- La literatura comparada:
disciplina especializada en estudiar y explicar los intercambios entre
literaturas,
vista a través de esos intercambios y de las diferencias que
ellos revelan. -Una de las finalidades del
comparativismo es, precisamente, la de poner al descubierto que las
fronteras
políticas son insuficientes para enmarcar los fenómenos
literarios, ya que las
identidades nacionales no son procesos puramente internos y
autónomos respecto
del acontecer continental y mundial. - La literatura comparada enfoca
el fenómeno literario desde una perspectiva internacional (intercambios concretos entre
las literaturas de dos o más países) o supranacional.
(fenómenos que exceden
las fronteras nacionales). Aporta un marco cultural de
reflexión, atendiendo a
los fenómenos de contacto entre las
literaturas nacionales: cuestiones de producción (trabajo con
estéticas, temas
y motivos apropiados de la tradición universal), de circulación
(intermediarios que conectan una cultura
con otra) y de recepción
(la literatura extranjera traducida, la crítica
literaria, etc.). - La literatura comparada se
caracteriza por su actitud de apertura en la concepción de los
fenómenos
culturales, que en algunos casos son patrimonio compartido por varios
países, y
en otros constituyen un fenómeno de comunicación entre
literaturas. Paul Van Tieghem:
La razón de ser de la
literatura comparada es “esencialmente” el estudio de las obras de las
distintas literaturas ‘en cuanto a sus relaciones recíprocas”.
Se trata de las
relaciones por contacto, por interferencia, por circulación,
causales en
cualquier caso, entre dos o más literaturas nacionales. (…)
Cualquier otro
acercamiento que no sea el estudio de “contactos” es
“metodológicamente
sospechoso”, y por lo tanto, condenado de antemano.
C.
Pichois y A. M. Rousseau: La literatura comparada: es la
descripción analítica, la comparación
metódica y diferencial, la interpretación
sintética de los fenómenos literarios interlinguales e
interculturales, por
medio de la historia, la crítica y la filosofía, con el
fin de comprender mejor
la literatura como función específica de la mente
humana.En las manos más
hábiles la literatura comparada también es una
herramienta para la teoría
general. Una
preocupación del
comparatista: comprender la naturaleza general de la cultura y la
creatividad
literaria y su continuidad durante amplios períodos de tiempo. René Étiemble: Estudio de las obras literarias
análogas sin relacionar contactos o derivaciones, sino tan
sólo estudiando una
unidad de fondo de la literatura. La experiencia alcanzada por los
sentidos
(nuestra sensibilidad crítica) y la demostración
lógico-matemática (nuestra
búsqueda o demostración investigadora)
La crítica comparatista realiza una segunda
creación en su contacto
interpretativo y descubridor con la obra literaria o la épica
cultural a la que
se fija. Dionýz Durísin: La literatura comparada no como
relaciones entre autores y entre obras sino entre sistemas y
subsistemas
gobernados por normas y tendencias. Su objetivo no es describir estas
relaciones sino explicarlas dentro del sistema de comunicación y
de un aparato
ideológico estratificado. Ya desde sus comienzos, la literatura
comparada se
planteaba como disciplina histórica, como rama de la historia de
la literatura.
Esta concepción sigue aún vigente en amplios sectores del
comparativismo
actual.
Jonathan Culler: La literatura comparada requiere
leer el texto frente a otro, leer un texto como una relectura de otro,
leer un
texto en el espacio intertextual de una cultura. Weisstein Ulrich: Búsqueda de afinidades, estudio
de aquellos contrates que, comparativamente, sirven
esclarecedoramente para caracterizar una
literatura o un autor
Paralelismos y afinidades, divergencias
caracterizadoras para una y otra literatura. J.M. Carré: No es
más que una rama de la historia de la literatura Se empieza a preconizar la sustitución de las
“relaciones de hecho” por las “relaciones de valor”, a considerar las
relaciones interiores más que las exteriores. El
sector “literatura comparada” debiera dividirse en “historia de la
literatura
comparada”, “crítica literaria comparada”, y “poética o
teoría literaria
comparada”, La literatura comparada…será más exigente
en
cuanto a la pericia lingüística de nuestros estudiosos.
