24 de Junio de 2004
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Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado
Continuación de la antigua Revista de Escuelas Normales 
D.L. VA-369-99
ISSN 1575-0965

Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 5(3), (2002)


La importancia de las estrategias docentes para la resolución de conflictos en el aula


Rajadell Puiggròs, Núria
Universidad de Barcelona

Resumen:

Abstract:

Se presenta a través de esta comunicación una propuesta de clasificación de estrategias didácticas centradas básicamente en la dimensión de ser, en las actitudes, valores y normas, así como se ofrecen algunas estrategias específicas para potenciar esta dimensión a nivel social y a nivel personal.

One of the issues wich the professionals in education are particularly concerned about is the availability of a wide variety of didactic strategies. The accurate selection of some of them to be applied in the different educational levels and environments should often be taken into account in order to obtain a successful educational development. Thus, this communication is an attempt to propose a rationale classification of didactic strategies based on the personnel dimension, such as attitudes, values and procedures. In addition, some specific strategies to improve both personal and social dimensions are pointed out.

Descriptores (o palabras clave):

Estrategias didácticas. Principios didácticos. Enseñanza personalizada. Enseñanza creativa. Simulación social.Trabajo en equipo. Aprendizaje cooperativo


INTRODUCCION

A través de esta comunicación se pretende mostrar la indiscutible importancia que poseen algunas estrategias docentes para resolver ciertos conflictos en el aula.

A primera vista esta afirmación parece contener la máxima simpleza, pero nuestra idea pretende reflejar que ni todas las estrategias docentes son adecuadas, ni todos los conflictos pueden ser resueltos en el aula.

El docente debe ante todo conocer a sus alumnos (investigar los "por qué", los "para qué", los "a qué", los "a quién", los "en qué", ...); pero también debe reconocer sus propias posibilidades y limitaciones. De aquí surgirá su gran dilema: el" Cómo... Para" (¿¿¿Cómo.... lo haré, Para.... resolver el conflicto ??? ).

QUÉ SON LAS ESTRATEGIAS DOCENTES

Una estrategia de intervención didáctica es una "actuación secuenciada potencialmente consciente del profesional en educación, guiada por uno o más principios de la Didáctica, y encaminada hacía la optimización del proceso de enseñanza-aprendizaje (Rajadell. 1992).

A partir de esta definición observamos que el concepto de estrategias de intervención educativa acoge una doble vertiente, aunque íntimamente complementaria: estrategias de enseñanza y estrategias de aprendizaje.

Para esta ocasión nos interesa profundizar de manera específica en las estrategias de enseñanza, que consideramos equivalen a la actuación secuenciada del proceso de enseñanza en su triple dimensión de saber, saber hacer y ser (Rajadell 1992).

LOS OCHO PRINCIPIOS DE LA DIDÁCTICA

Consideramos que ocho son los principios que rigen toda actuación didáctica y, por lo tanto es indispensable conocer sus posibilidades así como sus influencias en cualquiera de las estrategias de intervención que apliquemos.

1. Principio de Comunicación: la comunicación constituye la esencia del proceso educativo desde la transmision de ideas por parte de una persona hasta su comprensión real y significativa por parte de otra que juega el rol de receptor.

Como educadores es indispensable reconocer la triple faceta que acoge (informativa, persuasiva y emotiva); como alumnos, reflejar la comprensión de un concepto, manifestar opiniones o solicitar información en caso de duda, también demuestran la importancia que acoge la comunicación.

2. Principio de Actividad: el lema de la Escuela Activa propugnado por Adolf Ferrière "solamente se aprende aquello que se practica" debemos tenerlo siempre presente.

Junto al aprendizaje a partir de la propia experimentación, es indispensable procurar desarrollar en el alumno el sentimiento de esfuerzo personal, manteniendo una constante actitud de superación, evitando las comparaciones con los demás. Para ello es necesaria la comunicación y la planificación por parte del docente y del alumno; en algunos momentos de manera conjunta y en otros fomentando el trabajo autónomo.

3. Principio de Individualización: la individualización parte de la consideración del individuo como ser único y la enseñanza tiene que facilitar esta adaptación, desde los niveles hasta los momentos que faciliten este avance bajo el propio ritmo de trabajo, que incluye desde los objetivos hasta la propia evaluación.

