¿Es esto el final del desarrollo económico?

Irma Adelman*, Erinc Yeldan** {1}

*   University of California, USA.

** Bilkent University, Ankara, Turkey.

 

Publicado en número especial de Structural Change and Economic Dynamics. 11 (2000).

Traducción: Carlos Domingo, Universidad de los Andes, Venezuela.

Creemos este artículo importante para nuestro país ante su dilema de un desarrollo sostenible de sus capacidades productivas.

A pesar de que el artículo es un modelo de claridad para la que se acostumbra en una exposición de una revista científica, nos hemos permitido introducir notas y aclaraciones indicadas entre {} para facilitar la comprensión a los lectores no familiarizados con términos técnicos, ejemplos y conceptos económicos supuestos conocidos por los autores. Los lectores con cultura económica pueden omitirlos sin dificultad. Ni que decir que los errores en esas notas son sólo responsabilidad del comentarista. Agradecemos comentarios a este respecto.

 

Resumen

 

El trabajo revisa las políticas e instituciones usadas por los gobiernos que han promovido con éxito el desarrollo económico. Examina que instrumentos de política pueden manejar todavía en el comercio global y los regímenes financieros. Se concluye que la apertura y la naturaleza de los mercados de capital a corto plazo eliminan el uso de las tasas de interés y la tasa de cambio, mientras que el GATT/OMC elimina la política de comercio e intercambio. Como resultado de esto, los países en desarrollo están severamente limitados en los medios que pueden emplear para promover el desarrollo. Concluye sugeriendo cuatro reformas para incrementar la autonomía del estado y disminuir la severidad de las crisis financieras.

 

1.Definición de desarrollo económico

 

El desarrollo económico,como distinto del mero crecimiento, debe combinar cinco elementos: (1) crecimiento autosostenido; (2) cambio estructural en los patrones de producción; (3) modernización social, política e institucional; (5) mejora extendida de las condiciones humanas {2}.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, los países en desarrollo experimentaron sólo ciclos de crecimiento económico, no de desarrollo. Estos ciclos estaban relacionados con los ciclos en el crecimiento económico de los países industriales. Eran inducidos por fluctuaciones en la demanda mundial de alimentos y materias primas y eran posibilitados por exportaciones de capital y habilidades desde las metrópolis. El desarrollo económico se hizo posible sólo después del fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando coincidieron varios nuevos elementos: (1) por primera vez muchos de los países en desarrollo alcanzaron su autonomía política; (2) se estableció un flujo de capital subsidiado y asistencia técnica de los países desarrollados a los países en desarrollo; (3) el ambiente económico internacional permitió a los países en desarrollo un grado sin precedentes de autonomía en el manejo de sus destinos económicos.  Actualmente el proceso de desarrollo económico está en peligro por la naturaleza de las instituciones globales pues los flujos de capitales a corto plazo están liquidando la autonomía económica a los países en desarrollo.

Para comprender porque es así debemos considerar como puede inducirse el desarrollo y como, con los actuales tasas de cambio y regímenes de comercio, el movimiento libre de los capitales de corto plazo mina la capacidad de los países de producir desarrollo económico al quitarles los mínimos instrumentos económicos que aún retienen.

 

2.Políticas requeridas para inducir el desarrollo.

 

 ¿Como puede inducirse el desarrollo?. La respuesta a esta pregunta es esencialmente la misma si miramos a los países seguidores que se desarrollaron  durante la Revolución Industrial o a los más exitosos, los de Extremo Oriente, promotores de políticas de desarrollo después de la Segunda Guerra Mundial.  Entonces y ahora el papel del estado fue mucho más allá de establecer las condiciones económicas e institucionales necesarias para establecer la Revolución Industrial y promover su propagación, aún en Gran Bretaña y los Estados Unidos. {3}

Los gobiernos usaron una gran variedad de instrumentos, directos e indirectos, para promover la industrialización: subsidios generales o personalizados; aranceles; créditos y financiación directa; incentivos; política monetaria; concesión de monopolios; restricciones cuantitativas {4}; licencias; privilegios impositivos; regulaciones a la inversión extranjera y a la entrada de capital extranjero. Desafiados por por la industrialización británica entonces y ahora por los países de la OECD {5}, los gobiernos amplían el tamaño de sus mercados unificando políticamente sus países; invirtiendo en transporte interno y aboliendo aduanas y peajes internos. También agregan demanda del gobierno a las manufacturas (por ejemplo uniformes militares en la Rusia de Catalina ) si la demanda interna es insuficiente. Los gobiernos aumentan la oferta de trabajo eliminando barreras legales a la movilidad del trabajo entre regiones y sectores; estableciendo leyes favorables de inmigración y, si es necesario, importando trabajadores especializados e invirtiendo en educación. Los gobiernos aumentan la oferta de financiamiento doméstico promoviendo: la instalación de bancos de inversión (llamados ahora bancos de desarrollo); la formación de intermediarios financieros; instituciones y políticas que favorecen la transferencia de financiación a la industria y , donde sea necesario, financiando las propias empresas industriales. Los gobiernos promueven la importación de tecnología de los países avanzados. Son también una fuente de externalidades para la inversión privada {6}. Promueven la formación de de una infraestrutura: invirtiendo directamente en diferentes tipos de transporte; proveyendo entonces financiamiento para construir canales y ferrocarriles y ahora autopistas, puertos y aeropuertos; garantizando incentivos substanciales, como cobro de peajes, para construcciones de transporte por el sector privado. También invierten en electricidad y generación de potencia y construyen parques industriales y facilidades de procesamiento gratuitas. Los gobiernos bajan los riesgos permitiendo el establecimiento de compañias de responsabilidad limitada, aumentando la seguridad de los derechos de propiedad y forzando contratos privados.

Históricamente, los gobiernos intervienen más directamente y de una manera más personalizada en los menos desarrollados recién llegados. Por supuesto, esto requiere gobiernos administrativamente capaces con cierto grado de autonomía para establecer sus políticas, creando instituciones y designando intervenciones.

 

2.1 Política de desarrollo de Corea.  Una indicación más específica de los mecanismos empleados para inducir el desarrollo puede obtenerse considerando a Corea, que puede considerarse como el caso de desarrollo más exitoso de la post-guerra, y donde la conducción de la economía por el gobierno fue muy fuerte. Su estrategia de desarrollo y los mecanismos usados para promoverlo son muy similares a los usados por Taiwan, y antes por Japon así como los de los rezagados de la Revolución Industrial en el siglo XIX. El desarrollo del Este de Asia desmiente el “mito de la política macroeconómica” (conocida como el “consenso de Washington”) de que el desarrollo inicial de una economía puede ser implementado adecuadamente y mantenido sólo con el manejo de las variables macroeconómicas, tales como la oferta monetaria, deficits fiscales, tasas de interés y tasas de cambio, siempre que el intercambio económico libere y se deje actuar internamente a las instituciones del mercado.

