LA SOCIEDAD FLEXIBLE
NO JERARQUICA
Carlos Domingo
(versión preliminar)
En este ensayo se proponen lineamientos para una sociedad
alternativa a las sociedades jerárquicas actuales. Su objetivo es señalar posibilidades más que
pretender la inútil tarea de describir una utopía completa y cerrada. La
sociedad flexible sólo puede ser la obra consciente de todos. Aunque se
consideró necesario hacer una descripción de los sistemas actuales se
pretende más bien animar a la discusión de estos importantes temas destacando
la pluralidad de posibilidades y dejando de lado las discusiones críticas
desde posiciones tomadas que caracterizan el actual debate social. Creo que tener idea de una sociedad futura es esencial
para adoptar posiciones políticas en el presente. Muchas de las acciones a
las que incitan los políticos son meras reacciones a situaciones presentes,
lo cual es una forma usual de manipulación. Cuando se propone una acción
política y no se declara que tipo de sociedad se quiere alcanzar se excluye a
los que se pretende liderizar de la discusión sobre las políticas inmediatas
a tomar. El líder sabe o aparenta saber el secreto de “adonde vamos” sin
declararlo con claridad, y urge a sus seguidores a tomar actitudes “aquí y ahora”
para llegar una “sociedad justa” no bien especificada, con lo cual los tiene
siempre a su disposición. Creemos que en el futuro, dado el crecimiento de la
información, el conocimiento y la libertad, cada vez menos gente caerá en
esta trampa. En
1980 publiqué una breve historia de las sociedades jerárquicas puede ser una
introducción conveniente al siguiente texto. Ver C.Domingo [1980].
El
siglo XX llegó a su fin con el fracaso de varios intentos de organizar la
sociedad industrial: el capitalismo, el totalitarismo, el comunismo, el
populismo. Hay diversos tipos de estas sociedades. No entraremos en una
discusión detallada de estos sistemas. Baste una somera descripción de su
naturaleza en su forma actual, sus méritos y defectos para que puedan ser
comparadas con la sociedad flexible propuesta. Vale la pena acotar que esos
tipos de sociedad son los aún vigentes aunque no han podido resolver los
problemas sociales y ecológicos que nos afectan. Su excusa para explicar
porque no se han resuelto, aparte de acusarse unos a otros de perturbación,
es que no han tenido tiempo de “educar a la gente ” para que comprenda que
debe aceptar el sistema vigente como “única alternativa”. Es decir el sistema
ya está definido y sólo hace falta que la gente se adapte a él. En este
trabajo tratamos de indagar como, la propia sociedad en su conjunto,
puede ir definiendo un sistema o una pluralidad de organizaciones con un
grado alto de flexibilidad en que pueda vivir con un mínimo de sufrimiento y
conflicto destructivo, pensando además en las futuras generaciones. Cuando
proponemos medidas concretas usando, para abreviar, un lenguaje imperativo,
no es para predicar su adopción, abrogándonos el derecho de educadores de la
sociedad, sino para sugerir que muchos de los problemas que nos aquejan podrían ser resueltos por
otras vías, es decir, mostrar que hay alternativas acordes con un sistema
flexible. 1.1 Capitalismo. La
base de este sistema es la propiedad privada de los medios de producción,
incluidos los recursos naturales, y el comando de la producción (qué se
produce, cómo se produce y como se distribuye el valor generado) por los
propietarios de los medios, del capital . Ver Marx [1867] M.Weber [1947] . Su
expresión organizativa es la estricta jerarquía dentro de las empresas. La
relación entre empresarios se hace mediante el mercado y por luchas y
acuerdos entre individuos o grupos económicos. Los dueños del capital
alquilan la fuerza de trabajo, generalmente de los que no tienen capital, en
un mercado de trabajo. Ciertas medidas estatales tratan de
fomentar un clima de competencia pero ciertos acuerdos y las ayudas estatales
minimizan las guerras de precios y las quiebras de las grandes empresas sin
evitarlas del todo. La adaptación de la oferta a la demanda se realiza por el mercado. Pero debe
recordarse que la demanda depende de una distribución desigual del ingreso.
La producción se ajusta a los tipos y cantidades de esta demanda. El
capitalismo tiene en general una enorme capacidad para optimizar los procesos
productivos, aprovechar recursos, crear nuevos productos, descubrir y hasta
inventar nuevas necesidades humanas desarrollando medios para
satisfacerlas. En
los países capitalistas más desarrollados hay basdtante libertad de
expresión. Aunque los medios están casi siempre controlados por grandes
empresas y hay bastante sesgo en la interpretación de la información, se
pueden predicar toda clase de ideas, publicar toda clase de libros y los
ciudadanos se informan bastante bien de lo que ocurre en el mundo y pueden
enterarse de la historia en los libros si se empeñan en hacerlo. La
comunicación directa entre los individuos está poco controlada y se expande
por teléfonos, correos y la red informática. Su profusión y variedad misma
dificulta el control por los gobiernos y las grandes empresas. La libertad de
movilidad dentro y fuera del país es legalmente grande, limitada por los
costos. Una proliferación de organizaciones estatales, empresariales y sin
fines de lucro compensa en parte esta limitación. Por
otra parte los manejos dentro de las empresas: planes, diseños, estrategias,
maniobras, son secretos, aunque su naturaleza trasciende a través de
publicaciones, revelaciones y escándalos. Sus
problemas esenciales son: no asegurar a todos el acceso a lo producido, en
particular no lograr pleno empleo, no tener en cuenta el deterioro del medio
ambiente, monetizar todos los aspectos de la actividad humana, lo cual limita
la plena expresión de iniciativas y actividades de mucha gente y una
trivialización de gran parte de la información por el cine, la TV y los
periódicos que compensa en parte los efectos explosivos de la información.
Aunque teóricamente todos pueden tener acceso a la propiedad de los medios de
producción, una diferencia inicial de recursos, aptitudes y actitudes produce
diferencias de riqueza e información que se realimentan mutuamente
dando lugar a enormes diferencias de riqueza que tienden a crear diferencias
de oportunidades y poder (Thurov [1975] , [2001]) . Una violenta crítica al
sistema se halla en Mészáros [1995] que defiende la alternativa socialista
revolucionaria sin concretar su implementación, de la cual no puede dar
ejemplos, ya que supone que los comunismos actuales y pasados son formas
postcapitalistas no socialistas. Cuando habla del posible sistema futuro
Mészáros es sumamente vago, diciendo que la producción debe estar dirigida
por los “productores asociados”, sin especificar que es esto o al menos, como
se hace en este trabajo, indicar posibles implementaciones de ciertos
aspectos del sistema. No es posible pedirle a la humanidad que haga una
revolución, costosa en vidas y recursos,
en nombre de tales vaguedades. Ver también Lenin [1917] para una
discusión de la posible transición a una sociedad socialista donde se ve la
vaguedad y pobreza de la transición propuesta, en el fondo una repetición de
las medidas declaradas en la Comuna de París en 1870. La
confianza y recompensa a la iniciativa y la inventiva privadas, el permitir,
aunque a veces sea sólo en el papel, a cada individuo hacerse cargo de su
vida, la pluralidad de poderes, la libertad individual y la información
libre, son los aspectos positivos de la democracia capitalista. En países
como Suecia, Suiza y Finlandia, aunque persisten grandes diferencias de
riqueza se ha logrado eliminar la pobreza y hay una amplia participación de
todos los ciudadanos en las decisiones públicas y un alto grado de libertad
individual con el consiguiente desarrollo de la madurez sicológica, las
iniciativas individuales y la diversidad de proyectos de vida. Las tendencias
egoístas que exalta el capitalismo son en gran parte compensadas por
organizaciones estatales y privadas sin fines de lucro que solucionan
problemas sociales y económicos individuales y dan curso a las tendencias
solidarias de los seres humanos. En general el capitalismo, a pesar de sus
graves defectos que hacen que haya fracasado en formar una sociedad justa y
aceptable para todos, ha demostrado una gran capacidad de diversidad y
transformación que le ha permitido una larga subsistencia y parece de los
sistemas ensayados hasta ahora el que más puede avanzar hacia una sociedad no
jerárquica. Consideraremos dos variantes de este sistema. 1.1.2 Capitalismo estricto. Calificado como “capitalismo salvaje” o
“turbocapitalismo” (Luttwak [1998]). Se caracteriza por una libertad muy
grande para la acción del capital, un mercado de trabajo sin restricciones
para el empleador, un control mínimo de la producción por el estado y la
“capitalización” y monetización de casi todas las actividades. El
ejemplo típico es Estados Unidos. Esta nación se formó originalmente por
emigrantes en busca de libertad religiosa y libertad de acción, de seguridad
y acceso a recursos naturales que permitieran el desarrollo de sus iniciativas.
Predominaba la religión protestante, que tiende a valorar el trabajo y ver el
éxito como un signo de aprobación divina. Destruyeron o arrinconaron a la
esparcida población nativa, lo cual dejó un rasgo de racismo y solución
violenta de los problemas por medio de la superioridad técnica. Esto ha
tenido graves consecuencias en sus relaciones internacionales. Luego entraron
inmigrantes europeos, chinos y latinoamericanos en busca de trabajo y deseo
de hacerse un buen nivel de vida con su propio esfuerzo. Tempranamente,
especialmente en el Sur, se importaron esclavos para las plantaciones
estableciéndose un sistema capitalista esclavista. Costó una mortífera lucha
su eliminación y la concesión formal de derechos igualitarios. Dejo un sector
importante de población negra (12% del total) que ha tenido que luchar hasta
la fecha para lograr reconocimiento de sus derechos y cierta igualdad de
oportunidades. La obsesión por la seguridad ha fomentado un crecimiento
desmesurado del poder militar que ha fortalecido un enorme complejo
militar-industrial e intervenciones militares en países presuntamente
agresores o amenazantes. Si bien su colonialismo ha sido moderado (si se lo
compara con los países europeos) su actitud imperial le ha ganado odio, no
desprovisto de envidia, en muchos países. Hay que reconocer que la mayoría de
sus ciudadanos no tienen actitud colonialista, ni siquiera imperialista, pero
ante agresiones que ponen en peligro su seguridad pueden apoyar a una minoría
agresiva y de mentalidad imperial. Este es uno de los grandes peligros que
corre tanto el país y, dado su poder militar y económico, toda la humanidad. El
sistema que se fue formando supone que todos los individuos están dotados de
un afán ilimitado de riqueza y éxito personal basada en su actividad y
aceptan este deseo como algo natural, deseable y encomiable. Los que la
alcanzan son admirados, respetados y considerados sabios. La ética
protestante, especialmente la calvinista, toma el éxito económico personal
como una señal de aprobación divina [Ver M. Weber 1947, 1958] . La misma idea
está en gran parte de la población de religión judía. Muchos pasajes de la
Biblia, como Job 1-9, pueden
interpretarse en aquel sentido. También está la idea de que la riqueza es un
don de Dios que debe multiplicarse (Lucas 19-11). Los que no la alcanzan pueden estar
frustrados de su fracaso pero no resentidos con los exitosos. Atribuyen el
fracaso a sus propias actitudes o aptitudes o esperan remediarlo en el
futuro. La mayoría de ellos tienen, gracias a la alta productividad del
sistema, un nivel de vida aceptable. Aceptan ingresos menores como
empresarios pequeños o asalariados. Para ellos se ha desarrollado, además del
consuelo religioso, un lucrativo sistema de escape por entretenimiento legal:
cine y TV (cuyo mensaje moral es a veces dirigido a desahogar esas
frustraciones), comida excesiva, recreación, espectáculos deportivos y
compras de artículos no indispensables, a veces mediante un endeudamiento
crónico de las familias (90% de sus ingresos en 1998). Existe una enorme
literatura psicológica y asesoramiento sobre como llegar al éxito o manejar
la frustración individualmente y sin llegar al resentimiento. Los que no
tienen esta idea sobre la riqueza, están subempleados o desempleados y nadie
les da crédito. Son tal vez un 12% de la población (unos 33 millones). Están
resentidos, tienden a ser marginales, delincuentes o candidatos a
delincuentes y son severamente reprimidos o controlados (más del 10% de ellos
están presos o sujetos a control judicial). Hay en esta población un alto
componente de población negra, hispánica, indígena y otras minorías étnicas.
Una parte de la población negra, en parte como rechazo a la ética
protestante, ha adoptado el islamismo. Como ha ocurrido siempre en ese país,
los últimos inmigrantes, por competencia en el empleo, son discriminados por
los anteriores, lo cual dificulta su unidad. Los últimos despidos y escasez
de empleos han aumentado la proporción de blancos americanos, inclusive de
buen nivel educativo [E.Todd ,1999]. No cuentan electoralmente y actualmente
sería suicida para un político asumir su defensa. Se ha intentado explicar la
existencia de esta masa de pobres por diferencias genéticas (R.
Herrnstein & C. Murray [1994]) lo cual no es posible aceptar
científicamente. Ver R. Lewontin, S.
