado tomando las medidas por el bien común.

También el sistema provee organizaciones paralelas:  puedo hacer sufrir a mis jefes a través de mi organización gremial. Pero esta organización nunca atentará  contra la jerarquía por la cual tiene ella misma su  razón de existir. Ella es también una organización jerárquica. El torturar al de arriba puede ser un buen alivio pero no una solución.

d) La desigualdad natural. La “teoría” de justificar la desigualdad jerárquica por desigualdad natural es antigua. La hemos visto expresada por Aristóteles e implica el principio de “nobleza por nacimiento”. A fines del siglo XVIII y principios del XIX  hay una enconada disputa alrededor de la desigualdad social (Rousseau [1754]) y racial (Gobineau [1853]).  Los revolucionarios franceses para hacerse pasar por restauradores del derecho inventaron que los nobles franceses vienen de los bárbaros francos que a diferencia de los galorromanos sometidos no habían sido civilizados por los romanos. La revolución es pues la restauración de la civilización el pueblo galorromano civilizado expulsa a sus opresores bárbaros. El Conde de Gobineau los refuta con otro invento. Los pueblos con la civilización terminan por degenerar, hace falta el aporte de la “sangre nueva” de los “arios bárbaros” para revivir la sociedad. Agrega que los arios han sido los grandes vitalizadores de civilizaciones degradadas, para lo cual hace muchas falsificaciones históricas. El nazismo usó sus argumentos.

Mientras la burguesía lucha por ganar ascendiente y arrastra a la lucha política a gran parte del pueblo con la promesa de igualdad son muchos los que defienden la igualdad esencial. Como observaría A. Smith [1776] “las diferencias de talento no son en muchos casos la causa sino también el efecto de la división del trabajo”. Pero al consolidarse el poder de  los capitalistas es necesario justificar la jerarquía y cualquier descubrimiento científico puede dar ocasión para elaborar justificaciones. La teoría darwiniana de la selección de los más aptos es aplicada (sin un análisis de hechos análogos al realizado por Darwin) para justificar la libre competencia y la jerarquía basada en una supuesta igualdad de oportunidades.

La forma más reciente de esta teoría es la de la “herencia del cociente de inteligencia”.

La medida de la inteligencia como cociente de inteligencia (edad mental/edad física x 100) fue introducida por Binet en 1904 en el sistema de enseñanza francés. Habiendo observado que algunos alumnos aprenden con más lentitud ideó un sistema de preguntas y una evaluación de las respuestas para averiguar rápidamente y con anticipación a los cursos que alumnos necesitaban unas clases especiales. Aunque Binet perfeccionó su método para observar la capacidad de formar conceptos, distinguir situaciones y otros actos mentales reduciéndola a un número para poder tomar decisiones sobre a quienes se daría enseñanza adicional y a quienes no, no pretendió medir la inteligencia y menos conceder o negar privilegios con ese método tan simple. Toda su vida, hasta 1911 estuvo perfeccionando sus ideas. Cuando su método fue usado para discriminar a los inmigrantes en EEUU protestó. Pero el método se consideró apropiado para asignar empleos, entrada a carreras profesionales y todo tipo de discriminaciones sin profundizar en que cosa se estaba midiendo. La información previa del individuo, su entorno cultural, grado de penetración a que llega en las preguntas que se le hacen, estado emocional en la prueba, imaginación, capacidad de concentrarse en problemas complejos, voluntad de trabajo, capacidad  de colaborar en grupos de trabajo, adecuación de su comportamiento emocional, que se redescubrió ahora y fue puesto de moda por la teoría de la “inteligencia emocional” (R. Cooper, A. Sawaf [1997]), los diversos tipos de memoria, interés por el trabajo y el conocimiento, no se pueden resumir en un número y más aún pretender que tal número sea adecuado para predecir el futuro desempeño de un individuo y seleccionarlo para una tarea.

 

Actualmente se ha popularizado la teoría de que el cociente de inteligencia se hereda. La teoría usa, para realzar su prestigio, la terminología de la genética moderna, pero no hay justificación genético-molecular de la misma. La idea es que en las clases bajas pululan los genes que producen individuos de baja inteligencia. En las clases altas se han seleccionado los mejores genes. Según Herrnstein [1971]: “Mientras la tecnología avanza, la tendencia a estar desempleado se introduce en los genes de la familia tan seguramente como ocurre ahora con la mala dentadura . Mientras la riqueza y la complejidad de la sociedad crece serán precipitados fuera de la masa humana un residuo de baja capacidad (intelectual y otras) que no podrá desempeñar las ocupaciones comunes, no podrá competir por el éxito y las realizaciones, serán seguramente hijos de padres que han fracasado en la misma forma”. Pero la evidencia que se arguye no es genética sino estadística: los gemelos auténticos (de iguales genes) aún criados en ambientes diversos tendrían un “cociente de inteligencia”  muy similar;  más similar que el de gemelos no auténticos (de genes diferentes) criados en el mismo ambiente. Luego serían los genes los determinantes de la inteligencia. Es inútil que se hayan refutado al detalle las observaciones que pretenden fundamentar la “teoría”. Ver Kamin [1974] para una crítica detallada de los métodos estadísticos usados. La teoría brinda una justificación tan maravillosa a la jerarquía que va a permanecer en una u otra forma. (ver también 1.1.1)

