Extractos
"La Sociedad Poscapitalista",
de Peter Drucker* , 1992
Edición Editorial
Sudamericana, 1993, 1999.
Contenido
Introducción
Primera
Parte SOCIEDAD
1
DESDE EL CAPITALISMO A LA SOCIEDAD DEL SABER
2
LA SOCIEDAD DE LAS ORGANIZACIONES
3
MANO DE OBRA, CAPITAL Y SU FUTURO
4
LA PRODUCTIVIDAD DE LAS NUEVAS FUERZAS DE TRABAJO
5
LA ORGANIZACION BASADA EN LA RESPONSABILIDAD
Segunda
Parte ORGANIZACION POLITICA
6
DEL ESTADO-NACION AL MEGAESTADO
7
TRASNACIONALISMO, REGIONALISMO, TRIBALISMO
8
EL NECESARIO CAMBIO DE RUMBO DEL GOBIERNO
9
A LA CIUDADANIA POR EL SECTOR SOCIAL
Tercera
Parte EL SABER
10
EL SABER: SU ECONOMIA, SU PRODUCTIVIDAD
11
LA ESCUELA RESPONSABLE
12
LA PERSONA INSTRUIDA
INTRODUCCION
En lugar del capitalista
de la vieja escuela, en los países desarrollados son los fondos
de pensiones los que, de forma creciente, controlan la provisión
y asignación del dinero. En Estados Unidos, en 1992, estos fondos
reunían la mitad del capital en acciones de las empresas de mayor
tamaño del país y controlaban casi el mismo porcentaje de
la deuda fija de esas mismas empresas. Los propietarios beneficiarios de
los fondos de pensiones son, por supuesto, los empleados del país.
Si el socialismo se define, como lo hizo Marx, como la propiedad de los
medios de producción por parte de los trabajadores, entoces Estados
Unidos se ha convertido en el país más "socialista" que existe,
al tiempo que sigue siendo también el más "capitalista".
. En lugar de capitalistas
y proletarios, las clases de la sociedad poscapitalista son los trabajadores
del saber y los trabajadores de los servicios. [Pags. 14-15]
El colapso del marxismo
y el comunismo puso fin a doscientos cincuenta años dominados por
una religión secular que yo he llamado la fe en la salvación
por la sociedad. El primer profeta de esta religión secular
fue Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) y la utopía marxista fue su
destilación final y su apoteosis. Sin embargo, las mismas fuerzas
que destruyeron el marxismo como ideología y el comunismo como sistema
social son las que están llevando al capitalismo a la obsolescencia.
...
El recurso económico
básico, "el medio de producción", para utilizar el término
de los economistas, ya no es el capital ni los recursos naturales (el "suelo"
de los economistas) ni la mano de obra. Es y será el saber.
...
. Prácticamente
toda esa gente del saber estará empleada en organizaciones;
ellos
son dueños tanto de los "medios de producción" como de los
"útiles de producción"; de los primeros através de
sus fondos de pensiones,
; de los segundos, porque los trabajadores del
saber poseen su saber y pueden llevárselo con ellos adonde quiera
que vayan. Por lo tanto, el desafío económico de la
sociedad poscapitalista será la productividad del trabajo del saber
y del trabajador del saber. No obstante, el reto social en la sociedad
capitalista será la dignidad de la segunda clase de esa sociedad:
los trabajadores de los servicios. Estos, por regla generel, carecen de
la educación necesaria para ser trabajadores del saber y en cualquier
país, inclusive el más avanzado, constituirán una
mayoría. [Pags 16-17]
No hay precedente alguno
para la casi universal comprensión de que el terrorismo no es una
cuestión de "política" que deba dejarse a cada gobierno nacional,
sino que exige una acción no nacional sino trasnacional.
Existe el amplio convencimiento,
especialmente entre los liberales de Estados Unidos, de que la guerra contra
Irak se hizo para proteger el suministro de petróleo a Occidente;
nada puede estar mas lejos de la verdad. El control por Irak de los pozos
de petróleo de Kuwait -y de los de Arabia Saudí, además-
hubiera sido de muchísimo interés desde el punto de vista
económico para Occidente. Hubiera significado petróleo mucho
más barato ya que mientras Kuwait y Arabia Saudí casi no
tienen población nativa y, por lo tanto tampoco tienen una necesidad
urgente de los ingresos derivados del petróleo, Irak está
superpoblado y, si exceptuamos el petróleo, carece casi por completo
de recursos naturales. En consecuencia necesita vender todo el petróleo
que pueda, mientras que Kuwait y Arabia Saudí están principalmente
interesados en mantener altos los precios, lo cual significa mantener baja
la producción. Esto explica el fuerte apoyo prestado a Saddam Hussein
por Estados Unidos antes de la guerra Irak-Irán y es la razón
por la cual continuó apoyándolo hasta el momento mismo en
que Saddam atacó Kuwait en un acto abierto de terrorismo, y explica
también, me parece, por qué Saddam erró en sus cálculos;
debía de estar convencido de que Estados Unidos permitiría
que su flagrante agresión quedara impune para asegurarse así
el bajo precio del petróleo. Todas las personas que conozco en importantes
empresas petrolíferas estaban seguras, cuando Irak invadió
Kuwait, de que el gobierno de Estados Unidos no haría más
que unos cuantos gestos de desaprobación". [Pags. 18-19]
.
Los países desarrollados
también se juegan mucho en el Tercer Mundo; a menos que haya allí
un rápido desarrollo, tanto económico como social, los países
desarrollados se verán inundados por una riada humana de inmigrantes
del Tercer Mundo, y no tendrán en modo alguna capacidad económica,
social o cultural para absorberlos. No obstante, las fuerzas que están
creando la sociedad y la forma de gobierno poscapitalistas se originan
en el mundo desarrollado; son producto y resultado de su desarrollo, ...
[Pag. 25]
Primera
Parte SOCIEDAD
1
DESDE EL CAPITALISMO A LA SOCIEDAD DEL SABER
... un gerente era definido
como "alguien que es responsable del trabajo de unos subordinados". Un
gerente, en otras palabras, era un "jefe" y gestión era jerarquía
y poder; esta es probablemente la definición que mucha gente tiene
en mente cuando se habla de gerentes y gestión.
Sin embargo, a principios
de los 50 ya la definición había cambiado a "un gerente es
responsable del rendimiento de la gente". Ahora sabemos que esta definición
también es una definición demasiado estrecha. La definición
justa es "un gerente es responsable de la aplicación y rendimiento
del saber". [Pags. 60-61]
2
LA SOCIEDAD DE LAS ORGANIZACIONES
La función social
de la organización
La función de la
organización es hacer que los saberes sean productivos; las organizaciones
se han convertido en esenciales para la sociedad en todos los países
desarrollados debido al paso del saber a los saberes. [Pag. 68]
Como he dicho antes, la
mayoría de la gente -y casi todo el mundo fuera de los Estados Unidos-
sigue entendiendo "empresa" cuando oye "gestión" y todavía
no se da cuenta de que gestión es una función genérica
que pertenece a todas las organizaciones por igual. [Pag. 71]
El prototipo de la organización
moderna es la orquesta sinfónica; cada uno de los doscientos cincuenta
músicos de la orquesta es un especialista y de calidad superior.
La orquesta funciona porque sus doscientos cincuenta músicos tienen
la misma partitura, todos subordinan su especialidad a la tarea común
y todos tocan sólo una pieza de música en un momento dado.
Pero todas las organizaciones existen para producir resultados externos..
[Pag. 73]
Esto exige [que ninguno
por sí mismo produzca resultados], pues, como ineludible requisito
previo para el rendimiento de una organización, que la tarea y la
misión de ésta sean claros como el agua. Es necesario definir
los resultados claramente y sin ambigûedad y, si es posible, de forma
que puedan medirse.
Esto exige asimismo que
una organización se evalúe y enjuicie a sí misma y
sus resultados respecto de objetivos y metas claras, conocidas e impersonales.
Ni sociedad ni comunidad ni familia tienen que hacer esto ni podrían
hacerlo; la supervivencia, y no los resultados, es su prueba. [Pags. 74-75]
La organización
como desestabilizador
Sociedad, comunidad y familia
son, todas, instituciones conservadoras; procuran mantener la estabilidad
e impedir o, por lo menos, frenar el cambio. Sin embargo la organización
de la poscapitalista sociedad de organizaciones es un desestabilizador.
Dado que su función es hacer trabajar al saber, aplicándolo
a herramientas, a procesos y productos, a trabajos, al saber mismo, debe
estar organizada para el cambio constante; debe estar organizada para la
innovación; y la innovación, como dijo el economista austro-húngaro
Joseph Schumpeter (1883-1950), es "destrucción creativa". Debe organizarse
para un abandono sistemático de lo establecido, lo acostumbrado,
lo familiar, lo cómodo, sea productos, servicios y procesos, relaciones
humanas y sociales, destrezas o las organizaciones mismas. Por naturaleza
el saber cambia rápido y lo que hoy es una cosa cierta mañana
se habrá convertido en algo absurdo. [Pag. 77]
En la sociedad poscapitalista
vale más asumir que cualquiera que sepa algo tendrá que adquirir
nuevo saber cada cuatro o cinco años o, de lo contrario, quedará
desfasado.
..
La innovación social
es tan importante como las ciencias o tecnologías nuevas para crear
nuevo saber y hacer que los anteriores queden desfasados; de hecho, la
innovación social es a menudo más importante; lo que disparó
la actual crisis mundial de la más orgullosa de las instituciones
del siglo XIX, el banco comercial, no fue el ordenador ni ningún
otro cambio tecnológico; fue la constatación de que un viejo,
pero hasta entonces bastante desconocido, instrumento financiero, el efecto
comercial, podía ser utilizado por instituciones no bancarias para
financiar empresas. Esto privó rápidamente a los bancos del
negocio sobre el que habían tenido el monopolio durante doscientos
años y que les proporcionaba la mayor parte de sus ingresos: el
préstamo comercial. Muy probablemente el cambio mayor ha sido que
en los últimos cuarenta años la innovación con
un fin determinado, tanto técnica como social, se ha convertido
en una disciplina organizada que puede enseñarse y aprenderse.
Por otro lado, los cambios
basados en el saber no se limitan a las empresas, como aún sigue
creyendo mucha gente. Son absolutamente necesarios si el sindicato, otra
de las "historias de éxito" de la sociedad capitalista, ha de sobrevivir.
. Una implicación de todo esto es que cualquier organización
hoy tiene que incorporar a su misma estructura la gestión de1
cambio.Tiene que integrar el abandono organizado de cualquier cosa
que haga; tiene que aprender a preguntarse, cada tantos años, y
respecto de cada proceso, cada producto, cada procedimiento, cada política:
"Si no estuviéramos haciendo esto ya, ¿empezaríamos
a hacerlo ahora, sabiendo lo que ahora sabemos?".
Pero la creación
de lo nuevo tiene también que integrarse en la organización;
de forma especfíica toda organización tiene que incorporar
a su propio tejido tres prácticas sistemáticas: primero necesita
mejorar continuamente todo lo que hace, proceso que los japoneses llaman
Kaizen
[Pag. 78-79]
En segundo lugar toda organización
tendrá que aprender a explotar, esto es a desarrollar nuevas aplicaciones
a partir de sus propios éxitos.
.
Finalmente, toda organización
tendrá que aprender a innovar, y la innovación puede organizarse
como proceso sistemático y debería organizarse como tal.
.
Otra implicación
es que la sociedad poscapitalista debe ser descentralizada; sus organizaciones
deben ser capaces de tomar decisiones rápidas, basarse en la proximidad
al funcionamiento, proximidad al mercado, proximidad a la tecnología,
proximidad a los cambios en la sociedad, el ambiente, la demografía,
el saber, que deben ser vistos y utilizados como oportunidades para
la innovación. [Pag. 80]
Igualmente, para que una
escuela o universidad desempeñe su función tenemos que ser
capaces de cerrarla -sin importar lo profundas que sean sus raíces
en la comunidad y lo querida que sea par ella- si cambios en demografía,
tecnología o saber hacen que un tamaño diferente o una distinta
filosofía sean factores esenciales para un buen funcionamiento.
Cada uno de estos cambios trastorna a la comunidad, la perturba, la priva
de continuidad; cada uno de ellos es "injusto", cada uno desestabiliza.
[Pag. 81]
La naturaleza de su cometido
determina la cultura de una organización más que la comunidad
en la que ese cometido se realiza. El sistema de valores de cada organización
está determinado por su cometido; todo hospital en el mundo, toda
escuela en el mundo, toda empresa en el mundo, tiene que creer que lo que
está haciendo es una contribución esencial a su comunidad
y a su sociedad; la contribución de la que, en úlltimo término,
dependen todos los demás miembros de la comunidad. Para reatizar
su cometido tiene que estar organizada y gestionada de la misma forma.
De este modo, en su cultura la organización trasciende siempre la
comunidad; si la cultura de una organización choca con los valores
de su comunidad, la cultura de la organización prevalecerá,
de lo contrario esa organización no aportaría nada a la sociedad.
"El saber no conoce fronteras",
dice un viejo proverbio. Todavía hay muy pocas organizaciones "trasnacionales",
ni siquiera hay muchas "multinacionales", pero toda organización
del saber es, por necesidad, no nacional, no comunal. [Pag. 82]
3
MANO DE OBRA, CAPITAL Y SU FUTURO
Desde un punto de vista
económico, además de social, sería mucho más
productivo, argumentan los japoneses, dedicar el dinero gastado en crear
empleos para obreros de fábricas en los países desarrollados
a mejorar el sistema educativo del país y asegurar así que
los jóvenes aprendan lo suficiente para llegar a estar calificados
para trabajos del saber o por lo menos para un trabajo de alto nivel en
servicios; el trabajo manual dedicado a fabricar y trasladar cosas ya no
es un activo para un país desarrollado; es un pasivo. [Pag. 94]
Todavía se necesitará
inclusive más gente que sólo pueda aportar destrezas manuales
a su trabajo, pero la mayor necesidad de empleo en las próximas
décadas será de "técnicos"; y esos técnicos
no sólo necesitan una gran destreza, también necesitan un
alto grado de conocimientos convencionales y sobre todo una alta capacidad
de aprender y adquirir saber adicional.
.En una fabricación
competitiva el trabajo será hecho en su mayor parte por trabajadores
del saber que tienen la máquina a su servicio,
[Pag. 96]
Esto creará unos
problemas tremendos para los países en vias de desarrollo. Ya
no pueden confiar en conseguir gran cantidad de puestos de trabajo en la
industria mediante la formación de personas con salarios bajos.