Para aplicar este principio es necesario plantearse un docente más colaborador y participativo, así como un nivel de responsabilidad y compromiso personal por parte del alumno.

4. Principio de Socialización: la socialización debe entenderse como un proceso permanente en el que el ser humano interioriza una serie de esquemas de conducta que le permiten su continua adaptación a la sociedad. La escuela representa la primera ejemplificación real de socialización más allá de la familia.

Dependiendo del objetivo previsto es indispensable fomentar agrupaciones variadas en función de las diferentes tipologías de grupo (anárquico, autocrático y democrático) así como estrategia didáctica propuesta.

5. Principio de Globalización: el interés por hacer real la enseñanza nos lleva al principio de globalización, basado en la percepción total de la realidad antes que fragmentada o parcialmente. Se busca la formación completa a partir de la observación, asociación y expresión.

A lo largo de la historia diversos autores han manifestado su rechazo a la fragmentación intentando globalizar los contenidos a partir de los intereses del niño (Centros de interés), utilizando un criterio más social (Proyectos), agrupando bloques de asignaturas con ciertas similitudes (Áreas de enseñanza).

6. Principio de Creatividad: el ser humano es creativo por naturaleza, y en toda actividad creadora convergen tres factores: intelectual (reflexionar, asociar, básicamente), emocional (carga afectiva, junto a otros aspectos dentro de esta faceta) y por último inconsciente (inspiración, no siempre controlable por la voluntad).

El principio de creatividad en el siglo XXI forma parte de la escuela, de la empresa y de la sociedad. Propuestas rociadas de creatividad impactan, motivan al alumno, acercan a las personas y transmiten bienestar.

7. Principio de Intuición: la intuición equivale a la apreciación de un fenómeno basada en el efecto que éste produce, en el resultado. Se trata de un principio de carácter global aunque es básico e indispensable su conocimiento y reflexión al respecto.

La presencia (intuición directa o real) o ausencia (intuición indirecta o virtual) del objeto encauzan la actuación estratégica del docente e influyen igualmente la participación así como el grado de motivación posible en el alumnado. No debemos olvidar el máximo acercamiento a la realidad en cualquiera de nuestras propuestas.

8. Principio de Apertura: un último principio también de carácter global, pero indispensable si reflexionamos sobre las estrategias de enseñanza-aprendizaje, consiste en el Principio de Apertura, como respeto a la diversidad característica de la misma sociedad.

La educación es la clave para la convivencia y nos lo recuerda el propio Informe Delors (1996) en uno de los cuatro pilares propuestos: "aprender a vivir juntos, aprender a vivir con los demás".

LAS ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA

Cuando tratamos las estrategias de intervención educativa debemos tener presente su doble vertiente, aunque complementaria: estrategias de enseñanza y estrategias de aprendizaje, que para facilitar su comprensión las presentaremos para esta ocasión de forma separada.

Una estrategia de enseñanza equivale a la actuación secuenciada potencialmente consciente del profesional en educación, del proceso de enseñanza en su triple dimensión de saber, saber hacer y ser (Rajadell 1992).

La dimensión del saber se centra en la adquisición y dominio de determinados conocimientos, por lo cual se utilizarán una serie de metodologías fundamentalmente de carácter memorístico o de conocimiento informativo, así como una determinada tipología de estrategias como por ejemplo explicaciones, lecturas o charlas.

La dimensión del saber hacer pretende que la persona desarrolle aquellas habilidades que le permitan la realización de ciertas acciones o tareas, teniendo en cuenta la capacidad de modificación y transferencia posterior a diferentes contextos. Hay que dejar claro que no busca eliminar la memorización sino que prioriza el desarrollo de estrategias cognitivas superiores.

La dimensión del ser profundiza en la faceta afectiva de la persona, en la que juegan un papel prioritario la modificación y consolidación de intereses, actitudes y valores. La tarea de aprender a percibir, reaccionar y cooperar de manera positiva ante una situación o un objeto, acoge una complejidad superior que la simple retención de conocimientos.