d) La represión. Las técnicas históricas vistas: aparatos policiales, militares, familiares, etc., se

sofistican actualmente con una avanzada tecnología. Se utiliza en la investigación policial el análisis espectroscópico y de activación (para registrar rastros de sustancias) la observación de genes (para identificar procedencia de células) la dactiloscopia y el análisis de la voz computarizados, etc. En el interrogatorio, al lado de la tortura común (usual en los sistemas menos sofisticados) se utilizan las drogas, el condicionamiento psicológico y una increíble variedad de métodos psicológicos. El control de protestas y demostraciones públicas se ha desarrollado mucho y hay aún más métodos en estudio. Sobre la información como un auxiliar de la represión ya hemos hablado. Además una parte considerable de la población puede  colaborar eficazmente en el “control de minorías”.

Como métodos propuestos para el futuro están, el uso sistemático del condicionamiento operante como medio de control social. “Premio y castigo”, como ya decían los legistas chinos, son las armas para imponer orden en un mundo superpoblado y caótico. Ver D.F. Skinner[1971]. La imagen de una sociedad manipulada por represión y corrupción puede verse en Gros [1970].

e) La externalización del conflicto. La idea de que “vivimos amenazados por el extranjero” es un factor esencial de estabilidad de la jerarquía. Fue usado en Grecia cuando se movilizó a pobres y aún esclavos ante la amenaza persa, fue también usado por las burguesías del siglo pasado. Desde la revolución francesa comenzó en los tiempos modernos el auge del patriotismo y la posibilidad de  manipular  al pueblo para que interviniera en la guerra voluntariamente, gratuitamente y con delirante entusiasmo. Este patriotismo paralizó a la social-democracia ante la primera guerra mundial. Fue manejado por el fascismo y actualmente es el puntal más firme de las jerarquías de los países, industrializados o no, cualquiera sea su sistema jerárquico. En los siglos XIX y XX la rivalidades entre los países europeos y China contra Japón; durante la guerra fría  EEUU contra la URSS y China,  Israel contra los estados del Islam, EEUU contra Irán, el Islam y naciones de Latinoamérica contra EEUU y un sinnúmero de conflictos menores son ocasiones para unir a todo el pueblo en la defensa de la jerarquía.

 

Se mezclan los valores culturales, la religión, la tradición, el amor a la región del nacimiento, el deporte manipulado y comercializado, la desconfianza al extraño, los proverbios, dichos y chistes sobre características de ciertos pueblos,  en un nefasto producto social al servicio de la jerarquía: el nacionalismo. Parece olvidarse que la cultura, el arte y la religión han sido siempre creadas por la interacción de muchos pueblos y no productos nacionales, que la región de nacimiento conocible  por el individuo no coincide con las fronteras del estado, que el deporte como actividad espontánea del individuo no tiene nada que ver con el negocio comercial, que el extraño es siempre muy parecido al conocido, que la ciencia, el arte, la cultura y hasta los idiomas con sus diversos coloridos locales, son un producto internacional de muchos pueblos y muchas culturas. El agitador y propagandista nacionalista, rara vez es él mismo un creador artístico, científico o religioso. Sólo sabe predicarle a la gente que ellos son mejores que los del otro lado de la frontera, prédica que a veces echa buenas raíces en un complejo de frustraciones socioeconómicas  y problemas psicológicos individuales.

