LA SOCIEDAD FLEXIBLE NO JERARQUICA

Carlos Domingo

(versión preliminar)

 

En este ensayo se proponen lineamientos para una sociedad alternativa a las sociedades jerárquicas actuales. Su objetivo es señalar posibilidades más que pretender la inútil tarea de describir una utopía completa y cerrada. La sociedad flexible sólo puede ser la obra consciente de todos. Aunque se consideró necesario hacer una descripción de los sistemas actuales se pretende más bien animar a la discusión de estos importantes temas destacando la pluralidad de posibilidades y dejando de lado las discusiones críticas desde posiciones tomadas que caracterizan el actual debate social.

Creo que tener idea de una sociedad futura es esencial para adoptar posiciones políticas en el presente. Muchas de las acciones a las que incitan los políticos son meras reacciones a situaciones presentes, lo cual es una forma usual de manipulación. Cuando se propone una acción política y no se declara que tipo de sociedad se quiere alcanzar se excluye a los que se pretende liderizar de la discusión sobre las políticas inmediatas a tomar. El líder sabe o aparenta saber el secreto de “adonde vamos” sin declararlo con claridad, y urge a sus seguidores a tomar actitudes “aquí y ahora” para llegar una “sociedad justa” no bien especificada, con lo cual los tiene siempre a su disposición. Creemos que en el futuro, dado el crecimiento de la información, el conocimiento y la libertad, cada vez menos gente caerá en esta trampa.

En 1980 publiqué una breve historia de las sociedades jerárquicas puede ser una introducción conveniente al siguiente texto. Ver C.Domingo [1980].

 

  1. LOS SISTEMAS SOCIOECONÓMICOS ACTUALES.

 

El siglo XX llegó a su fin con el fracaso de varios intentos de organizar la sociedad industrial: el capitalismo, el totalitarismo, el comunismo, el populismo. Hay diversos tipos de estas sociedades. No entraremos en una discusión detallada de estos sistemas. Baste una somera descripción de su naturaleza en su forma actual, sus méritos y defectos para que puedan ser comparadas con la sociedad flexible propuesta. Vale la pena acotar que esos tipos de sociedad son los aún vigentes aunque no han podido resolver los problemas sociales y ecológicos que nos afectan. Su excusa para explicar porque no se han resuelto, aparte de acusarse unos a otros de perturbación, es que no han tenido tiempo de “educar a la gente ” para que comprenda que debe aceptar el sistema vigente como “única alternativa”. Es decir el sistema ya está definido y sólo hace falta que la gente se adapte a él. En este trabajo tratamos de indagar como, la propia sociedad en su conjunto, puede ir definiendo un sistema o una pluralidad de organizaciones con un grado alto de flexibilidad en que pueda vivir con un mínimo de sufrimiento y conflicto destructivo, pensando además en las futuras generaciones. Cuando proponemos medidas concretas usando, para abreviar, un lenguaje imperativo, no es para predicar su adopción, abrogándonos el derecho de educadores de la sociedad, sino para sugerir que muchos de los problemas  que nos aquejan podrían ser resueltos por otras vías, es decir, mostrar que hay alternativas acordes con un sistema flexible.

 

 

1.1 Capitalismo.

La base de este sistema es la propiedad privada de los medios de producción, incluidos los recursos naturales, y el comando de la producción (qué se produce, cómo se produce y como se distribuye el valor generado) por los propietarios de los medios, del capital . Ver Marx [1867] M.Weber [1947] . Su expresión organizativa es la estricta jerarquía dentro de las empresas. La relación entre empresarios se hace mediante el mercado y por luchas y acuerdos entre individuos o grupos económicos. Los dueños del capital alquilan la fuerza de trabajo, generalmente de los que no tienen capital, en un mercado de trabajo.

 Ciertas medidas estatales tratan de fomentar un clima de competencia pero ciertos acuerdos y las ayudas estatales minimizan las guerras de precios y las quiebras de las grandes empresas sin evitarlas del todo. La adaptación de la oferta a la demanda  se realiza por el mercado. Pero debe recordarse que la demanda depende de una distribución desigual del ingreso. La producción se ajusta a los tipos y cantidades de esta demanda.

El capitalismo tiene en general una enorme capacidad para optimizar los procesos productivos, aprovechar recursos, crear nuevos productos, descubrir y hasta inventar nuevas necesidades humanas desarrollando medios para satisfacerlas. 

En los países capitalistas más desarrollados hay basdtante libertad de expresión. Aunque los medios están casi siempre controlados por grandes empresas y hay bastante sesgo en la interpretación de la información, se pueden predicar toda clase de ideas, publicar toda clase de libros y los ciudadanos se informan bastante bien de lo que ocurre en el mundo y pueden enterarse de la historia en los libros si se empeñan en hacerlo. La comunicación directa entre los individuos está poco controlada y se expande por teléfonos, correos y la red informática. Su profusión y variedad misma dificulta el control por los gobiernos y las grandes empresas. La libertad de movilidad dentro y fuera del país es legalmente grande, limitada por los costos. Una proliferación de organizaciones estatales, empresariales y sin fines de lucro compensa en parte esta limitación.

Por otra parte los manejos dentro de las empresas: planes, diseños, estrategias, maniobras, son secretos, aunque su naturaleza trasciende a través de publicaciones, revelaciones y escándalos.

Sus problemas esenciales son: no asegurar a todos el acceso a lo producido, en particular no lograr pleno empleo, no tener en cuenta el deterioro del medio ambiente, monetizar todos los aspectos de la actividad humana, lo cual limita la plena expresión de iniciativas y actividades de mucha gente y una trivialización de gran parte de la información por el cine, la TV y los periódicos que compensa en parte los efectos explosivos de la información. Aunque teóricamente todos pueden tener acceso a la propiedad de los medios de producción, una diferencia inicial de recursos, aptitudes y actitudes produce diferencias de riqueza e información que se realimentan mutuamente dando lugar a enormes diferencias de riqueza que tienden a crear diferencias de oportunidades y poder (Thurov [1975] , [2001]) . Una violenta crítica al sistema se halla en Mészáros [1995] que defiende la alternativa socialista revolucionaria sin concretar su implementación, de la cual no puede dar ejemplos, ya que supone que los comunismos actuales y pasados son formas postcapitalistas no socialistas. Cuando habla del posible sistema futuro Mészáros es sumamente vago, diciendo que la producción debe estar dirigida por los “productores asociados”, sin especificar que es esto o al menos, como se hace en este trabajo, indicar posibles implementaciones de ciertos aspectos del sistema. No es posible pedirle a la humanidad que haga una revolución, costosa en vidas y recursos,  en nombre de tales vaguedades. Ver también Lenin [1917] para una discusión de la posible transición a una sociedad socialista donde se ve la vaguedad y pobreza de la transición propuesta, en el fondo una repetición de las medidas declaradas en la Comuna de París en 1870.

La confianza y recompensa a la iniciativa y la inventiva privadas, el permitir, aunque a veces sea sólo en el papel, a cada individuo hacerse cargo de su vida, la pluralidad de poderes, la libertad individual y la información libre, son los aspectos positivos de la democracia capitalista. En países como Suecia, Suiza y Finlandia, aunque persisten grandes diferencias de riqueza se ha logrado eliminar la pobreza y hay una amplia participación de todos los ciudadanos en las decisiones públicas y un alto grado de libertad individual con el consiguiente desarrollo de la madurez sicológica, las iniciativas individuales y la diversidad de proyectos de vida. Las tendencias egoístas que exalta el capitalismo son en gran parte compensadas por organizaciones estatales y privadas sin fines de lucro que solucionan problemas sociales y económicos individuales y dan curso a las tendencias solidarias de los seres humanos. En general el capitalismo, a pesar de sus graves defectos que hacen que haya fracasado en formar una sociedad justa y aceptable para todos, ha demostrado una gran capacidad de diversidad y transformación que le ha permitido una larga subsistencia y parece de los sistemas ensayados hasta ahora el que más puede avanzar hacia una sociedad no jerárquica. Consideraremos dos variantes de este sistema.

 

1.1.2 Capitalismo estricto.

Calificado como “capitalismo salvaje” o “turbocapitalismo” (Luttwak [1998]). Se caracteriza por una libertad muy grande para la acción del capital, un mercado de trabajo sin restricciones para el empleador, un control mínimo de la producción por el estado y la “capitalización” y monetización de casi todas las actividades.

El ejemplo típico es Estados Unidos. Esta nación se formó originalmente por emigrantes en busca de libertad religiosa y libertad de acción, de seguridad y acceso a recursos naturales que permitieran el desarrollo de sus iniciativas. Predominaba la religión protestante, que tiende a valorar el trabajo y ver el éxito como un signo de aprobación divina. Destruyeron o arrinconaron a la esparcida población nativa, lo cual dejó un rasgo de racismo y solución violenta de los problemas por medio de la superioridad técnica. Esto ha tenido graves consecuencias en sus relaciones internacionales. Luego entraron inmigrantes europeos, chinos y latinoamericanos en busca de trabajo y deseo de hacerse un buen nivel de vida con su propio esfuerzo. Tempranamente, especialmente en el Sur, se importaron esclavos para las plantaciones estableciéndose un sistema capitalista esclavista. Costó una mortífera lucha su eliminación y la concesión formal de derechos igualitarios. Dejo un sector importante de población negra (12% del total) que ha tenido que luchar hasta la fecha para lograr reconocimiento de sus derechos y cierta igualdad de oportunidades. La obsesión por la seguridad ha fomentado un crecimiento desmesurado del poder militar que ha fortalecido un enorme complejo militar-industrial e intervenciones militares en países presuntamente agresores o amenazantes. Si bien su colonialismo ha sido moderado (si se lo compara con los países europeos) su actitud imperial le ha ganado odio, no desprovisto de envidia, en muchos países. Hay que reconocer que la mayoría de sus ciudadanos no tienen actitud colonialista, ni siquiera imperialista, pero ante agresiones que ponen en peligro su seguridad pueden apoyar a una minoría agresiva y de mentalidad imperial. Este es uno de los grandes peligros que corre tanto el país y, dado su poder militar y económico, toda la humanidad.

El sistema que se fue formando supone que todos los individuos están dotados de un afán ilimitado de riqueza y éxito personal basada en su actividad y aceptan este deseo como algo natural, deseable y encomiable. Los que la alcanzan son admirados, respetados y considerados sabios. La ética protestante, especialmente la calvinista, toma el éxito económico personal como una señal de aprobación divina [Ver M. Weber 1947, 1958] . La misma idea está en gran parte de la población de religión judía. Muchos pasajes de la Biblia, como Job 1-9,  pueden interpretarse en aquel sentido. También está la idea de que la riqueza es un don de Dios que debe multiplicarse (Lucas 19-11).

 Los que no la alcanzan pueden estar frustrados de su fracaso pero no resentidos con los exitosos. Atribuyen el fracaso a sus propias actitudes o aptitudes o esperan remediarlo en el futuro. La mayoría de ellos tienen, gracias a la alta productividad del sistema, un nivel de vida aceptable. Aceptan ingresos menores como empresarios pequeños o asalariados. Para ellos se ha desarrollado, además del consuelo religioso, un lucrativo sistema de escape por entretenimiento legal: cine y TV (cuyo mensaje moral es a veces dirigido a desahogar esas frustraciones), comida excesiva, recreación, espectáculos deportivos y compras de artículos no indispensables, a veces mediante un endeudamiento crónico de las familias (90% de sus ingresos en 1998). Existe una enorme literatura psicológica y asesoramiento sobre como llegar al éxito o manejar la frustración individualmente y sin llegar al resentimiento. Los que no tienen esta idea sobre la riqueza, están subempleados o desempleados y nadie les da crédito. Son tal vez un 12% de la población (unos 33 millones). Están resentidos, tienden a ser marginales, delincuentes o candidatos a delincuentes y son severamente reprimidos o controlados (más del 10% de ellos están presos o sujetos a control judicial). Hay en esta población un alto componente de población negra, hispánica, indígena y otras minorías étnicas. Una parte de la población negra, en parte como rechazo a la ética protestante, ha adoptado el islamismo. Como ha ocurrido siempre en ese país, los últimos inmigrantes, por competencia en el empleo, son discriminados por los anteriores, lo cual dificulta su unidad. Los últimos despidos y escasez de empleos han aumentado la proporción de blancos americanos, inclusive de buen nivel educativo [E.Todd ,1999]. No cuentan electoralmente y actualmente sería suicida para un político asumir su defensa. Se ha intentado explicar la existencia de esta masa de pobres por diferencias genéticas (R. Herrnstein  & C. Murray  [1994]) lo cual no es posible aceptar científicamente. Ver R. Lewontin,  S. Rose y J.Kamin [1987] para una crítica general de estas posiciones. Una interesante y equilibrada crítica a Herrnstein y Murray y otras tesis semejantes basadas en el IQ puede verse en la entrevista de la revista Skeptics a Sternberg en los archivos de google en la WEB).