Rose y J.Kamin [1987] para una crítica general de estas posiciones. Una
interesante y equilibrada crítica a Herrnstein y Murray y otras tesis
semejantes basadas en el IQ puede verse en la entrevista de la revista
Skeptics a Sternberg en los archivos de google en la WEB). El
poder político es ejercido por funcionarios elegidos por elecciones. En
general pertenecen al grupo de los exitosos o personas que han tomado sus
puntos de vista sobre la riqueza y la represión, que son los puntos de vista
de la mayoría. La ausencia de resentimientos por la desigualdad económica en
los dos primeros grupos y la heterogeneidad del tercero han impedido la
creación de partidos socialistas o populistas que desafíen los valores
dominantes. La abstención electoral es elevada (45 a 53%). En el período de
la guerra fría, por temor al comunismo, el estado hizo algo por mejorar la
situación de los menos exitosos, pero desde los ochenta, al declinar la
tensión, y terminar, en 1989 con el colapso comunista, se impuso la política
de apertura y globalización en EEUU y en cierta medida en otros países como
Gran Bretaña, Alemania y Japón que tenían hasta entonces amplios sistemas de
control del capitalismo estricto, en defensa de los sectores obreros, pobres y
los desempleados. Se abandonaron o recortaron proyectos de seguros,
pensiones, medicina y educación superior barata, empresas estatales, leyes de
seguridad del empleo, movilidad del capital y acción afirmativa (ayuda) a las
minorías raciales y étnicas. Al mismo tiempo EEUU abandonó su relativa
complacencia con medidas proteccionistas de los países en desarrollo (que ya
no podían amenazar con su acercamiento a la Unión Soviética) y se estableció
des 1990 una movilidad del capital, penetración del comercio y el capital en
tales países que encontraron muy difícil el desarrollo de su economía
nacional. Por otra parte el capital se libró del poder de la tecnocracia
capitalista que se había fortalecido entre 1938 y 1980 (ver J.K.Galbraith
[1967]) pues ahora los dueños del capital podían trasladarlo fácilmente a
otros países con condiciones laborales, de salida de capital e impositivas
más favorables. Esto condujo, en EEUU a un crecimiento económico acelerado
sobre todo en superganancias de los dueños del capital, optimización de la
producción, aceptación rápida de las innovaciones (en especial la informática
que ayudó a automatizar muchos trabajos intelectuales) robotización, despidos
masivos, reducción de salarios excepto en el estrato gerencial máximo, gran poder
y beneficios del sector financiero (Ver Forrester[1997]). En los demás países
industriales estos efectos han sido, en general nocivos para las clases con
menos riqueza; en los países no industrializados y en vías de
industrialización la movilidad del capital, la desprotección de la industria
nacional, la entrada indiscriminada de transnacionales, entrada y salida
brusca de capitales y la optimización a corto plazo, han tenido, en general
resultados desastrosos para los países con industrias nacionales débiles,
impidiendo su necesario desarrollo que, como en todos los países que se han
desarrollado, desde Gran Bretaña hasta Corea, han pasado un período de
estricto proteccionismo. Ver Adelman y
Yeldan [2000] y el fundamental pero poco leído texto de F. List [1841]
que contiene una crítica de la globalización económica aplicable en gran
parte a nuestra época.. Los
problemas económicos más importantes que tiene el sistema son las enormes
diferencias de riqueza e información (que conduce e a una desigualdad de
hecho en poder), la inseguridad en el trabajo y la existencia de una clase
sumida en una pobreza crónica, excluida de todo poder político y bienestar económico. No se
sabe, pero puede ocurrir, que la reducción de salario y de categoría de
trabajo, sobre todo de gente preparada, pueda ir minando la conformidad y esperanza de mucha gente. Los
problemas ambientales son reconocidos y estudiados por empresas sin fines de
lucro e inclusive han originado nuevas empresas dedicadas a la protección,
pero la mayoría de los empresarios, enfrascados en la competencia y
optimización a corto plazo, son reacios a realizar los gastos adicionales
para cuidar el ambiente en el país, e influyen sobre el gobierno para que no
acepte compromisos internacionales que los obligarían a esos gastos. Por
otra parte es positiva la alta creatividad científica y tecnológica, la
tendencia a resolver los problemas sociales a través de la ley, el espíritu
práctico en formar asociaciones y resolver problemas y la vigilancia continua
por los derechos humanos, la libertad y la información generalizada impulsada
por la red informática. La diversidad de ambientes sociales permite
“encontrar un lugar ” a los inmigrantes más diversos. Todos estos son rasgos
valiosos para la sociedad flexible. Desgraciadamente, en los últimos años, la
agresión terrorista ha llevado a sus sectores más intolerantes a plantear
recortes a la libertad en defensa de la seguridad y a muy cuestionables
intervenciones en el exterior, exaltando las características más negativas
antes discutidas. 1.1.2 Capitalismo controlado. Los
ejemplos típicos son Alemania, Francia, Italia, Japón y Gran Bretaña (antes
de 1980). En estos países se ha
tratado de evitar los males del capitalismo estricto mediante la intervención
del estado, hecha posible por la existencia de partidos de izquierda que se
alternan con los de derecha o llegan a acuerdos con ellos. Se han establecido
leyes de despido (aviso previo y pago de un mes o más por año trabajado),
pensiones por incapacitación, medicina e instrucción gratuita o muy barata,
subvención a los desocupados, jubilación a todos los trabajadores, diversos
tipos de ayuda social a los más pobres. En Alemania los sindicatos tienen
intervención en las directivas de las empresas grandes. El principal problema
es la dificultad de mantener una ocupación plena. Hay una dificultad
creciente de competir internacionalmente con el capitalismo estricto. Por eso
y por los altos impuestos para financiar el bienestar, la economía no crece y
los jóvenes tienen cada vez más dificultad en encontrar trabajo. En Japón se
ha mantenido el empleo a costa de una baja en el nivel de vida y un
estancamiento de la economía al emplear mucha gente y subvencionar
microempresas de baja productividad. El peso impositivo cae sobre las grandes
empresas que deben competir con el eficiente capitalismo estricto de EEUU y
Gran Bretaña. Otra dificultad es el desarrollo de una gran burocracia que
puede volverse ineficaz, costosa y corrupta. Los
problemas ambientales son reconocidos y hay partidos orientados a la
conservación, los gobiernos parecen más comprometidos internacionalmente y
hay presión política para ciertas leyes conservacionistas. Hay resistencia de
parte de los empresarios debido a los gastos involucrados. El
reconocimiento de que es responsabilidad colectiva resolver ciertos problemas
como la educación y la salud, es el mérito de este sistema. Suiza, Suecia,
Finlandia y Nueva Zelandia han desarrollado sistemas de bienestar social
sumamente progresistas y democracias políticas muy participativas. Estos
ensayos dan valiosas ideas para una futura sociedad flexible no jerárquica. 1.2 Comunismo. Un
ejemplo típico subsistente es Cuba. Sociedad formada por la toma del poder
por acción militar de un grupo minoritario con ideas comunistas en un país no
industrializado. El conocimiento del autor de estas líneas sobre este sistema
se basa en amplia literatura, informes de gente que ha vivido allí y a un año
de estadía como experto de la UNESCO en 1971. Algunas cosas pueden haber
cambiado pero lo visto y vivido es válido para juzgar un sistema comunista
típico. La
empresa privada fue totalmente desmantelada, sus principales actores
emigraron, y el mercado fue
sustituido por una estricta planificación centralizada en manos del estado.
El sistema supone que los individuos tienen necesidades básicas de
alimentación, vivienda, educación y salud que deben satisfacerse por la
producción planificada para tal fin. El mercado es eliminado y la
distribución queda a cargo del estado, mediante la regulación de sueldos o el
racionamiento. La falta del incentivo de la riqueza personal y el apremio por
cumplir sin riesgos las cuotas de producción lleva a un sistema de producción
ineficiente y estancado (nunca hay tiempo ni recursos para ensayar
optimizaciones o innovaciones). Al no haber riesgo de ruina o esperanza de
lucro no hay esfuerzos por trabajar más (excepto en una minoría decreciente
de entusiastas del sistema o de planificadores). La pérdida de ilusiones de
riqueza decretada por el socialismo es también la pérdida de proyectos.
Mientras el capitalismo vive y crece por los proyectos e ilusiones personales
de mucha gente (que casi nunca se cumplen) la economía socialista languidece
por la exclusión de las ilusiones de prosperar con el propio esfuerzo. Mucha
gente huye del país aunque la emigración está rigurosamente controlada y
prácticamente prohibida. También se controla la inmigración. Los
trabajadores tienen casi ninguna influencia en las grandes decisiones que los
afectan: cuáles son las necesidades prioritarias, cuánto, dónde y qué debe
producirse y cómo se reparte la producción. En el uso de bienes y servicios
se percibe la completa subordinación del cliente al proveedor. El comprador
debe aceptar largas esperas, escaseces
de todo tipo, baja calidad y ninguna variedad. Las grandes
inversiones, obras públicas, compras o producción militar se deciden en forma
bastante secreta en la alta burocracia política y planificadora.
Psicológicamente el planificador se siente un “dispensador de bienes” y el cliente
un receptor de dádivas, que debe aceptar lo que le dan. Si en el capitalismo
los directores y dueños del capital se cobran muy caro su función en dinero,
los planificadores socialistas se cobran muy caro su función en poder y
jerarquía. La
información del pueblo sobre los datos globales de la economía es ínfima.
Esto es posible por un control total de la información. Nada se publica que
no sea aprobado o aprobable por el Partido Comunista, el único legal. Los
sindicatos obreros libres no existen. No hay conexión privada a la red
informática internacional y la vida privada del ciudadano es controlada y
espiada por temor a actividades subversivas, manejos económicos ilegales o
exposición a información extranjera. Casi siempre este control se realiza por
una red de comités locales del Partido o por una organización especial (en
Cuba, Comités de Defensa de la Revolución, hay casi uno en cada cuadra). Las
carreras universitarias de contenido político (periodismo, economía,
sicología, sociología) no son de libre acceso y se evita la entrada de
individuos que no hayan mostrado su fidelidad al sistema, avalada por los
CDR. Los libros que difieren radicalmente de la ideología marxista o son
críticos de la misma no se consiguen en el comercio y son de acceso controlado
en las bibliotecas cuando los hay. La producción artística y de ciencias
sociales es rigurosamente controlada para detectar posibles desvíos
ideológicos, lo cual se extiende a la científica cuando raya con la Filosofía
y puede contradecir al materialismo oficial. En las escuela se enseña el
marxismo como único concepto del mundo válido aunque se tolera la libertad
religiosa. Un adherente a otra religión no tiene el menor chance de alcanzar
un puesto alto dentro de la sociedad. Para seguir una carrera universitaria
de contenido ‘ideológico’ como periodismo, economía, sicología, sociología,
se tiene en cuenta, aparte del cupo y la capacidad, un informe político que
pasan los CDR. La oposición política o ideológica es clandestina e ilegal.
Por otra parte, la desigualdad económica es mucho menor que en el sistema
capitalista y el acceso a la educación y los servicios de salud es gratuito y
bastante más igualitario. Pero la diferencia en poder, tanto por la capacidad
de decidir como por la amplitud de áreas que abarca es enorme. Esta
diferencia de poder se va transformando con el tiempo en diferencia en nivel
de vida, no tanto por el aumento de la riqueza privada (que existe en cierta
medida) sino por el derecho muy desigual a usar la propiedad pública. La principal
vía de ascenso social es el Partido Comunista que selecciona rigurosamente
desde su juventud a los candidatos por capacidad y lealtad al régimen, la
cual se confunde con la obediencia absoluta a los personajes más altos de la
jerarquía. Una lucha sorda pero continua por el ascenso prevalece en esta
escalera única para el poder. El liderazgo personal y el culto a la
personalidad son fuertes, en especial mientras viven los líderes que han
llevado al triunfo el sistema. La monotonía de la vida, en que a cada uno se
le dice que tiene que hacer y tiene muy pocas opciones de las maneras en que
puede gastar lo que gana, trata de mitigarse por un intenso comercio de
trueque (ilegal pero incontrolable), actividades culturales controladas, actividades deportivas y la TV. La toma de
decisiones menores dentro de las empresas e instituciones es más democrática
que en la empresa capitalista. Muchos problemas internos se deciden en
asamblea, pero los básicos: salarios, horarios, tipo y cantidad de
producción, regulación del racionamiento, se deciden desde la burocracia
planificadora. A pesar de esto, hay una sensación de que uno trabaja para
todos y recibe el trabajo de todos. El llamado “trabajo productivo”, una
exigencia no compulsiva de los trabajadores no manuales de participar los
fines de semana en trabajos manuales, hace experimentar este trabajo a mucha
parte de la población y contribuye mucho a la educación y conocimiento
social. Se promueve la cultura artística contemplativa por museos, cine y
teatro de acceso popular. A
cada ciudadano se asocia un
“expediente único” que lo acompaña, desde la escuela primaria hasta sus
lugares de trabajo, donde los maestros y jefes anotan todo su desempeño,
características personales, ideologías y actitudes, al cual los ciudadanos no
tienen acceso. El gobierno al elegirlo para un cargo (y todos son empleados
públicos) o misión tiene en cuenta dicho informe. Cambiar
de residencia dentro del país es difícil pues implica cambio de trabajo, lo
cual implica casi siempre un largo trámite que desanima a cualquiera. Los
viajes al exterior los decide y controla el gobierno. Se reservan a gente de
la burocracia política del Partido o de fidelidad probada y casi nunca se
conceden a una familia completa. Esta
atadura al mismo trabajo es poco soportable para alguna gente. Pude comprobar, confirmado por muchos
médicos, que la gente pide muchos permisos por enfermedad. Muchas veces la
enfermedad es imaginaria y el paciente, remitido a un psiquiatra, termina
tomando tranquilizantes, cuyo consumo masivo es alarmante según los médicos.
De todos modos, el trabajo es, para muchos, más entretenido que el hogar y el
transporte entre ambos. Cuando
cayó la Unión Soviética, que subvencionaba el sistema a cambio de acciones de
política internacional (como las intervenciones en Angola, Etiopia,
Mozambique y Latinoamérica) la economía entró en crisis. Necesitaba unos 8000
millones de dólares para las importaciones y sólo disponía de 4000. La
solución fue permitir la entrada en gran escala de transnacionales en turismo
y otras áreas. A las transnacionales se les ofrecía una sociedad sin drogas
ni terrorismo, una clase obrera disciplinada, educada, sacrificada, y con un
gobierno firme que garantizaba el orden y se hacía cargo de los despidos que
hicieran las transnacionales (ver H.Dilla [1999] ). Estas empresas pagaban
los salarios en dólares al gobierno el cual pagaba en pesos a los
trabajadores. Se abrieron tiendas que captaban dólares de turistas y se
controló la entrada de dólares a familias que recibían envíos de parientes en
EEUU (se les daba 1 peso por dólar cuando en el mercado negro estaba en 20).