Los obreros manuales, sin importar lo baratos que sean, no podrán
competir con los trabajadores del saber, sin importar lo bien pagados que
estén. Pero esto crea además tremendos problemas a aquellos
países -y Estados Unidos es el ejemplo más claro- en los
cuales hay grandes grupos de "minorías" que están en vias
de desarrollo, en lugar de desarrolladas, en lo que respecta a sus
calificaciones académicas. [Pag. 97]
La única política
a largo plazo que promete tener éxito es que los paises desarrollados
transformen la industria para que pase de basarse en la mano de obra a
basarse en el saber. [Pags. 97-98]
Capitalismo sin capitalistas
Los fondos de pensiones
y sus propietarios
Integrar a los propietarios
reales de los fondos de pensiones -los empleados actuales y futuros pensionistas-
en la gestión de esos fondos es un reto al que hasta ahora no se
ha dado respuesta en ningún país. [Pag. 99]
El "seguro de vida" del
siglo XIX era en realidad un "seguro de muerte"; el fondo de pensiones
es un seguro de "vejez". Y es una institución esencial en una sociedad
donde la mayoría de la gente puede esperar vivir muchos años
después de que acabe su vida laboral.
La regulación de
fondos de pensiones y su protección contra el desfalco seguirán
siendo un reto para políticos y legisladores dutante los años
venideros; es muy probable que sólo se responda ese reto después
de que hayamos tenido unos cuantos escándalos desagradables. De
igual forma, la integración de los propietarios reales en la estructura
del fondo de pensiones exigirá años de debate, de experimentación,
de "escándalos".
.En Estados Unidos, hacia
finales de 1992 los inversores institucionales manejaban por lo menos un
50% del capital social de las grandes corporaciones; poseían también
una proporción casi igual de la deuda fija, inclusive en las empresas
de tamaño medio, por no mencionar a las grandes, tanto de propiedad
privada como pública. Además, los cien mayores fondos de
pensiones controlaban alrededor de un tercio de todos los activos de esos
fondos por las mismas fechas. [Pag. 100]
Sin embargo, para Estados
Unidos la concentración de capitales en manos de inversores imtitucionales
no tiene precedentes y, pese a ello, será probablemente la nueva
situación allí lo que se convierta en modelo.
. pero el capitalismo
de los fondos de pensiones (o el socialismo de los fondos de pensiones,
ya que la propiedad de los medios de producción por los empleados,
es decir a través de los fondos de pensiones, es técnicamente
"socialismo" más que "capitalismo") se convertirá en el modo
de propiedad generalizado en los países desarrollados. La sola expectativa
de vida de los países desarrollados hace que esto sea inevitable.
. Sin embargo, el capitalismo
de los fondos es fundamentalmente diferente de cualquier forma anterior
de capitalismo, como es también distinto de nada que socialista
alguno imaginara nunca como economía socialista. [Pag. 101]
En primer lugar, los fondos
de pensiones son "fiduciarios"; los propietarios son los beneficiarios
finales, esto es los futuros pensionistas. Por otro lado, los fondos de
pensiones mismos son gestionados por empleados -analistas financieros,
directores de cartera, actuarios-, todos ellos profesionales bien pagados,
pero no es probable que sean ricos; de hecho, el mayor de los fondos de
pensiones de Estados Unidos, el de los empleados del gobiemo federal, de
los gobiemos estatales y de los gobiernos municipales, está gestionado
por funcionarios que cobran como tales.
El capitalismo de los fondos
de pensiones es asimismo capitalismo sin "capital". El dinero de los fondos
de pensiones, y de sus hermanas gemelas, las mutualidades, no encaja en
ninguna definición conocida del capital, y no sólo por una
cuestión de semántica. En realidad, los fondos son salarios
diferidos; se acumulan para proporcionar el equivalente a unos ingresos
salariales a las personas cuando ya no trabajen. [Pag. 102]
El gobierno de las
corporaciones
Uno de los libros mis influyentes
en Estados fue publicado en 1933. En é1 se señalaba que en
una gran corporación los propietarios legales, los accionistas
ya no podían ni querían ejercer el control; una dirección
profesional ejercía ese control sin tener participación en
la propiedad. Berle y Means observaban que no había otro modo de
financier una gran corporación; había crecido demasiado para
ser financiada por un solo propietario o grupo de propietarios y necesitaba
financiarse a través de las inversiones de gran número de
personas ninguna de las cuales podría en modo alguno poseer una
parte suflciente para controlar la empresa y ni siquiera para preocuparse
mucho por su dirección. "La propiedad", señalaban Berle y
Means, se había convertido en "inversión" y preguntaban:
¿Ante quién, pues es reponsable la dirección? ¿Y
de qué? [Pag. 103]
Cualquier gobierno,
sea el de una empresa o el de una nación, degenerá en la
mediocridad y el mal funcionamiento si no es claramente responsable de
los resultados, y responsable ante alguien. Esto es lo que sucedió
con las grandes corporaciones estadounidenses en los treinta años
que van de 1950 a 1980. [Pag. 104]
Lo que resultó
de esta década demencial fue una redefinición de los objetivos
y la razón de ser de las grandes empresas y de la función
de la dirección. En lugar de ser dirigidas "en el mejor y más
equilibrado beneficio de los grupos de interés", las corporaciones
iban ahora a ser gestionadas exclusivamente para "maximizer el valor del
accionista". Esto no funcionará tampoco ya que obliga a que la corporación
sea gestionada para el corto plazo y esto significa dañar, si no
destruir, la capacidad de producir riqueza de una empresa; significa el
declive y con bastante rapidez. No pueden conseguirse resultados a largo
plazo apilando resultados a corto plazo sobre resultados a corto plazo;
se obtienen equilibrando necesidades y objetivos a corto y largo plazo.
Por añadidura, dirigir una empresa exclusivamente para los accionistas
aleja a las mismas personas de cuya motivación y entrega dependen
los negocios modemos: los trabajadores del saber. Un ingeniero no se sentirá
motivado en su labor si trabaja para enriquecer a un especulador. [Pag.
105]
Responsabilizando a
la dirección
En otras palabras, sabemos
ahora ante qué debe responder la dirección. ¿Ante
quién es responsable? La respuesta corriente es, claro está,
ante los "propietarios", y esto significaría los inversores institucionales
y más particularmente los fondos de pensiones pero, como ya hemos
dicho, los fondos de pensiones no pueden en modo alguno actuar como "propietarios",
ni pueden en modo alguno dirigir una empresa; sin embargo, tampoco pueden
considerarse a sí mismos "inversores". Un inversor puede vender
su propiedad, pero la cartera de los grandes fondos de pensiones, e inclusive
los de tamaño medio, es tan enorme que sencillamente no puede venderse;
el único mercado posible para ella son los otros fondos de pensiones.
Los fondos de pensiones, en otras palabras, no pueden ni dirigir una empresa
ni apartarse de ella. Tienen que asegurarse de que se está gestionando
la
empresa.
Por lo tanto, podemos predecir
que, con toda probabilidad, en los próximos veinte años vamos
a desarrollar lo que he venido llamando la "auditoria de empresa", que
cotejará los resultados de un negocio y de su gestión con
un plan estrat6gico y unos objetivos específicos. [Pag.106]
¿Cómo podemos
llamar a esta nueva estructura social? Cuando empecé a analizarla,
a mitad de los setenta, la llamé "socialismo de los fondos de pensiones";
sería "capitalismo de los empleados" tal vez un término mejor?
[Pag. 107]
4
LA PRODUCTIVIDAD DE LAS NUEVAS FUERZAS DE TRABAJO
Trabajo en equipo y
trabajo en equipo
Hay una segunda diferencia
importante entre la productividad en la fabricación y el traslado
de cosas y la productividad en el trabajo del saber y en el trabajo en
servicios; en estos últimos tenemos que decidir cómo debe
organizarse el trabajo y qué clase de equipo humano es el adecuado
para esta clase de tarea y su fluidez
.
En la actualidad se habla
mucho de "crear trabajo en equipo"; es en gran parte un concepto erróneo,
ya que asume que la organización existente no es una organización
en equipo; es fácil demostrar que eso es falso; asume ademas que
sólo hay una clase de equipo cuando, en la práctica, hay
tres clases de equipos para todo trabajo humano, y para que el trabajo
sea productivo tiene que contarse con el equipo adecuado para el trabajo
mismo y para su fluidez.
La primera dase de equipo
está ejemplificada por el equipo de cricket o béisbol; es
también la clase de equipo que opera a un paciente en un hospital.
En este equipo todos los jugadores juegan en el equipo pero no juegan como
un equipo.
Cada jugador de un equipo
de béisbol o cricket tiene una posición fiia, que nunca abandona;
De forma parecida, el anestesista no irá en ayuda del cirujano
o de la enfermera de quirófano y viceversa. [Pag. 111]
..
Para labores repetitivas
y para aquellos trabajos cuyas reglas son bien conocidas, el equipo de
béisbol es el ideal, y fue sobre este modelo que se organizó
la moderna producción en masa, esto es el trabajo de fabricar y
trasladar cosas, al cual debe buena parte de su capacidad para conseguir
resultados.
El segundo tipo de equipo
es el de fútbol; es también la idea que rige la orquesta
sinfónica y el modelo para el equipo hospitalario que se pone en
acción alrededor de un paciente que a las dos de la madrugada tiene
un paro cardíaco.
También en este
equipo los jugadores tienen posiciones fijas;
., pero en estos equipos
todos los miembros trabajan como un equipo; cada uno coordina su
parte con la del resto del equipo.
Este equipo necesita un director
o un entrenador, y la palabra del director o entrenador es ley; exige también
una "partitura" que requiere ensayos interminables para funcionar bien;
pero a diferencia del equipo de béisbol tiene una gran flexibilidad
si la partitura es clara y el equipo está bien dirigido. Además,
puede moverse muy rapido. [Pag. 112]
Finalmente está
el equipo de dobles en tenis que es también el de un conjunto de
jazz o el de los cuatro o cinco ejecutivos senior que constituyen el "despacho
del presidente" en una gran empresa en Estados Unidos o el Vorstand (Consejo
de Dirección) de las empresas alemanas.
Este equipo tiene que
ser pequeño, de siete a nueve como máximo. En é1 los
jugadores tienen una posición "preferida" en lugar de una posici6n
"fija"; se "cubren" mutuamente y se ajustan a las fuerzas y debilidades
Si un equipo de esta clase
esta bien calibrado, es el más fuerte de todos. Su resultado global
es superior a la suma de los resultados individuales de sus miembros ya
que este equipo utiliza las fuerzas de cada uno al tiempo que minimiza
sus debilidades. Todos los que forman parte de él deben trabajar
juntos durante largo tiempo antes de que puedan realmente funcionar como
"equipo".
No obstante, cualquier
cambio importante en la naturaleza del trabajo, sus herramientas, su flujo
y su producto final, puede exigir un cambio de equipo. [Pag. 113]
El trabajo en la productividad
de los trabajadores del saber y de servicios sólo será verdaderamente
efectivo cuando se haya escogido y establecido el modelo de equipo adecuado.
Un equipo adecuado no garantiza por sí mismo la productividad, pero
un equipo equivocado la destruye.
En el trabajo
del saber y en la mayoría de los trabajos de servicios en los que
la máquina (si la hay) está al servicio del trabajador, la
productividad de los trabajadores exige la eliminación de cualquier
otra actividad que no contribuya a su rendimiento, ya que lo desvía
y distrae de ese rendimiento. [Pag. 115]
A los trabajadores del
saber y a los trabajadores de los servicios debería preguntárseles
siempre: ¿Este trabajo es necesario para su tarea principal? ¿Contribuye
a su rendimiento? ¿Lo ayuda en su trabajo? Si la respuesta
es "no", entonces el procedimiento o la operación es una "tarea
rutinaria", no es un "trabajo" y debería abandonarse por completo
a diseñarse para que fuera un trabajo independiente.
Definir los resultados,
determinar el flujo de trabajo adecuado, constituir el equipo adecuado,
concentrarse en el trabajo y su ejecución son los requisites
previos para conseguir productividad en el trabajo del saber y en el
trabajo de los servicios. Sólo cuando todos ellos se han hecho se
puede empezar la tarea de hacer que cada trabajo individual y cada tarea
individual sean productivos.
siglo XIX creía
que los expertos sabían las respuestas.
Ahora ya hemos aprendido
que aquellos que hacen un trabajo saben más de él que cualquier
otra persona; puede que no sepan cómo interpreter lo que saben,
pero conocen lo que funciona y lo que no funciona; y en los últimos
cuarenta años, hemos aprendido también que cualquier esfuerzo
para mejorar un trabajo o tarea empieza en las personas que hacen ese trabajo.
Hay que preguntarles: ¿Qué podemos aprender de ustedes? ¿Qué
tienen que decirnos sabre ese trabajo y sobre cómo debería
hacerse? ¿Qué herramientas necesitan? ¿Qué
información les resulta necesaria? Hay que exigir a los trabajadores
que asuman la responsabilidad de su propia productividad y que ejerzan
el control sobre ella., [Pags. 116-117]
.
La mejor forma de aprender
cómo ser más productivo es enseñando; para obtener
la mejora en productividad que necesita la sociedad poscapitalista, la
organización tiene que convertirse en una organización donde
se enseñe y se aprenda. [Pag. 118]
Reestructurando las
organizaciones
.
Sin embargo, mejorar la
productividad de los trabajadores del saber y de los servicios exigirá
cambios fundamentales en la estructura de las organizaciones; inclusive
exigirá organizaciones totalmente nuevas.
.
Las organizaciones no
tendrán ninguno, o tendrán muy pocos de esos puestos de mando;
veremos que cada vez hay más organizaciones que operan come el conjunto
de jazz, en el cual el liderazgo dentro del equipo cambia segun lo que
hay que hacer y es independiente del "rango" de cada miembro. La palabra
"rango" debería desaparecer por completo del vocabulario del trabajo
del saber y del trabajador del saber; debería sustituirse por "misión".
Este cambio provocará tremendos problemas de motivación,
recompensa y reconocimiento. [Pag. 119]
Una de las fuerzas que
impulsan el uso de "fuentes externas" es la necesidad de hacer que los
trabajadores de servicios sean productivos.
.
En un hospital, por ejemplo,
el sistema de valores es el de médicos y enfermeros; se ocupan del
cuidado del paciente. Por lo tanto, nadie presta mucha atención
al trabajo de mantenimiento, o auxiliar o de oficina, pese a que es ahí
donde probablemente resida la mitad de los costes del hospital, y nadie
que proceda de estas funciones auxiliares llegará a ocupar un puesto
de alto rango en el hospital.