El poder político es ejercido por funcionarios elegidos por elecciones. En general pertenecen al grupo de los exitosos o personas que han tomado sus puntos de vista sobre la riqueza y la represión, que son los puntos de vista de la mayoría. La ausencia de resentimientos por la desigualdad económica en los dos primeros grupos y la heterogeneidad del tercero han impedido la creación de partidos socialistas o populistas que desafíen los valores dominantes. La abstención electoral es elevada (45 a 53%). En el período de la guerra fría, por temor al comunismo, el estado hizo algo por mejorar la situación de los menos exitosos, pero desde los ochenta, al declinar la tensión, y terminar, en 1989 con el colapso comunista, se impuso la política de apertura y globalización en EEUU y en cierta medida en otros países como Gran Bretaña, Alemania y Japón que tenían hasta entonces amplios sistemas de control del capitalismo estricto, en defensa de los sectores obreros, pobres y los desempleados. Se abandonaron o recortaron proyectos de seguros, pensiones, medicina y educación superior barata, empresas estatales, leyes de seguridad del empleo, movilidad del capital y acción afirmativa (ayuda) a las minorías raciales y étnicas.

Al mismo tiempo EEUU abandonó su relativa complacencia con medidas proteccionistas de los países en desarrollo (que ya no podían amenazar con su acercamiento a la Unión Soviética) y se estableció des 1990 una movilidad del capital, penetración del comercio y el capital en tales países que encontraron muy difícil el desarrollo de su economía nacional. Por otra parte el capital se libró del poder de la tecnocracia capitalista que se había fortalecido entre 1938 y 1980 (ver J.K.Galbraith [1967]) pues ahora los dueños del capital podían trasladarlo fácilmente a otros países con condiciones laborales, de salida de capital e impositivas más favorables. Esto condujo, en EEUU a un crecimiento económico acelerado sobre todo en superganancias de los dueños del capital, optimización de la producción, aceptación rápida de las innovaciones (en especial la informática que ayudó a automatizar muchos trabajos intelectuales) robotización, despidos masivos, reducción de salarios excepto en el estrato gerencial máximo, gran poder y beneficios del sector financiero (Ver Forrester[1997]). En los demás países industriales estos efectos han sido, en general nocivos para las clases con menos riqueza; en los países no industrializados y en vías de industrialización la movilidad del capital, la desprotección de la industria nacional, la entrada indiscriminada de transnacionales, entrada y salida brusca de capitales y la optimización a corto plazo, han tenido, en general resultados desastrosos para los países con industrias nacionales débiles, impidiendo su necesario desarrollo que, como en todos los países que se han desarrollado, desde Gran Bretaña hasta Corea, han pasado un período de estricto proteccionismo. Ver Adelman y  Yeldan [2000] y el fundamental pero poco leído texto de F. List [1841] que contiene una crítica de la globalización económica aplicable en gran parte a nuestra época..

Los problemas económicos más importantes que tiene el sistema son las enormes diferencias de riqueza e información (que conduce e a una desigualdad de hecho en poder), la inseguridad en el trabajo y la existencia de una clase sumida en una pobreza crónica, excluida de todo poder  político y bienestar económico. No se sabe, pero puede ocurrir, que la reducción de salario y de categoría de trabajo, sobre todo de gente preparada, pueda  ir minando la conformidad y esperanza de mucha gente.

Los problemas ambientales son reconocidos y estudiados por empresas sin fines de lucro e inclusive han originado nuevas empresas dedicadas a la protección, pero la mayoría de los empresarios, enfrascados en la competencia y optimización a corto plazo, son reacios a realizar los gastos adicionales para cuidar el ambiente en el país, e influyen sobre el gobierno para que no acepte compromisos internacionales que los obligarían a esos gastos.

Por otra parte es positiva la alta creatividad científica y tecnológica, la tendencia a resolver los problemas sociales a través de la ley, el espíritu práctico en formar asociaciones y resolver problemas y la vigilancia continua por los derechos humanos, la libertad y la información generalizada impulsada por la red informática. La diversidad de ambientes sociales permite “encontrar un lugar ” a los inmigrantes más diversos. Todos estos son rasgos valiosos para la sociedad flexible. Desgraciadamente, en los últimos años, la agresión terrorista ha llevado a sus sectores más intolerantes a plantear recortes a la libertad en defensa de la seguridad y a muy cuestionables intervenciones en el exterior, exaltando las características más negativas antes discutidas.

 

1.1.2 Capitalismo controlado.

Los ejemplos típicos son Alemania, Francia, Italia, Japón y Gran Bretaña (antes de 1980).  En estos países se ha tratado de evitar los males del capitalismo estricto mediante la intervención del estado, hecha posible por la existencia de partidos de izquierda que se alternan con los de derecha o llegan a acuerdos con ellos. Se han establecido leyes de despido (aviso previo y pago de un mes o más por año trabajado), pensiones por incapacitación, medicina e instrucción gratuita o muy barata, subvención a los desocupados, jubilación a todos los trabajadores, diversos tipos de ayuda social a los más pobres. En Alemania los sindicatos tienen intervención en las directivas de las empresas grandes. El principal problema es la dificultad de mantener una ocupación plena. Hay una dificultad creciente de competir internacionalmente con el capitalismo estricto. Por eso y por los altos impuestos para financiar el bienestar, la economía no crece y los jóvenes tienen cada vez más dificultad en encontrar trabajo. En Japón se ha mantenido el empleo a costa de una baja en el nivel de vida y un estancamiento de la economía al emplear mucha gente y subvencionar microempresas de baja productividad. El peso impositivo cae sobre las grandes empresas que deben competir con el eficiente capitalismo estricto de EEUU y Gran Bretaña. Otra dificultad es el desarrollo de una gran burocracia que puede volverse ineficaz, costosa y corrupta.

Los problemas ambientales son reconocidos y hay partidos orientados a la conservación, los gobiernos parecen más comprometidos internacionalmente y hay presión política para ciertas leyes conservacionistas. Hay resistencia de parte de los empresarios debido a los gastos involucrados.

El reconocimiento de que es responsabilidad colectiva resolver ciertos problemas como la educación y la salud, es el mérito de este sistema. Suiza, Suecia, Finlandia y Nueva Zelandia han desarrollado sistemas de bienestar social sumamente progresistas y democracias políticas muy participativas. Estos ensayos dan valiosas ideas para una futura sociedad flexible no jerárquica.

 

1.2 Comunismo.

Un ejemplo típico subsistente es Cuba. Sociedad formada por la toma del poder por acción militar de un grupo minoritario con ideas comunistas en un país no industrializado. El conocimiento del autor de estas líneas sobre este sistema se basa en amplia literatura, informes de gente que ha vivido allí y a un año de estadía como experto de la UNESCO en 1971. Algunas cosas pueden haber cambiado pero lo visto y vivido es válido para juzgar un sistema comunista típico.

La empresa privada fue totalmente desmantelada, sus principales actores emigraron,  y el mercado fue sustituido por una estricta planificación centralizada en manos del estado. El sistema supone que los individuos tienen necesidades básicas de alimentación, vivienda, educación y salud que deben satisfacerse por la producción planificada para tal fin. El mercado es eliminado y la distribución queda a cargo del estado, mediante la regulación de sueldos o el racionamiento. La falta del incentivo de la riqueza personal y el apremio por cumplir sin riesgos las cuotas de producción lleva a un sistema de producción ineficiente y estancado (nunca hay tiempo ni recursos para ensayar optimizaciones o innovaciones). Al no haber riesgo de ruina o esperanza de lucro no hay esfuerzos por trabajar más (excepto en una minoría decreciente de entusiastas del sistema o de planificadores). La pérdida de ilusiones de riqueza decretada por el socialismo es también la pérdida de proyectos. Mientras el capitalismo vive y crece por los proyectos e ilusiones personales de mucha gente (que casi nunca se cumplen) la economía socialista languidece por la exclusión de las ilusiones de prosperar con el propio esfuerzo. Mucha gente huye del país aunque la emigración está rigurosamente controlada y prácticamente prohibida. También se controla la inmigración.

Los trabajadores tienen casi ninguna influencia en las grandes decisiones que los afectan: cuáles son las necesidades prioritarias, cuánto, dónde y qué debe producirse y cómo se reparte la producción. En el uso de bienes y servicios se percibe la completa subordinación del cliente al proveedor. El comprador debe aceptar largas esperas, escaseces  de todo tipo, baja calidad y ninguna variedad. Las grandes inversiones, obras públicas, compras o producción militar se deciden en forma bastante secreta en la alta burocracia política y planificadora. Psicológicamente el planificador se siente un “dispensador de bienes” y el cliente un receptor de dádivas, que debe aceptar lo que le dan. Si en el capitalismo los directores y dueños del capital se cobran muy caro su función en dinero, los planificadores socialistas se cobran muy caro su función en poder y jerarquía.

La información del pueblo sobre los datos globales de la economía es ínfima. Esto es posible por un control total de la información. Nada se publica que no sea aprobado o aprobable por el Partido Comunista, el único legal. Los sindicatos obreros libres no existen. No hay conexión privada a la red informática internacional y la vida privada del ciudadano es controlada y espiada por temor a actividades subversivas, manejos económicos ilegales o exposición a información extranjera. Casi siempre este control se realiza por una red de comités locales del Partido o por una organización especial (en Cuba, Comités de Defensa de la Revolución, hay casi uno en cada cuadra). Las carreras universitarias de contenido político (periodismo, economía, sicología, sociología) no son de libre acceso y se evita la entrada de individuos que no hayan mostrado su fidelidad al sistema, avalada por los CDR. Los libros que difieren radicalmente de la ideología marxista o son críticos de la misma no se consiguen en el comercio y son de acceso controlado en las bibliotecas cuando los hay. La producción artística y de ciencias sociales es rigurosamente controlada para detectar posibles desvíos ideológicos, lo cual se extiende a la científica cuando raya con la Filosofía y puede contradecir al materialismo oficial. En las escuela se enseña el marxismo como único concepto del mundo válido aunque se tolera la libertad religiosa. Un adherente a otra religión no tiene el menor chance de alcanzar un puesto alto dentro de la sociedad. Para seguir una carrera universitaria de contenido ‘ideológico’ como periodismo, economía, sicología, sociología, se tiene en cuenta, aparte del cupo y la capacidad, un informe político que pasan los CDR. La oposición política o ideológica es clandestina e ilegal. Por otra parte, la desigualdad económica es mucho menor que en el sistema capitalista y el acceso a la educación y los servicios de salud es gratuito y bastante más igualitario. Pero la diferencia en poder, tanto por la capacidad de decidir como por la amplitud de áreas que abarca es enorme. Esta diferencia de poder se va transformando con el tiempo en diferencia en nivel de vida, no tanto por el aumento de la riqueza privada (que existe en cierta medida) sino por el derecho muy desigual a usar la propiedad pública. La principal vía de ascenso social es el Partido Comunista que selecciona rigurosamente desde su juventud a los candidatos por capacidad y lealtad al régimen, la cual se confunde con la obediencia absoluta a los personajes más altos de la jerarquía. Una lucha sorda pero continua por el ascenso prevalece en esta escalera única para el poder. El liderazgo personal y el culto a la personalidad son fuertes, en especial mientras viven los líderes que han llevado al triunfo el sistema. La monotonía de la vida, en que a cada uno se le dice que tiene que hacer y tiene muy pocas opciones de las maneras en que puede gastar lo que gana, trata de mitigarse por un intenso comercio de trueque (ilegal pero incontrolable), actividades culturales controladas,  actividades deportivas y la TV. La toma de decisiones menores dentro de las empresas e instituciones es más democrática que en la empresa capitalista. Muchos problemas internos se deciden en asamblea, pero los básicos: salarios, horarios, tipo y cantidad de producción, regulación del racionamiento, se deciden desde la burocracia planificadora. A pesar de esto, hay una sensación de que uno trabaja para todos y recibe el trabajo de todos. El llamado “trabajo productivo”, una exigencia no compulsiva de los trabajadores no manuales de participar los fines de semana en trabajos manuales, hace experimentar este trabajo a mucha parte de la población y contribuye mucho a la educación y conocimiento social. Se promueve la cultura artística contemplativa por museos, cine y teatro de acceso popular.  

A cada ciudadano se asocia  un “expediente único” que lo acompaña, desde la escuela primaria hasta sus lugares de trabajo, donde los maestros y jefes anotan todo su desempeño, características personales, ideologías y actitudes, al cual los ciudadanos no tienen acceso. El gobierno al elegirlo para un cargo (y todos son empleados públicos) o misión tiene en cuenta dicho informe.

Cambiar de residencia dentro del país es difícil pues implica cambio de trabajo, lo cual implica casi siempre un largo trámite que desanima a cualquiera. Los viajes al exterior los decide y controla el gobierno. Se reservan a gente de la burocracia política del Partido o de fidelidad probada y casi nunca se conceden a una familia completa.