Esto alivió la situación a cambio de permitir desigualdades económicas en la
población. Un mesonero de una empresa turística transnacional conseguía más ingreso
que un investigador, técnico o profesor. Se vio que los principios pueden
relajarse cuando corre peligro la burocracia política y planificadora. Ver
Varios [1995]. La burocracia planificadora pudo salvarse controlando este
tránsito hacia un “socialismo apoyado en las transnacionales” gracias a su
completo control de la población, la resignación de ésta a bajos niveles de
consumo y una serie de medidas monetarias y de control que los estados
democráticos no pueden permitirse. Esto ha dado lugar a un sistema estable de
“socialismo subvencionado por el capitalismo internacional”. La
limitación de las iniciativas y de la expresión de la creatividad humana
individual es más fuerte que en el capitalismo. Esta dictadura de la
burocracia planificadora ha sido denunciada en muchos sistemas comunistas por
personas del propio sistema (Djilas [1957], Modelevsky y Kuron [1971] y en
obras literarias de ex-militantes: Koestler [1950])) El
poderoso comunismo soviético puso desde 1930 al capitalismo a la defensiva.
El conflicto se agudizó después de la segunda guerra mundial. Estados Unidos
se convirtió por su poder económico y militar en el líder de las naciones
capitalistas. Mediante planes de ayuda, aumento de sus importaciones y
tolerancia con las protecciones de las economías de Europa, Japón y países en
desarrollo contuvo, basado en su alta productividad, el avance del comunismo.
También apoyó la descolonización pero no pudo impedir que varios de los
países independizados cayeran bajo la influencia comunista (Corea, Vietnam,
Angola, Mozambique), algunos fueron divididos, como Corea y Vietnam dando
origen a “guerras indirectas” entre los líderes de los dos sistemas. En 1980
el poder soviético llegó a su máximo y comenzó su decadencia por la
improductividad y burocratización de su economía (señalado bastante antes por
Marczewsky [1973]) y la lucha entre la burocracia política y la tecnocracia
(Domingo [1980]). Con la caída del peligro comunista la situación cambia
radicalmente. Los capitalistas desarrollados ya no necesitan el liderazgo de
EEUU y éste deja de tolerar el
proteccionismo económico y trata de restringir sus compras masivas a
aquellos. Se abre así la posibilidad de un mundo multipolar mucho más
complejo en el cual bloques y países se alinean por otros intereses
económicos (Thurov [1996]) o culturales (Huntington [1996]) A
pesar del control completo de la economía por el gobierno, los problemas
ambientales han sido escasamente considerados por los regímenes comunistas,
pues la burocracia planificadora parece desbordada por el problema inmediato
de producir bienes para la población y, debido a la baja productividad y
tecnología, no hay recursos
extra para invertir en la conservación
del ambiente. La situación ambiental es, en muchos aspectos, peor que la de los
países capitalistas desarrollados. La
idea de que la producción es social, y que debe basarse en la colaboración y
en satisfacer las necesidades de la sociedad es el aspecto más positivo del
comunismo. El
carácter burocrático dictatorial del comunismo hace muy difícil una
transición a una sociedad flexible no jerárquica, pero hay que tener presente
que el sistema desarrolla muchos elementos de colaboración social que hacen
que la transición no sea del todo imposible. 1.3 Populismos. Son
una gran variedad de sistemas basados en un liderazgo personal que trata de
mitigar los efectos de la distribución desigual de riqueza, sobre todo cuando
hay una parte grande de la población en la pobreza, como sucede en los países
no industrializados. Pero también puede producirse en países industrializados
empobrecidos, como en el caso del fascismo y el nazismo, variedades
totalitarias del populismo. Ver Ionescu & Gell []. El conocimiento del autor se basa en
muchos estudios y en haber vivido 9 años bajo el peronismo en Argentina con
intensa participación política. Su justificación es que se debe mediar entre
comunismo y capitalismo que son sistemas injustos e inhumanos. Para que el
populismo sea posible es necesario cierto grado de educación de la población
más pobre. Sin embargo, en todos los casos se trata de países con mayorías de
experiencia política limitada, donde los partidos políticos han fracasado y
muchos esperan que un líder providencial sustituya a una democracia poco
participativa. Esto ha llevado a un cierta equivalencia de fuerzas entre los privilegiados y los más pobres
que aquellos ya no pueden manejar políticamente. El líder se apoya en este equilibrio explotando el miedo de los
ricos y la esperanza de los pobres. Los
líderes populistas suelen llegar al poder por elecciones tras una prédica
contra los privilegiados y una apelación a sentimientos patrióticos,
justicieros o religiosos como el caso del fundamentalismo. Un rasgo notable
es que estos sistemas producen una sensación de participación política muy
fuerte, especialmente entre los que han sido excluidos anteriormente de
participación directa. En realidad el enorme poder del líder y unos pocos
allegados muestra que tal participación se limita a un apoyo incondicional al
líder. A veces estos líderes llegan
al poder por golpes militares, guerrilla o revolución. En general el líder
tiene un discurso ambiguo que le permite atraer gente de ideas e intereses
muy diferentes. Su actuación no es tanto la aplicación de un plan de
transformaciones sino una sucesión de maniobras para mantenerse en el poder y
mantener los temores de unos y las esperanzas de otros. Rara vez se hacen
declaraciones concretas sobre la sociedad objetivo, lo cual permitiría las
opiniones y la participación de mucha gente. El sistema no acaba con la
propiedad privada ni impone la planificación central absoluta, aunque
desarrolla el capital estatal, controla precios, congela salarios y extrae
por impuestos lo máximo posible para distribuirlo en obra social que suele
tener un carácter político clientelar. Como todo sistema distributivo
evoluciona rápidamente hacia la ineficiencia y la corrupción. Si el gobierno
tiene una fuente importante de recursos naturales que no pueden trasladarse
(minerales, agrarios o ambientales)
la renta diferencial y absoluta obtenida (ver B.Mommer [2002 ] para
una discusión detallada de estos conceptos en el caso petrolero) es apropiada
por el estado en forma de beneficios de las empresas estatales o impuestos de
las privadas. Tal es el caso de la renta agraria de la Argentina de Perón y
el Egipto de Nasser, la petrolera de
algunos países de la OPEP, y en el caso socialista, la turística de la Cuba
de Fidel Castro. Dada la ineficiencia económica de los sistemas populistas se
comprueba que los más exitosos son los que reciben un flujo unilateral de
renta, es decir una “subvención” de otros países, casi siempre capitalistas
desarrollados que necesitan sus materias primas o tienen gente acomodada que
desea usar sus recursos turísticos. El
sistema político es de partido único o predominante y puede haber
restricciones a la libertad de expresión, estrictas como en el fascismo y
nazismo o mucho menores como en el peronismo. Como el poder económico de los
capitalistas y profesionales se mantiene, hay siempre una oposición de los
que ven amenazados sus privilegios. En algunos casos es reconocida y se
mantiene una apariencia de democracia y vigencia de la ley. Son muy
frecuentes en estos casos, los sistemas represivos informales constituidos
por grupos de partidarios exaltados que hostilizan y atemorizan a la
oposición por métodos extra-legales. Si en lo social el populismo aparece como más humano que
el comunismo y el capitalismo (excepto en su variedad totalitaria), una
economía estatal con planificación a medias y una economía privada
constantemente amenazada e intervenida reúnen en lo económico los peores
aspectos del comunismo y el capitalismo. Esta ineficiencia económica unida a
las esperanzas que el líder ha suscitado en los más pobres y no cumple, y a
la dependencia del líder, que puede morirse, renunciar, degradarse rodeado de
un grupo de aduladores o ser desplazado por la oposición, hacen que el
sistema populista rara vez dure mucho. En años: Nasser 13, Vargas 6 (desde la
creación del “estado novo”), Perón 9, Paz Estensoro 13, Torrijos 10, Ortega
11, Velasco Alvarado 17, Hitler 12, Mussolini 23, Sukarno 15, el sistema de
los Ayatollah en Irán (el único que ha logrado cierta solución del problema de
la sucesión del poder) y Hussein en Irak, apoyados por el ingreso petrolero,
llevan 23 años. Un recurso que casi todos los líderes populistas (y
algunos comunistas) han usado es mantener la unidad de sus partidarios, con
muchos de los cuales no ha podido cumplir sus promesas, mediante el
enfrentamiento continuo y amenazante con enemigos internos o externos, reales
o imaginarios. Esto hace que necesiten el conflicto y por tanto a los
enemigos. El enfrentamiento puede ser más verbal que real pero a veces los
enreda en luchas externas o internas que pueden ser fatales para el régimen.
Un sistema que se apoya en el temor de los ricos y el resentimiento de los
pobres y su odio mutuo los necesita a los dos, no sorprende que ambos
permanezcan. Los
países poco industrializados siguen ensayando unos tras otros este sistema,
pensando que ellos sí tendrán éxito. No parecen ver las contradicciones
internas que lo hacen inviable, por no dar lugar a un sistema económicamente
productivo. Ningún
sistema populista ha parecido especialmente preocupado por los problemas
ambientales. Su preocupación y gasto en el reparto social y su
improductividad crónica no les permiten ese “lujo”. La
idea de que la iniciativa en busca de riqueza debe ser mantenida pero sin que
llegue a producir pobreza es el argumento más interesante de los sistemas
populistas. Todo sistema tiene que proveer asistencia a los individuos que no
pueden adaptarse a la competencia y el mercado del momento, sean haraganes o
genios no reconocidos como Van Gogh. Desgraciadamente el carácter autoritario
necesario para un sistema que no supera la contradicción sino que la mantiene
en equilibrio con promesas incumplibles, hace muy difícil una apertura hacia
una sociedad flexible no jerárquica. 1.4
Necesidad de una sociedad objetivo.
Dado
el fracaso económico, social y ecológico de los sistemas anteriores el mundo
actual está en un vacío de perspectivas sociales atractivas. Esto hace que
los políticos estén desprestigiados y los ideales se limiten a religiones que
ubican el bienestar en otro mundo y suelen predicar odio a los infieles, o a
exaltación de extremismos étnicos que reviven ultrajes a veces arcaicos o a
un fuerte resentimiento contra los países desarrollados. Aunque los problemas
económicos subyacen muchas veces estos conflictos, no se hacen explícitos y por ello los enfrentamientos adquieren
un carácter ideológico y pasional que hace aparecer imposible la solución
negociada. En contradicción con esta fragmentación, las comunicaciones, la
alfabetización, el comercio, los viajes, la difusión de información, las
migraciones en busca de trabajo, y las interacciones de contaminación,
apuntan a una unificación del mundo en la cual las potencias industrializadas
tratan de imponer su sistema capitalista sin consideración con las
diferencias y valores de los otros países. Pero vimos que estas naciones
industrializadas no han llegado ellas mismas a un sistema que produzca
libertad y bienestar para todos.
Por otra parte, no se puede justificar ninguna acción
social o política si no se prevén sus consecuencias a largo plazo y estas consecuencias se valoran por el efecto
sobre el tipo de sociedad que nos parece buena para el futuro. Pero el
fracaso de las propuestas a que nos hemos referido nos han dejado sin
sociedades objetivo. Una situación parecida se planteó en el Renacimiento
ante el colapso de a sociedad feudal. Pero hoy no abundan los Tomas Moro,
Campanella, Bacon, Locke, Montesquieu, Jefferson y Russeau y las utopías
están desprestigiadas. Creemos
que esta situación exige repensar lo problemas sociales y económicos desde
una perspectiva más amplia y, sobre todo, pasar de las críticas y acusaciones
a los sistemas actuales, con las cuales miles de intelectuales y militantes
buscan destacarse, a la búsqueda de nuevas formas de convivencia social.
2. LOS PROBLEMAS DE LAS SOCIEDADES JERÁRQUICAS
2.1 Características de las sociedades
jerárquicas Si
vemos lo que tienen de común los sistemas mencionados y otros sistemas
históricos vemos que hay cinco características relacionadas:
a)..Son sistemas jerárquicos, es decir entre sus miembros
se establecen diferencias
cuantitativas muy grandes en dos aspectos: poder y riqueza,
mientras las diferencias entre los individuos son mucho menores
cuantitativamente y tienen una enorme diversidad cualitativa. b)..Predomina una avanzada división del trabajo. En particular entre actividades
intelectuales de dirección y coordinación del trabajo, altamente calificadas,
y tareas de realización por lo general robotizables o cuyo personal es fácilmente
sustituible. El reparto del valor producido en la actividad social se reparte
muy desigualmente en favor de las primeras. c)..Hay
una gran diferencia de información
entre los miembros de la sociedad debido al
ambiente familiar, la escolaridad y la
posición en el aparato productivo. d)..Las
relaciones entre los individuos y las creaciones de la cultura y la ciencia,
que podrían ser directas se hacen a través de intermediarios especialistas (comerciantes, gerentes, profesores,
clérigos, políticos, médicos, abogados, funcionarios) que acumulan cierto
tipo de conocimientos monopolizando el acceso a los mismos, lo cual les da
privilegios. e)..Lo
anterior lleva a conflictos y
tensiones permanentes entre individuos y grupos de la sociedad y a los grupos
dominantes se organizan en el estado que desarrolla un aparato estatal represivo especializado (policía, ejército) que a su vez entra a competir por
el poder. El estado mediante la apropiación de una parte del producto social
financia estos aparatos y distribuye este producto mediante servicios y
dádivas para aliviar las tensiones.
|
|
todas
el e). El aparato represivo origina como reacción, conflictos y revoluciones.
Éstas, tanto si triunfan como si son derrotadas como no eliminan las raíces
de la jerarquía llevan, a lo más, a sustituir una jerarquía por otra dando
lugar al círculo vicioso de represión y revolución.
Un
esquema de las interacciones se da en la figura 1.
Es
evidente que dado que los de abajo comprenden (y cada vez más) la situación,
el conflicto tiende a agudizarse.