 

El nacionalismo puede, en determinados momentos ser una fuerza liberadora en las naciones colonizadas. En las industriales como lo demostró el fascismo es un instrumento de dominio de la jerarquía (Ver Tannenbaum[1972]). Actualmente  aún en los países no industrializados es cada vez más un factor de cohesión que favorece a la jerarquía establecida. Es la contraparte nacional enfermiza del enfermizo dominio colonial y nacionalista extranjero. Todo movimiento internacionalista ha sido desecho y desprestigiado. Ser nacionalista es un ropaje que aún el reformador político partidario de la igualdad humana cree obligatorio vestir. Traicionar a los pobres, capitular ante la jerarquía todo puede ser justificado u olvidado. Sólo el “traidor a la patria” es condenado y despreciado por todos, aunque esta “traición” se haya hecho para ser fiel a los principios de la solidaridad humana y la justicia social. Actualmente nadie duda, como pudo dudarse en Europa antes de 1914, que los pobres de cualquier nación saldrán a matar a los pobres de la nación vecina (los ricos rara vez van a la primera línea de combate) cuando estalle un conflicto internacional, cualesquiera sean sus causas. Como observan algunos autores, Galbraith [1968-3], la amenaza exterior (a veces sobreestimada por la preocupación sobre la seguridad) cumple en EEUU  una importante función económica aparte de su  función social. El enorme gasto público militar puede ser, más fácilmente que otros gastos, aprobado por el Congreso-el opositor puede afrontar la acusación de traidor a la patria- y contribuye a mantener una alta demanda sin fluctuaciones de mercado y altamente tecnificada. Las condiciones ideales de  la gran empresa tecnoburocrática. La Unión soviética y otros estados socialistas justificaron las restricciones del consumo popular para el desarrollo forzado de la industria pesada que es la organización favorita de la tecnoburocracia y el control ideológico estricto por la necesidad de defenderse contra el malvado enemigo exterior. Además la burocracia es expansiva pues no tolera procesos “externos” fuera de su control. En los países subdesarrollados el nacionalismo facilita la conquista del mercado nacional por los capitalistas del país en nombre del “desarrollo nacional”  sin importar los costos, la explotación del pueblo, o el daño a otros países como sucedió en el “milagro brasilero”. Aún la penetración de las transnacionales se presenta como una importación tecnológica necesaria para el desarrollo. Muchas veces hay un entendimiento básico entre  grandes capitalistas nacionales, extranjeros y gobierno. Todos se benefician y la estructura jerárquica se refuerza en nombre del desarrollo nacional. Es cierto que la protección de ciertas ramas de la producción nacional puede ser necesaria para desarrollar habilidades de producción, pero cuando se olvida que esa es la justificación y no el argumento patriótico, se puede caer en un proteccionismo sin distinciones que enriquece, a costa del pueblo más pobre, a capitalistas nacionales crónicamente ineficientes o en un autoritarismo asociado a la riqueza. La política internacional es el aspecto del gobierno más inalcanzable para los individuos de los niveles jerárquicos inferiores; es el dominio donde es manipulado con más eficiencia por los medios de comunicación controlados. Si la alta jerarquía provoca la animosidad entre dos pueblos hace de inmediato imposible la comunicación directa de los integrantes de la base del sistema. Pero la “externalización el conflicto” es un juego peligroso. El juego de las amenazas puede unir al pueblo alrededor de la jerarquía y justificar un ejército que pretendidamente nos defiende -aunque en la mayoría de los casos se usa para mantener la estabilidad interna de la jerarquía. Pero la rivalidad externa puede irse de control y generar conflictos de una enorme destructividad. Lo grave es que para que la amenaza sea efectiva tiene que aparecer como real, tiene que ser constantemente mantenida y reactivada por discursos, conflictos, denuncias de amenazas. El caso del nazismo y de fascismo fue clarísimo. En su  juego de “unámonos contra la amenaza extranjera” la jerarquía puede arrastrarnos al suicidio.

f)La ideología. La unificación de una sociedad, jerárquicamente  controlada mediante una ideología común tiene muchos antecedentes históricos: España católica, el Islam, el fascismo y los actuales sistemas comunistas son ejemplos en que la ideología desempeña un papel importante de unificación. Un punto clave es la “monopolización de la interpretación de la ideología” por el estrato superior de la jerarquía. La ideología fue creada por los líderes fundadores. A estos los sucede la ideología burocratizada o “minoría dominante”. Nada hay nada tan poco creativo en ideas como la dirección jerárquica. Pero es prolífica en interpretación y comentario. Las ideologías mesiánicas, que ponen la “salvación de la humanidad” en un mundo lejano, otro mundo o en una época futura, son especialmente aptas para el control. El tipo de personas captadas son gente maltratada por la jerarquía, con frustraciones y resentimientos. El líder de la nueva ideología le explica al resentido que su resentimiento se justifica, que él es valioso frente a sus malvados enemigos y que sólo debe unirse tras el líder en una lucha por su liberación. Una exposición clara de estos procesos psico-sociales puede verse en el texto de E. Hoffer [1951].

La ideología, por otra parte, al meter en la cabeza del individuo las ideas de los dirigentes (sean del gobierno o la revolución) hace innecesaria gran parte de la represión. El individuo ideologizado se autoreprime. Es pues económica para los rangos altos de la jerarquía.