Cuando el presidente Park llegó al poder en 1961, comenzó rápidamente a convertir el estado blando y corrupto que había heredado en un estado fuerte y desarrollista, transformando la burocracia y sus incentivos. Procedió entonces a ejecutar una política industrial, usando una gran batería de intervenciones particularizadas y generales para establecer su detallada visión del interés público.

La estrategia primaria empleada para promover el desarrollo de la economía de Corea ha sido la industrialización orientada a la exportación. Esta estrategia fue implementada forjando una relación sinérgica y cooperativa con los negocios en la cual las empresas seguían las directivas del gobierno. El período de orientación a la exportación, que comenzó en 1965, fué precedido por un breve período de de sustitución de importaciones, que puso las bases para el subsiguiente período de exportaciones. La estrategia de industrialización  de Corea enfatizó un rápido cambio estructural, progresando desde la agricultura a las industrias intensivas en trabajo, productos intermedios, productos de capital y materia prima intensivos y, finalmente industrias intensivas con trabajo de alta calificación. Las políticas coreanas orientadas a la exportación eran mercantilistas más bien que inspiradas en el libre intercambio neoclásico y no se caracterizaban por incentivos económicos neutrales (1). Además las políticas de intercambio nunca fueron puras: los períodos de sustitución de importaciones, durante 1961-66 y 1973-81, enfatizaron exportaciones tanto como sustitución de importaciones. Y las sustituciones de importación selectivas fueron promovidas también durante la culminación del crecimiento de las exportaciones en 1967-72. 

Se pueden clasificar los instrumentos que utilizó el estado coreano para influir y dirigir la actividad económica entre tipos principales: incentivos de mercado o fuera de mercado, intervención burocrática discrecional y no discrecional y persuación. La mezcla de esos tipos ha cambiado en el tiempo, pero nunca se han podido describir las instituciones de Corea como ajustadas a un puro molde de laisez-faire neoclásico o a uno puramente keynesiano.

Los incentivos de mercado primarios usados para promover exportaciones consistieron en inducir las exportaciones mediante una fuerte devaluación y aumentar los beneficios de la exportación con relación a las importaciones mediante cambios en las tasas de cambio efectivas ligadas a las exportaciones. Las tasas de cambio efectivas para las exportaciones fueron aumentadas por una serie de medidas no discrecionales: otorgando o subsidiando créditos a los exportadores, relacionando el acceso a la moneda extranjera y a las licencias de importación con la eficiencia en exportar y permitiendo a los exportadores vender sus licencias de importación en los mercados de cambio extranjeros; entrada libre de impuesto de materia prima destinada a la producción de bienes de exportación; un sistema que permite la venta en el país de una parte de la materia prima importada con propósito de producir exportaciones; devolución de impuestos y tarifas de importación a los exportadores {7}; control selectivo de precios en insumos críticos y salarios. Los incentivos para exportar eran detallados y específicos para ciertos bienes, especialmente en los mecanismos de relaciones entre importaciones y exportaciones. En la práctica, la especificidad del diseño de los incentivos de exportación producía un sistema de tasas de cambio múltiples y específicos para cada bien, en el cual la tasa efectiva de subsidio variaba notablemente entre los diferentes bienes. Gradualmente, estos incentivos se fueron reduciendo, las tasas de cambio efectivas se fueron unificando y en 1980 los incentivos fueron abolidos.

Medidas no discrecionales, ajenas al mercado, específicas para cada industria, se usaron también para estimular las exportaciones. Se crearon, financiadas por el gobierno, instituciones para promover las exportaciones (2). A firmas en muchas industrias de exportación se les ofreció un mercado protegido en el cual podían vender la parte no exportada de su producción a precios por encima de los mundiales. Inicialmente, se pro tegió el mercado doméstico no sólo con aranceles sino también con cuotas de importación o prohibición de las importaciones. Muchas de estas medidas fueron eliminadas también después de 1980.

Se ejercieron sobre las firmas una batería de presiones discrecionales al márgen del mercado pa ra expandir las exportaciones o para que realizaran o no realizaran actividades específicas: las firmas individuales estuvieron sujetas a cuotas altas y crecientes negociadas con funcionarios del Ministerio de Comercio. El comportamiento exportador de cada firma se usó como la medida más importante de su eficiencia económica y, por ello como un criterio para calificar futuras recompensas. El logro de importaciones de las firmas individuales fueron estrechamente vigiladas no sólo por el Ministerio de comercio sino por el propio Presidente. Las firmas que excedían sus cuotas de exportación eran recompensadas tales como mayores créditos subsidiados, licencias de exportación y apoyo administrativo. Las firmas que no cumplían sus metas de importación eraan castigadas por medidas tales como auditorias de impuestos, reducción de ganancias o anulación de licencias de importación.

Finalmente, el gobierno de Corea usó la persuación moral o a veces la coherción directa sobre los actores económicos para motivar un enérgico esfuerzo en el logro de los objetivos. Los nombres de los que cumplían en el campo de las exportaciones o en el movimiento de revitalizar las aldeas, eran publicitados por los medios de comunicación. Los recalcitrantes en el no cumplimiento podían ser sometidos a proceso por algún otro delito o simplemente encarcelados. 

Así, la intervención del gobierno fue multifacética, usó una multitud de instrumentos diferentes y adoptó diferentes formas. El crecimiento económico de Corea no fue simplemente un caso de “considerar correctamente los precios”; además de una política de precios, se usaron una multitud de incentivos de mercado y fuera de mercado, discrecionales y no discrecionales para alcanzar metas de política industrial generales y epecíficas. Tampoco fue el caso de “considerar precios incorrectos” (4). Más bien representó una mezcla creativa de precios que fueron casi correctos con subsidios, metas, directivas y controles que proporcionaron justamente la mezcla correcta de “látigo y zanahoria”. Las instituciones, los incentivos de mercado y fuera de mercado fueron articulados para hacer la cooperación entre empresas un asunto de buscar su propio interés. Esto no quiere decir, por supuesto que el impulso de la política económica fue siempre correcto. Pero lo que salvaba los problemas es que cuando una revisión detallada de la economía revelaba que se había cometido un error el sistema tenía suficiente autonomía, compromiso con el desarrollo y flexibilidad para corregirlo rápidamente.