Esta atadura al mismo trabajo es poco soportable para alguna gente.  Pude comprobar, confirmado por muchos médicos, que la gente pide muchos permisos por enfermedad. Muchas veces la enfermedad es imaginaria y el paciente, remitido a un psiquiatra, termina tomando tranquilizantes, cuyo consumo masivo es alarmante según los médicos. De todos modos, el trabajo es, para muchos, más entretenido que el hogar y el transporte entre ambos.

Cuando cayó la Unión Soviética, que subvencionaba el sistema a cambio de acciones de política internacional (como las intervenciones en Angola, Etiopia, Mozambique y Latinoamérica) la economía entró en crisis. Necesitaba unos 8000 millones de dólares para las importaciones y sólo disponía de 4000. La solución fue permitir la entrada en gran escala de transnacionales en turismo y otras áreas. A las transnacionales se les ofrecía una sociedad sin drogas ni terrorismo, una clase obrera disciplinada, educada, sacrificada, y con un gobierno firme que garantizaba el orden y se hacía cargo de los despidos que hicieran las transnacionales (ver H.Dilla [1999] ). Estas empresas pagaban los salarios en dólares al gobierno el cual pagaba en pesos a los trabajadores. Se abrieron tiendas que captaban dólares de turistas y se controló la entrada de dólares a familias que recibían envíos de parientes en EEUU (se les daba 1 peso por dólar cuando en el mercado negro estaba en 20). Esto alivió la situación a cambio de permitir desigualdades económicas en la población. Un mesonero de una empresa turística transnacional conseguía más ingreso que un investigador, técnico o profesor. Se vio que los principios pueden relajarse cuando corre peligro la burocracia política y planificadora. Ver Varios [1995]. La burocracia planificadora pudo salvarse controlando este tránsito hacia un “socialismo apoyado en las transnacionales” gracias a su completo control de la población, la resignación de ésta a bajos niveles de consumo y una serie de medidas monetarias y de control que los estados democráticos no pueden permitirse. Esto ha dado lugar a un sistema estable de “socialismo subvencionado por el capitalismo internacional”.

La limitación de las iniciativas y de la expresión de la creatividad humana individual es más fuerte que en el capitalismo. Esta dictadura de la burocracia planificadora ha sido denunciada en muchos sistemas comunistas por personas del propio sistema (Djilas [1957], Modelevsky y Kuron [1971] y en obras literarias de ex-militantes: Koestler [1950]))

El poderoso comunismo soviético puso desde 1930 al capitalismo a la defensiva. El conflicto se agudizó después de la segunda guerra mundial. Estados Unidos se convirtió por su poder económico y militar en el líder de las naciones capitalistas. Mediante planes de ayuda, aumento de sus importaciones y tolerancia con las protecciones de las economías de Europa, Japón y países en desarrollo contuvo, basado en su alta productividad, el avance del comunismo. También apoyó la descolonización pero no pudo impedir que varios de los países independizados cayeran bajo la influencia comunista (Corea, Vietnam, Angola, Mozambique), algunos fueron divididos, como Corea y Vietnam dando origen a “guerras indirectas” entre los líderes de los dos sistemas. En 1980 el poder soviético llegó a su máximo y comenzó su decadencia por la improductividad y burocratización de su economía (señalado bastante antes por Marczewsky [1973]) y la lucha entre la burocracia política y la tecnocracia (Domingo [1980]). Con la caída del peligro comunista la situación cambia radicalmente. Los capitalistas desarrollados ya no necesitan el liderazgo de EEUU y éste deja de  tolerar el proteccionismo económico y trata de restringir sus compras masivas a aquellos. Se abre así la posibilidad de un mundo multipolar mucho más complejo en el cual bloques y países se alinean por otros intereses económicos (Thurov [1996]) o culturales (Huntington [1996])

A pesar del control completo de la economía por el gobierno, los problemas ambientales han sido escasamente considerados por los regímenes comunistas, pues la burocracia planificadora parece desbordada por el problema inmediato de producir bienes para la población y, debido a la baja productividad y tecnología,  no hay recursos extra  para invertir en la conservación del ambiente. La situación ambiental es, en muchos aspectos, peor que la de los países capitalistas desarrollados.

La idea de que la producción es social, y que debe basarse en la colaboración y en satisfacer las necesidades de la sociedad es el aspecto más positivo del comunismo.

El carácter burocrático dictatorial del comunismo hace muy difícil una transición a una sociedad flexible no jerárquica, pero hay que tener presente que el sistema desarrolla muchos elementos de colaboración social que hacen que la transición no sea del todo imposible.

 

1.3 Populismos.

Son una gran variedad de sistemas basados en un liderazgo personal que trata de mitigar los efectos de la distribución desigual de riqueza, sobre todo cuando hay una parte grande de la población en la pobreza, como sucede en los países no industrializados. Pero también puede producirse en países industrializados empobrecidos, como en el caso del fascismo y el nazismo, variedades totalitarias del populismo. Ver Ionescu & Gell [].  El conocimiento del autor se basa en muchos estudios y en haber vivido 9 años bajo el peronismo en Argentina con intensa participación política. Su justificación es que se debe mediar entre comunismo y capitalismo que son sistemas injustos e inhumanos. Para que el populismo sea posible es necesario cierto grado de educación de la población más pobre. Sin embargo, en todos los casos se trata de países con mayorías de experiencia política limitada, donde los partidos políticos han fracasado y muchos esperan que un líder providencial sustituya a una democracia poco participativa. Esto ha llevado a un cierta equivalencia de fuerzas entre los privilegiados y los más pobres que aquellos ya no pueden manejar políticamente. El líder se apoya en este equilibrio explotando el miedo de los ricos y la esperanza de los pobres.

Los líderes populistas suelen llegar al poder por elecciones tras una prédica contra los privilegiados y una apelación a sentimientos patrióticos, justicieros o religiosos como el caso del fundamentalismo. Un rasgo notable es que estos sistemas producen una sensación de participación política muy fuerte, especialmente entre los que han sido excluidos anteriormente de participación directa. En realidad el enorme poder del líder y unos pocos allegados muestra que tal participación se limita a un apoyo incondicional al líder. A veces estos líderes  llegan al poder por golpes militares, guerrilla o revolución. En general el líder tiene un discurso ambiguo que le permite atraer gente de ideas e intereses muy diferentes. Su actuación no es tanto la aplicación de un plan de transformaciones sino una sucesión de maniobras para mantenerse en el poder y mantener los temores de unos y las esperanzas de otros. Rara vez se hacen declaraciones concretas sobre la sociedad objetivo, lo cual permitiría las opiniones y la participación de mucha gente. El sistema no acaba con la propiedad privada ni impone la planificación central absoluta, aunque desarrolla el capital estatal, controla precios, congela salarios y extrae por impuestos lo máximo posible para distribuirlo en obra social que suele tener un carácter político clientelar. Como todo sistema distributivo evoluciona rápidamente hacia la ineficiencia y la corrupción. Si el gobierno tiene una fuente importante de recursos naturales que no pueden trasladarse (minerales, agrarios o ambientales)  la renta diferencial y absoluta obtenida (ver B.Mommer [2002 ] para una discusión detallada de estos conceptos en el caso petrolero) es apropiada por el estado en forma de beneficios de las empresas estatales o impuestos de las privadas. Tal es el caso de la renta agraria de la Argentina de Perón y el Egipto de Nasser,  la petrolera de algunos países de la OPEP, y en el caso socialista, la turística de la Cuba de Fidel Castro. Dada la ineficiencia económica de los sistemas populistas se comprueba que los más exitosos son los que reciben un flujo unilateral de renta, es decir una “subvención” de otros países, casi siempre capitalistas desarrollados que necesitan sus materias primas o tienen gente acomodada que desea usar sus recursos turísticos.

El sistema político es de partido único o predominante y puede haber restricciones a la libertad de expresión, estrictas como en el fascismo y nazismo o mucho menores como en el peronismo. Como el poder económico de los capitalistas y profesionales se mantiene, hay siempre una oposición de los que ven amenazados sus privilegios. En algunos casos es reconocida y se mantiene una apariencia de democracia y vigencia de la ley. Son muy frecuentes en estos casos, los sistemas represivos informales constituidos por grupos de partidarios exaltados que hostilizan y atemorizan a la oposición por métodos extra-legales.

Si en lo social el populismo aparece como más humano que el comunismo y el capitalismo (excepto en su variedad totalitaria), una economía estatal con planificación a medias y una economía privada constantemente amenazada e intervenida reúnen en lo económico los peores aspectos del comunismo y el capitalismo. Esta ineficiencia económica unida a las esperanzas que el líder ha suscitado en los más pobres y no cumple, y a la dependencia del líder, que puede morirse, renunciar, degradarse rodeado de un grupo de aduladores o ser desplazado por la oposición, hacen que el sistema populista rara vez dure mucho. En años: Nasser 13, Vargas 6 (desde la creación del “estado novo”), Perón 9, Paz Estensoro 13, Torrijos 10, Ortega 11, Velasco Alvarado 17, Hitler 12, Mussolini 23, Sukarno 15, el sistema de los Ayatollah en Irán (el único que ha logrado cierta solución del problema de la sucesión del poder) y Hussein en Irak, apoyados por el ingreso petrolero, llevan 23 años.

Un recurso que casi todos los líderes populistas (y algunos comunistas) han usado es mantener la unidad de sus partidarios, con muchos de los cuales no ha podido cumplir sus promesas, mediante el enfrentamiento continuo y amenazante con enemigos internos o externos, reales o imaginarios. Esto hace que necesiten el conflicto y por tanto a los enemigos. El enfrentamiento puede ser más verbal que real pero a veces los enreda en luchas externas o internas que pueden ser fatales para el régimen. Un sistema que se apoya en el temor de los ricos y el resentimiento de los pobres y su odio mutuo los necesita a los dos, no sorprende que ambos permanezcan.

Los países poco industrializados siguen ensayando unos tras otros este sistema, pensando que ellos sí tendrán éxito. No parecen ver las contradicciones internas que lo hacen inviable, por no dar lugar a un sistema económicamente productivo.

Ningún sistema populista ha parecido especialmente preocupado por los problemas ambientales. Su preocupación y gasto en el reparto social y su improductividad crónica no les permiten ese “lujo”.

La idea de que la iniciativa en busca de riqueza debe ser mantenida pero sin que llegue a producir pobreza es el argumento más interesante de los sistemas populistas. Todo sistema tiene que proveer asistencia a los individuos que no pueden adaptarse a la competencia y el mercado del momento, sean haraganes o genios no reconocidos como Van Gogh. Desgraciadamente el carácter autoritario necesario para un sistema que no supera la contradicción sino que la mantiene en equilibrio con promesas incumplibles, hace muy difícil una apertura hacia una sociedad flexible no jerárquica.

 

1.4 Necesidad de una sociedad objetivo.

Dado el fracaso económico, social y ecológico de los sistemas anteriores el mundo actual está en un vacío de perspectivas sociales atractivas. Esto hace que los políticos estén desprestigiados y los ideales se limiten a religiones que ubican el bienestar en otro mundo y suelen predicar odio a los infieles, o a exaltación de extremismos étnicos que reviven ultrajes a veces arcaicos o a un fuerte resentimiento contra los países desarrollados. Aunque los problemas económicos subyacen muchas veces estos conflictos,  no se hacen explícitos y por ello los enfrentamientos adquieren un carácter ideológico y pasional que hace aparecer imposible la solución negociada. En contradicción con esta fragmentación, las comunicaciones, la alfabetización, el comercio, los viajes, la difusión de información, las migraciones en busca de trabajo, y las interacciones de contaminación, apuntan a una unificación del mundo en la cual las potencias industrializadas tratan de imponer su sistema capitalista sin consideración con las diferencias y valores de los otros países. Pero vimos que estas naciones industrializadas no han llegado ellas mismas a un sistema que produzca libertad y bienestar para todos.

Por otra parte, no se puede justificar ninguna acción social o política si no se prevén sus consecuencias  a largo plazo y estas consecuencias se valoran por el efecto sobre el tipo de sociedad que nos parece buena para el futuro. Pero el fracaso de las propuestas a que nos hemos referido nos han dejado sin sociedades objetivo. Una situación parecida se planteó en el Renacimiento ante el colapso de a sociedad feudal. Pero hoy no abundan los Tomas Moro, Campanella, Bacon, Locke, Montesquieu, Jefferson y Russeau y las utopías están desprestigiadas.

Creemos que esta situación exige repensar lo problemas sociales y económicos desde una perspectiva más amplia y, sobre todo, pasar de las críticas y acusaciones a los sistemas actuales, con las cuales miles de intelectuales y militantes buscan destacarse, a la búsqueda de nuevas formas de convivencia social.

 

 

2.      LOS PROBLEMAS DE LAS SOCIEDADES JERÁRQUICAS

 

2.1 Características de las sociedades jerárquicas

 

Si vemos lo que tienen de común los sistemas mencionados y otros sistemas históricos vemos que hay cinco características relacionadas:

 

a)..Son sistemas jerárquicos, es decir entre sus miembros se establecen diferencias cuantitativas muy grandes en dos aspectos:  poder y riqueza, mientras las diferencias entre los individuos son mucho menores cuantitativamente y tienen una enorme diversidad cualitativa.