Conflictos y revoluciones Figura 1. Interacciones entre los elementos
de la sociedad jerárquica. 2.1.2 El conflicto social. El
conflicto social causa efectos destructivos, sobre todo en aquellas situaciones
en las que el que no colabora, y con ello tiende a explotar o engañar al
otro, obtiene ventajas con su no colaboración, pero si ambos toman tal
actitud de no colaboración ambos pierden. En
su forma más general y en el lenguaje de teoría de juegos, el dilema social
se expresa en el dilema de la
colaboración o dilema del prisionero, así llamado por el primer ejemplo
en que se expresó su descubrimiento : dos presos son detenidos por un delito
compartido. La policía no tiene más posibilidad de pruebas que lo que puedan
confesar. Los separan e interrogan. Cada uno puede guardar silencio o acusar
al otro revelando parte de la verdad y salvarse. Si ninguno confiesa quedan
con una pena menor, por porte ilícito de armas. Cada uno puede pensar que el
otro puede acusarlo y si él no lo acusa cargar con toda la pena. Terminan
acusándose ambos y revelando toda la verdad, con lo cual ambos son
condenados. La esperanza de que el otro "colabore" con su silencio
y de obtener ventaja traicionándole los pierde a los dos. En teoría de juegos
este dilema se expresa por la matriz de ganancias y pérdidas (o matriz de
pagos) mostrada en la Figura 2. En cada celda del cuadro se indica en la
parte superior, el pago que recibe el jugador B y en la inferior el pago que
recibe A: A
y B conocen la matriz de pagos y toman decisiones sin que cada uno sepa cual
es la de otro. Una vez tomadas se hacen los pagos a cada jugador según la
matriz, es decir: Si
A y B decidieron colaborar, ambos ganan 3 y si no colaboran, ambos gana sólo
1. Si uno no colabora gana 5 y el otro, que sí colabora, no gana nada. La
solución óptima es colaborar ambos (ganan 3 cada uno) , pero la desconfianza
y el deseo de ganar más a costa del otro (ganar 5 aun privando al otro de
toda ganancia) los lleva a no colaborar, pero como ambos lo hacen dan en la
peor solución, la de ganancia mínima 1 (que en otros casos puede ser
negativa). Es un caso de Teoría de Juegos en que el óptimo es obvio pero no
se realiza en la práctica por la desconfianza entre los jugadores. Ver, por
ejemplo R.Axelrod [1974], M. Shubik [1964].
Figura
2 Dilema de la colaboración Los
ejemplos sociales y políticos de esta situación son numerosos. Piénsese en dos industrias que toman agua de un
lago al cual vierten residuos y tienen la opción de gastar algo purificando
sus efluentes o ahorrar ese gasto no haciéndolo. Por ahorrar en la
competencia con el otro ambos terminan teniendo que usar agua contaminada, lo
cual perjudica a ambos. O el caso de dos países vecinos que pueden gastar en
una carrera armamentista o ahorrar no armándose. El que se arma tiene
posibilidad de imponerse, visto lo cual ambos se arman aumentando el gasto y
la inseguridad. La
idea es que hay muchas situaciones en las cuales el que no colabora gana más, debido a lo cual nadie colabora y todos
pierden. Es claro que si el “juego” se realiza una sola vez hay
racionalidad en hacer trampa (no colaborar) pues si el otro colabora el
tramposo gana. Pero si el juego se repite un número de veces no definido no hay
una estrategia óptima clara pues se puede caer en la solución peor para
ambos. Como estas situaciones ocurren normalmente en forma repetitiva en
comunidades de personas que se tratan continuamente, este último es el caso
que interesa. Axelrod ha realizado extensivos experimentos y concursos en que
se usaban diferentes tácticas de jugadores. Una de las tácticas más exitosas
ha sido la siguiente: “en la primera jugada colabore, en las sucesivas repita
lo último que hizo el otro jugador”. Parece la que combina mejor la oferta de
confianza con la indicación de no dejarse explotar. Si en un momento el
contrincante decide colaborar se puede restaurar la colaboración La
humanidad ha intentado solucionar estos problemas con la religión (el que no
colabora es castigado en el otro mundo), la ética (el que no colabora es
condenado socialmente) o la represión (el que no colabora es castigado). Pero
estos métodos, si bien han creado importantes instituciones de
convivencia, no han resuelto el
problema en general y las instituciones creadas pasan a menudo a jugar un
juego semejante (por ejemplo yo predico la ética y la colaboración para
obtener una gran ventaja al proceder no éticamente yo solo). (Ver M.Crozier y
E.Friedberg [1980] autores que basan en este sistema la creación de las
organizaciones sociales). Una
solución racional posible al dilema es despertar la conciencia de que la ventaja de quien no colabora es de corto plazo. La reacción del oponente elimina rápidamente su ganancia
y con ella la de ambos. La posibilidad es que la información y la educación hagan ver este hecho. La
colaboración se basaría en la propia conveniencia y no en un artefacto
externo como la religión, la ética o la represión, cuya efectividad parece
agotada. O, si se quiere decir así, la ética consistiría en pensar en los demás, cuya reacción puede
perjudicarme y en el futuro en el
cual puedo, debido a mi actuación, ser perjudicado yo o mis descendientes o
supervivientes que aprecio. En
los casos en que el que no colabora tiene un éxito definitivo, suprimiendo o
anulando definitivamente a su adversario hay que tener en cuenta todavía la
observación de Toynbee [1955] de que el que basa su ventaja en aplastar a su
adversario, queda marcado por esa exitosa experiencia social, lo cual lo lleva
a corto plazo a una percepción errónea de como proceder en su relación con
otros y a un comportamiento violento, terminando por ser destruido por una
coalición de sus enemigos. Cita como ejemplos el militarismo Asirio, la
esclavización de los Mesenios por los Espartanos y el militarismo nazi. Hemos
mencionado antes la “marca” que dejó en Estados Unidos el trato violento con
los indios, lo cual se ha repetido en Argentina en el siglo XIX y otros
países latinoamericanos. En
este sentido la solución del dilema se
conecta con la información y la educación. Si la gente pudiera ver cada
vez más las consecuencias de sus actos en el tiempo y en el espacio y ampliar
los horizontes que va a tener en cuenta cuando actúa, muchos casos del dilema
podrían resolverse. Hay muchos detalles a estudiar para un comportamiento
social basado en este principio. Por ejemplo, el que estafa un poco a muchos
puede esperar no ser objeto de reacción punitiva de estos. La solución es la
comunicación de los afectados. 2.2 La evidencia antropológica e
histórica. 2.2.1 Los sistemas sociales de
convivencia y evolución de jerarquía. El
gran aporte de la Antropología Cultural ha sido mostrarnos que la naturaleza
humana es compatible con una gran diversidad de sistemas sociales. Ha mostrado
también que muchos de los sistemas son de una gran estabilidad aunque no
satisfagan en muchos aspectos a todos los miembros de la sociedad. El
conflicto, abierto o latente, parece ser un proceso existente en todas las
sociedades. Pero si bien hay conflictos que se solucionan por acuerdo y
redundan en un mayor bienestar y capacidad de subsistencia, la mayoría son
altamente destructivos y recurrentes produciendo ruina, destrucción de seres
humanos y recursos materiales y tensiones duraderas entre los afectados. Por
eso los sistemas sociales se han formado para restringir el conflicto o por
lo menos algunos tipos de conflicto. El
problema esencial del ser humano es que sólo puede subsistir en comunidad social trabajando con los demás, pero por
su origen socio-biológico hay muchas dificultades
para la colaboración . El ser humano es por ello ambiguo: racional y emocional, egoísta y altruista , sólo
interesado en su familia o ”genes” (ver Dawkins [1979]) o capaz de
preocuparse por el grupo más amplio con el que realiza la producción, es
colaborador y competitivo, colectivista e individualista, agresivo y
compasivo, activo y perezoso, mandón y deseoso de obedecer a un jefe,
interesado en pertenecer a un grupo y disidente, obediente y rebelde, amante
de la seguridad y del riesgo, cortoplacista y previsor, rutinario y amante de
la novedad y muchas otras tendencias contradictorias. La riqueza y variedad
de su comportamiento expresa esta ambigüedad que le permite adaptarse a
muchas circunstancias cambiantes. Un sistema social logra la cohesión estimulando unas tendencias y reprimiendo
otras. Para estas puede ofrecer compensaciones y sublimaciones (ver Ralph
Linton [1935]): está prohibido arriesgarse conduciendo a exceso de velocidad,
pero se permite y se valora el montañismo y el paracaidismo, riesgos que no
amenazan a los demás. Este
doble juego de represión y estimulación parece ser inevitable. El problema es
que tiende a cristalizar en
instituciones controladas por individuos especializados que llegan a ser
más importantes y con más poder que los demás. Desde las sociedades
recolectoras no jerárquicas, como los !Kung del desierto de Kalahari
(Ver L.Schneider and A.
Silverman[1997] ) en que no hay jefes y el control social lo ejerce toda la
comunidad, pasamos a sociedades con los “personajes importantes” y los
shamanes de las sociedades recolectoras cultivadoras así como a los “jefes
consejeros” de los Yanomami, prestigiosos pero sin poder cohercitivo (Lizot
J.[1988]) ) y los tonowi o distribuidores de su riqueza
acumulada de los Kapuaku (C.P Kottak [1996] ). Luego, con más rango de poder,
tenemos los jefes tribales de las sociedades agrícolas desarrolladas donde
cuentan menos los méritos individuales y comienza a ser importante el peso de
las familias y clanes (C.P.Kottak [1996]). Los jefes pueden administrar
justicia compulsiva. Llegamos por fin a las civilizaciones urbanas con el
rey, el aparato estatal, impuestos, ejército, policía, cárceles, templos y
sacerdotes y escuelas, como en
Mesopotamia (S.N. Krammer [1962]), Egipto(Wilson [1957] ) el Imperio Incaico
(J.Murra [1978]) y el Imperio Chino (H.Franke y Trauzettel [1973] y M.Loewe
[1969]). Estas últimas según los esquemas de O. Spengler [1917], A.Toynbee
[1958] y Quigley [1961] evolucionan desde aldeas y ciudades-estado a naciones
que luchan y por fin a imperios altamente jerarquizados que son destruidos
por sus conflictos internos y ataques de las bandas guerreras externas y sucedidos por nuevas civilizaciones.
Toynbee distingue 21 civilizaciones de las cuales, según Huntington
[1996] subsisten 9: Occidental
Cristiana, Latinoamericana, Cristiana Ortodoxa, Islámica, Africana del Sur
(animista y cristiana), Indica, Japonesa, China y Budista, que forman los
grandes bloques culturales del mundo actual. 2.2.2 La división del trabajo. A
esta diferenciación, causada por diferencias individuales y necesidad de
orden, se une la diferenciación causada por la división del trabajo. La
necesidad de trabajar en común que aparece desde el comienzo de la evolución
humana presenta muy poca división del
trabajo. La primera está ligada al sexo, pero como los demuestran algunas
sociedades de cazadores y recolectores actuales (los mencionados !Kung), esto
no implica mucha diferencia de poder y consideración social. Al complicarse la
producción, con el cultivo y la cría de animales se hacen evidentes las
diferencias en habilidad, dedicación e influencias casuales y aparece la
especialización y el intercambio dentro y fuera del grupo. Para algunos
trabajos, por ejemplo construcción de casas y canoas, pueden intervenir
varios individuos y puede aparecer un coordinador de las tareas. La división
del trabajo aumenta la eficiencia y el poder de las comunidades que la
adoptan, pero presentan el problema insoluble del reparto del producto. Es posible
que el coordinador, cuyo habilidad es menos frecuente y domina todo el
proceso de producción, se apodere de una participación privilegiada. Esto
puede haber sido otra fuente de jerarquía. La división del trabajo aumenta
las diferencias. Adam Smith [1776] llama la atención sobre este punto “La
diferencia de talentos naturales en hombres diferentes es, en realidad, mucha
menos de la que notamos; y el genio muy diferente que parece distinguir a los
hombres de diferentes profesiones cuando llegan a la madurez, es, en muchas
ocasiones tanto la causa como el efecto de la división del trabajo. La
diferencia entre los caracteres más distintos, entre un filósofo y un
cargador de bultos, parece surgir no
tanto de la naturaleza como del hábito, costumbre y educación”. Hay
dos procesos que parecen permitir el desarrollo de la jerarquía a partir de
la división del trabajo. Uno es el aumento de información del coordinador del
trabajo, que hace difícil que puedan prescindir de él o reemplazarlo. El
segundo surge al aparecer la guerra, causada por el dominio de los
territorios y por la captura de mujeres, donde los más hábiles y valientes
eran más obedecidos como jefes. El ejército se transformará, en las
civilizaciones urbanas, en el modelo de estructura jerárquica autoritaria,
pues la obediencia ciega al superior es una necesidad absoluta de la
operación militar. Ver C.Domingo [1978]. Otro aspecto de la división del
trabajo y la coordinación es que el trabajador ya no es el dueño de su
trabajo. Necesita para realizarlo de una persona que integre su trabajo con
el de los otros. Otras
especializaciones, desde brujería de los shamanes hasta la medicina actual,
aísla a los miembros de la sociedad de lo que podría ser accesible a todos.
Es decir se introducen intermediarios
que aumentan su poder consolidando el aislamiento entre los productores y los
usuarios. 3.
HISTORIA DE LA JERARQUÍA. (este capítulo será completado en breve, con un resumen
actualizado de lo discutido en C.Domingo [1980]) 4. LA SOCIEDAD FLEXIBLE. Siendo
la división del trabajo, la distribución desigual de la información y
la consolidación de los intermediarios,
los pilares básicos de la sociedad jerárquica, la eliminación de la jerarquía
debe basarse en el debilitamiento de estos procesos. Como la jerarquía es la
principal fuente de conflictos destructivos y causa de calamidades sociales
no deseadas, es fundamental ver el proceso por el cual los anteriores
características llevan al conflicto. Vimos que el proceso es esencialmente el
descrito por el dilema del prisionero, en el cual la búsqueda de una ventaja
inmediata de un grupo lleva a plazo más o menos largo al conflicto y pérdidas para los implicados en la
situación. 4.1 RELACIONES DIRECTAS VS
INTERMEDIARIOS. En
una sociedad abierta predominan las relaciones directas, los intermediarios
son situacionales y temporarios y su función es facilitar la comunicación
entre los interesados en resolver un problema común y luego retirarse. Muchos
pueden ser sustituidos por un sistema de información organizado y abierto.
