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LA MODERNIDAD OPTIMISTA LA MODERNIDAD
HORIZONTE PARA LA REALIZACIÓN DE
LA HISTORIA
y
profecías
KANT: LO MODERNO ES LA LIBERACIÓN DEL HOMBRE DE
SU CULPABLE
INCAPACIDAD |
DESDE LA RACIONALIDAD DEL SUJETO EL MUNDO
ACONTECE CON SENTIDO LA MODERNIDAD: LUGAR DE LA REVOLUCIÓN DONDE EL LENGUAJE SE MUESTRA COMO NUEVO ACONTECIMIENTO
AGOTAMIENTO DEL PROYECTO DE LA
MODERNIDAD:
DESENCANTO ANTE LA PÉRDIDA DE
LEGITIMIDAD DE LOS GRANDES RELATOS
- CRISIS DE LAS REPRESENTACIONES - CRISIS DEL SUJETO La crisis está en la
génesis de todo lo moderno: formará parte del creciente y
generalizado espíritu
de época. La discursividad
moderna nace de ese punto máximo de la desprotección
espiritual, de ese vacío que
queda con el retiro de la “historia de dios”: de esa conciencia de lo
que se
extingue. La dramaticidad de lo
irresuelto que hace de la modernidad lenguaje de lo real, pero
también abismo
entre el lenguaje y lo real: conciencia y prepotencia del lenguaje
frente a las
fronteras y precipicios de las realidades de la historia. La palabra ilumina y
esconde. Da cuenta de la metamorfosis y aparece como conciencia del
nuevo hogar
del hombre, a la medida de sus obsesiones: zona
no de la verdad, sino del desvarío. El sujeto enunciador
del mundo surgirá como subjetividad que enfrenta a ese mundo,
que lo imagina
desde la desmesura, para despertar patéticamente entre sus
pliegues engañosos:
el sujeto es el héroe solitario de la modernidad. Habitaríamos una época donde la sensibilidad y la creatividad del hombre enfatizan la incertidumbre frente a su propia figura y frente al mundo. EL ROMANTICISMOSUJETO: LUGAR
DE LA ENUNCIACIÓN QUE AHORA ES UN
“NO LUGAR”
La
modernidad
romántica entiende que se extravió para siempre aquella
unidad de lo verdadero,
lo bueno y la belleza, y que sin embargo, el derrotero del sujeto
moderno será
luchar contra ese destino, tratar de torcerlo, reconciliar lo quebrado,
previendo el fracaso en tal empresa, pero sintiendo la inconmensurable
dignidad
de intentarlo y sobrevivir como testigo. PENSAR
UN PROMETEO LIBERADO Y ENCADENADO: HÉROE, GENIO, VÍCTIMA,
POETA.
Alternancia del espíritu,
ambigüedad de
los estados de ánimo: lo moderno es aurora y crepúsculo
del hombre y de la
historia. El
romanticismo es logos estético, primordialmente. Idioma que no
acepta
cánones del arte clásico que le impone la rigurosa
racionalidad ilustrada, pero
que en ese rebelarse a las formas se descubre como la única
lengua moderna que
nace descentrada, en conflicto profundo con esa modernidad del mundo
que la
destina a la inmovilidad o a su muerte. La conciencia romántica libera esa sensibilidad que olfatea la catástrofe, para poder ejercer su quimera de redención. Se siente transportada por el naufragio de la historia, para entonces, concebir las reconciliaciones morales y éticas.
Los románticos sabían que su misión era crear e iluminar con su creación todo el mundo consciente y sentimental del hombre; dirigir su imaginación hacia la realidad que late más allá de las cosas familiares; elevar al hombre sobre la rutina mortal de la costumbre, para darle conciencia de las distancias inconmensurables y las profundidades insondables, haciéndole ver que la mera razón no basta y que es necesaria la intuición de la inspiración. Tenían una visión del hombre y de la poesía más amplia que la adoptada por sus racionales y sosegados predecesores del siglo XVIII, porque creían que lo importante era la naturaleza espiritual entera del hombre y a ésta dirigían su esfuerzo y su llamamiento. El
movimiento romántico fue un prodigioso intento de descubrir el
mundo
del espíritu por el sólo esfuerzo del alma solitaria. Fue
una manifestación
especial de la creencia en la dignidad del individuo que los
filósofos y los
políticos habían predicado recientemente al mundo.