Precisamente queremos incidir en este tercer apartado, en la importancia de la dimensión del ser, a través de:

ESTRATEGIAS PARA ADQUIRIR Y/O DESARROLLAR ACTITUDES Y VALORES

Existen una serie de estrategias didácticas que favorecen el desarrollo de actitudes y valores y que agrupamos en la dimensión didáctica del ser, la dimensión afectiva de la persona comoser individual y social.

Se trata sin embargo de una dimensión compleja por lo que se refiere a elementos integrantes que se encuentran en continua evolución y que son difíciles de evaluar, y también de una dimensión lenta por lo que se refiere a resultados visibles.

El educador debe actuar más allá del propio individuo, porque no basta con eliminar los síntomas sino que hay que profundizar hasta las causas, siendo conscientes que todo cambio social requiere un cierto tiempo en manifestarse abiertamente.

La evolución de esta dimensión afectiva se manifiesta a través de cinco fases sucesivas, que mostramos a continuación:

  • Percibir: tomar conciencia y sensibilizarse ante una situación concreta, manifestándolo a través del interés y la motivación, y con un deseo básico de mejora
  • Responder: interés y motivación para efectuar la respuesta más adecuada
  • Valorar: tomar como valor propio una respuesta ajena, para lo cual debemos tener en consideración a los demás y a sus formas peculiares de ser y de actuar
  • Organizar: representa un modo concreto de ser y de pensar, lo cual nos permite adoptar estrategias para alcanzar determinados fines . Si estamos convencidos de algo, aunque nos venga del exterior, nos resulta más fácil su aplicación o desarrollo
  • Implicarse: compromiso por parte del individuo ante un valor adquirido, esforzándose y defendiéndolo por encima de todo.

En esta dimensión encontramos dos tipologías de contenidos, que han sido tratados en varias ocasiones erróneamente como sinónimos algunos de ellos:

  • de carácter personal: autonomía, iniciativa, creatividad, responsabilidad, espíritu de superación
  • de carácter social: colaboración, solidaridad, espíritu de equipo, sentido de pertenencia a un grupo o a una institución.

Consideramos indispensable mostrar con claridad los conceptos básicos que hay que tener claramente delimitados para evitar confusiones:

  • valor: objetivo más o menos abstracto que el individuo puede considerar vital para él, y que se encuentra a su vez muy influenciado por la sociedad. Equivale al hilo conductor que califica y da sentido a la actitud. Se puede presentar como una conducta ideal (creatividad, honestidad, responsabilidad, ...) o como un estado final (paz, libertad, igualdad, felicidad, ...).
  • actitud: predisposición del individuo, mental o física, para responder a uno o diversos estímulos. Siempre incluye componentes cognitivos, afectivos y conductuales. Se caracteriza por su adquisición consciente o inconsciente, por su elevado grado de estabilidad, por no ser observable de manera directa, y por basarse en la experiencia.
  • norma: forma de comportamiento o prescripción para actuar de una determinada manera en situaciones concretas, a nivel individual o colectivo. A menudo se origina en el exterior, pero el individuo acaba interiorizándola. Respetar una norma favorece la formación de ciertas actitudes.

Igualmente otros conceptos poseen una gran relación con los citados:

  • interés: tendencia del individuo hacia un objeto o persona, que lo moviliza con atención hacia ella, favorable o desfavorablemente.
  • emoción: reacción orgánica del individuo que refleja su estado y postura respecto a un objeto concreto. Sus manifestaciones no se pueden eliminar aunque si regular.

Actitudes, valores y normas son tres conceptos muy relacionados, estructurados en un sistema cognoscitivo, formando una totalidad integrada muy funcional que evoluciona y es sensible a factores tanto personales (vivencias, ...) como sociales (economía, política, sociedad, ...).

La educación debe facilitar conocimientos, pautas sociales, modelos y valores que posibiliten la integración de estos contenidos. Para ello es indispensable conocer la evolución de los valores dominantes en la sociedad, el contexto sociofamiliar de los alumnos, y, analizar el propio sistema de valores, de evolución personal y intencionalidad educativa.