Demanda un
ensanchamiento de las perspectivas, una supresión de
sentimientos localistas y
provincialistas que no del todo fácil de alcanzar. L. P. Betz : Comprensión cosmopolita de la
literatura. Henry
H. Remak: Literatura como totalidad universal. La literatura
comparada es comparación de una literatura con otra u otras, y
la comparación
también de la literatura con otras esferas de la
expresión humana. Ciencia
literaria integrativa (nacional, comparativa y ciencia general de la
literatura). Comparación de la diferenciación y
sintetización (estética y/o
nacional)
Bassnett Susan: Se trata del estudio de textos a
través de diferentes culturas, que abarca un ámbito
interdisciplinario y que
tiene que ver con modelos de conexión entre las literaturas a
través del tiempo
y del espacio. Francois Jost:
La literatura comparada
representa más que una disciplina académica, es una
visión general de la
literatura, del mundo de las letras, una ecología
humanística, una Weltanschauung literaria, una
visión del
universo cultural, inclusiva y comprehensiva.
Benedetto Croce: La historia comparada de la literatura es historia entendida en su verdadero sentido como explicación completa de la obra literaria, abarcando a todas sus relaciones, engarzada en el todo ordenado de la historia universal (¿en qué otro lugar, si no éste, podría estar alojada jamás?)… Julius Peterson: Los temas es lo único que la historia de la literatura y la literatura comparada tienen en común. El método empleado por ambas disciplinas es diferente, ya que la literatura comparada no persigue objetivos históricos. Lo que ésta pretende es penetrar en lo más profundo de los fenómenos análogos mediante la comparación de los mismos para descubrir las leyes que condicionan las semejanzas y las diferencias” . John
Fletcher: La literatura comparada es la rama de los estudios
literarios, que se ocupa de las estructuras básicas que yacen
bajo todas las
manifestaciones literarias, en cualquier tiempo y lugar; por eso se
interesa
por cuanto sea universal y en cualquier fenómeno literario
particular. No hay
por consiguiente, límite teórico en su campo de
investigación, puesto que las
literaturas en todas las lenguas y sus relaciones mutuas, así
como otras formas
de arte, quedan dentro de su esfera. Aspira a ser una dimensión
de la crítica,
con la esperanza final de arrojar cierto género de luz sobre lo
que Gombrich ha
denominado esos “multiformes cristales de complejidad milagrosa que
llamamos
obras de arte”, pues todas las formas y colores adquieren su
significado sólo
en los contextos culturales. Trata de la polifacética
relación entre la obra y
el contexto, esforzándose por seguir el rumbo intermedio entre
el formalismo
dogmático, de una parte, y la ceguera historicista de la otra.
T.S. Eliot dijo
que “la comparación y el análisis eran las herramientas
principales de la
crítica”. Concediendo su debida importancia a la segunda, no
debemos
permitirnos descuidar la primera. Northrop Frye: los estudios literarios deben asumir la coherencia de su disciplina, postulando la posibilidad de una poética comprensiva cuyo objeto sería la literatura como un todo, no la literatura de una nación en particular. R.A. Sayce: Define la “literatura general” como “el
estudio de las relaciones entre las literaturas nacionales”. Esta es
una
distinción útil siempre que se reconozca que el concepto
de literatura
“nacional” no carece de dificultades, y que los dos tipos de estudio
deben,
inevitablemente, confluir. Cuando rastreamos el desarrollo del soneto
en Europa
desde los días de Tetrarca estamos contribuyendo a la
“literatura general”, tal
como hacemos cuando, en un contexto supranacional, consideramos
cuestiones de
teoría literaria, de poética y de crítica. Pero
cuando en el transcurso de ese
estudio, comparamos un soneto shakesperiano con otro petrarquista nos
encontramos dentro de la “literatura comparada”. La literatura comparada se funde con la
historia de la literatura y la crítica literaria, si se enfocan
éstas según una
perspectiva estética e internacional REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS - CULLER, JONATHAN, REMAK, HENRY
Y OTROS. ORIENTACIONES EN LITERATURA
COMPARADA. Madrid, Arco/Libros, 1998. -
EAGLETON, TERRY, BAJTIN,
MUJAIL Y OTROS. TEXTOS Y CONTEXTOS.