 

b)..Predomina una avanzada división del trabajo. En particular entre actividades intelectuales de dirección y coordinación del trabajo, altamente calificadas, y tareas de realización por lo general robotizables o cuyo personal es fácilmente sustituible. El reparto del valor producido en la actividad social se reparte muy desigualmente en favor de las primeras.

 

c)..Hay una gran diferencia de información entre los miembros de la sociedad debido al 

 ambiente familiar, la escolaridad y la posición en el aparato productivo.

 

d)..Las relaciones entre los individuos y las creaciones de la cultura y la ciencia, que podrían ser directas se hacen a través de intermediarios especialistas (comerciantes, gerentes, profesores, clérigos, políticos, médicos, abogados, funcionarios) que acumulan cierto tipo de conocimientos monopolizando el acceso a los mismos, lo cual les da privilegios.

 

e)..Lo anterior lleva a conflictos y tensiones permanentes entre individuos y grupos de la sociedad y a los grupos dominantes se organizan en el estado que desarrolla un aparato estatal represivo especializado (policía, ejército) que a su vez entra a competir por el poder. El estado mediante la apropiación de una parte del producto social financia estos aparatos y distribuye este producto mediante servicios y dádivas para aliviar las tensiones.

División del

Trabajo

 

Aparato  de

represión

 
Véase que b)  refuerza a). Ambas se refuerzan mutuamente con c) y d) aumentando

todas el e). El aparato represivo origina como reacción, conflictos y revoluciones. Éstas, tanto si triunfan como si son derrotadas como no eliminan las raíces de la jerarquía llevan, a lo más, a sustituir una jerarquía por otra dando lugar al círculo vicioso de represión y revolución.

 

Un esquema de las interacciones se da en la figura 1.

Es evidente que dado que los de abajo comprenden (y cada vez más) la situación, el conflicto tiende a agudizarse.

 

Conflictos y

revoluciones

 
 

 

 

 

 

 

 

 


      

 Figura 1.          Interacciones entre los elementos de la sociedad jerárquica.

 

2.1.2 El conflicto social.

 

El conflicto social causa efectos destructivos, sobre todo en aquellas situaciones en las que el que no colabora, y con ello tiende a explotar o engañar al otro, obtiene ventajas con su no colaboración, pero si ambos toman tal actitud de no colaboración ambos pierden.

En su forma más general y en el lenguaje de teoría de juegos, el dilema social se expresa en el dilema de la colaboración o dilema del prisionero, así llamado por el primer ejemplo en que se expresó su descubrimiento : dos presos son detenidos por un delito compartido. La policía no tiene más posibilidad de pruebas que lo que puedan confesar. Los separan e interrogan. Cada uno puede guardar silencio o acusar al otro revelando parte de la verdad y salvarse. Si ninguno confiesa quedan con una pena menor, por porte ilícito de armas. Cada uno puede pensar que el otro puede acusarlo y si él no lo acusa cargar con toda la pena. Terminan acusándose ambos y revelando toda la verdad, con lo cual ambos son condenados. La esperanza de que el otro "colabore" con su silencio y de obtener ventaja traicionándole los pierde a los dos. En teoría de juegos este dilema se expresa por la matriz de ganancias y pérdidas (o matriz de pagos) mostrada en la Figura 2. En cada celda del cuadro se indica en la parte superior, el pago que recibe el jugador B y en la inferior el pago que recibe A:

 

A y B conocen la matriz de pagos y toman decisiones sin que cada uno sepa cual es la de otro. Una vez tomadas se hacen los pagos a cada jugador según la matriz, es decir:

Si A y B decidieron colaborar, ambos ganan 3 y si no colaboran, ambos gana sólo 1. Si uno no colabora gana 5 y el otro, que sí colabora, no gana nada. La solución óptima es colaborar ambos (ganan 3 cada uno) , pero la desconfianza y el deseo de ganar más a costa del otro (ganar 5 aun privando al otro de toda ganancia) los lleva a no colaborar, pero como ambos lo hacen dan en la peor solución, la de ganancia mínima 1 (que en otros casos puede ser negativa). Es un caso de Teoría de Juegos en que el óptimo es obvio pero no se realiza en la práctica por la desconfianza entre los jugadores. Ver, por ejemplo R.Axelrod [1974], M. Shubik [1964].

 


    

Figura 2      Dilema de la colaboración

 

Los ejemplos sociales y políticos de esta situación son numerosos. Piénsese  en dos industrias que toman agua de un lago al cual vierten residuos y tienen la opción de gastar algo purificando sus efluentes o ahorrar ese gasto no haciéndolo. Por ahorrar en la competencia con el otro ambos terminan teniendo que usar agua contaminada, lo cual perjudica a ambos. O el caso de dos países vecinos que pueden gastar en una carrera armamentista o ahorrar no armándose. El que se arma tiene posibilidad de imponerse, visto lo cual ambos se arman aumentando el gasto y la inseguridad.

La idea es que hay muchas situaciones en las cuales el que no colabora gana más, debido a lo cual nadie colabora y todos pierden. Es claro que si el “juego” se realiza una sola vez hay racionalidad en hacer trampa (no colaborar) pues si el otro colabora el tramposo gana. Pero si el juego se repite un número de veces no definido no hay una estrategia óptima clara pues se puede caer en la solución peor para ambos. Como estas situaciones ocurren normalmente en forma repetitiva en comunidades de personas que se tratan continuamente, este último es el caso que interesa. Axelrod ha realizado extensivos experimentos y concursos en que se usaban diferentes tácticas de jugadores. Una de las tácticas más exitosas ha sido la siguiente: “en la primera jugada colabore, en las sucesivas repita lo último que hizo el otro jugador”. Parece la que combina mejor la oferta de confianza con la indicación de no dejarse explotar. Si en un momento el contrincante decide colaborar se puede restaurar la colaboración

La humanidad ha intentado solucionar estos problemas con la religión (el que no colabora es castigado en el otro mundo), la ética (el que no colabora es condenado socialmente) o la represión (el que no colabora es castigado). Pero estos métodos, si bien han creado importantes instituciones de convivencia,  no han resuelto el problema en general y las instituciones creadas pasan a menudo a jugar un juego semejante (por ejemplo yo predico la ética y la colaboración para obtener una gran ventaja al proceder no éticamente yo solo). (Ver M.Crozier y E.Friedberg [1980] autores que basan en este sistema la creación de las organizaciones sociales).

 

Una solución racional posible al dilema es despertar la conciencia de que la ventaja de

quien no colabora es de corto plazo. La reacción del  oponente elimina rápidamente su

ganancia y con ella la de ambos. La posibilidad es que la información y la educación hagan ver este hecho. La colaboración se basaría en la propia conveniencia y no en un artefacto externo como la religión, la ética o la represión, cuya efectividad parece agotada. O, si se quiere decir así, la ética consistiría en pensar en los demás, cuya reacción puede perjudicarme y en el futuro en el cual puedo, debido a mi actuación, ser perjudicado yo o mis descendientes o supervivientes que aprecio.

En los casos en que el que no colabora tiene un éxito definitivo, suprimiendo o anulando definitivamente a su adversario hay que tener en cuenta todavía la observación de Toynbee [1955] de que el que basa su ventaja en aplastar a su adversario, queda marcado por esa exitosa experiencia social, lo cual lo lleva a corto plazo a una percepción errónea de como proceder en su relación con otros y a un comportamiento violento, terminando por ser destruido por una coalición de sus enemigos. Cita como ejemplos el militarismo Asirio, la esclavización de los Mesenios por los Espartanos y el militarismo nazi. Hemos mencionado antes la “marca” que dejó en Estados Unidos el trato violento con los indios, lo cual se ha repetido en Argentina en el siglo XIX y otros países latinoamericanos.

En este sentido la solución del dilema se conecta con la información y la educación. Si la gente pudiera ver cada vez más las consecuencias de sus actos en el tiempo y en el espacio y ampliar los horizontes que va a tener en cuenta cuando actúa, muchos casos del dilema podrían resolverse. Hay muchos detalles a estudiar para un comportamiento social basado en este principio. Por ejemplo, el que estafa un poco a muchos puede esperar no ser objeto de reacción punitiva de estos. La solución es la comunicación de los afectados.

 

 

2.2 La evidencia antropológica e histórica.

 

2.2.1 Los sistemas sociales de convivencia y evolución de jerarquía.

El gran aporte de la Antropología Cultural ha sido mostrarnos que la naturaleza humana es compatible con una gran diversidad de sistemas sociales. Ha mostrado también que muchos de los sistemas son de una gran estabilidad aunque no satisfagan en muchos aspectos a todos los miembros de la sociedad. El conflicto, abierto o latente, parece ser un proceso existente en todas las sociedades. Pero si bien hay conflictos que se solucionan por acuerdo y redundan en un mayor bienestar y capacidad de subsistencia, la mayoría son altamente destructivos y recurrentes produciendo ruina, destrucción de seres humanos y recursos materiales y tensiones duraderas entre los afectados. Por eso los sistemas sociales se han formado para restringir el conflicto o por lo menos algunos tipos de conflicto.

El problema esencial del ser humano es que sólo puede subsistir en comunidad social trabajando con los demás, pero por su origen socio-biológico hay muchas dificultades para la colaboración . El ser humano es por ello ambiguo: racional y emocional, egoísta y altruista , sólo interesado en su familia o ”genes” (ver Dawkins [1979]) o capaz de preocuparse por el grupo más amplio con el que realiza la producción, es colaborador y competitivo, colectivista e individualista, agresivo y compasivo, activo y perezoso, mandón y deseoso de obedecer a un jefe, interesado en pertenecer a un grupo y disidente, obediente y rebelde, amante de la seguridad y del riesgo, cortoplacista y previsor, rutinario y amante de la novedad y muchas otras tendencias contradictorias. La riqueza y variedad de su comportamiento expresa esta ambigüedad que le permite adaptarse a muchas circunstancias cambiantes. Un sistema social logra la cohesión estimulando unas tendencias y reprimiendo otras. Para estas puede ofrecer compensaciones y sublimaciones (ver Ralph Linton [1935]): está prohibido arriesgarse conduciendo a exceso de velocidad, pero se permite y se valora el montañismo y el paracaidismo, riesgos que no amenazan a los demás.

Este doble juego de represión y estimulación parece ser inevitable. El problema es que tiende a cristalizar en instituciones controladas por individuos especializados que llegan a ser más importantes y con más poder que los demás. Desde las sociedades recolectoras no jerárquicas, como los !Kung del desierto de Kalahari (Ver  L.Schneider and A. Silverman[1997] ) en que no hay jefes y el control social lo ejerce toda la comunidad, pasamos a sociedades con los “personajes importantes” y los shamanes de las sociedades recolectoras cultivadoras así como a los “jefes consejeros” de los Yanomami, prestigiosos pero sin poder cohercitivo (Lizot J.[1988]) ) y  los tonowi o distribuidores de su riqueza acumulada de los Kapuaku (C.P Kottak [1996] ). Luego, con más rango de poder, tenemos los jefes tribales de las sociedades agrícolas desarrolladas donde cuentan menos los méritos individuales y comienza a ser importante el peso de las familias y clanes (C.P.Kottak [1996]). Los jefes pueden administrar justicia compulsiva. Llegamos por fin a las civilizaciones urbanas con el rey, el aparato estatal, impuestos, ejército, policía, cárceles, templos y sacerdotes y escuelas,  como en Mesopotamia (S.N. Krammer [1962]), Egipto(Wilson [1957] ) el Imperio Incaico (J.Murra [1978]) y el Imperio Chino (H.Franke y Trauzettel [1973] y M.Loewe [1969]). Estas últimas según los esquemas de O. Spengler [1917], A.Toynbee [1958] y Quigley [1961] evolucionan desde aldeas y ciudades-estado a naciones que luchan y por fin a imperios altamente jerarquizados que son destruidos por sus conflictos internos y ataques de las bandas  guerreras externas y sucedidos por nuevas civilizaciones. Toynbee distingue 21 civilizaciones de las cuales, según Huntington [1996]  subsisten 9: Occidental Cristiana, Latinoamericana, Cristiana Ortodoxa, Islámica, Africana del Sur (animista y cristiana), Indica, Japonesa, China y Budista, que forman los grandes bloques culturales del mundo actual.