A veces la intervención del gobierno en la economía era pesada y arbitraria. Las intervenciones implicaban evidente desconsideración de los derechos  de la propiedad privada de los negociantes y los ahorristas como cuando los empresarios eran obligados a transferir sus firmas a otros empresarios con pequeña o ninguna compensación, o cuando préstamos no bancarios eran congelados o cuando a bancos comerciales privados se les obligaba a hacer préstamos no remunerativos. Otras veces la intervencion del gobierno trataba de corregir deficiencias reconocidas en la economía neoclásica. En estos casos la intervención era generadora de externalidades o sustitutiva de mercados imperfectos o faltantes que, como con la represión financiera, eran producidos conscientemente. En otras ocasiones, la intervención del gobierno se dirigía a lograr objetivos no económicos legítimos, como metas de seguridad (el impulso a la industria pesada y química y la autosuficiencia en arroz en la década del 70); objetivos para realzar la imagen nacional (la industria pesada y química, la realización de las Olimpíadas o el ingreso a la OECD); o preocupaciones distributivas (el movimiento de revitalización de las aldeas de los setenta, ayuda a las hipotecas de hogares a fines de los ochenta o varios intentos de favorecer los negocios pequeños y medianos). A veces el gobierno aumentó la influencia de las fuerzas del mercado. La orientacion a las exportaciones de la economía y los sucesivos pasos para liberar el intercambio externo expusieron a las empresas a la competencia con el exterior como sustituto a la competencia interior que no existía. Los intentos limitados de liberalizar los mercados de capital, introdujeron la competencia en el sector financiero y predominaron y racionalizaron las empresas comprometidas durante principios de los ochenta que fueron también animadas a incrementar la competitividad de la economía. Otras veces la intervención del gobierno predominó sobre las fuerezas de la competencia. Los repetidos auxilios a las empresas, control del movimientos de los capitales e inversiones extranjeras, y la imposición a las empresas de entrar o no en actividades específicas son ejemplos de estos casos.

En algunas ocasiones la intervención del gobierno fue acorde con el mercado a corto plazo, como en el movimiento en el tiempo de las tasas de cambio efectivas, y como la devaluación de la moneda cuando se sustituyó en los sesenta. En otras fue acorde con el mercado no inmediatamente sino solamente en el medio y largo plazo, como cuando se construyeron complejos industriales para generar externalidades. Y aún en otras la intervención fue en total desacuerdo con el mercado, como en los auxilios a grandes conglomerados y bancos, respondiendo más bien a metas sociales que puramente económicas, como la necesidad de mantener el empleo o mantener la estabilidad evitando crisis financieras.

 Unas veces, como en la promocion de inversión fija y exportación o supresiónde la actividad sindical, la intervención del gobierno fue genérica, en el sentido que todos los que realizaban cierta actividad obtenían niveles específicos de recompensa o castigo. Otras veces, la intervención del gobierno fue particular, dirigida a actores o actividades específicas. Generalmente, la intervención del gobierno fue mas efectiva en costo cuando fue generalizada que cuando fue particularizada, aunque hay importantes excepciones a esta afirmación (6). Durante la mayor parte de los sesenta, la intervención fue principalmente genérica, pero durante los setenta hubo un desplazamiento hacia intervención principalmente particularizada. En los ochenta y más allá, la particularizada fue grandemente reducida.

La cuestión importante, sin embargo, no es si existió intervención del gobierno, lo cual nadie niega, sino si fue necesaria para inducir el desarrollo. ¿Habría crecido la economía aún más rápido y a menor costo económico y social sin ella?. Creemos que la intervención del gobierno fue esencial para el arranque del proceso de desarrollo y, hasta cierto punto, para mantenerlo y que sin la intervención extensica del gobierno durante los sesenta y setenta, Corea no hubiera llegado a ser la potencia económica que es hoy. Después de todo Corea llego a ser un caso exitoso sólo después que se estableció un considerable aparato institucional y político económico. Intervenciones semejantes funcionaron también extremadamente bien en otras economías del Este de Asia. 

3. ¿Que grados de libertad de política económica mantienen ahora los países en desarrollo?

La incorporación a la WTO (Organización Mundial de Comercio) {8} o la adherencia a las reglas del GATT (Acuerdo General de Aranceles y Comercio) a cuya aceptación se ven presionados los más desarrollados de los países en desarrollo, les hacen perder la mayoría de los instrumentos de la política de intercambio comercial. Los países no pueden usar tarifas y cuotas o subsidios a sectores específicos para promover el ascenso por la escalera de la ventaja comparativa. No pueden aumentar la tasa de cambio efectiva para las exportaciones mediante provisión subsidiada de recursos escasos, tales como créditos, o rebajas en tasa de cambio o impuestos a los exportadores. La tasa de cambio efectiva para exportaciones e importaciones debe ser la misma y debe ser uniforme para todos los sectores. Así los miembros del WTO pierden los principales instrumentos no discrecionales. Los miembros del GATT/WTO pierden también las principales medidas no discrecionales fuera del mercado y de industrias específicas: No pueden garantizar a los exportadores un monopolio virtual del mercado doméstico; si los bienes exportados se venden en el país a precios superiores a los precios de exportación son juzgados a implicarse en dumping en el mercado internacional. Por la misma razon no pueden imponer metas de exportación a las empresas. Así, en virtud del GATT/WTO los principales instrumentos no discrecionales que les quedan a los países no industrializados son los macroeconómicos: devaluación de la tasa de cambio, bajar la tasa de interés en toda la economía y depresión de los salarios. Esta última, aunque ha sido usada tiene efectos perniciosos en la distribución de ingreso y el bienestar social. Pero, como veremos enseguida, la libertad de movimiento de los capitales de corto plazo impone castigos severos de crisis financieras recurrentes a los gobiernos que emplean activamente y en forma agresiva las tasas de cambio y las tasas de interés para promover el desarrollo económico.

En realidad, bajo el GATT/WTO, los países que quieran subir la escalera de las ventajas comparativas pueden todavía usar las menos sofisticadas (y menos eficientes y sujetas a error) presiones discrecionales sobre los empresarios para incitarlos a invertir en determinados tipos de fábricas. Ellos pueden también continuar efectuando inversiones del gobierno en empresas públicas o atraer determinadas inversiones extranjeras (7). Pueden también continuar generando externalidades invirtiendo en educación pública, investigación e infraestructura. Pero, aún sin movimiento libre de capital de corto plazo la capacidad de los países no industrializados de inducir cambios estructurales en los patrones de producción y generar movimientos hacia sectores y actividades de alta productividad, un elemento esencial del desarrollo, es severamente afectada.