Damos ejemplos de intermediarios actuales y de como se realizarían sus
funciones en una sociedad flexible. Es pedante y arriesgado proponer soluciones especuladas y
no probadas a los problemas o anticipar métodos e instituciones de una sociedad
futura que suponemos más creativa que la nuestra. Los ejemplos que siguen
son, más que recetas, ideas que muestran la posibilidad de soluciones
alternativas a las actuales. Su
enunciado tiene el propósito de animar a discutirlas en el contexto general
de una sociedad flexible no jerárquica e incitar a ensayos prácticos posibles
dentro de las sociedades jerárquicas actuales. Es posible que al lector se le
ocurran alternativas mejores. Las soluciones propuestas deben cumplir dos
condiciones: a)..No perpetuar las desigualdades entre los individuos b)..Ser por lo menos tan productivas como los sistemas
actuales. En
la exposición se habla de comunidades.
Entendemos por ellas grupos de individuos que se ven en la necesidad de
resolver problemas que los afectan a todos. Las comunidades varían de acuerdo
con el problema que se debe resolver. Un individuo puede pertenecer a muchas
comunidades. La distribución de agua supone la comunidad de los que la usan y
se encargan, por un organismo comunal o contratando una empresa privada, del
funcionamiento del servicio. Pero si varias comunidades toman agua del mismo
río, pertenecen todas a una supercomunidad que debe tratar los problemas de
reparto. 4.1.1 Educadores: son intermediarios entre
el conocimiento acumulado y los que quieren aprender. El educador actual es
un “dispensador” de conocimientos y está casi siempre aislado del uso
práctico de los mismos. Esto hace que los cursos y textos sean muy extensos y
de carácter abstracto (principios generales ejemplificados con casos
sencillos y artificiales). Inculcan un respeto exagerado a las verdades y
métodos establecidos cuyo conocimiento es la base de la respetabilidad del
profesor. Los cursos y textos presentan estas verdades como conocimientos
fijos a asimilar y, al estar aislados de los intereses e interrogantes de los
alumnos, resultan aburridos y sin sentido. No sorprende que muchos niños y
jóvenes se resistan a la educación. La mayoría de los educadores reaccionan
con más exámenes y pidiendo más presupuesto. Los sistemas de exámenes pueden
ser una peligrosa selección de los menos creativos, más conformistas y
obedientes cuando no de los astutos que adivinan “que quiere el profesor que
diga”. Es
raro el profesor que señala las dificultades, contradicciones y problemas sin
resolver en lo principios y métodos que transmite. Esto lleva al
establecimiento de “paradigmas” o ideas y principios que guían la
investigación y a los cuales los científicos se adhieren resistiéndose a
ponerlos en duda. El sistema geocéntrico del mundo y la mecánica clásica son
ejemplos de estos paradigmas. Los paradigmas se cuestionan con gran
dificultad, cuando hay muchas evidencias en su contra y sólo cuando se
enuncian paradigmas alternativos.
Siguen revoluciones
dificultosas que los cambian cuando ya no hay más remedio, estableciendo
nuevos paradigmas que rápidamente son tomados como“principios eternos” (ver
Kuhn [1961]). El
sistema escolar, con sus metas y títulos es más un sistema de asignar puestos en la sociedad jerárquica que un sistema
que promueva las habilidades prácticas y la generación, la crítica y el
avance del conocimiento (ver I.Ilich [1970]). Los actuales partidarios de la
educación como panacea de resolver los problemas sociales dividen la sociedad
entre educadores y educandos, situándose ellos, por supuesto, en el primer
grupo. En la sociedad flexible “la educación de todos es obra de todos” (I.Ilich). La educación
es muy compleja para que existan especialistas en ella. Un amplio sistema de
información (bibliotecas, red informática, exposiciones, museos) debe
contener, además de exposiciones de conocimientos especiales (sobre asuntos
científicos, técnicos, artísticos, legales, médicos, organizativos) y de
textos claros sobre posibles formas de organizar la auto-educación, una base
de datos de los que venden o buscan
enseñanza, sea de habilidades o educativa. Se deben dar facilidades públicas
o privadas (por ejemplo locales, librerías, cyber-cafés, parques) para las
reuniones de grupos de interés que
se autoeduquen y puedan contratar asesores o invitar a miembros de grupos
afines. La educación de “todos por todos” implica y causa el aprendizaje
de como enseñar que es fundamental en una sociedad flexible. En el
aspecto técnico se pueden promover, por competencia, los equipos accesibles y
con posibilidad de reparación por los usuarios. Las fábricas, especialmente
las de alimentos, deben tener facilidades de acceso al público, tanto para
aprendizaje como para control por los clientes. Los títulos deben disminuir
su importancia y ser sustituidos por currículos con datos verificables a
través de los sistemas de información y de consultas con los usuarios o
implicados en las actividades referidas en el currículo. La educación de los
niños podría ser , en principio, responsabilidad de los padres, aunque en una
fase transitoria las comunidades pueden nombrar facilitadores que visiten las
familias con capacidad de asesorar y aconsejar. En particular es fundamental que la gente aprenda a
manejar sus relaciones con los demás. Aunque la sociedad flexible enseña esto
por la práctica cotidiana es conveniente conocer, sobre todo en el período de
transición, los principios de estas relaciones: la expresión de los estados
de ánimo, los reflejos donde cada uno dice como se siente ante la actitud de
los demás (preferentemente a la crítica) evitando la reacción agresiva, la
relación proporcionada entre competencia y colaboración, el liderazgo
situacional y la facilitación, los problemas de la jerarquía, el manejo de la
desconfianza, el respeto a las reglas que el propio grupo se impone, la
capacidad de escuchar y de ser conciso cuando lo escuchan a uno, las técnicas
de pensamiento creativo, las técnicas de decisiones colectivas. Todo esto
forma parte de las técnicas de dinámica
de grupos. Esta se enseña en una
serie de ingeniosos juegos colectivos que permiten explorar todos los
procesos de relación mencionados. Serían de una enorme utilidad en la
educacción para una sociedad flexible. Ver por ejemplo Réquiz,C.
[1982], Forsight, D. [1983]. 4.1.2
Gerentes: son intermediarios entre los que invierten sus ahorros en
una empresa determinada y los que realizan el trabajo. Desde que las empresas
se han hecho grandes y complejas el poder de los gerentes planificadores,
frente a los trabajadores sin propiedad de medios de producción por un lado y
los dueños de capital sin conocimientos técnicos por el otro, ha ido en
aumento (Ver la teoría del “principal” y el “agente” en Berle & Means, [1932], y Galbraith,[1967]). Este
poder se ha transformado por un lado en ventajas económicas, sueldo y uso
personal de recursos de la empresa, por otro en la tendencia a al crecimiento
y la complejidad (invertir más y distribuir menos dividendos) que aumentan la
importancia de los gerentes de alto nivel.
Sin embargo la difusión del conocimiento gerencial y
de todo tipo y de las relaciones directas, amenazan también a estos
intermediarios. En la sociedad flexible las empresas se suponen
creadas por la asociación de
ahorristas con deseo de invertir, los que tienen ideas y los que poseen las
habilidades de producción. Muchas personas de la asociación pueden estar
en los tres grupos. Se supone que un sistema de información en que se
registre la demanda, es decir pedidos de bienes y servicios por clientes
indica también donde hacen falta inversión y empresas. La asociación puede
contratar asesores en organización por el tiempo que los necesite. Lo mismo,
puede contratar los constructores del capital (edificios, robots, maquinaria)
reduciéndose luego a contratos de mantenimiento. La actual tendencia de las
empresas a contratar los servicios temporales y ocasionales (outsourcing),
que da más rendimiento que tener departamentos especiales para esos
servicios, apunta en esa dirección. El ahorro de la gerencia parasitaria ha
reducido los costos y ha producido desocupados. En una sociedad flexible tal
gerencia no debería llegar a formarse. Las directivas o políticas de
producción y ventas pueden ser dirigidas por un comité rotativo de la asociación
de trabajadores e inversionistas. Es probable que las empresas muy grandes y
“eternas” vayan desapareciendo ante redes y confederaciones de asociaciones
productivas que pueden ser más dinámicas, cambiables y eficientes que las
grandes empresas jerárquicas actuales (ver M. Porter []). Además la relación
directa de productores y consumidores facilita y es facilitada por las
técnicas de “producción a pedido” (“just in time”) que minimiza el gasto de
almacenamiento y las pérdidas por mercancía “fría”. En resumen se trata de que todo integrante de la
sociedad sea un trabajador, ahorrista e inversionista interviniendo en
grupos flexibles e intercomunicados para realizar tareas. En lenguaje abstracto: en vez de los clásicos árboles u
organigramas, la representación de los nuevos sistemas serían redes en las
cuales se distinguen árboles situacionales cambiantes 4.1.3 Comerciantes: Son intermediarios entre
los productores y los consumidores. Su habilidad consiste en detectar las
necesidades y buscar los productores. Este servicio muy necesario actualmente
por la ignorancia mutua de consumidores y productores (que a veces el
comerciante fomenta para mantenerse como intermediario) encarece el costo
para los consumidores y disminuye la ganancia de los productores. Como
su función depende de la información, en la sociedad flexible gran parte de
ellos pueden ser sustituidos por la red informática (a la que habría que
agregar las demandas individuales o colectivas) y empresas de transporte
eficientes, lo que supone un ahorro muy grande en los costos. Agentes
algorítmicos (programas de computadoras) dotados de capacidades de
aprendizaje pueden ayudar a buscar proveedores y clientes adecuados. Esto
podría complementarse con exhibiciones y ferias para los que gustan del
aspecto festivo y social de las compras. 4.1.4 Abogados: Son intermediarios entre
el conocimiento jurídico y los que necesitan de él para resolver conflictos o
defender sus derechos. La complejidad de las leyes y el lenguaje
especializado hacen del saber jurídico un área difícil de abordar para los no
especialistas en el tema. Pocos autores han publicado obras para hacer
comprensible el Derecho. Por lo demás el Derecho esta fuertemente afectado
por el carácter jerárquico de las sociedades, pero en su enseñanza predomina
una teoría pura que explícitamente descarta la consideración sociológica y
ética de las leyes (ver Kelsen [1960]). La riqueza y el poder distorsionan
fácilmente la aplicación de la justicia. Para una interesante discusión sobre
las conexiones del derecho con la realidad social ver Levi Bruhl [] y Ripert
y otros [1953]. En
la sociedad flexible gran parte de las leyes actuales deben ser modificadas y
este es un proceso largo y difícil por la necesidad de equilibrar la
estabilidad con la flexibilidad de las leyes. El énfasis podría estar, como
en el caso de la Medicina, en un “derecho preventivo”, poco desarrollado pues
no da ganancias. Consistiría, en el caso de conflictos, en que las partes,
con un asesoramiento adecuado, llegaran a un acuerdo. Un amplio archivo de
casos y situaciones con sistemas de búsqueda eficientes, podría ser útil para
inspirar esos acuerdos. Por otra parte las leyes actualizadas y su
explicación deberían estar en la red de información. En el Derecho Penal debe
apelarse más a los conocimientos psicológicos que, es de esperar,
tendrán más desarrollo en la sociedad
flexible. 4.1.5 Sacerdotes: Son intermediarios entre
el común de las gentes y lo trascendente que puede interpretarse como la
divinidad, el sentido de la vida, naturaleza del espíritu, el amor, el
sufrimiento y la muerte, los principios morales del comportamiento con los
semejantes y los sentimientos místicos (una enumeración y discusión de estos
problemas puede verse en el clásico texto de R. Otto [1950]) La humanidad ha
gastado siempre una gran cantidad de recursos y ha generado muchos conflictos
y solidaridades en la enseñanza e imposición de ideas sobre estos temas. Se
han creado poderosas organizaciones para esos fines y muchas personas dedican
su vida a actividades relacionadas. Mientras
que algunas religiones tienden a no sentirse agredidas porque haya gentes con
otras creencias (como muchas formas del hinduismo y el budismo) otras, en
especial las derivadas del Zoroastrimo, con su idea de la vida y el cosmos
como una lucha del bien contra el mal. Estas son el judaísmo (para su
influencia sobre el judaísmo (ver T. Ling [1968]), el mahometanismo, el
cristianismo, y sus herejías laicas como el comunismo y los totalitarismos
racistas. Estas ponen a los infieles
o excluidos como malvados que serán condenados y a veces dignos de ser
despreciados, dominados o exterminados. Consultar al respecto sus libros
básicos: La Biblia (en especial el Génesis y la Revelación) y el Corán (ver en especial el Sura 3) aunque es
cierto que, salvo la actual ola de fundamentalismo el Islam ha sido más
tolerante con los infieles ([]) En
la sociedad flexible se supone que la información y la comunicación global
pueden fomentar la tolerancia entre creencias diversas y la pérdida del poder
que actualmente ejercen los monopolistas de la cosmovisión verdadera, la
ética, la trascendencia y la
salvación. Un
caso especial son los santos y gurúes en auge en la sociedad actual.
Suelen ser personas de gran religiosidad que han tenido experiencias
místicas, reúnen discípulos y seguidores y predican formas de creer y vivir.