 

2.2.2 La división del trabajo.

A esta diferenciación, causada por diferencias individuales y necesidad de orden, se une la diferenciación causada por la división del trabajo. La necesidad de trabajar en común que aparece desde el comienzo de la evolución humana  presenta muy poca división del trabajo. La primera está ligada al sexo, pero como los demuestran algunas sociedades de cazadores y recolectores actuales (los mencionados !Kung), esto no implica mucha diferencia de poder y consideración social. Al complicarse la producción, con el cultivo y la cría de animales se hacen evidentes las diferencias en habilidad, dedicación e influencias casuales y aparece la especialización y el intercambio dentro y fuera del grupo. Para algunos trabajos, por ejemplo construcción de casas y canoas, pueden intervenir varios individuos y puede aparecer un coordinador de las tareas. La división del trabajo aumenta la eficiencia y el poder de las comunidades que la adoptan, pero presentan el problema insoluble del reparto del producto. Es posible que el coordinador, cuyo habilidad es menos frecuente y domina todo el proceso de producción, se apodere de una participación privilegiada. Esto puede haber sido otra fuente de jerarquía. La división del trabajo aumenta las diferencias. Adam Smith [1776] llama la atención sobre este punto “La diferencia de talentos naturales en hombres diferentes es, en realidad, mucha menos de la que notamos; y el genio muy diferente que parece distinguir a los hombres de diferentes profesiones cuando llegan a la madurez, es, en muchas ocasiones tanto la causa como el efecto de la división del trabajo. La diferencia entre los caracteres más distintos, entre un filósofo y un cargador de bultos,  parece surgir no tanto de la naturaleza como del hábito, costumbre y educación”.

Hay dos procesos que parecen permitir el desarrollo de la jerarquía a partir de la división del trabajo. Uno es el aumento de información del coordinador del trabajo, que hace difícil que puedan prescindir de él o reemplazarlo. El segundo surge al aparecer la guerra, causada por el dominio de los territorios y por la captura de mujeres, donde los más hábiles y valientes eran más obedecidos como jefes. El ejército se transformará, en las civilizaciones urbanas, en el modelo de estructura jerárquica autoritaria, pues la obediencia ciega al superior es una necesidad absoluta de la operación militar. Ver C.Domingo [1978]. Otro aspecto de la división del trabajo y la coordinación es que el trabajador ya no es el dueño de su trabajo. Necesita para realizarlo de una persona que integre su trabajo con el de los otros.

Otras especializaciones, desde brujería de los shamanes hasta la medicina actual, aísla a los miembros de la sociedad de lo que podría ser accesible a todos. Es decir se introducen intermediarios que aumentan su poder consolidando el aislamiento entre los productores y los usuarios.

 

3. HISTORIA DE LA JERARQUÍA. (este capítulo será completado en breve, con un resumen actualizado de lo discutido en C.Domingo [1980])

 

4. LA SOCIEDAD FLEXIBLE.

 

Siendo la división del trabajo, la distribución desigual de la información y la consolidación de los intermediarios, los pilares básicos de la sociedad jerárquica, la eliminación de la jerarquía debe basarse en el debilitamiento de estos procesos. Como la jerarquía es la principal fuente de conflictos destructivos y causa de calamidades sociales no deseadas, es fundamental ver el proceso por el cual los anteriores características llevan al conflicto. Vimos que el proceso es esencialmente el descrito por el dilema del prisionero, en el cual la búsqueda de una ventaja inmediata de un grupo lleva a plazo más o menos largo al conflicto y  pérdidas para los implicados en la situación.

 

4.1 RELACIONES DIRECTAS VS INTERMEDIARIOS.

En una sociedad abierta predominan las relaciones directas, los intermediarios son situacionales y temporarios y su función es facilitar la comunicación entre los interesados en resolver un problema común y luego retirarse. Muchos pueden ser sustituidos por un sistema de información organizado y abierto. Damos ejemplos de intermediarios actuales y de como se realizarían sus funciones en una sociedad flexible.

Es pedante y arriesgado proponer soluciones especuladas y no probadas a los problemas o anticipar métodos e instituciones de una sociedad futura que suponemos más creativa que la nuestra. Los ejemplos que siguen son, más que recetas, ideas que muestran la posibilidad de soluciones alternativas a las actuales.  Su enunciado tiene el propósito de animar a discutirlas en el contexto general de una sociedad flexible no jerárquica e incitar a ensayos prácticos posibles dentro de las sociedades jerárquicas actuales. Es posible que al lector se le ocurran alternativas mejores. Las soluciones propuestas deben cumplir dos condiciones:

a)..No perpetuar las desigualdades entre los individuos

b)..Ser por lo menos tan productivas como los sistemas actuales.

 

En la exposición se habla de comunidades. Entendemos por ellas grupos de individuos que se ven en la necesidad de resolver problemas que los afectan a todos. Las comunidades varían de acuerdo con el problema que se debe resolver. Un individuo puede pertenecer a muchas comunidades. La distribución de agua supone la comunidad de los que la usan y se encargan, por un organismo comunal o contratando una empresa privada, del funcionamiento del servicio. Pero si varias comunidades toman agua del mismo río, pertenecen todas a una supercomunidad que debe tratar los problemas de reparto.

 

4.1.1 Educadores: son intermediarios entre el conocimiento acumulado y los que quieren aprender. El educador actual es un “dispensador” de conocimientos y está casi siempre aislado del uso práctico de los mismos. Esto hace que los cursos y textos sean muy extensos y de carácter abstracto (principios generales ejemplificados con casos sencillos y artificiales). Inculcan un respeto exagerado a las verdades y métodos establecidos cuyo conocimiento es la base de la respetabilidad del profesor. Los cursos y textos presentan estas verdades como conocimientos fijos a asimilar y, al estar aislados de los intereses e interrogantes de los alumnos, resultan aburridos y sin sentido. No sorprende que muchos niños y jóvenes se resistan a la educación. La mayoría de los educadores reaccionan con más exámenes y pidiendo más presupuesto. Los sistemas de exámenes pueden ser una peligrosa selección de los menos creativos, más conformistas y obedientes cuando no de los astutos que adivinan “que quiere el profesor que diga”.

Es raro el profesor que señala las dificultades, contradicciones y problemas sin resolver en lo principios y métodos que transmite. Esto lleva al establecimiento de “paradigmas” o ideas y principios que guían la investigación y a los cuales los científicos se adhieren resistiéndose a ponerlos en duda. El sistema geocéntrico del mundo y la mecánica clásica son ejemplos de estos paradigmas. Los paradigmas se cuestionan con gran dificultad, cuando hay muchas evidencias en su contra y sólo cuando se enuncian paradigmas alternativos.  Siguen  revoluciones dificultosas que los cambian cuando ya no hay más remedio, estableciendo nuevos paradigmas que rápidamente son tomados como“principios eternos” (ver Kuhn [1961]).

El sistema escolar, con sus metas y títulos es más un sistema de asignar puestos en la sociedad jerárquica que un sistema que promueva las habilidades prácticas y la generación, la crítica y el avance del conocimiento (ver I.Ilich [1970]). Los actuales partidarios de la educación como panacea de resolver los problemas sociales dividen la sociedad entre educadores y educandos, situándose ellos, por supuesto, en el primer grupo.

En la sociedad flexible “la educación de todos es obra de todos” (I.Ilich). La educación es muy compleja para que existan especialistas en ella. Un amplio sistema de información (bibliotecas, red informática, exposiciones, museos) debe contener, además de exposiciones de conocimientos especiales (sobre asuntos científicos, técnicos, artísticos, legales, médicos, organizativos) y de textos claros sobre posibles formas de organizar la auto-educación, una base de datos  de los que venden o buscan enseñanza, sea de habilidades o educativa. Se deben dar facilidades públicas o privadas (por ejemplo locales, librerías, cyber-cafés, parques) para las reuniones de grupos de interés que se autoeduquen y puedan contratar asesores o invitar a miembros de grupos afines. La educación de “todos por todos” implica y causa el aprendizaje de como enseñar que es fundamental en una sociedad flexible. En el aspecto técnico se pueden promover, por competencia, los equipos accesibles y con posibilidad de reparación por los usuarios. Las fábricas, especialmente las de alimentos, deben tener facilidades de acceso al público, tanto para aprendizaje como para control por los clientes. Los títulos deben disminuir su importancia y ser sustituidos por currículos con datos verificables a través de los sistemas de información y de consultas con los usuarios o implicados en las actividades referidas en el currículo. La educación de los niños podría ser , en principio, responsabilidad de los padres, aunque en una fase transitoria las comunidades pueden nombrar facilitadores que visiten las familias con capacidad de asesorar y aconsejar.

En particular es fundamental que la gente aprenda a manejar sus relaciones con los demás. Aunque la sociedad flexible enseña esto por la práctica cotidiana es conveniente conocer, sobre todo en el período de transición, los principios de estas relaciones: la expresión de los estados de ánimo, los reflejos donde cada uno dice como se siente ante la actitud de los demás (preferentemente a la crítica) evitando la reacción agresiva, la relación proporcionada entre competencia y colaboración, el liderazgo situacional y la facilitación, los problemas de la jerarquía, el manejo de la desconfianza, el respeto a las reglas que el propio grupo se impone, la capacidad de escuchar y de ser conciso cuando lo escuchan a uno, las técnicas de pensamiento creativo, las técnicas de decisiones colectivas. Todo esto forma parte de las técnicas de dinámica de grupos. Esta se enseña en una serie de ingeniosos juegos colectivos que permiten explorar todos los procesos de relación mencionados. Serían de una enorme utilidad en la educacción para una sociedad flexible. Ver por ejemplo Réquiz,C. [1982],  Forsight, D. [1983].

 

4.1.2 Gerentes: son intermediarios entre los que invierten sus ahorros en una empresa determinada y los que realizan el trabajo. Desde que las empresas se han hecho grandes y complejas el poder de los gerentes planificadores, frente a los trabajadores sin propiedad de medios de producción por un lado y los dueños de capital sin conocimientos técnicos por el otro, ha ido en aumento (Ver la teoría del “principal” y el “agente” en Berle & Means, [1932], y Galbraith,[1967]). Este poder se ha transformado por un lado en ventajas económicas, sueldo y uso personal de recursos de la empresa, por otro en la tendencia a al crecimiento y la complejidad (invertir más y distribuir menos dividendos) que aumentan la importancia de los gerentes de alto nivel.

Sin embargo la difusión del conocimiento gerencial y de todo tipo y de las relaciones directas, amenazan también a estos intermediarios.

En la sociedad flexible las empresas se suponen creadas por la asociación de ahorristas con deseo de invertir, los que tienen ideas y los que poseen las habilidades de producción. Muchas personas de la asociación pueden estar en los tres grupos. Se supone que un sistema de información en que se registre la demanda, es decir pedidos de bienes y servicios por clientes indica también donde hacen falta inversión y empresas. La asociación puede contratar asesores en organización por el tiempo que los necesite. Lo mismo, puede contratar los constructores del capital (edificios, robots, maquinaria) reduciéndose luego a contratos de mantenimiento. La actual tendencia de las empresas a contratar los servicios temporales y ocasionales (outsourcing), que da más rendimiento que tener departamentos especiales para esos servicios, apunta en esa dirección. El ahorro de la gerencia parasitaria ha reducido los costos y ha producido desocupados. En una sociedad flexible tal gerencia no debería llegar a formarse. Las directivas o políticas de producción y ventas pueden ser dirigidas por un comité rotativo de la asociación de trabajadores e inversionistas. Es probable que las empresas muy grandes y “eternas” vayan desapareciendo ante redes y confederaciones de asociaciones productivas que pueden ser más dinámicas, cambiables y eficientes que las grandes empresas jerárquicas actuales (ver M. Porter []). Además la relación directa de productores y consumidores facilita y es facilitada por las técnicas de “producción a pedido” (“just in time”) que minimiza el gasto de almacenamiento y las pérdidas por mercancía “fría”.

En resumen se trata de que todo integrante de la sociedad sea un trabajador, ahorrista e inversionista interviniendo en grupos flexibles e intercomunicados para realizar tareas.

En lenguaje abstracto: en vez de los clásicos árboles u organigramas, la representación de los nuevos sistemas serían redes en las cuales se distinguen árboles situacionales cambiantes

 

4.1.3 Comerciantes: Son intermediarios entre los productores y los consumidores. Su habilidad consiste en detectar las necesidades y buscar los productores. Este servicio muy necesario actualmente por la ignorancia mutua de consumidores y productores (que a veces el comerciante fomenta para mantenerse como intermediario) encarece el costo para los consumidores y disminuye la ganancia de los productores.

Como su función depende de la información, en la sociedad flexible gran parte de ellos pueden ser sustituidos por la red informática (a la que habría que agregar las demandas individuales o colectivas) y empresas de transporte eficientes, lo que supone un ahorro muy grande en los costos. Agentes algorítmicos (programas de computadoras) dotados de capacidades de aprendizaje pueden ayudar a buscar proveedores y clientes adecuados. Esto podría complementarse con exhibiciones y ferias para los que gustan del aspecto festivo y social de las compras.

 

4.1.4 Abogados: Son intermediarios entre el conocimiento jurídico y los que necesitan de él para resolver conflictos o defender sus derechos. La complejidad de las leyes y el lenguaje especializado hacen del saber jurídico un área difícil de abordar para los no especialistas en el tema. Pocos autores han publicado obras para hacer comprensible el Derecho. Por lo demás el Derecho esta fuertemente afectado por el carácter jerárquico de las sociedades, pero en su enseñanza predomina una teoría pura que explícitamente descarta la consideración sociológica y ética de las leyes (ver Kelsen [1960]). La riqueza y el poder distorsionan fácilmente la aplicación de la justicia. Para una interesante discusión sobre las conexiones del derecho con la realidad social ver Levi Bruhl [] y Ripert y otros [1953].