Pero la situación es peor. Con la introducción regulada de capital foráneo, los países pueden elegir dos de los tres instrumentos siguientes: el régimen de tipo de cambio (flotante manipulado o flexible) y con el flotante manipulado, el nivel de la tasa de cambio; la tasa de interés (mayor o menor que la del mercado mundial); o la tasa de inflación. No pueden utilizar los tres pues, como se ve de la discusión que sigue, están interconectadas. Pero con la entrada no restringida de capitales, los países pierden el control sobre estos tres instrumentos. Los gobiernos se vuelven incapaces de emplear sus elementos tradicionales de política económica (tasas de interés, gasto público y tasa de cambio). Así, al subir los intereses sobre los niveles del mercado mundial se dispara una entrada de capital foráneo, echando las bases de una subsecuente crisis financiera; hay una sobrevaluación de la tasa de cambio; ésto lleva a una pérdida de la competitividad internacional, declinación de la demanda de las manufacturas domésticas y un incremento de la demanda de importaciones; esto sube el déficit comercial y reduce el superavit de la cuenta corriente (fase 1 del proceso). Al seguir el proceso el superavit se transforma en déficit que llega a ser permanente {9}. Eventualmente los capitalistas nacionales y especuladores foráneos pierden confianza en la moneda. Retiran rápidamente cantidades masivas de capital líquido de la economía del país, llevando a una fuga de la moneda doméstica; (fase 2 del proceso) y la crisis comienza. La tasa de cambio se derrumba. La carga del servicio de la deuda externa en moneda extranjera se dispara. Hay una puja por liquidez para el servicio de la deuda y el valor de los activos se cae cuando el precio de las propiedades y las acciones colapsa. Eventualmente el sector empresarial sufre iliquidez y posiblemente se vuelve insolvente. Los bancos son también golpeados por el aumento de su deuda exterior y declina la calidad y el precio de sus activos. Se desarrolla una profunda depresión. Inversamente al fijar los intereses por debajo del de los mercados mundiales, dispara una gran salida de capitales, poniendo en movimiento el comienzo de la crisis e iniciando la segunda fase del proceso anterior.  Así los gobiernos pierden autonomía sobre las tasas de interés a menos que se arrieguen a una crisis, lo cual sería realmente absurdo y destruiría avances previos en el desarrollo.

Similarmente, bajo un régimen de flotación manipulada de la tasa de cambio, al poner la tasa de cambio por encima del nivel de equilibrio {10} lleva a un deficit de balanza de pagos pues las exportaciones pierden competitividad y las importaciones se hacen más atractivas. Esto aumenta el deficit comercial poniendo a la economía en la fase 1 antes descrita. Una devaluación temprana, volviendo la tasa de cambio al nivel del equilibrio, podría cortocircuitar el proceso restaurando la competitividad de las exportaciones y aumentando el precio de las importaciones. Pero es riesgosa, pues la devaluación puede ser tomada como una señal de debilidad económica y precipitar una fuga de capitales iniciando la crisis. Por el contrario fijando la tasa de cambio debajo del equilibrio  estimula la fuga de capitales y la inversión en el exterior, produciendo la crisis financiera e iniciando el proceso de depresión severa y prolongada descrito en el parágrafo anterior.

 

Así, los gobiernos no pueden fijar sus niveles de tasas de cambio sin disparar una crisis financiera y una depresión severa, aún bajo un régimen de flotación manipulada. Por supuesto, con tasas de cambio flexibles, los países renuncian a la tasa de cambio como instrumento y deben aceptar cualquier tasa de cambio generada por el sistema global. Además, las tasas de cambio flexibles amplifican los efectos de los flujos de capital internacional de corto plazo permitiendo la especulación {11} en los mercados de cambio extranjeros los cuales son excesivamente grandes (2 trillones de transacciones diarias, $800 billones especulativos {12}); exceso de liquidez; exceso de volatilidad; información imperfecta y sujeción a la psicología de masas.

Finalmente, usar el déficit fiscal para estimular el crecimiento o promover programas sociales en forma más generosa que la media internacional, produce fuga de capitales. Los actores nacionales temen una inflación y los internacionales una devaluación, y la economía entra en la fase 2 del proceso antes descrito.

¿Por qué las crisis financieras tan frecuentes ahora estaban ausentes en la postguerra antes de 1973? Principalmente porque en 1973 cuando la oferta de dólares se hizo penosamente inadecuada para el comercio internacional, el sistema financiero global fué cambiado drásticamente. Las tasas de cambio flexibles reemplazaron a las fijas; y,  bajo la presión de EEUU y el FMI, los mercados de capital abiertos reemplazan cada vez más a los mercados de capital cerrados de corto plazo y a los flujos de inversión extranjera regulados. Estos cambios producen el ambiente que permite las crisis financieras al quitar a los países su autonomía económica.  Los movimientos controlados de los capitales de corto plazo cortocircuitarían el comiezo del proceso. No podría comenzar ni una apreciación de la moneda no relacionada con la competitividad del país y debida solamente a la entrada de capitales extranjeros ni una depreciación de la moneda debida a la fuga de capital.

La pérdida de autonomía económica que resulta del flujo no regulado  del capital de corto plazo afecta tanto a las naciones desarrolladas como a las naciones en desarrollo, pero tiene consecuencias más severas para estas últimas. Los países desarrollados están montados sobre una cuerda tensa en la cual no pueden permitirse una recesión por temor a la fuga de capitales que iniciaría el proceso de la fase 2, pero han perdido, por la misma razón, la capacidad de usar políticas anticíclicas {13} excepto con convenios multilaterales. Y los países en desarrollo con mercados de capital abiertos y no regulados están extremadamente restringidos en el grado al cual sus gobiernos puedan estimular desarrollo futuro. A todos los países, desarrollados o en desarrollo, se les dejan responsabilidades económicas sin los instrumentos que ellos puedan controlar. No es una sorpresa por lo tanto que periódicamente los gobiernos ignoren las restricciones globales sobre sus libertades económicas y disparen una crisis financiera y una depresión real. Es notable que desde 1980 tres cuartos de los miembros del FMI tanto desarrollados como en desarrollo han sido golpeados por crisis financieras (8).

 

4. ¿Cuáles son las opciones de política abiertas a los países en desarrollo?

 

Entonces, ¿qué pueden hacer los países en desarrollo en la era posterior a Bretton Woods? Fundamentalmente los gobiernos tienen cuatro tipos de opciones.

Primero, pueden abandonar su autonomía económica y renunciar a su responsabilidad de manejo macroeconómico, desarrollo económico y política social. Esta no es una elección atractiva o responsible. Los gobiernos de los países en desarrollo que desean que sus países se desarrollen no pueden renunciar a su política autónoma. Una política económica de desarrollo exitosa implica un proceso dirigido por el estado de tranasformar sistemáticamente las interacciones dinámicas entre el cambio institucional, el progreso tecnológico, el cambio estructural en el perfil de la producción y los patrones de intercambio internacional y acumulación nacional en los cuales el gobierno y sus políticas deben jugar un papel clave. Para que los gobiernos sean capaces de jugar exitosamente sus roles fundamentales de desarrollo, deben tener autonomía económica y política suficiente para moverse entre los regimenes de política según los requerimientos del desarrollo económico, a medida que tienen lugar cambios en las condiciones nacionales y el ambiente internacional.

