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Se presenta a través de
esta comunicación una propuesta de clasificación
de estrategias didácticas centradas básicamente
en la dimensión de ser, en las actitudes,
valores y normas, así como se ofrecen algunas
estrategias específicas para potenciar esta
dimensión a nivel social y a nivel
personal. |
One of the issues wich
the professionals in education are particularly
concerned about is the availability of a wide
variety of didactic strategies. The accurate
selection of some of them to be applied in the
different educational levels and environments
should often be taken into account in order to
obtain a successful educational development.
Thus, this communication is an attempt to
propose a rationale classification of didactic
strategies based on the personnel dimension,
such as attitudes, values and procedures. In
addition, some specific strategies to improve
both personal and social dimensions are pointed
out. |
Estrategias didácticas.
Principios didácticos. Enseñanza personalizada.
Enseñanza creativa. Simulación social.Trabajo en
equipo. Aprendizaje
cooperativo |
INTRODUCCION
A través de esta comunicación se
pretende mostrar la indiscutible importancia que
poseen algunas estrategias docentes para resolver
ciertos conflictos en el aula.
A primera vista esta afirmación parece
contener la máxima simpleza, pero nuestra idea
pretende reflejar que ni todas las estrategias
docentes son adecuadas, ni todos los conflictos pueden
ser resueltos en el aula.
El docente debe ante todo conocer a sus
alumnos (investigar los "por qué", los "para qué", los
"a qué", los "a quién", los "en qué", ...); pero
también debe reconocer sus propias posibilidades y
limitaciones. De aquí surgirá su gran dilema: el"
Cómo... Para" (¿¿¿Cómo.... lo haré, Para.... resolver
el conflicto ??? ).
QUÉ SON LAS ESTRATEGIAS DOCENTES
Una estrategia de intervención
didáctica es una "actuación secuenciada potencialmente
consciente del profesional en educación, guiada por
uno o más principios de la Didáctica, y encaminada
hacía la optimización del proceso de
enseñanza-aprendizaje (Rajadell. 1992).
A partir de esta definición observamos
que el concepto de estrategias de intervención
educativa acoge una doble vertiente, aunque
íntimamente complementaria: estrategias de enseñanza y
estrategias de aprendizaje.
Para esta ocasión nos interesa
profundizar de manera específica en las estrategias de
enseñanza, que consideramos equivalen a la actuación
secuenciada del proceso de enseñanza en su triple
dimensión de saber, saber hacer y ser (Rajadell 1992).
LOS OCHO PRINCIPIOS DE LA
DIDÁCTICA
Consideramos que ocho son los
principios que rigen toda actuación didáctica y, por
lo tanto es indispensable conocer sus posibilidades
así como sus influencias en cualquiera de las
estrategias de intervención que apliquemos.
1. Principio de Comunicación: la
comunicación constituye la esencia del proceso
educativo desde la transmision de ideas por parte de
una persona hasta su comprensión real y significativa
por parte de otra que juega el rol de receptor.
Como educadores es indispensable
reconocer la triple faceta que acoge (informativa,
persuasiva y emotiva); como alumnos, reflejar la
comprensión de un concepto, manifestar opiniones o
solicitar información en caso de duda, también
demuestran la importancia que acoge la comunicación.
2. Principio de Actividad: el
lema de la Escuela Activa propugnado por Adolf
Ferrière "solamente se aprende aquello que se
practica" debemos tenerlo siempre presente.
Junto al aprendizaje a partir de la
propia experimentación, es indispensable procurar
desarrollar en el alumno el sentimiento de esfuerzo
personal, manteniendo una constante actitud de
superación, evitando las comparaciones con los demás.
Para ello es necesaria la comunicación y la
planificación por parte del docente y del alumno; en
algunos momentos de manera conjunta y en otros
fomentando el trabajo autónomo.
3. Principio de
Individualización: la individualización parte de
la consideración del individuo como ser único y la
enseñanza tiene que facilitar esta adaptación, desde
los niveles hasta los momentos que faciliten este
avance bajo el propio ritmo de trabajo, que incluye
desde los objetivos hasta la propia evaluación.
