[Foroprofesoral] Ejercicio 1: Saqueos

Leandro Rabindranath León Quintero mailto:lrleon@ula.ve
Thu, 19 Dec 2002 11:52:08 -0400


Apreciado Leandro,

Mis comentarios intercalados.
Marta Sananes (MS)
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Más cruda la pregunta: ¿se justificaría matar para defender la propiedad privada?

-- MS: ¿se justificaría matar para defender la propiedad estatal o la colectiva o
por la tierra prometida?

La pregunta anterior puede parecer muy terrible de responder, pero ese
no es el punto. La cuestión aquí es que esa es una pregunta que bajo
nuestros contextos y circunstancias acarrea una doble inmoralidad:

1-. La respuesta es negativa; es decir, bajo las
circunstancias expuestas, no se justifica matar para defender
la propiedad privada.

-- MS: Para los sabios espirituales bajo ninguna circunstancia se justifica matar.
Pero sí puede ser de sabiduría espiritual el dejarse matar. Es lo que dicen
los evangelios que hizo Jesús.

2-. Si se acepta la respuesta, lo cual espero, también es
inmoral que se llegue a plantear la pregunta en una situación
real.

-- MS: ¿se plantearían tales preguntas los dirigentes chinos cuando ordenaron
matar en la plaza Tianamen, así como tantos otros poderosos que han ordenado
matar en condiciones similares: contra gente en la calle protestando?

Ahora consideremos, sin olvidar el contexto de la pregunta, indagar
razones que justifiquen responder afirmativamente. Quizá existan
muchas, pero las pocas que vislumbro consisten en clamar que la
propiedad privada es inviolable, que un propietario de mercado es tan
trabajador como yo, que le sería muy duro perder todo su trabajo y, en
última instancia, que los saqueadores pueden atentar contra la vida
del propietario.

-- MS: El establecimiento del derecho a la proviedad privada es una de las
invenciones de la humanidad para superar las luchas sangrientas
homólogas a la que se presentan no sólo entre animales de especies
predadoras y presas, sino entre  miembros de una misma especie
por territorio o por dominio sobre las hembras. Es muy posible que
en el futuro la humanidad en condiciones de abundancia generalizada
pueda superar la propiedad privada, pero estoy segura que a eso
nunca se llegará por la violencia ni por imposición de ningún tipo.
Tolerar o incitar a saquear sistemáticamente es invitar a retroceder
varios milenios de desarrollo humano: es desatar los puros instintos
de conservación por un lado y de depredación por otro.

Para mi la última razón es la más apremiante. Pero a ésta remarco que
en la mayoría de los casos basta con huir para salvar la vida. Si ello
fuese imposible y la vida del propietario estuviese en peligro,
entonces estoy en aprietos para responder, pues me siento tentado a
cuantificar que varias vidas de los saqueadores a lo mejor valen más
que las del propietario. Esto es muy duro para mi, más aún si yo fuese
el propietario.

-- MS: ¿cuántas hojas valen una flor? ¿cuántos niños valen un adulto? ¿cuántas
adultos valen un niño? ¿cuántas mujeres valen un hombre? ¿cuántos hombres
valen una mujer? ¿cuántos blancos valen un negro? ¿cuántos negros valen
un blanco? ¿cuántos soldados valen un general? ¿cuántos guerrilleros
valen un comandante? 

¿Y las otras razones? Reconozco que valoro mucho algunas de mis
propiedades. Valoro mucho más mi trabajo. Me sería pues muy difícil
responder negativamente. Confieso que estuve a punto de contestar
afirmativamente hasta que dejé de razonar cuantitativamente, en
términos de cantidades de vidas, valor de propiedad, valor del
trabajo, etc., y me planteé una comparación de índole
cualitativa. ¿Con quién se debe ser más severo en la represión? Para
analizar esta cuestión, consideremos dos venezolanos de orígenes
sociales diferentes.

-- MS: ¿es que estamos condenados al círculo de violencia-represión?
¿hay que renunciar a ser humanos que podemos dialogar? ¿es que
suponemos que los excluidos no saben o no pueden dialogar? Si
es así, bien pobres de espíritu los consideramos, nosotros, desde
nuestra "posición de superioridad".

Supongamos un excluido que tuvo la desgracia de nacer en el lugar
equivocado; esos sitios no escasos que existen en Venezuela donde es
muy difícil, quizá imposible, acceder a la educación, a la salud, a la
familia y, en definitiva, al amor.

Ahora supongamos un personaje de clase media o mayor, con carrera
universitaria, que lo tuvo todo y que en algún momento, durante
suficiente tiempo, tuvo acceso a ciertos privilegios de poder. Por
economizar discurso, me referiré a este personaje como el "sifrino",
lo cual, quiero aclarar, a diferencia de otros calificativos para el
excluido, malandro, por ejemplo, no tiene una connotación peyorativa.

Ahora imaginemos a estos dos personajes como saqueadores. Este
ejercicio es muy fácil para el excluido, pues disponemos de los
estereotipos adecuados: hemos visto reseñas mediáticas de saqueos en
los cuales los perpetradores son presentados como excluidos. En cuanto
al sifrino, creo que es imposible encajarlo en el estereotipo
mediático; pero sí podemos cuadrarlo fácilmente en otro tipo de
saqueo, más discreto, invisible mediáticamente, pero en valor
monetario considerablemente más importante. Ese tipo de saqueos que
nadie vio en la televisión, pero que todos sabemos que existen porque
si no nuestro país nunca se hubiese arruinado y no estaríamos
estableciendo esta clase de debate.

-- MS: Saquear es un acción física (Ver el DRAE). Lo que llamas saqueo del
sifrino probablemente se tipifica mas propiamente en el lenguaje
como corrupción o estafa o otras formas de delito, que en estados
bien establecidos se castigan según las leyes. Es una creencia
muy generalizada la de que este país se arruinó por la corrupción,
no solo creida por el pueblo inculto al que se le ha predicado como
verdad sino entre muchos sifrinos estudiados. Desgraciadamente,
la cosa es mas compleja siendo la corrupción un ingrediente entre
muchos, como: la anti-cultura rentista que nos hizo vivir muy felices
a cuenta de las necesidades energéticas del resto del mundo,
la anti-cultura empresarial, la anti-cultura democrática
expresada en toda la historia de Venezuela en guerras, golpes,
guerrillas, la anti-cultura caudillista que descarga sobre cada
mesías las responsabilidades que deberíamos asumir cada ciudadano.

Evidentemente, los saqueos del sifrino son más condenables que los del
primero. El daño patrimonial causado por el excluido es mucho menor
que el del sifrino. Las consecuencias para el colectivo nacional del
saqueo del excluido son considerablemente inferiores a las causadas
por el sifrino. Es más, creo que es muy probable que si nunca hubiesen
ocurrido los saqueos del sifrino, entonces no ocurrirían los saqueos
del excluido.

-- MS: Tienes razón. Apostaría a que detrás de los saqueos hay siempre
incitación a delinquir de sifrinos de cierto tipo, que aprovechan
la energía de masas de gente. Eso es delito y muy grave, porque
implica "premeditación y alevosía" aparte de los daños y muertes que
indirecta o directamente ocasione tanto por el lado de los
perpetradores como de los afectados. Por supuesto, tal comportamiento
no tiene nada de ético.


Leandro León