Ciudad de la Habana, Arte y Literatura, 1989.
- EVEN-ZOHAR Y OTROS. TEORÍA
DE LOS POLISISTEMAS. Madrid,
Arco/Libros, 1999. -
GNISCI, ARMANDO. INTRODUCCIÓN A LA LITERATURA
COMPARADA. Barcelona,
Crítica, 2002.
- SCHMELLING, MANFRED (comp.), TEORÍA
Y PRAXIS DE LA LITERATURA COMPARADA. Barcelona,
Alfa, 1984. -
WEISSTEIN, ULRICH. INTRODUCCIÓN A LA LITERATURA
COMPARADA.
Barcelona, Planeta, 1975.
- WELLEK, RENÉ y WARREN, AUSTIN. TEORÍA LITERARIA, Madrid, Gredos,
1966. RENE ETIEMBLE. LA
APROXIMACIÓN COMPARATISTA. Escuela francesa: la persecución de
fuentes literarias INFLUENCIA Las
“influencias”: imitación
inconsciente… La relación entre
influencia y
fuente es muy clara.
La fuente es el
origen y la
influencia la meta final. En el
ámbito de la investigación
literaria es conveniente separar ambos conceptos de la siguiente
manera: el
término “fuente” se empleará solamente para hacer
referencia a los modelos
temáticos, es decir, a los temas que posean un valor material,
pero cuya
naturaleza sea de índole preliteraria. Claudio
Guillén: el término
“fuente” queda convertido en un requisito material, cuya existencia
hace
imposible una auténtica creatio ex nihilo.
(169) El positivismo de las
influencias, la óptica impuesta por
las fuentes, se ve reforzado por el positivismo genético, por
las “causas” de
la creación literaria. La relación causal o finalista, definida en
términos de anterioridad y posterioridad, no es lo que permite
comprender la
especificidad de la obra; la influencia siempre es una
interpretación creativa;
no hay que considerar la total coincidencia como un calco; cada obra
supone
otra obra, sin que por ello una determine la otra; la influencia
contribuye a
que fructifiquen sólo las semillas preexistentes; la
selección implica
parentesco, pero también y, en ocasiones, sobre todo,
condiciones históricas
específicas, etc… (…) Sólo hay que salvar las influencias en la
medida en que prueban o provocan la existencia de de
coincidencias, de recurrencias, de elementos
literarios comunes y, sobre todo,
de la unidad –en determinados aspectos- de la literatura en cuanto que
fenómeno
mundial. Harold Bloom insiste en que no debería
hablarse de influencia como relación entre un ente independiente
y
otro…”algunas nociones son más difíciles de disipar que
aquella que proviene
del sentido común y según la cual un texto poético
es independiente, tiene un
significado averiguable o significados sin referencia a otros textos
poéticos…Lamentablemente, los poemas no son cosas sino palabras,
y esas
palabras se refieren a otras palabras, y esas palabras se refieren a
otras
palabras y así continuamente en el mundo densamente poblado de
la lengua
literaria. Cualquier poema es un Inter-poema y cualquier lectura de un
poema
supone una Inter-lectura”(113) La intertextualidad es tanto el nombre para
referirse a la relación de una obra con determinados textos
previos, como la
afirmación de que leer una obra es ubicarla en un espacio
discursivo en el que
se relaciona con varios códigos formados por un diálogo
entre texto y lectura.