Por el contrario la mujer
que, con el cargo de vicepresidenta senior, dirige la división hospitalaria
de la mayor empresa de mantenimiento de Estados Unidos, empezó,
como inmigrante mexicana casi analfabeta, con un cubo y una escoba hace
catorce años; pero empezó a trabajar en un hospital donde
se contrataba el trabajo de mantenimiento con una empresa externa. Como
resultado, tuvo oportunidades para promocionarse y, también como
resultado, la productividad en los hospitales servidos por esa empresa
casi se ha triplicado en los últimos quince años: el tiempo
necesario para hacer una cama, por ejemplo, ha quedado reducido en dos
tercios.
La empresa de mantenimiento
tiene un interés financiero en mejorar la productividad de los trabajos
humildes y tiene gente en los puestos ejecutivos que conoce de primera
mano el trabajo de mantenimiento que se necesita en un hospital. Por ello,
la compañía estuvo dispuesta a trabajar durante años
para rediseñar todas las herramientas necesarias, inclusive la sábana;
estuvo dispuesta a hacer una sustanciosa inversión de capital en
los nuevos métodos. Un hospital nunca hubiera hecho algo así;
hacer que el mantenimiento de un hospital fuera productivo exigía
a un contratista externo. [Pags. 120-121]
Esto implica un cambio
radical en la estructura de la organización del futuro; significa
que la gran empresa, el organismo del gobierno, el gran hospital o la gran
universidad no será necesariamente el que emplee a gran cantidad
de gente; será el que tenga cifras de negocio sustanciales y resultados
sustanciales, conseguidos en parte porque e1 mismo sólo hará
un trabajo centrado en su misión, trabajo directamente relacionado
con los resultados, trabajo que valore, reconozca y premie adecuadamente;
el resto lo contratará afuera.
Evitando una nueva lucha
de clases
En la actualidad se necesita
un rápido aumento de la productividad de los que trabajan en servicios
para evitar el peligro de una nueva "lucha de clases" entre los dos nuevos
grupos dominantes en la sociedad poscapitalista: los trabajadores del saber
y los trabajadores de los servicios. Por ello, hacer que el trabajo en
servicios sea productivo es la máxima prioridad social en la sociedad
poscapitalista, además de ser una prioridad económica. [Pag.
122]
Las organizaciones de
la sociedad poscapitalista, al contrario, se concentrarán en sus
tareas esenciales y básicas y para otras labores trabajarán
con otras organizaciones en una desconcertante variedad de alianzas y asociaciones.
Las sociedades capitalists y socialistas eran, para usar una metáfora,
"cristalinas" en su estructura; la sociedad postcapitalista es probable
que se parezca a un fluido. [Pag. 123]
5
LA ORGANIZACION BASADA EN LA RESPONSABILIDAD
Las organizaciones deben
responsabilizarse de los límites de su poder, esto es del punto
en el cual deja de ser legítimo el ejercicio de sus funciones.
Las organizaciones deben
asumir "responsabilidad social"; no hay nadie más en la sociedad
de las organizaciones que pueda cuidar de la sociedad misma. No obstante,
deben hacerlo responsablemente, esto es dentro de los límites de
su competencia y sin poner en peligro su capacidad de funcionamiento. [Pag.
125]
Durante su vida, Charles
E. Wilson (1890-1961) fue una personalidad destacada en la escena de Estados
Unidos, primero como presidente y presidente ejecutivo de General Motors,
la empresa mayor y más próspera del mundo en aquella época,
y más tarde, entre 1953 y 1957, como secretario de Defensa en el
gobierno de Eisenhower. No obstante, si se lo recuerda hoy es por algo
que no dijo: "Lo que es bueno para General Motors es bueno para Estados
Unidos"; lo que sí dijo en 1953, en las audiencias para confirmarlo
en su puesto en el Departamento de Defensa, fue: "Lo que es bueno para
Estados Unidos es bueno para General Motors". Durante el resto de su vida
Wilson se esforzó por rectificar el error pero nadie lo escuchó;
todo el mundo argumentaba: "Si no lo ha dicho, seguro que lo piensa; a
decir verdad, debería pensarlo". [Pag. 128]
¿Qué es
la responsabilidad social?
Las organizaciones sólo
pueden perjudicarse a sí mismas y a la sociedad si se dedican a
tareas que superan su competencia especializada, sus valores especializados,
su función especializada. El hospital en Estados Unidos se hizo
bastante daño a sí mismo y poco bien a la comunidad cuando
asumió los males sociales de los barrios pobres del interior de
las ciudades en sus dispensarios en esos barrios; la escuela en Estados
Unidos ha fracasado miserablemente en su intento por conseguir la integración
racial. Estas causas son sin duda buenas; en muchos casos están
pidiendo a gritos que se haga algo; por ejemplo, que se acabe con la segregación,
pero la acción necesaria -o por lo menos, la acción escogida
por las organizaciones mencionadas- estaba fuera de su centro de interés
y función y absolutamente fuera de su competencia. Con todo, ¿quién
más hay que pueda cuidar de la sociedad, sus problemas y sus males?
Estas organizaciones colectivamente son la sociedad. Es una futilidad argumentar,
como hace el economista y premio Nobel, Milton Friedman (n. 1912), que
una empresa sólo tiene una responsabilidad: los resultados económicos
.
Pero el rendimiento económico
no es la única responsabilidad de una empresa, como tampoco el rendimiento
académico es la única responsabilidad de una escuela ni los
resultados en atención sanitaria la única responsabilidad
de un hospital. El poder debe equilibrarse siempre con la responsabilidad;
de lo contrario es tiranía, pero además, sin responsabilidad
el poder también degenera en falta de resultados, y las organizaciones
tienen poder, aunque solo sea poder social. [Pags. 129-130]
Pero -y es un gran "pero"-
las organizaciones en la sociedad de las organizaciones tienen la responsabilidad
de intentar encontrar un enfoque de los problemas sociales básicos
que encaje en sus competencies y que, claro esté, transforme un
problema social en una oportunidad para la organización.
Poder y organizaciones
Hay otro límite
a la acción social de las organizaciones en la sociedad de las organizaciones:
son instituciones sociales; no tienen ni legitimidad ni competencia
en la política.
. El pluralismo de la
sociedad de las organizaciones es el de organizaciones discretas, que operan
de forma paralela más que competitiva; la empresa de negocios no
compite con el hospital para conseguir pacientes o para el patrocinio de
médicos, y el hospital, a su vez, no intenta vender ordenadores
en competencia con IBM; cada una es al mismo tiempo cliente y proveedor
de la otra. Los barones, condes, duques y obispos de la Europa medieval
-o los Daimyos del Japón medieval- se agitaban en continuas
guerras unos contra otros; las organizaciones modernas forman grupos
de presión.
De hecho, no hay nada que
perjudique tanto a una organización como intentar hacerse del poder
político; es algo que siempre acaba en desastre. En la Argentina,
Brasil y Perú, el ejército era la institución más
respetada de cada país hasta que tomó el poder durante los
sesenta y setenta; en todos los caso los militares pasaron a la acción
sólo porque el país estaba al borde del colapso total; en
todos los casos llegaron al poder con un apoyo popular importante, inclusive
abrumador, y en todos los casos, cuando cedieron el poder político
se habían corrompido y estaban desacreditados, desmoralizados y
casi destruidos. [Pag. 131-132]
. Inclusive los líderes
sindicales se autodestruyen y destruyen su sindicato cuando alcanzan poderes
políticos. [Pag. 133]
En realidad las organizaciones
que no son de negocios tienen el máximo poder social. Pocas organizaciones
en la historia han gozado del poder que tiene hoy la universidad; la negativa
a admitir o a conceder una licenciatura es tanto como prohibir el acceso
de una persona a una carrera y sus oportunidades.
.
Este poder puede ser regulado,
limitado y moderado por el poder político; puede ser sometido a
un procedimiento legal establecido y a la revisión en los tribunales,
pero el poder social de las organizaciones no puede ser ejercido por las
autoridades políticas; debe ser ejercido por cada organización
individual. La primera respuesta a este problema es que no debe concederse
a ninguna organización otro poder que el absolutamente necesario
para el desempeño de su función; cualquier cosa que vaya
más allá de esto es una usurpación.
Una segunda respuesta es
que el ejercicio del legítimo poder de una organización debe
salvaguardarse del abuso de poder; debe haber reglas claras y públicas
para su ejercicio y debe existir la revisión y apelación
a alguien o algún tribunal que sea imparcial y no parte del problema;
debe existir lo que los abogados llaman un "proceso legal establecido".
[Pag. 134]
Pero la respuesta más
importante al problema del poder de la organización es convertir
a la organización basada en el poder en una organización
basada en la responsabilidad. Por añadidura, es la única
respuesta que conviene a la organización del saber. [Pag.
135]
Desde la orden a la
información
En la organización
tradicional, la mayoría de las personas llamadas directivos no dirigían
realmente; lo que hacían era pasar órdenes hacia abajo e
información hacia arriba. Si la información está disponible,
sobran. [Pag. 136]
El modelo justo para la
organización basada en la información
. es la orquesta sinfónica,
en la cual cada músico toca directamente y sin intermediario
para el "presidents ejecutivo", el director, y puede hacerlo porque todos
tienen la misma "partitura", esto es la misma información. También
lo es el conjunto de jazz, en el cual cada músico asume la
responsabilidad de la "partitura".
No obstante, tenemos que
ir más allá de la organización basada en la información;
tenemos que llegar a la organización basada en la responsabilidad.
En el trabajo del saber la organización se compone cada vez más
de especialistas, cada uno de los cuales sabe más sobre su especialidad
que ninguna otra persona en la organización. La organización
al viejo estilo suponía que el superior sabía hacer lo que
el subordinado hacía ya que, unos pocos años antes, había
ocupado el puesto de ese subordinado. No obstante, la organización
basada en el saber tiene que suponer que los superiores no saben hacer
el trabajo de sus subordinadas; nunca lo han desempeñado.
Sin embargo, en la sociedad
basada en el saber con frecuencia no hay nadie que sepa lo bastante del
trabajo del especialista como para evaluar lo que éste aporta; [Pag.
137]
De la información
a la responsabilidad
La organización
basada en el saber asume, por lo tanto que todo el mundo asuma responsabilidad
por objetivos, contribución y, de hecho, también por conducta
.;
implica que no hay "subordinados", sólo hay "asociados". Además,
en la organización basada en el saber todos los miembros tienen
que ser capaces de controlar su propio trabajo mediante la información
que sus resultados aporten a sus objetivos.
. En otras palabras,
exige que todos los miembros de la organizaación actúen como
responsables de la toma de decisiones; todos tienen que considerarse "ejecutivos".
Es también
responsabilidad de todos los miembros de la organización comunicar
sus objetivos, sus prioridades y la contribución que piensan hacer
a sus compañeros de trabajo; hacia arriba, hacia abajo y hacia los
lados. Y es responsabilidad de todos ellos asegurarse de que sus propios
objetivos se ajustan a los objetivos de todo el grupo. [Pag. 138]
Estas personas saben
más de su trabajo que nadie más y, si se las hace responsables,
actúan de forma responsable.
Para hacer que todos
contribuyan
. ¿De qué
deberíamos ser responsables? La tarea de la dirección en
una sociedad basada en el saber no es hacer que todo el mundo sea un jefe;
la
tarea es hacer que todo el mundo sea un contribuyente. [Pag. 140]
Segunda
parte ORGANIZACION POLITICA
6
DEL ESTADO-NACIÓN AL MEGAESTADO
Por lo tanto, no nos enfrentamos
al "nuevo orden mundial" que los políticos de hoy constantemente
invocan; nos enfrentamos a un nuevo desorden mundial y nadie sabe
por cuánto tiempo. [Pag. 143]
La paradoja del Estado-nación
De hecho, no fue el Estado-nación
lo que engendró los imperios; el mismo Estado-nación surgió
como respuesta a impulsos trasnacionales. El imperio español en
las Américas produjo tanto oro y plata que España, bajo Felipe
II, hijo y sucesor de Carlos V, pudo financiar el primer ejército
regular desde las legiones romanas, la infantería española,
probablemente la primera organización "modema". Así equipada,
España lanzó su primera campaña para el dominio de
Europa; contrarrestar la amenaza de España fue la motivación
y objetivo confesado del inventor del Estado-nación, el político
y abogado francés Jean Bodin (1530-1591), en su obra Six livres
de la République, de 1576. Fue la amenaza española lo
que hizo que el Estado-nación de Bodin fuera una causa "progresista"
en toda Europa v fue sólo porque la amenaza era tan grande
y real por lo que aceptaron sus recomendaciones: el Estado-nación
[Pag. 145]
Dimensiones del megaestado
El Estado-nación
fue diseñado para ser el guardián de la sociedad civil; el
megaestado se convirtió en su dueño. Y en su forma extrema,
totalitaria, sustituyó a la sociedad civil por completo; en el totalitarismo
toda la sociedad se convirtió en sociedad política.
El Estado nacional fue
diseñado para proteger tanto la vida y la libertad del ciudadano
como su propiedad contra actos arbitrarios del soberano; el megaestado,
inclusive en su forma angloamericana, la menos extrema, considera que un
ciudadano sólo puede conserver su proopiedad a juicio del recaudador
de impuestos
El Estado nodriza
El paso del Estado nacional
al megaestado se inició en las décadas finales del siglo
XIX. El primer paso hacia el megaestado fue la creación del Estado
del bienestar por parte de Bismarck en la década de 1880. La meta
de Bismarck era combatir la marea socialista que crecía con fuerza;
era una respuesta a la amenaza de lucha de clases. Hasta Bismarck, el gobierno
había sido visto exclusivamente como organismo político;
Bismarck convirtió en un organismo social. [Pags 152-153]
Desde 1870, Estados
Unidos estableció gradualmente la regulación de los bancos
de negocios, los ferrocarriles, la energia eléctrica, los teléfonos;
esta regulación -una de las ideas políticas más originales
del siglo XIX y que tuvo mucho éxito al principio- se vio desde
el comienzo como una "tercera vía" entre el "capitalismo sin trabas"
y el "socialismo" y como una respuesta a las tensiones y problemas creados
por la rápida difusión del capitalismo y la tecnología.
