Nada te
turbe,
Nada te espante, Todo se pasa, Dios no se muda, |
La paciencia
Todo lo alcanza; Quien a Dios tiene Nada le falta: ¡Sólo Dios basta! |
Eleva el
pensamiento,
al cielo sube, por nada te acongojes, Nada te turbe. ¿Ves la gloria del
mundo?
Ámala cual merece
Del infierno acosado
Id, pues, bienes del mundo;
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A Jesucristo
sigue
con pecho grande, y, venga lo que venga, Nada te espante. Aspira a lo celeste,
Confianza y fe viva
Vénganle desamparos,
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http://es.catholic.net/familiayvida/157/292/articulo.php?id=3651