En la sociedad flexible gran parte de las leyes actuales deben ser modificadas y este es un proceso largo y difícil por la necesidad de equilibrar la estabilidad con la flexibilidad de las leyes. El énfasis podría estar, como en el caso de la Medicina, en un “derecho preventivo”, poco desarrollado pues no da ganancias. Consistiría, en el caso de conflictos, en que las partes, con un asesoramiento adecuado, llegaran a un acuerdo. Un amplio archivo de casos y situaciones con sistemas de búsqueda eficientes, podría ser útil para inspirar esos acuerdos. Por otra parte las leyes actualizadas y su explicación deberían estar en la red de información. En el Derecho Penal debe apelarse más a los conocimientos psicológicos que, es de esperar, tendrán  más desarrollo en la sociedad flexible.

 

4.1.5 Sacerdotes: Son intermediarios entre el común de las gentes y lo trascendente que puede interpretarse como la divinidad, el sentido de la vida, naturaleza del espíritu, el amor, el sufrimiento y la muerte, los principios morales del comportamiento con los semejantes y los sentimientos místicos (una enumeración y discusión de estos problemas puede verse en el clásico texto de R. Otto [1950]) La humanidad ha gastado siempre una gran cantidad de recursos y ha generado muchos conflictos y solidaridades en la enseñanza e imposición de ideas sobre estos temas. Se han creado poderosas organizaciones para esos fines y muchas personas dedican su vida a actividades relacionadas.

Mientras que algunas religiones tienden a no sentirse agredidas porque haya gentes con otras creencias (como muchas formas del hinduismo y el budismo) otras, en especial las derivadas del Zoroastrimo, con su idea de la vida y el cosmos como una lucha del bien contra el mal. Estas son el judaísmo (para su influencia sobre el judaísmo (ver T. Ling [1968]), el mahometanismo, el cristianismo, y sus herejías laicas como el comunismo y los totalitarismos racistas.  Estas ponen a los infieles o excluidos como malvados que serán condenados y a veces dignos de ser despreciados, dominados o exterminados. Consultar al respecto sus libros básicos: La Biblia (en especial el Génesis y la Revelación) y el Corán  (ver en especial el Sura 3) aunque es cierto que, salvo la actual ola de fundamentalismo el Islam ha sido más tolerante con los infieles ([])

En la sociedad flexible se supone que la información y la comunicación global pueden fomentar la tolerancia entre creencias diversas y la pérdida del poder que actualmente ejercen los monopolistas de la cosmovisión verdadera, la ética, la trascendencia  y la salvación. 

Un caso especial son los santos y gurúes en auge en la sociedad actual. Suelen ser personas de gran religiosidad que han tenido experiencias místicas, reúnen discípulos y seguidores y predican formas de creer y vivir. Muchas veces organizan obras comunitarias de gran alcance o comunidades de creyentes que ensayan nuevas formas de vida.

Por supuesto que acciones y personas de esta clase deben ser compatibles y, en cierta etapa deseables, en la evolución hacia esa sociedad. Sin embargo están  contra la idea de que los líderes globales y permanentes son un peligro para la consideración básica de igualdad de los humanos. El que adora a una persona y se somete a sus directivas (no hay duda que muchas de estas personas son adoradas, dirigen sus empresas y atienden consultas de problemas personales) está renunciando a parte de su humanidad. No puede haber, en principio, problema si lo hacen voluntariamente, pero uno piensa en la “verdad” de este proceso, es decir en su desarrollo histórico. Tal vez Cristo (y Mahoma en su primera fase)  comenzó así y sus derivados históricos fueron nefastos: guerras, imposición, cruzadas, inquisición, terrorismo. Esto hace sospechar que había un “error” en su comienzo, y ese error es tal vez la renuncia que hacen los seguidores de un líder de su propio juicio y voluntad delegando su responsabilidad y sus decisiones en aquel. Mientras el líder vive y mantiene una actitud de amor y solidaridad el peligro está oculto. Pero al morir el líder sus sucesores (o él mismo si cambia su actitud) aparece la estructura de control, dominio, coerción, intolerancia. Es, en los términos de Toynbee, la transformación de minoría dirigente en minoría dominante. Los ejemplos históricos no dejan lugar a duda. La razón psicológica está en las tendencias de dominio y subordinación, pertenencia a bandos y temores existentes en los humanos, las cuales al parecer sólo se pueden superar entendiéndolas a fondo y comprendiendo sus consecuencias que perjudican a todos.               

 

4.1.6 Políticos: los políticos son intermediarios entre la población y sus intereses comunes. Su expresión actual en los sistemas capitalistas es, casi siempre, la democracia representativa en la cual los políticos son elegidos por la población por cierto período, administran los bienes públicos y mantienen a nivel aceptable los conflictos sociales. En el comunismo y el populismo la burocracia política y los líderes cumplen estas funciones. El problema es que los políticos adquieren y mantienen un monopolio de la información sobre el manejo de estos procesos, sobre todo en los detalles más concretos. Por ejemplo, poca gente lee la Ley de Presupuesto, pero si lo hace, aunque se entere de que se invierte una cierta suma en una obra pública, no sabe si esa cifra es justificada, a quienes realmente beneficia la obra, si la obra está justificada, como se asigna la obra a un contratista y muchos otros detalles. Aunque esto debería ser discutido en el Congreso por los representantes del pueblo, las complicidades y componendas entre estos y las mismas limitaciones de información y comunicación de una institución pequeña, hacen difícil el control popular. La política llega ser, según la expresión de Paul Valery el sistema “para que la gente no se meta en lo que le interesa”. La centralización política aleja los problemas de los interesados y afectados por ellos. Si se decide, por ejemplo, hacer un gran embalse para abastecer de agua y energía a una ciudad grande, la población directamente afectada por la inundación no participa en las decisiones y sus representantes, si los tiene, negocian su apoyo u oposición al proyecto con otros intereses. Los políticos más exitosos son personas que en sus declaraciones no están interesados en la verdad sino en el efecto político de las mismas. Este decir “lo que causa el efecto deseado en la audiencia” y no lo que ocurre realmente se vuelve en ellos un acto automático. 

Muchos de los defectos de la democracia representativa se resuelven por la descentralización tanto de la recolección de impuestos como del gasto público que acerca a los interesados a los políticos y permite un control más directo por las comunidades. En este sentido la descentralización política es un camino que se abre hacia la sociedad flexible. No es suficiente pero es necesario.

En la sociedad flexible, los políticos no existen como profesionales. Cuando una persona o grupo plantea un proyecto para solucionar un problema de interés colectivo sea una necesidad como la recolección de basura o la apertura de nuevas oportunidades como la construcción de un embalse, esto se comunica a las comunidades que pueden ser afectadas y beneficiadas. Se les informa sobre el proyecto y sobre los lugares donde se puede buscar información sobre asesores, proyectos análogos, detalles técnicos, resultados. Si el proyecto se aprueba, mediante un referendo en que se ha informado a la comunidad de todos los pro y contra, puede designarse una comisión que pase a dirigir la ejecución: financiación, créditos, contribuciones de la comunidad, impactos ambientales, contratación de técnicos de todos los niveles, ingeniería de detalle, plan de ejecución y actividades de implementación. Una descripción detallada de esas actividades, y de los logros y costos se mantiene al alcance de todos los miembros de la comunidad que pueden solicitar información adicional y, en caso de desacuerdo, llamar a una reunión amplia de los afectados y de la comisión para discutir los problemas y ratificar o cambiar las decisiones tomadas. Terminado el proyecto constructivo, la comisión, tal vez modificada, dejará, antes de disolverse, la descripción la operación permanente del sistema creado, mantenimiento y posibles cambios futuros para crear el organismo de manejo constituido, como casi todos los organismos duraderos de la sociedad flexible, preferiblemente con miembros de las comunidades interesadas, con cierto ritmo de renovación y rotación de las responsabilidades. La idea, comparando con el sistema actual, es no afectar una comunidad para beneficiar a otra y dejar los costos y responsabilidad del proyecto a la comunidad de los beneficiaros del mismo (y a veces los costos a comunidades no beneficiadas por el proyecto). La idea de comunidad afectada por un proyecto puede variar para los diferentes aspectos del mismo. La asignación de lugar de las instalaciones puede afectar a menos gente (por ruido o desechos sólidos) que los impactos ambientales globales

(humo, degradación de energía), donde debe participar una comunidad más amplia.

 

4.1.7 Planificadores. Los planificadores son intermediarios entre la especificación de las necesidades de un individuo o grupo y la realización del sistema que pueda satisfacer esas necesidades. En el sistema comunista forman un grupo muy poderoso. Como las necesidades pueden ordenarse pero no es posible construir un orden de prioridades satisfactorio para todos (ver Condorcet [1990] , Arrow [1963] ) y procesar encuestas de necesidades es muy complicado y crece con el tamaño de la sociedad, los planificadores centrales prefieren por simplicidad definir ellos mismos las prioridades de toda la población. Pues aún con esta simplificación la tarea de planificar una economía global es demasiado compleja. Se cometen errores de detalle que pueden tener consecuencias graves, hay sucesos imprevistos, hay productores que maniobran por fines personales, los hay que pasan información falsa, la burocracia política interfiere y pretende controlar a los planificadores. Además las necesidades de la gente son variadas, diferentes y cambiantes. El sistema es demasiado rígido para satisfacer todos esos requerimientos. No es raro pues que la planificación socialista haya fracasado. En los otros sistemas más liberales es, en general, ineficaz por las reacciones de los productores y consumidores privados y por el juego de intereses de grupos restringidos que buscan su beneficio. En general se cumplen sólo los planes que favorecen los intereses dominantes.

En la sociedad flexible el planificador es un asesor situacional, es una persona con práctica en asesorar en proyectos, descubrir interacciones entre este proyecto y otros sistemas naturales, artificiales o humanos y generar escenarios de las posibles consecuencias de las decisiones que se toman. Con la acumulación de información accesible a todos y la variedad de la práctica social de muchos miembros de la sociedad, el planificador general sería cada vez menos necesario y será sustituido por el asesor con experiencia práctica en lo que se necesite.

Cuando se diseña un sistema complejo es importante la previsión de fallas y catástrofes. Como la naturaleza de éstas puede ser imprevisible, conviene tener previstas redes de personas que detecten síntomas anómalos aunque sean débiles y organicen simulacros para entrenar a la comunidad. Es también importante realizar seminarios post-catástrofe.   Ver X. Guilhou y P.Lagadec [2002] que contiene ideas y ejemplos de sistemas flexibles relacionados con emergencias.

 

4.1.8 Banqueros: Son intermediarios entre los ahorristas y los que quieren invertir.

Es un típico intermediario que trabaja con la información, debe saber a quien prestar y qué tipos de depósitos buscar.

En la sociedad flexible pueden ser sustituidos por programas (agentes) que revisen la red informática buscando ofertas de dinero o demandas para  inversión con condiciones especificadas en una región especificada que puede ser muy amplia. Estos programas pueden ser usados directamente por los inversores y ahorristas.

La regulación de la masa monetaria puede requerir una institución que actúe con algoritmos bien definidos y conocidos por todos, los cuales, en base a un registro de la actividad económica agregada restrinja o expanda el crédito primario. Toda la información que maneje debe ser de dominio público.

 

4.1.9 Médicos: Son intermediarios entre los enfermos o personas que quieren mantener su salud y el conocimiento y equipo médico. Otros tienen habilidades que requieren un largo entrenamiento.

En el sistema capitalista los servicios médicos están casi siempre en manos de empresas privadas y esto origina serios problemas. La medicina es uno de los servicios que más se han encarecido en los últimos años (en EEUU el índice pasó de 34 en 1970 a 260 en el 2000, mientras el índice general fue de 38.8 a 172 en el mismo lapso) . La gente con recursos limitados puede morir por falta de servicios que existen pero son muy caros. Esto ha llevado a los gobiernos a instaurar sistemas para facilitar el acceso de todo el pueblo a los servicios médicos. Los trabajadores formales tienen seguros que pagan ellos con un aporte del gobierno y el empleador. Hay sistemas llenos de limitaciones como los de EEUU y otros altamente organizados y amplios como los de Francia, Suecia o Suiza. Tales servicios son una carga presupuestaria muy fuerte. En EEUU se han formado poderosas empresas de medicina que viven de los aportes de los seguros. Los médicos de las empresas están bajo una presión cruzada de no excederse en gastos y ser objetados por los seguros o de ser ahorrativos con peligros para el paciente y el ser despedidos por las empresas que los emplean cuando estas requieren más ingresos. La medicina preventiva a cargo de los posibles enfermos está muy descuidada pues, por ahora, que la gente evite enfermedades no es un negocio, mientras que la curación sí lo es y la gente está dispuesta a pagar lo que le pidan. En gran parte la difusión de la medicina preventiva está relegada a consejos accidentales de algunos médicos filantrópicos, manuales de medicina casera o consejos de revistas.