Poco después, Estados Unidos empezó a asumir la propiedad
de empresas; primero hacia 1880 en el Estado de Nebraska, bajo el liderazgo
de William Jennings Bryan (1860-1910). Pocos años más tarde,
entre 1897 y 1900, Karl Lueger (1844-1910), alcalde de Viena, expropió
de forma parecida y asumió la propiedad municipal de las empresas
de tranvías y de las de energía eléctrica y gas
de la capital austríaca. Al igual que Bismarck, que habia actuado
para combatir el socialismo, tampoco Bryan o Lueger eran socialistas, ambos
eran lo que llamamos "Populistas"; ambos veían básicamente
en la propiedad gubernamental un medio de apaciguar una guerra de clases
en rápida escalada entre el "capital" y la "clase obrera".
.
. Inclusive los socialistas
creían que la economía se regularía a sí misma
una vez que hubiera sido abolida la propiedad privada. Se pensaba que el
trabajo del Estado-nación y de su gobierno era conservar el "clima"
para el crecimiento y la prosperidad económicos, manteniendo la
moneda estable, los impuestos bajos y estimulando el ahorro y la
austeridad. [Pag. 156]
Pese a que los economistas
actuales difieren de Keynes, todos ellos -seguidores de Friedmann, partidarios
de la economía de la oferta y los otros poskeynesianos- siguen a
Keynes en esos dos principios. Todos ellos hacen que el Estado-nación
y su gobierno sean los dueños de la economía nacional y los
controladores del tiempo económico.
El Estado fiscal
.
Sin embargo, en la Primera
Guerra Mundial todos los países beligerantes descubrieron que no
hay prácticamente límites para lo que un gobierno puede extraer
de la población. [Pag. 157]
No obstante, desde entonces
todos los países desarrollados -y muchos en vías de desarrollo-
se han convertido en Estados fiscales. Todos han acabado creyendo que no
hay límites económicos para lo que un gobierno puede gravar
o tomar prestado y, en consecuencia, no hay límites económicos
para lo que un gobierno puede gastar.
Lo que Schumpeter señaló
fue que, desde que existen los gobiemos, el proceso presupuestario empieza
con una evaluación de los ingresos disponibles, y a continuación
los gastos deben acomodarse a esos ingresos. Y dado que las "buenas causas"
son inagotables y la petición de gasto es por ello infinita, el
proceso presupuestario consiste mayormente en decidir cuando decir "no".
Mientras se supo que los ingresos eran limitados, los gobiernos, fueran
democracias o monarquías absolutas como la de los zares rusos, operaban
bajo restricciones extremas. Estas restricciones hacían que fuera
imposible que un gobierno se convirtiera en un organismo social o económico.
[Pag. 158]
Pero también bajo
la nueva administración, resulta demasiado fácil ver la renta
nacional como algo que pertenece al gobiemo y pensar que los individuos
sólo tienen derecho a lo que el gobiemo esté dispuesto a
dejarles tener. Nadie antes de 1914 -de hecho nadie antes de 1946- habló
de "exenciones fiscales". Antes se suponía que todo pertenecía
al individio, a menos que hubiera sido expresamente cedido al gobiemo por
los representantes políticos de los contribuyentes, tanto si era
un gobierno absoluto como parlamentario.
.
El Estado de la guerra
fría
..
En su origen estuvo la
decisión alemana, en la última década del siglo pasado,
de construir en tiempos de paz una poderosa fuerza naval disuasiva. Esto
inició la carrera armamentisla. Los alemanes sabian que corrían
un enome riesgo político; [Pag. 159]
.. Una armada moderna
significaba buques revestidos de acero y esos buques debían ser
construidos en tiempos de paz; esperar hasta el estallido de la guerra,
como hubiera dictado la política tradicional, habría significado
esperar demasiado.
.
La defensa, decía
implícitamente el argumento alemán, ya no significaba mantener
el conflicto bélico lejos de la sociedad y la economía civiles;
bajo las condiciones de la tecnología moderna, defensa significa
una sociedad y una economía en permanente estado de guerra. Significa
un "estado de guerra fría".
.
Pero inclusive después
de la Segundo Guerra Mundial, Estados Unidos intentó durante un
corto período volver a un Estado "normal" de tiempo de paz; intentó
desarmarse lo más rápido posible y lo más completamente
posible. La llegada de la guerra fría en los años de Truman
y Eisenhower cambió todo esto. Desde entonces, el Estado de guerra
fría ha sido la organización dominante en la política
internacional.
Hacia 1960 el megaestado
se habia convertido en una realidad política en los países
desarrollados en todos sus aspectos: como organismo social, como dueño
de la economía, como Estado fiscal y, en la mayoría de los
países, como Estado de guerra fría.
La excepción japonesa
La única excepción
fue Japón.
.. Su gobierno no intentó convertirse en dueño
de la economía ni en dueño de la sociedad sino que más
bien se reconstruyó después de la contundente derrota siguiendo
las pautas tradicionales del siglo XIX. Por supuesto en el terreno militar
no tenía otra opción, pero tampoco instituyó casi
ningún programa social. La única excepción fue el
Seguro de Enfermedad, que le fue impuesto por los victoriosos norteamericanos
durante la ocupación. Japón no nacionalizó la industria;
de hecho, y hasta que la señora Thatcher hiciera la mismo como primer
ministro en Gran Bretaña en los ochenta, Japón fue el único
país desarrollado en el cual se devolvieron a la propiedad privada
industrias que habían sido nacionalizadas anteriormente,
[Pag.
160-161]
Japón ha sido la
única excepción; en todos los demás países
desarrollados el movimiento hacia el megaestado ha sido general. Y los
países en desarrollo han seguido el ejemplo rápidamente;
tan pronto nacía una nueva nación debido a la disolución
de un imperio, entraba en la nueva política militar, esto es, se
dedicaba a formar a sus efectivos militares duante el tiempo de paz y a
fabricar, o por lo menos procurarse, el armamamento avanzado necesario
en caso de guerra. [Pag. 162]
Las democracias diferían
en cómo hacer las cosas; pero diferían mucho menos en qué
cosas hacer. Todas veían al gobierno como amo de la sociedad y amo
de la economía y todos veían la "paz" en forma de "guerra
fría".
¿Ha funcionado
el megaestado?
En su manifestación
más extrema, el totalitarismo, sea nazi o de la variedad comunista,
ha sido con certeza un fracaso total, sin un solo rasgo compensador. Puede
argumentarse que el Estado de guerra fría funcionó desde
el punto de vista militar para la Unión Soviética; durante
cuarenta años fue una superpotencia militar, pero la carga social
y económica del cuerpo militar era tan enorme que llegó a
ser insoportable. Con certeza contribuyó, y mucho, al hundimiento
del comunismo y del Imperio Soviético en su conjunto.
Pero, ¿ha funcionado
el megaestado en su forma mucho más moderada?, ¿ha funcionado
en los países desarrolllados de la Europa Occidental y en Estados
Unidos? La respuesta es: no mucho mejor. En general ha sido un fiasco allí
igual que en la Alemania de Hitler y en la Unión Soviética
de Stalin. [Pag. 163]
Cuando más productiva
sea una economía, mayor será la igualdad de la renta; cuando
menos productiva, mayor la desigualdad. Los impuestos, afirma la Ley de
Pareto, no pueden cambiar eso. No obstante, los abogados del Estado fiscal
basaron su caso en gran medida en la aseveración de que los impuesos
podían efectiva y permanentemente cambiar la distribución
de la renta. Toda nuestra experiencia de los últimos cuarenta años
refuta esa pretensión.
Aunque los ricos seguían
enriqueciéndose, los pobres iban enriqueciéndose más
de prisa y la clase media se enriquecía aún más rápido.
En cuanto los aumentos de productividad bajaron o desaparecieron al empezar
la guerra de Vietnam- la desigualdad de la renta empezó a aumentar
en forma continuada, pese a los impuestos. No cambió casi nada el
hecho de que en los períodos de Nixon y Carter se gravara con fuertes
impuestos a los ricos o que en la era de Reagen esos impuestos fueran mucho
menores. [Pag. 164]
Pese a todas sus corrupciones
y escándalos, el país más igualitario ahora es Japón;
el país con el más rápido aumento en productividad
y los menores intentos de redistribuir la renta por medios fiscales.
..
-es que los gobiernos
de todos los países desarrollados y también de la mayoría
de los países en desarrollo- se han vuelto tan derrochadores que
no pueden aumentar su desembolso en una recesión. Y es, por supuesto,
en ese momento cuando, de acuerdo con todas las modernas teorías
económicas, deberían hacerlo para crear poder de compra y
con él reavivar la economía. En todos los países desarrollados
sin excepción, los gobiernos han alcanzado los límites de
su capacidad para gravar con impuestos y para pedir dinero prestado y han
alcanzado esos límites durante épocas de prosperidad, cuando
deberían, de acuerdo con las modernas teorías económicas,
haber acumulado superavit considerables. El Estado fiscal se ha agotado
hasta la impotencia.
Otro principio básico
del Estado fiscal ha demostrado también no ser válido. El
núcleo de la teoría económica keynesiana y poskeynesiana
es la creencia en que la recaudación fiscal total es lo único
que importa. Los últimos cuarenta años han demostrado que
lo
que se grava importa tanto como cuánto se grava; lo que
los economistas llaman la incidencia de la triburación es
decisivo, una idea que era desechada con desprecio por los economistas
de la posguerra
.[Pags. 165-166]
El Estado electorero
En el Estado fiscal ese
saqueo lo hacen los políticos para asegurar su propia elección.
[Pag. 166]
Que está realmente
socavando los fundamentos mismos del gobierno representativo lo demuestra
el continuo declive en la participación electoral. Lo muestra también
la continua disminución en todos los países del interés
por la función del gobierno, por su utilidad, por su política;
en lugar de ello, los votantes eligen cada vez más sobre la base
de "que hay para mí". En 1918 Joseph Schumpeter advirtió
que el Estado fiscal acabaría minando la capacidad de un
gobiemo para gobernar. Quince años más tarde Keynes saludaba
al Estado fiscal como el gran liberador. Sin verse ya limitado por restricciones
en el gasto, el gobierno del Estado fiscal podría empezar a gobernar
de forma efectiva. Sabemos ahora que era Schumpeter tenía razón.
[Pags. 167-168]
Y por lo menos en Estados
Unidos, cada vez mas se contrata afuera la enseñanza; cada vez más
en Estados Unidos se está a favor de los "vales", con los cuales
los padres de un niño en edad escolar pueden decidir a qué
escuela, pública e inclusive privada, quieren enviar a sus hijos,
y el Estado pagará a la escuela que los padres hayan escogido. En
otras palabras, estamos empezando a aplicar a la enseñanza elemental
lo que hace cuarenta años nos enseñó la GI Bill
Of Rights respecto de la enseñanza superior. El gobierno establece
las reglas, el gobierno fija las pautas, el gobierno provee; pero el gobierno
no hace. [Pag. 169]
Por lo tanto, no es posible
volver a los supuestos en los que se fundaba el tradicional Estado-nación:
una pequeña fuerza militar aumentada por reservistas es todo lo
que se necesita para mantener la posición mientras se convierten
las instalaciones económicas civiles en útiles para la producción
bélica. [Pag. 171]
La Unión Soviética,
como ya hemos dicho, consiguió construir una fuerza militar extraordinariamente
poderosa, pero la carga que esta fuerza impuso llegó a ser tan intolerablemente
pesada que tuvo un papel importante en el hundimiento de la economía
y la sociedad soviéticas.
La carga está llegando
a ser igual de pesada para Estados Unidos. Como es generalmente aceptado,
una de las principales razones por las que a Japón y Alemania
les ha ido tan bien económicamente, mientras que Estados Unidos
se iba rezagando, es la defensa de Estados Unidos. La carga ecónomica
-5 o 6% del PBI- es el problema menor. Es la desviación de los recursos
más escasos -ingenieros y científicos experimentados- a un
trabajo de defensa económicamente improductivo.
.
Mientras los capaces ingenieros
de Estados Unidos trabajaban durante estos últimos cuarenta años
en "bombas inteligentes", sus homólogos japoneses lo hacían
en perfeccionar la máquina de fax o eliminar el traqueteo de la
puerta del automvil. Los artículos de tiempo de paz y los artículos
de tiempo de guerra ya no se producen con la misma tecnología,
los mismos procesos y las mismas instalaciones. Por lo tanto, ya casi no
existe la "desmovilización", si es que existe en absoluto. Estados
Unidos ha gastado enormes sumas de dinero en "transferencia de tecnología"
de la investigación en defensa a los productos civiles; los resultados
se acercan a cero. [Pag. 172]
Aún peores fueron
los efectos del Estado de guerra fría en el desarrollo económico.
No hay dudas de que América Latina en lugar de Asia Oriental hubiera
sido el "milagro económico" de los sesenta y setenta, excepto por
el hecho de que el dinero y los expertos de esos países se malgastaron
en construir enormes Fuerzas Armadas sin ningún valor militar.
Estos pequeños
países no podrían, claro está, ganar una guerra contra
una gran potencia, como Saddam Hussein aún creía. Pero pueden
convertirse en chantajeadores y terroristas internacionales. Sirviéndose
de estos países como base, pequeñas bandas de aventureros
-piratas con bases en tierra, de hecho- pueden tener al mundo entero en
jaque. El control de armamentos no puede, pues, seguir ejerciéndose
en y mediante el Estado de guerra fría, como se ha ejercido durante
este último medio siglo. A menos que el control se convierta en
transnacional, no podrá ejercerse en absoluto, lo cual acabaría
haciendo que el conflicto global fuera prácticamente inevitable,
aunque las grandes potencias consiguieran evitar la guerra caliente entre
ellas.
A diferencia del Estado
fiscal y el Estado nodriza, el Estado de guerra fría no ha sido
un fracaso total; en tanto se puede decir que la meta de la política
nacional en la era de las armas absolutas es la evitación de la
Tercera Guerra Mundial, debe considerarse un éxito, el único
éxito del megaestado. Pero ese éxito acabó volviéndose
un fracaso económica y militarmente. El megaestado ha llegado así
a un punto muerto. Por desgracia, no se puede volver al Estado-nación
del pasado, como los neoconservadores o los economistas de la escuela austríaca
querrían que creyéramos. Están surgiendo nuevas fuerzas
que minan al Estado-nación. [Pags. 173-174]
7
TRASNACIONALISMO, REGIONALISMO, TRIBALISMO
..
El intento del mundo de
la posguerra por crear una moneda trasnacional, patrocinado por John Maynard
Keynes en los últimos meses de su vida, fue hecho fracasar por Estados
Unidos. A su vez la propuesta estadounidense de trasnacionalizar el Atomo
-el Plan Baruch para el control trasnacional de la energía y el
armamentos nucleares- fue rechazado por los soviéticos. Y el más
afortunado de esos inventos de la posguerra, el GATT (Acuerdo General sobre
Aranceles Aduanaros y Comercio), aunque pensado claramente para imponer
el trasnacionalismo en una zona esencial de la soberanía, el comercio
exterior, raramente ha prevalecido en contra de los intereses nacionales.
