El Tabaco contiene alrededor de 4000 sustancias de las cuales 401 son tóxicas, y 43 se sabe que provocan cáncer. Los ingredientes del tabaco responsables del mayor número de Enfermedades son la nicotina, el alquitrán y el monóxido de carbono.

NICOTINA

La nicotina es el principal componente adictivo del tabaco. Se concentra especialmente en las hojas de la planta y forma parte de un grupo de sustancias denominadas alcaloide, las que también se usan por sus propiedades medicinales y psicoactivas. La nicotina es una sustancia química muy tóxica y sumamente adictiva, incluso más que la cocaína y la heroína.

La nicotina actúa de dos formas diferentes: cuando se inhala breve y superficialmente tiene un efecto estimulante, y cuando se inhala prolongada y profundamente, un efecto depresor. Una vez que los productos del tabaco se absorven a través de la mucosa bucal y los pulmones, estos se distribuyen en los principales órganos del cuerpo mediante el sistema circulatorio.

Entre los efectos que provoca la nicotina en el organismo se encuentran los siguientes:

ALQUITRÁN

El humo del tabaco contiene millones de partículas pequeñísimas, que se unen con el calor provocado por el cigarrillo encendido formando una sustancia gomosa conocida como alquitrán.

El alquitrán impregna la superficie respiratoria de los pulmones de los fumadores activos y pasivos, y paraliza las cilias de las células respiratorias. Normalmente las cilias actúan como un cepillo que elimina sustancias extrañas, y cuando se paralizan dificultan la eliminación de la flema de las vías respiratorias. El alquitrán es cancerígeno, y se encuentra en distintas cantidades en los diferentes tipos y marcas de cigarrillos y productos del tabaco.

MONÓXIDO DE CARBONO

El monóxido decarbono es un gas extremadamente tóxico que está presente tanto en el humo del cigarrillo como en los tubos de escape de los automóviles. Afecta la salud al interferir con la capacidad de transporte de oxígeno por la sangre. Los fumadores, por lo tanto, reciben una cantidad insuficiente de oxígeno. Cuando se combina con la nicotina, el monóxido de carbono contribuye a un alto riesgo de enfermedades cardiovasculares tales como los ataques cardíacos y los derrames cerebrales