Segundo, los gobiernos orientados hacia el desarrollo pueden limitarse a los instrumentos que aún mantienen. En particular, habiendo perdido el control sobre medios indirectos más neutrales de promover el cambio estructural, ellos pueden basarse cada vez más en mecanismos directos particulares y generales principalmente no de mercado, para lograr desarrollo económico. Más específicamente, ellos pueden usar subsidios disfrazados (9) a la industria, a través de la educación, inversión en infraestructura, alimentos baratos y políticas antisindicales y de bajos sueldos. Ellos pueden usar subsidios particularizados en forma de rebajas de impuestos, privilegios de monopolio a industrias, regiones y firmas específicas (pero aquí pueden provocar represalias de los países de la OECD bajo el GATT/WTO. Ellos pueden crear externalidades generalizadas en la forma de inversiones en educación, incitación de habilidades de exportación, investigación soportada por el estado y excenciones de impuestos para promover la inversión local y foránea. Pueden construir infraestructura física y legal para parques industriales y zonas de procesamiento. Los menos desarrollados entre los países en desarrollo que todavía retienen la capacidad de poner protecciones a las industrias incipientes bajo el GATT/WTO, pueden usar aranceles selectivos para promover la subida en la escalera de la ventaja comparativa. Finalmente, como se hizo en Corea, el Japón Meiji y la China comunista, pueden crear un compromiso nacional con el desarrollo mediante el sistema educativo, el uso de los medios y campañas nacionales para motivar a los trabajadores, empresarios, burócratas y familias a poner empeño y trabajar duro, ahorrar e invertir en pro de la modernización de sus países. Por supuesto, la ruta del compromiso nacional supone una cultura ajustada a esto y una distribución de las habilidades y acceso a las oportunidades de acumulación que sea relativamente igualitaria.

De todas maneras, el ritmo de modernización que los países en desarrollo puedan alcanzar mediante el uso concertado y coordinado de esta batería de instrumentos directos será mucho más lento que durante la era de Bretton Woods. Será restringido por un presupuesto balanceado y un régimen fiscal y monetario relativamente restrictivo. Es posible que sea costoso, y tal como algunos de los esfuerzos particularizados y posiblemente económicamente inapropiados, prematuros, extemporáneos o de escala inapropiada.También requieren instituciones estatales para la coordinación de políticas industriales semejantes a las agencias de desarrollo de los 60 y 70. Este enfoque capitalista estatista no tendrá por lo tanto mucha posibilidad de éxito si el entorno político/burocrático no es eficiente, honesto y comprometido con la modernización. Requiere también que el medio internacional esté comprometido con el crecimiento económico de manera que la demanda mundial de importaciones desde los países en desarrollo sea expandida.

 

Es irónico pensar que este enfoque de “haga lo que pueda”, que es el más estatista e intervencionista, sea estimulado por un medio internacional demasiado liberal impuesto a países y economías que no están listos institucionalmente, socialmente o políticamante para el crecimiento endógeno y el cambio estructural.

 

Tercero, los países en desarrollo pueden tratar de convencer a la comunidad internacional que el actual sistema financiero global requiere reformas. Sus esfuerzos en esta línea pueden ser aumentados con cabildeo ante las organizaciones nacionales e internacional de ayuda orientadas al desarrollo de los países de la OECD. Las organizaciones de ayuda internacional pueden unir sus voces a defensores en los países en desarrollo de las reformas financieras en los mercados de capital global de corto plazo, en la  comunidad internacional. Como hemos aprendido de las casi 70 crisis financieras durante los últimos 15 años, tal como lo señaló Tobin (1974), los mercados internacionales para el intercambio de divisas son demasiado suaves, permitiendo efectuar la transferencia instantánea de grandes sumas. Son también demasiado grandes,  admitiendo que enormes cantidades de efectivo tengan influencia sobre cualquier moneda en cualquier momento; y también tienen una tendencia inherente a sobrepasarse, generando ondas de riesgo superoptimistas, que llevan a sobre-prestar seguidas de valuaciones de riesgo superpesimistas que llevan no sólo a la cesación de nuevos préstamos sino también a grandes retiros de moneda extranjera {14}. Ellos son de naturaleza pro-cíclica, amplificando las prosperidades y recesiones nacionales e internacionales. La magnitud del problema generado por los flujos financieros internacionales de corto plazo puede apreciarse cuando uno se da cuenta que durante 1993-95 el Bank for International Settlement (BIS) estima que las transacciones de moneda promediaron 1.3 trillones por día. En 1997 el volumen diario de transacciones ¡había aumentado a 2 trillones! Además, 40 % de estas transacciones se revirtieron en el lapso de 2 días. (y 80% en el lapso de 7 días). Así que son de naturaleza especulativa. El volumen diario de transacciones de moneda claramente especulativa en 1997 fue de 800 billones. Las enormes oscilaciones en flujos de capital provocadas constituyen la esencia de las crisis financieras. Estas crisis penalizan no solamente las ineficiencias institucionales y los errores de política sino también los esfuerzos autodestructivos de los gobiernos para seguir políticas de independencia económica en la era post Bretton Woods. Ningún país, sin importar lo grande o desarrollado (transparente y responsable) que sean sus instituciones financieras, es inmune a ataques a su moneda. En realidad, como se señaló antes, de las 70 crisis fianancieras un tercio han ocurrido en países desarrollados. Hay por tanto una base común para el acuerdo entre países desarrollados y en desarrollo de que es deseable la reforma de los mercados financieros internacionales para disminuir su volatilidad y restringir el volulmen de transacciones monetarias especulativas de corto plazo. Aunque esto suene iconoclástico, se requiere algún medio de regulación, desincentivo u otros impedimentos a la movilidad de los capitales de corto plazo para generar un ambiente global que sea robusto y amigable al crecimiento y al desarrollo económicos.

Nótese que la imposición de restricciones a los movimientos del capital de corto plazo no requiere acuerdo internacional. Requiere solamente reducir las presiones inadecuadas que emanan de EEUU, el FMI y la OECD de liberalizar el intercambio de servicios financieros y flujos de capitales de corto plazo. La amenaza de retaliación contra los países que imponen barreras a la liberación financiera de mercados de capitales de corto plazo debería ser levantada, y esto requiere al menos una cooperación internacional tácita.

Nótese también que no argumentamos por un mercado de capitales totalmente cerrado. No proponemos imponer barreras al flujo de capitales de largo plazo en la forma de inversión directa que es en conjunto, beneficiosa para el desarrollo nacional. No argumentamos tampoco por barreras a la repatriación de ganancias que fluyan de la inversión foránea directa. En esencia, arguimos por un retorno al mundo de Bretton Woods de restricciones a los flujos de capital de corto plazo, incluyendo cartera de inversiones, combinada con intercambio internacional relativamente libre.

Cuarto, los países en desarrollo pueden desligarse unilateralmente de los mercados de capital internacional para preservar su estabilidad e independencia económica. Podrían como Malaisia y Rusia eliminar completamente la convertibilidad de sus monedas en las cuentas de capital. Alternativamente, como India y China, podrían demorar la convertibilidad de sus cuentas de capital hasta que su sistemas financieros y económicos estuvieran suficientemente maduros. O, como Chile, podrían introducir unilateralmente impuestos diferenciales y requerimientos de mayores reservas a las entradas de capital de corto plazo y a los depósitos extranjeros e imponer controles al pedido de préstamos al exterior. Estas medidas harían mas costoso dedicarse a pedir préstamos extranjeros de corto término y a la especulación con tasas de cambio y por ello darían un mayor grado de independencia. Pero también invitariían a la retaliación.