Por el contrario, el período
de posguerra ha visto un crecimiento explosivo del número de Estados-nación,
al irse organizando como tales los sucesores de los imperios, y la mutación
del Estado-nación en un megaestado.
Sin embargo, en las últimas
décadas, tal vez desde los setenta, el Estado-nación ha empezado
a desmembrarse; ya ha sido superado por el flanco en áreas
cruciales en las que la palabra soberanía ha perdido todo significado.
Cada vez más los retos a que se enfrentan todos los gobiernos son
retos que no pueden resolverse por la acción nacional, ni siquiera
por la internacional. Exigen organismos trasnacionales que tienen
"soberanía" propia. Cada vez más, también, el regionalismso
está
operando paralelamente al Estado-nación. Y en el interior, el Estado-nación
está siendo socavado por el tribalismo. [Pag. 177]
El dinero no tiene patria
Tampoco la información
Las necesidades trasnacionales:
el ambiente
Acabar con el terrorismo
De casi tanta importancia
como el ambiente es la creciente necesidad de medidas e instituciones trasnacionales
que aborten la vuelta de los ejércitos privados; esto es, que acaben
con el terrorismo. Puede que las acciones militates contra Irak en el invierno
y la primavera de 1991 fueran el primer paso. Por vez primera en la historia
escrita, prácticamente todos los Estados-nación actuaron
juntos para sofocar un acto de terrorismo -porque eso fue la invasión
iraquí de Kuwait-. La invasion en sí misma sólo representó
una amenaza para un pequeño número de países; no fue
ninguna amenaza para Estados Unidos ni para ningún otro de los países
desarrollados.
Por vez primera en cuatrocientos
años, los ejércitos privados han vuelto. En el siglo XVII
Japón (alrededor de 1600) y Europa (unos cincuenta años más
tarde) decidieron que sólo al Estado-nación podía
permitírsele mantener una fuerza militar. Ahora, con los explosivos
nucleares y las armas químicas y biológicas, los ejércitos
privados vuelven a ser posibles. El terrorismo es ya posible y mucho más
amenazador aún porque grupos muy pequeños pueden convertir
inclusive a un gran país en rehén suyo. [Pag. 182]
Lo que se necesita para
eliminar -o por lo menos controlar- la amenaza del terrorismo son medidas
trasnacionales, medidas que van más allá de cualquier Estado
soberano. Hay un precedente: los tratados que en el siglo XIX acabaron
con el comercio de esclavos y convirtieron en delito transnacional la piratería
en alta mar.
Control trasnacional
de armamentos
En tercer lugar -y estrechamente
relacionada con la erradicación del terrorismo- está la necesidad
de un control trasnacional de armas,
.. Finalmente y todavía es
sólo una especulación-, ¿habrá un organismo
trasnacional que controle y haga respetar los derechos humanos?, ¿debería
existir un organismo así?, ¿de haber existido, hubiera podido,
por ejemplo, impedir el holocausto hitleriano? [Pag. 183]
. Lo que podría
convertirlo en realidad sería la amenaza que sufren los países
prósperos de verse inundados por millones de refugiados, a menos
que unas medidas trasnacionales pongan fin a las persecusiones raciales,
religiosas y políticas.
Sin embargo, es previsible
que el diseño y la construcción de institutciones trasnacionales
sean cuestiones políticas clave en muchas décadas venideras.
Esto significa que la limitación de la soberanía llegará
a ser una cuestión esencial en las relaciones internacionales y
en la política tanto exterior como interior. [Pag. 185]
La nueva realidad: el
regionalismo
Lo que hace que esto
sea tan importante es que el impulso para la comunidad económica
norteamericana no partió de Estados Unidos; partió de México.
No obstante, durante más de ciento cincuenta años, desde
que México fue unificado bajo la presidencia de Benito Juárez
(1806-1872), la meta de la política mexicana ha sido poner toda
la distancia posible entre su país y el grande, agresivo
y totalmente extraño vecino del Norte. No hay dos países
en el mundo más diferentes que México y Estados Unidos, en
lengua, en religión, pero sobre todo en cultura, en valores, en
tradición. Pese a ello, finalmente México tuvo qua aceptar
que los ciento cincuenta años de política aislacionista habían
terminado en un fracaso; para sobrevivir como país y como civilización
tenía que integrarse con el grande, peligroso y extraño vecino
del Norte, por lo menos económicamente. [Pag. 186]
.
En la economía
del saber ni el proteccionismo tradicional ni el comercio libre tradicional
pueden funcionar por sí mismos; lo que se necesita es una unidad
económica que sea lo bastante grande como para establecer un libre
comercio y una fuerte competencia interior significativos. Esta unidad
tiene que ser lo bastante grande como para que las nuevas industrias de
alta tecnología se desarrollen gozando de alto grado de protección.
La razón para esto reside en la naturaleza de la alta tecnología,
esto es de la industria del saber. [Pags. 187-188]
Esta industria no sigue
las ecuaciones de oferta y demanda de la economía clásica,
neoclásica y keynesiana. En ellas los costes de producción
suben de forma proporcional al volumen de producción; en las industrias
de alta tecnología, los costes de producción bajan y muy
rápido, según sube el volumen de producción; es lo
que ahora se llama la "curva de aprendizaje". (Ver el capitulo 10 para
un análisis más detallado.). La importancia de esto
es que una industria de alta tecnología puede afianzarse de tal
manera que destruya a cualquier competidor. Cuando esto ha sucedido casi
no hay ninguna posibilidad de que la industria derrotada pueda volver;
ha dejado de existir. No obstante, y al mismo tiempo, la nueva industria
de alta tecnología ha de contar con la suficiente competencia y
los suficientes retos; de lo contrario, dejaría de crecer y desarrollarse;
se volvería monopolística y perezosa y pronto quedaría
obsoleta. La economía del saber exige, por lo tanto, unidades económicas
que sean mayores inclusive que un Estado nacional de buen tamaño;
si no es así, no habrá competencia. Pero también exige
la capacidad de proteger a la industria y comerciar con otros bloques comerciales
sobre la base de la reciprocidad más que de la protección
o el libre comercio. Esta es una situación sin precedentes; hace
que el regionalismo sea al mismo tiempo inevitable e irreversible. [Pag.
188]
.
Sin embargo, todas ellas
crearán grandes áreas de libre comercio, mayores de lo que
tales áreas han sido nunca. Al mismo tiempo, crearán grandes
áreas unificadas respecto del mundo exterior y capaces de ser "recíprocas";
esto es, de ser al mismo tiempo totalmente abiertas y proteccionistas.
Estas regiones no sustituyen al Estado-nación; lo suplementan.
La vuelta del tribalismo
El internacionalismo y
el regionalismo retan al Estado-nación soberano desde afuera. El
tribalismo lo socava desde el interior. Mina el poder integrador del Estado-nación.
En realidad, amenaza con sustituir a la nación por la tribu. [Pag.
189]
Esto no es en modo alguno
un fenómeno exclusivo de Estados Unidos y ni siquiera puede explicarse
en términos sólo aplicables a Estados Unidos (aunque está
claro que, como todo en la sociedad de este país, su problema básico,
las relaciones raciales entre blancos y negros, están en el núcleo
de la cuestión). El tribalismo está aún más
establecido en Europa. Ha desgarrado en pedazos a Yugoslavia con su sangrienta
guerra civil; amenaza con la guerra civil en todo el antiguo Imperio Soviético;
los escoceses quieren separarse del Reino Unido; los eslovacos exigen autonomía
y la separación de los checos; Bélgica está dividida
por la disputa entre flamencos y valones de habla francesa.
[Pag. 190]
Una razón para
la tendencia hacia el tribalismo es que lo grande ya no otorga muchas ventajas.
En la era de la guerra nuclear ni siquiera el país más grande
puede defender a sus ciudadanos. El más pequeño de todos
-Israel es un buen ejemplo- puede construir armamento de terror.
Con el dinero y la información
convertidos en trasnacionales, inclusive unidades muy pequeñas son
ahora económicamente viables. Grande o pequeño, todo el mundo
tiene igual acceso al dinero y a la información y en los mismos
términos. En realidad, los verdaderos "éxitos sin precedentes"
de los últimos treinta años han sido países muy pequeños.
En los años veinte,
la República austríaca, residuo del viejo Imperio Austrohúngaro,
era considerada por todo el mundo demasiado pequeña, con sus menos
de seis millones de habitantes, como para ser económicamente viable.
De hecho, este fue el argumento principal en la misma Austria en favor
de su anexión por Hitler. La Austria de los años veinte y
treinta estaba en una situación económica lamentable, con
un desempleo crónico de hasta el 20%. La Austria de la posguerra
era igual de pequeña y, por añadidura, había perdido
la zona de comercio que aún tenía en los años veinte,
los estados segregados de la anterior Austria-Hungría, todos los
cuales eran ahora comunistas. No obstante, la Austria de la posguerra ha
llegado a ser uno de los paises más prósperos de Europa.
[Pag. 191]
Después de todo, un
pequeño país puede ahora unirse a una región económica
y conseguir así lo mejor de dos mundos: independencia cultural y
política e integración económica. Seguramente no es
una casualidad que el diminuto Luxemburgo sea el pais más fervientemente
"europeo" de todos.
La necesidad de raíces
La razón principal
del tribalismo no es ni la política ni la economía; es existencial.
La gente necesita raíces en un mundo trasnacional; necesita una
comunidad.
..
El tribalismo no es lo
contrario del trasnacionalismo; es su polo. Más y más
judíos en Estados Unidos se casan fuera de su fe, pero ésta
es precisamente la razón per la que hacen cada vez más hincapié
en sus raíces judías y en la cultura del judaísmo.
[Pag. 192]
Precisamente porque el
mundo se ha vuelto trasnacional en tantas maneras -y aún tiene que
llegar a ser más trasnacional- la gente necesita definirse en términos
que pueda comprender; necesesita una comunidad geográfica, linguística,
religiosa, cultural, que pueda ver y que, para utilizar un viejo cliché,
pueda "abarcar con los brazos".
En consecuencia, cuanto
más trasnacional llegue a ser el mundo, más tribal será
también. Esto mina de forma creciente el fundamento mismo del Estado-nación;
de hecho deja de ser un "Estado-nación" para convertirse en un "Estado"
puro y simple, esto es en una unidad administrativa en lugar de política.
[Pag. 193]
Entretanto como dice la
vieja frase inglesa: "el trabajo del gobierno debe seguir". Las únicas
instituciones que tenemos hasta ahora para ese trabajo son las del Estado-nación
y su gobierno. La primera tarea política de la organización
política poscapitalista debe ser restaurar la capacidad de funcionamiento
del gobierno, que el megaestado ha reducido tan seriamente. [Pag. 194]
8
EL NECESARIO CAMBIO DE RUMBO DEL GOBIERNO
El gran temor de los
pensadores políticos del siglo XVIII, esto es de los que fraguaron
la Constitución Americana, eran las "facciones", es decir los grupos
de presión, con su tendencia a hacer que su interés o problema
fuera un imperativo moral al cual debía subordinarse todo
lo demás. La brillante respuesto este problema fue el partido.
Fue
inventado simultánea, aunque independientemente, en Gran Bretaña,
Estados Unidos y Francia en las dos décadas entre 1815 y 1835, durante
las cuales nacieron tantas cosas del mundo moderno. El partido trascendía
la facción. En Europa se organizó en torno de una vaga ideología,
un "programa"; en Estados Unidos se organizó igualmente en tomo
de amplios y vagos "intereses". Pero sean cuales fueren sus razonones fundamentales,
se organizó con un propósito común: ganar y consevar
el poder político; se organinizó para gobernar. Por
lo tanto, tenía que atraer votantes de "centro", tenía que
evitar los extremos y tenía que estar dispuesto a llegar a compromisos.
Una vez en el poder tenía que limitar sus acciones a medidas que
recibieran un apoyo más amplio que el de sus propios partidarios,
esto es medidas que fueran aceptables para esa parte del "centro" que no
lo había votado. La expresión más clara de este principlo
es la disposición existente en la Constitución referente
al veto del presidente; sólo puede ser invalidado por los dos tercios
de las dos cámaras del Congreso. Esto significa qua solo puede ser
vencido si un número importante de miembros de ambos partidos se
ponen de acuerdo en una medida. Esto obliga a que tanto el Congreso como
el presidents permanezcan en el centro. [Pags. 195-196]
De hecho, podemos esperar
que en las próximas décadas el gobierno aumente en vez de
disminuir. Las nuevas tareas; protección del ambiente, erradicación
de ejércitos privados y terrorismo internacional, conseguir que
el control de armamentos sea efectivo, todo eso requiere más, y
no menos, gobierno. Pero requiere un gobierno diferente. [Pag.
197]
Por lo tanto, el gobiemo
tiene que recuperar un mínimo de capacidad de funcionamiento; hay
que hacer que cambie de rumbo. El término procede del mundo
de los negocios; pero cambiar el rumbo de cualquier institución,
sea una empresa, un sindicato, una universidad, un hospital o un gobiemo,
exige siempre los mismos TRES pasos:
1) Abandono de las cosas
que no funcionan, las cosas que nunca han funcionado, las cosas que han
sobrevivido a su utilidad y capacidad de contribución.
2) Concentración
en las cosas.que funcionan, las cosas que producen resultados, las cosas
que mejoran la capacidad de funcionamiento de la organización. Esto
exige hacer más de aquellas cosas que han demostrado tener éxito.
3) Análisis de los
semiéxitos, los semifracasos. Un cambio de rumbo exige abandonar
todo lo que en esas áreas no funciona y hacer más de lo que
sí funciona.