Muchas veces organizan obras comunitarias de gran alcance o comunidades de
creyentes que ensayan nuevas formas de vida. Por supuesto que acciones y personas de esta clase deben
ser compatibles y, en cierta etapa deseables, en la evolución hacia esa
sociedad. Sin embargo están contra la
idea de que los líderes globales y permanentes son un peligro para la
consideración básica de igualdad de los humanos. El que adora a una persona y
se somete a sus directivas (no hay duda que muchas de estas personas son
adoradas, dirigen sus empresas y atienden consultas de problemas personales)
está renunciando a parte de su humanidad. No puede haber, en principio,
problema si lo hacen voluntariamente, pero uno piensa en la “verdad” de este
proceso, es decir en su desarrollo histórico. Tal vez Cristo (y Mahoma en su
primera fase) comenzó así y sus
derivados históricos fueron nefastos: guerras, imposición, cruzadas,
inquisición, terrorismo. Esto hace sospechar que había un “error” en su
comienzo, y ese error es tal vez la renuncia que hacen los seguidores de un
líder de su propio juicio y voluntad delegando su responsabilidad y sus
decisiones en aquel. Mientras el líder vive y mantiene una actitud de amor y
solidaridad el peligro está oculto. Pero al morir el líder sus sucesores (o
él mismo si cambia su actitud) aparece la estructura de control, dominio,
coerción, intolerancia. Es, en los términos de Toynbee, la transformación de minoría
dirigente en minoría dominante. Los ejemplos históricos no dejan
lugar a duda. La razón psicológica está en las tendencias de dominio y
subordinación, pertenencia a bandos y temores existentes en los humanos, las
cuales al parecer sólo se pueden superar entendiéndolas a fondo y
comprendiendo sus consecuencias que perjudican a todos. 4.1.6 Políticos: los políticos son
intermediarios entre la población y sus intereses comunes. Su expresión
actual en los sistemas capitalistas es, casi siempre, la democracia
representativa en la cual los políticos son elegidos por la población por
cierto período, administran los bienes públicos y mantienen a nivel aceptable
los conflictos sociales. En el comunismo y el populismo la burocracia
política y los líderes cumplen estas funciones. El problema es que los
políticos adquieren y mantienen un monopolio de la información sobre el
manejo de estos procesos, sobre todo en los detalles más concretos. Por
ejemplo, poca gente lee la Ley de Presupuesto, pero si lo hace, aunque se
entere de que se invierte una cierta suma en una obra pública, no sabe si esa
cifra es justificada, a quienes realmente beneficia la obra, si la obra está
justificada, como se asigna la obra a un contratista y muchos otros detalles.
Aunque esto debería ser discutido en el Congreso por los representantes del
pueblo, las complicidades y componendas entre estos y las mismas limitaciones
de información y comunicación de una institución pequeña, hacen difícil el
control popular. La política llega ser, según la expresión de Paul Valery el
sistema “para que la gente no se meta en lo que le interesa”. La
centralización política aleja los problemas de los interesados y afectados
por ellos. Si se decide, por ejemplo, hacer un gran embalse para abastecer de
agua y energía a una ciudad grande, la población directamente afectada por la
inundación no participa en las decisiones y sus representantes, si los tiene,
negocian su apoyo u oposición al proyecto con otros intereses. Los políticos
más exitosos son personas que en sus declaraciones no están interesados en la
verdad sino en el efecto político de las mismas. Este decir “lo que causa el
efecto deseado en la audiencia” y no lo que ocurre realmente se vuelve en
ellos un acto automático. Muchos
de los defectos de la democracia representativa se resuelven por la
descentralización tanto de la recolección de impuestos como del gasto público
que acerca a los interesados a los políticos y permite un control más directo
por las comunidades. En este sentido la descentralización política es un
camino que se abre hacia la sociedad flexible. No es suficiente pero es
necesario. En
la sociedad flexible, los políticos no existen como profesionales. Cuando una
persona o grupo plantea un proyecto para solucionar un problema de interés
colectivo sea una necesidad como la recolección de basura o la apertura de
nuevas oportunidades como la construcción de un embalse, esto se comunica a
las comunidades que pueden ser afectadas y beneficiadas. Se les informa sobre
el proyecto y sobre los lugares donde se puede buscar información sobre
asesores, proyectos análogos, detalles técnicos, resultados. Si el proyecto
se aprueba, mediante un referendo en que se ha informado a la comunidad de
todos los pro y contra, puede designarse una comisión que pase a dirigir la
ejecución: financiación, créditos, contribuciones de la comunidad, impactos
ambientales, contratación de técnicos de todos los niveles, ingeniería de
detalle, plan de ejecución y actividades de implementación. Una descripción
detallada de esas actividades, y de los logros y costos se mantiene al
alcance de todos los miembros de la comunidad que pueden solicitar
información adicional y, en caso de desacuerdo, llamar a una reunión amplia
de los afectados y de la comisión para discutir los problemas y ratificar o
cambiar las decisiones tomadas. Terminado el proyecto constructivo, la
comisión, tal vez modificada, dejará, antes de disolverse, la descripción la
operación permanente del sistema creado, mantenimiento y posibles cambios
futuros para crear el organismo de manejo constituido, como casi todos los
organismos duraderos de la sociedad flexible, preferiblemente con miembros de
las comunidades interesadas, con cierto ritmo de renovación y rotación de las
responsabilidades. La idea, comparando con el sistema actual, es no afectar
una comunidad para beneficiar a otra y dejar los costos y responsabilidad del
proyecto a la comunidad de los beneficiaros del mismo (y a veces los costos a
comunidades no beneficiadas por el proyecto). La idea de comunidad afectada
por un proyecto puede variar para los diferentes aspectos del mismo. La
asignación de lugar de las instalaciones puede afectar a menos gente (por
ruido o desechos sólidos) que los impactos ambientales globales (humo,
degradación de energía), donde debe participar una comunidad más amplia. 4.1.7 Planificadores. Los planificadores son
intermediarios entre la especificación de las necesidades de un individuo o
grupo y la realización del sistema que pueda satisfacer esas necesidades. En
el sistema comunista forman un grupo muy poderoso. Como las necesidades
pueden ordenarse pero no es posible construir un orden de prioridades
satisfactorio para todos (ver Condorcet [1990] , Arrow [1963] ) y procesar
encuestas de necesidades es muy complicado y crece con el tamaño de la
sociedad, los planificadores centrales prefieren por simplicidad definir
ellos mismos las prioridades de toda la población. Pues aún con esta
simplificación la tarea de planificar una economía global es demasiado
compleja. Se cometen errores de detalle que pueden tener consecuencias
graves, hay sucesos imprevistos, hay productores que maniobran por fines
personales, los hay que pasan información falsa, la burocracia política
interfiere y pretende controlar a los planificadores. Además las necesidades
de la gente son variadas, diferentes y cambiantes. El sistema es demasiado
rígido para satisfacer todos esos requerimientos. No es raro pues que la
planificación socialista haya fracasado. En los otros sistemas más liberales
es, en general, ineficaz por las reacciones de los productores y consumidores
privados y por el juego de intereses de grupos restringidos que buscan su
beneficio. En general se cumplen sólo los planes que favorecen los intereses
dominantes. En
la sociedad flexible el planificador es un asesor situacional, es una persona
con práctica en asesorar en proyectos, descubrir interacciones entre este
proyecto y otros sistemas naturales, artificiales o humanos y generar
escenarios de las posibles consecuencias de las decisiones que se toman. Con
la acumulación de información accesible a todos y la variedad de la práctica
social de muchos miembros de la sociedad, el planificador general sería cada
vez menos necesario y será sustituido por el asesor con experiencia práctica
en lo que se necesite. Cuando
se diseña un sistema complejo es importante la previsión de fallas y
catástrofes. Como la naturaleza de éstas puede ser imprevisible, conviene
tener previstas redes de personas que detecten síntomas anómalos aunque sean
débiles y organicen simulacros para entrenar a la comunidad. Es también
importante realizar seminarios post-catástrofe. Ver X. Guilhou y P.Lagadec [2002] que contiene ideas y
ejemplos de sistemas flexibles relacionados con emergencias. 4.1.8 Banqueros: Son intermediarios entre
los ahorristas y los que quieren invertir. Es
un típico intermediario que trabaja con la información, debe saber a quien
prestar y qué tipos de depósitos buscar.
En la sociedad flexible pueden ser sustituidos por
programas (agentes) que revisen la red informática buscando ofertas de dinero
o demandas para inversión con
condiciones especificadas en una región especificada que puede ser muy
amplia. Estos programas pueden ser usados directamente por los inversores y
ahorristas. La
regulación de la masa monetaria puede requerir una institución que actúe con
algoritmos bien definidos y conocidos por todos, los cuales, en base a un
registro de la actividad económica agregada restrinja o expanda el crédito
primario. Toda la información que maneje debe ser de dominio público. 4.1.9 Médicos: Son
intermediarios entre los enfermos o personas que quieren mantener su salud y
el conocimiento y equipo médico. Otros tienen habilidades que requieren un
largo entrenamiento.
En
el sistema capitalista los servicios médicos están casi siempre en manos de
empresas privadas y esto origina serios problemas. La medicina es uno de los
servicios que más se han encarecido en los últimos años (en EEUU el índice
pasó de 34 en 1970 a 260 en el 2000, mientras el índice general fue de 38.8 a
172 en el mismo lapso) . La gente con recursos limitados puede morir por
falta de servicios que existen pero son muy caros. Esto ha llevado a los
gobiernos a instaurar sistemas para facilitar el acceso de todo el pueblo a
los servicios médicos. Los trabajadores formales tienen seguros que pagan
ellos con un aporte del gobierno y el empleador. Hay sistemas llenos de
limitaciones como los de EEUU y otros altamente organizados y amplios como
los de Francia, Suecia o Suiza. Tales servicios son una carga presupuestaria
muy fuerte. En EEUU se han formado poderosas empresas de medicina que viven
de los aportes de los seguros. Los médicos de las empresas están bajo una
presión cruzada de no excederse en gastos y ser objetados por los seguros o
de ser ahorrativos con peligros para el paciente y el ser despedidos por las
empresas que los emplean cuando estas requieren más ingresos. La medicina
preventiva a cargo de los posibles enfermos está muy descuidada pues, por
ahora, que la gente evite enfermedades no es un negocio, mientras que la
curación sí lo es y la gente está dispuesta a pagar lo que le pidan. En gran
parte la difusión de la medicina preventiva está relegada a consejos
accidentales de algunos médicos filantrópicos, manuales de medicina casera o
consejos de revistas. En
los sistemas comunistas los servicios médicos han sido siempre totalmente
gratuitos. Su calidad varía con el sistema y casi nunca tienen los equipos
sofisticados de los países desarrollados capitalistas, donde muchos servicios
son accesibles sólo a altos costos. Pero en general su personal concentra a
gente muy dedicada y consciente. Increíblemente, salvo tal vez en China, la
medicina preventiva no recibe el apoyo que podría tener. En
la sociedad flexible el énfasis primordial está en la prevención de la
enfermedad a cargo del interesado, sus allegados y consejeros pagados por los
Organismos de Redistribución (ver más adelante). Los consejeros que visiten
las familias pueden necesarios para
detectar enfermedades contagiosas y para aconsejar, ya que la gente, por el propio temor a declararse
enferma, suele ser reacia a cuidar su propia salud. El sistema de información
(red, revistas, libros) proporciona información amplia y gratuita sobre el
cuidado de la salud y el tratamiento de enfermedades simples. Los hospitales
son mantenidos por las comunidades y ayudados por los Organismos de
Redistribución. El personal paramédico de los hospitales se podría rotar a
cierto ritmo entre los miembros de la comunidad de manera que todos adquieran
cierta práctica en el tratamiento de enfermedades. El conocimiento médico
especializado se adquiere como el otro conocimiento, y por la práctica médica
y paramédica en los hospitales. La práctica privada de la medicina no está
prohibida pero podría estar sujeta a inspección de los consejeros sanitarios. 4.2 Instituciones de la sociedad
flexible. 4.2.1 Organismo facilitador,
redistribución y administración de la participación. En las sociedades jerárquicas el organismo principal de
redistribución es el estado, que colecta impuestos y los utiliza para hacer
obras públicas y prestar servicios de interés general. La forma de hacerlo es
tan indirecta y tiene tantos intermediarios (funcionarios, políticos, contratistas,
inspectores, gestores de intereses particulares, medios de comunicación
social) que es muy difícil encontrar una relación significativa entre los que
aportan los impuestos y los que requieren los bienes y servicios. El estado
que realiza aquellas funciones se transforma en la mayor fuente de poder y
jerarquía, junto con la riqueza. Evitar la corrupción y el tráfico de
influencias en un sistema tan indirecto se hace poco menos que imposible. En
la sociedad flexible las relaciones se pueden hacer más directas mediante una
descentralización en la recolección de impuestos y con la especificación de
su destino. Como en otros casos para cada impuesto se especificaría la
comunidad que va a recibir las consecuencias y los beneficios de los bienes y
servicios y se le cobran a esa comunidad. Con buenas bases de datos no es
demasiado complicado. En
casos en que un organismo permanente de atención de necesidades comunes sea
indispensable se mantendría, mientras fuera necesario, un organismo
facilitador de redistribución, esto es, un cuerpo que recibe donaciones y
pagos por el uso de algunas instalaciones y lo reparte para facilitar ciertas
actividades de utilidad general, en particular investigaciones y vigilancia.