 

En los sistemas comunistas los servicios médicos han sido siempre totalmente gratuitos. Su calidad varía con el sistema y casi nunca tienen los equipos sofisticados de los países desarrollados capitalistas, donde muchos servicios son accesibles sólo a altos costos. Pero en general su personal concentra a gente muy dedicada y consciente. Increíblemente, salvo tal vez en China, la medicina preventiva no recibe el apoyo que podría tener.

En la sociedad flexible el énfasis primordial está en la prevención de la enfermedad a cargo del interesado, sus allegados y consejeros pagados por los Organismos de Redistribución (ver más adelante). Los consejeros que visiten las familias pueden  necesarios para detectar enfermedades contagiosas y para aconsejar, ya que  la gente, por el propio temor a declararse enferma, suele ser reacia a cuidar su propia salud. El sistema de información (red, revistas, libros) proporciona información amplia y gratuita sobre el cuidado de la salud y el tratamiento de enfermedades simples. Los hospitales son mantenidos por las comunidades y ayudados por los Organismos de Redistribución. El personal paramédico de los hospitales se podría rotar a cierto ritmo entre los miembros de la comunidad de manera que todos adquieran cierta práctica en el tratamiento de enfermedades. El conocimiento médico especializado se adquiere como el otro conocimiento, y por la práctica médica y paramédica en los hospitales. La práctica privada de la medicina no está prohibida pero podría estar sujeta a inspección de los consejeros sanitarios.

 

 

4.2 Instituciones de la sociedad flexible.

 

4.2.1 Organismo facilitador, redistribución y administración de la participación.

En las sociedades jerárquicas el organismo principal de redistribución es el estado, que colecta impuestos y los utiliza para hacer obras públicas y prestar servicios de interés general. La forma de hacerlo es tan indirecta y tiene tantos intermediarios (funcionarios, políticos, contratistas, inspectores, gestores de intereses particulares, medios de comunicación social) que es muy difícil encontrar una relación significativa entre los que aportan los impuestos y los que requieren los bienes y servicios. El estado que realiza aquellas funciones se transforma en la mayor fuente de poder y jerarquía, junto con la riqueza. Evitar la corrupción y el tráfico de influencias en un sistema tan indirecto se hace poco menos que imposible.

En la sociedad flexible las relaciones se pueden hacer más directas mediante una descentralización en la recolección de impuestos y con la especificación de su destino. Como en otros casos para cada impuesto se especificaría la comunidad que va a recibir las consecuencias y los beneficios de los bienes y servicios y se le cobran a esa comunidad. Con buenas bases de datos no es demasiado complicado.

En casos en que un organismo permanente de atención de necesidades comunes sea indispensable se mantendría, mientras fuera necesario, un organismo facilitador de redistribución, esto es, un cuerpo que recibe donaciones y pagos por el uso de algunas instalaciones y lo reparte para facilitar ciertas actividades de utilidad general, en particular investigaciones y vigilancia. Les es posible proponer impuestos temporales para fines declarados. Lo designan las comunidades entre personas que se han distinguido por su capacidad de coordinar actividades, honestidad, prudencia y poco apego al poder. Los miembros se podrían rotar en la presidencia y renovarse por partes.

En cuanto a la función, actualmente del estado, de recibir propuestas de proyectos, investigar las comunidades involucradas, organizar referendos para aprobarlos o descartarlos y publicar los resultados, pueden exigir una institución permanente. Si así resulta ser, debe pensarse en un grupo con atribuciones  bien delimitadas y miembros elegidos por la comunidad que se renovarían periódicamente. 

 

4.2.2 Justicia 

La justicia está formada por jueces elegidos por las comunidades. Se encargan de  tomar decisiones en conflictos cuando todos los intentos de arreglos directos entre las partes son imposibles. Se asesoran con miembros de la comunidad, juicios públicos, jurados, psicólogos y un amplio registro de casos juzgados. El sistema de vigilancia policial para impedir o detectar actos delictivos comunes debe ser un equipo rotativo, que puede buscar asesores expertos en casos de investigación. Se espera que la colaboración de toda la sociedad en evitar casos extremos minimice la necesidad de estas organizaciones.

 

4.2.3 Mercado y dinero. Son dos aspectos heredados del capitalismo y sistemas mercantiles que son muy difíciles de sustituir, por lo menos en los comienzos de la sociedad flexible. Deben ser desactivados de sus efectos jerárquicos mediante la información y la observación de su evolución. Los actuales sistemas de información y comunicación, en especial la red informática, pueden llevar cerca del ideal de un mercado de información perfecta al acercar productores y consumidores, ahorristas e inversionistas y consumidores y a los productores entre ellos mismos. Los efectos de monopolio, manipulación de la oferta y la demanda y engaño publicitario, podrían minimizarse con la información y comunicación directa entre los interesados.

 El dinero como equivalente general de intercambio y sistema de información de bienes y servicios sociales producidos, es un instrumento imperfecto. Los sistemas comunistas han aportado poco. Los primeros ensayos de eliminar el dinero fracasaron. En Cuba el dinero perdió mucha de su importancia al establecerse el sistema de racionamiento, pero este es muy rígido, no estimula la productividad y, a pesar de sus 40 años, siempre fue considerado como transitorio y desagradable. Para la distribución de artículos importados se estableció, en cada unidad productiva una contabilidad de “méritos y deméritos ” que tenía aspectos interesantes pero nunca se perfeccionó. Todas las economías comunistas evolucionaron hacia el sistema de salarios como medida de la contribución individual a la producción social. Al mantenerse una rígida división del trabajo, la jerarquía de la burocracia planificadora y política y su fundamento: la desigualdad de información, el dinero fue adquiriendo un predominio semejante al del capitalismo.

En la sociedad flexible debe buscarse la compensación a la desigualdad producida por la acumulación de riqueza sin caer en una burocracia distributiva como la del populismo o el comunismo. En el sistema capitalista se han mantenido o desarrollado muchas instituciones: economía doméstica, cultivos urbanos en el domicilio, fundaciones, organizaciones y asociaciones sin fines de lucro, cooperativas de producción y consumo, comunidades agro-industriales, redes de empresas. Muchas de ellas limitan algunas de las características más jerarquizantes del dinero y pueden adoptarse en la sociedad flexible.

 

4.2.4 Herramientas sociales y experimentación social.

La sociedad flexible dispone de muchas herramientas de un gran potencial: la red informática, las bases y bancos de datos públicos, los modelos de simulación, los modelos juego, la  construcción y análisis de escenarios, la dinámica de grupos, pueden ser utilizados para soportar decisiones de individuos o grupos y para prever consecuencias de esas decisiones.

Por otra parte, la experimentación que con tanto éxito se ha usado en la ciencia, no se ha usado en la sociedad que se ha aferrado a seguir siempre los caminos tradicionales y tratar de cambiarlos mediante conflictos. Un principio fundamental de la sociedad flexible es el de la proliferación y experimentación social: estimular los proyectos de creación de comunidades que ensayen diferentes formas de vivir informando sobre sus resultados y permitiendo la observación. Es también importante permitir la conservación de formas de vivir tradicionales, incluyendo culturas pre-industriales siempre que no impongan coerción sobre los individuos. El flujo de información desde estos ensayos y las formas más usuales de la sociedad garantizarían el beneficio mutuo de las sociedades e impedirían el error de encaminar a todos los humanos en procesos sociales rígidos sin salida o en estancamientos en óptimos locales. Además, la posibilidad de los individuos de retirarse a organizar otras formas de vida sería un obstáculo para la formación de comunidades que presionaran demasiado sobre los individuos.

 

4.2.5 Investigación científica y humanística.

La  comunidad científica internacional ha llegado a establecer (a pesar de ciertos sesgos que podrían eliminarse) un equilibrio adecuado entre competencia y colaboración. Sería interesante estudiar como este mecanismo puede transferirse a otras áreas de la actividad humana. El problema es el financiamiento de la ciencia y decidir quienes tienen derecho a utilizar sus resultados con fines propios. Hay empresas científicas, como los viajes espaciales, estudios biológicos, ambientales, de ciencias de la Tierra, de Cosmología, y, en el futuro, de Sicología y Sociología, que requieren grandes recursos, no tienen una retribución inmediata para que se financien con iniciativas privadas en busca de beneficios y muchos de sus resultados deberían ser compartidos por toda la humanidad o un amplio sector de la misma. Una solución puede hacerse por un entendimiento entre las comunidades a nivel mundial y la contribución de todas, según sus recursos, en proyectos declarados a todos los contribuyentes.  Un problema es la dificultad en subvencionar la ciencia (ver C. Domingo [1985]). La ciencia exploratoria (arquetipo: Leonardo Da Vinci) es difícil de subvencionar por lo indeterminado de sus proyectos y el carácter errático de sus científicos. La ciencia creadora de grandes síntesis (arquetipo: Newton o Darwin) por la larga duración y maduración requerida y por lo discutible de sus proyectos desde el punto de vista de la comunidad científica. Sólo es fácil subvencionar la ciencia normal que explota, sin cuestionar,  los paradigmas existentes buscando solución de enigmas y problemas prácticos (ver Kuhn [1961] para una discusión de ésta). Es de esperar, por lo dicho sobre la educación en la posible sociedad no jerárquica, que en el futuro se vayan reduciendo las diferencias entre estos tipos de ciencia. Una enseñanza libre de dogmas puede hacer que la exploración se considere un aspecto normal de todo proyecto científico y que la enseñanza crítica e histórica de las grandes teorías y la discusión continua de alternativas hagan menos costoso y traumático el cambio de paradigmas. Pero de todos modos, la sociedad debe ser consciente de que debe contribuir (como opina mi amigo Juan Puig) con un aporte a proyectos “de alto riesgo”. El apoyo a los estudios humanísticos teóricos como la Filosofía son menos costosos y pueden encuadrarse dentro de las ideas citadas. Es también posible que reconocida la gran importancia de estas investigaciones se formen sociedades sin fines de lucro para ayudarlas.

 

4.2.6 Descubrimientos, inventos, propiedad intelectual. (se agregará en breve)

 

 

4.2.7 El individuo flexible

Un individuo en la sociedad flexible podría tener varias profesiones y un conocimiento universal de la sociedad en que vive en toda su diversidad cultural. Esto se puede alcanzar por un cambio en los medios educativos que evolucionen desde el problema de interés inmediato a la paulatina generalización y por la apertura general de la información.. Debe ser totalmente consciente del dilema del prisionero, de los peligros de rigidización de la instituciones, los roles y las creencias. Debe estar continuamente alerta de las consecuencias de sus decisiones, pero sin temor al riesgo y al cambio. Se puede pensar en él como un consumidor, productor e inversionista de sus ahorros. Científico, artista, capaz de socializar y de retirarse a meditar, competitivo y colaborador, abierto al misterio, lo desconocido y la trascendencia.

 

4.2.8 El orden social. Toda sociedad, por flexible y dinámica que sea requiere un cierto grado de estabilidad o regulación para no colapsar en el caos. El control se hace en la sociedad jerárquica por represión e ideología. Estas tienden a unificar e igualar a la gente para facilitar el control. Son buenas para ganar adeptos y dividir a la gente en bandos antagónicos, pero no para desarrollar una sociedad que acepte todas las complejidades del comportamiento y las relaciones humanas. A este respecto es ilustrativa la llamada ley de Ashby o de la variedad requerida de la Teoría de Sistemas [Ver Ashby, 1963]. Esta ley, omitiendo su expresión y demostración matemática dice que: “el mecanismo regulador de un sistema debe tener más variedad a medida que el sistema regulado es más complejo y diverso.” Podemos limitar la tendencia de un niño a jugar con fuego poniendo fuera de su alcance todo lo que pueda producir fuego (simplificación del comportamiento) o bien creando en él, mediante ejemplos y enseñanzas, las ideas de como manejar el fuego con seguridad y de las consecuencias del uso incorrecto (sofisticación del control). La solución restrictiva no le enseña nada ni lo protege para una exposición accidental al fuego. Desgraciadamente para los ideólogos simplificadores, la naturaleza humana es irreductiblemente compleja, variada y creativa. Un sistema regulado por ideologías lleva a la rigidez, la disidencia, el conflicto y la ruptura del sistema de control. Es por eso que en las proposiciones de este texto no se presentan ideologías generales ni utopías, sino que se dan sugerencias y describen posibilidades para que las comunidades realicen el sistema que más se acomoda a la voluntad de sus integrantes. Recordamos que la ley de Ashby es una ley para la estabilización de los sistemas simplemente cibernéticos, no de los sistemas flexibles que generan y cambian sus propias leyes (las leyes regulan el funcionamiento pero este continuamente genera nuevas leyes en una serie de procesos ascendentes y descendentes que se mencionan más adelante). Pero la mencionada ley de Ashby es importante en la fase de establecimiento de regulaciones (proceso descendente) para minimizar sus aspectos simplificativos.