Para aplicar este principio es
necesario plantearse un docente más colaborador y
participativo, así como un nivel de responsabilidad y
compromiso personal por parte del alumno.
4. Principio de Socialización:
la socialización debe entenderse como un proceso
permanente en el que el ser humano interioriza una
serie de esquemas de conducta que le permiten su
continua adaptación a la sociedad. La escuela
representa la primera ejemplificación real de
socialización más allá de la familia.
Dependiendo del objetivo previsto es
indispensable fomentar agrupaciones variadas en
función de las diferentes tipologías de grupo
(anárquico, autocrático y democrático) así como
estrategia didáctica propuesta.
5. Principio de Globalización:
el interés por hacer real la enseñanza nos lleva al
principio de globalización, basado en la percepción
total de la realidad antes que fragmentada o
parcialmente. Se busca la formación completa a partir
de la observación, asociación y expresión.
A lo largo de la historia diversos
autores han manifestado su rechazo a la fragmentación
intentando globalizar los contenidos a partir de los
intereses del niño (Centros de interés), utilizando un
criterio más social (Proyectos), agrupando bloques de
asignaturas con ciertas similitudes (Áreas de
enseñanza).
6. Principio de Creatividad: el
ser humano es creativo por naturaleza, y en toda
actividad creadora convergen tres factores:
intelectual (reflexionar, asociar, básicamente),
emocional (carga afectiva, junto a otros aspectos
dentro de esta faceta) y por último inconsciente
(inspiración, no siempre controlable por la voluntad).
El principio de creatividad en el siglo
XXI forma parte de la escuela, de la empresa y de la
sociedad. Propuestas rociadas de creatividad impactan,
motivan al alumno, acercan a las personas y transmiten
bienestar.
7. Principio de Intuición: la
intuición equivale a la apreciación de un fenómeno
basada en el efecto que éste produce, en el resultado.
Se trata de un principio de carácter global aunque es
básico e indispensable su conocimiento y reflexión al
respecto.
La presencia (intuición directa o real)
o ausencia (intuición indirecta o virtual) del objeto
encauzan la actuación estratégica del docente e
influyen igualmente la participación así como el grado
de motivación posible en el alumnado. No debemos
olvidar el máximo acercamiento a la realidad en
cualquiera de nuestras propuestas.
8. Principio de Apertura: un
último principio también de carácter global, pero
indispensable si reflexionamos sobre las estrategias
de enseñanza-aprendizaje, consiste en el Principio de
Apertura, como respeto a la diversidad característica
de la misma sociedad.
La educación es la clave para la
convivencia y nos lo recuerda el propio Informe Delors
(1996) en uno de los cuatro pilares propuestos:
"aprender a vivir juntos, aprender a vivir con los
demás".
LAS ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA
Cuando tratamos las estrategias de
intervención educativa debemos tener presente su doble
vertiente, aunque complementaria: estrategias de
enseñanza y estrategias de aprendizaje, que para
facilitar su comprensión las presentaremos para esta
ocasión de forma separada.
Una estrategia de enseñanza equivale a
la actuación secuenciada potencialmente consciente
del profesional en educación, del proceso de enseñanza
en su triple dimensión de saber, saber hacer y ser
(Rajadell 1992).
La dimensión del saber se centra
en la adquisición y dominio de determinados
conocimientos, por lo cual se utilizarán una serie de
metodologías fundamentalmente de carácter memorístico
o de conocimiento informativo, así como una
determinada tipología de estrategias como por ejemplo
explicaciones, lecturas o charlas.
La dimensión del saber hacer
pretende que la persona desarrolle aquellas
habilidades que le permitan la realización de ciertas
acciones o tareas, teniendo en cuenta la capacidad de
modificación y transferencia posterior a diferentes
contextos. Hay que dejar claro que no busca eliminar
la memorización sino que prioriza el desarrollo de
estrategias cognitivas superiores.
La dimensión del ser profundiza
en la faceta afectiva de la persona, en la que juegan
un papel prioritario la modificación y consolidación
de intereses, actitudes y valores. La tarea de
aprender a percibir, reaccionar y cooperar de manera
positiva ante una situación o un objeto, acoge una
complejidad superior que la simple retención de
conocimientos.