Sin embargo Escámez (1994) refleja la perplejidad que vive la educación formal respecto a este tema debido básicamente a:

  • existencia de ciertos prejuicios que atribuyen a la educación en valores una especie de adoctrinamiento religioso
  • falta real de preparación en este ámbito de los maestros y profesores en ejercicio
  • divergencias entre la teoría de la escuela y la práctica de la familia o de la sociedad.

Para esta ocasión interpretaremos este ser de la manera más realista posible, incorporado dentro de un proceso de cambio formativo, más que como un comportamiento estable y estático. Este cambio lo podemos observar desde tres vertientes diferentes aunque complementarias personal, social y profesional.

1. Estrategias para el cambio de actitudes y valores personales

Una de las características fundamentales de la educación incide en la atención a las diferencias individuales, potenciando aquellos aspectos más interesantes de cada persona frente a otros quizás no tan destacables. Cada persona aprende a su propio ritmo, y por ello debemos pensar en una situación de enseñanza que permita que cada persona avance según sus capacidades e intereses.

Mostramos a continuación algunas ejemplificaciones:

1.1. La enseñanza personalizada

Pretende desarrollar una adaptación del proceso educativo a las características personales del individuo para facilitar su proceso de aprendizaje y, en consecuencia, su óptima integración a la sociedad. No debemos confundir este trabajo individual o personalizado con el hacer ejecutar individualmente la misma tarea a un colectivo de personas, aunque no olviden en ningún momento el control sobre su propio aprendizaje.

La individualización acepta el grado de originalidad de la persona incidiendo en un doble aspecto:

  • los principios de libertad, acción, responsabilidad y autocontrol garantizan el desarrollo de la atención al individuo, pero no surgen de manera espontánea sino después de un proceso educativo
  • los niveles a través de los cuales debemos adaptarnos a las características peculiares del individuo. La edad cronológica, la inteligencia, el estilo cognitivo, los intereses o el contexto son criterios insuficientes para organizar y homogeneizar a un grupo de personas.

El estilo de aprendizaje de un alumno, el como aprende un alumno es el aspecto por el que últimamente se preocupan los autores. El educador será capaz de ajustar la metodología o los recursos si conoce el estilo de aprendizaje de sus alumnos. Los estilos de aprendizaje representan los rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos que sirven como indicadores relativamente estables, de cómo los alumnos perciben interaccionan y responden a sus ambientes de aprendizaje.

Además de los estilos de aprendizaje debemos preocuparnos por las necesidades del alumno (aquello que necesita conocer y ser capaz de realizar para tener éxito en el aprendizaje) y por la formación (actividad organizada para aumentar su competencia en el aprendizaje), y podemos diferenciar cuatro estilos de aprendizaje básicos:

  • Activo: caracterizado por ser animador, improvisador, descubridor, arriesgado y espontáneo
  • Reflexivo: generalmente se trata de una persona ponderada, concienzuda, receptiva, analítica y exhaustiva
  • Teórico: normalmente es metódico, lógico, objetivo, crítico y estructurado
  • Pragmático: acostumbra a ser experimentador, práctico, directo, eficaz y realista.

1.2. La enseñanza creativa

El ser humano es creativo por naturaleza y por ello la creatividad se encuentra en la base de la adaptación al cambio, y consecuentemente en la base del progreso humano. La obra creadora es fruto del potencial personal y de una actitud transformadora; no se trata de un don de la naturaleza, ni tampoco se improvisa alegremente. La capacidad de comunicación y la de motivación son ingredientes esenciales para que la persona creativa pueda manifestar al exterior sus productos. Engloba un doble aspecto: por un lado todo aquello que tenga originalidad, y por otro, los nuevos productos con un elevado índice de novedad que resuelven problemas de tipo material y/o espiritual, y que impactan socialmente.

Una enseñanza creativa exige flexibilidad y es contraria al autoritarismo. Sin embargo es indispensable diferenciar los conceptos de innovación y de creatividad que, en algunas ocasiones, se interpretan de manera confusa.

Todo proceso creativo pretende el desarrollo de las potencialidades del individuo, por ello debemos contar con una serie de estrategias y recursos que lo favorezcan en un triple sentido: comunicativo, informativo y valorativo.