 

4.3 Etnias no industriales.

Estas sociedades, que no han producido sistemas con civilización (estados con gobierno, ciudades, ejércitos, cárceles, etc) han quedado atrapadas dentro del sistema de naciones y se tiende a su exterminación física o como culturas. En un sistema flexible de comunidades no presentan en principio problemas. Son comunidades entre otras y sus problemas deben ser resueltos por consenso y respeto mutuo cuando tratan con otras comunidades. El problema es la transición pues mientras perdura la sociedad jerárquica pueden desaparecer, lo cual, aparte de ser un crimen que afectaría a los responsables (ver principio de Toynbee), sería una pérdida irremediable de variedad. Es indudable que debe respetarse su autonomía y territorio, pero se debe permitir a sus miembros a que se enteren de lo que pasa en las otras sociedades. Las negociaciones con las sociedades industriales (por ejemplo para explotación de recursos o problemas jurídicos) deberían hacerse con gran cuidado e información mutua completa. En caso de duda no intervenir es la regla.

 

4.4 Recursos naturales. La existencia de recursos naturales necesarios a comunidades pero que se encuentran desigualmente distribuidos presentan un problema especial entre los que viven en la zona con los recursos y los que los necesitan y no los tienen. En la sociedad actual el problema se ha tratado, según los casos, por conflictos violentos de apropiación o por el pago de una renta a los poseedores del recurso que obtienen con poco trabajo una riqueza que no han producido. Esto origina conflictos entre el propietario de los recursos, el explotador, el consumidor y los gobiernos (Ver B. Mommer [2002] para el caso del petróleo) y provoca deformaciones socioeconómicas en los receptores de la renta (ver Grupo GIEV [1999] y T. Karl [1997]. Las comunidades deberían llegar a un acuerdo directo sin los intermediarios (explotadores y gobiernos) en que los que necesitan el recurso aportaran para solucionar los efectos nocivos de la explotación y repartir con los poseedores del recurso los beneficios mutuos que trae la explotación. Los poseedores deberían recibir lo que corresponde al trabajo que aportan y compensación por perturbaciones en el medio ambiente natural y artificial. La discusión de costos de oportunidad de las explotaciones debe hacerse con todos los involucrados.

 

5. LA TRANSICIÓN.  ¿QUE HACER YA?.

Un problema difícil es ver como se puede pasar de las sociedades actuales a la sociedad flexible.

Hemos trabajado mucho sobre la formación y cambio de las estructuras (Ver Domingo 1975, Domingo y Tonella 2000). Nuestra idea principal es que las estructuras se forman y evolucionan por la conjugación de procesos ascendentes, en que partes aisladas se ensamblan en un todo y procesos descendentes en que el todo organiza las partes sin provocar restricciones desestabilizadoras. Un predominio excesivo de la independencia de las partes lleva al caos. El dominio excesivo del todo sobre las partes lleva a la rigidez. La cual lleva a un cambio revolucionario, y al círculo vicioso de sistemas rígidos y revoluciones violentas destructivas

Una de las primeras cuestiones es preguntarse si el cambio debe ser revolucionario o evolutivo y gradual.

 

5.1 El cambio revolucionario. El argumento a favor de este proceso es que un cambio de gran magnitud afecta muchos intereses y originaría fuertes resistencias. Es pues necesario establecer un poder fuerte para hacer el cambio. Una vez establecida firmemente la nueva estructura no jerárquica, se arguye,  el poder ya no sería necesario. El problema es que excepto en algunos casos de emergencias pasajeras, un gobierno poderoso no cede poder y menos aún, se suicida eliminándose como poder. A una revolución le sigue un sistema autoritario persistente (ver los casos de Napoleón, Stalin, Mao Tse Kung, Fidel Castro, y la mayoría de los sistemas populistas) aún cuando la clase social con los anteriores privilegiados haya sido liquidada. En general aparece una nueva clase de privilegiados que, a corto o largo plazo exige una nueva revolución. La historia aparece así como una “sucesión de elites” Pareto [1916]. En muchos casos el carácter autoritario del gobierno revolucionario se origina en características del partido revolucionario que ha luchado en la ilegalidad volviéndose autoritario y centralizado (ver Lenin [1902, 1903] , Rosa Luxemburg [1904] para una famosa polémica al respecto)

La sociedad flexible intenta acabar con la alternación de autoritarismos y revoluciones con la cual poco se progresa y a veces se retrocede en la evolución hacia una sociedad más justa. Y esto con lo costoso que son ambos procesos en destrucción de vidas, recursos y esperanzas y en la generación de antagonismos persistentes. La transformación social, como la disolución de la sociedad feudal y la implantación de la industrial fue un avance gradual, geográficamente heterogéneo y con ensayos y errores. Cuando hubo revoluciones es difícil probar que estas hayan contribuido al progreso Ver L. Mendieta [1959] que señala algunos elementos de progreso en ciertos casos, pero es difícil decir si han sido mejores que alternativas evolutivas. Para un ejemplo de fanatismo revolucionario basta mencionar lo ocurrido en Rusia en 1917. Lenin asumió el poder y las fábricas fueron tomadas por los obreros. No pudieron hacerlas funcionar. En el campo los campesinos ocultaban sus cosechas. Miles de personas morían de hambre. Lenin, revolucionario pero algo sensible ante el sufrimiento del pueblo y asustado por los levantamientos campesinos y rurales, dió un paso atrás. Permitió la propiedad privada, el contrato de asalariados y la comercialización libre de muchos productos. La economía se recuperó rápidamente y mejoró el nivel de vida. Stalin, que se fue imponiendo como el líder después de la muerte de Lenin en 1924, ante el resurgimiento de campesinos ricos restauró a la fuerza la colectivización en 1928. Millones de personas fueron perseguidas, deportadas, enviadas a campos de trabajos forzados en Siberia, ver Hellman y otros [1979]. Esto prueba como, para un revolucionario, millones de muertos no significan mucho cuando se trata de salvar su poder y los ideales de cambio social que se han apoderado de su cabeza. El resultado es que 64 años después Rusia tuvo que emprender el duro camino de volver al capitalismo que como ya hemos discutido, no resuelve los problemas sociales básicos.

De todos modos no se puede pensar que la sociedad flexible basada en el consenso se imponga por la acción revolucionaria de una minoría.

 

5.2 El cambio evolutivo.

La transformación de la sociedad actual en una sociedad no jerárquica se hace posible (no inevitable) por el aumento constante y global de la información y la eliminación gradual de las diferencias de información y educación. . Desde que comienza la historia estas diferencias han ido, en líneas generales, disminuyendo o por lo menos, cada vez ha habido más dificultad en conservarlas. Hace doscientos años sólo una parte insignificante de la humanidad sabía leer. Hoy la alfabetización supera al 70% y el número de bibliotecas, escuelas, libros publicados, revistas y periódicos es inmenso. La radio, TV y ahora la Internet que permite el flujo de información en todos los sentidos, han ampliado la información que tiene el mundo de sí mismo. Todos los sistemas de gobierno democráticos o dictatoriales impulsan la alfabetización obligatoria como medio de lograr sus fines. Algunos han cavado con esto su propia fosa, como la Unión Soviética.

Mucha de la información es desordenada, falsa o controlada, pero cada vez es más    

difícil controlarla. Y esto da la base para creer en la posibilidad de una sociedad flexible y no jerárquica basada en el conocimiento. ¿Puede llevar la información e instrucción generalizada a una sociedad no jerárquica?

La sociedad flexible se caracterizaría por un acceso de todas las personas a la información que pueda interesarles. La red internacional puede ser una herramienta poderosa. En la Web cada ciudadano podría, ahora mismo, ver los currículos de todos los funcionarios y profesionales y corroborar muchos de estos datos mediante buscadores diversos, conseguir asesoramiento, leer las leyes, informes de los bienes públicos existentes y en construcción explicados de forma didáctica, tener acceso a la descripción de bienes y servicios en venta, así como las opiniones de los usuarios de los mismos, sean estos de salud, enseñanza o diversión. Habría informes para inversión, para oferta y solicitud de bienes y servicios. Textos de todas clases, música y obras plásticas ya están en la red y continuará su acumulación. Sería cada vez más importante organizar y hacer accesible e inteligible toda esta información para toda la población. Naturalmente la red debería descentralizarse pero manteniendo la interconexión global, y es indispensable defender el acceso universal no controlado por los gobiernos.

El activismo político a favor de la sociedad flexible no puede consistir en la organización de partidos que por lo general se apoyan en inmadurez y conflictos psíquicos de los “activistas”  se elitizan y burocratizan rápidamente y se vuelven intermediarios entre las personas y sus intereses comunes. Deberían basarse en la acción individual por ordenar y hacer accesible la información y el conocimiento y comunicación entre la gente, para ampliarlo entre todos y lograr que tratemos nuestros problemas directamente y por asociaciones voluntarias. Las cátedras de la educación formal y los medios de comunicación masivos, aunque son instituciones de la sociedad jerárquica pueden emplearse para discutir los principios de la sociedad flexible. En la casi obligada acción política se pueden apoyar, sin comprometerse, los partidos, sistemas o candidatos que permitan mayor libertad, diversidad, completitud y participación indiscriminada en la información, la educación y la toma de decisiones. La elección de representantes debe ser menos importante que las consultas populares o  referendos. El mejor representante es el que informa y consulta a las comunidades. Las actividades de oposición deben evitar la violencia: demostraciones, comunicación con contenido educativo e información verdadera y usando todos los medios, resistencia pasiva, son los procesos por los cuales se pueden conseguir transformaciones irreversibles sin entrar en el círculo vicioso de las intransigencias. El que revela secretos y denuncia ocultaciones sobre asuntos de interés público, el que hace accesible el aprendizaje, informa a unos sobre la manera de pensar de otros, o después de haber liderizado a un grupo en la solución de un problema ayuda su propia anulación como intermediario, es un activista de la sociedad no jerárquica. No se excluye la formación de organizaciones para difundir tales procesos, pero se debe estar consciente en todo momento que deben ser provisorias, variables, abiertas y sin intermediarios internos, a imagen de la sociedad que predican. Las mencionadas sociedades de Suiza, Suecia y Finlandia han resuelto muchos de sus problemas por consenso y, aunque persiste una desigualdad demasiado grande de ingresos, sus ensayos son de gran valor para la sociedad flexible e indican su viabilidad.

 

 

 

5.3 Problemas para la transición. (incompleto)

Hay todavía inmensos problemas. La división del mundo en culturas, lenguajes, bloques y naciones y etnias, la concentración del poder económico y político en unos pocos privilegiados, los conflictos étnicos aprovechados y azuzados por buscadores de poder, nuevas tendencias imperiales, las instituciones que controlan comunidades, pueden parecer  dificultades insalvables. No trataremos aquí todos esos problemas. El principio general es que las diferencias culturales y étnicas deben ser respetadas como valiosos elementos de la diversidad social. Pero no se debe restringir (y en principio no se puede) la información mutua que permita a cada una informarse y modificarse aprovechando elementos de las otras, lo cual favorecería la diversidad y la proliferación de sistemas culturales. Es también claro que las naciones o bloques deben adquirir desarrollo, es decir flexibilidad y autonomía tecnológica, económica y financiera antes de la inevitable eliminación de las naciones en una comunidad mundial que se debe tratar que se haga por consenso. La unión por imposición sólo llevaría a nuevos conflictos y a una larga demora en el establecimiento de una sociedad flexible. Pero la idea de que debemos pasar del fortalecimiento de las naciones a la de los bloques y de ahí a la sociedad mundial es también un supuesto preconcebido e inflexible. El actual estado de las comunicaciones, la información y el transporte puede hacer posible que dos comunidades de países y culturas diferentes puedan colaborar y entenderse provechosamente en lo referente a algunos problemas concretos. Y, por otra parte acuerdos internacionales de aspecto globalizante, como el de construcción por consenso y difusión de un lenguaje universal (sin abandonar los lenguajes locales) pueden ser factores altamente positivos para el desarrollo de una sociedad flexible.

Si analizamos las fortalezas de la jerarquía: conflictos y concentración de poder y riqueza,  encontraremos que su base más sólida son las barreras de información y comunicación. El conocimiento generalizado es lo que puede llevar a la superación de estos fantasmas.

 

                                                                                            Carlos Domingo 2002-3

                                                                                             carlosd@ula.ve         

                                                             http://afrodita.faces.ula.ve/CarlosDomingo

 

 

 

                                         BIBLIOGRAFIA

 

Adelman I, Yeldan E. [2000] Is this the end of economic development?. Structural Change 

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Notas:

1..Vino nuevo en odres viejos.

2..Tendencia imperial: carácter personalista e institucional (senado romano, parlamento inglés, carácter belicoso de la población, golpes exteriores, experiencia social, la expansión comercial de Rusia e Inglaterra, China: Chan-Kuo)

3.. Resumen histórico de la jerarquía

4..Resumen del cambio estructural.

5..Agregar notas