Es posible la
construcción de un sólido utilizando las estructuras
lineales como elemento constructivo base, que logre evocar en el
espectador una sensación de claustrofobia, encierro y
confusión gracias a la conformación de un laberinto
tridimesional en el espacio, que esta conformado por varios
niveles y que a su vez en conjunto forman un cubo imaginario gracias a
la capacidad de cerramiento del ojo.
Se lograron los objetivos planteados en el proyecto inicial en
relación a los antecedentes conceptuales y de
construcción, siguiendo el proceso metodológico expuesto.
No es necesario un espacio reducido ni una gran cantidad de elementos
para lograr claustrofobia en el observador, basta con ubicar los
elementos de construcción de manera adecuada y jugar con el ojo
y las referencias culturales del mismo. Se trata de pensar como el
espectador y concentrarse en su punto de vista y las sensaciones que
puede despertar en él una pieza tridimensional.
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