2. Estrategias para el cambio de actitudes y valores sociales

Aunque tengamos consideración a la persona como ser individual, no podemos olvidar que se encuentra inmersa en una sociedad y por ello, aprender a vivir en sociedad y saber vivir en sociedad son aspectos fundamentales.

¿Es que no sabemos interpretar el sentimiento compartido o es que no nos interesa saber interpretar este sentimiento compartido?.

La socialización de la enseñanza puede traducirse en diferentes formas, especialmente a través del análisis y la inserción en la comunidad, o a través de las tareas que se lleven a término en la propia institución. Mostramos a continuación dos ejemplificaciones:

2.1. La simulación social

La simulación equivale a una de estas estrategias que puede trabajarse como valor individual, pero consideramos que el aspecto enriquecedor de la simulación radica en su faceta como estrategia para el cambio actitudinal en el grupo humano, más que en la persona tratada individualmente. Equivale a la representación de la realidad cuando no la tenemos delante para vivenciarla, y para ello deben tenerse presentes algunas de sus finalidades: capacidad para imaginar y representar la realidad futura, entrenarse a enfrentarse a la realidad, aprender a tomar decisiones, aprender a resolver problemas.

La práctica de dicha estrategia acoge una serie de ventajas: experimentar sobre acontecimientos o eventos que no se pueden comprobar de otra manera, planificar en contextos que se encuentran más o menos desordenados o inciertos, aprender técnicas creativas para describir alternativas a un problema específico, realizar ciertas acciones que, en la realidad, revisten ciertos peligros, sin tener que pasar por ello, y además permiten ver los resultados que la acción habría provocado, aumentar el nivel de motivación de los alumnos, permitir cambiar el rol y la actividad del profesorado, estimular el pensamiento y la toma de decisiones de acuerdo con unas conclusiones propias, entender los diferentes componentes de un problema y diferenciar los que son fundamentales y los que son más secundarios, provocar la realimentación como consecuencia de las diferentes decisiones tomadas por los diferentes componentes del grupo, fomentar la relación cooperativa y colaborativa entre los miembros que integran el grupo.

Consideramos que aprender a planificar, aprender técnicas creativas, entrenarse para la solución de un problema, respetar las propuestas de los demás son estrategias procedentes de la simulación social.

2.2. El trabajo en equipo y el aprendizaje cooperativo

El grupo es imprescindible para el cambio y consecuentemente para el avance de la sociedad, y lo interpretamos como un colectivo de personas que trabaja de manera articulada y cohesionada, y no como una simple suma de individuos; de aquí que le denominemos equipo. La diversidad de opiniones, conocimientos y experiencias proporciona aportación y riqueza al equipo; debemos aceptarla como un valor que fomenta la apertura de las fronteras del conocimiento. Para la obtención de resultados en un equipo, se requiere la doble vertiente del aprendizaje, cognitiva y social.

La enseñanza en grupo es una estrategia formativa basada en la participación, en el trabajo al que se somete el propio colectivo y, fundamentalmente, en la comunicación, sin tener en cuenta la diferencia de niveles entre las personas que lo integran.

Conscientes de que el trabajo en equipo va más allá del trabajo en grupo y que requiere una identidad propia, una total convicción de las bases del principio de actividad y un control de la rutina, surge esta estrategia basada en la cooperación.

Cooperar significa también organizar, estructurarse y evaluar contínuamente, pero para cooperar con éxito se deben tener claras tres características básicas: los objetivos que se pretenden conseguir como grupo, la responsabilidad de cada uno de sus individuos, y, la igualdad de oportunidades para todos hacia la consecución del éxito.

Encontramos ejemplificaciones concretas en la mesa redonda, el panel, el debate, el simposio, el Phillips 66, el seminario, la técnica del riesgo o el torbellino de ideas.

El simposio consiste en una reunión grupal de expertos ante un auditorio al que exponen simplemente diversos aspectos de un mismo tema, sin discusión. Para profundizar en la discusión se reunen expertos, normalmente con puntos opuestos, sobre un mismo tema, y es entonces cuando nos referimos a una mesa redonda. El debate, por el contrario, debe prepararse con antelación por lo que se refiere a la propia exposición como al planteamiento de cuestiones.