Estos enfoques no son mutuamente exclusivos. A nuestro entender, el tercero, reforma del sistema financiero global sería el mas deseable. Pero también el que tomaría mas tiempo de implementación. Mientras tanto, los países en desarrollo que quieren a desarrollarse tendrían que salir del paso usando una mezcla de los enfoques segundo y cuarto. Pero a menos que ellos sigan dentro de las restricciones monetarias y fiscales, o a menos que adopten medidas del segundo y cuarto simultáneamente, continuarán sufriendo de crisis financieras periódicas con desvastadoras consecuencias para la economía, el pueblo y el Estado.

 

5..Recomendaciones para la reforma.

 

La historia reciente de las crisis financieras en Asia, Europa y Latinoamerica han demostrado claramente que los mercados de capital de corto plazo no regulados tienen una relación costo-beneficio social que excede en mucho a la unidad. La primera parte del ciclo, en la cual las perspectivas de crecimiento son sobreestimadas por los participantes en los mercados financieros internacionales, fluyen los capitales foráneos y se levanta el crecimiento, es más que contrarrestada por la segunda fase, violentamente declinante que sigue inexorablemente. La primera fase genera un incremento en el déficit de cuenta corriente y apreciación de la moneda  y la desaceleración de las exportaciones. Cuando la comunidad internacional empieza a preocuparse de la sostenibilidad de del deficit de la cuenta corriente y de la capacidad de la economía de pagar el servicio de la deuda siempre creciente lo cual en cierto momento es inescapable, ocurre un retiro precipitado del capital extranjero de corto plazo. Esto produce una recesión prolongada que deshace las ganancias acumuladas en la primera fase del ciclo.

Es cierto que  la segunda fase del ciclo lleva, bajo la presión del FMI, a algunas reformas estructurales benéficas a largo plazo en el sistema financiero doméstico y el control de las corporaciones. Pero la historia inicial de la reformas más graduales de Corea demuestra que, si hay compromiso social para el desarrollo, existen formas menos costosas socialmente de realizar tales reformas.

Básicamente, se necesita un análogo al sistema de Bretton Woods {15} , manteniendo alguna de las virtudes del comercio libre y el ambiente de inversión introducidas por la globalización. En todo caso, las fuerzas de la liberalización de los bienes y servicios del mercado (distintos de los servicios financieros) son muy fuertes para encerrar otra vez el genio en la botella aunque se quiera hacerlo. Pero algo de desarrollo económico puede tener lugar aún con tal liberalización siempre que a los menos desarrollados de los países en desarrollo se le permita alguna flexibilidad en sus políticas comerciales. Sin embargo, la liberalización de las entradas y salidas de capital de corto plazo amenazan enterrar el potencial de toda la política económica, estabilización macroeconómica y desarrollo económico. Ningún país, por más desarrolladas que tenga sus instituciones financieras y su sistema de mercado, puede soportar el asalto de hordas psicológicamente alimentadas con cientos de millones de liquidez monetaria en las transacciones diarias de cambio internacional .

El sistema financiero internacional debe tener tres propiedades básicas: liquidez (es la violación de esta propiedad la que llevó a la caída de sistema de Bretton Woods); estabilidad (es la violación de esta propiedad la que ha producido la caída de las economías de un país tras otro confrecuencia deprimente y consecuencias desvastadoras); debe proveer cierta autonomía a las políticas económicas (es la incapacidad del sistema actual de permitir esa autonmía política la que ha arrojado a un país tras otro en crisis financieras seguidas de crisis reales).

El paquete de acciones provisorias requeridas para corregir la deficiente arquitectura del sistema financiero internacional presentado más abajo es intencionalmente mínimo:

Primero, proveer mayor autonomía de política y mayor estabilidad. Los EEUU y el FMI deben dejar de presionar a los países para que no regulen o pongan impuestos a las inversiones, préstamos internacionales y transferencias de liquidez (salida o entrada) en moneda extranjera. Estas medidas no están cercanas a la delincuencia. Ellas meramente reparten en el tiempo y hacen menos provechosos los movimientos de capital internacional de corto plazo. Son ya practicadas por varios por varios países en desarrollo orientados a mercado como Chile. Por cierto, estas medidas no son suficientes por sí mismas para eliminar los ciclos reales o las crisis financieras generadas en el país.

Segundo, para mitigar la severidad y frecuncia de los ciclos financieros cuando maduran sus codiciones, la comunidad internacional debe requerir mayor transparencia de financiamiento de las instituciones financieras: en los páises de la OECD, además de la información provista, los bancos deberían revelar los préstamos a los fondos de protección {16} y préstamos extranjeros; y en los países subdesarrollados, los bancos deberían proveer información más exacta y oportuna de las obligaciones de intercambio internacional, posición de las tasas de cambio y préstamos internacionales y mejorar la conducción de los bancos. Una mayor transparencia financiera puede permitir una acción correctiva más rápida, aunque no puede, por sí misma eliminar las crisis financieras.

Tercero, para la estabilidad de la moneda mundial, EEUU debe negociar con la Comunidad Europea y con Japon para comprometerse en tasas de cambio estables Euro-dólar-Yen, las monedas de los tres mayores bloques del comercio. Es necesario proveer un anclaje estable no sólo para estas monedas, sino para las monedas de otros países. Una vez la credibilidad de del Euro se establezca, algunos países optarán por pegar sus monedas al Euro, otros al Yen, y otros al dólar, y otros a una canasta de estas monedas según el peso de estas monedas en sus comercios internacionales. Un compromisso trilateral de una tasa de cambio estable Euro-dólar-Yen puede ser creíble., puesto que EEUU tiene una oferta infinita de dólares mientras que la Unión Monetaria europea y Japón tienen una oferta infinita de Euros y Yens respectivamente que pueden usar para estabilizar las tasas de cambio (notar que que un compromiso unilateral para un cambio estable no es suficiente, pues EEUU no tiene una provisión infinita de de Euros y Yens y visceversa). Es nefasto, en este contexto que el Euro se haya devaluado cerca del 12% desde su iniciación reciente.

Cuarto, dado que, aún si estas propuestas se implementan, de todos modos se podrán desarrollar crisis debe haber un plan de contingencia para manejar las crisis incipientes de modo de hacerlas menos graves una vez comienzan. Al nivel nacional los planes de contingencia pueden incluir arreglos preparados de préstamos y el mantenimiento de grandes reservas de moneda extranjera. A nivel internacional, se debe crear o una nueva institución, análoga a un Banco Central Mundial, tal como el  BIS (Banco Internacional de Pagos) o un FMI revivido y recapitalizado, con capacidad de proveer liquidez instantánea a varios países que sufran crisis simultáneamente.