El estudio de las fuentes y la influencia, tal y como tradicionalmente
fue
concebido bajo cierta presión teórica, ha sido
reconsiderado como el estudio de
la intertextualidad y amplía su ámbito para incluir las
anónimas prácticas
discursivas de una cultura, que permiten a una obra producir efectos de
significación.. Como afirma Julia Kristeva, una vez que pensamos
en una
influencia de un texto con relación a otro texto que él
mismo cita, transforma
y absorbe, anónimamente, entonces, “la noción de
intertextualidad se instala en
lugar de la intersubjetividad. (114) Los estudios sobre la influencia se centran
en las relaciones entre los acontecimientos del habla individual. La
intertextualidad trata esta relación como parte de un
fenómeno más amplio: la
dependencia ejercida por cada acto de habla sobre el sistema discursivo
producido por un tipo particular de actividad del habla. (..) La transmutación de la
influencia en intertextualidad otorga una nueva oportunidad al acto de
comparación. (…) La literatura comparada se convierte en el
término apropiado
para el estudio de la literatura (leer un texto frente a otro, leer un
texto
como una relectura de otro, leer un texto en el espacio intertextual de
una
cultura). (115) SCHMELING, MANFRED LA CRISIS: Esa “crisis” de cuenta en realidad de un
malestar más profundo y atraviesa
–estructural y periódicamente, por así decirlo- la
historia de la literatura y
el conjunto de las investigaciones literarias. Se trata, en efecto, de
la
controversia fundamental positivismo-historicismo, por una parte, que
postula
el estudio de las “relaciones de hecho” en cuanto que ámbito
exclusivo del
comparativismo, y la aproximación literaria, crítica y
valorativa, por otra
parte, que permite e incluso exige, comparaciones sin relaciones
históricas,
así como generalizaciones y juicios de valor. Por un lado, pues, primacía del “hecho”, por otro,
primacía del “texto” o de la “obra” literaria, con todo lo que
ello supone. El
comparativismo de los hechos frente al comparativismo de las
estructuras literarias,
lo cual conlleva una dicotomía fundamental y un conflicto agudo
de métodos:
históricos por un lado, estéticos y teóricos por
otro. (las dos escuelas: la francesa y la americana) La literatura comparada se funde con la
historia de la literatura y la crítica literaria, si se enfocan
éstas según una
perspectiva estética e internacional EL MÉTODO Describir,
interpretar y evaluar constituyen la tríada básica de
toda operación
comparativista. Cualquier juicio de
valor acerca de las literaturas extranjeras deriva del sistema de
valores de
cada comparativista y/o de su literatura correspondiente la historia no queda “excluida”, sino que
aparece implicada, cristalizada de diferente manera en cada obra
literaria. Los
tres componentes esenciales de una metodología
comparatística: - El contexto
histórico-científico - Los tipos de
comparación (los
tipos de relación entre los miembros de la comparación) - La
comparación orientada
metodológicamente. LITERATURA
COMPARADA
Y LITERATURA GENERAL R.A. Sayce ha aportado una exposición sucinta
de las diferencias entre las dos: Define la “literatura general” como “el
estudio de las relaciones entre las literaturas nacionales”. Esta es
una
distinción útil siempre que se reconozca que el concepto
de literatura “nacional”
no carece de dificultades, y que los dos tipos de estudio deben,
inevitablemente, confluir. Cuando rastreamos el desarrollo del soneto
en Europa
desde los días de Tetrarca estamos contribuyendo a la
“literatura general”, tal
como hacemos cuando, en un contexto supranacional, consideramos
cuestiones de
teoría literaria, de poética y de crítica. Pero
cuando en el transcurso de ese
estudio, comparamos un soneto shakesperiano con otro petrarquista nos
encontramos dentro de la “literatura comparada”. ---------- Si bien es cierto que existen relaciones de
hecho, debidas a influencias, a circulación de obras, de temas,
etc., no es
menos cierto que existen también relaciones entre hechos debidas
a homologías
de estructuras, de textos, de valores, etc. ¿Con qué
derecho se las puede
excluir del comparativismo? No hace falta ser muy agudo
(comparativista) para
darse cuenta de que el estudio de las