Precisamente queremos incidir en este
tercer apartado, en la importancia de la dimensión del
ser, a través de:
ESTRATEGIAS PARA ADQUIRIR Y/O
DESARROLLAR ACTITUDES Y VALORES
Existen una serie de estrategias
didácticas que favorecen el desarrollo de actitudes y
valores y que agrupamos en la dimensión didáctica del
ser, la dimensión afectiva de la persona comoser
individual y social.
Se trata sin embargo de una dimensión
compleja por lo que se refiere a elementos integrantes
que se encuentran en continua evolución y que son
difíciles de evaluar, y también de una dimensión lenta
por lo que se refiere a resultados visibles.
El educador debe actuar más allá del
propio individuo, porque no basta con eliminar los
síntomas sino que hay que profundizar hasta las
causas, siendo conscientes que todo cambio social
requiere un cierto tiempo en manifestarse
abiertamente.
La evolución de esta dimensión afectiva
se manifiesta a través de cinco fases sucesivas, que
mostramos a continuación:
- Percibir: tomar conciencia y
sensibilizarse ante una situación concreta,
manifestándolo a través del interés y la motivación,
y con un deseo básico de mejora
- Responder: interés y motivación
para efectuar la respuesta más adecuada
- Valorar: tomar como valor propio
una respuesta ajena, para lo cual debemos tener en
consideración a los demás y a sus formas peculiares
de ser y de actuar
- Organizar: representa un modo
concreto de ser y de pensar, lo cual nos permite
adoptar estrategias para alcanzar determinados fines
. Si estamos convencidos de algo, aunque nos venga
del exterior, nos resulta más fácil su aplicación o
desarrollo
- Implicarse: compromiso por parte
del individuo ante un valor adquirido, esforzándose
y defendiéndolo por encima de todo.
En esta dimensión encontramos dos
tipologías de contenidos, que han sido tratados
en varias ocasiones erróneamente como sinónimos
algunos de ellos:
- de carácter personal: autonomía,
iniciativa, creatividad, responsabilidad, espíritu
de superación
- de carácter social:
colaboración, solidaridad, espíritu de equipo,
sentido de pertenencia a un grupo o a una
institución.
Consideramos indispensable mostrar con
claridad los conceptos básicos que hay que
tener claramente delimitados para evitar confusiones:
- valor: objetivo más o menos
abstracto que el individuo puede considerar vital
para él, y que se encuentra a su vez muy
influenciado por la sociedad. Equivale al hilo
conductor que califica y da sentido a la actitud. Se
puede presentar como una conducta ideal
(creatividad, honestidad, responsabilidad, ...) o
como un estado final (paz, libertad, igualdad,
felicidad, ...).
- actitud: predisposición del
individuo, mental o física, para responder a uno o
diversos estímulos. Siempre incluye componentes
cognitivos, afectivos y conductuales. Se caracteriza
por su adquisición consciente o inconsciente, por su
elevado grado de estabilidad, por no ser observable
de manera directa, y por basarse en la experiencia.
- norma: forma de comportamiento o
prescripción para actuar de una determinada manera
en situaciones concretas, a nivel individual o
colectivo. A menudo se origina en el exterior, pero
el individuo acaba interiorizándola. Respetar una
norma favorece la formación de ciertas
actitudes.
Igualmente otros conceptos poseen una
gran relación con los citados:
- interés: tendencia del individuo
hacia un objeto o persona, que lo moviliza con
atención hacia ella, favorable o desfavorablemente.
- emoción: reacción orgánica del
individuo que refleja su estado y postura respecto a
un objeto concreto. Sus manifestaciones no se pueden
eliminar aunque si regular.
Actitudes, valores y normas son tres
conceptos muy relacionados, estructurados en un
sistema cognoscitivo, formando una totalidad integrada
muy funcional que evoluciona y es sensible a factores
tanto personales (vivencias, ...) como sociales
(economía, política, sociedad, ...).
La educación debe facilitar
conocimientos, pautas sociales, modelos y valores que
posibiliten la integración de estos contenidos. Para
ello es indispensable conocer la evolución de los
valores dominantes en la sociedad, el contexto
sociofamiliar de los alumnos, y, analizar el propio
sistema de valores, de evolución personal y
intencionalidad educativa.
