Mas
bien me cae antipático
y
me pone algo neurótico
este
homenaje estrambótico
que
se me quiere otorgar
y
es en mi ya sintomático
que
en situaciones patéticas
tengo
reacciones poéticas
que
no puedo controlar.
Es
un hecho psicológico
y
para algunos fantástico
que
un homenaje encomiástico
me
cause tal desazón.
Muchos
lo juzgan ilógico
y
requiere un analítico
estudio
profundo y crítico
que
explique esta situación
Un
amigo algo polémico
me
dijo con tono irónico
que
soy un sureño crónico
y
por esa condición
un
homenaje académico
aunque
se suponga válido
es
muy pequeño y escuálido
para
mi auto-estimación
Yo
hice otra hipótesis lícita
mi
auto-aprecio es tan altísimo
que
tan solo yo mismísimo
lo
puedo fundamentar
actitud
que lleva implícita
rehusar
por extemporánea
toda
pretensión foránea
de
quererlo resaltar
Mi
tendencia hacia lo anárquico,
sin
duda una herencia ibérica,
me
provoca una colérica
e
incontrolable reacción
a
cualquier acto jerárquico
que
presente una hipotética
sociológica
o genética
faz
de discriminación
Creo
en una igualdad básica
trocada
por patológicas
desigualdades
ilógicas
de
riqueza y de poder
realzada
en forma clásica
por
títulos honoríficos
o
en atuendos específicos
que
nunca pude entender
Y
agrego, sin más retórica,
que
en mi página informática
de
manera sistemática
me
he esforzado en inferir
de
una deducción histórica
una
sociedad no utópica
ordenada
y anti-entrópica
en
que quisiera vivir
¿Por
qué entonces, si clarísimo
es
mi rechazo sistémico
a
este suceso académico
he
decidido asistir?
Un
consejo importantísimo
me
puso algo más pacífico
y
este ritual honorífico
con
buen ánimo admitir
Mi
hija, que es algo sarcástica
(tal
vez un razgo genético)
y
a este honor me vio, frenético
decidido
a renunciar
me
exigió una menos drástica
actitud
con mis homólogos
científicos
y sociólogos
que
no debo desairar
Y
en modo más específico
me
dijo que era egocéntrico
creerme
un elemento céntrico
de
esta ofrenda doctoral
pues
tras el acto honorífico
en
sí mismo un espectáculo
celebrarán
sin obstáculo
un
grato encuentro social
Y
a mi objeción hipotética
de
que por no hallarme plácido
quizá
un comentario ácido
iba
en el acto a expresar,
respondió
en forma sintética
que
mis colegas y acólitos
mis
comentarios insólitos
más
bien van a disfrutar.
De
acuerdo con esta tónica
propongo
de modo enfático
a
este acto catedrático
de
ceremonia formal
acabarlo
en forma armónica
y
que de modo espontáneo
se
haga pasaje instantáneo
a
dicha reunión social
(Y
si, por afán atávico,
alguien presenta una crítica
le
diré que es mi política
sólo
un discurso aceptar:
esdrújulo,
octosilábico
en
octavillas explícitas
con
acentuaciones lícitas
como
el que acabo de dar)