Lo primero que habría que observar es que la noción de obra impone una restricción de orden sobre los trabajos; es decir, según los grafos dirigidos acíclicos de cada obra, un trabajo no puede efectuarse hasta que no se hayan efectuado los precedentes en el grafo dirigido acíclico de su obra.
La manera de considerar el orden de los trabajos es obtener el ordenamientos topológicos por rangos. Así, por ejemplo, una obra Oi se dividiría en Oi = R1, R2, …, Rm = {T1, T2,}, {T3,T4,T5}, …, {T11, T12}. Esto quiere decir que para poder hacer un trabajo que pertenezca al rango Ri antes hay que haber hecho todos trabajos que pertenezcan a los rangos previos …, Ri−2, Ri−1.
Cada trabajo requiere instrumentos. En este caso requerir es una demanda. Por consiguiente, en un modelo de red de flujo, los trabajos serían demandantes de instrumentos. Así, por ejemplo, dos trabajos T1 y T2 podrían especificarse como:
Los arcos de instrumentos hacia trabajos son exactamente las relaciones instrumentos/trabajo, pero invertidas porque los trabajos fungen de demandantes de instrumentos. Los costes son cero, pues el coste lo da el ofertante (la empresa).
Cada trabajo se conecta a un suprasumidero con capacidad infinita y coste cero.
Las empresas (como en la inmensa mayoría de circunstancias de la vida real), cumplen un rol de ofertantes; es nuestro caso de alquiler de instrumentos.
Puesto que lo que se oferta son instrumentos y son ellos “el fluido”, los nodos ofertantes deben relacionar instrumentos. Así, por cada instrumento de cada empresa, se crean nodos ofertantes de la siguiente manera:
Cada nodo indica el instrumento Ii perteneciente a la empresa Ej. Cada nodo se conecta a un suprafuente cuya capacidad es la cantidad de instrumentos que posea la empresa y el coste se corresponde con el coste de alquiler.
A partir de la unión global de los rangos topológicos R1 calculados según 1 de cada trabajo se crea una red de flujo cuyos nodos demandantes son los trabajos que deben realizarse de primero (que preceden a otros en las obras). La estructura de los trabajos demandantes se corresponde con lo explicado en 2.
Las ofertas de instrumentos expresada por la red de ofertantes explicada en 3 se conecta con las demandas según los requerimientos de instrumentos del trabajo y con capacidad infinita a coste cero. Por ejemplo:
Una mejora que redunda en eficiencia es sustituir las conexiones de los nodos ofertantes con los nodos instrumentos por un solo arco. Pero esto es irrelevante a efectos del modelo.
El algoritmo general de asignación sería:
Del resultado anterior, se eliminan los trabajos para los cuales todos los arcos de entrada Ii—→ Tj están saturados. Esto indica que el trabajo obtuvo toda la asignación y puede ser hecho. Al eliminar un trabajo de este tipo se eliminan sus arcos.
Por cada arco de entrada Ii—→ Tj se busca una asignación de instrumento/empresa mirando los arcos de entrada de su nodo Ii Ii/Ej—→ II con flujo distinto de cero. En caso de que hayan varias empresas, es indistinto los que se escojan, pero en todo caso, se deben eliminar los arcos Ii Ii/Ej—→ II que se hayan asignado.
Si sobran trabajos, lo idóneo es cotejarlos con sus obras para intentar meterlos en el siguiente rango Rk+1′; si no es posible, entonces la red resultante se vuelve a maximizar.
En mi opinión, el problema es bastante sencillo si se tiene experiencia en el modelado de asignaciones mediante flujo máximo a coste mínimo. En lo particular de este curso, si se estudió bien la sección 7.12.4 del libro creo que el problema es sencillo.
La parte más dificultosa es respetar el orden de los trabajos e identificar el vínculo del problema con el ordenamiento topológico. La técnica explicada aquí se presenta en la sección 7.12.4.1 página 516 del libro.
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