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Milagros Chávez
Tortolero

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El sentido de la vida y la educación

Arcoiris en las Montañas Andinas

Desde niña siempre me he hecho preguntas sobre la razón de ser de mi existencia. Esta sensibilidad hacia las preguntas fundamentales me ha llevado a introducirme en diversas religiones y sabidurías. He aprendido mucho en este deambular existencial. De este modo, me he construído mi propia visión del mundo y de la razón fundamental de mi existencia. En mis últimas conclusiones, he llegado a la idea de que nuestro fin fundamental en la vida es evolucionar hacia mejores seres cada día, cada instante.
  Ustedes pueden preguntarse cuales son mis pistas para decidir que es ser un mejor SER. Pues bien, la respuesta no es sencilla, se trata de un camino más intuitivo que otra cosa. Me muevo en una especie de reconocimiento de pistas que siento estan ya inscritas en mi SER desde hace tiempo. Así, voy reconociendo en diversos elementos de la vidad, aquellas luces guías de mi ruta existencial. Estos elementos pueden ser: lecturas, detalles de la vida cotidiana, expresiones de la naturaleza, palabras, etc.

Es por ello que la Educación no es para mi una simple profesión más. Se trata de una misión fundamental de incitar en nuestros congéneres el deseo de ser mejores SERES cada vez. Es decir, que para mi educar es poner a andar en las personas el motor de la existencia que les da sentido a sus vidas. Es por ello que soy una apasionada de la Educación. En ella he encotrado la manifestación de mi más auténtica y originaria condición Humana.




Salud Integral

Sr. Domingo, mi farmaceuta del mercado


Nuestro cuerpo es el vehículo de nuestra evolución hacia mejores seres, por lo tanto debe él ser el objeto de cuidados y atenciones especiales.

Nuestro cuerpo es el vehículo a través del cual vivimos, y vivir es una obra de arte en construcción. Por ello, debemos aspirar a que nuestro cuerpo refleje nuestro más profundo sentido estético. Esto no tiene nada que ver con el concepto de belleza artificial que el mundo moderno trata de inculcarnos en nuestros subconscientes. Se trata de un sentido profundo de la belleza, ligado a una sensación de simpatía con lo que somos y estamos siendo en  cada instante.

Es por ello que me interesa todo lo relativo a la salud integral, es decir: la nutrición, la actividad física, la integridad mente-cuerpo y las relaciones equilibradas.