LA ILUSTRACIÓN O EL ILUMINISMO


ELIZABETH DE FONTENAY. Breviarios. F.C.E. México 1988.

Transformación de los súbditos en ciudadanos

“porque la fantasía, la imaginación y la sensibilidad, cuando colaboran con la razón, constituyen el más riguroso antídoto al delirio de los sistemas teológicos, metafísicos y matemáticos”

La Enciclopedia y la divulgación

“desgarrar el velo puesto complacientemente entre el pueblo y la naturaleza”. “Volver popular la filosofía”. “Poner al desnudo las ideas y las cosas va a provocar el mayor encantamiento, el de tener acceso a una cultura que igualmente frustra al poder de la ignorancia y al poder del saber”. “…dándoles a leer el mundo en un libro abierto”.

Esta libertad de celebrar el mundo: no lo sagrado del desenfreno de un festejo, sino la santidad de las cosas de la vida, a cada instante.


EL PRESENTE COMO ORGANIZADOR DEL FUTURO.

La  Ilustración partió de la premisa de que podía educarse a los gobernantes.

El Iluminismo fue una empresa audaz. El objetivo era reconstruir la vida política e intelectual bajo la supervisión exclusiva de la filosofía y la ciencia.

 

JUAN JACOBO ROUSSEAU. CONFESIONES. Editorial Porrúa, S.A. México, 1985

1712-1719

Acometo una empresa que no tuvo ejemplo jamás y que no tendrá imitadores. Quiero mostrar a mis semejantes a un hombre en su verdadera naturaleza y ese hombre seré yo.

Yo solo. Siento mi corazón y conozco a los hombres. No estoy hecho como ninguno de los que he visto; me atrevo a creer no estar hecho como ninguno de los que existen. Si no valgo más, por lo menos soy distinto. Hasta después de haberme leído no se puede juzgar si la naturaleza ha hecho bien o mal en romper el molde con el que he sido formado.

La trompeta del juicio final puede sonar cuando quiera; acudiré a presentarme ante el soberano juez con este libro en la mano, y diré en voz alta: “He aquí lo que he hecho, lo que he pensado, lo que he sido. Dije lo bueno y lo malo con la misma franqueza. Nada de lo malo he callado, ni me atribuí nada bueno, y si he llegado a emplear algún adorno indiferente e innecesario, ha sido únicamente para llenar un vacío ocasionado por mi falta de memoria. He podido suponer verdad lo que creía haber podido serlo, pero nunca lo que consideré falso. Me he mostrado tal como fui; despreciable y vil cuando lo he sido; bueno, generoso, sublime, cuando lo he sido también; he revelado mi interior tal como Tú lo has visto, Ser eterno. Reúne en mi derredor la innumerable muchedumbre de mis semejantes; que escuchen mis confesiones, que lamenten, que enrojezcan ante mis miserias. Que cada uno de ellos descubra a su vez su corazón al pie de tu trono, con la misma sinceridad, y después que uno solo te diga, si se atreve: Yo fui mejor que ese hombre.” (3)

(…) No sé cómo aprendí a leer; sólo me acuerdo de mis primeras lecturas y de su efecto sobre mí. Ese es el tiempo del que data sin interrupción la conciencia de mí mismo. Mi madre había dejado algunas novelas que mi padre y yo leíamos antes de cenar. Por el momento sólo se trataba de ejercitarme en la lectura con libros divertidos; pero pronto nuestro interés fue tan vivo que leíamos aquellos libros, uno a uno sin interrupción y pasábamos las noches en aquella ocupación: No podíamos dejarlos hasta terminar. Algunas veces, mi padre, oyendo por la mañana las golondrinas, decía avergonzado: “Vamos a acostarnos, yo soy más niño que tú”. 

En poco tiempo adquirí, por tan peligroso método, no sólo una extrema facilidad para leer, sino una inteligencia única a mi edad sobre las pasiones. No tenía todavía ninguna idea de las cosas, cuando todos los sentimientos me eran ya conocidos. Aquellas emociones confusas que experimentaba una sobre otra, no alteraban la razón que no tenía todavía, pero me formaron una de otro temple y me dieron nociones extrañas y novelescas de la vida humana, de las que la experiencia y la reflexión no han podido
nunca curarme bien.

(…) De aquellas interesantes lecturas, de las conversaciones que daban lugar entre mi padre y yo, se formó este espíritu libre y republicano, este carácter indomable y altivo, que no soporta yugo ni servidumbre, que me ha atormentado durante toda mi vida en las situaciones menos propias para darle impulso. (5)

----

Rousseau: “El hombre ha nacido libre y, sin embargo, en todas partes está encadenado”

Rousseau, sin habérselo propuesto, indico a los artistas un camino distinto: el de expresarse, que significa algo más que expresar; el de estar dentro de su obra y no sólo en su obra. 

 

MONTESQUIEU. DEL ESPÍRITU DE LAS LEYES. Editorial Porrúa, S.A. México, 1992.

Las leyes en su significación más extensa, no son más que las relaciones naturales derivadas de la naturaleza de las cosas; y en este sentido, todos los seres tienen sus leyes: la divinidad tiene sus leyes, el mundo material tiene sus leyes, las inteligencias superiores al hombre.

Los que ha dicho que todo lo que vemos en el mundo lo ha producido una fatalidad ciega, han dicho un gran absurdo; porque, ¿hay mayor absurdo que una fatalidad ciega produciendo seres inteligentes? 

Hay pues una razón primitiva; y las leyes son las relaciones que existen entre ellas mismas y los diferentes seres, y las que median entre los seres diversos.

Dios tiene relación con el universo como creador y como conservador; las leyes según las cuales creó, son las mismas según las cuales conserva; obra según las reglas porque las conoce; las conoce porque él las hizo; las hizo porque están en relación su sabiduría y su poder. (…) Sería absurdo decir que el creador podría gobernar el mundo sin aquellas reglas, puesto que el mundo sin ellas no subsistiría. (…) Cada diversidad es uniformidad, cada cambio es constancia. (3) 

(…) El Derecho de gentes se funda naturalmente en el principio de que todas las naciones deben hacerse en paz el mayor bien posible y en la guerra al menor mal posible, sin perjudicarse cada una en sus respectivos intereses. (6)


+ VOLVER ARRIBA