La futilidad de la ayudamilitar
[Pag. 198]
Pero, sin ninguna duda,
nunca se ha utilizado la ayuda militar de forma tan extensa -y con tan
poco éxito- como en los años del megaestado, los años
desde la Segunda Guerra Mundial. El tiro siempre ha salido por la culata
-prácticamente sin excepciones. Como ejemplos tenemos la ayuda militar
que Estados Unidos dió a Irán bajo el Sha, la que la Unión
Soviética concedió a Afganistán, la que Estados Unidos
dió a Irak. Tampoco la ayuda concedida a todos los generales latinomericanos
ha sido más provechosa; sólo consiguió enriquecer
a esos generales y empobrecer a sus países. Una cosa es apoyar a
un país que sufre un ataque de un enemigo poderoso y otra dar ayuda
militar a regímenes "amigos"; en este caso es dinero de extorsión
que sólo aumenta el apetito del extorsionista. A la amenaza "Si
no nos das estos aviones, estos tanques, esos misiles, los conseguiremos
en otro sitio", la respuesta adecuada es: "Adelante". Y la tan invocada
necesidad de mantener un "equilibrio militar" en una región es puro
fraude; en ningún caso, durante los últimos cuarenta años,
la ayuda militar ha estabilizado una zona; sólo ha aumentado la
carrera arrnamentista.
En los últimos afios
la ayuda económica ha sido objeto de apasionados debates.
¿Ha ayudado en verdad a los beneficiaries o los ha debilitado? [Pag.
199]
En su conjunto, la ayuda
de gobierno a gobierno, el invento de los cincuenta, ha tenido como máximo
resultados marginales. Tampoco puede decirse mucho más de las subvenciones
y los préstamos hechos por o a través de instituciones cuasigubernamentales
como el Banco Mundial; pocos han proporcionado un desarrollo importante.
Con todo, la idea de ayuda económica puede ser buena, aunque no
sabemos cómo ponerla en práctica.
Sin embargo, la idea de
la ayuda militar es, en sí misma, mala. La ayuda militar no crea
aliados fiables; hay una probabilidad muy alta de que el beneficiario se
vuelva contra el que lo ha ayudado -como Irán e lrak se volvieron
contra Estados Unidos, como Afganistán se volvió contra la
Unión Soviética.
Cuando éstos son destituidos,
aunque sea por medios pacíficos, el gobierno que los sucede está
casi obligado a volverse contra la potencia que trabajó con sus
predecesores, esto es contra aquel que prestó la ayuda.
La ayuda militar ha perjudicado
tanto al país que la ofreció como al que la recibió.
Obliga al beneficiario a dirigir mal su visión, sus recursos, sus
energías, desviándolos hacia fines militares y descuidando
todo lo demás. Una y otra vez, esa ayuda ha creado dictadores militares,
demasiados de los cuales se han convertido después en terroristas
intemacionales que utlizaban la ayuda militar que recibían para
transformar su país en un barco pirata con base en tierra y aterrorizar
a la comunidad internacional, como hizo Saddam Hussein en Irak.
Y los únicos que
probablemente se sentirían dolidos si se abandona la ayuda militar
son los contratistas de defensa. [Pags. 200-201]
Qué abandonar
en la política económica
.. cualquier gobiemo
de cualquier país, sin importar la forma en que accedió al
poder, promete que pondrá remedio a las recesiones. Pero esto es
pura charlatanería; ningún gobierno hasta ahora ha sido capaz
de cumplir esa promesa. Los líderes políticos van a tener
que aprender a decir: "Nadie sabe cómo dirigir economía a
corto plazo más de lo que un médico sabe curar un resfriado
corriente. Será mejor que no nos metamos en este asunto".
Un corolario a esto es,
sin embargo, es que el gobierno tiene que recuperar la capacidad de evitar
depresiones mayores. Se ha demostrado que el gasto del gobierno para aumentar
el consumo no es la manera de hacerlo
. La única forma efectiva
de contrarestar una depresión, esto es, un perído prolongado
de cambio estructural, es mediante inversiones en infraestructura, y después
de períodos de auges prolongados la infraestructura carreteras,
puentes, puertos, edificios públicos, suelo público- están
en mal estado. No obstante, para que los gobiernos puedan financiar tales
inversiones se necesita que operen con un presupuesto equilibrado durante
las épocas buenas y también durante las recesiones-
..
los gobiernos tienen que aprender de nuevo a guardar el déficit
como arma de último recurso. [Pags. 201-202]
Crear el clima adecuado
no es lo mismo que mantener bajos los impuestos. La aseveración
de los economistas partidarios de la oferta, según la cual unos
impuestos bajos garantizan, por sí mismos, la salud y el crecimiento
económicos, no ha podido demostrarse. Su afirmación de que
unos impuestos altos llevan inevitablemente al estancamiento económico
ha quedado definitivamente refutada; Japón ha tenido siempre unas
tasas impositivas muy altas sobre la renta. La incidencia fiscal
es
más importante, como decía antes, que la tasa fiscal.
El
objetivo adecuado de una política fiscal tiene que ser animar las
inversiones en saber y en recursos humanos, en instalaciones productivas
en las empresas y en la infraestructura. Este ha sido el secreto de todos
los "éxitos económicos" del último medio siglo, en
Japón, en Alemania y en los "Cuatro Tigres Asiáticos": Corea
del Sur, Hong Kong, Singapur y Taiwán. Todos ellos tuvieron éxito
mientras no abandonaron las políticas que se centran en crear el
clima económico y mientras ignoraron ampliamente el tiempo económico.
[Pag. 205]
Más allá
del Estado nodriza
El último paso en
una estrategia de cambio de rumbo es ver qué políticas y
actividades han sido en parte un éxito y en parte un fracaso. Se
intenta determinar qué ha sido lo que no ha tenido éxito
para dejar de hacerlo. La primera pregunta es: "¿Qué debería
abandonarse?". Y luego se pregunta: "¿Qué funciona? y "¿De
qué deberíamos hacer más?".
Esta cuestión ya
ha sido estudiada respecto de una manifestación del megaestado:
el "Estado de guerra fría". El control de armamentos ha funcionado,
en parte; el Estado de guerra fría no lo ha hecho. Lo que se necesita
ahora es un control de armamentos trasnacional; el control por medio de
la "destrucción mutuamente asegurada" ha demostrado ser económicamente
insoportable, inclusive para la nación más rica, y militarmente
impotente para detener la propagación del armamento del terror y
su proliferación
Hay una segunda esfera
en la que hay una mezcla de resultados; la esfera social. El Estado nodriza
mismo ha conseguido muy pocos resultados. Esos resultados han sido escasos
cuando el gobierno ha sido el hacedor en la esfera social, pero allí
donde organizaciones comunitarias autónomas han realizado una acción
no gubernamental hemos conseguido mucho.
La sociedad y la organización
política poscapitalistas requieren un nuevo sector social, tanto
para satisfacer necesidades sociales como para restablecer una ciudadanía
y una comunidad con sentido. No obstante, éste es un tema tan importante
-y tan nuevo- que merece un capítulo aparte. [Pag 206]
9
A LA CIUDADANIA POR EL SECTOR SOCIAL
Las necesidades sociales
crecerán en dos áreas. Crecerán en lo que tradicionalmente
ha sido considerado caridad: ayuda a los pobres, los incapacitados,
los desvalidos, las víctimas. Crecerán también -tal
vez aún más de prisa- en los servicios que tienen como objetivo
cambiar la comunidad y cambiar al ser humano. [Pag. 208]
. Una razón es
el rapido aumento de ancianos en todos los países desarrollados,
la mayoría de los cuales viven y quieren vivir solos. Otra razón
es la creciente complejidad de la atención sanitaria y la médica,
que exigen investigación en ambas y más instalaciones médicas
y hospitalarias. Hay una creciente necesidad de cursos de enseñanza
para adultos; hay una necesidad creada por el creciente número de
familias con sólo uno de los padres. El sector de servicios a la
comunidad será muy probablemente uno de los verdaderos "sectores
de crecimiento" en las economías desarrolladas -mientras que podemos
esperar que la necesidad de instituciones de caridad acabe por disminuir
de nuevo.
El intento por satisfacer
esas necesidades a través del Estado nodriza ha fracasado ampliamente,
por lo menos como intento de que sea el gobierno quien dirija y gestione
esos servicios. La primera conclusión que se deriva de la experiencia
del Estado nodriza es que el gobierno tiene que dejar de ser hacedor y
gerente en la esfera social y limitarse a ser el constructor de la política.
Esto significa que en la esfera social, come en la económica, hay
necesidad de "contratar afuera", de buscar "fuentes externas", de "desempaquetar".
Al igual que estamos reestructurando la empresa de negocios mediante la
contratación externa de trabajos auxiliares, de oficina y de mantenimiento,
el gobiemo necesita reestructurarse contratando afuera la realización
de trabajos en el sector social.
Hay otra razón adicional:
la necesidad de aumentar la productividad del trabajo en servicios y del
trabajador de los servicios. El gobierno es el mayor patrón de trabajadores
de los servicios; sin embargo, esos trabajadores son los que muestran una
productividad más baja y mientras sigan siendo empleados del gobiemo
su productividad no podrá aumentar. Un organismo del gobierno debe
ser una "burocracia". Debe subordinar la productividad a reglas y regulaciones;
debe estar envuelto en trámites, debe concentrarse en un papeleo
adecuado más que en los resultados; de lo contrario pronto se convertiria
en una banda de ladrones.
.
La contratación
exterior de ese hacer es igualmente necesaria para conseguir que las tareas
del sector social se hagan. [Pags. 209-210]
Fomentar organizaciones
comunitarias autónomas en el sector social es, por lo tanto, un
paso importante para cambiar la orientación del gobierno y hacer
que funcione de nuevo. La mayor contribución de la organización
comunitaria autónoma se da como centro de una ciuadadanía
con sentido. El megaestado casi ha conseguido destruir la ciudadanía
por completo; para restablecerla, la organización política
poscapitalista necesita un "tercer sector" además de los dos generalmente
reconocidos, el "sector privado" de los negocios y el "sector público"
del gobiemo. Necesita un SECTOR SOCIAL
El patriotismo no basta
[Pag. 211]
.
El patriotismo, la disposición
a morir por nuestro país, es universal. La ciudadanía es
una idea claramente occidental. En la práctica eso es lo que significaron
Atenas y Roma en toda su gloria;
[Pag. 212]
Puede existir nacionalismo;
sin ciudadanía es probable que degenere en chauvinismo. Sin ciudadanía
no puede haber ese compromiso responsible que crea al ciudadano y que en
último término mantienen unido al cuerpo político.
Tampoco puede existir la satisfacción y el orgullo que resultan
de haber modificado algo. Sin ella, la unidad poltítica, llámese
Estado o imperio, puede ser un "poder". Poder es entonces lo único
que lo mantiene unido; pero para ser capaz de actuar en un mundo peligroso
y en rápido cambio, la organización política poscapitalista
debe crear de nuevo la ciudadanía.
La necesidad de una
comunidad
[Pag. 213]
.
Aferrarse a la familia
era una necesidad, ser repudiado por ella era una catástrofe.
En realidad la familia
está ganando importancia para la mayoría de la gente, pero
lo está haciendo en tanto que vínculo voluntario, un vínculo
de afecto, de cariño, de respeto mutuo más que de necesidad
..
Y la gente necesita una comunidad
La comunidad que se necesita en la
sociedad poscapitalista y especialmente la necesita el trabajador del
saber- tiene que basarse en el compromiso y la compasión
más que ser impuesta por la proximidad o el aislamiento. [Pag. 214]
El desvanecimiento de
la comunidad del trabajo
.
La organización
basada en el saber tiene que llegar a ser una organización basada
en la responsabilidad.
Sin embargo, el individuo,
y especialmente el trabajador del saber, necesita una esfera significativa
de vida social, de relaciones personales y de contribución fuera
y más allá de su trabajo, es más, fuera y más
allá de su propia área de saber especializado. [Pag. 215]
El voluntario como ciudadano
La única área
donde esta necesidad puede verse satisfecha es el sector social. Allí
los individuos pueden contribuir, pueden tener responsabilidad, pueden
modificar cosas. Pueden ser "voluntarios". Este está sucediendo
ya en Estados Unidos. [Pag. 216]
... Uno de cada dos adultos
noventa millones en total- trabaja un mínimo de tres horas a la
semana como "personal no remunerado", esto es como voluntario en una organización
no lucrativa, para iglesias y hospitales, para organismos sanitarios, para
servicios comunitarios como la Cruz Roja, los Boy Scouts y Girl
Scouts, para servicios de rehabilitación como el Ejército
de Salvación y Alcohólicos Anónimos, para albergues
para mujeres maltratadas y para dar clases particulares a niños
negros en los barrios pobres. Hacia el año 2000 o 2010 este "personal
no remunerado" debería alcanzar los ciento veinte millones de personas
y su media de horas de trabajo, ser de cinco a la semana.
Estos voluntarios no son
ya "colaboradores", se han convertido en "socios". Las organizaciones no
lucrativas de Estados Unidos tienen cada vez más un ejecutivo remunerado
y con dedicación plena; sin embargo, y de forma creciente, el resto
del equipo de gestión son voluntarios. Y cada vez más, son
ellos quienes gestionan la organización. [Pag. 217]
..
La razón principal
de este gran aumento de la participación voluntaria en Estados Unidos
no es un aumento de las necesidades; la razón principal es la búsqueda
por parte de los voluntarios de una comunidad, un compromiso, una contribución.
La mayoría de los nuevos voluntarios no son jubilados; son hombres
y mujeres casados, de familias profesionales, donde ambos trabajan; gente
de treinta y cuarenta años, con un buen nivel de educación,
ricos, activos y que disfrutan de su trabajo. [Pags. 217-218]
Pero todos los países
desarrollados necesitan crear un sector social de organizaciones comunitarias
independiente y autónomo. Necesitan hacerlo para proporcionar los
necesarios servicios comunitarios; necesitan hacerlo, sobre todo, para
proporcionar lazos de comunidad y restaurar la ciudadanía activa.
A lo largo de la historia, comunidad ha sido destino; en la sociedad poscapitalista,
sociedad y organización política se han convertido en compromiso.
[Pags. 219-220]
Tercera
Parte EL SABER
10
EL SABER: SU ECONOMIA, SU PRODUCTIVIDAD
.
Ciertamente, la economía
seguirá siendo una economía de mercado -y una economía
mundial de mercado-. Llegará aun más lejos que la economía
de mercado mundial anterior a la Primera Guerra Mundial, cuando no existían
economías "planificadas" ni países "socialistas". Las críticas
al mercado como organizador de la actividad económica se remontan
hasta Aristóteles y la mayoría de los cargos contra él
están bien fundados. Pero, como señaló todo un anticapitalista
como Karl Marx hace más de cien años, el mercado con todas
sus imperfecciones sigue siendo superior a las demás formas de organizar
la actividad económica; cosa que ha quedado ampliamente demostrada
en los últimos cuarenta años. Lo que hace que el mercado
sea superior es precisamente que organiza la actividad económica
en torno de la información. [Pag. 223]
Pero los bancos comerciales
tienen problemas en todas partes; el margen entre lo que pagan por el dinero
y lo que reciben por él se va reduciendo cada vez más. No
pueden ganarse bien la vida percibiendo un retorno sobre el dinero; de
forma creciente sólo pueden ganarse la vida por no hablar de conseguir
beneficios- recibiendo honorarios a cambio de información. Cada
vez va habiendo menos retorno de los recursos tradicionales: mano de obra,
suelo y capital (dinero). Los únicos o por lo menos los principales-
productores de riqueza son la información y el saber.