Sin embargo Escámez (1994) refleja la
perplejidad que vive la educación formal respecto a
este tema debido básicamente a:
- existencia de ciertos prejuicios que
atribuyen a la educación en valores una especie de
adoctrinamiento religioso
- falta real de preparación en este
ámbito de los maestros y profesores en ejercicio
- divergencias entre la teoría de la
escuela y la práctica de la familia o de la
sociedad.
Para esta ocasión interpretaremos este
ser de la manera más realista posible,
incorporado dentro de un proceso de cambio formativo,
más que como un comportamiento estable y estático.
Este cambio lo podemos observar desde tres vertientes
diferentes aunque complementarias personal, social y
profesional.
1. Estrategias para el cambio de
actitudes y valores personales
Una de las características
fundamentales de la educación incide en la atención a
las diferencias individuales, potenciando aquellos
aspectos más interesantes de cada persona frente a
otros quizás no tan destacables. Cada persona aprende
a su propio ritmo, y por ello debemos pensar en una
situación de enseñanza que permita que cada persona
avance según sus capacidades e intereses.
Mostramos a continuación algunas
ejemplificaciones:
1.1. La enseñanza personalizada
Pretende desarrollar una adaptación del
proceso educativo a las características personales del
individuo para facilitar su proceso de aprendizaje y,
en consecuencia, su óptima integración a la sociedad.
No debemos confundir este trabajo individual o
personalizado con el hacer ejecutar individualmente la
misma tarea a un colectivo de personas, aunque no
olviden en ningún momento el control sobre su propio
aprendizaje.
La individualización acepta el grado de
originalidad de la persona incidiendo en un doble
aspecto:
- los principios de libertad, acción,
responsabilidad y autocontrol garantizan el
desarrollo de la atención al individuo, pero no
surgen de manera espontánea sino después de un
proceso educativo
- los niveles a través de los cuales
debemos adaptarnos a las características peculiares
del individuo. La edad cronológica, la inteligencia,
el estilo cognitivo, los intereses o el contexto son
criterios insuficientes para organizar y
homogeneizar a un grupo de personas.
El estilo de aprendizaje de un alumno,
el como aprende un alumno es el aspecto por el que
últimamente se preocupan los autores. El educador será
capaz de ajustar la metodología o los recursos si
conoce el estilo de aprendizaje de sus alumnos. Los
estilos de aprendizaje representan los rasgos
cognitivos, afectivos y fisiológicos que sirven como
indicadores relativamente estables, de cómo los
alumnos perciben interaccionan y responden a sus
ambientes de aprendizaje.
Además de los estilos de aprendizaje
debemos preocuparnos por las necesidades del alumno
(aquello que necesita conocer y ser capaz de realizar
para tener éxito en el aprendizaje) y por la formación
(actividad organizada para aumentar su competencia en
el aprendizaje), y podemos diferenciar cuatro estilos
de aprendizaje básicos:
- Activo: caracterizado por ser animador,
improvisador, descubridor, arriesgado y espontáneo
- Reflexivo: generalmente se trata de una
persona ponderada, concienzuda, receptiva, analítica
y exhaustiva
- Teórico: normalmente es metódico,
lógico, objetivo, crítico y estructurado
- Pragmático: acostumbra a ser
experimentador, práctico, directo, eficaz y
realista.
1.2. La enseñanza creativa
El ser humano es creativo por
naturaleza y por ello la creatividad se encuentra en
la base de la adaptación al cambio, y consecuentemente
en la base del progreso humano. La obra creadora es
fruto del potencial personal y de una actitud
transformadora; no se trata de un don de la
naturaleza, ni tampoco se improvisa alegremente. La
capacidad de comunicación y la de motivación son
ingredientes esenciales para que la persona creativa
pueda manifestar al exterior sus productos. Engloba un
doble aspecto: por un lado todo aquello que tenga
originalidad, y por otro, los nuevos productos con un
elevado índice de novedad que resuelven problemas de
tipo material y/o espiritual, y que impactan
socialmente.