Les es posible proponer impuestos temporales para fines declarados. Lo
designan las comunidades entre personas que se han distinguido por su
capacidad de coordinar actividades, honestidad, prudencia y poco apego al
poder. Los miembros se podrían rotar en la presidencia y renovarse por
partes. En
cuanto a la función, actualmente del estado, de recibir propuestas de
proyectos, investigar las comunidades involucradas, organizar referendos para
aprobarlos o descartarlos y publicar los resultados, pueden exigir una
institución permanente. Si así resulta ser, debe pensarse en un grupo con
atribuciones bien delimitadas y
miembros elegidos por la comunidad que se renovarían periódicamente. 4.2.2
Justicia
La
justicia está formada por jueces elegidos por las comunidades. Se encargan
de tomar decisiones en conflictos
cuando todos los intentos de arreglos directos entre las partes son
imposibles. Se asesoran con miembros de la comunidad, juicios públicos,
jurados, psicólogos y un amplio registro de casos juzgados. El sistema de
vigilancia policial para impedir o detectar actos delictivos comunes debe ser
un equipo rotativo, que puede buscar asesores expertos en casos de
investigación. Se espera que la colaboración de toda la sociedad en evitar
casos extremos minimice la necesidad de estas organizaciones. 4.2.3 Mercado y dinero. Son dos aspectos
heredados del capitalismo y sistemas mercantiles que son muy difíciles de
sustituir, por lo menos en los comienzos de la sociedad flexible. Deben ser
desactivados de sus efectos jerárquicos mediante la información y la observación de su evolución. Los actuales
sistemas de información y comunicación, en especial la red informática,
pueden llevar cerca del ideal de un mercado de información perfecta al
acercar productores y consumidores, ahorristas e inversionistas y consumidores
y a los productores entre ellos mismos. Los efectos de monopolio,
manipulación de la oferta y la demanda y engaño publicitario, podrían
minimizarse con la información y comunicación directa entre los interesados. El dinero como equivalente general de intercambio
y sistema de información de bienes y servicios sociales producidos, es un
instrumento imperfecto. Los sistemas comunistas han aportado poco. Los
primeros ensayos de eliminar el dinero fracasaron. En Cuba el dinero perdió
mucha de su importancia al establecerse el sistema de racionamiento, pero
este es muy rígido, no estimula la productividad y, a pesar de sus 40 años,
siempre fue considerado como transitorio y desagradable. Para la distribución
de artículos importados se estableció, en cada unidad productiva una
contabilidad de “méritos y deméritos ” que tenía aspectos interesantes pero
nunca se perfeccionó. Todas las economías comunistas evolucionaron hacia el
sistema de salarios como medida de la contribución individual a la producción
social. Al mantenerse una rígida división del trabajo, la jerarquía de la
burocracia planificadora y política y su fundamento: la desigualdad de
información, el dinero fue adquiriendo un predominio semejante al del
capitalismo. En
la sociedad flexible debe buscarse la compensación a la desigualdad producida
por la acumulación de riqueza sin caer en una burocracia distributiva como la
del populismo o el comunismo. En el sistema capitalista se han mantenido o
desarrollado muchas instituciones: economía doméstica, cultivos urbanos en el
domicilio, fundaciones, organizaciones y asociaciones sin fines de lucro,
cooperativas de producción y consumo, comunidades agro-industriales, redes de
empresas. Muchas de ellas limitan algunas de las características más
jerarquizantes del dinero y pueden adoptarse en la sociedad flexible. 4.2.4 Herramientas sociales y
experimentación social. La
sociedad flexible dispone de muchas herramientas de un gran potencial: la red
informática, las bases y bancos de datos públicos, los modelos de simulación,
los modelos juego, la construcción y
análisis de escenarios, la dinámica de grupos, pueden ser utilizados para
soportar decisiones de individuos o grupos y para prever consecuencias de
esas decisiones. Por otra parte, la experimentación que con tanto éxito se
ha usado en la ciencia, no se ha usado en la sociedad que se ha aferrado a
seguir siempre los caminos tradicionales y tratar de cambiarlos mediante
conflictos. Un principio fundamental de la sociedad flexible es el de la
proliferación y experimentación social: estimular los proyectos de creación
de comunidades que ensayen diferentes formas de vivir informando sobre sus
resultados y permitiendo la observación. Es también importante permitir la
conservación de formas de vivir tradicionales, incluyendo culturas
pre-industriales siempre que no impongan coerción sobre los individuos. El
flujo de información desde estos ensayos y las formas más usuales de la
sociedad garantizarían el beneficio mutuo de las sociedades e impedirían el
error de encaminar a todos los humanos en procesos sociales rígidos sin
salida o en estancamientos en óptimos locales. Además, la posibilidad de los
individuos de retirarse a organizar otras formas de vida sería un obstáculo
para la formación de comunidades que presionaran demasiado sobre los
individuos. 4.2.5 Investigación científica y humanística. La comunidad
científica internacional ha llegado a establecer (a pesar de ciertos sesgos
que podrían eliminarse) un equilibrio adecuado entre competencia y
colaboración. Sería interesante estudiar como este mecanismo puede
transferirse a otras áreas de la actividad humana. El problema es el
financiamiento de la ciencia y decidir quienes tienen derecho a utilizar sus
resultados con fines propios. Hay empresas científicas, como los viajes
espaciales, estudios biológicos, ambientales, de ciencias de la Tierra, de
Cosmología, y, en el futuro, de Sicología y Sociología, que requieren grandes
recursos, no tienen una retribución inmediata para que se financien con
iniciativas privadas en busca de beneficios y muchos de sus resultados
deberían ser compartidos por toda la humanidad o un amplio sector de la
misma. Una solución puede hacerse por un entendimiento entre las comunidades
a nivel mundial y la contribución de todas, según sus recursos, en proyectos
declarados a todos los contribuyentes.
Un problema es la dificultad en subvencionar la ciencia (ver C.
Domingo [1985]). La ciencia exploratoria (arquetipo: Leonardo Da Vinci) es
difícil de subvencionar por lo indeterminado de sus proyectos y el carácter
errático de sus científicos. La ciencia creadora de grandes síntesis
(arquetipo: Newton o Darwin) por la larga duración y maduración requerida y
por lo discutible de sus proyectos desde el punto de vista de la comunidad
científica. Sólo es fácil subvencionar la ciencia normal que explota, sin
cuestionar, los paradigmas existentes
buscando solución de enigmas y problemas prácticos (ver Kuhn [1961] para una
discusión de ésta). Es de esperar, por lo dicho sobre la educación en la
posible sociedad no jerárquica, que en el futuro se vayan reduciendo las
diferencias entre estos tipos de ciencia. Una enseñanza libre de dogmas puede
hacer que la exploración se considere un aspecto normal de todo proyecto
científico y que la enseñanza crítica e histórica de las grandes teorías y la
discusión continua de alternativas hagan menos costoso y traumático el cambio
de paradigmas. Pero de todos modos, la sociedad debe ser consciente de que
debe contribuir (como opina mi amigo Juan Puig) con un aporte a proyectos “de
alto riesgo”. El apoyo a los estudios humanísticos teóricos como la Filosofía
son menos costosos y pueden encuadrarse dentro de las ideas citadas. Es
también posible que reconocida la gran importancia de estas investigaciones
se formen sociedades sin fines de lucro para ayudarlas. 4.2.6 Descubrimientos, inventos, propiedad
intelectual. (se agregará en breve) 4.2.7 El individuo flexible Un
individuo en la sociedad flexible podría tener varias profesiones y un
conocimiento universal de la sociedad en que vive en toda su diversidad
cultural. Esto se puede alcanzar por un cambio en los medios educativos que evolucionen desde el problema de interés
inmediato a la paulatina generalización y por la apertura general de la
información.. Debe ser totalmente consciente del dilema del prisionero, de
los peligros de rigidización de la instituciones, los roles y las creencias.
Debe estar continuamente alerta de las consecuencias de sus decisiones, pero
sin temor al riesgo y al cambio. Se puede pensar en él como un consumidor,
productor e inversionista de sus ahorros. Científico, artista, capaz de
socializar y de retirarse a meditar, competitivo y colaborador, abierto al
misterio, lo desconocido y la trascendencia. 4.2.8 El orden social. Toda sociedad, por
flexible y dinámica que sea requiere un cierto grado de estabilidad o
regulación para no colapsar en el caos. El control se hace en la sociedad
jerárquica por represión e ideología. Estas tienden a unificar e igualar a la
gente para facilitar el control. Son buenas para ganar adeptos y dividir a la
gente en bandos antagónicos, pero no para desarrollar una sociedad que acepte
todas las complejidades del comportamiento y las relaciones humanas. A este
respecto es ilustrativa la llamada ley de Ashby o de la variedad requerida
de la Teoría de Sistemas [Ver Ashby, 1963]. Esta ley, omitiendo su expresión
y demostración matemática dice que: “el mecanismo regulador de un sistema
debe tener más variedad a medida que el sistema regulado es más complejo y
diverso.” Podemos limitar la tendencia de un niño a jugar con fuego poniendo
fuera de su alcance todo lo que pueda producir fuego (simplificación del
comportamiento) o bien creando en él, mediante ejemplos y enseñanzas, las
ideas de como manejar el fuego con seguridad y de las consecuencias del uso
incorrecto (sofisticación del control). La solución restrictiva no le enseña
nada ni lo protege para una exposición accidental al fuego. Desgraciadamente
para los ideólogos simplificadores, la naturaleza humana es irreductiblemente
compleja, variada y creativa. Un sistema regulado por ideologías lleva a la
rigidez, la disidencia, el conflicto y la ruptura del sistema de control. Es
por eso que en las proposiciones de este texto no se presentan ideologías
generales ni utopías, sino que se dan sugerencias y describen posibilidades
para que las comunidades realicen el sistema que más se acomoda a la voluntad
de sus integrantes. Recordamos que la ley de Ashby es una ley para la
estabilización de los sistemas simplemente cibernéticos, no de los sistemas
flexibles que generan y cambian sus propias leyes (las leyes regulan el
funcionamiento pero este continuamente genera nuevas leyes en una serie de
procesos ascendentes y descendentes que se mencionan más adelante). Pero la
mencionada ley de Ashby es importante en la fase de establecimiento de
regulaciones (proceso descendente) para minimizar sus aspectos
simplificativos. 4.3 Etnias no industriales. Estas
sociedades, que no han producido sistemas con civilización (estados con gobierno,
ciudades, ejércitos, cárceles, etc) han quedado atrapadas dentro del sistema
de naciones y se tiende a su exterminación física o como culturas. En un
sistema flexible de comunidades no presentan en principio problemas. Son
comunidades entre otras y sus problemas deben ser resueltos por consenso y
respeto mutuo cuando tratan con otras comunidades. El problema es la
transición pues mientras perdura la sociedad jerárquica pueden desaparecer,
lo cual, aparte de ser un crimen que afectaría a los responsables (ver
principio de Toynbee), sería una pérdida irremediable de variedad. Es
indudable que debe respetarse su autonomía y territorio, pero se debe
permitir a sus miembros a que se enteren de lo que pasa en las otras
sociedades. Las negociaciones con las sociedades industriales (por ejemplo
para explotación de recursos o problemas jurídicos) deberían hacerse con gran
cuidado e información mutua completa. En caso de duda no intervenir es
la regla. 4.4 Recursos naturales. La existencia de
recursos naturales necesarios a comunidades pero que se encuentran
desigualmente distribuidos presentan un problema especial entre los que viven
en la zona con los recursos y los que los necesitan y no los tienen. En la
sociedad actual el problema se ha tratado, según los casos, por conflictos
violentos de apropiación o por el pago de una renta a los poseedores del
recurso que obtienen con poco trabajo una riqueza que no han producido. Esto
origina conflictos entre el propietario de los recursos, el explotador, el
consumidor y los gobiernos (Ver B. Mommer [2002] para el caso del petróleo) y
provoca deformaciones socioeconómicas en los receptores de la renta (ver
Grupo GIEV [1999] y T. Karl [1997]. Las comunidades deberían llegar a un
acuerdo directo sin los intermediarios (explotadores y gobiernos) en que los
que necesitan el recurso aportaran para solucionar los efectos nocivos de la
explotación y repartir con los poseedores del recurso los beneficios mutuos
que trae la explotación. Los poseedores deberían recibir lo que corresponde
al trabajo que aportan y compensación por perturbaciones en el medio ambiente
natural y artificial. La discusión de costos de oportunidad de las
explotaciones debe hacerse con todos los involucrados. 5. LA TRANSICIÓN. ¿QUE HACER YA?. Un
problema difícil es ver como se puede pasar de las sociedades actuales a la
sociedad flexible. Hemos
trabajado mucho sobre la formación y cambio de las estructuras (Ver Domingo
1975, Domingo y Tonella 2000). Nuestra idea principal es que las estructuras
se forman y evolucionan por la conjugación de procesos ascendentes, en que
partes aisladas se ensamblan en un todo y procesos descendentes en que el
todo organiza las partes sin provocar restricciones desestabilizadoras. Un
predominio excesivo de la independencia de las partes lleva al caos. El
dominio excesivo del todo sobre las partes lleva a la rigidez. La cual lleva
a un cambio revolucionario, y al círculo vicioso de sistemas rígidos y
revoluciones violentas destructivas Una
de las primeras cuestiones es preguntarse si el cambio debe ser
revolucionario o evolutivo y gradual. 5.1 El cambio revolucionario. El argumento a favor de
este proceso es que un cambio de gran magnitud afecta muchos intereses y
originaría fuertes resistencias. Es pues necesario establecer un poder fuerte
para hacer el cambio. Una vez establecida firmemente la nueva estructura no
jerárquica, se arguye, el poder ya no
sería necesario. El problema es que excepto en algunos casos de emergencias
pasajeras, un gobierno poderoso no cede poder y menos aún, se suicida
eliminándose como poder. A una revolución le sigue un sistema autoritario
persistente (ver los casos de Napoleón, Stalin, Mao Tse Kung, Fidel Castro, y
la mayoría de los sistemas populistas) aún cuando la clase social con los
anteriores privilegiados haya sido liquidada. En general aparece una nueva
clase de privilegiados que, a corto o largo plazo exige una nueva revolución.
La historia aparece así como una “sucesión de elites” Pareto [1916]. En
muchos casos el carácter autoritario del gobierno revolucionario se origina
en características del partido revolucionario que ha luchado en la ilegalidad
volviéndose autoritario y centralizado (ver Lenin [1902, 1903] , Rosa
Luxemburg [1904] para una famosa polémica al respecto) La
sociedad flexible intenta acabar con
la alternación de autoritarismos y revoluciones con la cual poco se
progresa y a veces se retrocede en la evolución hacia una sociedad más justa.