La economía del
saber
La forma en que el saber
se comporta como resurso económico aún no la comprendemos
del todo. No tenemos suficiente experiencia para formular una teoría
y ponerla a prueba. Hasta ahora sólo podemos decir que necesitamos
esa teoría;
. [Pag. 225]
.
Uno de los supuestos básicos
de los economistas es que la "competencia total" es el modelo para la asignación
de recursos y también para la distribución de recompensas
económicas. La competencia no total es corriente en el "mundo real',
pero se supone que es el resultado de la interferencia exterior en la economía,
esto es, de monopolios, protección de patentes, regulación
gubernamental, etcétera. Sin embargo, parece que en la economía
del saber la competencia no total es inherente a la economía misma,
Las ventajas iniciales conseguidas mediante una temprana aplicación
y explotación del saber (esto es, lo que ha llegado a conocerse
como la "curva de aprendizaje") acaban siendo permanentes e irreversibles.
Esto implica que ni la economía de libre mercado ni el proteccionismo
funcionarán cada uno por su lado como políticas económicas.
La economía del saber parece exigir ambos. [Pags. 226-227]
Otro de los supuestos básicos
de los economistas es que una economía está determinada bien
por el consumo, bien por la inversión. Los keynesianos y los neokeynesianos
(como Milton Friedman) la hacen deepender del consumo; los clásicos
y neoclásicos (como los "austríacos"), de la inversión.
En la economía del saber ni una ni otra parecen tener el control.
No hay ni la más mínima evidencia de que un aumento del consumo
lleve a una mayor producción de saber; pero tampoco hay ni la más
mínima prueba de que una mayor inversión tenga como
resultado una mayor producción de saber. Por lo menos, parece que
el plazo entre aumento del consumo y producción de saber, o entre
aumento de inversión y producción de saber, es tan largo
que desafía el análisis, y ciertamente es demasiado largo
para basar la teoría económica o la política económica
en la correlación, sea ésta cual fuere.
.
Cuando se trata de nuevo
saber, hay tres clases
. Primero hay una continuada mejora del proceso,
producto o servicio; los japoneses, que son quienes mejor la hacen la llaman
kaizen. También está la explotación, la continuada
explotación del saber existente para desarrollar nuevos y distintos
productos, procesos y servicios; y finalmente está la auténtica
innovación.
Es necesario trabajar al mismo tiempo y a la vez estas tres formas de aplicar
el saber a producir un cambio en la economía (y también en
la sociedad). [Pag. 227]
La productividad del
saber
El saber no resulta barato.
Todos los países desarroIlados gastan algo así como una quinta
parte de su Producto Bruto Nacional en la producción y difusión
de saber. La escolaridad regular -esto es la enseñanza anterior
al ingreso en la fuerza laboral- se lleva alrededor de una décima
parte del PBN (cuando era de un 2% en la época de la Primera Guerra
Mundial). Las organizaciones gastan otro 5% del PBN en cursos de
formación para adultos para sus empleados; puede que más.
Y de un 3 a un 5% del PBN se gasta en investigación y desarrollo,
esto es, en la producción de nuevo saber. [Pag. 228]
. La formación
de saber es ya la mayor inversión en cualquier país desarrollado.
Con certeza el retorno que un país o una empresa recibe del saber
será cada vez más un factor determinante de su competitividad.
De forma creciente, la productividad del saber será decisiva
en su éxito económico y social y en su rendimiento económico
global. Y sabemos que hay tremendas diferencias en la productividad del
saber; entre países, entre industrias, entre organizaciones individuales.
.
Parecidas señales
de peligro abundan hoy respecto a la productividad del saber en la sociedad
de Estados Unidos. En una industria tras otra desde los microprocesadores
a las máquinas de fax y desde las máquinas-herramienta hasta
las fotocopiadoras- las empresas estadounidenses han generado nuevas tecnologías
sólo para ver cómo las empresas japonesas desarrollaban los
productos y se hacían del mercado. [Pag. 229]
. Tanto en tecnología
como en gestión, la mayor parte del saber japonés era producida
en otro sitio, en su mayoría en Estados Unidos. En Japón
ni siquiera se empezó a trabajar en serio en la construcción
de una base de saber propio hasta finales de los setenta e, inclusive ahora,
esto es en los noventa, cuando se ha convertido seguramente en la segunda
potencia económica mundial, sigue importando más saber del
que exporta. Y además, los japoneses no importaban en realidad una
gran cantidad de saber tecnológico (a diferencia del saber de gestión).
Pero hacían que cualquier saber que adquirran fuera soberbiamente
productivo. [Pag. 230]
.
En la época en
que surgió por primera vez la procupación por la productividad
del capital a finales de los cincuenta y principios de los sesenta- hacía
furor en todo el mundo la planificación centralizada. La gente sólo
preguntaba si era mejor la planificación de arriba a abajo y por
mandato de los planes quinquenales soviéticos o la planificación
por consenso del Plan Indicatif francés para dirigir
la economía. Pero pocos dudaban de que los resultados que rendía
la planificación eran muy superiores al reparto no planificado del
mercado por parte del capital, tanto en producto total como en producto
por unidad de inversión. No obstante, los primeros intentos por
medir los resultados reales mostraron de forma concluyente que bajo ambos
tipos de planificación la productividad del capital es muy baja
y disminuye de forma continuada; demostraron que bajo la planificación
centralizada, las unidades de inversión adicionales de capital rendían
cada vez menos producto adicional. [Pag. 231]
El gobierno francés
actuó inmediatamente; archivaron el Plan Indicatif y con
él toda planificación económica. Si Francia no hubiera
dado así un giro de ciento ochenta grados a principios de los sesenta,
hoy tendría un aspecto muy parecido al de la Alemania del Este.
Los planificadores soviéticos
siguieron planificando y la productividad del capital en el Imperio Soviético
siguió cayendo hasta el punto en que llegó a ser negativa.
En la época de Brezhnev
la inversión en agricultura creció de forma continuada hasta
que acabó llevándose la parte del león de todo el
dinero disponible no dedicado a defensa. Pero cuanto más dinero
se invertía en la agricultura, menores eran las cosechas. Y la misma
productividad negativa afligía a las industries civiles en la Unión
Soviética; de lo que sucedía en el sector de la defensa no
tenemos información. Fue el fracaso de la productividad de capital
más que cualquier otra cosa lo que finalmente causó el hundimiento
de la economía soviética.
Sabemos ahora que la centralización
impide la productividad del capital-dinero. Las tremendas inversiones en
el Tercer Mundo hechas por el Banco Mundial no estaban planificadas de
forma centralizada, pero estaban -y están- fuertemente centralizadas.
Su productividad ha sido muy baja. Han construido monumentos muy visibles,
como enormes acerías, pero en conjunto han tenido muy pocos efectos
"multiplicadores"; han creado muy pocos puestos de trabajo fuera de la
fábrica y raramente han llegado a mantenerse con sus propios recursos
y mucho menos han conseguido ser rentables. Por ello, son una carga para
la economía nacional en lugar de proporcionarle capital inversor
adicional.
Es muy probable que la
planificación centralizada y la centralización en general
hagan que el capital-saber sea tan improductivo como el capital-dinero.
[Pag. 232]
. La innovación,
esto es la aplicación del saber a la producción de saber
nuevo, no es, como afirma tanto folklore americano, "inspiración",
ni quienes mejor lo hacen son individuos solitarios trabajando en
sus garajes. Por el contrario, exige un esfuezoo sistemático y organizado
y un cierto grado de organización. Pero también requiere
descentralización y diversidad, esto es lo opuesto a planificación
central y centralización.
Los requisitos de la gestión
Términos tales como
centralización, descentralización y diversidad no son términos
de economía; son términos de gestión. No tenemos
una teoría económica para la productividad de la inversión
en saber y puede que nunca la tengamos; pero tenemos preceptos de gestión.
Sobre todo, sabemos que para conseguir que el saber sea productivo ha de
haber un responsable de gestión. No puede ser el gobiemo
y tampoco lo pueden lograr las fuerzas del mercado. Exige una aplicación
organizada y sistemática del saber al saber. La primera regla puede
ser que el saber tiene que apuntar alto para producir resultados. Los pasos
pueden ser pequeños y paulatinos, el objetivo tiene que ser ambicioso.
El saber sólo es productivo si se aplica para que se note la diferencia.
[Pag. 233]
Hacer que el saber sea
productivo exige además darle un enfoque claro y una alta concentración.
Tanto si lo hace un individuo como si lo hace un equipo, el esfuerzo del
saber exige propósito y organización; no es una "ráfaga
de genio". Es trabajo.
Hacer que el saber sea
productivo requiere, también, una explotación sistemática
de las oportunidades de cambio
. Estas oportunidades tienen que armonizarse
con las aptitudes y fuerzas del individuo o el equipo del saber.
Hacer que el saber sea
productivo requiere finalmente tiempo de gestión. Sólo se
alcanza una alta productividad del saber -sea en mejoras, en explotación
o en innovación- al final de un largo período de gestación.
No obstante, la productividad del saber requiere también un flujo
constante de resultados a corto plazo. Por lo tanto, requiere el más
difícil de todos los logros de gestión: equilibrar el largo
plazo con el corto plazo. [Pag. 234]
pero las mismas reglas
son pertinentes para conseguir esa productividad en la sociedad, en la
organización política y en el saber mismo. Hasta ahora se
ha hecho muy poco trabajo encaminado a aplicar el saber a estas áreas;
pero es en esas áreas donde necesitamos la productividad del saber,
inclusive más que lo necesitamos en economía, tecnología
o medicina.
Simplemente, relacione
.
La mayoría de nosotros
(tal vez todos nosotros) muchas veces sabemos más de lo que ponemos
en práctica. La razón principal es que no movilizamos los
múltiples saberes que poseemos. No utilizamos esos saberes como
parte de una única caja de herramientas. En lugar de decir: ".¿Qué
sé, qué he aprendido que pueda aplicar a esa tarea?", tendemos
a clasificar las tareas en términos de áreas de saber especializadas.
[Pag. 235]
En la enseñanza
y el aprendizaje sí que tenemos que centrarnos en la herramienta;
en el uso tenemos que centrarnos en el resultado final, en la tarea, en
el trabajo. "Simplemente, relacione" era la constante recomendación
de un gran novelista inglés, E.M. Forster (1879-1970).
. Pero en
gran parte, se puede aprender a relacionar y así aumentar el rendimiento
del saber existente -tanto si es a nivel individual de equipo o de toda
una organización-. Con el tiempo tendría que llegar a enseñarse.
Requiere una metodología para la definición del problema,
probablemente
más inclusive que la ahora de moda metodología para la "solución
de problemas". Requiere un análisis sistemático de la clase
de saber e información que exige un problema dado y una metodología
para organizar las etapas a seguir en la resolución del problema:
la metodología que subyace en lo que ahora llamamos "investigación
de sistemas". Requiere lo que podríamos llamar "organización
de la ignorancia", y siempre hay mucha más ignorancia que saber
a nuestro alrededor.
La especialización
por saberes nos ha dado un enorme potencial de funcionamiento en cada área,
pero como los saberes están especializados, necesitamos también
una metodología, una disciplina, un proceso para transformar el
potencial en resultados. De lo contrario, la mayor parte del saber disponible
no llegará a ser productiva, se quedará en información.
[Pag. 236]
Para conseguir que el
saber sea productivo tenemos que aprender a ver tanto el bosque como los
árboles. Tenmos que aprender a relacionar.
En su conjunto la productividad
del saber va a ser cada vez más el factor determinante en la posición
competitiva de un país, una industria, una empresa. Respecto del
saber, ningún país, ninguna empresa, tiene ventajas o desventajas
"naturales". La única ventaja que puede tener es respecto de cuánto
obtiene del saber disponible para todos. Lo único que importará
cada vez más en la economía nacional e internacional serán
los resultados que consiga en productividad del saber. [Pag. 237]
11
LA ESCUELA RESPONSABLE
.
La primera revolución
en el aprendizaje nos enseña otra lección igualmente importante:
la tecnología importa menos que los cambios que desencadene en la
esencia, el contenido y el enfoque de la enseñanza y la escuela.
Es más, esos cambios en esencia, contenido y enfoque son lo que
realmente importa, inclusive si sólo se produce un cambio mínimo
en la tecnología del aprendizaje y la enseñanza. [Pag. 241]
La tecnología,
por importante y manifiesta que sea, no será, pues, el elemento
más importante en la transformación de la enseñanza
y la escuela que tenemos por delante; será el pensar de nuevo el
papel y la función de la escuela y la enseñanza, su contenido,
su enfoque, su propósito, sus valores. La tecnología será
muy importante, pero esencialmente porque tendría que obligamos
a hacer cosas nuevas más que porque nos permita hacer mejor las
cosas viejas. [Pag. 242]
También aquí,
la primera revolución europea en la enseñanza y el aprendizaje
nos proporciona el ejemplo. La máxima figura de este desarrollo,
el hombre que puede ser Ilamado "padre de la escuela moderna", fue John
Amos Comenius (1592-1670), un protestante checo (su nombre original era
Komensky) expulsado de su tierra por la Contrarrefoma católica que
siguió a la derrota del levantamiento checo de 1618 contra los católicos
Habsburgo. Debemos a Comenius la tecnología que hizo del libro impreso
un vehículo eficaz del aprendizaje y la enseñanza; inventó
la cartilla y el libro de texto. Pero para él, ambos eran sólo
herramientas. Su escuela se centraba en un nuevo plan de estudios, que
todavía sigue siendo de forma general lo que las escuelas en todo
el mundo consideran "educación". Su meta era la alfabetización
universal y su motivación, la religiosa; permitir que sus compatriotas
checos siguieran siendo protestantes y leyeran y estudiaran la Biblia por
su cuenta aún cuando su religión hubiera sido suprimida y
sus pastores expulsados por los papistas victoriosos.
El auténtico reto que
nos espera no es, pues, la tecnología, sino para qué la utilizamos
.
..
. La escuela que necesitamos
tiene que proporcionar alfabetización universal de primer orden,
mucho más allá de lo que "alfabetización" significa
hoy.