Una enseñanza creativa exige
flexibilidad y es contraria al autoritarismo. Sin
embargo es indispensable diferenciar los conceptos de
innovación y de creatividad que, en algunas ocasiones,
se interpretan de manera confusa.
Todo proceso creativo pretende el
desarrollo de las potencialidades del individuo, por
ello debemos contar con una serie de estrategias y
recursos que lo favorezcan en un triple sentido:
comunicativo, informativo y valorativo.
2. Estrategias para el cambio de
actitudes y valores sociales
Aunque tengamos consideración a la
persona como ser individual, no podemos olvidar que se
encuentra inmersa en una sociedad y por ello, aprender
a vivir en sociedad y saber vivir en sociedad son
aspectos fundamentales.
¿Es que no sabemos interpretar el
sentimiento compartido o es que no nos interesa saber
interpretar este sentimiento compartido?.
La socialización de la enseñanza puede
traducirse en diferentes formas, especialmente a
través del análisis y la inserción en la comunidad, o
a través de las tareas que se lleven a término en la
propia institución. Mostramos a continuación dos
ejemplificaciones:
2.1. La simulación social
La simulación equivale a una de estas
estrategias que puede trabajarse como valor
individual, pero consideramos que el aspecto
enriquecedor de la simulación radica en su faceta como
estrategia para el cambio actitudinal en el grupo
humano, más que en la persona tratada individualmente.
Equivale a la representación de la realidad cuando no
la tenemos delante para vivenciarla, y para ello deben
tenerse presentes algunas de sus finalidades:
capacidad para imaginar y representar la realidad
futura, entrenarse a enfrentarse a la realidad,
aprender a tomar decisiones, aprender a resolver
problemas.
La práctica de dicha estrategia acoge
una serie de ventajas: experimentar sobre
acontecimientos o eventos que no se pueden comprobar
de otra manera, planificar en contextos que se
encuentran más o menos desordenados o inciertos,
aprender técnicas creativas para describir
alternativas a un problema específico, realizar
ciertas acciones que, en la realidad, revisten ciertos
peligros, sin tener que pasar por ello, y además
permiten ver los resultados que la acción habría
provocado, aumentar el nivel de motivación de los
alumnos, permitir cambiar el rol y la actividad del
profesorado, estimular el pensamiento y la toma de
decisiones de acuerdo con unas conclusiones propias,
entender los diferentes componentes de un problema y
diferenciar los que son fundamentales y los que son
más secundarios, provocar la realimentación como
consecuencia de las diferentes decisiones tomadas por
los diferentes componentes del grupo, fomentar la
relación cooperativa y colaborativa entre los miembros
que integran el grupo.
Consideramos que aprender a planificar,
aprender técnicas creativas, entrenarse para la
solución de un problema, respetar las propuestas de
los demás son estrategias procedentes de la simulación
social.
2.2. El trabajo en equipo y el
aprendizaje cooperativo
El grupo es imprescindible para el
cambio y consecuentemente para el avance de la
sociedad, y lo interpretamos como un colectivo de
personas que trabaja de manera articulada y
cohesionada, y no como una simple suma de individuos;
de aquí que le denominemos equipo. La diversidad de
opiniones, conocimientos y experiencias proporciona
aportación y riqueza al equipo; debemos aceptarla como
un valor que fomenta la apertura de las fronteras del
conocimiento. Para la obtención de resultados en un
equipo, se requiere la doble vertiente del
aprendizaje, cognitiva y social.
La enseñanza en grupo es una estrategia
formativa basada en la participación, en el trabajo al
que se somete el propio colectivo y, fundamentalmente,
en la comunicación, sin tener en cuenta la diferencia
de niveles entre las personas que lo integran.
Conscientes de que el trabajo en equipo
va más allá del trabajo en grupo y que requiere una
identidad propia, una total convicción de las bases
del principio de actividad y un control de la rutina,
surge esta estrategia basada en la cooperación.
Cooperar significa también organizar,
estructurarse y evaluar contínuamente, pero para
cooperar con éxito se deben tener claras tres
características básicas: los objetivos que se
pretenden conseguir como grupo, la responsabilidad de
cada uno de sus individuos, y, la igualdad de
oportunidades para todos hacia la consecución del
éxito.