(Hegel: “no existe más
realidad que la del espíritu”) La estética moderna buscará incesantemente la verdad extraviada entre los sargazos tecno- manipuladores de la cultura capitalista, tratará de refugiarse en una soledad desajenante, o de darse cita con lo fantasmal de las barricadas. Buscará la autonomía simbólica de las palabras, o intentará mezclarse con la vida, fuera de los museos, las exposiciones y los mercados de venta artística, para resurgir revitalizada, inédita. HASTA EL SIGLO XVIII: LAS IMÁGENES: eran
impresiones o metáforas visuales producto de la
observación y del
entendimiento. LA FANTASÍA: aceptada y celebrada bajo la vigilancia del
juicio y el sentido común. LA
POESÍA: expresión fiel de
las
emociones o el sentimiento, mediante la cual se expresaba la experiencia común de los hombres. EL
POETA: intérprete de lo real más que creador. Desarrolla
su ingenio
para mostrar las
atracciones de lo ya
conocido. LOS ROMÁNTICOS: LA POESÍA: Sentido del misterio de las cosas, búsqueda del mundo invisible, deseo de captar las verdades últimas, descubrir un mundo trascendental. EL POETA: Es un vidente, dotado de una peculiar intuición (Shelley), conciente de su maravillosa capacidad para crear mundos imaginarios. Uso de los sentidos para mirar a la naturaleza sin prejuicios convencionales (agudeza del yo y del olvido). Arroja una nueva luz mágica sobre la faz corriente de la naturaleza.
LA VISIÓN IRÓNICA DE LA MODERNIDAD
LA
CONDICIÓN MODERNA DESPIERTA A LA VISIÓN
IRÓNICA QUE NO
ES MÁS QUE UN DISTANCIAMIENTO CRÍTICO DE LA REALIDAD
Platón: La
ironía es
disimulación Retórica
Clásica: Es
un tropo en el que la palabra es contraria al sentido. La
división del yo es, efectivamente el
principio de toda ironía y el medio para que el sujeto creador,
revelando sus
limitaciones, las trascienda.
DUPLICACIÓN DE LA CONCIENCIA COMO PRIMER PASO
HACIA LA VERDADERA IRONÍA Wayne Booth: La ironía
socava claridades, abre vistas en la que reina el caos, o bien libera mediante la destrucción de todo
dogma
o destruye por el procedimiento de hacer patente el ineludible
cáncer de la
negación que subyace en el fondo de toda afirmación. Novalis: La ironía da
a lo vulgar un sentido elevado, a lo común un aspecto
misterioso, a lo
desconocido la dignidad de lo conocido, a lo finito una apariencia
infinita... Hegel:
La ironía es la negación infinita Lukács:
Sólo la ironía, que resuelve la dualidad sujeto/objeto,
nos
puede dar un atisbo, un indicio de que es posible dotar de un sentido
al mundo
y la realidad. La ironía es la autoconciencia de la fragilidad
del mundo. Adorno:
La modernidad es el espíritu de la negación de la
negación. Es
decir, principio estético de “creatividad destructiva”.
Paúl
de Man: Dilación permanente del significado, principio generador
de
sentido. Pessoa:
La ironía es el primer indicio de que la conciencia se ha
tornado consciente.
LA IRONÍA IMPLICA EL GRADO MÁS ALTO DE LIBERTAD CREADORA QUE PUEDE ALCANZAR UN ARTISTA EN UN MUNDO SIN DIOS PARA QUE BROTE LA IRONÍA NO HACE FALTA MÁS QUE UN INDIVIDUO ENFRENTADO A UN HECHO INCONGRUENTE LA MODERNIDAD MUESTRA EL POTENCIAL DESMITIFICADOR DE LA IRONÍA, PERO LO HACE PARA QUE NAZCA ALGO NUEVO: LA UTOPÍA VISIÓN IRÓNICA: LÁMPARA DE LA
REFLEXIVIDAD Pensar Irónico:
Crítica de lo real, crítica del lenguaje.
-
Lo que el artista debe captar no es sino la naturaleza contradictoria
de la realidad, descubre la contradictoria totalidad del mundo. Ahora
bien, con
el genio suficiente para presentar esa contradicción como
paradoja; es decir,
no hurtando su esencial inexplicabilidad, sino haciendo de ella, por
así decir,
su tarjeta de presentación. -
Desde una perspectiva intelectual, si algo caracteriza a nuestro
tiempo es la pérdida de sentido unívoco de lo real: la
complejidad de nuestro
mundo, las contradicciones, a menudo cruentas, entre las palabras y los
hechos,
abonan el que la literatura, por su excepcional capacidad
mimética con respecto
a las demás artes, se haga eco como ninguna otra de la
alienación, la
distorsión, el absurdo que asechan a diario al conjunto de los
hombres -
La ironía sustenta la suprema libertad de quien está por
encima de la
contradicción; la única regla indispensable de tal juego
es la distancia. -
El distanciamiento irónico: el arte lúcido y consciente
que
experimenta y juega, y que busca a la vez arrancar al lector de su
papel pasivo
y recabar por todos los medios su complicidad. -
La ironía implica un trabajo formal y estratégico, que
tiene por
finalidad conjurar los paralogismos de la subjetividad, la falacia de
una
visión excesivamente parcial del mundo: UNA FUNCIÓN
CORRECTIVA Y ÉTICA.
Y NO
TIENE MÁS OBJETIVO QUE SU TÓPICO El poema
como Heterocosmos:
El reemplazo de
la metáfora del poema como imitación, “un espejo de la
naturaleza”, por el del
poema como un heterocosmos, una segunda naturaleza creada por el poeta
en un
acto análogo a la creación del mundo por Dios.
Shelley: No merecen el
nombre de creador, más que Dios y el Poeta (citando las palabras
de Tasso) |