“relaciones entre hechos” (de tipo causal o documental) no llevan, a
fin de cuentas,
más que a observaciones empíricas sobre algo que nada
tiene de general, de
significado, de específicamente literario. Cinco
tipos de comparación: 1. La
comparación monocausal, que
se basa en una relación directa genética
entre dos o más miembros de la comparación. Ejemplo: La relación de Heinrich Heine con Lord Byron. 2. Existe
primeramente una
relación causal entre dos o varias obras de nacionalidad
diferente. Pero a eso
se agrega una dimensión extraliteraria, el
proceso histórico en el que se insertan los miembros de la
comparación. Para
este segundo tipo de comparación es metodológicamente
competente, y en especial
medida, la investigación de la recepción.(…)
porque coloca en el centro de su interés las estaciones
de la elaboración del texto, determinables histórica,
social, histórico-espiritual y sicológicamente, y la perspectiva del sujeto de la instancia receptora. 3. Se basa en analogía
de contextos. El tertium comparationis no lo proveen primariamente
contextos intra-literarios (por ejemplo de la historia de los motivos)
o relaciones
recíprocas interliterarias, fundadas en contactos, sino el transfondo extraliterario común a los diversos
miembros de la
comparación. Naturalmente predominan ahí intereses
políticos, sociológicos,
histórico-culturales o también generales de visión
del mundo.(23) 4. Se
diferencia de los otros,
ante todo, por el punto de vista
ahistórico. En él domina un interés
estructuralista, en sentido amplio, por el producto literario. La
comparatística se pone aquí al servicio de una
metodología fenomenológica general.
Aquí se encuentran entre otros, métodos
estético-formales, estructuralistas,
lingüísticos, semióticos y sicológicos.
Parece irrefutable el que también estos
procedimientos poseen su valor para la ciencia comparada de la
literatura (que
no es exclusivamente historia
comparada de la literatura). La legitimación
cuasi-genética o histórica de la
base de comparación no tiene necesariamente que abandonarse por
eso. (26) 5. La crítica literaria comparada. La comparación
como procedimiento
heurístico tiende, en este caso, a la confrontación de
diversas actitudes
críticas, a los diferentes “métodos” en sentido estrecho.
No está dirigido
directamente a los objetos literarios mismos, sino que los capta
mediatamente,
es decir, en el nivel de la descripción, de la
interpretación y de la
valoración. REMAK, HENRY H : La literatura comparada tiene
cinco tareas
importantes: 1- Constituye la demostración
tangible o la refutación de los principios generales sobre la
estructura de la
literatura a través del análisis comparado o la
síntesis de autores
específicos, textos, géneros, corrientes, movimientos,
períodos que pertenecen
a dos unidades culturales y/o lingüísticas o más, ya
sea de diferentes naciones
o en culturas muy diferentes en una nación: la literatura
comparada debe ser el
laboratorio principal de cualquier teoría literaria. 2- La
literatura comparada proporciona por analogía, contraste o los
estudios de
causa y efecto, las síntesis inductivas de los períodos
históricos,
movimientos, corrientes, tendencias, temas y rasgos estilísticos
a un nivel
bicultural o multicultural (e.g. el
renacimiento, el romanticismo, el simbolismo, las vanguardias, el
expresionismo). En esta categoría las características
nacionales se preservan,
pero contribuyen a una síntesis supranacional en un nivel
superior. 3- La
literatura comparada, por una yuxtaposición intensiva de dos o
más
composiciones o ensayos críticos no necesariamente relacionados
por causa (…)
busca intensificar la comprensión verbal y cultural de los
textos: en este caso
representa una faceta, activa o pasiva, de la crítica literaria. 4- La literatura comparada
investiga lo que Wellek ha llamado los aspectos de “comercio
extranjero” de
ciertas obras: intermediarios, recepción, éxito,
influencia, traducciones; los
viajes al extranjero, las imágenes nacionales y los estudios de
actitudes pertenecerían a esta
categoría. Este tipo de
esfuerzo es básicamente histórico y autosuficiente. 5- La literatura comparada
persigue estudios interdisciplinarios en las cuatro categorías
anteriores.
