SÍNDROME CONVULSIVO

Definición

Presencia de convulsiones o contracciones tónicas o clónicas, o tónico-clónicas, focales o generalizadas, que ocurren por descargas bruscas y sucesivas de las neuronas cerebrales. Pueden presentarse como crisis de corta duración o prolongarse y convertirse en un status convulsivo que amenaza la vida del paciente.
La aparición de cuadros convulsivos puede presentarse en un paciente con historia de epilepsia, incluso bajo tratamiento médico continuado, pero puede ser secundaria a intoxicación medicamentosa, a cuadros alérgicos a fármacos (como en las reacciones producidas por anestésicos locales), secundarios a traumatismos, infecciones del sistema nervioso central, complicaciones de infecciones sépticas en áreas del sistema cráneo-cérvico-facial (como en las tromboflebitis sépticas y trombosis de los senos cavernosos), estados de hipoglicemia, etc.

Signos y Síntomas

Diagnóstico: Eminentemente clínico.
Puede ayudar la anamnesis del paciente aportando datos referentes a lo comentado en párrafos precedentes.
Pueden presentarse:

  1. Crisis focales o parciales: aparición de convulsiones focalizadas a un territorio (hemicara, etc.)
  2. Crisis parciales o focales con generalización secundaria: las convulsiones comienzan con características focales y en segundos o minutos se extienden a todo el cuerpo, de forma generalizada, con "sacudidas importantes".
  3. Ataque generalizado: puede aparecer en forma de pérdida brusca de la conciencia con frecuentes crisis de ausencia (petit mal o pequeño mal), o crisis motora generalizada (gran mal).
    Comienza casi siempre sin advertencia o con una advertencia previa (aura), aparece pérdida súbita de la conciencia y del control postural con la consiguiente caída.
    Inicialmente hay una contracción tónica de los músculos, incluyendo los respiratorios, con la emisión de un grito. El enfermo permanece rígido durante unos segundos -a veces en opistótonos- con detención de la respiración y cianosis.
    Sigue la fase clónica con una serie de contracciones más o menos rítmicas durante la cual puede morderse la lengua y presentar "espuma sanguinolenta" en la boca e incontinencia de esfínteres. Al cabo de unos minutos cesa gradualmente el ataque.
    El retorno de la conciencia es progresivo, pasando por una fase de desorientación y confusión en la que a veces se encuentra combativo, si se intenta restringir su actividad. Posteriormente hay una fase de cefalea, cansancio y somnolencia, sin que el paciente recuerde nada de la crisis.
    Si ocurren crisis continuas, sin recuperación del estado de conciencia entre las mismas, nos encontramos entonces ante un status convulsivo, que demanda asistencia médica especializada de urgencia.
  4. Conducta: Medidas generales (tenga presente que son tan importantes como los medicamentos):
    1. Recuerde colocar lo antes posible al paciente en un sitio donde pueda ser atendido y evitar que se produzcan traumatismos severos.
    2. Mantener las vías aéreas permeables, si es posible coloque cánula de Guedel y retire prótesis dentales.
    3. Muy importante es prevenir la broncoaspiración, elevando la cabeza del paciente 20° y lateralizar la cara.
    4. Vigilar la mecánica respiratoria.
    5. Si la etiología no está bien precisada y además usted constata frialdad, sudoración profusa, que apoyan el diagnóstico de un cuadro de hipoglicemia severa, administrar: un ámpula de Dextrosa al 50 % EV.
    6. Trate de determinar la etiología y los factores desencadenantes, si usted lo logra actuará oportunamente.
Etiologías más frecuentes en un consultorio dental:
  • Epilepsia.
  • Hipoglicemia severa.
  • Reacciones alérgicas a los anestésicos locales o sobredosis de los mismos.
  • Accidentes cerebrovasculares.
Factores desencadenantes:
  • Abandono de tratamiento anticonvulsivante.
  • Olvido de la dosis previa de fármacos anticonvulsivantes.
  • Estrés del consultorio dental.
  • Ayuno prolongado.
  • Reacciones de hipersensibilidad a fármacos anestésicos.

Tratamiento

Si no se yugulan las convulsiones debe administrarse tratamiento específico:

  1. Diazepam (Valium, Faustan) apm 10 mg. Puede administrarse 10 mg IM o 0,15 mg/Kg/dosis por vía EV diluído en 10 cm3 de Dextrosa al 5 % o solución salina lentamente. Recordar que este fármaco al administrarse por vía EV produce depresión de la respiración.
  2. Fenobarbital sódico (polvo) amp 200 mg. Administrar 200 mg por vía IM.
  3. Fenobarbital oleoso amp de 100-200 mg. Administrar 200 mg por vía IM. Si persisten las convulsiones, debe cuidarse mantener la ventilación, las medidas generales y valorar el traslado de inmediato a un centro hospitalario, de ser posible en ambulancia con condiciones para efectuar el mismo.

Recomendaciones

Signos de alarma:

  • No recuperación del estado de conciencia entre las convulsiones.
  • Hipertermia.
  • Broncoaspiración.
  • Posición en decúbito supino.
  • Evitar lesiones por mordeduras de la lengua.
  • Mantener permeabilidad de las vías aéreas.
  • Vigilar la mecánica de la respiración. En caso de insuficiencia respiratoria marcada recurrir a ventilación asistida con bolsas autoinflables (Ambu, Airviva), de ser posible colocación de cánula de Guedel.
  • Utilizar fármacos anticonvulsivantes si es necesario.

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