[Foroprofesoral] a

[sananes en ula.ve]

Reingreso al foroprofesoral para intervenir una vez más, a propósito de
la comunicación del Prof. Villegas.

Antes quiero recordar a todos que esta lista foroprofesoral, así como
otras listas de la ULA, se guardan en sitios web,
http://listas.ula.ve/pipermail/foroprofesoral para el foroprofesoral.
Suscribirse/desuscribirse/cambiar opciones/ se puede hacer visitando
este otro sitio relacionado:
http://listas.ula.ve/mailman/listinfo/foroprofesoral

Nos reprocha el Prof. Villegas que no hayamos suscrito comunicados
en casos de otros acontecimientos más trágicos o más relevantes. En
efecto, no he firmado nada reclamando las muertes de dirigentes
agrarios del MVR pero tampoco lo he hecho reclamando los secuestros
de agricultores y ganaderos, varios de ellos encontrados sin vida; no
firmé ninguna condolencia por la familia muerta en el accidente por la
explosión de gasolina almacenada en su casa pero tampoco por los
muertos en explosiones de ventas ilegales de juegos pirotécnicos; no
firmé ningún comunicado pidiendo el cese del paro a sus líderes pero
tampoco ninguno al gobierno pidiendo que accediera a negociar. Esos
días sin descanso que el Prof. Villegas y otros dedicaron al llenadero
de El Vigía se hubieran podido ahorrar o mitigar si desde el gobierno
se hubiera intentado constatar el extendido y profundo rechazo a la
manera de conducir el país y su industria. Tampoco he firmado ningún
comunicado reclamando la instalación de una Comisión de la Verdad
capaz de investigar, si es que aún es posible, los sucesos del 11 de
abril, tal comó se acordó. En cuanto a los sucesos de la plaza Altamira,
habría que preguntarse, cual Sherlock Holmes, a qué bando benefició
el crimen. El caso es que la gente que solía congregarse en la plaza la
abandonó, por miedo, y los famosos militares se quedaron solos.

Concuerdo con el Prof. Villegas en que hay mucha hipocresía, en
especial con relación a los Derechos Humanos, aquí y en todo el
mundo. En todos los conflictos radicalizados que enfrentan a dos
bandos se termina opinando y juzgando a conveniencia de cada parte.
Se condena la pena de muerte cuando la aplica un país aborrecido pero
se considera merecida justicia cuando lo hace un país aliado. Son
mártires los muertos por la causa propia pero se ignoran y hasta se
celebran los muertos de los contrarios. Son criminales los que disparan
contra los de un bando pero héroes justicieros los que lo hacen contra
los del otro. Cada bando lleva una horrorosa contabilidad de muertos
que nunca podrá ser balanceada. ¿Cómo se llega a eso?

¿Es tan reprochable entonces que alguna vez empecemos a firmar
comunicados que llamen a la concordia? Puede que sí, para algunos de
los que creen que ganar unas elecciones democráticas es equivalente a
una acción de conquista territorial, para los que creen que su causa es
tan grande que todo lo justifica.

La mayoría no queremos ni necesitamos un líder mandamás para
adorar. Queremos equipos descentralizados bien coordinados a nivel
nacional, funcionando, según la metáfora de Peter Drucker, como
"buenas orquestas de jazz", donde todos son buenos músicos y todos
pueden alternarse como solistas.