A través de la discusión se ponen en juego las habilidades didácticas del individuo, lo cual requiere una preparación inicial más pasiva consistente en la busqueda de información, para pasar a una faceta posterior más activa de búsqueda de argumentos para defender aquellos aspectos con los que se está más de acuerdo.

El Phillips 66 es una técnica de grupo en la que se parte de un gran grupo que se subdivide en grupos de seis personas, que tratan durante seis minutos la cuestión propuesta, la cual será luego puesta en común. El seminario investiga sobre un tema, con suficiente preparación y material adecuado, ciñéndose en un colectivo de unas quince personas aproximadamente para poder obtener resultados interesantes. Otros ejemplos como el estudio de caso o el torbellino de ideas han sido tratados con anterioridad.

EL PAPEL DE LA ESCUELA

Durante muchas décadas la educación se ha preocupado por homogeneizar en cierta manera al alumno medio. El exagerado aumento de la heterogeneidad producido en los últimos años ha evidenciado que este sistema escolar no funciona como hasta ahora.

Para avanzar hacia la democratización en clase y prevenir en cierta manera la violencia es indispensable fomentar la existencia de grupos heterogéneos en todos los sentidos, a la vez que incrementar el nivel de responsabilidad de los propios chicos y chicas. Para ello es fundamental potenciar:

  • discusiones y debates entre compañeros divididos en grupos heterogéneos sobre diferentes tipologías de conflictos
  • experiencias de responsabilidad y solidaridad en equipos heterogéneos de aprendizaje cooperativo
  • experiencias sobre procedimientos positivos y eficaces de resolución de conflictos
  • experiencias de democracia participativa.

Díaz Aguado (1996) desarrolló unos "Programas de Educación para la Tolerancia y Prevención de la Violencia entre los Jóvenes" (4 volúmenes y 2 vídeos) que han tenido una gran acogida entre los profesores de secundaria; tratando siete temas básicos: sus tres componentes básicos (El racismo y la intolerancia, La violencia, Los jóvenes), temas interculturales (El Pueblo Gitano, Inmigrantes y Refugiados) y una última perspectiva universal (Los derechos humanos y La democracia).

UNAS ÚLTIMAS REFLEXIONES

Esta comunicación ha pretendido reflejar la importancia que acogen las estrategias docentes para la resolución de conflictos en el aula. Simplemente hemos apuntado algunas de ellas aunque, como siempre, la actuación personal y profesional del docente deberá ir acompañada de la aproximación real al alumno.

Esperamos que se haya conseguido esta primera clasificación general y sepamos ubicar y utilizar para cada ocasión en nuestra vida profesional, aquella que consideremos más adecuada.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

    DE LA TORRE, S. & BARRIOS, O. (coords) (2001). Estrategias didácticas innovadoras. Barcelona: Octaedro.

    DIAZ-AGUADO, M.J. (1999). Prevenir la violencia desde la escuela. Programas desarrollados a partir de la investigación-acción. Psicología Educativa. 5, 1, 55-70.

    DIAZ-AGUADO, M.J. (1996). Escuela y tolerancia. Madrid: Pirámide.

    GONZALEZ, A.P.; MEDINA, A. & DE LA TORRE, S. (1995). Didáctica general: modelos y estrategias para la intervención social. Madrid: Universitas

    RAJADELL, N. (2000). Estrategias para el desarrollo de procedimientos. Revista Española de Pedagogía. 217, 573-592

    SEPULVEDA, F. & RAJADELL, N. (Coords) (2001). Didáctica general para Psicopedagogos. Madrid: UNED

    SEVILLANO, M.L. & MARTIN, F. (Coords) (1993). Estrategias metodológicas en la formación del profesorado. Madrid: UNED


Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 5(3), (2002)

Referencia bibliográfica de este documento:

Rajadell Puiggròs, Núria (2002). La importancia de las estrategias docentes para la resolución de conflictos en el aula. Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 5(3). Consultado el 24 de Junio de 2004 en http://www.aufop.org/publica/reifp/02v5n3.asp
Este artículo ha sido consultado 1646 veces Recibido el 25/04/02
Aceptado el 15/06/02

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