Y esto con lo costoso que son ambos procesos en destrucción de vidas,
recursos y esperanzas y en la generación de antagonismos persistentes. La
transformación social, como la disolución de la sociedad feudal y la
implantación de la industrial fue un avance gradual, geográficamente
heterogéneo y con ensayos y errores. Cuando hubo revoluciones es difícil
probar que estas hayan contribuido al progreso Ver L. Mendieta [1959] que
señala algunos elementos de progreso en ciertos casos, pero es difícil decir
si han sido mejores que alternativas evolutivas. Para un ejemplo de fanatismo
revolucionario basta mencionar lo ocurrido en Rusia en 1917. Lenin asumió el
poder y las fábricas fueron tomadas por los obreros. No pudieron hacerlas
funcionar. En el campo los campesinos ocultaban sus cosechas. Miles de
personas morían de hambre. Lenin, revolucionario pero algo sensible ante el
sufrimiento del pueblo y asustado por los levantamientos campesinos y
rurales, dió un paso atrás. Permitió la propiedad privada, el contrato de
asalariados y la comercialización libre de muchos productos. La economía se
recuperó rápidamente y mejoró el nivel de vida. Stalin, que se fue imponiendo
como el líder después de la muerte de Lenin en 1924, ante el resurgimiento de
campesinos ricos restauró a la fuerza la colectivización en 1928. Millones de
personas fueron perseguidas, deportadas, enviadas a campos de trabajos
forzados en Siberia, ver Hellman y otros [1979]. Esto prueba como, para un
revolucionario, millones de muertos no significan mucho cuando se trata de
salvar su poder y los ideales de cambio social que se han apoderado de su
cabeza. El resultado es que 64 años después Rusia tuvo que emprender el duro
camino de volver al capitalismo que como ya hemos discutido, no resuelve los
problemas sociales básicos. De
todos modos no se puede pensar que la sociedad flexible basada en el consenso
se imponga por la acción revolucionaria de una minoría. 5.2 El cambio evolutivo. La
transformación de la sociedad actual en una sociedad no jerárquica se hace
posible (no inevitable) por el aumento constante y global de la información y
la eliminación gradual de las diferencias de información y educación. . Desde
que comienza la historia estas diferencias han ido, en líneas generales,
disminuyendo o por lo menos, cada vez ha habido más dificultad en
conservarlas. Hace doscientos años sólo una parte insignificante de la
humanidad sabía leer. Hoy la alfabetización supera al 70% y el número de
bibliotecas, escuelas, libros publicados, revistas y periódicos es inmenso.
La radio, TV y ahora la Internet que permite el flujo de información en todos
los sentidos, han ampliado la información que tiene el mundo de sí mismo.
Todos los sistemas de gobierno democráticos o dictatoriales impulsan la
alfabetización obligatoria como medio de lograr sus fines. Algunos han cavado
con esto su propia fosa, como la Unión Soviética. Mucha
de la información es desordenada, falsa o controlada, pero cada vez es
más difícil
controlarla. Y esto da la base para creer en la posibilidad de una sociedad
flexible y no jerárquica basada en el conocimiento. ¿Puede llevar la
información e instrucción generalizada a una sociedad no jerárquica? La
sociedad flexible se caracterizaría por un acceso de todas las personas a la información que pueda interesarles.
La red internacional puede ser una herramienta poderosa. En la Web cada
ciudadano podría, ahora mismo, ver los currículos de todos los funcionarios y
profesionales y corroborar muchos de estos datos mediante buscadores
diversos, conseguir asesoramiento, leer las leyes, informes de los bienes
públicos existentes y en construcción explicados de forma didáctica, tener
acceso a la descripción de bienes y servicios en venta, así como las
opiniones de los usuarios de los mismos, sean estos de salud, enseñanza o
diversión. Habría informes para inversión, para oferta y solicitud de bienes
y servicios. Textos de todas clases, música y obras plásticas ya están en la
red y continuará su acumulación. Sería cada vez más importante organizar y
hacer accesible e inteligible toda esta información para toda la población.
Naturalmente la red debería descentralizarse pero manteniendo la
interconexión global, y es indispensable defender el acceso universal no
controlado por los gobiernos. El
activismo político a favor de la
sociedad flexible no puede consistir en la organización de partidos que por
lo general se apoyan en inmadurez y conflictos psíquicos de los
“activistas” se elitizan y
burocratizan rápidamente y se vuelven intermediarios entre las personas y sus
intereses comunes. Deberían basarse en la acción individual por ordenar y
hacer accesible la información y el conocimiento y comunicación entre la
gente, para ampliarlo entre todos y lograr que tratemos nuestros problemas
directamente y por asociaciones voluntarias. Las cátedras de la educación
formal y los medios de comunicación masivos, aunque son instituciones de la
sociedad jerárquica pueden emplearse para discutir los principios de la
sociedad flexible. En la casi obligada acción política se pueden apoyar, sin
comprometerse, los partidos, sistemas o candidatos que permitan mayor libertad,
diversidad, completitud y participación indiscriminada en la información, la
educación y la toma de decisiones. La elección de representantes debe ser
menos importante que las consultas populares o referendos. El mejor representante es el que informa y consulta
a las comunidades. Las actividades de oposición deben evitar la violencia:
demostraciones, comunicación con contenido educativo e información verdadera
y usando todos los medios, resistencia pasiva, son los procesos por los
cuales se pueden conseguir transformaciones irreversibles sin entrar en el
círculo vicioso de las intransigencias. El que revela secretos y denuncia
ocultaciones sobre asuntos de interés público, el que hace accesible el
aprendizaje, informa a unos sobre la manera de pensar de otros, o después de
haber liderizado a un grupo en la solución de un problema ayuda su propia
anulación como intermediario, es un activista de la sociedad no jerárquica.
No se excluye la formación de organizaciones para difundir tales procesos,
pero se debe estar consciente en todo momento que deben ser provisorias,
variables, abiertas y sin intermediarios internos, a imagen de la sociedad
que predican. Las mencionadas sociedades de Suiza, Suecia y Finlandia han
resuelto muchos de sus problemas por consenso y, aunque persiste una
desigualdad demasiado grande de ingresos, sus ensayos son de gran valor para
la sociedad flexible e indican su viabilidad. 5.3
Problemas para la transición. (incompleto) Hay
todavía inmensos problemas. La división del mundo en culturas, lenguajes,
bloques y naciones y etnias, la concentración del poder económico y político
en unos pocos privilegiados, los conflictos étnicos aprovechados y azuzados
por buscadores de poder, nuevas tendencias imperiales, las instituciones que
controlan comunidades, pueden parecer
dificultades insalvables. No trataremos aquí todos esos problemas. El
principio general es que las diferencias culturales y étnicas deben ser
respetadas como valiosos elementos de la diversidad social. Pero no se debe
restringir (y en principio no se puede) la información mutua que permita a
cada una informarse y modificarse aprovechando elementos de las otras, lo
cual favorecería la diversidad y la proliferación de sistemas culturales. Es
también claro que las naciones o bloques deben adquirir desarrollo, es decir
flexibilidad y autonomía tecnológica, económica y financiera antes de la
inevitable eliminación de las naciones en una comunidad mundial que se debe
tratar que se haga por consenso. La unión por imposición sólo llevaría a
nuevos conflictos y a una larga demora en el establecimiento de una sociedad
flexible. Pero la idea de que debemos pasar del fortalecimiento de las
naciones a la de los bloques y de ahí a la sociedad mundial es también un
supuesto preconcebido e inflexible. El actual estado de las comunicaciones,
la información y el transporte puede hacer posible que dos comunidades de
países y culturas diferentes puedan colaborar y entenderse provechosamente en
lo referente a algunos problemas concretos. Y, por otra parte acuerdos
internacionales de aspecto globalizante, como el de construcción por consenso
y difusión de un lenguaje universal (sin abandonar los lenguajes locales)
pueden ser factores altamente positivos para el desarrollo de una sociedad
flexible. Si
analizamos las fortalezas de la jerarquía: conflictos y concentración de
poder y riqueza, encontraremos que su
base más sólida son las barreras de información y comunicación. El
conocimiento generalizado es lo que puede llevar a la superación de estos fantasmas.
Carlos Domingo 2002-3
carlosd@ula.ve http://afrodita.faces.ula.ve/CarlosDomingo BIBLIOGRAFIA
Adelman I, Yeldan E. [2000] Is this the end of
economic development?. Structural Change
and
Economic Dynamic 11, 2000.
Arrow K.J. [1963] Social Choice and Individual
Values. J. Wiley. Ashby W.R. [1963] An Introduction to
Cybernetics. Wiley & Sons. Axelrod R. [1984] The evolution of cooperation.
Basic Books. Berle, Adolf
& Means, Gardiner [1932]. The modern corporation and private
property. Condorcet [1990] Matemáticas y Sociedad. Ed. FCE. (recopilación
de escritos de Condorcet
[1743-1793] hechos por R.Rashed. Ver páginas 154-155) M.Crozier y E.Friedberg [1980]
Actors and Systems. The University of Chicago Press. Dawkins R. [1979] The
Selfish Gene. Oxford. Dilla H. [1999] Comrades and Investors: the
uncertain transition in Cuba. En: The Socialist Register 1999. Ver en
especial Note 8 pag.246. Domingo C. [1980] Planificación y Sociedad Jerárquica.
1980. IEAC ULA. Ver también la página
web: http://afrodita.faces.ula.ve/CarlosDomingo Domingo C. [1975] El cambio estructural.
Edición mimeografiada del Departamento de
Computación. Universidad Central. Re-edicion en Revista del Banco Central
de
Venezuela,
Vol XII, N 2, 1998. Domingo C. [1985] Productividad de la ciencia
subvencionada. Actas del Primer Congreso Nacional de Ciencia y
Sociedad. Ed. Universidad de los Andes. Mérida, Venezuela. Ver también http://afrodita.faces.ula.ve/CarlosDomingo Domingo C. and Tonella G. [2000]. Towards a
theory of Structural Change. En número especial de
la revista: Structural Change and Economic Dynamics, 11, 2000. Galbraith, John [1967] The New Industrial
State. Signet Books. GIEV (Grupo Interdisciplinario de Estudios de
Venezuela) [1999] Venezuela: Renta Petrolera,
Políticas Distribucionistas, Crisis y Posibles Salidas.
ULA. Ver texto en http://afrodita.faces.ula.ve/giev Guilhou X. y Lagadec P. [2002] El fin del
riesgo cero. Ed. El Ateneo. Hellman y otros [1979] Rusia (Tomo 31
de la Historia Universal) Ed. Siglo XXI Herrnstein
R. & Murray C. [1994] The Bell Curve. Free Press. Huntington
S.P. [1996] The Clash of Civilizations and the Remaking of World Order.
Ed. Simon & Schuster. Hay
traducción castellana. Forrester V. [1997] El horror económico.
Ed. Fondo de Cultura Económica. Forsythe
D., [1983] An Introduction to Group Dynamics. Monterrey, CA. Franke H. Trauztetel [1978] El Imperio Chino. Ed.
Siglo XXI. Ilich
Ivan [1970] Why we must abolish the school?. The New York
Review. 7/2/1970. Ionesco & Gell. Populismo. Kelsen H. [1960] Teoría Pura del Derecho.
Traducción castellana. Ed. Purrúa, 2000. Koestler A. El cero y el infinito. Koestler
A. 1967. The Act of Creation. Dell, New York. Kottak
[1994] Cultural Antropology. J.Wiley. Kramer[1961] La historia empieza en Sumer.
Ed Aymá. Kuhn T. [1961] La estructura de las
revoluciones científicas. Ed. FCE. Lenin [1902] ¿Que hacer? Lenin [1903] Un paso adelante, dos pasos
atrás. Lenin [1917] El estado y la revolución. Lewontin R. Rose S. Kamin J. [1987] No está en
los genes. Ed CRITICA Grijalbo. Ling T. [1968]
Las Grandes Religiones de Oriente y Occidente. Vol. 1. Ed. Itsmo. Linstone
M. A. and M. Turoff (Editors) 1975. The Delphi Method. Addison-Wesley. Linton Ralph [1936] Estudio del Hombre. Ed.
FCE Lizot [1980]
Los Aborígenes de Venezuela Vol III. Fundación Lasalle. Loewe M. [1969] La China Imperial. Ed.
Revista de Occidente. Luttwak [2000]
Turbocapitalismo. Ed. Crítica, Barcelona. Luxemburg R. [1904] Problemas organizativos de
la socialdemocracia. En Obras
Escogidas.
Ed. Pluma 1979. Marczewsky J. [1973] Crise de la planification
socialiste? Presses Universitaires de France. Marx C.[1867] El Capital. Fondo de
Cultura Económica. 1946. Mendieta Núñez L. [1959] Teoría de la
Revolución. Ed. UNAM, México. Modelevsky y Kuron [1971] Revolución Política
y Poder Burocrático. Ed. Cuadernos
Pasado y
Presente. Mommer
B. [2002] Global Oil and the Nation State. Oxford Institute for
Energy Studies. Murra J. [1978] La Organización Económica del
Estado Inca. Ed. SigloXXI. Pareto [1916] Tratatto di Sociología Generale.
Ed.Barbera. Otto
R. [1958] The idea of Holy. Oxford University Press. Quigley
C. [1961] The Evolution of Civilization: An Introduction to Historical
Analysis. Mc Millan. Réquiz, C. [1982 ] Manual de Técnicas de
Dinámica de Grupos. Edición de la autora. Caracas. Ripert G. y Otros. La Crisis del Derecho.
Ediciones Jurídicas Europa-América. Smith
A. [1776] The Wealth of Nations Chap. II. Ed. W. Benton. Schneider
L. and Silverman A. [1997] Global Sociology. Introducing five
contemporary societies. Mc Graw Hill. Shubik
M. Editor [1964] Game theory and Related Approaches to Social Behavior.
Ed.Wiley. Spengler O. [1917] La Decadencia de Occidente.
Ed. Espasa Calpe 1923. Thurov
L. [1975] Generating Unequality. Basic Books. Thurov
L. [1996] The Future of Capitalism. William Morrow and Co. Hay
traducción castellana. Thurov L. [2001] Construir Riqueza.
Ed. Vergara, Buenos Aires. Todd, E. [1999] La ilusión económica. Sobre el
estancamiento de las sociedades
desarrolladas. Ed. Punto de Lectura. Toynbee [1955] Estudio de la historia,
Tomo IV. Ed. Emecé. Varios (incluido Fidel Castro) Cuba: Apertura
y reforma económica. Ed. Nueva
Sociedad,
Caracas, e Instituto de Estudios Iberoamericanos, Hamburgo. Wilson [1957] La cultura Egipcia. Ed. FCE. Weber
M. [1947] The Theory of Social and Economic Organization. Free
Press, 1966. Weber
M. [1958] The Protestant Ethic and the Spirit of Capitalism.
Ed. Charles Scribner’s Sons. Notas: 1..Vino nuevo en odres viejos. 2..Tendencia imperial: carácter personalista e
institucional (senado romano, parlamento inglés, carácter belicoso de la
población, golpes exteriores, experiencia social, la expansión comercial de
Rusia e Inglaterra, China: Chan-Kuo) 3.. Resumen histórico de la jerarquía 4..Resumen del cambio estructural. 5..Agregar notas |