[Foroprofesoral] Dilema del prisionero

[sananes en ula.ve]

DILEMA DEL PRISIONERO

Lo que hizo Israel, una vez más en la historia, es aplicar la que he
llamado “Ley de Acción y Sobre-reacción”. Claro que no es ninguna ley
natural ni jurídica sino una “cuasi-ley” sujeta a la voluntad humana.

Si hasta la natural Ley de Gravedad es superable con inteligencia,
mucho más superable debiera ser esta “cuasi-ley”.

Si en represalia los agredidos y sus aliados también sobre-reaccionan,
el desastre de esa guerra interminable seguirá "escalando" hasta llegar
quien sabe a qué extremos.

Seguir aplicando una cuasi-ley menos fuerte, una de acción y reacción
equivalente o ley de Talión, “ojo por ojo, diente por diente”, es
prolongar un desgastador juego en el que nadie gana y todos pierden.

Estas cuasi-leyes son las que mueven el destructivo juego estudiado
en la Teoría de Juegos como “Dilema del Prisionero”. En el capítulo
2 del libro “La Sociedad Flexible” de Carlos Domingo publicado en
la Web del Profesor se encuentra una descripción y discusión de este
dilema.
(http://webdelprofesor.ula.ve/economia/carlosd/PortadaSF.html).
También puede verse en  la versión resumida.
(http://webdelprofesor.ula.ve/economia/carlosd/NueSoc.htm)

En el “Dilema del Prisionero” la indisposición o desconocimiento de
las salidas colaborativas o negociadas lleva a que ambos jugadores –
asumiendo un juego de dos jugadores- terminen perdiendo todo
mientras que si colaboraran ambos tendrían ganancias. Lo que
impulsa a los jugadores a un comportamiento tan destructivo es la
creencia de que es posible ganar todo y arruinar al otro mientras que
lo que en realidad ocurre es que ambos se arruinan. La dinámica de
este juego aplicada a un conflicto social es que ambas partes en
conflicto pierden en todos los sentidos, incluso en el sentido moral o
espiritual, que es lo que se le está viendo actualmente en la parte
israelí.

El gran problema es como inducir a negociar a una parte que se niegue
a hacerlo, porque sigue creyendo que a la larga ganará todo y
aplastará a la otra parte. Quienes quieran ayudar a encontrar una
salida al atolladero lo primero que debieran hacer es abstenerse de
tomar partido y en cambio tratar de ejercer sus mejores influencias
para animar a ambas partes a entrar en negociaciones, en el mejor
sentido de la palabra, es decir conversaciones en la que cada parte se
comprometa a ceder en algunas de sus posiciones a cambio de las
concesiones que la otra parte también esté dispuesta a hacer. Lo
primero, AMBAS partes deben renunciar absolutamente a la violencia en
cualquier forma, sea verbal o armada.

Es difícil pero no imposible con buena voluntad. Se logró en Sud
África en un conflicto de gran injusticia en el que la presión
internacional y la actitud pacifista de la parte agraviada al final
lograron que la otra parte cediera y ahora conviven y progresan más o
menos en paz.

Ojalá ahora se quiera entender lo que quiere decir “dejar de ser parte
del problema y empezar a ser parte de la solución”

Marta Sananes