Ninguna de estas medidas tomada por sí misma será suficiente para estabilizar el sistema global. Aún la combinación de los cuatro tipos de medidas no eliminarían del todo las crisis financieras. Del mismo modo que las políticas keynesianas no acaban con los ciclos, las reformas financieras nacionales e internacionale propuestas no acaban con las crisis financieras, ellas pueden meramente reducir su frecuencia y amplitud. Después de todo no se puede regular contra la estupidez económica; aún con regulación, la acción impropia puede sólo castigarse ex-post y los accidentes debidos a la proximidad de otros países en crisis o a eventos exógenos  que den lugar a recesiones nacionales, no pueden ser evitados con regulación nacional o internacional. Lo más que se puede esperar es ciclos financieros menos frecuentes y menos desvastadores. Pero esto es un objetivo por el cual vale la pena esforzarse. 

En un futuro cercano la OECD y las instituciones de ayuda intenacional pueden contribuir al desarrollo de los países menos desarrollados no tanto mediante transferencias directas de capital y asesoramiento político, sino más bien uniendo sus voces a las presiones de los países en desarrollo para reformas en los mercado de capital global de corto plazo. Pues en ausencia de reformas de esos mercados los efectos de la ayuda externa serán muy probablemente más que anulados por una sucesión de crisis financieras. La capacidad de la ayuda externa de remediar una crisis financiera una vez iniciada es como la efectividad de aplicar banditas para contener una hemorragia, pues la cantidad anual de recursos colectivos de que disponen las instituciones es más o menos la octava parte del valor de las transacciones especulativas de corto plazo que ocurren en los mercados de internacionales.{17}

 

 

Notas de los autores

(1) Esto ocurrió no obstante los esfuerzos de Bela Balassa, de encuadrar la política comercial dentro del ideal neo-clásico.

(2) Estas fueron la Asociacion Comercial de Corea, la Corporación para Promoción del Comercio de Corea e institutos deinvestigación tecnológica promovidos por el gobierno.

(3) Taiwan fue más allá poniendo cuotas y prohibiendo importaciones no sólo por tipo de mercancía sino por país.

(4) Amsdem (1989) sostiene que el crecimiento de Corea puede ser explicado por esa política.

(5) Por ejemplo, el énfasis en el desarrollo de la industria pesada y química al comienzo de los 70 fue prematuro relativo a la ventaja comparativa del país y fue iniciado en circunstancias internacionales desfavorables, aunque impredictibles (el cartel petrolero y la desaceleración de la economía internacional).

(6) El buen manejo de conglomerado estatal del hierro y el acero (POSCO) o la Samsung privada son ejemplos positivos de protección estatal.

(7) GATT/WTO no prohiben a los países garantizar subsidios de mercado a las compañias extranjeras pero si a las nacionales.

(8) Hasta ahora, los EEUU han gozado de autonomía e inmunidad a las crisis porque los dólares son el único activo global. Pero esta cerca de perder esa inmmunidad una vez que el Euro se haga una moneda internacional confiable.

 

Referencias

Amsdem A. 1989 in: Asia’s Next Giant. Oxford University Press.

Tobin, J. 1974. The New Economics one Decade Older. The Janeway Lectures on Historical Economics. Princeton University Press.

 

************************************************************************

 

 

Notas del traductor

 

{1} Irma Adelman es una economista de gran prestigio internacional conocida por sus 

       libros y trabajos desde 1960.

{2} Se ha discutido mucho si se debe perseguir el desarrollo económico o debe volverse     

       a prácticas económicas más sencillas. Lo que es más difícil de refutar es la idea 

       de que el conocimiento científico y tecnológico y la capacidad de un pueblo de ser

       capaz de dominar y crear en cada momento las tecnologías adecuadas, que pueden 

       ser muy difíciles, y de usarlas productivamente, es algo que puede abandonarse y

       que estas capacidades se han vuelto indispensables para la salud, bienestar y 

       subsistencia en los niveles de población actual. Como se ve los autores no incluyen el 

       el desarrollo la capacidad tecnológica y gerencial.

{3} Así, Inglaterra, el primer país que se industrilizó no lo hizo sin protección estatal

       directa. En 1651, el Acta de Navegación prohibió el uso de barcos para sus

        importaciones que no fueran ingleses o europeos del país desde donde se

       importaba. Esto creó la gran flota comercial inglesa. Entre 1750 y 1842 se prohibió 

       exportar telares y hubo fuertes restricciones a tejidos importados. Alemania,  EEUU

       y Japón crearon su industria bajo furtes protecciones. El teórico de estas prácticas

       fue el aleman F.List (1789-1846) promotor de la Unión Aduanera alemana, cuyo

       libro La economía Nacional es todavía digno de ser leído.

{4} Por ejemplo cuotas de importación para ciertos productos.

{5} OECD Organization for Economic Cooperation and Development. Organización de

       23 países europeos para promover y asesorar en el desarrollo económico.

{6} Las externalidades son acciones exógenas que producen efecto económico (positivo

       o negativo) sobre un sistema. Por ejemplo una nueva carretera construída por el 

       gobierno abarata el transporte a una industria.

{7} Esta práctica llamada draw-back consiste en devolver a un exportador los impuestos

       que ha pagado para importar productos que ha usado para producir artículos que se

       exportan. Estimula también a los exportadores de aquellos productos pues los hace 

       de hecho más vendibles. Es permitida por GATT/WTO

{8} El GATT (General Agreement on Tariffs and Trade) es un convenio firmado en 1948  

       cuyo objeto declarado es promover el comercio internacional reduciendo derechos de 

       aduana y discriminaciones en los tratados comerciales entre países. Acepta

       excepciones como Uniones Aduaneras y Areas de Comercio Libre entre grupos de

       países (artículo XXIV). En reuniones periódicas (rondas) se han ido adoptando  

       medidas contra subvenciones a las exportaciones, bajas de precios para los artículos

       y servicios exportados,  devaluaciones de la moneda para favorecer las

       exportaciones, irrespeto de derechos de autor y patentes, restricciones a entradas y

       salidas de capital extranjero, restricciones o impuestos a la exportación de ganancias

       de las empresas extranjeras. Las rondas se han caracterizado por conflictos entre 

       países subdesarrollados desarrollados y desarrollados y entre países y bloques de  

       países, por la complicación de las decisiones debidas a la cantidad de excepciones y

       modalidades y por la dificultad de imponer sanciones por incumplimiento de las 

       decisiones. La protección a textiles y agricultura han proseguido.

       El WTO (World Trade Organization) Es la organización que reemplaza al GATT   

       desde 1995. La efectividad de las decisiones por sí solas no ha sido muy grandes, 

       aunque cuando son impuestas por el FMI a los países en déficit se hacen efectivas.