(137) La más productiva ha sido la de período (Cioranescu, 1964; Pichois y Rousseau, 1969; Warren, 1966; Weisstein, (1975) considerando los períodos como "unidades extensas supranacionales" (Guillén, 1985), que abarcan y vinculan la serie literaria y la serie histórico-social. TEMATOLOGÍA: El
origen y más detallado
aporte en esta área corresponde a los estudios
folclóricos, de los que se ha nutrido el Diccionario de E.
Frenzel (1980) y que también apropiaron para el estudio de la
“literatura de autor” los comparatistas Ulrich Weisstein (1975),
Manfred Beller (1984) y Claudio Guillén (1985) principalmente.
Por otra parte, los estudios formalistas y semióticos han
privilegiado las estructuras narrativas de los motivos (Tomachevski,
1997 y U. Eco, 1987). Eco vincula el reconocimiento de motivos con una
habilidad específica del lector: la competencia intertextual).
Por su parte, T. Ziolkowski (1980) hace hincapié en el
carácter relativo de los temas: históricamente, un motivo
concreto puede devenir en símbolo.
La revisión de los estudios tematológicos, por otra parte, favoreció el rescate de conceptos como el de motivo, desaprovechado hasta el momento en la enseñanza de la literatura, la que tradicionalmente se inclinó por conceptos como el de tema, que a diferencia del primero requiere un gran nivel de abstracción para ser formulado. El concepto de motivo, en cambio, permite la interpretación del texto literario partiendo de la presencia concreta en el mismo de ciertos elementos de contenido, como en este caso la aparición de dobles. El carácter concreto de estos elementos es el que precisamente, y reapareciendo en obras de distintos tiempos y lugares, conduce a la determinación de constantes, rupturas y reelaboraciones que sólo pueden explicarse por la condición histórica de los elementos formales y temáticos de la literatura. Quedaron deslindados los siguientes presupuestos como marco teórico para esta área de la Semántica: a- Los elementos temáticos pertenecen en primera instancia al plano del contenido, al cual se le suman rasgos caracterizadores provenientes de tramas textuales, situaciones típicas de género, codificaciones retóricas, etc; b- El concepto de elemento temático difiere del tema textual (proposición abstracta y macroestructural acerca del contenido de un texto) ya que se propone como manifestación representada en el texto; se asocia el elemento temático con la función textual que cumple: tema, motivo, símbolo; c- Los temas literarios se constituyen como tales según procesos históricos y códigos culturales. El enfoque desde la periodización permite dar cuenta de la historicidad de la literatura, de comprenderla como un fenómeno situado en un contexto que determina algunas de sus variables. La morfología estudia las formas y géneros brindando la posibilidad de evaluar, en cruce con la variable histórica, continuidades y rupturas, pervivencia de formas y estructuras marcadas a su vez por los cambios del contexto. La tematología por su parte, enfoca de manera similar los elementos temáticos. Julius
Peterson:
La literatura comparada pretende penetrar en lo más profundo de los fenómenos análogos mediante la comparación de los mismos para descubrir las leyes que condicionan las semejanzas y las diferencias” Bassnett Susan Se trata del estudio de textos a través de diferentes culturas, que abarca un ámbito interdisciplinario y que tiene que ver con modelos de conexión entre las literaturas a través del tiempo y del espacio. Francois Jost: La literatura comparada representa más que una disciplina académica, es una visión general de la literatura, del mundo de las letras, una ecología humanística, una visión del universo cultural, inclusiva y comprehensiva <> Rene Étiemble Estudio de las obras literarias análogas sin relacionar contactos o derivaciones, sino tan sólo estudiando una unidad de fondo de la literatura Henry H. Remak La literatura comparada es comparación de una literatura con otra u otras, y la comparación también de la literatura con otras esferas de la expresión humana. |