Encontramos ejemplificaciones concretas
en la mesa redonda, el panel, el debate, el simposio,
el Phillips 66, el seminario, la técnica del riesgo o
el torbellino de ideas.
El simposio consiste en una reunión
grupal de expertos ante un auditorio al que exponen
simplemente diversos aspectos de un mismo tema, sin
discusión. Para profundizar en la discusión se reunen
expertos, normalmente con puntos opuestos, sobre un
mismo tema, y es entonces cuando nos referimos a una
mesa redonda. El debate, por el contrario, debe
prepararse con antelación por lo que se refiere a la
propia exposición como al planteamiento de cuestiones.
A través de la discusión se ponen en
juego las habilidades didácticas del individuo, lo
cual requiere una preparación inicial más pasiva
consistente en la busqueda de información, para pasar
a una faceta posterior más activa de búsqueda de
argumentos para defender aquellos aspectos con los que
se está más de acuerdo.
El Phillips 66 es una técnica de grupo
en la que se parte de un gran grupo que se subdivide
en grupos de seis personas, que tratan durante seis
minutos la cuestión propuesta, la cual será luego
puesta en común. El seminario investiga sobre un tema,
con suficiente preparación y material adecuado,
ciñéndose en un colectivo de unas quince personas
aproximadamente para poder obtener resultados
interesantes. Otros ejemplos como el estudio de caso o
el torbellino de ideas han sido tratados con
anterioridad.
EL PAPEL DE LA ESCUELA
Durante muchas décadas la educación se
ha preocupado por homogeneizar en cierta manera al
alumno medio. El exagerado aumento de la
heterogeneidad producido en los últimos años ha
evidenciado que este sistema escolar no funciona como
hasta ahora.
Para avanzar hacia la democratización
en clase y prevenir en cierta manera la violencia es
indispensable fomentar la existencia de grupos
heterogéneos en todos los sentidos, a la vez que
incrementar el nivel de responsabilidad de los propios
chicos y chicas. Para ello es fundamental potenciar:
- discusiones y debates entre compañeros
divididos en grupos heterogéneos sobre diferentes
tipologías de conflictos
- experiencias de responsabilidad y
solidaridad en equipos heterogéneos de aprendizaje
cooperativo
- experiencias sobre procedimientos
positivos y eficaces de resolución de conflictos
- experiencias de democracia
participativa.
Díaz Aguado (1996) desarrolló unos
"Programas de Educación para la Tolerancia y
Prevención de la Violencia entre los Jóvenes" (4
volúmenes y 2 vídeos) que han tenido una gran acogida
entre los profesores de secundaria; tratando siete
temas básicos: sus tres componentes básicos (El
racismo y la intolerancia, La violencia, Los jóvenes),
temas interculturales (El Pueblo Gitano, Inmigrantes y
Refugiados) y una última perspectiva universal (Los
derechos humanos y La democracia).
UNAS ÚLTIMAS REFLEXIONES
Esta comunicación ha pretendido
reflejar la importancia que acogen las estrategias
docentes para la resolución de conflictos en el aula.
Simplemente hemos apuntado algunas de ellas aunque,
como siempre, la actuación personal y profesional del
docente deberá ir acompañada de la aproximación real
al alumno.
Esperamos que se haya conseguido esta
primera clasificación general y sepamos ubicar y
utilizar para cada ocasión en nuestra vida
profesional, aquella que consideremos más adecuada.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
DE LA TORRE, S. & BARRIOS, O.
(coords) (2001). Estrategias didácticas
innovadoras. Barcelona: Octaedro.
DIAZ-AGUADO, M.J. (1999). Prevenir
la violencia desde la escuela. Programas
desarrollados a partir de la investigación-acción.
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DIAZ-AGUADO, M.J. (1996). Escuela
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GONZALEZ, A.P.; MEDINA, A. & DE
LA TORRE, S. (1995). Didáctica general: modelos y
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Universitas
RAJADELL, N. (2000). Estrategias
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SEPULVEDA, F. & RAJADELL, N.
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conflictos en el aula. Revista
Electrónica Interuniversitaria de Formación del
Profesorado, 5(3). Consultado el 24 de
Junio de 2004 en
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