. Tiene que infundir en
los alumnos de todos los niveles y todas las edades la motivación
para aprender y la disciplina de una instrucción continuada.
. Tiene que ser un sistema
abierto tanto a personas que ya tengan un alto nivel de educación
corno a aquellos que, por cualquier razón, no consiguieron la educación
superior en su juventud.
[Pags. 242-243]
. Finalmente, la enseñanza
no puede continuar siendo un monopolio de las escuelas. La educación
en la sociedad poscapitalista tiene que impregnar a la sociedad entera;
las organizaciones patronales de todo tipo -empresas, organismos gubernamentales,
entidades no lucrativas- tienen que convertirse en instituciones donde
se aprende y se enseña; las escuelas tienen que trabajar cada vez
más en asociación con patrones y organizaciones patronales.
Las nuevas exigencias
en rendimiento
Será en la alfabetización
universal donde la nueva tecnología del aprendizaje tendrá
su primer impacto. La mayoría de las escuelas, a lo largo de los
tiempos, han pasado horas interminables intentando enseñar cosas
que se aprenden mejor que se enseñan, esto es, cosas que se aprenden
de forma conductista y mediante ejercicios, repetición e interacción.
A esta clase pertenecen casi todas las asignaturas enseñadas en
las escuelas elementales pero también buena parte de las enseñadas
en etapas posteriores del proceso educativo. Materias que, sea leer y escribir,
aritmética, ortografía, hechos históricos, biología
o inclusive otras avanzadas como neurocirugía, diagnóstico
médico y la mayor parte de la ingeniería, se aprenden mejor
mediante un programa de ordenador. El profesor se convierte en guía
y recurso. [Pag. 244]
Lectura, escritura y
aritmética seguirán siendo necesarias como lo son hoy, pero
la alfabetización necesita ir mucho allá de estos fundamentos;
requiere competencia en el cálculo, requiere una comprensión
básica de la ciencia y de la dinámica de la tecnología,
requiere la familiaridad con lenguas extranjeras y también requiere
aprender cómo ser eficaz como miembro de una organización,
esto es, como empleado. [Pag. 245]
Como cualquier otra
organización, las escuelas sólo son competentes en
su propia tarea encaminada a conseguir un propósito concreto. La
subordinación de las metas educativas a las sociales puede, de hecho,
haber dificultado la integración racial y el progreso de los negros,
como afirman cada vez más los negros que han tenido éxito.
Además, poner los fines sociales por encima de la meta educativa
fue un factor importante en el declinación de la educación
básica en Estados Unidos, esto es en la crisis de la alfabetización
tradicinal en el país. Los niños de clase media y alta todavia
la adquieren, los que más la necesitan no lo hacen: los hijos de
los pobres, los hijos de los negros, los hijos de los inmigrantes.
Lo que se necesita ahora es
una reafirmación del propósito original de la escuela. No
es la reforma o la mejora social; tiene que ser el aprendizaje de cada
individuo. [Pag. 246]
Aprendiendo a aprender
En la sociedad del saber
la gente tiene que aprender cómo aprender. Es más, puede
que en la sociedad del saber las materias importen menos que la capacidad
del estudiante para continuar aprendiendo y su motivación para hacerlo.
La sociedad poscapitalista exige estudiar de por vida. Para ello necesitamos
una disciplina del aprendizaje. Además, ese estudio de por vida
exige también que el aprendizaje sea seductor, más aún,que
llegue a ser una satisfacción por sí mismo, aunque no sea
algo que el individuo anhele. [Pag. 247]
Pero esa consecución
no es hacer un poco menos mal aquello para lo que no tenemos mucha aptitud.
Lo que motiva es hacer excepcionalmente bien aquello para lo que ya tenemos
aptitudes. La consecución de resultados tiene que apoyarse en los
puntos fuertes del alumno, como sabe desde hace milenios cada maestro de
artistas, cada preparador de atletas, cada mentor. De hecho, averiguar
cuáles son esos puntos fuertes y concentrarse en ellos es la mejor
definición de ENSEÑANTE Y ENSEÑANZA. Es la definición
que aparece en Dialogue on the Teacher, de uno de los más
grandes maestros de la tradición Occidental, San Agustin de Hippo
(354-420).
Las escuelas y los profesores
también saben esto, por supuesto. Pero pocas veces se les ha permitido
centrarse en los puntos fuertes de los alumnos y ponerlos a prueba; por
el contrario, han tenido que centrarse por fuerza en los puntos débiles.
Casi todo el tiempo de clase -por lo menos hasta la escuela universitaria
de graduados- se dedica a remediar puntos débiles, se emplea en
producir una medianía respetable. (La única excepción
puede ser alguna clase tutorial en Oxford y Cambridge.). [Pag 249]
Es aquí donde las
nuevas tecnologías pueden significar una mayor diferencia; liberan
a los profesores de la obligación de pasar la mayor parte de su
tiempo, si no todo, en la enseñanza rutinaria, en la enseñanza
de repaso, en la enseñanza repetitiva.
. Y eso es algo que el ordenador
hace muy bien, en realidad mejor que un ser humano. Los profesores, esperemos,
tendran así, y cada vez más, tiempo para identificar los
puntos fuertes de los individuos, concentrarse en ellos y guiar a los alumnos
para que consigan sus propios resultados. Tendrán, esperemos, tiempo
para enseñar. [Pag. 149- 250]
.
Sin embargo, todo el
mundo tendrá que poder elevar el rendimiento del saber. Esto exige
que el proceso: los conceptos, el diagnóstico, el oficio, pueda
enseñarse o por lo menos aprenderse. Con certeza este es un reto
educativo y como tal un reto para las escuelas.
La escuela en la sociedod
La escuela continuará
enseñando a los jóvenes, pero al convertirse el estudio en
una actividad para toda la vida en lugar de ser algo que dejamos de hacer
cuando somos "adultos", las escuelas tendrán que organizarse para
una enseñanza para toda la vida. Las escuelas tendrán que
convertirse en "sistemas abiertos". [Pag. 251]
Lo que se necesita ahora
es un nuevo axioma: "Cuanta más instrucción tenga una persona,
más a menudo él o ella necesitará más instrucción".
[Pag. 252]
Pero hay algo inclusive
más importante: mantener el acceso a la educación superior
abierto, sin tener en cuenta edad o anteriores credenciales educativas,
es una necesidad social. Cada trabajador de los servicios debe tener
la oportunidad de pasar a un trabajo del saber. Esto en la práctica
significa que la sociedad poscapitalisla tiene que crear un sistema educativo
que, para utilizar un término informático, ofrezca "acceso
aleatorio". Cada individuo debe poder en cualquier etapa de su vida proseguir
su educación formal y capacitarse para un trabajo del saber. Al
mismo tiempo la sociedad tiene que estar dispuesta a aceptar a cualquier
persona en cualquier trabajo para el que esté capacitada, sea cual
fuere su edad. [Pag. 253]
Las escuelas como socios
La enseñanza dejará
de ser algo que las escuelas hacen; cada vez más será un
negocio conjunto en el cual las escuelas son socios en lugar de monopolistas.
En muchos campos, las escuelas serán también sólo
una de las instituciones donde se aprenda y enseñe y tendrán
que competir con otros proveedores de enseñanza y aprendizaje. [Pag.
254]
Lo que aún tiene
que llegar es la asociación entre instituciones normales de enseñanza;
esto es, las escuelas y las instituciones patronales. Hasta ahora esta
asociación se limita a la preparación de los jóvenes.
Los alemanes en sus programas de aprendizaje han tenido escuelas y patrones
trabajando juntos desde hace más de ciento cincuenta años.
Pero, cada vez más, escuelas e instituciones patronales tendrán
que aprender también a trabajar juntas en la educación avanzada
para adultos. Esta tarea -sea educacación avanzada para personas
con un nivel educativo alto o educación compensatoria para personas
que por una u otra razón no consiguieron acceder a la educación
superior en su momento- se llevará a cabo de forma creciente mediante
todo tipo de asociaciones, alianzas o prácticas de internado en
las cuales escuelas y otras organizaciones trabajen juntas. Las escuelas
necesitan el estímulo de un trabajo con adultos y organizaciones
patronales tanto como esas organizaciones y adultos necesitan el estímulo
de trabajar con las escuelas.
La escuela responsable
[Pag. 255]
12
LA PERSONA INSTRUIDA
La sociedad poscapitalista
se
ocupa del ambiente en el que vive, trabaja y aprende el hombre; no se ocupa
de la persona; pero en la sociedad del saber hacia la que vamos, la persona
es lo esencial. El saber no es algo impersonal como el dinero; el saber
no reside en un libro, un banco de datos, un programa de ordenador; todas
estas cosas contienen solamente información. El saber siempre está
encarnado en una persona, transportado por una persona, aumentado o mejorado
por una persona, aprendido y transmitido por una persona, empleado bien
o mal por una persona. Por lo tanto, el paso a la sociedad del saber convierte
a la persona en lo esencial y al hacerlo plantea retos nuevos, problemas
nuevos, cuestiones nuevas y nunca vistas respecto del representante de
la sociedad del saber: la persona instruida. [Pag. 259]
La sociedad poscapitalista
es ambas cosas: una sociedad del saber y una sociedad de organizaciones,
cada una dependiendo de la otra y sin embargo diferente en conceptos, puntos
de vista y valores. La mayoría de las personas instruidas, si no
,
practicarán su saber como miembros de una organización. Por
lo tanto, la persona instruida tendrá que estar preparada para vivir
y trabajar simultáneamente en dos culturas: la del "intelectual"
que se concentra en palabras e ideas y la del "gestor" que se concentra
en personas y trabajo. Los intelectuales necesitan la organización
como herramienta; les permite practicer su techne, su saber especializado.
Los gestores ven el saber como un medio para conseguir un fin, el de los
resultados organizacionales. Ambos tienen razón; son polos
más que contradicciones; es más, se necesitan mutuamente.
El científico investigador necesita al director de investigación
y el director de investigación necesita al científico investigador.
Si uno tiene más peso que el otro sólo se consiguen el no
funcionamiento y una frustración absoluta. El mundo del intelectual,
a menos que esté contrapesado por el gestor, llega a ser un mundo
en el que cada uno "va a lo suyo" pero nadie hace nada. El mundo del gestor,
a menos que esté contrapesado por el intelectual, llega a ser burocracia
y la "grisura" embrutecedora del "hombre de la organización". Pero
si los dos se equilibran puede haber creatividad y orden, realización
y misión.
Buen número de personas
en la sociedad poscapitalista vivirá y trabajará realmente
en esas dos culturas al mismo tiempo. Y muchas más podrían
-y deberían- ser expuestas a experiencias de trabajo en ambas, mediante
rotación en los principios de su carrera, pasando de un puesto de
especialista a uno de gestor, por, ejemplo; esto es, haciendo que el joven
técnico en ordenadores desempeñe un cargo de director de
proyectos y lidere un equipo o pidiendo al joven profesor universitario
que trabaje tiempo parcial durante dos años en la administración
de la universidad. Y, de nuevo, los trabajos como "personal no remunerado"
en organismos del sector social darían a los individuos la perspectiva,
el equilibrio de ver, saber y respetar ambos mundos, el del intelectual
y el del gestor.
Y todas las personas instruidas
en la sociedad poscapitalista deben estar preparadas para comprender
ambas
culturas. [Pags. 264-265]
Pero ahora que las technes
se han convertido en saberes tienen que integrarse en el saber. Los "clásicos"
pueden ser todavía el núcleo del saber de la persona instruida,
pero las technes se han convertido asimismo en parte de lo que significa
ser una persona instruida. [Pag. 266]
Ni necesitamos ni tendremos
"polímatas" familiarizados con muchos saberes; probablemente llegaremos
a estar inclusive más especializados. Pero lo que sí necesitamos
-y lo que definirá a la persona instruida en la sociedad del saber-
es la capacidad de comprender los saberes. ¿De qué trata
cada uno? ¿Qué intenta hacer? ¿Cuáles son sus
preocupaciones básicas? ¿Cuáles son sus teorías
básicas? ¿Cuáles son sus áreas de ignorancia
importantes, sus problemas, sus retos?
.
Convertir los saberes
en saber requiere que los que retienen los saberes, los especialistas,
asuman la responsabilidad de hacer que tanto ellos como su área
de saber sea COMPRENSIBLE. [Pag. 267]
Los saberes deben ser
comprendidos como lo que son: serios, rigurosos, exigentes. Y esto sólo
puede hacerse si a líderes en cada uno de esos saberes empezando
por los doctos profesores en sus cátedras universitarias- asumen
la responsabilidad de hacer que su propio saber sea comprendido
y están dispuestos a hacer el trabajo duro que esa tarea requiere.
No existe la "Reina los Saberes" en la sociedad del saber. Todos los saberes
son igualmente valiosos, todos los saberes, en palabras del gran santo
y filósofo medieval San Buenaventura, llevan igualmente a la verdad;
pero conseguir que sean caminos a la verdad, caminos al saber, tiene que
ser responsabilidad de los hombres y las mujeres de los saberes. Colectivamente
tienen el saber en custodia.
El capitalismo había
sido la fuerza dominante durante un siglo cuando Karl Marx lo identificó
por primera vez en Dos Capital (primer volumen publicado en 1867)
como un orden social distinto. El término "capitalismo" no fue acuñado
hasta treinta años más tarde, bastante después de
la muerte de Marx. Sería, por lo tanto, no sólo presuntuoso
en extremo intentar escribir El saber hoy, sería ridículamente
prematuro. Todo lo que puede intentarse -todo lo que este libro intenta-
es describir a la sociedad y la organización política cuando
empezamos la transición desde la era del capitalismo (que, por supuesto,
ha sido también la era del socialismo).
Pero podemos esperar que
dentro de cien años un libro de este tipo, tal vez inclusive un
libro titulado Saber, pueda ser y sea escrito porque eso
significaría que hemos capeado con éxito la transición
en la que nos embarcamos. Sería tan necio predecir la sociedad del
saber como lo hubiera sido predecir en 1776 -el año de la Revolución
Americana, de La riqueza de las naciones, de Adam Smith, y de la
máquina de vapor de James Watt- la sociedad sobre la que Marx escribiría
cien años más tarde, y como lo fue por parte de Marx predecir
en mitad del capitalismo victoriano la sociedad en la que vivimos ahora
y hacerlo "con infalibilidad científica". Pero una cosa sí
es predecible: el máximo cambio será el cambio en saber;
en su forma y contenido, en su significado, en su responsabilidad y en
lo que representa ser una persona instruida. [Pags. 268-269]
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