{9}  La entrada de capitales origina de momento, compras crecientes en el exterior, pues

        crecen las reservas en dólares (cuenta corriente del país) y si se instalan empresas

        estas compran en el exterior y exportan ganancia. Las compras en el exterior al  

         sustituir la producción interna la hacen decrecer y se frenan las exportaciones. Es 

         más barato importar que producir y exportar. Bajan las reservas de moneda

         internacional compensando y por fin reduciendo las reservas logradas por la entrada  

         de los capitales.                                  

{10} Se puede adoptar una tasa de cambio fija, lo cual impide al país usar la tasa de

         cambio como variable para el desarrollo de exportaciones o para proteger su

         industria de la competencia internacional. Un sistema usual de manipulación es el 

         de indicar explícitamente bandas de tasas de cambio y corregir mediante provisión

         o restricción de dólares por el Banco Central cualquier salida de las bandas. Tiene la

         ventaja de que los empresarios pueden planificar sus exportaciones e importaciones.

         Funciona mientras el Banco Central tiene reservas suficientes e interviene

         continuamente pues el sistema no es muy estable por sí mismo. Una desviación

         hacia abajo (sobrevaluación) o hacia arriba (devaluación) de la tasa de cambio

         tiende a exagerarse pues produce euforia de llegada o salida de capitales.

 

{11} Un ejemplo basado en la manipulación del mercado cambiario es la especulación de 

       Soros que ganó unos 1000 millones de $. Simplificando detalles puede exponerse

       con un ejemplo ideal sencillo. El lector puede multiplicar las cifras siguientes por 1

       millon y suponer que yo soy un conocido, solvente y hábil financista. Pido prestados

       1000£ = 2000$  (1£=2$) para devolver a corto plazo pagando una prima de 100$.

       Cambio las £ en $ obteniendo 2000$. De estos presto 400$ a plazo al 5% . Hago

       campaña de que se va a devaluar la £. Mi mismo cambio de deshacerme de las £ lo

       sugiere a los especuladores. La £ cae a 1.6$. Con los 1600$ que me quedan compro

       2000£ y pago mi deuda. Gano asi 300$ (400 menos la prima). A plazo más largo

       obtengo 500$ de mi préstamo (400+100 de interes). He ganado 800$ sin desembolsar

       nada (y sin producir nada, afectando a todos los que poseen £, pobres o ricos). Todo

       se basa en que mi cambio masivo de £ en $ tiene fuerte influencia sobre el mercado 

       de divisas (ver Krugman [1999] Cap.7).

{12} Esta suma de movimientos diarios de capital especulativo equivale a unas ocho

         veces el producto interno annual de Venezuela.

{13} Estas políticas consisten en desacelerar la actividad económica durante el ascenso

        (subiendo intereses, revaluando la moneda y bajando el gasto pblico) y  

        acelerándola en las recesiones mediante las medidas inversas. Los compromisos del

        FMI y a veces los tratados en los bloques restrinfen peligrosamente estas maniobras

        estabilizadoras.

{14} A fines de los 70 el sistema financiero de EEUU fue invadido por los ahorros de los

       países petroleros árabes (petrodólares). Se hicieron préstamos indiscriminados a

       muchos países (México Venezuela, Brasil entre ellos). Estos emprendieron

       inversiones de largo plazo. Al estancarse los precios del petróleo y retardarse los

       frutos de las inversiones se produjo la “crisis de la deuda” en esos países.

       Actualmente los préstamos son concedidos o avalados por el FMI y el BM (Banco

       Mundial) pero con condiciones de apertura que hacen muy difícil usarlos para el

       desarrollo (sobre todo la obligación de permitir la libre movilidad del capital). Los

       inversores extranjeros privados son resarcidos por el FMI. En este negocio puede

       haber complicidad de los gobiernos corruptos que por razones políticas sólo buscan

       un boom temporario, dejando a los gobiernos sucesores el problema de la crisis. La

       obligación de privatizar y la crisis permiten a los grandes capitalistas y

       transnacionales comprar empresas nacionales a bajo precio esperando el nuevo

       boom prestamista.

{ 15} El sistema llamado de Breton Woods (nombre del pueblo de EEUU donde se hizo

       el primer acuerdo en 1944) llevó a la creación del Fondo Monetario Internacional

       para auxiliar déficits en las balanzas de pago y al Banco mundial, para financiar

       proyectos de reconstrucción y desarrollo. Por otra parte el GATT,que ya hemos

       mencionado, toleraba cierto derecho de los países en desarrollo de proteger

       selectivamente sus empresas y permitir el desarrollo a la vez que abría el mercado

       americano a las exportaciones japonesas, alemanas y de algunos países en desarrollo.

       Evidentemente esta relativa generosidad del capitalismo en el mundo bipolar de la

       guerra fría fue abandonada de hecho al declinar y caer el peligro soviético (Thurow

       [1996])  siendo sustituida por la globalización de la Organización Mundial de

       Comercio trata de exponer a todos los países a una competencia total. La “ayuda” del 

       FMI y el BM mientras promueven préstamos para el desarrollo, ponen exigencias de

       apertura, movimiento libre de capitales, privatización, cambio fijo y bajo gasto

       público con objeto de atraer capitales. Resulta que los países “auxiliados” nada

       pueden hacer ante tal apertura por más préstamos que les den, pues estos no pueden

        estimular la economía nacional en el  ambiente de apertura que le obligan a aceptar.

        Sólo le sirven a los especuladores. Las reformas a los “defectos” de esta ayuda

        propuestas por ejemplo por Stiglitz[2002] son superficiales y no atacan el fondo del

        problema, esto es, la autonomía de las naciones que les permite poner sus reglas a su

        política económica. Si lo hacen mal pueden rectificar, en cambio, bajo la tutela

        prestamista que se une a la complicidad de los gobiernos que reciben los préstamos

        para perpetuarse en el poder, nunca podrán desarrollarse.

 

       Comentario general

       El ejemplo de Corea dado en el texto muestra que en el mundo actual no hay que

       perder tiempo en acusar a los desarrollados y sus organizaciones de ayuda tomando

       la actitud de víctimas, sino en iniciar una poltica autónoma de producción y 

       desarrollo, apoyándonos en lo internacional en el nuevo mundo culturalmente

       multipolar, Huntington S.P. [1996]. Desde luego el ejemplo coreano no es trasladable

       directamente a otros países, cada uno tiene sus propios problemas y oportunidades.

       No es fácil y hay mucho que aprender.Vamos a tener crisis y problemas, pero como

       éstos serán de nuestra responsabilidad los podremos manejar y superar.

       Tengo que agradecer a Marta Sananes por su ayuda en la traducción.

 

      Referencias a los comentarios

      Krugman P. [1999] The Return of Depression Economics. Ed. Nortonn & Company.

      Stiglitz J.E. [2002] El malestar de la globalización. Ed. Taurus.

      Thurow L. [1996]  El Futuro del Capitalismo. Ed. Javier Vergara.

      Huntington S.P. [1996] The Clash of Civilizations. Ed. Simon & Schuster.